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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL CARMEN

FACULTAD DE DERECHO

CURSO: TALLER DE TESIS

“ESTADO DEL ARTE: EL DERECHO AL OLVIDO EN


MEDIOS ELECTRÓNICOS EN MÉXICO”

ALUMNO: HUGO ARTURO TEJERO PIÑA

DR. EFRÉN J. REQUENA ESPINOSA.

01 DE MARZO DEL 2016


El derecho al olvido en Internet en México

Por: Hugo Arturo Tejero Piña 1

1. Introducción

La circulación de datos de usuarios en internet se ha vuelto una necesidad indispensable para


lograr una identidad en medios electrónicos. El debate sobre la existencia, extensión y límites
del denominado derecho al olvido es una de las cuestiones públicas que han suscitado las
transformaciones originadas por el mundo digital.

No es necesario que seamos fanáticos al internet o usuario de tiempo completo para que
nuestros datos sean guardados, es más, no es necesario tener una red social. Informaciones y
datos hasta ahora difícilmente accesibles como consecuencia de las limitaciones de las técnicas
tradicionales de almacenamiento están hoy, gracias a Internet, a disposición de cualquiera. Esta
transparencia de la historia digital de las personas comporta, sin duda, beneficios para la
sociedad, pero también riesgos para la preservación de derechos como el honor, la intimidad y
la protección de datos personales. En la tensión entre publicidad y reserva subyace un conflicto
de derechos que demanda una ponderación razonable para determinar qué derecho prevalece,
bajo qué condiciones y en qué circunstancias.

La privacidad se encuentra apegada a la intimidad de las personas y esta debe ser


garantizada por las autoridades especialistas en la materia. A medida que las épocas avanzan la
tecnología también y puede ahorrar cualquier trabajo incluyendo el de investigación de las
personas misma que vulnera la intimidad del individuo. La palabra privacidad no debe
interpretarse como secretismo, debe referirse a la autonomía que tenemos las personas para tener
el control sobre diferentes aspectos de nuestras vidas.

1
Estudiante de la Segunda Generación de la Maestría en Derecho Privado
Actualmente la era de la información se convierte en la fuerza latente de la
transformación social, capaz de acarrear una expansión en la calidad y en la cantidad de
información y un aumento en gran escala del almacenamiento de la misma, las dos últimas
décadas del segundo milenio marcaron un desarrollo incontenible del poder de la información,
incluido el informático, se introdujo Internet, creando lo que hoy se conoce como ciberespacio.2

La forma de socializar y relacionarse del ser humano se ha modificado profundamente


la aparición y el desarrollo tecnológico ha sido un factor de cambio e indispensable para el siglo
XX y continuado en el siglo XXI, especialmente en el ámbito de Internet.

“En el contexto de Internet, esta dimensión de la privacidad significa autonomía


informativa o autodeterminación informativa. Internet maneja grandes cantidades de
información sobre personas. Estos datos personales con frecuencia se tratan en el sentido de que
se dan a conocer, se difunden, se comparten, se pueden seleccionar, descargar, registrar y usar
de muchas maneras. En este sentido, la autonomía individual está en relación directa con la
información personal. La libre determinación sobre la información significa tener el control
sobre nuestra información personal, es decir, es el derecho de los individuos a decidir qué
información sobre ellos mismos será revelada, a quién y con qué objetivo.”3

Las llamadas tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s) han sido


determinante en cuanto el incremento de quejas de la protección de datos misma que está al
alcance de ese derecho. “Internet que puede ser tomado como el paradigma más representativo
del cambio técnico y sociológico radical al que nos hemos enfrentado– ha traído consigo la

2
Rodríguez, L. Á. (29 de Febrero de 2016). http://www.repositoriodigital.ipn.mx/. Obtenido de
http://www.repositoriodigital.ipn.mx/bitstream/handle/123456789/3987/Memoria%204to%20Foro%20DHTIC
%2015.pdf?sequence=1
3
Terwangne, Cécile de. «Privacidad en Internet y el derecho a ser olvidado/derecho al olvido. Revista d'internet,
dret y politica , 2012: 14.
necesidad de nuevos equilibrios entre la libre difusión de la Información y la autodeterminación
individual. Este equilibrio es precisamente lo que está en juego con el derecho al olvido.”4

La mayoría de la información de las personas que parece en la red es a través de una


recopilación de menciones de los distintos usuarios que usan el internet, estos sin siquiera poder
elegir que se debe mostrar provocando una falta de control en la invasión a la información
personal así como también a la intimidad de datos, es importante señalar que la mayoría de la
población que usa redes sociales y buscadores de internet aún no comprenden la magnitud de
cómo nos afecta el mal uso de los datos personales

La Unión Europea ha sido la primera en iniciar procesos en contra de buscadores


multinacionales como lo son google, yahoo entre otros, por la invasión a la privacidad en las
personas y que actualmente se conoce como reputación online, en España es uno de los países
junto con el uso de datos personales, tanto nombre y apellidos, imágenes o fotos de personas
físicas, etc., está protegida por la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales – Ley
Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.

Legisladores europeos se han preocupado por ofrecer protección de datos de los usuarios a través
de la utilización de redes domésticas o privadas, presentando instrumentos como el convenio
No. 108.5 El 28 de enero de 1981. En España se reconoce el derecho de libertad informática.

En México no existe ninguna norma que regule la eliminación o supresión de datos


personales que se encuentran en internet a petición de la parte agraviada y que no tergiverse los
datos que se brindan a través de publicaciones, falsas noticias entre otras más, pero el excedente
aumento de supuestos de reclamaciones por esta “memoria permanente e injustificada de

4
Op. Cit
5
La protección de las personas con respecto al tratamiento automatizado de datos de carácter personal
Internet” hace necesaria la regulación expresa de lo que la doctrina ha desarrollado y calificado
como derecho al olvido.

Entre más “digitalizamos” nuestras vidas, menor es el control que tenemos sobre nuestra
información. Nuestras conversaciones íntimas están en el correo electrónico o en el servicio de
chat; nuestras fotos, en un casillero en línea; nuestros datos bancarios, en la última tienda en
línea donde compramos algo; cualquier dato sobre nuestro estado de salud, en una base de datos.

2. Antecedentes legales

Dado que los casos se han situado en Europa, sus antecedentes inician en este continente,
partiendo en España con respecto a una sanción de la Ley 25.3266 y especialmente desde la
reforma constitucional de 1994, los interesados podían hacer uso del hábeas data siempre en
casos de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o
actualización de los datos. De lo expuesto no puede interpretarse que la antigüedad de la
información fuera un móvil para la aplicación de la misma. En ese período (1994-2000) hubo
varios casos referentes a los plazos para brindar información crediticia, en los cuales se negó al
titular la modificación o supresión de información por el mero transcurso del tiempo. Esta
postura negatoria del derecho al olvido fue cediendo poco a poco en los distintos fallos, hasta
que finalmente este derecho este derecho fue reconocido en el Art. 26 de la citada norma.

En el caso de referencia el actor había sido inhabilitado para operar en cuentas corrientes
por el Banco Central de la República Argentina, el actor acciona contra Org. Veraz S.A. para
que estos datos sean suprimidos por el largo transcurso del tiempo.

La empresa se niega a suprimir los datos fundamentando que:

6
Ley de protección de Datos de España
A) La inhabilitación existió, por lo cual la información es veraz.

B) Que su parte informa que la inhabilitación esta vencida, por lo cual la información no
está caduca.

El fallo de Primera Instancia hace lugar a la demanda de amparo interpuesta por el Sr.
Falcionelli y condena a la demandada a suprimir de sus bases de datos la información.

Se fundamenta el fallo en la Ley Francesa del 6/1/78 -art. 36- y la Ley Alemana art. 14
inc. Ambas normas establecen la eliminación del dato por el transcurso del tiempo o cuando ya
no resulte indispensable para la finalidad para la cual fue recolectado.

Asimismo se basa en posturas tomadas en igual sentido en distintos Congresos realizados


en el país, como así también en los proyectos de reforma del Código Civil , arts. 113 y 114.

Describe el plazo receptado por la LORTAD7 que es de 6 años como límite temporal.

El fallo de Cámara revoca lo decidido por el juez de 1era. Instancia basándose en los
siguientes fundamentos:

Plantea que la acción de habeas data es procedente en los casos que de los registros surjan
inexactitudes, o estos puedan provocarle cierta y determinada discriminación al actor.

Que los datos carecían de inexactitud, porque contenían agregados con asientos de las
fechas en que las tres inhabilitaciones habían vencido.

7
(Ley Orgánica De Regulación Del Tratamiento Automatizado De Los Datos De Carácter Personal) y la actual
LOPD(Protección de Datos de Carácter Personal)
Plantea que el plazo de 10 años para guardar los datos en la base está relacionado con el
art. 67 del C.com. Por ser la entidad demandada típicamente comercial -art. 8 Ccom.-.

El fallo en cuestión cuenta con una nota del Dr. Palazzi quien hace descripción
pormenorizada de todos los aspectos en él planteados.

El Dr. Palazzi vincula la caducidad del del dato con la perdida de utilidad, en razón de
la finalidad, por lo que coincide con el fallo de primera instancia que otorga al registrado el
derecho a solicitar la supresión del dato.

Si bien el caso Falcionelli es uno de los más conocidos en cuanto a la negación del
derecho al olvido, ha habido otros similares. Al momento de realizar un análisis de los móviles
que orientaron a estos fallos en contra de los particulares, coincidimos con el Dr. Palazzi cuando
expresa “Un ciudadano tiene un derecho de ser olvidado”

La fórmula utilizada por el tribunal constitucional alemán en 1983, el derecho a la


“autodeterminación informativa” tuvo por objeto garantizar la facultad de las personas para
conocer y tener acceso a las informaciones que les conciernen, las cuales son controladas en
bases de datos para controlar su calidad, lo cual permite corregir o cancelar datos inexactos.8

Al respecto del tema surgen muchas preguntas las cuales aún se encuentran en debate,
preguntas como:

¿Qué datos míos pueden recabar los usuarios de internet? Y ¿cuánto tiempo pueden
permanecer visibles?

8
Lucas Murillo de la Cueva Pablo, Informática y protección de datos personales, Madrid, centro de estudios
Constitucionales, 1993.
3. Derecho de Olvido en México

Ante el creciente uso de tecnologías mediante las cuales se transmiten millones de datos
personales, el derecho al olvido puede considerarse como el derecho de las personas a eliminar
o suprimir información que afecte su intimidad o su imagen, a fin de que aquellos datos que
alguna vez fueron difundidos sean omitidos de la red.

El derecho de olvido o también llamado derecho a ser olvidado, es parte de al Habeas


data9, se refiere a la protección de datos y se encarga del resguardo de estos en distintos medios
electrónicos e impresos, se basa en el derecho que disponen las personas para ejercer la
protección de datos personales en internet, IDP, revista de Derecho en internet a nievl
internacional (Revista d’ internet i política) nos comparte un concepto “el derecho de las
personas físicas a hacer que se borre la información sobre ellas después de un período de tiempo
determinado.”10

En los casos de la información que existe en registros gubernamentales dicho datos


pueden ser eliminados cuando estos ya no sean necesarios para la finalidad con que fueron
recabados, o bien, cuando el periodo de utilidad ha concluido.

En Internet, el derecho a ser olvidado refiere a aquel que ampara a una persona para
solicitar que los motores de búsqueda descarten su rastro o no los indexen en la red. A fin de
asegurar conservar su imagen, su buen nombre y su dignidad y evitar ser permanentemente
objeto de agresiones, descalificaciones u ofensas.

9
Al pie de la letra significa “toma los datos que están en tu poder y entregándolos al interesado” o brinda al
interesado mediante certificación, todo los datos o documentos que se encuentran en tu poder que puedan
defender sus derechos en juicio.
10
Terwangne, Cécile de. «Privacidad en Internet y el derecho a ser olvidado/derecho al olvido.» Revista
d'internet, dret y politica , 2012: 14.
El derecho al olvido se configura con la actualización de un dato o rectificación del
mismo, la oposición a publicidad o publicación, así como a la cancelación permanente y
definitiva si dicho dato rebasa los principios de la protección de datos personales (licitud,
proporcionalidad, etc,).

El derecho al olvido, tanto como proyección de ciertos derechos de la personalidad como


resultado del ejercicio de los derechos de cancelación y oposición previstos en la normativa de
protección de datos, ha sido objeto de numerosas críticas.

El principal argumento en contra del reconocimiento del derecho al olvido es que


supondría hacer posible borrar o reescribir la historia. Implicaría otorgar a las personas la
facultad de alterar la objetividad de lo ocurrido, modificando su contenido o imposibilitando a
los demás el acceso a esa información. Este tipo de consideraciones resultan demasiado
absolutas y poco matizadas, pero ponen de relieve una línea argumental claramente favorable a
la preeminencia de la transparencia y a la máxima apertura del foro público para todo tipo de
informaciones.

La organización Reporteros sin Fronteras, en su Internet Enemies Report de 2012, señala


que “un “derecho al olvido” generalizado, consagrado en la ley, sería difícil de conciliar con la
libertad de expresión e información en línea” Esta posición es la defendida, generalmente, por
aquellos autores familiarizados con la cultura jurídica anglosajona, que presta una protección
especialmente robusta a la libertad de expresión

En esta misma línea, entre nosotros, Salvador Coderch ha afirmado que “la censura
retroactiva de los medios de información es la cara oscura del pretendido derecho al olvido. Su
consagración legal produciría efectos perversos e imprevistos por muchos de sus proponentes.
Realimentaría nuestros prejuicios, perpetuándolos, en lugar de permitirnos encararlos y
superarlos con humanidad. Reforzaría a las élites del poder, las cuales podrían seguir accediendo
a los archivos en su soporte originario, y se agrandaría la brecha entre poderosos y
desapoderados”

Los críticos ponen de manifiesto que las relaciones sociales se basan en la información
que tenemos unos de otros, y el capital moral con que cuenta cada persona depende, en parte,
del grado de confianza que inspire el historial de sus logros. Por ello, un derecho al olvido
constituiría un obstáculo al funcionamiento de los canales de información que necesitan los
ciudadanos para desarrollar con responsabilidad y autonomía sus actividades. Por otro lado,
imponer el silencio sobre ciertos datos o hechos del pasado cuya publicidad creemos que nos
perjudica tiene un efecto perverso, porque el secreto contribuiría, precisamente, a reforzar los
prejuicios irracionales frente a los que pretendemos protegernos (Wasserstrom, 1984).

Una argumentación de este tipo apela a la necesidad de un cambio cultural como


consecuencia del cambio tecnológico. Ante el desafío que supone un mundo en el que la
información en la red no se olvida, “debemos aprender nuevas formas de empatía, nuevas vías
de definirnos a nosotros mismos sin referencia a lo que otros dicen sobre nosotros y nuevas vías
de perdonarnos por las huellas digitales que nos perseguirán siempre” Ahora bien, hasta alcanzar
ese nuevo modo de articular las relaciones sociales a partir del conocimiento de nuestras vidas
digitales -y cuya consecución es dudoso que sea deseable por el camino es seguro que muchos
se verán perjudicados si no pueden tener algún tipo de control sobre esa trazabilidad de sus
rastros en línea.

Los derechos humanos se clasifican en generaciones, Pérez-Luño considera que el


cambio generacional de los derechos humanos atiende al contexto histórico y situación humana
que así lo reclamó y que los derechos humanos se encuentran en constante evolución; en este
sentido cada generación no termina cuando inicia la siguiente sino cada nueva generación
refuerza a la anterior y así sucesivamente; un ejemplo de ello es el derecho a la intimidad y su
evolución, ya que forma parte de los derechos de la primera generación en donde se
reconocieron las libertades individuales, la segunda generación surge a consecuencia de las
luchas sociales, por lo que se tuvo la necesidad de reconocer no solo los derechos individuales
sino los económicos, los sociales y los culturales, en este sentido el derecho a la intimidad no
sufrió ningún cambio; sin embargo el reconocimiento de la tercera generación de derechos,
reivindicó el derecho a la intimidad, ya que surgen como una respuesta a la denominada
liberties´ pollution o contaminación de libertades es así como surgen, el derecho a la paz, el
derecho a la calidad de vida, el derecho a la libertad informática el cual se encuentra íntimamente
ligado con el derecho a la intimidad entre otros.

4. Derecho de la Personalidad

No hay persona que no cuente con Derecho a la personalidad, dicho esto, es necesario entender
que el centro del sistema jurídico es la persona ya que todo procede ante la relación del individuo
entre sus semejantes para llevar cualquier acto jurídico.

Los Derechos de la Personalidad son una categoría especial de los Derechos Humanos,
cimientos jurídicos, estos, que están en la Declaración De Los Derechos Del Hombre Y Del
Ciudadano del 26 agosto 1789 texto fundamental en virtud del cual se definen los derechos
"naturales e imprescriptibles" de la libertad, la propiedad, la seguridad, la resistencia a la
opresión reconociendo la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la justicia.11 (Machicado
2016).

Francisco Ferrara señala que el derecho a la personalidad son derechos que protege al
ser humano y constituye la manifestación de sus facultades físicas espirituales. Los Derechos
De La Personalidad sé ocupan:

1. Del Ser humano como unidad biológica, física y jurídica;

11
Machicado, Jorge. Apuntes Jurídicos. 01 de Marzo de 2016. http://jorgemachicado.blogspot.mx/2012/05/depe.html.
2. Como un Ser social que vive en una comunidad y merece que se lo proteja del
avasallamiento de terceros.

Por eso los Derechos de la Personalidad se ocupan del ser humano como miembro de la
sociedad, regulando el derecho al honor, a la vida, al nombre, etc. que sólo tiene eficacia en
tanto y cuanto el ser humano viva en relación con sus semejantes. Los Derechos De La
Personalidad son bienes jurídicos que se caracterizan por ser privados, absolutos, extra-
patrimonial y que el ser humano no necesita adquirirlos salvo casos excepcionales, sino que son
inherentes al ser humano y tampoco es una concesión gratuita del legislador, sino que éste ha
tomado en cuenta la naturaleza humana.

Jorge Machicado nos menciona que los Derechos De La Personalidad reciben también
estos nombres:

Derechos esenciales. Porque sin ellos el ser humano no podría obtener la tutela de sus
legítimos derechos.

Derechos innatos. Porque nacen con la persona.

Derechos personalisimos. Porque tienen que ver con cada uno de los sujetos.

Derechos de la personalidad. Impuesto por la doctrina alemana. Es el "nomen inris"


adecuado porque empieza del concepto de Personalidad—aptitud de ser titular de derechos y
deberes—. Cuando hablamos de Derechos De La Personalidad estamos hablando de bienes
jurídicos que están inmersos en esa personalidad en razón de su naturaleza.
5. Derecho a la intimidad o a la vida privada

Haciendo caso a la escuela histórica sus orígenes se muestran en el “Common law”12. La ley
garantiza el respeto a la vida íntima, misma que puede ser integrada en el hogar o con respecto
a su círculo social cercano.

Rojina Villegas dice que por mucho que sea una persona publica, tiene derecho a la
intimidad. A nosotros sólo nos debe interesar el estado civil, el estado económico y sus actos
públicos. La curiosidad no puede degradar un derecho.

No siempre se menciona la definición de intimidad en los diccionarios jurídicos pero si


el de íntimo el cual nos dice que proviene del latín intimus, adj. Más interno o interior. Se aplica
a la amistad muy estrecha y al amigo de confianza y muy querido.

Como se advierte la palabra intimidad proviene del latín intimus que, es el superlativo
de interior y significa lo que está más dentro, lo más interior, el fondo. En este sentido, la
segunda acepción de “intimidad”, que ofrece el Diccionario de la Lengua de la Real Academia
Española, es zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de
una familia”. Así pues, conforme al tenor literal de la palabra, el derecho a la intimidad sería un
derecho a la protección de esa zona espiritual íntima y reservada que tienen las personas a los
grupos, especialmente la familia.

El derecho a la intimidad está firmemente ligado a la vida privada de las personas por tal
suele ser difícil hablar de ello por su cuestión subjetiva.

12
«Derecho común» vigente, sistema legal basado, primordialmente, en las decisiones adoptadas por los
tribunales, en contraste con los sistemas de Derecho civil, como el nuestro, donde la principal fuente de Derecho
es la Ley.
Carbonell señala dos tipos de amenaza contra la intimidad: la actuación o intrusión es
un espacio o zona propia, y el conocimiento o intromisión informativa sobre hechos, datos o
aspectos relativos a la vida privada de una persona. Puede hablarse en consecuencia de una
“intimidad territorial” y una “intimidad informacional” que también puede llamarse
confidencialidad.13

Gutiérrez Boada, siguiendo a Pérez Luño, sostiene que en nuestra época resulta
insuficiente concebir la intimidad como un derecho de defensa frente a cualquier intromisión de
la esfera privada, sin contemplarla, al propio tiempo, como un derecho activo de control sobre
el flujo de informaciones que conciernen a cada sujeto.14

Los derechos humanos se clasifican en generaciones, Pérez-Luño considera que el


cambio generacional de los derechos humanos atiende al contexto histórico y situación humana
que así lo reclamó y que los derechos humanos se encuentran en constante evolución; en este
sentido cada generación no termina cuando inicia la siguiente sino cada nueva generación
refuerza a la anterior y así sucesivamente; un ejemplo de ello es el derecho a la intimidad y su
evolución, ya que forma parte de los derechos de la primera generación en donde se
reconocieron las libertades individuales, la segunda generación surge a consecuencia de las
luchas sociales, por lo que se tuvo la necesidad de reconocer no solo los derechos individuales
sino los económicos, los sociales y los culturales, en este sentido el derecho a la intimidad no
sufrió ningún cambio; sin embargo el reconocimiento de la tercera generación de derechos,
reivindicó el derecho a la intimidad, ya que surgen como una respuesta a la denominada
contaminación de libertades es así como surgen, el derecho a la paz, el derecho a la calidad de
vida, el derecho a la libertad informática el cual se encuentra íntimamente ligado con el derecho
a la intimidad entre otros.

13
Carbonell Sánchez, Miguel, Los derechos fundamentales en México, México, UNAM Porrúa-CNDH, 2005, p. 2.
14
Gutiérrez Boada, John Daniel, Los límites entre la intimidad y la información, Colombia, Universidad
Externado, 2001, p. 33.
6. El derecho a la intimidad en la legislación mexicana

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no reconoce de manera expresa el


derecho a la intimidad. No obstante, la carta fundamental reconoce algunos derechos asociados
con el mismo y que lo tutelan en forma parcial, entre los que se encuentran la limitante a la
libertad de imprenta cuando el ejercicio de ésta afecte el respeto a la vida privada, la prohibición
a la autoridad de realizar actos de molestia sin mandamiento escrito de autoridad competente
debidamente fundado y motivado, la inviolabilidad de las comunicaciones privadas y la libertad
e correspondencia.

La legislación civil es tibia en lo que se refiere a la protección del derecho a la intimidad.


Sin embargo, se establece una figura particularmente importante que permite salvaguardar ese
derecho: el daño moral. De acuerdo con el artículo 1916 del Código Civil federal, por daño
moral se entiende: “La afectación que una persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias,
decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos físicos, o bien en la
consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño moral cuando se
vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las
personas”15.

No obstante, el derecho a la intimidad se encuentra contenido en los instrumentos


internacionales que México ha firmado en materia de derechos humanos. No podemos dejar
pasar aquí el tratamiento del tema en el derecho internacional, dado que en 1981 nuestro país
ratificó los principales instrumentos generales de protección de los derechos humanos, y por
tanto desde entonces éstos son derecho positivo en México, en los términos del artículo 133 de
nuestra Constitución. Comenzando por la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1948,
que en su artículo 12 tutela ampliamente tanto la privacidad como la propia imagen,
prohibiéndose las injerencias arbitrarias en la vida privada, la familia, el domicilio y la
correspondencia, así como los ataques a la honra y reputación. Por su parte, el Pacto

15
Código Civil Federal
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de 1966, recoge íntegramente en su artículo 17
el texto del artículo 12 de la Declaración Universal, pero ahora ya con fuerza normativa; así
como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de 1969, que con otra redacción
recoge esencialmente los elementos plasmados en la Declaración, bajo el rubro de Protección
de la honra y de la dignidad.

Esta breve referencia a las disposiciones legales en México relacionadas con la tutela de
la vida privada, deja al descubierto las deficiencias de nuestro sistema jurídico al respecto y nos
obliga a buscar una nueva y eficaz normatividad que esté a la altura de los tiempos y nuevas
tecnologías que se descubren a diario. Así podemos concluir que en México existe un déficit
normativo e institucional en la protección del derecho a la vida privada lo que hace necesario y
urgente que se regule en nuestra Constitución general el derecho a la intimidad, que agrupe los
derechos que en esta institución jurídica están implícitos.

7. Derecho al olvido

El derecho al olvido puede considerarse como el derecho de las personas a eliminar o suprimir
información que afecte su intimidad o su imagen, a fin de que aquellos datos que alguna vez
fueron difundidos sean omitidos de la red.16 (Colunga 2013)

Debido al crecimiento de los usuarios del internet, los derechos la privacidad han sido
vulnerados muy fácilmente, parafraseando una entrevista con Alejandro Touriño.17 Nos dice
que para él “El derecho al olvido no es más que el derecho de un particular a dirigirse a un
buscador de internet para solicitar al buscador sea eliminada la información aunque haya sido

16
Colunga, Sigrid Arzt. «México, el derecho al olvido en internet: ejercicio de los derechos de
cancelacion y oposicion, derecho al olvido versus derecho a la libertad de información, su incidencia en
los medios de comunicación.» XI Encuentro Iberoamericano de Protección de Datos. Cartagena, 2013.
17
Alejandro Touriño, abogado especialista en Derecho Informático y escritor del libro “El derecho al olvido e
intimidad en internet”
legítimamente publicada que me está afectando y ya no es pertinente, es decir ya no es útil a
los usuarios”18

Este derecho debe amparar a una persona para que pueda llevar a cabo una solicitud de
eliminación de datos personales e información íntima, tomando en cuenta que la intimidad va
desde un punto de vista subjetivo pero coincide en la vulneración de información innecesaria
para la sociedad, todo con el fin de asegurar su imagen, el buen nombre y la dignidad.

Gimeno-Bayón del Molino coincide al sostener que "el principal límite en el derecho al
olvido es el de la libertad de información y el de la libertad de expresión". Pero los límites no
deberían condicionar de forma sistemática, puesto que la memoria también es importante.
"También creo que existe un derecho a la memoria digital que supone también un gran avance
para la humanidad", afirma, y añade: "Sin memoria digital podríamos perder parte de nuestro
avance social".

Diversos autores en la comunidad europea han opinado sobre el tema, dando una
propuesta concreta que beneficia la protección de los datos de los usuarios, tal es el caso de
Conley que propone instituir al derecho a borrar ciertos datos, sin importar donde estén
registrados o almacenados, misma que estaría limitada a registros de carácter específico como
fotografías o vídeos.

“Al hacer posible la eliminación, esperamos que se pueda preservar el derecho a la


privacidad y el espacio de oxigenación social que habilita; al hacerlo manual antes que

18
Touriño, Alejandro, entrevista de Salvador Valdés. La aventura del saber: El derecho al olvido e
intimidad e internet (14 de Septiembre de 2014).
automático, esperamos empoderar a los individuos para controlar su propia información (…)”,
argumenta Conley.19

El derecho al olvido no se contrapone a la libertad de expresión como muchos juristas


opinan, delimita lo que se debe conocer de las personas protegiendo así la intimidad del
individuo. Lamentablemente no existen normas vigentes que puedan dan un sustento a este
tema. En Europa se empiezan a gestar las primeras normatividades para proteger la información
personal.

8. Derecho al olvido en redes sociales

Las redes sociales en internet son aplicaciones web que favorecen el contacto entre individuos.
Estas personas pueden conocerse previamente o hacerlo a través de la red. Contactar a través de
la red puede llevar a un conocimiento directo o, incluso, la formación de nuevas parejas.
(Fotonostra 2016).

Las redes sociales en internet, constituyen un medio de comunicación primordial para


establecer relaciones personales, como es el caso de facebook (red global con mayor número de
usuarios, cerca de 450 millones); el indicador de la sociedad de la información (isi). En este
sentido nos permite vincularnos con amigos del mismo contexto social o reencontrarnos con
amigos del pasado e inclusive es un medio para encontrar pareja o twitter que permite a los
usuarios allegarse de información que sea de su interés en cuestión de segundos; es decir, la red
es ajena a fronteras territoriales, cualquier tipo de información, dada la rapidez de internet
circulan de manera masiva sin que podamos tener control sobre ella una vez que se encuentre
en el ciberespacio.

19
Conley, Chris, “The Right to Delete”, en: AAAI Spring Symposium Series, North America, 2010. Disponible en:
http://www.aaai.org/ocs/index.php/SSS/SSS10/paper/view/1158/1482. p. 54.
Como usuarios de las redes sociales nuestros datos personales quedan expuestos al
conocimiento público lo que trae como consecuencia una invasión a la intimidad que es donde
se configura la esencia de la persona, lo que lo hace único ya que sus actuaciones, sentimientos
o pensamientos solo se pueden percibir si el sujeto los exterioriza mediante sus actuaciones o
sus palabras, es decir con la publicación de creencias religiosas, filosóficas y morales, opiniones
políticas dejamos al descubierto aspectos que son considerados datos sensibles.

Sin embargo tenemos la libertad de decidir qué información compartimos con las demás
personas y cual no, en este sentido, surge la preocupación por tener mayor control de la
información que publicamos, de ahí que deriven cuestionamientos relacionados con el
tratamiento que se les da a nuestros datos personales; es decir, preguntas como:

¿Cuánto tiempo permanecen mis datos en la red una vez que haya desactivado mi cuenta?

¿Qué sucede con mis datos cuando dejo de ser usuario de una red social?

¿Puedo disponer del contenido que se sube a la web y que atente contra mi honra, imagen o
causen un deterioro a mis relaciones personales, sociales y labores?

En este orden de ideas se pretende regular el derecho al olvido en internet, que consiste
en borrar el pasado de una persona que pudiere resultar vergonzoso o afectarlo de alguna
manera, así como su indexación en los principales buscadores como Google para recuperar y
controlar nuestra información se tendrá el derecho de retirar su consentimiento al procesamiento
de datos y exigir que sean borrados completamente cuando dejen de ser necesarios para los fines
que se recabaron o cuando los usuarios se den de baja del servicio, esta reforma tendrá como
pilares fundamentales la transparencia, la privacidad por defecto y el derecho a ser olvidado.
Los avances tecnológicos y la globalización han transformado la sociedad, internet es una
herramienta indispensable para las actividades que realizan los Estados y las personas, las redes
sociales forman parte importante de este cambio, por lo que debe existir regulación jurídica que
atienda a estas nuevas necesidades sociales, incluso, cuando no se ha materializado la
incorporación del derecho al olvido en la legislación Europea, pretende ser un mecanismo
jurídico que garantizará la autodeterminación informativa de las personas, lo que permitirá tener
mayor seguridad jurídica y confianza al ser usuario de una red social.

En este sentido, México no puede quedarse atrás, aunque es cierto que existen avances
significativos al publicarse la reciente Ley federal de protección de datos personales en posesión
de los particulares del 5 de julio de 2010; sin embargo, de acuerdo con el indicador de la sociedad
de la información por cada 1000 habitantes mexicanos 159 están integrados a una red social en
internet, además de ser el país en América Latina que más expandió el número de usuarios de
internet con 16.4%.

Esto es cinco millones de personas más, en los últimos 12 meses según datos de facebook, por
lo que el Estado y los organismos encargados de garantizar la protección de los datos personales
deben tomar en consideración que México forma parte de la sociedad informatizada en donde
las redes sociales ocupan un lugar preponderante en las relaciones humanas.
Fuentes de Información Básicas.

Colunga, Sigrid Arzt. «México, el derecho al olvido en internet: ejercicio de los derechos de
cancelacion y oposicion, derecho al olvido versus derecho a la libertad de información, su
incidencia en los medios de comunicación.» XI Encuentro Iberoamericano de Protección de
Datos. Cartagena, 2013. 18.

Fotonostra. Fotonostra. 01 de marzo de 2016. http://www.fotonostra.com/digital/redesociales.htm.

Machicado, Jorge. Apuntes Jurídicos. 01 de Marzo de 2016.


http://jorgemachicado.blogspot.mx/2012/05/depe.html.

Rodríguez, Lilibeth Álvarez. «http://www.repositoriodigital.ipn.mx/.» 29 de Febrero de 2016.


http://www.repositoriodigital.ipn.mx/bitstream/handle/123456789/3987/Memoria%204to%
20Foro%20DHTIC%2015.pdf?sequence=1.

Terwangne, Cécile de. «Privacidad en Internet y el derecho a ser olvidado/derecho al olvido.» Revista
d'internet, dret y politica , 2012: 14.

Touriño, Alejandro, entrevista de Salvador Valdés. La aventura del saber: El derecho al olvido e
intimidad e internet (14 de Septiembre de 2014).

Fuentes de información Complementarias

Contreras, M. A. (2000). El derecho al desarrollo como derecho humano, Reyes&Dávila


Editores.
Häberle, P. (2003). El estado constitucional. México, D.F., Universidad Nacional Autónoma de
México (unam).
Lucas, P. (1990). El derecho a la autodeterminación informativa, Madrid, Editorial Tecnos.
Pérez, A. E. (1996). Derechos humanos y constitucionalismo ante el tercer milenio., Madrid,
Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y sociales S.A.
Puccinelli, O. (2004). Protección de datos de carácter personal, Buenos Aires, Astrea de
Alfredo y Ricardo Depalma.

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