Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
DESDE LA TEORIA
PSICOANALITICA
Desarrollo Humano. Perspectiva psicológica
FREUD: La teoría psicoanalítica
De la mano con esta teoría el desarrollo humano busca una persona íntegra, una persona
que cumpla cada una de las etapas de forma efectiva, que te permita una madurez en
congruencia con la edad que vives de forma satisfactoria y que así mismo lleven a la
persona a un clímax vivencial.
Si bien un punto importante en esta teoría es la personalidad, también habría que enfatizar
en el hecho de la constitución de la misma, Freud retoma 3 elementos conocidos como
“la estructura básica de la personalidad” (Rice 1997:31), el ello, el yo y el súper yo.
Es importante recalcar que Freud basa su teoría sobre el supuesto de que el hombre
siempre busca el placer y trata de evitar el dolor, este es un supuesto valido pero no
alcanza a abarcar íntegramente al ser humano, porque también este principio puede
aplicarse a los animales. Para el ser humano sin embargo, tiene que tomarse en cuenta
valores como la honestidad, la caridad, solidaridad y justicia, estos son principios en base
a los cuales actúa también el ser humano y no solo a la búsqueda de placer.
1. La visión cientificista que sostiene, con el positivismo, que todos y cada uno de los
fenómenos del comportamiento humano se pueden explicar en términos neurofisiológicos
o neurofísicos. Si hay dificultades actuales, son debidos únicamente a la falta del
desarrollo tecnológico. Todo se resolverá en el futuro.
2. La visión psicologista y sociologista, que niegan las bases biológicas de algunos de
los fenómenos mentales. Esta visión sostiene que los fenómenos mentales y
sus trastornos se deben exclusivamente a modelos de aprendizaje distorsionados, e
incluso a los mecanismos alienantes de sociedades opresoras.
El psicoanálisis y la psicología dinámica ocupan una posición intermedia. De una parte
considera que la localización anatómica y la fisiológica de los fenómenos no explica per
se su esencia; y de otra parte con la teoría instintiva constituye un puente entre lo que
artificialmente denominamos “psicológico” y lo que llamamos “biológico”.
No existe posiblemente pensamiento o emoción alguna que no se acompañe de un cambio
biológico, al mismo tiempo las modificaciones orgánicas pueden tener sus concomitantes
psíquicos a nivel de fantasías, emociones, pensamientos, etc.
ww.psicoanalistaiyildiz.com/index.php/mis-libros/29-fundamentos-de-psicoligia-
dinamica-y-de-psicoanalisis
Una teoría psicosocial: Erik Erikson
Las teorías de Sigmund Freud han tenido una gran influencia sobre el estudio del
desarrollo. Freud reconoció la existencia de diferentes comportamientos humanos pero se
centró especialmente en el libido y el impulso de placer. Sus teorías sobre el
comportamiento inconscientes han influido en las teorías actuales de las emociones, la
motivación y el desarrollo de la personalidad. Freud divide la personalidad en tres
instancias: la “id” (instintiva), el ego (realista) y el súper-ego ( etico-moral). El ego
controla los impulsos peligrosos percibidos a través de varios mecanismos de defensa.
Mientras que Freud se centra en el estudio de la “id” (instintiva), Erikson (1963) se centra
básicamente en las implicaciones del ego en el desarrollo humano. Según Erikson, el
desarrollo humano sólo se puede entender en el contexto de la sociedad a la cual uno
pertenece y remarca la relación entre el ego y las fuerzas sociales que tienen algún tipo
de influencia sobre las personas en determinados momentos de la vida.
Erikson divide la vida en ocho etapas de desarrollo psicosocial. Cada etapa está
caracterizada por una crisis emocional con dos posibles soluciones, favorable o
desfavorable. La resolución de cada crisis determina el desarrollo posterior. Las cuatro
primeras etapas son especialmente importantes para nosotros porque se centran en los
niños pequeños.
Tabla 1- Las cuatro primeras etapas del desarrollo psicosocial según Erikson
Miedo, ansiedad y
sospecha. Carece de
Confianza básica vs. atenciòn fisica y
desconfianza (desde La confianza en el cuidador que se ha psicológica por parte del
el nacimiento a los convertido en “certeza interna y cuidador conduce a
18 meses) en predictibilidadexterna” conduce a la desconfiar de el entorno.
confianza del niño en el entorno.
Pédida de la autestima. La
Sensación de vales. Afirmaciòn de la sensación de control
Autonomía vs. duda, lección y la voluntad. El entorno favorece externo excesivo hace
(de los 18 meses a la independencia y estos el orgullo y la dudar de un mismo y de los
los 3 años) buena voluntad. otros.
La frustracíon repetida y el
Aprende el valor del trabajo, adquiere las fracaso conducen a una
Lavoriosidad vs. habilidades y las herramientas de sensación de no adecuación
inferioridad, (de los tecnología. La competencia ayuda a y de inferioridad que afecta
6 años a la pubertad) ordenar las cosas y a hacer las funcionar. a la visión de la vida.
Como resalto Pucketti Black (2000:85-86) “efectivamente, es mejor que los niños crezcan
creyendo que son individuos competentes y eficaces, que no sintiéndose inseguros y siendo
desconfiados (…). La capacidad de ver qué tareas son posibles y hacerlas y no tener que esperar
a obtener el permiso de otras personas, es mucho más productivo que el miedo al castigo, la
vergüenza o el fracaso tan intensos, que puede hacer que un niño deje que sean los otros,
quienes toman la iniciativa para hacer las cosas. Las ansias por conocer, por saber como se
hacen las cosas y hacerlas es más satisfactorio y tiene más éxito, que la sensación de
incompetencia, desgana y quizás rechazo a varias experiencias y nuevos conocimientos”.
Así pues, un objetivo importante de la educación prematura es favorecer el desarrollo de
personalidades sanas y valorar las primeras experiencias y relaciones de la vida de los
niños.
Las personas que no consiguen superar algunos de los conflictos desarrollarán una
sexualidad inmadura. Cada una de estas etapas marcará también el desarrollo de la
personalidad adulta.
El final de esta etapa estará marcado por el destete, donde el bebé pasará su centro de
placer al ano.
Aprender a controlar los esfínteres urinarios y rectal, será necesario para superar esta
etapa. La teoría psicoanalítica relaciona estos conceptos con los de autoridad y rebeldía.
Cuando el niño no desea aprender a controlar los esfínteres, dejándose llevar así por el
placer inmediato, será rebelde.
El control de esfínteres supondrá el final de la etapa y el niño alcanzará así, el autocontrol.
Estos complejos suponen que los niños en esta edad se “enamoran” del progenitor de
distinto sexo, desarrollando cierta competencia con el otro progenitor para conseguir la
mayor atención por parte de la persona amada.
Superar esta etapa supondrá que el niño sea capaz de reprimir ciertos deseos incestuosos
y que pueda identificarse con su padre.
El complejo de Electra
es la versión femenina del complejo de Edipo. En este caso, las niñas también se
enamoran primeramente de su madre. Pero las niñas descubren que ni ellas ni las madres
tienen pene, pero su padre sí. La interpretación que hacen las niñas de esto, es que su
madre la castigó sin tener pene, lo cual hará que comience a rivalizar con ella, y aumente
el amor por su padre.
El miedo a perder el amor de la madre debe ser superior a la ansiedad de castración (así
se llama en teoría psicoanalítica a la ansiedad que sienten las niñas cuando descubren que
no tienen pene). Si este miedo es mayor, la niña se acabará identificando con la madre y
se resolverá el conflicto.
La superación de esta etapa tiene que ver con la adquisición de valores morales que
provienen de la identificación con el progenitor del mismo sexo.
La teoría psicoanalítica dice que cuanta menos pulsión sexual se haya quedado fijada
en etapas anteriores, mejor se vivirá la vida sexual adulta.
suite101.net/article/etapas-psicosexuales-de-freud-desarrollo-de-la-sexualidad-
a64938#.VSRcw-HzLDc.
En el proceso analítico se van poniendo palabras (en el dibujo hay simbolización y, por
tanto, palabra). La experiencia es más rica que la palabra, el lenguaje limita, pero al
mismo tiempo revela la realidad. Para que acceda a la conciencia hay que nombrar lo
inconsciente. Por esto “hablemos aunque sepamos que no todo se va a poder expresar”.
Lo simbólico, la palabra, recorta pero recoge la realidad. El símbolo surge en ausencia
del objeto. El niño no diría mamá si la mamá estuviera siempre, pues el símbolo
reemplaza al objeto ausente, representándolo. Esto permite hacer un proceso
de elaboración, es decir, de simbolización: elaborar lo vivido nos permite digerirlo y
asimilarlo, no hace desaparecer el trauma pero nos ayuda a superarlo, a convivir con él y
a tolerarlo. Algunas patologías actuales están relacionadas con la imposibilidad de
simbolizar, no pudiendo elaborar la mala experiencia ni una nueva identidad,
produciéndose un pasaje al acto o actuación.
El análisis psicoanalítico no es un proceso en el cual se van revelando verdades sino
que, de la misma manera que para comprender una novela hay que llegar al final, en el
análisis no podemos concluir sobre un paciente hasta el fin del tratamiento. Aun así,
después de irse el paciente puede regresar. Nunca se agota el inconsciente. Por razones
prácticas, decía Freud, hay que dejar el tratamiento cuando se alivie el síntoma, pero
nunca se va a terminar la búsqueda.
EL SENTIDO DE LOS SÍNTOMAS
A partir del síntoma Freud elabora una teoría de la neurosis, una psicopatología de lo
que él denominó psiconeurosis.
Las neurosis son trastornos dimensionales. No podemos decir que haya personas
neuróticas y normales. La diferencia radica en el grado o nivel de neuroticismo. No se
trata de una diferencia cualitativa, sino cuantitativa, pues el desequilibrio o las
alteraciones no nos son ajenos a ninguno de nosotros. La diferencia entre normalidad y
patología radica en la intensidad, pues el contenido es el mismo: todos podemos
presentar algún grado de ansiedad y preocupación, de desánimo y tristeza, de fatiga,
miedos, pensamientos depresivos, obsesiones y compulsiones, etc.
Los síntomas son mensajes sobre algo que le ha pasado a la persona, una manifestación
de la vivencia del sujeto, mensajes cifrados que hay que traducir a palabras para poder
comprender. Los síntomas tienen una doble naturaleza: a primera vista, encubren la
verdad, pero a su vez son reveladores de la verdad. Están al servicio de proteger de la
angustia.
El síntoma es el primer fenómeno que Freud estudió como formación del inconsciente,
y en la situación analítica indagaba cuando éstos aparecieron por primera vez. Otras
formaciones del inconsciente son los sueños, los actos fallidos o lapsus. El síntoma,
igual que los sueños, tiene una cara manifiesta, por ejemplo el dolor, y una latente o
inconsciente que vamos desentrañando a través de las asociaciones. En esto vemos que
la psicología es dinámica, puesto que estudia los síntomas entendidos como
movimientos producidos por fuerzas opuestas, por el conflicto entre los deseos y las
exigencias del yo.
¿Cuál es el conflicto que está en juego en el síntoma?
Normalmente son los deseos eróticos o agresivos los que entran en conflicto. El
conflicto surge del choque entre nuestros deseos y nuestras exigencias sobre lo que
es bueno o malo. Freud se da cuenta de que muchas manifestaciones de angustia tienen
que ver con la represión sexual y la vida infantil. Uno de los casos de Freud fue una
chica que se enamoró de su cuñado viudo. Expresó que “no se podía mover en aquella
situación” y, de hecho, hizo una parálisis. La palabra permite hacer puentes de
palabras o pasajes de lo abstracto a lo concreto, de lo inconsciente a lo consciente, de
lo latente a lo manifiesto. Por ejemplo “meter la pata” puede significar literalmente
meterla en un hoyo o metafóricamente equivocarse, así uno puede sentir
inconscientemente que ha metido la pata en un asunto y al salir a la calle caerse,
pasando del sentido metafórico al real. Freud se da cuenta de que el síntoma no es
orgánico sino que tiene un mensaje psíquico. Si bien hay síntomas universales, no hay
un código universal para los síntomas. El síntoma tiene un significado individual. La
categorización psicopatológica pretende organizar los síntomas: los miedos en fobias y
los síntomas corporales tales como dolor de cabeza o mareos en histeria.
Los síntomas egosintónicos, a diferencia de los egodistónicos, son aquellos que no son
vividos para la persona como conflictivos.
SUEÑOS: los sueños son mensajes acerca de nosotros mismos. Freud analizaba sus
propios sueños. La función del sueño es proteger el dormir, El sueño es el guardián del
sueño. Según la teoría del sueño freudiana, los sueños son una realización o expresión
disfrazada de un deseo reprimido. A primera vista el sueño es indescifrable: se da un
retorno de lo reprimido con un disfraz. Si el disfraz falla y el deseo aparece muy
desnudo entonces aparece la angustia y nos despertamos. Por eso la teoría psicoanalítica
produjo rechazo, porque nombró una parte de nosotros que atenta contra la moral
racionalista e ilustrada.
Freud, al describir los modos de funcionamiento de los procesos inconscientes, alude a
los mecanismos de defensa de la condensación y del desplazamiento. Se pueden
apreciar dichos mecanismos tanto en la formación del síntoma como, en general, en las
diversas formaciones del inconsciente. Pero Freud los explica, inicialmente, para
fundamentar sus trabajos sobre el sueño en su obra La interpretación de los sueños.
desplazamiento: desplazar es trasladar la carga afectiva de una situación a otra o de un
objeto a otro, reemplazar un elemento que se considera inaceptable que forma parte del
conjunto por otro elemento considerado aceptable. El desplazamiento es una metonimia
y, por tanto, requiere una dimensión temporal horizontal.
condensación: una única representación representa a varias cadenas asociativas. En el
sueño, las imágenes condensadas son cadenas asociativas que aparecen de forma
superpuesta, son una unión de representaciones. Por ejemplo la suma de personajes en
uno solo. La condensación es una metáfora.
Acerca del significado de los sueños Freud dice que no es que se capture un elemento
del sueño con significado y ya está, sino que el sentido brota de la cadena asociativa. Es
como llegar a lo invisible o indecible siguiendo un cordón umbilical que se apoya sobre
lo desconocido.
También en los sueños, como en los síntomas, hay un contenido manifiesto, las
imágenes, y un contenido latente o afectivo. El proceso de elaboraciónpermite
transformar el contenido latente en manifiesto, hacer consciente lo inconsciente.
ACTOS FALLIDOS: los actos fallidos pueden ser acciones, gestos o palabras, tanto
escritas como habladas (lapsus). En el lapsus digo o escribo una cosa por otra. Ahí se ve
el conflicto entre lo que el yo oficial quiere decir y lo que dice el inconsciente. Son
actos fallidos desde el punto de vista de lo oficial, pero son verdaderos.
CHISTES: en ocasiones bromeamos sobre algo y luego el yo se disculpa diciendo que
era una broma, pero siempre se esconde alguna verdad en el chiste.
EL APARATO PSÍQUICO Y SU REPRESENTACIÓN METAPSICOLÓGICA:
TÓPICA, DINÁMICA ECONÓMICA Y ESTRUCTURAL
Metapsicología hace referencia a los fenómenos que están más allá de la conciencia o de
lo observable, al contrario de una psicología fenomenológica o descriptiva.
Psicosis: el psicótico siente que la realidad no le gusta y no la reconoce. Por ejemplo ante
una pared blanca el psicótico dice que es verde. En cambio el neurótico reconoce que la
pared es blanca pero quiere que sea verde.
Perversión: en el perverso el impulso es tan fuerte que nada lo para.
Drogodependencia: el drogadicto busca el placer inmediato.
Principio de realidad: luego del principio de placer, como proceso secundario,
aparece el principio de realidad. Es la búsqueda del placer desde los límites de la
realidad. Nos frustra momentáneamente pero nos permite darnos un tiempo, comparar y
encontrar lo más adecuado en cada situación. La frustración ayuda a discriminar fantasía
de realidad. En el psicótico el mundo real queda substituido por la alucinación, que
responde a un funcionamiento primario. Retomando el ejemplo del bebé, aparece el
principio de realidad cuando el bebé cesa de llorar (motriz) porque no sirve y deja de
alucinar el pecho (percepción) porque no sirve.
El inconsciente se rige por el principio de placer. En el principio de placer la energía es
libre. En el inconsciente la representación de lo vivido, la huella amnésica, no es
verbalizable. El preconsciente-consciente se rige por el principio de realidad, en el que la
energía está ligada. La representación preconsciente o consciente de lo vivido es a través
de la palabra.
Yo: el yo presenta una parte consciente y una inconsciente. Por ejemplo los mecanismos
de defensa del yo son inconscientes. Es el que lo tiene más difícil porque tiene que mediar
entre las normas del superyó y la pulsión del ello. El yo no es el amo de su casa, tiene que
servir a tres señores: al ello, al superyó y a la realidad.
Superyó: el yo se puede desdoblar y autocriticarse, incluso castigarse. A esta instancia
Freud la llamó superyó. El superyó también tiene una parte consciente y una parte
inconsciente. Es una instancia moral que hunde sus raíces en el ello. También puede estar
al servicio de las pulsiones, no siempre de la moral. Por ejemplo el censor de cine dice lo
que se puede y no se puede ver, pero él mismo lo está viendo y satisfaciendo así sus
deseos.
Ello: el ello es totalmente inconsciente. Por ejemplo, si el ello no quiere dar una clase y
el yo quiere podría aparecer una afonía. El síntoma de la afonía permite no dar la clase
sin culpa. Todos los impulsos, el de placer y el de displacer, salen del ello. El impulso
siempre tiende al placer.
Freud no nombró la unidad, el Yo superior o el sí mismo. Habló de personalidad psíquica
como organización de la totalidad.
La primera teoría de las pulsiones es del 1905. Como individuos y como cuerpos
llevamos una doble vida, la que atañe a lo individual, a la supervivencia y auto
conservación de lo individual, y la que atañe a las pulsiones sexuales que tienen que ver
con la supervivencia de la especie.
Las pulsiones de auto conservación son individuales, como por ejemplo la pulsión de
comer. Son pulsiones cíclicas que se sacian.
Las pulsiones sexuales (líbido en su aspecto psíquico) son de la especie, aunque por
ejemplo la auto erótica sería un recurso para practicar sexo prescindiendo de la finalidad
de procrear. Antes de Freud se pensaba que la sexualidad aparecía en la pubertad. Freud
dice que esto es negación, que la sexualidad aparece antes. Cuestiona también el que la
sexualidad sea sólo heterosexual y para la reproducción. Para Freud la sexualidad es más
amplia que la genitalidad y tiene que ver con cualquier placer corporal. La pulsión sexual
busca el placer, no busca, a priori, un objeto determinado. En la pulsión sexual la fuerza
y su presión no cesa nunca, el lívido no se sacia.
Zonas erógenas y fases del desarrollo libidinal: las zonas erógenas o de búsqueda del
placer por el placer mismo son fuentes de estimulación de la pulsión sexual. La pulsión
se dirige hacia un objeto con el que satisfacer la pulsión y aliviar la tensión. La finalidad
es lograr la descarga, lograr la satisfacción y evitar el displacer.
Boca: fase oral (0-1 año)
Esfínteres: fase anal (1-3 años)
Órganos genitales: fase fálica (3-6 años)
Órganos genitales: período de latencia (6-pubertad)
Órganos genitales: fase genital (pubertad-adultez)
SEGUNDA TEORÍA DE LAS PULSIONES: VIDA Y MUERTE
La búsqueda del placer no es el fin último. A veces hacemos cosas que no llevan al
placer. Freud lo nombra pulsión de muerte. Es una pulsión que lleva a eliminar toda
tensión, pero la ausencia de tensión es la muerte. El equilibrio se encuentra en una
tensión óptima, donde la pulsión ni sube ni baja mucho.
La pulsión de vida (eros): es la búsqueda de descargar tensiones. Puede ser destructiva,
como por ejemplo en el asesinato o el suicidio, o no.
La pulsión de muerte (thanatos): se rige por el principio de inercia. Es la tendencia a
llevar la tensión a cero, a un estado de no vida.
LOS DESTINOS DE LAS PULSIONES. EL PAPEL DE LA SUBLIMACIÓN
La pulsión puede tomar diferentes caminos pues se orienta en función de las huellas que
la biografía y la constelación familiar han dejado en el sujeto. Las pulsiones tomarán
uno u otro destino en función de, por ejemplo, el deseo o ausencia de deseo de los
padres de tener el hijo, la imagen de nosotros mismos construida a partir de la mirada de
la madre, el nombre que nos pongan, las alianzas familiares, los miembros de la familia,
etc.
DESTINOS DE LAS PULSIONES
Perversión: cuando una pulsión parcial no se controla aparece la perversión como
satisfacción de la pulsión sin obstáculos.
Represión: en la represión se expulsan los deseos del campo del consciente,
enterrándolos en el inconsciente. Así se generan síntomas neuróticos a través de los que
la pulsión reaparece disfrazada. La represión es el negativo de la perversión. Por ejemplo,
las madres de niños no deseados suelen ser sobreprotectoras, contrarrestando así su
agresividad a la vez que le hace daño al hijo. Una característica muy exagerada nos indica
lo contrario.
Sublimación: la sublimación es siempre exitosa. Tiende al placer, produce placer y una
satisfacción deserotizada. Es una forma de desplazamiento. Sublimar posibilita usar la
energía de origen infantil y sexual para un fin maduro y socialmente útil. Los ideales del
yo son el valor de la sublimación. En el proceso de sublimación se produce un cambio de
estado de la materia (energía) a algo más sutil y elevado.
EL PAPEL DE LA SUBLIMACIÓN.
La sublimación es un término descrito por Freud como uno de los destinos posibles de
la pulsión. Se trata de un proceso psíquico mediante el cual áreas de la actividad
humana que aparentemente no guardan relación con la sexualidad se transforman en
depositarias de energía libidinal (pulsional). El proceso consiste en un desvío hacia un
nuevo fin. Entre los ejemplos de Freud como nuevos destinos de la pulsión sexual está
lo artístico y lo intelectual: sublimar consistiría en mudar el fin pulsional hacia una
actividad desexualizada, intentando su realización, por ejemplo mediante tareas
creativas o de prestigio social: arte, religión, ciencia, política, tecnología.
Fuente: Seminario sobre conceptos fundamentales del psicoanálisis, a cargo de Silvia
Tubert, Doctora en psicología, psicoanalista, profesora de teoría psicoanalítica y autora,
entre otros, de Sigmund Freud, Fundamentos de la Teoría Psicoanalítica, Madrid, EDAF,
2000. El curso se impartió en el Centro Cor-endins de Palma de Mallorca, centro fundado
y dirigido por Susana Volosín, psicóloga, psicoterapeuta, miembro didacta de la
Asociación Española de Psicoterapia Psicoanalítica – AEPP, coautora de Diálogo sobre
lo corporal y artículos sobre su especialidad.