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APORTES
Tras más de 30 años demostrando matemáticamente sus teorías, finalmente las publicó, tres días
antes de su muerte, en el libro: «De revolutionibus orbium coelestium» (traducido al español como:
«Sobre las revoluciones de las esferas celestes»).
– Desarrollar la teoría heliocéntrica: descubrió que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al revés, como
en su época se creía.
– Descubrir que la Tierra rotaba completamente sobre sí misma cada 24 horas.
– Demostrar que la Tierra daba una vuelta completa al Sol en ciclos de un año.
A pesar de la presión ejercida por parte de diversos grupos, Copérnico retrasó la publicación de su
libro, tal vez por miedo a la crítica. Algunos historiadores consideran que, de ser así, estaba más
preocupado por el impacto en el mundo científico que en el religioso.
Las ideas principales de su teoría eran:
Los movimientos celestes son uniformes, eternos, y circulares o compuestos de diversos ciclos
(epiciclos).
El centro del universo se encuentra cerca del Sol.
Orbitando alrededor del Sol, en orden, se encuentran Mercurio, Venus, la Tierra, la Luna, Marte,
Júpiter y Saturno (aún no se conocían Urano y Neptuno.)
Las estrellas son objetos distantes que permanecen fijos y por lo tanto no orbitan alrededor del
Sol.
La Tierra tiene tres movimientos: la rotación diaria, la revolución anual, y la inclinación anual de
su eje.
El movimiento retrógrado de los planetas es explicado por el movimiento de la Tierra.
La distancia de la Tierra al Sol es pequeña comparada con la distancia a las estrellas.
Base del trabajo de científicos posteriores
El modelo heliocéntrico de Copérnico fue la base del trabajo de algunos de los científicos más
influyentes de la historia, entre ellos Johannes Kepler, Galileo Galilei o Isaac Newton.
Galileo, usando el telescopio y a partir del modelo de Copérnico, confirmó sus datos. Además,
descubrió que los planetas no eran círculos perfectos.
Kepler desarrolló las tres leyes fundamentales del movimiento de los planetas, entre ellas el
movimiento elíptico y no circular.
Isaac Newton desarrolló la ley de gravitación universal.
Dominio de las lenguas antiguas
El auge que tuvo en el Renacimiento el aprendizaje del griego, le llegó a Copérnico de manera
temprana y en Bolonia comenzó a aprenderlo en 1492. Tradujo al latín las cartas del filósofo bizantino
del siglo VII Teofilacto de Simocatta, impresas en el año 1509, siendo esta su única publicación anterior
a De revolutionibus orbium celestium.
La adquisición de Copérnico de un buen nivel de lectura fue crítico para sus estudios en astronomía,
ya que la mayor parte de las obras de los astrónomos griegos, incluyendo a Ptolomeo, todavía no
habían sido traducidos al latín, el idioma en que estaban escrito.
Además, es reseñable que este conocimiento del griego le permitió reinterpretar a Aristóteles.
Contribuciones a la gravedad
El hecho de que el centro del universo fuera la Tierra, implicaba que esta era su centro de gravedad.
Tras su modelo, si el centro de gravedad no es la Tierra, ¿por qué entonces las cosas dentro de la Tierra
caen hacia su centro? La respuesta de Copérnico fue:
Toda materia tiene gravedad, y las materias pesadas atraerán y serán atraídas por materias
similarmente pesadas, del mismo modo en que las materias más pequeñas serán atraídas por las más
grandes.
De este modo, las cosas pequeñas que están en la Tierra son atraídas hacia ella. Por ejemplo, la Luna,
al ser más pequeña que la Tierra, gira alrededor de ésta, y la Tierra, al ser más pequeña que el Sol,
hace lo mismo.
Copérnico explicó su idea de la siguiente manera: “Todos los cuerpos celestes son centros de atracción
de la materia“.
Definición del calendario gregoriano
Copérnico ayudó en la revisión del calendario juliano, que era el calendario oficial desde el siglo IV. El
Papa León X le pidió al astrónomo participar en la reforma que se llevó a cabo entre 1513 y 1516.
Nicolás Copérnico se basó en su modelo heliocéntrico del universo para poder resolver los problemas
que presentaba el anterior calendario, pero no fue hasta 1582 cuando todos los cambios entraron en
vigor en el calendario gregoriano.
Teoría de los tres movimientos
Su modelo del universo implicaba que la Tierra posee tres movimientos: rotación, traslación y un
movimiento de oscilación cónico de su propio eje. El primero tiene la duración de un día, el segundo
de un año, y el tercero ocurre también en un año de manera progresiva.
Cantidad de agua en la Tierra
Por medio de la geometría, Copérnico demostró que al ser la Tierra una esfera, el centro de gravedad
y el centro de su masa coinciden.
También llegó a la conclusión de que la cantidad de agua no puede ser mayor que la de tierra (en
contra de lo que se pensaba en la época), porque las materias pesadas se conglomeran alrededor del
centro de gravedad y las ligeras en el exterior.
De tal modo que, si la cantidad de agua superase la cantidad de tierra, el agua cubriría toda la superficie
de la tierra.
Teoría del aumento de precios
Copérnico se interesó en asuntos monetarios cuando el Rey Segismundo I de Polonia le pidió hacerle
una propuesta a la reforma de la moneda de su comunidad.
El análisis de Copérnico arrojó que es imposible tener dos tipos de moneda en un solo gobierno, una
más valiosa, para el comercio exterior, y otra menos valiosa, para las transacciones locales.
Formuló entonces la “teoría de la cantidad de dinero”, que estipula que los precios varían
proporcionalmente con el abasto de dinero en la sociedad. Explicó esto antes de que surgiera el
concepto de inflación.,
En términos muy simples, para Copérnico se debía evitar poner en circulación demasiado dinero,
porque esto determina el valor de la moneda. Mientras más dinero haya, menor es el valor del mismo.
LA REVOLUCIÓN COPERNICANA
Después de Copérnico, el danés Tycho Brahe (1546-1601) propuso una tercera vía que combinaba los
sistemas de Tolomeo y Copérnico: hizo girar los planetas alrededor del Sol y éste alrededor de la Tierra,
con lo que ésta seguía ocupando el centro del universo. Aunque Brahe no adoptó una cosmología
heliocéntrica, legó sus datos observacionales a Johannes Kepler (1571-1630), un astrónomo alemán
entregado por entero a la creencia de que el sistema cosmológico copernicano revelaba la simplicidad
y armonía del universo.
Kepler, que expuso sus teorías en su libro La nueva astronomía (1609), concebía la estructura y las
relaciones de las órbitas planetarias en términos de relaciones matemáticas y armonías musicales.
Asimismo, calculó que el movimiento planetario no era circular sino elíptico, y que su velocidad variaba
en relación con su proximidad al Sol.
Pero la importancia de la aportación de Copérnico no se agota en una contribución más o menos
acertada a la ciencia astronómica. La estructura del cosmos propuesta por Copérnico, al homologar la
Tierra con el resto de los planetas en movimiento alrededor del Sol, chocaba frontalmente con los
postulados escolásticos y filosóficos de la época, que defendían la tradicional oposición entre un
mundo celeste inmutable y un mundo sublunar sujeto al cambio y al movimiento. De este modo, las
tesis de Copérnico fueron el primer paso en la secularización progresiva de las concepciones
renacentistas, que empezaron a buscar una interpretación natural y racional de las relaciones entre el
universo, la Tierra y el hombre. Se abría la primera brecha entre ciencia y magia, astronomía y
astrología, matemática y mística de los números.
ANEDOCTAS
Copérnico se quedó huérfano a los 10 años, por lo que un tío materno, que era obispo y catedrático,
se encargó de su educación y su cuidado.
Estudió en varias universidades, profundizando en matemáticas, astronomía, medicina, filosofía,
griego, literatura y derecho.
Pasó prácticamente toda su vida entre Italia y Polonia donde ejerció como médico y administrativo,
además de desarrollar su carrera astronómica
Copérnico fue muy cuestionado (y también hostigado) por la Iglesia dado que sus postulados iban en
contra de ciertas tesis eclesiásticas de la época al retirar el privilegio a la Tierra de ser el centro del
cosmos y eliminar la posibilidad de cualquier clase de centro en el mismo. Las críticas fue su único
castigo.
FRASES
“La naturaleza nunca hace nada superfluo, nada inútil, y sabe sacar múltiples efectos de una sola
causa”.
“No estoy tan enamorado de mis propias opiniones que ignore lo que los demás puedan pensar acerca
de ellas”.
“Si por casualidad hay [charlatanes] que, aún siendo ignorantes de todas las matemáticas,
presumiendo de un juicio sobre ellas por algún pasaje de las escrituras, malignamente distorsionado
de su sentido, se atrevieran a rechazar y atacar esta estructuración mía, no hago en absoluto caso de
ellos, hasta el punto de que condenaré su juicio como temerario.”
“El cielo de las estrellas fijas es lo más alto de cuanto es visible”.
“Saber que sabemos lo que sabemos y saber que no sabemos lo que no sabemos, ese es el verdadero
conocimiento”.
“En primer lugar, debemos saber que el universo es esférico”.
“El océano envuelve la Tierra y llena sus abismos más profundos”.
“Como sentado en un trono real, el Sol gobierna la familia de planetas que giran alrededor suyo”.
“En medio de todo está el Sol. Pues, ¿quién en este bellísimo templo pondría esta lámpara en otro
lugar mejor, desde el que se pudiera alumbrar todo?”.
“El movimiento de la Tierra sola basta para explicar tantas desigualdades aparentes en los cielos”.
CONCLUSIONES
Como se ha visto, con su modelo del universo, Nicolás Copérnico revolucionó la forma de ver el cielo.
Sin embargo, sus estudios también implicaron observar la realidad de una forma distinta, ya que el
hombre dejaba de sentirse el centro cosmos y pasaba a ser una creación más de la divinidad.
El cambio fundamental que se generó a nivel social fue que tanto sus avances astronómicos como los
matemáticos condujeron hacia la revolución científica que terminaría separando a la iglesia de la
academia durante la época moderna.
Sin contar con la influencia que su investigación ha tenido en los científicos más renombrados, hasta
la fecha.