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MODELO BIOMÉDICO

El Modelo Biomédico tiene sus bases en el pensamiento racionalista cartesiano y


de la física newtoniana. Divide la naturaleza humana en cuerpo y mente, y el cuerpo
es considerado como una estructura biológica cuyos elementos funcionan de
acuerdo a leyes de la física clásica, en términos de movimientos y ajustes de sus
partes.
Se integran los hallazgos clínicos con los datos de laboratorio y los descubrimientos
de la anatomía patológica, se crea una estructura para examinar, clasificar y tratar
las enfermedades. Desde esta orientación, básicamente patológica, se define la
salud como ausencia de enfermedad, dividiéndonos entre sanos y enfermos, siendo
enfermedad aquello que el médico pueda reconocer, demostrar y clasificar.
Este modelo ha constituido la base conceptual de la medicina científica moderna,
donde el cuerpo humano es fragmentado y analizado desde el punto de vista de sus
partes, la enfermedad es el funcionamiento defectuoso de los mecanismos
biológicos o químicos y la función de la práctica médica es intervenir física o
químicamente para corregir las disfunciones de un mecanismo específico.
En efecto, esta concepción mecanicista, naturalista del proceso salud enfermedad,
ha obtenido muchos logros en la mejora de la salud del hombre, pero no es
suficiente para interpretar las interacciones entre mente cuerpo ambiente, como
sistemas complejos e históricos, además que dificulta o limita el diálogo entre las
diferentes disciplinas, con lo cual se podría comprender mucho mejor los
acontecimientos del ser humano en función de todas sus dimensiones
biofisiológicas, psicológicas, socioambientales y espirituales.
En la medida que las ciencias médicas son consideradas dentro del espectro de la
ciencia occidental pura, la consideración de la cultura y su influencia en la salud y
la enfermedad se menosprecia o ignora. Se considera que la cultura no es una
variable que la medicina deba tomar en cuenta o en el mejor de los casos, la
medicina está por encima de las distintas realidades culturales en el proceso de
salud-enfermedad.
Características del modelo biomédico:
 Se basa en una concepción patologista: es la enfermedad la que suele estar
en el centro de la escena y es la razón del encuentro entre profesional y
paciente.
 Es reduccionista: fenómenos extremadamente complejos (como padecer
una diabetes ) se reducen a sus componentes más elementales en otro nivel
( por ejemplo las alteraciones bioquímicas de la diabetes ).
 Es curativo: la competencia o éxito de un profesional se define en función de
curar enfermedades y salvar vidas.
 Es objetivo: esto supone que el profesional deja por fuera de la interacción
con los pacientes su propia subjetividad y el bagaje cultural y social en el cual
está inmerso al igual que su paciente. Así mismo los pacientes también
tienen incorporado este modelo objetivo por lo tanto demandan del médico
respuestas precisas certeras.

MODELO BIOPSICOSOCIAL
El modelo biopsicosocial incluye además en la práctica clínica la instauración del
conocimiento del ser del paciente para así comprender la enfermedad, hallar la
relación de la mente y el soma, esta es la parte más importante del modelo, el buscar
esta vinculación, y ver al paciente no solo en la parte orgánica, también en la parte
mental y además en el contexto en el que se desarrolla, formando así según Franz
Alexander el vínculo Civilización y cultura-Emociones-Síntoma o enfermedad,
entonces aquí se adjudica a la enfermedad una causante arraigada en la sociedad,
la importancia de este modelo creo que es el entendimiento de que los hechos no
son aislados, y que detrás de un paciente, hay un mundo detrás que lo influencia
consciente o inconscientemente.
 La salud y la enfermedad son un continuo: las barreras entre salud y
enfermedad no son tan claras, la salud es un proceso multidimensional en el
cual permanentemente interactúan sistemas biológicos, psicológicos,
sociales, culturales familiares y ambientales. La función del profesional es
cuidar la salud.
 Existen opciones: se reconocen varias opciones, como tener una
enfermedad y no sentirse enfermo, tener una enfermedad y no ser
reconocido como enfermo, sentirse enfermo y no tener una enfermedad
demostrable. Sin embargo todos éstos pueden ser paciente. Se pasa de una
medicina centrada en la enfermedad a una medicina centrada en el paciente.
 Diagnóstico: incluye tanto aspectos biológicos como emocionales, culturales
y más ampliantes psicosociales. Se espera modelos de pensar la salud que
incluyan la complejidad. Es necesario que el profesional se forme como un
experto entrevistador, ya que los pacientes hablan según quien los escuche.
El diagnóstico debe ser contextualizado tomando en cuenta la familia, la red
social, la relación profesional-paciente o la relación con el sistema de salud.
La enfermedad entonces se inserta en el acontecer de la vida.
 La relación médico-paciente: el médico participa junto con el paciente en la
definición del problema; tiene en cuenta a la familia y piensa la relación en
términos triangulares (profesional - paciente - familia ). Permite al profesional
tener una perspectiva más amplia de la vida del paciente e incluso a veces
ayuda a mejorar la relación del paciente con su familia.
 El profesional como facilitador: como el concepto de salud abarca mucho más
que la ausencia de enfermedades, el rol del profesional se amplía cuando su
tarea también implica la promoción activa de la salud a lo largo de la vida de
las familias, educa facilitando que las personas asuman la responsabilidad
que les corresponde en el cuidado y conservación de su salud.
La transición de un modelo biomédico a uno biopsicosocial no es una cuestión
legislativa, no es solo el resultado lógico e inevitable de descubrir nuevos hechos y
resultados. Es un proceso gradual de cambio a una manera diferente de pensar,
contextual, no lineal, recursiva, que sistemáticamente incluya al observador y lo que
es observado. Este desafío implica múltiples niveles de cambio en la educación
médica.
MODELO ECOLÓGICO
El modelo ecológico de Bronfenbrenner consta de un enfoque ambiental sobre el
desarrollo del individuo mediante los diferentes ambientes en los que este se
desenvuelve. Según este modo, los distintos ambientes en los que participan las
personas influyen de forma directa en su cambio y su desarrollo cognitivo, moral y
relacional. Desde este punto de vista, se aporta una elevada importancia a los
factores ambientales. Es decir, las personas nacen con una serie de atributos
genéticos que se desarrollan en función del contacto con el entorno que realiza el
individuo. Este modelo es uno de los más utilizados hoy en día en la psicología.
Puede aplicarse en todos sus ámbitos y relacionarse con otras ciencias. Se parte
de la base de que el desarrollo humano se da en la interacción entre las variables
genéticas y el entorno, determinando una serie de sistemas básicos que conforman
las relaciones personales.

 El modelo ecológico de Bronfenbrenner fue diseñado y elaborado por Urie


Bronfenbrenner. Este psicólogo ruso nacido en 1917 en Moscú inició la teoría
de los sistemas ambientales que influyen en las personas y en su desarrollo
como ser humano.
 Esta teoría apareció como respuesta a la investigación tradicional durante el
siglo pasado. La cual estaba basada en contextos de laboratorio altamente
clínicos que no permitían el estudio de situaciones y comportamientos
desarrollados en la vida real.
 El modelo ecológico de Bronfenbrenner postuló una visión más integral,
sistémica y naturalística del desarrollo psicológico. Entendiendo a este como
un proceso complejo que responde a la influencia de una gran variedad de
factores estrechamente ligados al ambiente.
 El postulado básico de Bronfenbrenner es que los ambientes naturales
constituyen la principal fuente de influencia sobre la conducta humana. Y por
lo tanto, sobre el desarrollo psicológico de las persona.
 En la actualidad, el modelo ecológico de Bronfenbrenner constituye una de
las teorías más aceptadas en el campo de la psicología evolutiva moderna.
 El modelo determina una serie de estructuras ambientales en diferentes
niveles en los que se desenvuelve el ser humano. Estas estructuras entran
en contacto con las personas desde el momento que nacen y los acompañan
durante toda su vida.

MODELO ESPIRITUAL

Crecimiento Espiritual: ser humano con el contacto de su alma y de su cuerpo en


una permanente evolución. El amor, el instinto, la intuición, la percepción, estados
que viven en él y que con ellos, unido a la razón, tiene la fortuna de poder desarrollar
eficazmente las pruebas de su sendero terrenal-espiritual. Mucha complejidad,
pero, a la vez, sencillez en su maduración. Lo importante es que cada uno de
nosotros procure saber cual es su camino, ser consciente del significado de la vida.
Todo lo que vive en su exterior es una referencia para su interior. Y toda su fuente
de conocimiento interior es la base para unas vivencias y experiencias externas.

La vida es una puerta abierta para acceder a todo lo que es posible realizar, sentir,
aprender, conocer, vislumbrar, en definitiva, vivir toda su trascendental existencia.
La Creación quedaría nula si no hubiera vida para poder comprobar y admirar Su
magnificencia. Todo está hecho para que el ser humano tenga la posibilidad y el
privilegio de disfrutar con lo creado. Y en ese ciclo, está su propia evolución. La
Creación es perfecta, Grande, en una continua metamorfosis de manifestación. Y el
ser humano imperfecto, pero con la gracia de disfrutar en su proceso. El Hombre
tiene que estar en constante aprendizaje, pero con el derecho a sentir la vida,
demostrarse a sí mismo la grandeza y potencial que posee en su propio universo,
el que abre su mente al Conocimiento Superior de la Naturaleza

La importancia está en valorar cada planteamiento. No es preciso tener mucho sino


aceptar lo
que se tiene. Lo ideal sería que hubiera más igualdad entre los seres humanos, pero
la vida no se ha hecho así, se ha hecho para que la Humanidad sea la responsable
de sus propias decisiones, determinaciones, compromisos, implicaciones, en
definitiva, de su propio crecimiento. Así, cada persona, nacida en cualquier lugar del
mundo, tenga sus propias vivencias individuales: sepa ser rico, ser pobre, superar
una enfermedad...
Parece una incongruencia, pero el experimento hombre va más allá de razonar que
todo está dirigido por la Voluntad de un Ser Superior, cuando parte de su proceso
está en su inherente voluntad, en su proceder.
Como pensar, asimismo, en la injusticia de personas que el destino los separa de
sus familias rápidamente y otros que, en cambio, viven mucho tiempo. Quizás haya
que reflexionar sobre la existencia: solamente una vida, más vidas, el destino, el
libre albedrío, un cuerpo físico exclusivamente, cuerpo, mente y alma ...... ¿Qué es
la vida y de dónde proviene su fuerza? ¿Qué hace el ser humano en ella? ¿Por qué
ha venido? ¿Qué misión tiene la Naturaleza?
Con la información científica que tiene el ser humano, cuyos descubrimientos han
acercado más el conocimiento de la andadura por esta Tierra, ¿no sería
conveniente hacer más introspecciones personales e intentar averiguar el sentido
que le mueve; las circunstancias que le hacen caminar de una u otra forma; los
procesos que vive, según sus propias reacciones; sus complejos, tabúes, prejuicios
.....?
La aventura de la vida y de la muerte. Quizá el ser humano debería acercarse más
espiritualmente a su búsqueda personal, a encontrar el verdadero significado de su
peregrinaje universal. Y para eso, debe superar los miedos que le inmovilizan,
comprobar la dignidad de la muerte, soportar las pruebas que le toca efectuar,
aprender continuamente de su entorno, ser siempre él, vivir en una vida sencilla, sin
complejos ni tabúes, sin justificaciones ni mentiras, con valor, riesgo e integridad;
indagar la belleza que existe en su ser interno, y despertar espiritualmente a la
llamada del amor y de la sabiduría; tener fe en la vida y en sí mismo, esperanza en
su proceso, y la confianza en que haga lo que haga, siendo con dignidad y buena
intención, será premiado; y todo aquello que haya podido ejecutar, y haga caso
omiso de ello, será contrario a su evolución.
Debe aprender de los mensajes de la vida, de sus enseñanzas, y estar pendiente y
despierto a cualquier situación que pueda ser una mirada de ella; ser libre y saber
escoger aquello que entienda le corresponde, sin miedo ni temor a situaciones
adversas u opiniones ajenas. Tiene todo a su favor, pero siempre y cuando se
involucre y responsabilice de sus actos, acciones y actitudes, junto con sus
pensamientos. Y, sobre todo, encontrar su equilibrio y armonía, y así caminar con
la satisfacción de sus resultados. Es tan bella la vida, que merece la pena ser su
alumno.

Yessenia Vega Reyes


9°Semestre, Fapsi

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