Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
HEPATITIS VIRAL
Síntomas de los virus de la hepatitis son: fiebre, ictericia, malestar, cefalea, diarrea, anorexia, vómitos,
Pérdida de apetito, anorexia, fatiga, dificultad, prurito, dolor abdominal Posteriormente, la mayoría de
los pacientes desarrollan coluria (oscurecimiento de la orina), acolia (deposiciones en arcilla de color
claro), ictericia (color amarillento de los ojos y de la piel).
Hepatitis A
Hepatitis B
Hepatitis C
Hepatitis D
Hepatitis E
Recordar que otros virus pueden causar de hepatitis pero no son considerados Virus de la Hepatitis
porque afectan otros sistemas además del hígado y estos son:
Citomegalovirus
Virus de Epstein-Barr
Fiebre amarilla
Rubeola congénita
Clase 9 de Virología
MARCADORES DE LA HEPATITIS B
SEROLOGÍA DE LA HEPATITIS B
Clase 9 de Virología
Hepatitis B
La presentación clínica de la hepatitis B es muy variable. El periodo de incubación puede ser tan breve
como 30 días o tan extenso como 180 días (media aproximada de 60 a 90 días). La hepatitis B aguda por
lo general se manifiesta con inicio gradual de fatiga, pérdida del apetito, náusea y dolor, y sensación de
plenitud en el cuadrante abdominal superior derecho. Al inicio en el curso de la enfermedad es posible
que ocurra dolor e inflamación de las articulaciones y, en ocasiones, artritis franca. Algunos pacientes
desarrollan erupción cutánea. Con el incremento del daño hepático también aumenta la colestasis y, en
consecuencia, se presentan heces con apariencia de arcilla, oscurecimiento de la orina e ictericia. Los
síntomas pueden persistir por varios meses hasta que finalmente se resuelven.
En general, los síntomas asociados con hepatitis B aguda son más graves y prolongados que aquellos de
la hepatitis A; sin embargo, ocurren enfermedad anictérica e infección asintomática. La proporción entre
infección y enfermedad, que varía según la edad del paciente y el método de adquisición, se ha
estimado en aproximadamente 3:1. La hepatitis fulminante, que conduce a necrosis extensa del hígado
y muerte, se desarrolla en menos de 1% de los casos. Una diferencia importante entre la hepatitis A y B
es el desarrollo de hepatitis crónica, que ocurre en aproximadamente 10% de todos los pacientes con
infección por el virus B, con un riesgo mucho mayor para los recién nacidos (~90%), niños (~50%) y
pacientes inmunocomprometidos. En adultos sin compromiso inmunológico, la fuerte respuesta celular
inmunitaria provoca hepatitis aguda y sólo en raros casos (~1%) conduce a hepatitis crónica. La infección
crónica se asocia con replicación continua del virus en el hígado y en general con la presencia de HBsAg
en suero. La hepatitis crónica puede conducir a cirrosis, insuficiencia hepática o HCC en hasta 25% de los
pacientes.
Los factores que determinan las manifestaciones clínicas de la hepatitis B aguda son en su mayoría
desconocidos; no obstante, algunos parecen implicar las respuestas inmunitarias del hospedador. La
erupción cutánea parecida a la enfermedad del suero y la artritis que pueden anteceder al desarrollo de
Clase 9 de Virología
síntomas y a la ictericia parecen relacionarse con los complejos inmunitarios circulantes que activan el
sistema del complemento. Además, la acumulación de estos complejos inmunes en el riñón ocasiona
daño renal. El anticuerpo contra el HBsAg es protector y se asocia con la resolución de la enfermedad.
También es posible que la inmunidad celular sea importante en la respuesta del hospedador, ya que los
pacientes con una función insuficiente de linfocitos T tienen una mayor incidencia de infección crónica
por HBV; sin embargo, los linfocitos T citotóxicos (CTL) causan daño al hígado al destruir las células
infectadas. Los anticuerpos contra el HBcAg, que aparecen durante la infección, están presentes en los
portadores crónicos con producción persistente del virión de hepatitis B y no parecen brindar
protección.
Hepatitis D
Recordar que este es un Virus de ARN pequeño que solo puede infectar con la envoltura HBsAg; por lo
que es un virus defectuoso que se replica únicamente en células infectadas con hepatitis B.
La hepatitis delta es causada por el virus de hepatitis D (HDV). Este pequeño virus RNA circular de una
sola cadena requiere la presencia de HBsAg (antígeno de superficie de HBV) para su transmisión y, en
consecuencia, se encuentra sólo en personas con infección aguda o crónica por HBV. Las estrategias
dirigidas a la prevención del HBV también son eficaces para prevenir el HDV. En su superficie contiene
un complejo de proteínas-RNA está rodeado de HBsAg. De este modo, aunque el virus delta produce sus
propios antígenos de cápside, se apodera del HBsAg para ensamblar su cubierta o envoltura. El HDV
sólo se ensambla cuando hay antígeno de superficie del virus de la hepatitis B en la misma célula
infectada. A diferencia de otros virus RNA, el genoma del HDV no puede codificar una RNA polimerasa.
Manifestaciones: se han encontrado dos tipos principales de infección por virus delta: infección
simultánea (coinfección) por virus de hepatitis delta y B o sobreinfección delta (superinfección) en
aquellos que sufren hepatitis B crónica. La coinfección o infección simultánea con hepatitis delta y B
puede producir hepatitis clínica que es indistinguible de una hepatitis A o B aguda, pero quizá se
manifieste como una segunda elevación en enzimas hepáticas (AST, ALT). Las personas con hepatitis B
crónica que adquieren una infección adicional por hepatitis D (superinfección) sufren recaídas de
ictericia y tienen una alta probabilidad de desarrollar cirrosis crónica. En poblaciones con alta incidencia
de hepatitis B crónica han ocurrido epidemias de infección por el HDV, lo cual provoca enfermedad
hepática de rápido progreso que causa la muerte en hasta 20% de personas infectadas.
La coinfección o infección simultánea por hepatitis B y D causa una enfermedad más
grave.
La superinfección delta con hepatitis B crónica causa una hepatitis grave con riesgo de
cirrosis crónica.
Clase 9 de Virología
Hepatitis C
El HCV se transmite a través de sangre y sus derivados, invade e infecta los linfocitos B y T y los
monocitos en sangre periférica, y avanza al principal sitio de infección: el hígado. La tasa de replicación
viral en los hepatocitos es muy alta (es decir, 1 × 1012 viriones por día), dado que 10% de las células
hepáticas se infectan. La tasa elevada de replicación viral provoca un aumento en el nivel de
heterogeneidad viral, lo cual permite que el virus evada la respuesta inmunitaria del hospedador.
Aunque existe poca evidencia de la influencia directa de efectos citopáticos inducidos por el HCV en los
hepatocitos (células del hígado), es probable que las células T citotóxicas mediadas por el sistema
inmunitario eliminen a los hepatocitos. La respuesta inmunitaria innata da por resultado la activación de
citocinas e interferón, que en algunos casos controlan de inicio la replicación viral. No obstante, las
proteínas codificadas por el HCV ayudan al virus a evitar la respuesta inmunitaria innata, incluyendo la
interacción del núcleo viral del HCV con el receptor del factor de necrosis tumoral (TNF), lo cual reduce
la actividad citolítica de las células T y la interferencia de las proteínas no estructurales del HCV
(NS3/NS4A/NS4B) con las vías del interferón. Además, las células asesinas naturales (NK) responden a la
infección por HCV liberando perforina, que fragmenta los núcleos de las células infectadas e induce
apoptosis. La infección por HCV se inhibe por medio de la liberación de interferón gamma, que recluta a
las células inflamatorias intrahepáticas, estimula la respuesta de las células T cooperadoras (TH1) e
induce necrosis o apoptosis de las células infectadas por este virus.
Los receptores celulares y los factores del hospedero contribuyen al tropismo por el hígado.
La elevada tasa de mutaciones permite que el virus evada la respuesta inmunitaria del hospedador.
Las respuestas inmunitarias adaptativas, incluyendo las respuestas humorales y las mediadas por
células, se producen después de la expresión de las proteínas del HCV, en especial por las glucoproteínas
de envoltura E1 y E2. Los anticuerpos contra el HCV aparecen varias semanas después de la infección y
debido a la presión selectiva del hospedero ocurren mutaciones en las proteínas E2/E1, lo cual permite
que el virus evada las respuestas inmunitarias humorales y que establezca una infección persistente.
Más importante aún, los anticuerpos contra el HCV han estado implicados en daño hístico debido a la
formación de complejos inmunitarios. Ejemplos de tal daño a los tejidos son los anticuerpos
antinucleares, autoanticuerpos que actúan contra el citocromo P450 y anticuerpos que funcionan contra
el hígado y el riñón.
Los complejos inmunitarios también se depositan en otros tejidos y causan daño extrahepático, como
vasculitis, artritis, glomerulonefritis y demás. En ausencia de una intensa respuesta inmunitaria humoral
contra la infección por HCV, los linfocitos T citotóxicos (CTL) o linfocitos T CD8 son esenciales para la
eliminación de la infección, y cualquier alteración en la inmunidad mediada por células puede ser un
factor importante para un alto nivel de cronicidad en los pacientes infectados. Los linfocitos T CD8
eliminan el HCV por apoptosis de los hepatocitos infectados e inhibición de la replicación viral inducida
por interferón gamma. La respuesta de los CTL es menos eficaz en pacientes con infección crónica por
HCV en comparación con la de los pacientes con infección aguda. Asimismo, los linfocitos T CD4
Clase 9 de Virología
Imagen: Inflamación en infección crónica por virus de hepatitis C (HCV). Puede observarse la
inflamación crónica del área portal con un agregado linfoide en el centro. En los bordes del área portal,
interconexión del parénquima y del tejido conjuntivo portal, la inflamación se extiende hacia el exterior,
destruyendo los hepatocitos y expandiendo el tracto portal por medio de necrosis gradual.
Hepatitis A
En la infección por HAV, al periodo de incubación de 15-45 días (media 25 días) le sigue en general la
aparición de fiebre, anorexia (falta de apetito), náusea, dolor en el cuadrante abdominal superior
derecho y, luego de varios días, se presenta la ictericia. Es posible que uno a cinco días antes del inicio
de la ictericia clínica, el paciente se percate de que su orina es oscura y de que sus heces tienen color de
arcilla. El hígado se agranda y está sensible y los niveles séricos de aminotransferasa y bilirrubina se
elevan como resultado de inflamación y daño hepático. La recuperación ocurre en el curso de días a
semanas.
Muchas personas que tienen evidencia serológica de infección aguda por HAV no presentan síntomas y
sólo se sienten levemente enfermas, sin ictericia (hepatitis A anictérica). La proporción de infección con
respecto a presencia del padecimiento (enfermedad) depende de la edad; puede llegar hasta 20:1 en
niños y aproximadamente 1:1 en adultos mayores. Casi todos los casos (99%) de HAV son
autolimitantes. La hepatitis crónica, como la observada con la hepatitis B, es muy poco común. En raros
casos llega a ocurrir hepatitis fulminante fatal con necrosis hepática generalizada (~0.1%).
Imagen: secuencia de aparición de viremia, virus en heces, alanina aminotransferasa (ALT), síntomas,
ictericia y anticuerpos IgM e IgG en la infección por virus de hepatitis A (HAV). El contagio es mayor 10 a
14 días antes de la aparición de los síntomas. El anticuerpo IgG específico brinda protección.
Clase 9 de Virología
Hepatitis E
El HEV se transmite por vía fecal-oral, principalmente a partir de agua potable contaminada. Se han
documentado varias otras vías de transmisión, entre ellas transmisión por alimentos por la ingestión de
productos animales infectados, transmisión zoonótica desde animales hacia seres humanos, transfusión
de productos de la sangre infectados y transmisión vertical. Mientras que los brotes importantes se
originan por abastos de agua o de alimentos contaminados, ocurren brotes esporádicos por la ingestión
de mariscos crudos o no cocinados. De modo similar a la hepatitis A, la infección por este virus suele ser
subclínica y el periodo de incubación para la hepatitis E es de alrededor de 40 días. Cuando es
sintomática, la enfermedad aguda resultante puede ser mortal, especialmente en embarazadas. En
áreas en desarrollo endémicas, la hepatitis E tiene la tasa de ataque más alta en adultos jóvenes de 15 a
40 años de edad; no parece propagarse de una persona a otra. Los síntomas de infección por HEV son
ictericia, pérdida del apetito, crecimiento del hígado, náuseas y vómitos, y fiebre que dura una a dos
semanas.
RETROVIRIDAE
Características:
De todos los nuevos patógenos que emergieron en el siglo pasado ningunos han sido tan
eficiente e inexorables en erradicar la función del sistema inmunológico como lo hace el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH). Este virus se une a los receptores CD4 de las células huésped
(linfocitos T de ayuda, macrófagos, microglia). En la etapa temprana de la infección utiliza los co-
receptores como el CCR5 (que lo hace macrófago-trópico), mientras que más tarde utiliza los CXCR4
(que lo hace linfotropico).
Envoltura
Cápside icosaédrica en forma de cono truncado
Dos copias de ARN (+) –Diploide-
Polimerasa de ADN dependiente de ARN (Transcriptasa reversa)
Integrasa
Proteasa
-Existen 2 cepas: VIH tipo-1 y VIH tipo-2
Clase 9 de Virología
4-El ADN y la integrasa emigran al núcleo y el ADN viral es integrado en el ADN de la célula huésped
formando el provirus.
• La tasa de replicación viral es regulada por la actividad de las proteínas reguladoras (tat/rev, nef,
etc...).
• Las co-infecciones (ej: mycobacterium) estimulan a las células infectadas por VIH a producir más
virus.
5-la transcripción produce ss(+)ARN, algunos son “cortados” y otros se mantienen intacto.
• Los ARN “cortados” son utilizados como ARNm
6-La traducción produce proteínas algunas de las cuales son poliproteínas que son cortadas la proteasa
del VIH.
7-Ensamblaje.
8-Maduración y liberación de los nuevos virus.
RIESGO ESTIMADO DE ADQUISICIÓN DEL VIH SEGÚN EL TIPO DE EXPOSICIÓN Y SIN USO DE
PRESERVATIVOS ES:
TIPO DE EXPOSICIÓN NÚMERO ESTIMADO DE INFECCIONES POR
CADA 10,000 EXPOSICIONES A UNA FUENTE
INFECTADA
Transfusión de sangre 9,000
Canal del parto 2,500
Inyecciones de droga 67
Coito anal receptivo 50
Aguja de laboratorio percutánea 30
Coito vaginal receptivo 10
Coito anal insertivo 6.5
Coito vaginal insertivo 5
Felación receptiva 1
Felación insertiva 0.5
INFECCION VIH
La infección por VIH se presenta en diversas etapas, identificadas por un conjunto de síntomas e
indicadores clínicos. En ausencia de un tratamiento adecuado, el virus se replica constantemente e
infecta los linfocitos T-CD4, que constituyen una parte esencial del sistema inmunológico en los seres
humanos. Por su parte, el sistema inmunológico del portador del VIH reacciona ante la presencia del
virus y genera una respuesta que puede mantener la infección bajo control al menos por un tiempo,
mediante la reposición de células defensivas.
Al término de un período que se puede prolongar por varios años, el VIH se vuelve resistente a las
defensas naturales del cuerpo y destruye el sistema inmune del portador. De esta manera, el individuo
seropositivo queda expuesto a diversas enfermedades oportunistas y puede fallecer.
ENFERMEDAD
El VIH Causa el SINDROME DE INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA (SIDA).
Clase 9 de Virología
EN ESTA FIGURA I-12-1 SE PUEDE APRECIAR EL CURSO SIGUE LA INFECCIÓN DEL VIH EN
PERSONAS QUE NO RECIBEN TRATAMIENTO Y SE DESCRIBE COMO SIGUE:
Primero hay una FASE AGUDA INICIAL (O SÍNDROME RETROVIRAL AGUDO) en un porcentaje de las
personas recién infectadas (denominado síndrome retroviral agudo que cursa con síntomas parecidos a
la influenza). En esta fase aumenta la carga viral del VIH. Luego le sigue UNA FASE ASINTOMÁTICA,
CRÓNICA O DE LATENCIA CLÍNICA de varios años donde disminuye la carga viral y el virus se mantiene
replicándose en los nódulos linfáticos, se pueden detectar en sangre anticuerpos contra el antígeno p24
y los antígenos del Env (gp120, gp41) así como el genoma viral de ARN; hay un ligero descenso en el
tiempo del linfocitos CD4, La proporción de linfocitos CD4 y CD8 en esta fase es de 2 linfocitos CD4 por
cada CD8, proporción 2:1. Luego viene una etapa donde hay un descenso rápido de los niveles de CD4
en el tiempo, la proporción CD4:CD8 se hace 1:1, un linfocito de CD4 por cada CD8. En esta etapa
disminuye la respuesta de los linfocitos T de memoria, se empeora la actividad del sistema inmunológico
e inicia el PERIODO SINTOMÁTICO TEMPRANO, la carga viral empieza a aumentar rápidamente. Luego
viene la ETAPA DEL SIDA. En esta, la proporción CD4:CD8 es de 1:2 es decir solo hay 1 CD4 por cada 2
CD8, se deterioran la inmunidad mediada por células y la inmunidad mediada por anticuerpos, inician
los efectos de las infecciones oportunistas que finalmente llevaran a la muerte del paciente.
Clase 9 de Virología
Con el descenso de las células CD4 se van observando las siguientes infecciones:
INFECCIONES VIRALES
Las pruebas de cargas virales (RT-PCR) determinan la cantidad de ARN viral en el plasma. Una alta carga
viral está asociada a peor pronóstico. Estas pruebas de cargas virales son muy útiles para el monitoreo y
determinar la eficacia de la terapia antiretroviral en el paciente así como para diagnosticar infección del
VIH en recién nacido (PCR).
Cuando los CD4 están menores de 200 células/mm3 (valor normal es 500-1500
células/mm3) o
Cuando el paciente VIH positivo presenta condiciones de SIDA (ej.: neumonía por
Pneumocystis).
Un porcentaje de CD4 menor del 14%
TRATAMIENTO
PREVENCIÓN
Educación/sexo seguro
Tamizaje de sangre y órganos
Control de infecciones
Clase 9 de Virología
Debe proporcionarse como parte de las precauciones universales a la hora de reducir la exposición a
fuentes de infección y siempre debería ser valorada por un equipo médico adecuadamente formado de
un servicio de urgencias de un hospital de referencia con servicio de infecciosas.
Si se administran poco después de la exposición, la PEP puede reducir el riesgo de infección por el VIH
en más del 80%. Completar el ciclo completo de 28 días de tratamiento con los antirretrovirales es
fundamental para que la intervención sea efectiva.
Profilaxis prexposición (o PrEP) se refiere a cuando las personas que están en muy alto riesgo de
contraer el VIH ( ej: se exponen íntimamente a personas infectadas o con alto riesgo de estar infectadas)
toman medicamentos para el VIH a diario para reducir sus probabilidades de infectarse.
Es una combinación de dos medicamentos para el VIH (tenofovir y emtricitabina), que se vende bajo el
nombre Truvada® y ha sido aprobada como terapia de uso diario de PrEP para ayudar a prevenir que las
personas VIH negativas contraigan el VIH de sus parejas sexuales o de las personas VIH positivas con las
cuales comparten drogas inyectables. Los estudios han mostrado que la PrEP es altamente eficaz para
prevenir el VIH si se usa tal como se receta. La PrEP es mucho menos eficaz cuando no se toma de
manera constante.
En estados Unidos esta combinación fue aprobada como uso preventivo (como PrEP) por la FDA en el
2012. Y se consideran los grupos de alto riesgo y que califican para el PrEP los siguientes:
Homosexuales o bisexuales que tienen sexo anal sin condón o que han sido
diagnosticado con una ETS en los últimos 6 meses.
Mujeres y hombres heterosexuales que no usan condón con regularidad durante el acto
sexual con compañeros en los cuales se desconoce el estatus de VIH o que presentan un
alto riesgo.
Haber compartidos dispositivos en aquellos usan drogas inyectables (drogas ilícitas) en
el último mes
Parejas heterosexuales u homosexuales en el cual uno es VIH positivo y el otro es VIH
negativo
Nota: siempre se recomienda el uso de preservativos aun estén bajo terapia farmacológica como PrEP.