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EL DESARROLLO HUMANO

DESDE LA TEORIA
PSICOANALITICA
Desarrollo Humano. Perspectiva psicológica
FREUD: La teoría psicoanalítica

Dentro de la teoría psicoanalítica, el ser humano desarrolla su personalidad en diversas


etapas, mismas que una a una cobran importancia para la constitución del desarrollo
humano, Freud creía que el motor determinante de la conducta humana era el sexo y la
agresión, es decir que el ser humano actúa acuerdo a la búsqueda de placer y a la evasión
del dolor, por ello, la persona en afán de mitigar la ansiedad y el conflicto, sentirse bien
consigo mismo, recurre a mecanismos de defensa, entre éstos puede rescatarse el
mecanismo de la regresión, que cumple su cometido, cuando, una persona por citar un
ejemplo, padece de alcoholismo, el hecho de que la botella tiene un valor para él, lo hace
regresar a la etapa oral del desarrollo psicosexual, donde la principal fuente de
gratificación es la boca.

De la mano con esta teoría el desarrollo humano busca una persona íntegra, una persona
que cumpla cada una de las etapas de forma efectiva, que te permita una madurez en
congruencia con la edad que vives de forma satisfactoria y que así mismo lleven a la
persona a un clímax vivencial.

Si bien un punto importante en esta teoría es la personalidad, también habría que enfatizar
en el hecho de la constitución de la misma, Freud retoma 3 elementos conocidos como
“la estructura básica de la personalidad” (Rice 1997:31), el ello, el yo y el súper yo.

Es importante recalcar que Freud basa su teoría sobre el supuesto de que el hombre
siempre busca el placer y trata de evitar el dolor, este es un supuesto valido pero no
alcanza a abarcar íntegramente al ser humano, porque también este principio puede
aplicarse a los animales. Para el ser humano sin embargo, tiene que tomarse en cuenta
valores como la honestidad, la caridad, solidaridad y justicia, estos son principios en base
a los cuales actúa también el ser humano y no solo a la búsqueda de placer.

Monroy Muñoz Jesús Israel

Hernández López Yosmeri Jarixin

Principios y fundamentos de la teoría psicoanalítica.


El psicoanálisis es el fundamento y la raíz de la psicología dinámica. La psicología
dinámica es el estudio de lo inconsciente, en otros términos el estudio del interjuego
funcional que existe entre nuestras motivaciones conscientes y los impulsos y deseos
inconscientes. La dinámica intenta establecer una correlación estructurada entre lo que
habitualmente consideramos racional y las fuerzas oscuras de nuestro propio interior, lo
que prestamente denominamos “irracionalidad”. No podemos calificar al psicoanálisis
como irracional, sino a su materia prima de estudio, lo inconsciente, que no se comporta
de acuerdo con nuestros prejuicios y ni con los moldes de la lógica formal cotidiana.
Dos visiones extremistas del hombre:

1. La visión cientificista que sostiene, con el positivismo, que todos y cada uno de los
fenómenos del comportamiento humano se pueden explicar en términos neurofisiológicos
o neurofísicos. Si hay dificultades actuales, son debidos únicamente a la falta del
desarrollo tecnológico. Todo se resolverá en el futuro.
2. La visión psicologista y sociologista, que niegan las bases biológicas de algunos de
los fenómenos mentales. Esta visión sostiene que los fenómenos mentales y
sus trastornos se deben exclusivamente a modelos de aprendizaje distorsionados, e
incluso a los mecanismos alienantes de sociedades opresoras.
El psicoanálisis y la psicología dinámica ocupan una posición intermedia. De una parte
considera que la localización anatómica y la fisiológica de los fenómenos no explica per
se su esencia; y de otra parte con la teoría instintiva constituye un puente entre lo que
artificialmente denominamos “psicológico” y lo que llamamos “biológico”.
No existe posiblemente pensamiento o emoción alguna que no se acompañe de un cambio
biológico, al mismo tiempo las modificaciones orgánicas pueden tener sus concomitantes
psíquicos a nivel de fantasías, emociones, pensamientos, etc.

Dr. Ismael YILDIZ, MD, MSc., Psicoanalista.

ww.psicoanalistaiyildiz.com/index.php/mis-libros/29-fundamentos-de-psicoligia-
dinamica-y-de-psicoanalisis
Una teoría psicosocial: Erik Erikson
Las teorías de Sigmund Freud han tenido una gran influencia sobre el estudio del
desarrollo. Freud reconoció la existencia de diferentes comportamientos humanos pero se
centró especialmente en el libido y el impulso de placer. Sus teorías sobre el
comportamiento inconscientes han influido en las teorías actuales de las emociones, la
motivación y el desarrollo de la personalidad. Freud divide la personalidad en tres
instancias: la “id” (instintiva), el ego (realista) y el súper-ego ( etico-moral). El ego
controla los impulsos peligrosos percibidos a través de varios mecanismos de defensa.
Mientras que Freud se centra en el estudio de la “id” (instintiva), Erikson (1963) se centra
básicamente en las implicaciones del ego en el desarrollo humano. Según Erikson, el
desarrollo humano sólo se puede entender en el contexto de la sociedad a la cual uno
pertenece y remarca la relación entre el ego y las fuerzas sociales que tienen algún tipo
de influencia sobre las personas en determinados momentos de la vida.

Erikson divide la vida en ocho etapas de desarrollo psicosocial. Cada etapa está
caracterizada por una crisis emocional con dos posibles soluciones, favorable o
desfavorable. La resolución de cada crisis determina el desarrollo posterior. Las cuatro
primeras etapas son especialmente importantes para nosotros porque se centran en los
niños pequeños.
Tabla 1- Las cuatro primeras etapas del desarrollo psicosocial según Erikson

Crisis central Solución positiva Solución negativa

Miedo, ansiedad y
sospecha. Carece de
Confianza básica vs. atenciòn fisica y
desconfianza (desde La confianza en el cuidador que se ha psicológica por parte del
el nacimiento a los convertido en “certeza interna y cuidador conduce a
18 meses) en predictibilidadexterna” conduce a la desconfiar de el entorno.
confianza del niño en el entorno.
Pédida de la autestima. La
Sensación de vales. Afirmaciòn de la sensación de control
Autonomía vs. duda, lección y la voluntad. El entorno favorece externo excesivo hace
(de los 18 meses a la independencia y estos el orgullo y la dudar de un mismo y de los
los 3 años) buena voluntad. otros.

Incapacidad para controlar


el nuevo poder. Ser
consciente del posible
Capacidad por aprender, para empezar las fracaso, inculca la
Iniciativa vs. culpa, ( actividades, para disfrutar del dominio y sensación de culpa y el
de 3 a 6 años) los éxitos. miedo al castigo.

La frustracíon repetida y el
Aprende el valor del trabajo, adquiere las fracaso conducen a una
Lavoriosidad vs. habilidades y las herramientas de sensación de no adecuación
inferioridad, (de los tecnología. La competencia ayuda a y de inferioridad que afecta
6 años a la pubertad) ordenar las cosas y a hacer las funcionar. a la visión de la vida.

(Adaptado de *Erikson, 1963)

Como resalto Pucketti Black (2000:85-86) “efectivamente, es mejor que los niños crezcan
creyendo que son individuos competentes y eficaces, que no sintiéndose inseguros y siendo
desconfiados (…). La capacidad de ver qué tareas son posibles y hacerlas y no tener que esperar
a obtener el permiso de otras personas, es mucho más productivo que el miedo al castigo, la
vergüenza o el fracaso tan intensos, que puede hacer que un niño deje que sean los otros,
quienes toman la iniciativa para hacer las cosas. Las ansias por conocer, por saber como se
hacen las cosas y hacerlas es más satisfactorio y tiene más éxito, que la sensación de
incompetencia, desgana y quizás rechazo a varias experiencias y nuevos conocimientos”.
Así pues, un objetivo importante de la educación prematura es favorecer el desarrollo de
personalidades sanas y valorar las primeras experiencias y relaciones de la vida de los
niños.

Etapas psicosexuales de Freud: desarrollo de la sexualidad


Publicado por Gemma Sánchez Pérez | Last updated Oct, 07 2013
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Sigmund Freud (1856-1939) es considerado como el padre del psicoanálisis. Este enfoque
de la psicología pone énfasis en las etapas tempranas de la vida. Así pues, otorga mucha
importancia a las primeras experiencias para el desarrollo de la personalidad y también
para el desarrollo de la sexualidad.
Pulsiones y libido
Un concepto psicoanalítico de gran importancia es el de pulsión. Este concepto hace
referencia a las fuerzas internas e innatas de las personas que dirigen los pensamientos y
conductas.
Las pulsiones pueden ser de auto preservación, que comprenden la respiración,
alimentación y excreción, entre otras. Y las pulsiones sexuales, en cuyo caso, las
denomina, libido.

Zonas erógenas en la teoría psicoanalítica


Las zonas erógenas son aquellas zonas especialmente sensibles a la estimulación erótica.
En esta teoría son zonas erógenas, los genitales, la boca y el ano.
La teoría de la sexualidad de Freud es mucho más extensa, pero podría resumirse en que
los seres humanos desarrollan su sexualidad a través de unas etapas. Cada una de estas
etapas debe superarse para pasar a la siguiente de la forma más sana posible. Para ello,
habrá que superar un conflicto.

Las personas que no consiguen superar algunos de los conflictos desarrollarán una
sexualidad inmadura. Cada una de estas etapas marcará también el desarrollo de la
personalidad adulta.

Etapa oral (0-1 año)


Esta etapa es característica por la vivencia del placer a través de la boca. Es a través de la
succión donde el bebé encuentra su satisfacción. Cuando no succiona se frustrará y será
este el conflicto que tendrá que superar.

El final de esta etapa estará marcado por el destete, donde el bebé pasará su centro de
placer al ano.

Etapa anal (2-3 años)


Esta etapa comprende el periodo entre el segundo y cuarto año de vida. Está marcada por
el desarrollo del placer a través de la expulsión de los excrementos y la orina. Este placer
se obtiene al eliminar la tensión que produce la retención.

Aprender a controlar los esfínteres urinarios y rectal, será necesario para superar esta
etapa. La teoría psicoanalítica relaciona estos conceptos con los de autoridad y rebeldía.
Cuando el niño no desea aprender a controlar los esfínteres, dejándose llevar así por el
placer inmediato, será rebelde.
El control de esfínteres supondrá el final de la etapa y el niño alcanzará así, el autocontrol.

Etapa fálica (4-5 años)


Esta etapa comprende el cuarto y quinto año de vida. Es en esta edad cuando los niños
comienzan a explorar sus genitales, tocándose y obteniendo placer con ello (nada tiene
que ver con el placer sexual adulto). Es en esta edad cuando descubren que existen dos
sexos diferentes (los papás tienen pene y las mamás no tienen) y cuando surgen las
preguntas sobre el origen de la vida.
Durante esta etapa, quizás la más importante de la teoría, los niños deben superar dos
grandes complejos: el complejo de Edipo y el Complejo de Electra.

Estos complejos suponen que los niños en esta edad se “enamoran” del progenitor de
distinto sexo, desarrollando cierta competencia con el otro progenitor para conseguir la
mayor atención por parte de la persona amada.

El complejo de Edipo proviene de la mitología griega, en la cual Edipo mata a su padre,


para poseer así el amor de su madre.
En este caso, el niño centra como primer objeto de amor a su madre, y su padre se
interpone en su camino. El niño sentirá deseos de eliminarle pero el miedo que eso le
produce, hace que supere dicho complejo, cesando así la necesidad de poseer a su madre.
Este miedo le viene, de la interpretación que hace el niño de los genitales masculinos y
femeninos. El niño supone que su madre no tiene pene porque ha sido castigada por su
padre. Siente miedo de enfrentarse a él porque no quiere que le ocurra lo mismo.

Superar esta etapa supondrá que el niño sea capaz de reprimir ciertos deseos incestuosos
y que pueda identificarse con su padre.

El complejo de Electra
es la versión femenina del complejo de Edipo. En este caso, las niñas también se
enamoran primeramente de su madre. Pero las niñas descubren que ni ellas ni las madres
tienen pene, pero su padre sí. La interpretación que hacen las niñas de esto, es que su
madre la castigó sin tener pene, lo cual hará que comience a rivalizar con ella, y aumente
el amor por su padre.
El miedo a perder el amor de la madre debe ser superior a la ansiedad de castración (así
se llama en teoría psicoanalítica a la ansiedad que sienten las niñas cuando descubren que
no tienen pene). Si este miedo es mayor, la niña se acabará identificando con la madre y
se resolverá el conflicto.

La superación de esta etapa tiene que ver con la adquisición de valores morales que
provienen de la identificación con el progenitor del mismo sexo.

Etapa de latencia (6 años – pubertad)


Durante esta etapa, la pulsión sexual queda latente o dormida. Esto significa que durante
este período los niños y las niñas se centrarán en otros aspectos de su desarrollo, como
puede ser el aprendizaje de destrezas y las relaciones personales con niños del mismo
sexo principalmente.

Etapa genital (a partir de la pubertad)


En esta etapa, el preadolescente comenzará a sentir impulsos sexuales hacia su zona
genital. En este caso, estará centrado hacia la satisfacción de un placer heterosexual.

La teoría psicoanalítica dice que cuanta menos pulsión sexual se haya quedado fijada
en etapas anteriores, mejor se vivirá la vida sexual adulta.
suite101.net/article/etapas-psicosexuales-de-freud-desarrollo-de-la-sexualidad-
a64938#.VSRcw-HzLDc.

Publicado por Gemma Sánchez Pérez | Last updated Oct, 07 2013

PSICOANÁLISIS: CONCEPTOS FUNDAMENTALES


LOS ORÍGENES DEL PSICOANÁLISIS: EL ENIGMA DE LA HISTERIA
El objeto del psicoanálisis son los fenómenos inconscientes no observables a primera
vista pero susceptibles de registro a través de sus manifestaciones, del lenguaje verbal y
del no verbal, aunque el psicoanálisis se centra sobre todo en la palabra. Su método es
la asociación libre.
Sigmund Freud (1856-1939) nace en Freiberg, Moravia, perteneciente entonces al
imperio austrohúngaro, en el seno de una familia judía que se traslada a vivir a Viena.
Estudia medicina y filosofía, y trabaja de neurólogo.
Neurosis: en sus orígenes las neurosis eran objeto de estudio del neurólogo y se
explicaban como trastornos del sistema nervioso. En psicología clínica el término
neurosis, psiconeurosis o trastorno neurótico se usa para referirse a trastornos mentales
o a desequilibrios psíquicos. No son enfermedades en el sentido médico, pues su
etiología no es biológica sino psicológica.
La neurosis, para el psicoanálisis, aparece como
una mala estructuración del Yo, incapaz de controlar
las fuerzas instintivas del Ello y las exigencias morales
y sociales del Superyó
Las neurosis son considerados trastornos menores puesto que no se pierde el juicio ni
el sentido de la realidad como en las psicosis, aunque pueden incapacitar a la persona
tanto a nivel social como profesional. Se presentan como exageraciones de situaciones
normales, la patología es la exageración. Se habla de síntomas neuróticos cuando, en vez
de desaparecer, aparecen reiteradamente, siendo, en general, de curso crónico.
Las neurosis no son enfermedades ya que en el trastorno neurótico no existe una
causa orgánica. Se vio que, por ejemplo, en el caso de la histeria no existía perturbación
orgánica. Se comprobó que algún caso de parálisis caminaba bajo los efectos de la
hipnosis y no en estado de vigilia. Entonces se habló de parálisis funcional, una
patología en la función, pero no orgánica.
Freud se dio cuenta de que los efectos curativos conseguidos a través de la hipnosis se
basaban en la relación del paciente con el terapeuta, pues al finalizar el tratamiento el
síntoma reaparecía. Y, puesto que los resultados no perduraban, abandonó la hipnosis,
aunque siguió usando otros tipos de sugestión como la imposición de manos sobre la
frente para ayudar a recordar.

Al dejar la sugestión, Freud pasó a usar la técnica de la asociación libre, un método de


Jung. En Jung la asociación no era libre sino que se partía de una palabra-estímulo.
Freud, en cambio, no proponía ningún estímulo concreto, solamente planteaba la
siguiente pregunta: ¿con qué relacionarías este síntoma? Freud deja de intervenir
activamente (guiando, sugestionando, indicando…) y pasa a escuchar activamente.
La asociación libre no es libre desde el punto de vista del contenido, es libre desde la
intención consciente. Con la asociación libre se busca abandonar los controles de la mente
consciente, se invita a romper el discurso coherente y a acceder a lo invisible a primera
vista, pues lo inconsciente es el eslabón que falta para poder comprender el fenómeno
consciente.
Freud y otros psicoanalistas en 1909.
Sentados: Sigmund Freud, Stanley Hall, C. G. Jung.
De pie: Abraham A. Brill, Ernest Jones, Sándor Ferenczi.

En el proceso analítico se van poniendo palabras (en el dibujo hay simbolización y, por
tanto, palabra). La experiencia es más rica que la palabra, el lenguaje limita, pero al
mismo tiempo revela la realidad. Para que acceda a la conciencia hay que nombrar lo
inconsciente. Por esto “hablemos aunque sepamos que no todo se va a poder expresar”.
Lo simbólico, la palabra, recorta pero recoge la realidad. El símbolo surge en ausencia
del objeto. El niño no diría mamá si la mamá estuviera siempre, pues el símbolo
reemplaza al objeto ausente, representándolo. Esto permite hacer un proceso
de elaboración, es decir, de simbolización: elaborar lo vivido nos permite digerirlo y
asimilarlo, no hace desaparecer el trauma pero nos ayuda a superarlo, a convivir con él y
a tolerarlo. Algunas patologías actuales están relacionadas con la imposibilidad de
simbolizar, no pudiendo elaborar la mala experiencia ni una nueva identidad,
produciéndose un pasaje al acto o actuación.
El análisis psicoanalítico no es un proceso en el cual se van revelando verdades sino
que, de la misma manera que para comprender una novela hay que llegar al final, en el
análisis no podemos concluir sobre un paciente hasta el fin del tratamiento. Aun así,
después de irse el paciente puede regresar. Nunca se agota el inconsciente. Por razones
prácticas, decía Freud, hay que dejar el tratamiento cuando se alivie el síntoma, pero
nunca se va a terminar la búsqueda.
EL SENTIDO DE LOS SÍNTOMAS
A partir del síntoma Freud elabora una teoría de la neurosis, una psicopatología de lo
que él denominó psiconeurosis.
Las neurosis son trastornos dimensionales. No podemos decir que haya personas
neuróticas y normales. La diferencia radica en el grado o nivel de neuroticismo. No se
trata de una diferencia cualitativa, sino cuantitativa, pues el desequilibrio o las
alteraciones no nos son ajenos a ninguno de nosotros. La diferencia entre normalidad y
patología radica en la intensidad, pues el contenido es el mismo: todos podemos
presentar algún grado de ansiedad y preocupación, de desánimo y tristeza, de fatiga,
miedos, pensamientos depresivos, obsesiones y compulsiones, etc.
Los síntomas son mensajes sobre algo que le ha pasado a la persona, una manifestación
de la vivencia del sujeto, mensajes cifrados que hay que traducir a palabras para poder
comprender. Los síntomas tienen una doble naturaleza: a primera vista, encubren la
verdad, pero a su vez son reveladores de la verdad. Están al servicio de proteger de la
angustia.
El síntoma es el primer fenómeno que Freud estudió como formación del inconsciente,
y en la situación analítica indagaba cuando éstos aparecieron por primera vez. Otras
formaciones del inconsciente son los sueños, los actos fallidos o lapsus. El síntoma,
igual que los sueños, tiene una cara manifiesta, por ejemplo el dolor, y una latente o
inconsciente que vamos desentrañando a través de las asociaciones. En esto vemos que
la psicología es dinámica, puesto que estudia los síntomas entendidos como
movimientos producidos por fuerzas opuestas, por el conflicto entre los deseos y las
exigencias del yo.
¿Cuál es el conflicto que está en juego en el síntoma?
Normalmente son los deseos eróticos o agresivos los que entran en conflicto. El
conflicto surge del choque entre nuestros deseos y nuestras exigencias sobre lo que
es bueno o malo. Freud se da cuenta de que muchas manifestaciones de angustia tienen
que ver con la represión sexual y la vida infantil. Uno de los casos de Freud fue una
chica que se enamoró de su cuñado viudo. Expresó que “no se podía mover en aquella
situación” y, de hecho, hizo una parálisis. La palabra permite hacer puentes de
palabras o pasajes de lo abstracto a lo concreto, de lo inconsciente a lo consciente, de
lo latente a lo manifiesto. Por ejemplo “meter la pata” puede significar literalmente
meterla en un hoyo o metafóricamente equivocarse, así uno puede sentir
inconscientemente que ha metido la pata en un asunto y al salir a la calle caerse,
pasando del sentido metafórico al real. Freud se da cuenta de que el síntoma no es
orgánico sino que tiene un mensaje psíquico. Si bien hay síntomas universales, no hay
un código universal para los síntomas. El síntoma tiene un significado individual. La
categorización psicopatológica pretende organizar los síntomas: los miedos en fobias y
los síntomas corporales tales como dolor de cabeza o mareos en histeria.
Los síntomas egosintónicos, a diferencia de los egodistónicos, son aquellos que no son
vividos para la persona como conflictivos.

LA REPRESIÓN Y OTROS MECANISMOS DE DEFENSA


Los mecanismos de defensa son estrategias o procesos inconscientes cuyo propósito es
proteger el yo de la angustia y favorecer su adaptación. En psicoanálisis el mecanismo
de defensa más importante y clave para entender todos los demás es la represión. Otros
mecanismos de defensa son la sublimación, la condensación y el desplazamiento.
REPRESIÓN. La patología es generada por un exceso de represión. Una cosa es
decidir postergar un deseo y otra cosa es reprimirlo. El yo que reprime es el yo
inmaduro de un niño pequeño, un yo que no se siente fuerte y que entonces reprime
inconscientemente. Otra cosa es el rechazo consciente. El yo reprime el deseo porque le
genera angustia. La angustia es el motor de la represión y, a su vez, es un indicador de
que se ha llegado a algo importante. La angustia provoca resistencia. La resistencia es
un reflejo del conflicto entre querer y no querer, es un límite, es lo que imposibilita que
pueda realizarse el trabajo analítico. Aun así el deseo oculto no desaparece y trata de
llegar a la conciencia, por eso presiona.
De esa lucha entre el deseo inconsciente y el yo consciente surge el síntoma.
 a) Si ambas fuerzas con la misma intensidad son opuestas se genera parálisis. El deseo
inconsciente queda reprimido (dormido)
 b) Si no se da entre ellas una oposición sino que es posible satisfacer un poco a ambas
fuerzas entonces se produce una transacción.
En la transacción el deseo inconsciente no aparece, no se soportaría. En su lugar
aparece el síntoma como resultado del conflicto yo-deseo. El dolor físico, la fobia o la
obsesión no crean angustia igual que el deseo inconsciente. El síntoma aparece como un
símbolo, un disfraz. Freud lo llama retorno de lo reprimido.
OTROS MECANISMOS DE DEFENSA

Sublimación: es un proceso por el cual la pulsión infantil o energía libidinal ni se


reprime ni se desborda sino que se canaliza hacia un fin constructivo. Si, ante un deseo
que no se puede satisfacer porque produciría daño, en lugar de represión se da una
sublimación exitosa, se podrá usar esa energía para una nueva finalidad que
generalmente tiene valores ideales, para algo constructivo. Por ejemplo si la pulsión de
“abrir muñecas” se reprime se genera neurosis, si se sublima uno podría convertirse en
cirujano y si ni se reprime ni se sublima podría actuar como Jack el destripador.
Desplazamiento: una representación que resulte excesivamente intensa o peligrosa
puede ser substituida por otra que no genere ansiedad, pero que se liga a la primera por
una cadena asociativa. La emoción pasa de una representación a otra. Es un mecanismo
típico en los sueños y también en las fobias (un afecto desagradable se fija en una
representación más tolerable que se convierte en estímulo fóbico).
Condensación: es una suma de representaciones, Una sola representación condensa y
simboliza a varias cadenas asociativas, producto de desplazamientos. Es un mecanismo
propio de los sueños.
Racionalización: una actitud que lleva a buscar razones que justifiquen los deseos más
que a sentirlos.
Proyección: supone colocar en otros deseos, sentimientos o cualidades que uno repudia
en sí mismo. Es un mecanismo básico de todas las personas, especialmente de las
personalidades paranoicas.
Conversión: se transforma una carga emocional en un síntoma somático. Es propio de
la histeria de conversión.
Negación: no es necesario reprimir la realidad puesto que directamente se niega.
Identificación: incorporar como propios elementos de otros.
 La represión genera síntomas neuróticos (neurosis).
 La no represión que lleva al desbordamiento genera psicopatía y perversión.
 La sublimación exitosa genera actos constructivos y salud.

FORMACIONES DEL INCONSCIENTE: SUEÑOS, ACTOS FALLIDOS,


CHISTES…

SUEÑOS: los sueños son mensajes acerca de nosotros mismos. Freud analizaba sus
propios sueños. La función del sueño es proteger el dormir, El sueño es el guardián del
sueño. Según la teoría del sueño freudiana, los sueños son una realización o expresión
disfrazada de un deseo reprimido. A primera vista el sueño es indescifrable: se da un
retorno de lo reprimido con un disfraz. Si el disfraz falla y el deseo aparece muy
desnudo entonces aparece la angustia y nos despertamos. Por eso la teoría psicoanalítica
produjo rechazo, porque nombró una parte de nosotros que atenta contra la moral
racionalista e ilustrada.
Freud, al describir los modos de funcionamiento de los procesos inconscientes, alude a
los mecanismos de defensa de la condensación y del desplazamiento. Se pueden
apreciar dichos mecanismos tanto en la formación del síntoma como, en general, en las
diversas formaciones del inconsciente. Pero Freud los explica, inicialmente, para
fundamentar sus trabajos sobre el sueño en su obra La interpretación de los sueños.
 desplazamiento: desplazar es trasladar la carga afectiva de una situación a otra o de un
objeto a otro, reemplazar un elemento que se considera inaceptable que forma parte del
conjunto por otro elemento considerado aceptable. El desplazamiento es una metonimia
y, por tanto, requiere una dimensión temporal horizontal.
 condensación: una única representación representa a varias cadenas asociativas. En el
sueño, las imágenes condensadas son cadenas asociativas que aparecen de forma
superpuesta, son una unión de representaciones. Por ejemplo la suma de personajes en
uno solo. La condensación es una metáfora.
Acerca del significado de los sueños Freud dice que no es que se capture un elemento
del sueño con significado y ya está, sino que el sentido brota de la cadena asociativa. Es
como llegar a lo invisible o indecible siguiendo un cordón umbilical que se apoya sobre
lo desconocido.

También en los sueños, como en los síntomas, hay un contenido manifiesto, las
imágenes, y un contenido latente o afectivo. El proceso de elaboraciónpermite
transformar el contenido latente en manifiesto, hacer consciente lo inconsciente.
ACTOS FALLIDOS: los actos fallidos pueden ser acciones, gestos o palabras, tanto
escritas como habladas (lapsus). En el lapsus digo o escribo una cosa por otra. Ahí se ve
el conflicto entre lo que el yo oficial quiere decir y lo que dice el inconsciente. Son
actos fallidos desde el punto de vista de lo oficial, pero son verdaderos.
CHISTES: en ocasiones bromeamos sobre algo y luego el yo se disculpa diciendo que
era una broma, pero siempre se esconde alguna verdad en el chiste.
EL APARATO PSÍQUICO Y SU REPRESENTACIÓN METAPSICOLÓGICA:
TÓPICA, DINÁMICA ECONÓMICA Y ESTRUCTURAL
Metapsicología hace referencia a los fenómenos que están más allá de la conciencia o de
lo observable, al contrario de una psicología fenomenológica o descriptiva.

La metapsicología hace una representación tópica y dinámica del aparato psíquico:


 Tópica (topos = lugar) hace referencia a un modelo de representación del aparato
psíquico en un determinado número de sistemas con características y funciones diferentes
que ocupan un “lugar” en un espacio psíquico figurado.
 Dinámica económica (carga o intensidad de la fuerza) hace referencia a la primera tópica
(inconsciente, preconsciente, consciente).
 Dinámica estructural (organización de la fuerza) hace referencia a la segunda tópica
(ello, yo, superyó).
LA PRIMERA TÓPICA: CONSCIENTE, PRECONSCIENTE E
INCONSCIENTE. PROCESOS PRIMARIOS Y SECUNDARIOS.
LA PRIMERA TÓPICA es un esquema dinámico económico del aparato psíquico que
describe dos modos de funcionamiento:
 Inconsciente: es un concepto freudiano que se refiere a lo que no es accesible al
consciente y que no responde a la razón.
 Preconsciente-consciente: subconsciente es un concepto filosófico que se refiere a lo
que está por debajo del consciente pero que puede acceder al consciente. La conciencia
Freud la sitúa en la superficie de la matriz. Lo consciente no es un sistema sino una
función que responde a la lógica y a la razón, y es coherente.
 La dinámica económica presenta al inconsciente y al consciente como dos fuerzas
separadas cuya división ha sido producida por fuerzas en conflicto y por la represión.
PROCESOS PRIMARIOS Y SECUNDARIOS: los procesos primarios son
característicos del sistema inconsciente, mientras que los secundarios lo son del sistema
preconsciente-consciente. En los procesos primarios la energía psíquica fluye libremente
de acuerdo al principio de placer, mientras que en los secundarios la energía es “ligada”
de acuerdo al principio de realidad.
 Principio de placer: ¿cómo se desarrolla el aparato psíquico? Al nacer aún no hay
aparato psíquico. Pero lo que traemos al nacer, lo constitucional entendido como marcas
de lo genético, tiene un lugar e incide en él. Freud tiene la idea de que cuando nacemos
el aparato es como una caja negra que recibe percepciones por un extremo y emite
conductas motoras por otro: es el reflejo condicionado, el reflejo del principio del placer-
displacer.
ESTÍMULO ———- RESPUESTA
PERCEPCIÓN —— MOTRIZ
Por el principio del placer (la búsqueda de la eliminación del displacer), cuando aumenta
la tensión o excitación en el psiquismo se busca la liberación a través de una respuesta o
descarga motriz, como por ejemplo el llanto. El aparato psíquico del bebé al principio no
está, pero está el de la madre que da la comida al niño. Si el estímulo es interno (hambre)
con el llanto se descarga tensión pero no se logra eliminar el estímulo. Gracias a
la frustración se desarrolla el aparato psíquico. Cada experiencia vivida forma y deja
huellas en él, y lo que ha estado junto queda asociado a través de la huella mnésica:
hambre-madre-alivio del hambre, etc.
PERCEPCIÓN —- energía del bebé — MOTRIZ

El proceso que aparece en primer lugar se corresponde al principio de placer, es la


tendencia a la alucinación primitiva o a la descarga motriz: por ejemplo cuando al bebé
hambriento se le da un chupete la energía psíquica recorre el aparato psíquico hacia lo
perceptivo y el bebé “alucina” el pecho. Pero al seguir con hambre lo escupe. Entonces
la energía recorre el aparato psíquico hacia lo motriz y el bebé expresa su frustración a
través del llorar. Si el bebé se satisface con la alucinación del pecho va a morir. La
alucinación responde a un proceso primario.
Patologías dominadas por el principio del placer:
El principio de placer sin límites nos lleva a la destrucción.

Psicosis: el psicótico siente que la realidad no le gusta y no la reconoce. Por ejemplo ante
una pared blanca el psicótico dice que es verde. En cambio el neurótico reconoce que la
pared es blanca pero quiere que sea verde.
Perversión: en el perverso el impulso es tan fuerte que nada lo para.
Drogodependencia: el drogadicto busca el placer inmediato.
 Principio de realidad: luego del principio de placer, como proceso secundario,
aparece el principio de realidad. Es la búsqueda del placer desde los límites de la
realidad. Nos frustra momentáneamente pero nos permite darnos un tiempo, comparar y
encontrar lo más adecuado en cada situación. La frustración ayuda a discriminar fantasía
de realidad. En el psicótico el mundo real queda substituido por la alucinación, que
responde a un funcionamiento primario. Retomando el ejemplo del bebé, aparece el
principio de realidad cuando el bebé cesa de llorar (motriz) porque no sirve y deja de
alucinar el pecho (percepción) porque no sirve.
El inconsciente se rige por el principio de placer. En el principio de placer la energía es
libre. En el inconsciente la representación de lo vivido, la huella amnésica, no es
verbalizable. El preconsciente-consciente se rige por el principio de realidad, en el que la
energía está ligada. La representación preconsciente o consciente de lo vivido es a través
de la palabra.

LA SEGUNDA TÓPICA: ELLO, YO, SUPERYÓ


LA SEGUNDA TÓPICA es un esquema estructural del aparato psíquico.

Diagrama del modelo estructural de tres instancias (Ello, Yo y Superyó)


y de su superposición con el modelo espacial de la psique en la primera
tópica de S. Freud (consciente, preconsciente, inconsciente).

 Yo: el yo presenta una parte consciente y una inconsciente. Por ejemplo los mecanismos
de defensa del yo son inconscientes. Es el que lo tiene más difícil porque tiene que mediar
entre las normas del superyó y la pulsión del ello. El yo no es el amo de su casa, tiene que
servir a tres señores: al ello, al superyó y a la realidad.
 Superyó: el yo se puede desdoblar y autocriticarse, incluso castigarse. A esta instancia
Freud la llamó superyó. El superyó también tiene una parte consciente y una parte
inconsciente. Es una instancia moral que hunde sus raíces en el ello. También puede estar
al servicio de las pulsiones, no siempre de la moral. Por ejemplo el censor de cine dice lo
que se puede y no se puede ver, pero él mismo lo está viendo y satisfaciendo así sus
deseos.
 Ello: el ello es totalmente inconsciente. Por ejemplo, si el ello no quiere dar una clase y
el yo quiere podría aparecer una afonía. El síntoma de la afonía permite no dar la clase
sin culpa. Todos los impulsos, el de placer y el de displacer, salen del ello. El impulso
siempre tiende al placer.
Freud no nombró la unidad, el Yo superior o el sí mismo. Habló de personalidad psíquica
como organización de la totalidad.

El psicótico no ha incorporado la ley. No hay superyó.


El perverso ha incorporado la ley, pero obtiene el placer transgrediéndola y provocando.
En el drogadicto gana el impulso del ello.
La persona con una obsesión-compulsiva de limpieza está luchando contra algo sucio.
La obsesión es fruto de una lucha entre opuestos en la que gana el superyó.
En la melancolía el yo se identifica con un objeto que le ha agredido y que le ha
abandonado, por ejemplo el caso de una mujer que ha sido maltratada. En vez de “atacar”
al agresor externo que se fue, el superyó “ataca” al yo. En la melancolía el yo y el superyó
están muy alejados, el yo está castigado por un superyó sádico.
LA TEORÍA SEXUAL. CONCEPTO DE PULSIÓN
Hemos hablado del aparato psíquico pero falta hablar de la fuente energética que mueve
el aparato. La fuente de energía son las pulsiones, fuentes de estimulación que surgen
de lo corporal y que presionan el aparato psíquico a hacer algo… “Es lo que nos pincha
el culo”.
Antes de Freud no se distinguía instinto de pulsión. Freud no usó la palabra instinto más
que en animales.

 Instinto: conductas preformadas transmitidas genéticamente. No son modificables.


 Pulsión: no es una conducta sino la fuerza motivadora de la conducta. No es genética.
Freud elabora dos teorías de las pulsiones, ambas dualistas.

Primera teoría de las pulsiones: sexual y de autoconservación

La primera teoría de las pulsiones es del 1905. Como individuos y como cuerpos
llevamos una doble vida, la que atañe a lo individual, a la supervivencia y auto
conservación de lo individual, y la que atañe a las pulsiones sexuales que tienen que ver
con la supervivencia de la especie.
 Las pulsiones de auto conservación son individuales, como por ejemplo la pulsión de
comer. Son pulsiones cíclicas que se sacian.
 Las pulsiones sexuales (líbido en su aspecto psíquico) son de la especie, aunque por
ejemplo la auto erótica sería un recurso para practicar sexo prescindiendo de la finalidad
de procrear. Antes de Freud se pensaba que la sexualidad aparecía en la pubertad. Freud
dice que esto es negación, que la sexualidad aparece antes. Cuestiona también el que la
sexualidad sea sólo heterosexual y para la reproducción. Para Freud la sexualidad es más
amplia que la genitalidad y tiene que ver con cualquier placer corporal. La pulsión sexual
busca el placer, no busca, a priori, un objeto determinado. En la pulsión sexual la fuerza
y su presión no cesa nunca, el lívido no se sacia.
Zonas erógenas y fases del desarrollo libidinal: las zonas erógenas o de búsqueda del
placer por el placer mismo son fuentes de estimulación de la pulsión sexual. La pulsión
se dirige hacia un objeto con el que satisfacer la pulsión y aliviar la tensión. La finalidad
es lograr la descarga, lograr la satisfacción y evitar el displacer.
Boca: fase oral (0-1 año)
Esfínteres: fase anal (1-3 años)
Órganos genitales: fase fálica (3-6 años)
Órganos genitales: período de latencia (6-pubertad)
Órganos genitales: fase genital (pubertad-adultez)
SEGUNDA TEORÍA DE LAS PULSIONES: VIDA Y MUERTE

La búsqueda del placer no es el fin último. A veces hacemos cosas que no llevan al
placer. Freud lo nombra pulsión de muerte. Es una pulsión que lleva a eliminar toda
tensión, pero la ausencia de tensión es la muerte. El equilibrio se encuentra en una
tensión óptima, donde la pulsión ni sube ni baja mucho.
 La pulsión de vida (eros): es la búsqueda de descargar tensiones. Puede ser destructiva,
como por ejemplo en el asesinato o el suicidio, o no.
 La pulsión de muerte (thanatos): se rige por el principio de inercia. Es la tendencia a
llevar la tensión a cero, a un estado de no vida.
LOS DESTINOS DE LAS PULSIONES. EL PAPEL DE LA SUBLIMACIÓN

La pulsión puede tomar diferentes caminos pues se orienta en función de las huellas que
la biografía y la constelación familiar han dejado en el sujeto. Las pulsiones tomarán
uno u otro destino en función de, por ejemplo, el deseo o ausencia de deseo de los
padres de tener el hijo, la imagen de nosotros mismos construida a partir de la mirada de
la madre, el nombre que nos pongan, las alianzas familiares, los miembros de la familia,
etc.
DESTINOS DE LAS PULSIONES
 Perversión: cuando una pulsión parcial no se controla aparece la perversión como
satisfacción de la pulsión sin obstáculos.
 Represión: en la represión se expulsan los deseos del campo del consciente,
enterrándolos en el inconsciente. Así se generan síntomas neuróticos a través de los que
la pulsión reaparece disfrazada. La represión es el negativo de la perversión. Por ejemplo,
las madres de niños no deseados suelen ser sobreprotectoras, contrarrestando así su
agresividad a la vez que le hace daño al hijo. Una característica muy exagerada nos indica
lo contrario.
 Sublimación: la sublimación es siempre exitosa. Tiende al placer, produce placer y una
satisfacción deserotizada. Es una forma de desplazamiento. Sublimar posibilita usar la
energía de origen infantil y sexual para un fin maduro y socialmente útil. Los ideales del
yo son el valor de la sublimación. En el proceso de sublimación se produce un cambio de
estado de la materia (energía) a algo más sutil y elevado.
EL PAPEL DE LA SUBLIMACIÓN.

La sublimación es un término descrito por Freud como uno de los destinos posibles de
la pulsión. Se trata de un proceso psíquico mediante el cual áreas de la actividad
humana que aparentemente no guardan relación con la sexualidad se transforman en
depositarias de energía libidinal (pulsional). El proceso consiste en un desvío hacia un
nuevo fin. Entre los ejemplos de Freud como nuevos destinos de la pulsión sexual está
lo artístico y lo intelectual: sublimar consistiría en mudar el fin pulsional hacia una
actividad desexualizada, intentando su realización, por ejemplo mediante tareas
creativas o de prestigio social: arte, religión, ciencia, política, tecnología.
Fuente: Seminario sobre conceptos fundamentales del psicoanálisis, a cargo de Silvia
Tubert, Doctora en psicología, psicoanalista, profesora de teoría psicoanalítica y autora,
entre otros, de Sigmund Freud, Fundamentos de la Teoría Psicoanalítica, Madrid, EDAF,
2000. El curso se impartió en el Centro Cor-endins de Palma de Mallorca, centro fundado
y dirigido por Susana Volosín, psicóloga, psicoterapeuta, miembro didacta de la
Asociación Española de Psicoterapia Psicoanalítica – AEPP, coautora de Diálogo sobre
lo corporal y artículos sobre su especialidad.

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