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PRECIO: 5 0 céntimos
ren!'-
L a importancia de la fe en la vida a^tualniente el i n u n d o necesita^cua
toneladas de tales drogas. "Esas cuarenta tonel^d^^
de drogas básicas son fabricadas en u n o s - " e u t a
H e a q u í u n a s palabras del famoso e x p l o r a d o r
tablecimientos a u t o r i z a d o s y son licitamente
francés, el doctor C h a r c o t :
buidas en el m u n d o entero por esas fábricas P°^.^
"El e x p l o r a d o r debe tener u n a paciencia incansa- tenares de negociantes al p o r m a y o r y p o r lUd
ble, fe en su éxito, resistencia y perseverancia. de farmacias." ^y
" D e b e ser b u e n navegante y conocer los mares
árticos y los " t r u c o s " de la navegación entre los
Estas cuarenta toneladas se destinan al ^.''^^¿n
c o n s u m o lícito; pero existe t a m b i é n la fabrica
hielos.
y el tráfico ilícito de las drogas nocivas. La
" D e b e h a b e r recibido u n a buena preparación cien-
dad de Naciones t r a t a de reglamentar el
tífica general; sobre t o d o , debe saber escoger sus co-
lícito e impedir el ilícito de tales d r o g a s ; P^'^^'/j.oí'
laboradores y encontrar los h o m b r e s que saben lo
sar de sus esfuerzos, se fabrican toneladas de b
que él m i s m o n o puede hacer.
na de u n a manera clandestina, haciéndose de el i
" H u e l g a decir que además del conocimiento p r o - tráfico ilícito en el m u n d o entero. _ ció'^'
f u n d o de su especialidad, los m i e m b r o s de la expe- ¿Qué conclusión p o d e m o s sacar de tal sitúa ^^^^
dición deben disfrutar de u n a salud robusta, de u n a P r i m e r a m e n t e demuestra que la h u m a n i d a d ^^^^(.QS
constitución física resistente y, ante t o d o , de con- e n v e n e n a n d o con drogas nocivas. L o s medicaiu
fianza en su jefe. prescritos p o r los médicos a base de drogas noc
" L a fe es lo principal. Sin la fe, el m e n o r acci- si alivian de ciertos males, crean otros i^tievos, ,
dente puede transformarse en catástrofe. P e r o con n u d o más peligrosos. Crean en el organismo 1^ ^^g.
la firme convicción de u n resultado feliz se llega a n o u n a necesidad de mayores cantidades de ^^.^ to-
t r i u n f a r de las más trágicas situaciones. gas, r e s u l t a n d o de ello la terrible esclavitud de .^^
" D u r a n t e las numerosas expediciones que he di- xicomanía. Es evidente que el c o n s u m o clanu ^^^j^
rigido desde 1 9 0 5 en las regiones polares, me h a de tales tóxicos revela a ú n más esta terrible ^^'•.^jjp
o c u r r i d o más de u n a vez, a pesar de todas las pre- t u d . La triste realidad actual es, pues, que l^'jjíto
cauciones posibles, tener que atravesar, mis compa- millones de personas que son esclavas de u n P
ñeros y y o , h o r a s y hasta días trágicos en que nos que g r a d u a l m e n t e les está q u i t a n d o la vida P
h a l l á b a m o s al borde de la catástrofe. venenamiento. j^jdí^
" P e r o estábamos convencidos de que volveríamos A estos millones de esclavos se pueden ^ ¿
sanos y salvos. otros m u c h o s que están haciendo lo mismo P
" N u e s t r a fe era más fuerte que los peligros que tabaco, ya que es t a m b i é n u n a droga nocí'^
c o r r í a m o s ; es a nuestra fe a lo que debemos nuestra m a t a poco a poco a sus esclavos. ^ ^1
vida..." T a l esclavitud n o es irremediable, felizmef jjS
L a fe es, pues, m u y necesaria en las empresas de evangelio de Cristo tiene p o d e r para rompf^ pO'
esta v i d a : fe en el éxito de nuestros esfuerzos, en la las cadenas, y d a r la libertad a los cautivos. E. , "Si
realización de nuestros p r o p ó s i t o s . Sin esta confian- der está en C r i s t o y su palabra. El M a e s t r o diJ°^^^3-
za n o se puede a d e l a n t a r en la vida. vosotros permaneciereis en m i palabra, seréis ^^^^ y
deramente mis discípulos; y conoceréis la yf- li-
P e r o la fe en D i o s es t o d a v í a más i m p o r t a n t e . D e
la verdad os libertará... Así que, si d Hijo g"^3i,
él procede la vida y todas las posibilidades que en
bertare, seréis verdaderamente libres." (Juai^
ella existen. E n él debemos confiar y creer siempre
32, 36.)
a u n en las cosas pasajeras de esta vida, pero m u c h o
más en el a s u n t o de nuestra salvación. Sin la fe en
D i o s n o p o d e m o s penetrar el misterio del más allá.
C o n ella, se i l u m i n a n o solamente nuestra senda te- L a Iticka entre el capital y el
rrenal, sino t a m b i é n l o que h a de ser de nosotros
después de la m u e r t e . C o n ella echamos m a n o de las
• de ^^l'
promesas de D i o s que nos p r o m e t e n el p e r d ó n de E n u n artículo p u b l i c a d o en El Diluvio, p jf^íí^
los pecados y la salvación de nuestras almas en Cris- celona, del 14 de m a r z o de este a ñ o , Ángel f m
t o . E s p o r la fe en D i o s y en el sacrificio r e d e n t o r dijo entre otras cosas: jii'*
de C r i s t o p o r lo que o b t e n e m o s la vida eterna. " E l "Las luchas entre el capital y el trabajo ^^ii^
j u s t o vivirá p o r la f e " , nos dice la Santa Biblia, d u r a s cada día. P r o l e t a r i o s y burgueses se ^^^^^sie^'
q u e es la p a l a b r a de D i o s . a cada m o m e n t o con más posibilidades de ^ ^^ie1
cia. T e n a z y violenta p o r parte de unos, '•^^V^jofl^?'
cruel p o r parte de los otros. E n estas cond' ^jr
desdeñar cualquier elemento o cualquier P^^^^ ¿5
Las droéas nocivas m i e n t o que favorezca la posición de belig^i^
equivocada de m e d i o a m e d i o . " S^^'^'
L a Secretaría de la Sociedad de Naciones ha p u - E s t o es cierto, y cumple l o p r e d i c h o en la* ;óii^'^'
blicado u n folleto en el que se habla del c o n s u m o das Escrituras. P e r o p r o n t o vendrá la retribuc g^^-
m u n d i a l para fines medicinales de drogas nocivas. g ú n lo anuncia el capitulo 5 de la epístola
tiago.
P Á G I N A DOS
Redactor: PRECIOS
^- GERBER
LAS SEÑALEVS liuniMlti . . MI
Ptu.
M A D R I D NÚM. 5
EDAD DE O R O
E>E L A T I E R R A
PÁGINA TRES
e m p l a z a r la piel q u e m a d a . P u e d e n corregirse las de- E n aquellos d í a s — h a c e de ello menos d e u n '
formaciones. E n verdad, parece que n o h a y límite a g l o — , los ferrocarriles h a b í a n apenas nac'
nacido,' T
la hahilidad de los médicos y cirujanos m o d e r n o s , barcos de v a p o r n o se conocían. U n viajeviaje de '¡
excepto en el caso de devolver la vida a los m u e r t o s . térra al Oriente exigía m u c h o s meses e tmp°
grandes pruebas y privaciones a los que se arri^
PROGRESOS EN LA EDUCACIÓN b a n a hacerlo. U n misionero o u n explorador ^
L o que es verdad en las esferas de la m a q u i n a r i a daba i n c o m u n i c a d o casi enteramente con su j
y de la medicina lo es t a m h i é n en c u a n t o a la educa- N o podía pedir víveres, a y u d a o asistencia, ? °
ción. Hace menos de u n siglo la m a y o r í a de los h a - n o h a b í a cables ni t a m p o c o comunicaciones p°s
bitantes del m u n d o , hasta de los llamados países ci- dignas de tal n o m b r e . Al llegar a su destino H
vilizados, eran analfabetos. Basta leer las descrip- daba a b a n d o n a d o enteramente a sus propios
ciones hechas p o r Carlos Dickens de las escuelas i n - sos. N o había protección de gobiernos, ni ^^^'^ ¡fi
glesas del siglo XIX para comprender cuan terrible- rril para llevarlo al interior del país, ni libro P^j^
m e n t e incompetentes eran. Sólo u n a pequeña parte ayudarle a aprender el idioma nativo, ni una
de la población era capaz de sacar provecho de los página impresa para auxiliarle en su trabajo. Si
• temas elementales que se e n s e ñ a b a n ; las otras perso- enfermo, n o tenía m é t o d o seguro para
combatif
ínas, si querían informarse de algo, dependían de la
enfermedades tropicales. Si los indígenas lo
fchismografía del pueblo, la predicación del clérigo y
b a n y s e l o comían, nadie e n l a m e t r ó p o l i se
:1a lectura de libros hecha en alta v o z p o r sus amigos
raba de ello, al menos, hasta m u c h o s meses
fmás favorecidos. E n c u a n t o a noticias del extranje-
tarde.
,'ro, las pocas que h a b í a eran las traídas p o r los sol-
i d a d o s o los comerciantes al regresar de sus viajes. UNA TAREA COMPLETADA
; L o s periódicos eran u n artículo de lujo al alcance de cl
ílos pocos que p o d í a n pagarlos y leerlos. Solamente ¡ Q u é cambio se h a realizado! A h o r a , ^°'^°¡of
^hacia fines del siglo se t o m a r o n medidas concretas m u n d o está abierto n o solamente a los misio'^^.ji.
p a r a . d á r a la población entera la instrucción que se le y exploradores, sino a millares de turistas qu^
h a b í a ijegado.durante t a n t o tiempo. Entonces se p r o - t a n a n u a l m e n t e los más distantes lugares con 1^ ¿i
-mtilgáron u n a serie de decretos sobre la educación, m o d i d a d que p r o p o r c i o n a n los rápidos barco .
f^se procedió a la construcción de escuelas en todas las lujo. E l g l o b o ha v e n i d o a ser finalmente una s^^j^
x i u d a d e s y pueblos, se elevaron las n o r m a s educati- entidad, con todos los países enlazados p o r ca 5
Evas, t a n t o de los maestros c o m o de los a l u m n o s , y telegrafía y telefonía sin hilos, ferrocarriles, b^ -i-
u n a nueva y gran l u z alboreó en millones de m e n - y aeroplanos. Y a n o h a y países cerrados, ni *- ^^jjj/
tes alrededor del m u n d o . nentes i n e x p l o r a d o s . H a s t a los polos h a n sido
tados t a n t a s veces, que u n a expedición a las "^^S'.
LAS MARAVILLAS DE LA EXPLORACIÓN árticas ya n o despierta más que u n interés pasaJ.yj
C o m o J u l i o V e r n c escribió en cierta ocasión: ;
Hace u n siglo, la m a y o r parte del globo estaba n o h a y desiertos intransitables, mares insondabl^^^^^
'•'envuelto en las tinieblas del p a g a n i s m o y era prác- m o n t a ñ a s inaccesibles." L a tarea d e l explorador
-'ític^mente desconocido a las naciones de la E u r o p a realizada. QfO
' o c c i d e n t a l . E n u n sentido literal, tinieblas cubrían P o r barco, el viaje de L o n d r e s a la Costa de
la tierra y oscuridad los pueblos. Es verdad que los ya n o es más que de trece días, y dieciocho dias ^jjj^
exploradores de los siglos XVI y XVII h a b í a n abierto tan para ir a M o m b a s a , vía Genova y Suez. ¡i
los ojos de m u c h o s en E u r o p a , en c u a n t o a la exis- u n viaje de d o s días e n u n ferrocarril modet''
tencia de grandes territorios más allá de los m a r e s ; suficiente para llegar hasta el m i s m o corazoi^jj,.
p e r o poco más se dijo de ellos. Ocasionalmente se África. E n quince días se cubre la distancia de jj^,
c o n m o v í a n los corazones p o r los rumores acerca de glaterra a la India, y cinco semanas bastan p^^^
distantes tesoros de o r o y plata, y de vez en c u a n d o v a r a u n a persona a casi cualquiera de los P^^|ir
salían expediciones en busca de ellos. P e r o n o fué principales del E x t r e m o Oriente. Se puede ir j
s i n o hasta bien e n t r a d o el siglo XIX c u a n d o se rea- glaterra al C a n a d á en p o c o más de c u a t r o días-
lizó u n esfuerzo de cierta i m p o r t a n c i a para cons- la América del Sur, en quince. jj.
t r u i r el m a p a m u n d i y la carta hidrográfica de los P e r o hasta estos tiempos van p a s a n d o de ff* gf
mares sobre u n a base científica y abrir sus vastas La velocidad, siempre creciente, de los aerop^
posibilidades comerciales. Entonces tuvieron lugar de pasajeros h a c e q u e l o s demás medios de tff^^^j
las grandes cruzadas imperialistas. Las naciones porte se parezcan a los interminables viajes de p
blancas e m p e z a r o n a colonizar en u n a escala i n a u - cincuenta años. El vuelo de Inglaterra a AuS^ ^^^¡j
d i t a . I n t r é p i d o s exploradores fueron hasta los cabos se ha hecho en m e n o s de nueve días. E l Atla'' ,0
de la tierra y colocaron las banderas de sus respec- ha sido c r u z a d o en dieciséis h o r a s . U n vuelo d''^
tivos países en tierras hasta entonces desconocidas. de I n g l a t e r r a a la I n d i a se h a realizado e n cincU^^^f/
G r a n d e s misioneros, c o m o L i v i n g s t o n e y M o f f a t , La tierra ha sido circundada en ocho días y u n ^„^^¡i
C a r e y , M o r r i s o n y H u d s o n T a y l o r , abrieron a la to. Y el famoso Conde de Zeppelin h a hecho J |j
civilización el interior del África, de la I n d i a y de p o r t o d o el m u n d o con u n a rapidez increíble 1
la C h i n a . regularidad de u n ferrocarril.
PÁGINA CUATRO
LA HORA D E L D E S T I N O traordinaria ilustración en recientes años. ¿Pode-
mos pasar p o r alto el otro p u n t o que encierra esta
(j^'Qué años más maravillosos! ¡Cuan llenos están palabra profética?
vi], e'^endos acontecimientos, con que intensidad
.'^ y con qué poder palpitan! Nunca ha habido E D A D D E ORO, P E R O SIN DIOS
tie^'^"^Po como éste. Seguramente que debe ser "el
e | p ^ ° del fin", predicho hace muchos siglos p o r I Qué hora más portentosa es ésta! ¡Qué edad de
^Hm E>aniel, cuando el conocimiento había de o r o ! T o d a clase de bendiciones materiales h a n sido
Pa^^'^'ar y los hombres habían de correr de aquí derramadas sobre esta generación por u n C r e a d o r
generoso. El cielo le ha otorgado sus más precio-
Es^ sos dones, revelando los oscuros y ocultos secretos
ffcía^ ^^^fante e x t r a ñ o ; pero esta sorprendente pro- de la tierra. U n a gran luz de lo alto ba i l u m i n a d o
el c encuentra en el m i s m o capítulo que describe a toda la h u m a n i d a d . Pueden decir los h o m b r e s :
•^üna '•'erripo de angustia que h a de sobrevenir al "¡Cuan muchas son tus obras, oh J e h o v á ! Hiciste
a ^ ,• He aquí las palabras del mensajero divino todas ellas con sabiduría: la tierra está llena de tus
eU^'^'el: " E n aquel tiempo se levantará Miguel, beneficios." (Salmo 1 0 4 : 2 4 . ) Sin embargo, ¡cuan
P^eb^'^ príncipe que está de parte de los hijos de tu pocas son las manifestaciones de gratitud y cuan
j , ^ ' y habrá tiempo de angustia, cual nunca poco se aprecia la munificencia divina! Se considera
Po jj? desde que ha h a b i d o nación hasta aquel tiem- t o d o como u n a cosa natural. L a s maravillas de ayer
^«cir ^'^ aquel tiempo será librado t u pueblo, es llegan a ser los lugares comunes de b o y . Rara vez
liK ' ^odos los que fueren hallados escritos en el se oye el clamor: " ¡ L o que ha hecho D i o s ! " Pocos
Pojv,^ T a m b i é n u n a m u l t i t u d de dormidos en el descubren su m a n o en estos portentosos acontecí-.
ete[.jj de la tierra despertará: los unos, para vida
etet^ ' p oíros, para deshonra y aborrecimiento mientos, y las masas están siempre listas para de-
el °' Entonces los que sean sabios brillarán como cir: " ¿ N o es ésta la gran Babilonia que hemos edi-
to ^ .Plandor del firmamento, y los que h a y a n vuel- ficado?" N o ven a Dios en la p e n u m b r a llevando
Pte ^^^'^icia a muchos, como las estrellas, para siem- a cabo su eterno propósito.
estjj eternamente. T ú , empero, ¡oh Daniel!, cierra El tiempo en que vivimos puede ser u n a edad
^ .palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. de oro, pero es también u n a edad sin Dios. H a des-
"Correrán de aquí para allá, y la ciencia será arrollado inventos asombrosos, pero ba despreciado
gentada." (Daniel 1 2 : 1 - 4 . V . M , ) las maravillas mayores de la gracia redentora. H a
'con? asombrosa profecía están enlazados tres levantado la más esplendorosa civilización que el
tjj .^cimientos inequívocos: u n tiempo de angus- m u n d o ha visto jamás, pero ha rechazado la con-
sit, precedentes para las naciones, u n aumento versión, lo único que podría haber hecho sus fun-
lle(,j|^arangón de la ciencia y el fin del m u n d o . Los damentos duraderos. H a descubierto el o r o en a b u n -
Hujj^^ f o s obligan a admitir la actual agonía de la dancia, pero ha vuelto la espalda al Dios que se l o
anidad, y al m i s m o tiempo su repentina y ex- ha proporcionado.
PÁGINA GINCO
La apendicitis
Necesidad de proceder con cautela, pero
con rapidez
P o r el D r . N A T Á N L. B E E B E
•PÁGINA SIETE
Posibles derivaciones del pera". "Y si me fuere, y os aparejare lugar-^j|'^,
Jesús a sus atribulados d i s c í p u l o s — , vendré o
áesto a l e m á n vez, y os t o m a r é a m i m i s m o : para que donde y
estoy, vosotros tamhién estéis". ( J u a n 14:3-)
P o r J O S É B O I X E l giro que la situación actual ha t o m a d o , P
vocado p o r la r u p t u r a del T r a t a d o de Versalles, P
parte de Alemania, h a hecho o p i n a r a gobernan^^^
C u a n d o a la l u z de la "palabra profética" de
diplomáticos, militares, políticos y periodistas
D i o s se contempla el p a n o r a m a universal del m u n -
bre las posibles derivaciones del gesto alemán-
d o , t a n t o desde el p u n t o de vista político c o m o del
aquí, t o m a d a s de la prensa diaria, algunas
económico, social o religioso, y se ve c ó m o se agu-
diza la tirantez de relaciones entre las pequeñas y
grandes potencias, c ó m o a u m e n t a la criminalidad,
OPINIONES
el r o b o , el libertinaje y el malestar general, u n o n o
puede p o r menos de reconocer que estamos vivien-
" E l sábado 16 de m a r z o de 1 9 3 5 — d í a bist^Jj;
d o en el u m b r a l de acontecimientos políticos, so-
co—dio H i t l e r el p r i m e r t o q u e de llamada a la »
ciales y religiosos de incalculable m a g n i t u d . Es el
rra, o la primera c a m p a n a d a en las exequias o^^^^^
" t i e m p o de angustia, cual nunca f u é " , presagiado
paz... A ú n s a n g r a n las heridas que causó la °
p o r el profeta D a n i e l , el que ahora tenemos que
todavía se manifiestan los ex combatientes y ^
a f r o n t a r "¿y quién podrá estar firme?" (Daniel
mecen libros como el m u y leído "Sin novedad en
1 2 : 1 , y Apocalipsis 6 : 1 7 ) . ¡ C u a n i m p o r t a n t e y
frente...", y, sin e m b a r g o , c o m o si n o hubiet'' P^^
solemne es esta p r e g u n t a apocalíptica! L a muerte,
la miseria, la i n q u i e t u d y el d o l o r p r o y e c t a n ya sus sado nada, como si la h u m a n i d a d n o tuviera tO'
s o m b r a s p o r todas partes; a la situación actual de vía la r o p a tendida a secar, se a r m a n las nacionf
i n q u i e t u d y de z o z o b r a seguirá la trágica ruina de pactan alianzas, se aperciben a la nueva lucha."
D . Roberto Castrovido.)
u n M u n d o que n o puede s o p o r t a r p o r más t i e m p o
el e n o r m e peso del pecado, y a la ruina de este p o - 'Es difícil prever las consecuencias de lo >•'-'
bre M u n d o seguirá "La manifestación gloriosa del p o r A l e m a n i a . Desde luego puede ser el anuncí''
gran Dios y salvador nuestro Jesucristo" (Tito u n a conflagración superior a la del a ñ o 1 9 H . ^ ij
2 : 1 3 ) , el cual vendrá "a hacer juicio contra t o d o s " , que la situación de A l e m a n i a actualmente no
y a establecer " u n reino que nunca j a m á s se c o r r o m - m i s m a políticamente que la de aquella fecha,
e m b a r g o , n o debemos cerrar los ojos. P o r ^'^''•^•¡s
conceptos, conviene prevenirse. L a s caracteris ,
de u n a futura y posible conflagración bélica_'será?
tan trágicas que nadie será capaz de discernir•las.
(Del C o n d e de R o m a n o n e s . ) . 0 .
"La decisión unilateral de A l e m a n i a h a p r ' ' ^jp-
d o u n gran t e m b l o r en la conciencia universal, ^
gularmente en la conciencia europea. M u c h o s h
bres que vieron de cerca, que p a r t i c i p a r o n perso
m e n t e e n la tragedia de 1 9 1 4 , advierten b o y ,
b r a d o s , que esa tragedia se puede reproducir >'
a g r a n d a d a , multiplicada, puede convertir en '•^'^/^fí
la civilización occidental." (De D . D i e g o Mar"-
Barrio.) ^^c^
"Inevitablemente, la decisión alemana va a
lerar, a u n q u e n o pueda decirse que h a y a detertn ^
do, el a u m e n t o general de los a r m a m e n t o s , cosa ^
ya en sí constituye u n peligro. Las graves ^esP f
sabilidades en que incurrirían las naciones q^^^
su intransigencia llevasen al m u n d o a la guetf^
tales, que en su propia mesura y sabiduría teO^
que poner nuestras mayores esperanzas de paz.
D . Salvador de M a d a r i a g a . ) , Q(
" E l desarme del p u e b l o alemán se interpreto P^l
t o d o s c o m o el p r ó l o g o del desarme general. ¿
hecho es que t o d a s las potencias h a n llegado ¡j
a u m e n t o a u n a situación
• " de
' m a y o r fuerza q^^.
'",(,5
an
c^Laudu e n et a n o t ^ . u e s p u e s de quince
h a b l a n d o de desarme y de toda la labor de la ^ ¡,
ciedad -de Naciones, resulta que el t e m o r de ^ 5
H i d e r habla al pueblo alemán después del plebiscito del Sarre. nueva guerra crece de día en día, a pesar de todoS
( F o t o Contreras y Vilaseca.)
pactos. E n otras circunstancias la determinaciói^
PÁGINA OCHO
Al
do el d i p l o m á t i c o — . H a n sido u n fracaso r o t u n d o .
^. ^inania hubiese provocado la guerra, que aún con-
Es m á s : han sido u n fracaso sensacional. Fracaso,
"l^a amenazadora." (Del D r . Beato Sala.)
porque n o ha adelantado nada en el camino de la
í^e abre un nuevo período de peligro bélico y se
paz, y sensacional porque acabamos de enterarnos
cilT^"""^" los riesgos de una guerra, siendo m u y fá-
de que Hitler, o sea Alemania entera, está decidido
eta ^ '•."P'^tira. Desde luego se entra de nuevo en una
a n o firmar n i n g ú n pacto que garantice las actuales
q P** internacional más delicada y peligrosa que la
fronteras a la Rusia soviética. Es decir: Alemania
vivi¿ el m u n d o en 1 9 1 4 . " (De D . A u g u s t o
declara virtualmente la guerra a Rusia desde este
Pa ejércitos de E u r o p a , incluso el de la m o m e n t o . ¿Se da usted cuenta de la gravedad de esa
p^.''ica Suiza, se hallan dispuestos a entrar en cam- declaración formulada por Hitler ante los represen-
de"^^' movilización civil, elevada a la categoría tantes de Inglaterra? A mí me espanta. Es la n o t i -
n^j^^'encia, está en todos los países calculada al mi- ficación de la guerra. ¿Para m a ñ a n a ? ¿Para más tar-
de aquellas conferencias de desarme n o queda de? ¡Da lo m i s m o ! El germen de la guerra se halla
Ij, .""astro; la Sociedad de Naciones ha exhibido su alli." (Dc D . Manuel A z n a r , de una conversación
P J " ^ ° gesto de impotencia, tapándose los oídos que ha sostenido con u n diplomático español recién
^ta " ° escuchar el S. O. S. de u n o de sus miem- llegado a Madrid, y que publicó Heraldo de Arar
YiY^' pueblo de Abisinia, n o por inferior en ci- gón.)
(jp ^^*^'ón menos digno de ser atendido." (de Z., El embajador de los Soviets, Alejandro T r o y a -
^I^Liberal. de Madrid.) novsky, ha declarado recientemente en un discurso
tica '^^e siga con atención el curso de la poli- que pronunció ante el B o n d C l u b , que hay barriles
cía ^^'^'•^ llamarse a engaño sobre lo que es y a n u n - de pólvora de cañón que a m e n a z a n estallar sobre
die gesto alemán. N o transcurrirán, tal vez, ni E u r o p a y que es urgente remediar la situación. "Me
^^°s, sin que E u r o p a asista a una tragedia que complace poder hablar —^-dijo— sin el acompaña-
vjP.j'^'^'^á en h o r r o r a la de los cinco años que hemos miento de cañones y fuego de ametralladoras; pero
'f,^0-" (De D . Manuel Bueno.) es difícil decir por cuánto tiempo podremos hablar
fu ,•• Al p r o n t o surge u n hecho: la sensación p r o - aún en paz. A u m e n t a el peligro de una guerra y de
c¡-. experimentada en el M u n d o ante el aconte- él se dan cuenta hasta las gentes que prefieren n o
sjjjl^'^to alemán, de notable rango histórico: sen- verlo."
() "^n que alcanzaría su intensidad a no atis-
^ tras ese acontecimiento la posibilidad de que L A G U E R R A U N I V E R S A L ES I N M I N E N T E
^^Ptoyecte el trágico perfil de una nueva guerra.
Ujj'^ viven los mutilados, los inválidos, las vícti- La H u m a n i d a d pasa por unos m o m e n t o s histó-
ál^L Sran guerra que desquició al m u n d o ; aún ricos de tal m a g n i t u d y gravedad que hasta los más
indiferentes e ignorantes se dan cuenta de ello. E n
'lallu hogares deshechos y tierras asoladas por la me-
a y empapadas en sangre; aún vibran los ayes los Oráculos de Dios se hallan numerosas profecías
Aca^ horrible tragedia..., y ¿ya vamos a otra?...'' que nos describen maravillosamente las condiciones
est^*^ transcurran meses, quizá años, sin resonar el mundiales de la palpitante actualidad, y n o sola-
Se ' ' ^ P ^ o de los cañones y sin que los aires y el m a r mente nos describen lo que h u m a n a m e n t e es indes-
la ^'^viertan en teatro de horrendos episodios, pero criptible, sino que se nos da, hasta en los menores
pf ^'enaza existe; cada día más implacable. ¿ N o se detalles, su solemne y terrible significación. Los ad-
e|c l'eirá el milagro de que en la H u m a n i d a d brille ventistas del séptimo día, de acuerdo con las ense-
'gor de la razón y del amor? T e m e m o s que otra
flg' hoy o m a ñ a n a , cuando sea, surjan.nuevas con-
de j felones para demostrar que este bello artificio
tt). civilización lleva en su entraña, vivo, el ger-
!? de la barbarie." (De D . D a r í o Pérez.)
pe|j a situación es grave. J a m á s ha h a b i d o t a n t o
de guerra, pero jamás ha estado la convic-
tfe generalizada de que la guerra sería el desas-
.yniversal." íDe D . J u l i á n Besteiro.)
lijj ' ¿Cree usted que nos hallamos en vísperas de
nueva conflagración?
Hj^^^C) creo f i r m e m e n t e — h a contestado el diplo-.
de • N o debo ocultar a usted que la impresión
y b^esiros embajadores en París, R o m a , Londres
to^ ^"-hn es extraordinariamente pesimista; sobre
la ' la embajada de E s p a ñ a , e n París ve acercarse
^"erra a pasos agigantados.
N v ^ ^ " ^ impresión le h a n producido a usted las
ta^j^^'^saciones franco-alemanas?—-le hemos pregun- Los estadistas franceses Flandin y Laval se entrevistan en L o n -
dres con el jefe del Gobierno británico sobre l o s problemas de
• - paz y desarme.
Terrible, amigo m í o , t e r r i b l e ! — h a contesta--':
( F o t o Contreras y Vilaseca.)
PÁGINA NUEVE
ñ a n z a s de dichos Oráculos y d u r a n t e casi u n siglo, tóricamente en p u g n a h a llegado actualmente a
hemos venido a n u n c i a n d o "a toda nación y t r i b u y posibilidad de su desenlace n a t u r a l y fatal."
lengua y p u e b l o " , la inminencia de la agudización Las potencias del Occidente como las del
de los conflictos h u m a n o s y la solemnidad de los te se preparan rápidamente para "la batalla de aq
m o m e n t o s históricos en que ya estamos viviendo. g r a n día del D i o s T o d o p o d e r o s o " , la cual se bbí„
M u c h o s se resistieron a creer el divino y bíhlico rá en "el lugar que en hebreo se llama Armage"^'^^^^
mensaje, otros se h u r l a r o n de él y de los humildes A u n q u e h a y a quien lo dude, el hecho n o deja de
mensajeros de D i o s ; decian que la capacidad cultu- cierto; h a y numerosos agentes invisibles llaina
ral de los pueblos y el notable progreso de la cien- p o r la palabra de D i o s "espíritus de d e m o n i o s ' .
cia h a r í a n completamente imposible, n o solamente t o m a n u n a parte m u y activa en la preparación u^.^
u n a guerra de tal m a g n i t u d como la guerra m u n - futura y trágica contienda m u n d i a l (ApocabP
dial, sino de toda clase de guerras. C o n s i d e r a b a n 1 6 : 1 2 - 1 6 ) . Es evidente que las naciones y^^^¿¡
como u n a locura el pensar en la posibilidad de u n a preparándose para la guerra, pero la decisión
universal conflagración, pero h a b a s t a d o que pasa- H i t l e r ha t e n i d o la fatalidad de acelerar la ya "
ran a l g u n o s lustros para que ellos mismos vindica- enfrenada carrera de los a r m a m e n t o s , y, cofflO ^
ran las menospreciadas y olvidadas palabras de secuencia de tal gesto, se señalan para m u y
D i o s : "El cielo y la tierra p a s a r á n — d i j o C r i s t o — , desagradables y sangrientas derivaciones: la 8^^^,
mas mis palabras no pasarán." ( M a t e o 2 4 : 3 5 ) . Las m u n d i a l . ¿Y n o p o d r á n los h o m b r e s de buena
opiniones arriba consignadas, m o t i v a d a s p o r el ges- l u n t a d evitarla? " ¿ N o se producirá el milagí° ,j,
t o alemán, nos demuestran n o solamente la posibi- que en la H u m a n i d a d brille el fulgor de la ra
lidad de u n a conflagración universal, sino que ésta y del a m o r ? " Desde el p u n t o de vista de l^}°°^o
es inevitable e i n m i n e n t e . D . L e o n a r d o D o s Santos y de los r a z o n a m i e n t o s h u m a n o s , la perspectiva
M o r a e s decía en El Liberal de M a d r i d del 29 de puede ser más inquietante y desconsoladora; P.^^
m a r z o p r ó x i m o p a s a d o : "Sobre el mapa del m u n - desde el p u n t o de vista de la fe y de la revela'^,'^^^
d o se define con características especiales la semblan- es solemne y gloriosa. El mensaje de D i o s se deJ^^^
z a — t o n o s bélicos—de la p r ó x i m a guerra m u n d i a l . "oír hasta lo ú l t i m o de la tierra...: He aquí vi^^^
D e Oriente para Occidente, desde Asia hasta E u r o - tu S a l v a d o r ; he aquí su recompensa con él, í Q
p a y desde América h a s t a el continente africano se lante de él su o b r a . " (Isaías 6 2 : 1 1 ) . E n u n t i e g ^
diseña ya, en el orden del día histórico, el n u e v o t a n angustioso c o m o éste, la eterna palabra de l^j^,
sisten^a de alianzas que ha de dividir el m u n d o en proyecta también rayos de luz y de esperanza'
b a n d o s contrarios, irreconciliables, propensos a la
lucha. El conflicto existente entre las fuerzas his- (Sigue en ¡a págin" ^^'^
A a t o g i r o X a Cierva. La aviación es u n o de los mayores triunfos de la ciencia, pero es u n o de los más terribles elementos de i«*,^,t¡J
ción en u n a áuerra. (Foto 1*^'
PÁCmÁ DIEZ
La casa editora adventista de la Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en la cxiel se publican libros, revistas y folletos
en diferentes idiomas africanos.
dasMás doscientas personas trabajan allí, dedica- Veinte mil médicos, enfermeros de ambos sexos,
Pulir fabricación de productos alimenticios, la misioneros, maestros y distribuidores de publicacio-
r j . , ación de revistas y libros, el cuidado y la cu- nes, impresas en 4 8 5 idiomas y dialectos, están tra-
cjj'^.'^.de los enfermos p o r medio de los métodos bajando celosamente en su obra de extender el co-
jgj^j^'fieos más modernos, como el de la hidrote- nocimiento del evangelio, desde las islas del Pacífi-
co pobladas p o r caníbales hasta los barrios más po-
s¿j^''"°^as las personas que viven en aquellas veinti- bres de las ciudades de la E u r o p a central.
gla '•áreas de terreno, desde el hombre que arre- Esta obra es t a n t o más notahle si se considera que
Pert^ recorta el césped basta la enfermera novicia, el n ú m e r o total de adventistas en el m u n d o es ape-
í^a i^"^""^ a la misma religión. E n S t a n b o r o u g h nas de 4 0 0 . 0 0 0 . E n las Islas Británicas, su iglesia
1.: ¿ ' Watford, está la oficina principal, en las Is- tiene alrededor de 5 . 0 0 0 miembros adultos. T i e n e n
"ritánicas, de los adventistas del séptimo día. 109 lugares en los que celebran sus cultos, de .los
cuales diez están en la ciudad de Londres.
Además de las oficinas centrales, ya mencionadas,
ORACIÓN Y T R A B A J O • tienen un colegio cerca de R u g b y , en el cual u n o s se-
senta jóvenes y unas cuarenta señoritas se preparan
^as mañanas, a las siete y media, todos y cada para ir desptiés a ocupar u n lugar en sus misiones.
itie° • • empleados de la fábrica de productos ali-
ejj^'^l'eios, desde el gerente hasta la jovencita recién
pjjj ^ada como empaquetadora, se reúnen en la ca- REGLAS D E SALUD
fanr' '^'^^ '^^^^ m i s m o piso de las oficinas. D u -
SQ. e media hora se celebra allí un servicio religio- A diferencia de los adeptos de la Ciencia Cristia-
cj^ " ' m n o s , oraciones y pequeñas pláticas; después na (secta religiosa que niega la existencia de la en-
Uno empieza su trabajo, fermedad y la necesidad de cuidados físicos), los ad-
cjjg^ 'celebran servicios similares en el hospital y la ventistas tiene fe en la ciencia médica. D e hecho,
Sió publicaciones. Esta gente considera su reli- aseveran encontrarse entre los primeros que comen-
te ^ seriamente. D a n a su iglesia una décima par- zaron a usar la hidroterapia y la electroterapia.
e sus ingresos, además de ayudarle ^on sus T o d o s sus misioneros deben conocer algo de me-
ofr,
, ^udas. dicina, y cerca del 2 0 por 100 son médicos o en-
g^-'^o fuman ni beben. N u n c a participan en u n j u 4 fermeros.
^e azar ni asisten a un cinematógrafo. Se visten Jesús sanaba a los enfermos. P o r t a n t o , afirman
en'^ sobriedad, las mujeres n o llevan joyas. Viven ellos, el librar al alma de los grillos del pecado y al
de
'1 \1 r , perpetua
. expectación
. - de
< la
1 _ segunda
1. venida
; J - cuerpo de las enfermedades, es parte integrante del
C r i s t o , y creen que todas las señales de estos Evangelio.
PÁGINA: ONCE
P r o b a b l e m e n t e , n i n g u n a otra denominación reli- g o de noche h a y u n a conferencia para el público
giosa da más realce a la salud. M e d i a n t e u n a cadena general.
de hospitales, establecimientos hidroterápicos y dis- El p a s t o r A . S. M a x w e l l , quien es pre^^í^^^^ó
pensarios, que realmente circundan el m u n d o , p r o - a u t o r de numerosos libros y redactor del perio ^ ,
claman los principios que rigen la salud y se esfuer- que publican los adventistas, me d i j o : "Nuestra
z a n p o r curar las enfermedades y dolencias. ligión requiere cierto sacrificio. Está fundada, en
E l tabaco, el alcohol, la carne en exceso, el te, el das sus fases, sobre las Sagradas Escrituras, y
café y los narcóticos son considerados como d a ñ i n o s deramos los diez m a n d a m i e n t o s como una guia
para el. cuerpo y, p o r t a n t o , u n pecado contra "el soluta para la c o n d u c t a . "
t e m p l o del Espíritu S a n t o . "
Y se debe tener en cuenta que sus ideas n o están ESTAS SON S E Ñ A L E S
basadas sobre el m o d o de pensar de algunos fanáti- L a d e n o m i n a c i ó n ha tenido su origen en el g^an
cos, faltos de educación, sino que, c o m o lo asegu- m o v i m i e n t o adventista que se llevó a cabo '^"''^j^^,
ran ellos, tienen el a p o y o de la o p i n i ó n de eminen- los primeros años del siglo pasado. U n gran ^.^
tes médicos. D o s de sus competentes médicos, gra- m e r o de teólogos, pastores y estudiantes de la
duados"'en los Estados U n i d o s y en E d i m b u r g o , es- blia, de todas las iglesias, llegaron al convencin"^^^^
t á n a cargo del establecimiento hidroterápico y h o s - t o de que el regreso de C r i s t o a esta tierra se .^j
pital de W a t f o r d (que es sólo u n o de los treinta y ruaría en 1 8 4 4 . Basaban su profecía en y
t a n t o s sanatorios adventistas que h a y en el m u n d o ) . 8 : 1 4 : "Hasta dos mil y trescientos días de tara
Igualmente sus fábricas de productos alimenticios m a ñ a n a ; y el s a n t u a r i o será purificado."
están acuciadas con los principios básicos y generales Los dos mil trescientos días t e r m i n a r o n en 1
de la salud. Se dedican especialmente a la p r o d u c - pero Cristo n o regresó. Millares de ellos qued ^
ción de alimentos hechos a base de trigo integral. sumidos en la desesperación p o r la falta de "^"^.^^S
m i e n t o de la profecía, pero otros fueron ín^n'''
E L N O M B R E Y SU S I G N I F I C A D O a hacer u n estudio más detenido de las Escrit
De entre éstos surgió la iglesia de los adventistas
E l n o m b r e de esta d e n o m i n a c i ó n indica dos co-
séptimo día. Sus primeros m i e m b r o s defendían
sas. La palabra "adventistas" muestra que creen en
creencia de que el a d v e n i m i e n t o estaba t o d a v p ^ , ^
la segunda venida de Cristo. Y la expresión "del
lo f u t u r o puesto que n o se h a b í a n c u m p l i d o to
séptimo d í a " indica que n o g u a r d a n el d o m i n g o ,
muchas señales que h a b í a n sido pronosticadas.
sino el s á b a d o c o m o el día sagrado, desde la puesta
del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Los sucesos maravillosos que h a n acontecid
el m u n d o , d u r a n t e los ú l t i m o s cincuenta años,
La fábrica de W a t f o r d trabaja noche y día desde
el pastor, significan que la segunda venida esta a
la noche del d o m i n g o hasta la tarde del viernes, que-
puertas. g-j,
d a n d o cerrada t o d o el sábado.
Son f u n d a m e n t a l i s t a s ; creen que D i o s creó el La guerra más grande de la historia (191^'
m u n d o en seis días de veinticuatro horas cada u n o el h a m b r e más espantosa (en Rusia, 1 9 2 0 ) , el •
y reposó el séptimo. U n m a n d a m i e n t o d i v i n o , n u n - m o t o más formidable (en el J a p ó n , 1 9 2 3 ) , 1^
ca rectificado, exige que se guarde el séptimo día demia más mortífera (la gripe de 1 9 1 9 - 2 0 ) ,
c o m o el día de reposo. estas cosas fueron señales. , ¿
Las exploraciones que h a n d a d o a conocer to
m u n d o , los estrechos vínculos que u n e n todos
EL SEGUNDO ADVENIMIENTO
países con los medios m o d e r n o s de transporta'
gran a u m e n t ó de los conocimientos d u r a n t e ^^/'¡gs
Desde u n p u n t o de vista m u n d a n o , sus sábados pasado, t o d o esto fué c u m p l i m i e n t o de las proi^
son a b s o l u t a m e n t e sosos: n o t o m a n parte en n i n - bíblicas.
g ú n juego, n o llevan a cabo n i n g u n a de sus activi-
dades acostumbradas, n o c o m p r a n periódicos, ni E L E S P E C T Á C U L O MÁS GRANDIOSO
t a m p o c o viajan innecesariamente. (Pero dedican -el E l m u n d o se está acercando a la crisis sup"^, ¿\
día a la elevación del alma, p o r medio del culto en con rapidez vertiginosa. De i m p r o v i s o ocurrí
espíritu y verdad y la contemplación de las obras de espectáculo m á s g r a n d i o s o de la historia. y
D i o s en la n a t u r a l e z a . ) Cristo volverá en gloria, c o m o Rey de rey^
E l sábado comienza a la puesta del sol, el viernes Señor de señores. L o s que m u r i e r o n en Cristo ^^^^j,
de noche. Entonces celebran reuniones familiares en v a n t a r á n para encontrarle y los creyentes que .^jg,
las que tienen oraciones y lecturas bíblicas en sus i vivos serán arrebatados t o d o s j u n t o s con él al
hogares. El s á b a d o a las nueve y cuarenta y cinco L o s impíos, en cambio, serán destruidos c
h o r a s , t a n t o los jóvenes c o m o los viejos van a l a ' resplandor de su aparición. El m u n d o quedara
escuela sabática ( d o n d e estudian sistemáticamente las l a d o e i n h a b i t a d o d u r a n t e mil años, mientras
Sagradas E s c r i t u r a s ) . redimidos estén en el cielo con Cristo. -jU'
A las once h o r a s , tienen u n servicio de predica- Después de esto vendrá la resurrección ^^}°^^¿oi
ción. A - l a s quince h o r a s tienen, p o r lo general, el píos y el juicio final. L o s malos, a l ser consideí .^jj
culto de- la tarde y termina el s á b a d o a la puesta del culpables p o r el t r i b u n a l s u p r e m o , serán destrU
sol con oraciones en el círculo familiar. E l d o m i n - j p o r el fuego.
PÁGINA DOCE
castigo eterno n o significa que haya u n tor-
[ ¡ / " • ^ eterno; significa
fast ^^^^'^ eternos; será
que los resultados del cas-
barrido para siempre t o d o
Salud m o r a l y física
^••o de los obradores de maldad. P o r l a S e ñ o r a E . G . de W H I T E
PÁGINA TRECE
" A los h a m b r i e n t o s h i n c h ó de bienes; y a los ricos p o l v o de la tierra, la i n f u n d i ó al paralítico
envió vacíos". (S. Lucas 1:53.) h u n d o . Y el m i s m o poder que devolvió vida
U n a y otra vez los que llevaban al paralítico cuerpo, renovó el corazón. A q u é l que en la <^r^,„
p r o c u r a r o n abrirse paso p o r entre la m u c h e d u m - ción "dijo, y fué h e c h o " ; que " m a n d ó y exis
bre, pero en v a n o . El enfermo m i r ó en t o r n o suyo (Salmo 3 3 : 9 ) , i n f u n d i ó vida al alma muerta P '
con angustia indecible. ¿ C ó m o p o d í a a b a n d o n a r transgresiones y pecados. L a curación del '^^^'^V
toda esperanza cuando el auxilio que por t a n t o era prueba evidente del p o d e r que había renova^^^
tiempo deseaba estaba ya tan cerca? A indicación el corazón. Cristo m a n d ó al paralítico que se
suya sus amigos lo subieron al tejado de la casa, y v a n t a r a y anduviera, "para que sepáis", dijo, 'i^^
desde allí lo bajaron hasta los pies de Jesús. el H i j o del H o m b r e tiene potestad en la tierra
Q u e d ó el discurso i n t e r r u m p i d o . El S a l v a d o r p e r d o n a r pecados". ^
miraba el rostro tan triste del enfermo, y vio sus El paralítico encontró en C r i s t o curación P j
ojos implorantes fijos en él. Bien conocía el deseo su alma y para su cuerpo. Necesitaba la salud ^
de aquélla alma agobiada. Cristo babía llevado la alma antes de p o d e r apreciar la salud del euerP
convicción a la conciencia del enfermo, c u a n d o es- Antes de poder sanar la enfermedad física, *^ri^^j
taha a ú n en casa. A l arrepentirse de sus pecados, y tenía que i n f u n d i r alivio al espíritu, y limpiar
creer en la v i r t u d de Jesús para sanarle, la miseri- alma del pecado. N o h a y que pasar p o r alto e
cordia- del S a l v a d o r bahía bendecido su corazón. lección. A c t u a l m e n t e miles adolecen de enferiue
Jesús veía el primer r a y o de fe convertirse en la des físicas, y, como el paralítico, desean oír el i^e
convicción de que era él la única ayuda del pecador, saje: " T u s pecados te son p e r d o n a d o s . " La ea ^
y había- visto crecer esta convicción a cada esfuerzo del pecado, con su desasosiego y sus deseos nun
del enfermo p o r llegar a su presencia. Cristo h a - satisfechos, es la causa f u n d a m e n t a l de sus ¡j
bía a t r a í d o a sí m i s m o al enfermo. Y ahora, con medades. N o encontrarán alivio hasta que acu
palabras que eran para el enfermo como suavísima al Médico del alma. La p a z que él sólo puede d
música, el Salvador d i j o : "Confía, h i j o ; tus peca- devolverá el vigor a la mente y la salud al cuerP^^
dos te son p e r d o n a d o s . " (S. M a t e o 9 : 2 . )
E l efecto p r o d u c i d o en el p u e b l o p o r la euraei^^
L a carga de culpa se desprende del alma del en- del paralítico fué como si se hubiera abierto el ^i^p
fermo. Y a n o puede d u d a r . Las palabras de Cristo ; revelando las glorias de u n m u n d o mejor. Al s»'
manifiestan su poder para leer en el corazón. ¿Quién el que había sido curado, p o r entre la muchedu^^
puede negar su p o d e r de p e r d o n a r los pecados? La bre, bendiciendo a Dios a cada paso, y
esperanza sucede a la desesperación, y el g o z o a la llevando «
tristeza deprimente. Y a desapareció el dolor físico, • camilla c o m o si n o pesara más que u n a pluiua-
y t o d o el ser del enfermo está t r a n s f o r m a d o . Sin Í pueblo se apartaba para dejarle pasar, mirando
pedir nada más, reposaba silencioso y t r a n q u i l o , con extrañeza, y diciendo con v o z b a j a : "Hei^
deinasiado feliz para hablar. visto maravillas h o y . " (S. Lucas 5 : 2 6 . )
M u t h o s observaban suspensos tan e x t r a ñ o suceso M u c h í s i m o se alegró la familia del paralítieo
y se d a b a n cuenta de que las palabras de Cristo eran verle volver s a n o y salvo con aquella misma ca
u n a invitación que les dirigía. ¿ N o estaban ellos t a m - en que poco antes se lo h a b í a n llevado. Le rod
bién enfermos del alma p o r causa del pecado? ¿ N o b a n con lágrimas de gozo, p u d i e n d o apenas cf^^^
ansiaban ellos también verse libres de su carga? lo que sus ojos veían. A l l í estaba él delante
P e r o los fariseos, temerosos de perder su influen- ellos en t o d o el vigor de la virilidad. Aquellos b
cia en la m u c h e d u m b r e , decían en sus corazones: zos que ellos h a b í a n visto sin vida, ahora los ve
"Blasfemias dice. ¿Quién puede p e r d o n a r pecados, obedecer con rapidez a su v o l u n t a d . La carne
sino sólo D i o s ? " (S. Marcos 2 : 7 . ) ellos h a b í a n visto encogida y p l o m i z a , ahora
veían fresca y sonrosada. A h o r a a n d a b a con P^j,
F i j a n d o en ellos sus miradas, bajo las cuales se
firme y con soltura. E l g o z o y la esperanza se
sentían' acobardados y retrocedían, Jesús d i j o :
b u j a b a n en t o d o su s e m b l a n t e ; y u n a expresión
" ¿ P o r q u é pensáis mal en vuestros corazones? P o r -
pureza y p a z h a b í a s u s t i t u i d o a las señales del P
que ¿qué es más fácil decir: Los pecados te son per-
cado y del padecimiento. U n agradecimiento
d o n a d o s ; o decir: L e v á n t a t e y a n d a ? Pues para que
de g o z o se dejaba o í r en aquella casa, y Dios
sepáis que el H i j o del h o m b r e tiene potestad en la
sultaba glorificado p o r medio de su H i j o ,
tierra de p e r d o n a r pecados", agregó dirigiéndose al
había devuelto esperanza al desesperado, y ^^^l.^
p a r a l í t i c o : " L e v á n t a t e , t o m a tu cama y vete a tu
al agobiado. A q u e l h o m b r e y su familia esta"
casa." (S. M a t e o 9 : 4 - 6 . )
p r o n t o s a d a r la vida p o r Jesús. N i n g u n a duda
Entonces el paralítico se levantó con la elasti- curecía su fe, n i n g u n a incredulidad disminuía
cidad y la'fuerza de la j u v e n t u d . E i n m e d i a t a m e n t e , lealtad para A q u e l que había t r a í d o l u z a su l ó ' '
" t o m a n d o su lecho se salió delante de todos, de go hogar.
manera que todos se a s o m b r a r o n y glorificaron a "Bendice, alma mía, a Jehová;
D i o s , diciendo: N u n c a tal hemos v i s t o . " (S. M a r - y bendigan todas mis entrañas su santo nombre.
cos 2 : 1 2 . ) Bendice, alma mía, a Jehová,
N a d a menos que u n p o d e r creador se necesitaba y no olvides ninguno de sus beneficios.
para devolver la salud a aquel cuerpo decaído. La El es quien perdona todas tus iniquidades,
m i s m a v o z que i n f u n d i ó vida aP h o m b r e creado del el que sana todas tus dolencias."
PÁGINA CATORCE
promesa de Dios y de la maravillosa bendición que había
recibido en la verdad del cuarto mandamiento.
Mientras el capitán Mann contemplaba el espíritu
manifestado por Haroldo, el espíritu del verdadero gana-
dor de almas y ayudador de aquellos que están angustia-
dos, sus emociones le vencieron, y sus ojos se llenaron de
lágrimas. ¡Cuan extraña y, sin embargo, cuan hermosa
era esa expresión de ternura de parte de este valiente
-Por sendas extraviadas veterano del mar!
Por CARLOS L. T A Y L O R Pero sus labios no dejaron escapar ni una sola pala-
bra. Se fué simplemente hacia el Sr. Anderson, le.ie.strechó
C A P I T U L O XII la mano con fuerza y sentimiento, y con labios temblo-
rosos, pasó a sus deberes.
SALVADA DEL MAR Un grito agudo hizo sobresaltar al pequeño grupo que
estaba en el salón, y casi inmediatamente empezó a re-
Al f percutir de un extremo al otro del buque el clamor:
salón ^^^^ 5"^ celebraba el Sr. Anderson en el "¡Una mujer cayó al mar!"
ha()¡^' Sr. Spaulding, acompañado del Sr. Gregory,
—¿Quién es? ¿Quién es?—era la pregunta que for-
cutj ""scado un lugar tranquilo en el puente, para dis-
mulaban todas las lenguas.
"lüy • había dicho y hecho. Ambos estaban Pero nadie lo sabía. ¿
te J agitados, aunque el último nombrado se inclinaba a
Los dos clérigos, el Sr. Spaulding y el Sr. Gregory, se
p í^er la verdad de muchas cosas que oyera,
pasaron precipitadamente al lado opuesto del buque, y
aiij mientras estaban conversando juntos, pasó por
llegaron a la baranda precisamente a tiempo para ver a
"rea el capitán Mann, y el Sr. Spaulding le llamó.
Haroldo Wilson salir del salón principal, colocar presta-
üt)j . °_ "u momento, señor capitán. Quiero hacerle mente su Biblia en el suelo, despojarse de su americana y
íüe ^.^''^'°n- ¿No puede usted idear algún plan para evitar saltar al mar.
^'ga cundiendo esta conversación acerca del sábado?
espj?'^°'^"ce los mejores resultados, puesto que excita el —¡Ah, qué locura! ¡Qué locura!—exclamó el señor
Spaulding—. Esto significa dos vidas perdidas en vez de
Püed' ^ '^^ discusiones malsanas, y tarde o temprano,
una. No hay hombre que pueda dirigirse en la estela de
nnj^ '^^8ar a ser el medio de trastornar las opiniones de
este vapor.
la g'L . ^'^°s cristianos que hay a bordo. El "joven de
y 'Olla subrayada" está ya completamente extraviado —-¡Pero que Dios le ayude!—fué la respuesta-:del se-
ñor Gregory.
biigj^'•°_^ue está influyendo en algunas personas, cuyo
táti '•'^'"•erio debiera escudarlas. Mire usted, señor capi- Y por cierto que Dios le ayudó. El valeroso hecho de
tengo un miedo terrible al fanatismo, Haroldo era un acto de fe; y aun mientras luchaba con
tad , eno, Sr. Spaulding, usted sabe que tiene la liber- las ondas, sus pensamientos se elevaban a Dios en de-
es ^ ^acer los planes que quiera. La libertad del buque manda de ayuda, y su oración recibió una miserfcprdíosa
p^^^^a. Pero déjeme decirle, en el breve instante que contestación.
'°Id °,^^'-enerme, que el joven de quien habló usted. Ha- Sus ojos alcanzaron a ver una mano que apareció por
de (-° "^ílson, h a llegado a ser, durante el breve período . un instante encima de las remolineantes aguas a unos
t^ta '^Í'^P^ ha transcurrido desde que salimos de San; pocos metros más lejos, y se lanzó en esa dirección con
Cap '•'^co, un cristiano tan firme y un colaborador tan! toda la fuerza de que disponía. ,-
libe • ^ "^'Sno de confianza, que me maravillo. Era un • Ahora estaba en su mano el vestido de la mujer que
cu3^'"^°' un hombre que blasfemaba, jugaba y robaba se ahogaba, y presta y diestramente asió a su tesoro hu-
í¡ . ° yo le conocí antes, pero ha sido transformado en mano, dirigiéndose después hacia el vapor.
^st sobrio, industrioso y de oración que se ve hoy. •—¡Gracias a Dios!—exclamó el Sr. Spaulding, mien-
y ^ tiene que ser ciertamente el fruto de un buen árbol. tras que entre los pasajeros unos vitoreaban al héroe y
ijijj^"''eso que yo mismo lo he probado, y he sido hecho otros lloraban.
Mientras tanto, el capitán Mann había dado órdenes
Ando con prisa; pero déjeme asegurarle que esto es para que se invirtiera el orden de marcha de las máquinas,
'^e lo cual no necesita temer. No es fanatismo. Hayí y el gran Tenyo Marú se había detenido completamente.
c¡e ^, celo en ello, pero está basado en el conocimiento I Se bajó un bote, y Haroldo y la mujer, aún desconocida,
Par ^ Sagrada Escritura. Nadie que estudie la Palabra fueron alzados prestamente a bordo.
Ij * vivirla puede extraviarse lejos. Y Haroldo Wilson El Sr. Gregory se abrió paso hasta el centro de la
^stá viviendo." escena, con el fin de estrechar la mano del joven valiente,
e[ capitán prosiguió prestamente su camino y entró en e incidentalmente para prestar cualquier servicio que pu-
^*lón. diera. Pero cuando estaba para alcanzar la mano de Ha-
o que viera al entrar era una escena que él no había roldo, pudo ver el rostro de la mujer, que ya recobraba
¡tj^j^'vidar nunca. Allí estaba el Sr. Severance sentado e de nuevo los sentidos.
"os'v'^^ sobre la mesa, con la cara hundida entre las ma- Su semblante palideció, le faltaron las fuerzas'y cayó
cuando entrara el capitán, Haroldo Wilson, con su pesadamente al stielo.
en la mano y un brazo sobre el hombro del ne- ¡Era su esposa...!
'•'ante, le daba a éste testimonio de la seguridad de la^
* * * ov
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—Sr. Wilson—dijo la Sra. de Gregory, mientras observancia del sábado significa una constante entrega
estaba acostada en su camarote—•, debo decirle por qué Dios y, por tanto, ha sido siempre lo que ha gu^r
le he mandado llamar, y mi esposo también debe saberlo. al hombre de la idolatría. j
"Yo estaba presente en el culto de ayer en el salón, "Esto se nos presenta hermosamente en las pa'^
y oí al Sr. Anderson hablar de la cuestión del sábado; y de Éxodo 3 1 : 1 7 : "Señal es para siempre entre mi ^
aunque me avergüenzo de ello, algunas de las cosas que hijos de Israel." Y en Ezequiel, Dios dice: "Diles ^
se dijeron me airaron de veras. No me gustaba oírlas y no bien mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ^
quería que otros las oyesen. Y, naturalmente, le echaba para que supiesen que yo soy Jehová que los santiii^ ^
la culpa a usted. Alguien me había dicho que era por cau- (Ezequiel 2 0 : 1 2 , 20.) La razón es que Dios, o Cris ^'
sa de sus relaciones con el Sr. Anderson que se celebraba se pone a sí mismo, o su presencia misma, en el ^^'''^¿i
esa reunión, y cuando, por fin, le oí decir "Amén", me por medio de la aceptación de éste, en el ^orazóo^^^
dije: "Ojalá ese joven alborotador cayera al mar, y nos observador del sábado, y así cada sábado renueva Y
librara así de más discusiones sobre el sábado." talece la fe en el Creador. , ¡
"Después de la reunión me vine a mi camarote y traté " Notaréis que el sábado es una señal entre
de olvidarlo todo; pero no pude; así que volví al salón Israel para siempre. Esto se refiere no sólo a los
después de un rato, y al verle aún allí me enfurecí aún que son meramente los descendientes carnales de Abra
más. Salí, y al pasar por la puerta, sentí un vahído (esto porque no tardaron ellos en abandonar la verda
me suele suceder cuando mis sentimientos me arrebatan), observancia del sábado y, por tanto, no conocieron^^^
y... bueno, no supe nada más hasta que me desperté en día como bendición. "Israel" significa más que
el puente y supe que se me había librado de perecer abo- mente los judíos. Abarca a todo verdadero creyente ^.^
gada en el mar. ¡Y usted, el objeto de mis malvados de- todos los siglos, hasta el fin del tiempo. Todos los
seos, había sido escogido por Dios para ser mi salvador! tianos son israehtas espirituales. (Véanse Romanos 2.
"Sr. Wilson, le ruego que me perdone, lo cual estoy 29; San Juan 1:47; Gálatas 3:29.) De aquí que f.^^^,
. segura que hará; pero quiero pedirle algo más; quiero los que quieran que se les guarde en el camino de la ^
pedirle que tome su Biblia y me hable de esa verdad que ticia observarán el sábado, y hallarán en él una ^eñal'^
be estado tratando de rechazar. ¿Quiere usted hacerlo?" monumento recordativo del poder redentor de If
Haroldo reconoció humildemente su gran ignorancia, Como se puede ver, la creación y la redención son ' ^
y le preguntó si ella no preferiría estudiar con el Sr. An- ticas, y ambas exigen que se tenga el monumento re^"
derson. dativo del sábado."
.—-¿Le parece que vendría?—preguntó ella. .—Sí, hermano, puedo ver eso—dijo la señora
— ¡ O h , de esto estoy seguro!—fué la respuesta que Gregory.—-; y es algo hermoso. .^.j)
dio Haroldo, mientras se levantaba para ir en busca de su —Teniendo presente este pensamiento, es muy
buen amigo. ver por qué el Señor puso siempre de relieve la verdad
— D r . Anderson—dijo la Sra. de Gregory—, estoy sábado. Como recordará usted, fué la prueba que
muy preocupada hoy, y tanto mi esposo como yo desea- impuso a Israel en Egipto (Éxodo 5:5.) ; fué la
mos más instrucciones. El terrible suceso de ayer prove- prueba treinta días antes de que llegara el pueblo al ^\
nía de Dios, para advertirnos y predisponernos a re- (Éxodo 1 6 . ) ; y en el Sinaí se reveló especialniei'^^
cibir sus enseñanzas sin adulteraciones. Ahora lo que cuarto mandamiento (Nehemías 9 : 1 4 . ) . Todos los i^^'j^
quiero preguntar es esto: ¿Por qué pone usted tan espe- damientos eran importantes (esto va de suyo), per" ^°
cialmente de relieve la cuestión del séptimo día? ¿Re- del sábado se dice que lo diera a conocer.' El sábado eS r
quiere Dios eso de usted? culiarmente vital. ^
—Hermana, sus preguntas son muy abarcantes, y en "Y ahora nótese esto: Cuando llegó el tiempo en ^.^
realidad requieren más estudio de lo que las circunstan- Dios permitió que su pueblo fuese llevado en cauti^^
cias permiten xjue tengamos ahora. Sin embargo, son di- le dijo claramente que eso se debía a la violación
rectas, y me alegro de que las Escrituras pueden darle una sábado, es decir, al olvido de Dios. Compárense Jer^"* jl
contestación. 17:19-27 y 2 Crónicas 3 6 : 1 4 - 2 1 . Si los hijos de Is''^^
"Permítame llamar primero su atención al hecho de hubiesen quedado fíeles al sábado de Dios, si hubi^^^
que justamente con el matrimonio, el sábado es una de las conservado su conocimiento de él como Creador y ^ .
bendiciones que nos han sido transmitidas desde la man- rano suyo, nunca habrían podido los babilonios lle^a •los
sión edénica. El matrimonio estaba destinado a conservar cautivos.
una relación sagrada entre los miembros de la familia "Escuchemos también las palabras sorprendentes
humana; el sábado, a conservar una relación sagrada en- Isaías, el profeta del evangelio: "Si retrajeres del sá^''^^
tre la familia humana y el Creador. tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sáb^
"La lectura más superficial del cuarto mandamiento llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo '^^^^^¡¡
revela el grande y admirable propósito del sábado: "Acor- rares..., entonces te deleitarás en Jehová; y yo te
darte has del día del reposo, para santificarlo... Porque subir sobre las alturas de la tierra." (Isaías 5 8 : 1 3 ,
en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra." (Éxodo ¡Cuan claramente presenta el profeta el hecho de
20:8-11.) El sábado había de recordar la creación de los todo poder y elevación espirituales se habían de halla'
cíelos y la tierra. Mantiene presente ante la mente el po- el sábado de Dios! ¿No es cierto?
der creativo de Dios. Exige de nosotros que le obedez-
camos, porque él es el Creador, y en su servicio nos {Continuará.)
imparte el poder necesario para vencer. La verdadera
PÁGINA DIECISÉIS
U n i ó n Poligráfica. S. A . — S t a H e n n r a t g U d »