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Razón: Siento como tal que el presente juicio fue estudiado en relación por: Dr. Wilson
Andino Reinoso, JUEZ NACIONAL; Dra. Paulina Aguirre Suárez, JUEZA
NACIONAL; y, Dra. María Rosa Merchán Larrea, JUEZA NACIONAL.. Certifico.
Quito, a 3 de abril de 2014. Dra. Lucía Toledo Puebla, Secretaria Relatora.
1
Cueva Luis Carrión, La Casación en Materia Civil, 2da edición, Ediciones Cueva Carrión, Ecuador, 2011.
Pág.32.
2
Humberto Murcia Ballén, La Casación Civil, Editorial Temis, Bogotá, 1997, p. 604.
3
Guasp Jaime, Derecho Procesal Civil, T II , Madrid – Edición, 1977
QUINTO:- EXAMEN DEL CASO EN RELACIÓN A LA PRIMERA OBJECIÓN
PRESENTADA. 5.1. Corresponde examinar en orden lógico respecto del cargo por la
causal tercera que regula el artículo 3 de la Ley de Casación argumentada por el
recurrente, causal que procede por: “Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea
interpretación de los preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la prueba, siempre que hayan
conducido a una equivocada aplicación o a la no aplicación de normas de derecho en la sentencia o
auto”. Esta causal se refiere a las “incorrecciones, defectos e injusticias que el juez comete en el
momento de valorar la prueba, esta es la parte más delicada y técnica del proceso, puesto que en
torno a este acto gira la resolución final que adopta el juez. La valoración de la prueba constituye
el requisito sine que non de la sentencia o del auto que pronuncia el juez para concluir el proceso,
es la antesala del acto final exclusivo del juzgador; por lo tanto, entre la valoración dela prueba y
la resolución, hay una relación de dependencia de la valoración hacia la resolución, por lo que este
acto debe ser realizado con especial responsabilidad y con conocimientos tecno-jurídicos de muy
elevados quilates. Además por estas mismas razones, la ley protege a este acto de carácter
axiológico al propiciar la interposición del recurso de casación si el mismo no hubiere sido
realizado en la forma y bajo las condiciones establecidas por el Código de Procedimiento Civil.” 4
Y que, en la proposición de esta causal deben explicarse dos violaciones continuas: a.- La
transgresión de preceptos jurídicos aplicables a la valoración probatoria por cualquiera de
los tres supuestos antes mencionados (aplicación indebida, falta de aplicación o errónea
interpretación); y, b. La afectación de normas de derecho como consecuencia de la
primera infracción por equivocada aplicación o no aplicación de estas normas materiales
en la sentencia o auto. Por consiguiente, al demandar por esta causal incumbe a la parte
recurrente establecer: 1. Los preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la prueba
que pudiesen haber sido violentados; 2. El modo por el que se comete el vicio, esto es,
aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación; 3. Qué normas de
derecho han sido equivocadamente aplicadas o no aplicadas como consecuencia de la
trasgresión de preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la prueba; y, 4. Explicar y
demostrar, cómo la aplicación indebida, falta de aplicación o la errónea interpretación de
los preceptos jurídicos aplicables a dicha valoración probatoria han conducido a la
afectación de normas de derecho, ya por equivocada aplicación o por su falta de
aplicación.
4
Cueva Carrión, Luis, La Casación en Materia Civil, segunda edición, Ediciones Cueva Carrión, Ecuador,
2011. Págs. 277 y 278.
5.2. En el caso en resolución, el casacionista señala que no se han valorado
adecuadamente ciertas pruebas como la inspección judicial, las pruebas testimoniales, un
peritaje, la confesión judicial. En el numeral 5 de su escrito de casación señala que el
Tribunal Ad quem ha infringido los artículos 113, 115, 118 y 346 numeral 3 del Código de
Procedimiento Civil. El artículo 113 del Código Procesal Civil propiamente no es una
norma de valoración de la prueba, porque simplemente se refiere a la obligación del actor
de probar los hechos propuestos afirmativamente en el juicio, y que ha negado el reo; que
el demandado no está obligado a producir pruebas, si su contestación ha sido simple o
absolutamente negativa; que el reo deberá probar su negativa, si contiene afirmación
explícita o implícita sobre el hecho, el derecho o la calidad de la cosa litigada; por tanto,
no da una pauta al juez, de cómo él debe valorar la prueba, sino que se refiere a las partes
procesales y lo que ellas están obligadas a justificar los hechos propuestos. Razones por la
que no se considera la falta de aplicación de esta norma de derecho en la sentencia
recurrida.
El artículo 115 del Código de Procedimiento Civil dispone: “La prueba deberá ser apreciada
en conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica, sin perjuicio de las solemnidades
prescritas en la ley sustantiva para la exigencia o validez de ciertos casos”. Por tanto, esta
disposición legal contiene dos obligaciones para los juzgadores, la primera de valorar la
prueba en su conjunto de acuerdo a las reglas de la sana critica5, y la segunda, la de
expresar en la sentencia la valoración de todas las pruebas actuadas dentro del proceso.
Tal norma evidentemente se refiere al método de valoración probatoria, cuya infracción
procede acusarla con cargo a la causal tercera del artículo 3 de la Ley de Casación. En el
presente caso, el casacionista alega que no se ha apreciado los testimonios de Amado
Arturo Ibarra García, de Oscar Darwin Basurto Vinces, mediante los cuales se prueba
contundentemente el requisito de posesión. Así también señala que se ha motivado
erróneamente la sentencia cuando se señala que ha existido la historia de dominio que se
remonta a 1929. Sin embargo estos temas se refieren propiamente a la valoración de la
prueba.6 La valoración de la prueba es “una operación mental en virtud de la cual el juzgador
determina la fuerza de convicción, en conjunto, de los elementos de prueba aportados por las
5
La sana crítica “son, ante todo, las reglas del correcto entendimiento humano. En ellas interfieren las reglas
de la lógica, con la reglas de la experiencia del juez. Unas y otras contribuyen de igual manera a que el
magistrado pueda analizar la prueba (ya sea de testigos, de peritos, de inspección judicial, de confesión en los
casos en que no es lisa y llana) con arreglo a la sana razón y aun conocimiento experimental de las cosas”
Couture Eduardo, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, Montevideo – Buenos Aires, Pág. 221-222.
6
Art. 207 Código de Procedimiento Civil: “Los jueces y tribunales apreciarán la fuerza probatoria de las
declaraciones de los testigos conforme a las reglas de la sana crítica, teniendo en cuenta la razón de sus que
éstos hayan dado de sus dichos y las circunstancias que en ellos concurran”.
partes, para inferir si son ciertas o no las afirmaciones hechas tanto por el actor como por el
demandado, en la demanda y la contestación a la demanda, respectivamente. Esta operación
mental de valoración o apreciación de la prueba es potestad exclusiva de los jueces y tribunales de
instancia y deben hacerlo aplicando, como dice la ley, las reglas de la sana crítica, o sea aquellos
conocimientos que acumulados por la experiencia y que, en conformidad con los principios de la
lógica, le permiten al Juez considerar a ciertos hechos como probados. El Tribunal de Casación no
tiene atribuciones para hacer una nueva valoración de la prueba, sino únicamente para comprobar
si en la valoración de la prueba se han violado o no las normas de derecho concernientes a esa
valoración, y si tal violación ha conducido indirectamente a la violación de normas sustantivas en
la sentencia.” 7
Existe violación al artículo 115 del Código de Procedimiento Civil cuando se valora la
prueba en forma absurda, ilógica, contraria a las mínimas de experiencia del juez o las
reglas de la sana crítica, lo cual debe ser debidamente comprobado y motivado por el
casacionista, argumentos respecto a cómo ha valorado la prueba el Tribunal Ad quem no
es un asunto que concierte a este Tribunal de Casación, hacerlo significaría inmiscuirse en
las atribuciones de los jueces de instancia, lo cual está prohibido. Para que el Tribunal de
Casación case una sentencia por esta causal no basta señalar que se haya violado el
artículo 115 del Código de Procedimiento Civil, es necesario siempre que a su vez se
correlacione con otras normas de derecho respecto a la valoración de la prueba. Una vez
realizada esta operación, como resultado existirá a su vez violación indirecta de una
norma sustantiva, lo que tampoco ha sido señalada en el presente recurso por el
casacionista.
En relación al artículo 118 del Código de Procedimiento Civil, determina que los jueces
pueden ordenar de oficio las pruebas que sean necesarias para el esclarecimiento de la
verdad. El casacionista señala que los jueces han infringido esta norma, por cuanto
mediante escrito de 12 de septiembre de 2012, para esclarecer la verdad, solicitó copias
certificadas de la escritura pública celebrada entre los convivientes Williams Carlok Loor
Mera y Josefina Candelaria Chávez Cevallos.8 Este precepto no corresponde a una norma
de valoración de la prueba, es una norma que permite al juzgador ordenar pruebas fuera
de la etapa probatoria, corresponde a la voluntad del juzgador y no a la disposición de las
7
Resolución No. 83-99, de fecha 11 de febrero de 1999 publicada en R.O. 159 de fecha 30 de marzo 1999,
(Fallo de triple reiteración).
8
Véase foja 53 del cuaderno de segunda instancia
partes.
El artículo 346 del Código Procesal Civil establece que: “Son solemnidades sustanciales
comunes a todos los juicios e instancias: 3. Legitimidad de personería”. “Estar legitimado en la
causa significa tener derecho a exigir que se resuelva sobre las peticiones formuladas en la
demanda”. Por otro lado, la legitimación en el proceso “se refiere a la capacidad jurídica
procesal de las partes, que sí es un presupuesto procesal”10 La ilegitimidad de personería se
produce cuando actúa quien no tiene poder para hacerlo o cuando existe incapacidad
legal.
9
Echandía Devis, Estudios de Derecho Procesal, Tomo I, Editorial ABC, Bogotá – Colombia, 1979, Pág.
271.
10
Devis Echandía, Teoría General del Proceso, Editorial Universidad, Buenos Aires – Argentina, Pág. 257.
casacionista ha ejercido plenamente sus derechos.11 En definitiva no existe arbitrariedad al
momento de la valoración de la prueba por el Tribunal Ad quem. Por las consideraciones
expuestas se rechaza el cargo formulado.
11
Art. 169.- El sistema procesal es un medio para la realización de la justicia. Las normas procesales
consagrarán los principios de simplificación, uniformidad, eficacia, inmediación, celeridad y economía
procesal, y harán efectivas las garantías del debido proceso. No se sacrificará la justicia por la sola omisión de
formalidades.
12
Cabanellas Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Editorial Heliasta, Pág. 115.
posesión para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela.13 De lo que se
desprende que existen requisitos fundamentales a efecto de que opere esta acción
reivindicatoria, los mismos que son: a) Que el actor tenga el derecho de propiedad sobre
el bien reclamado; b) Que la cosa objeto de la reivindicación sea singular, es decir se
encuentre en especie; y, c) Que la posesión del bien reclamado esté a cargo de quien no es
titular del derecho. El artículo 934 del citado Código se refiere a las cosas que pueden
reivindicarse siendo estas las cosas corporales, raíces y muebles.
En el caso que nos ocupa, consta en el certificado del Registro de la Propiedad que la
dueña del bien inmueble materia de la Litis es la señora Josefina Candelaria Chávez
Cevallos, por lo tanto la titularidad del derecho de reivindicación se ha establecido
efectivamente a favor de la actora. Se reputa dueño quien consta como tal en el
Certificado del Registro de la Propiedad que corresponda, las escrituras públicas que
pudieran existir surten efecto una vez que se hallen inscritos en el Registro de la
Propiedad. La singularización del bien también ha sido establecida.14 La ex Corte
Suprema y esta Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de Justicia ha señalado
que el error que pueda existir en la demanda respecto a los linderos puede ser corregido
mediante la diligencia de Inspección Judicial15
que corresponde, siempre que se ajuste a la realidad histórica del bien que se pretenda sea
reivindicado.
13
Art. 953 del Código Civil: “La reivindicación o acción de dominio, es la que tiene el dueño de una cosa
singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituirla”.
14
El recurrente manifiesta que no existe relación de los linderos constantes en la demanda y lo que establecido
en el informe de la inspección judicial, por ello alega que el Tribunal Ad quem ha valorado erróneamente la
prueba, en la resolución al manifestar en el considerando QUINTO: “por los centímetros que le falta a uno
de los linderos ya la Sala respectiva de la Corte de Justicia ha establecido que por una mínima diferencia no
se puede indefensionar en cuanto a la singularización”. En la demanda (fojas 17 del proceso de primera
instancia) consta como descripción un lote de terreno ubicado en la Parroquia y Cantón Portoviejo,
comprendido entre los siguientes linderos y medidas: “POR EL FRENTE.- Calle Pública sin nombre con trece
metros treinta centímetros., POR ATRÁS.- Con Pedro Pablo Intriago, con trece metros noventa centímetros.,
POR EL COSTADO DERECHO.- Con Adrián Macías con diecisiete metros cincuenta centímetros., POR EL
COSTADO IZQUIERDO.- Calle sin nombre ancho de vía diez metros con diecisiete metros cincuenta
centímetros con un área total de doscientos treinta y ocho metros cuadrados, signada con la clave catastral No.
030305224 predio urbano”. En el informe de Inspección Judicial constante a fojas 184 a del proceso consta en
la parte respectiva: “1.- UBICACIÓN: El terreno materia del presente litigio, está situado próximo a la
ciudadela “San Francisco” jurisdicción de la Parroquia urbana “Andrés de Vera” del cantón Portoviejo.
Circunscrito con las siguientes medidas y linderos: Por el frente: lindera con la calle pública sin nombre; con
una longitud de 13,23 metros. Por atrás: lidera con propiedad de Pedro Pablo Intriago; con una longitud de
13,92 metros. Por el costado derecho: lidera con propiedad de Adrián Macías; con una longitud de 17,50
metros. Y, por el costado izquierdo: lindera con calle pública sin nombre; con una longitud de 17,56 metros.
15
Art. 242 Código de Procedimiento Civil: Inspección judicial es el examen o reconocimiento que el juez hace
de la cosa litigiosa o controvertida, para juzgar de su estado y circunstancia”.
Una vez realizada estas puntualizaciones se indica que el casacionista no puede realizar
bajo esta causal ningún tipo de consideraciones respecto de los hechos16, lo que quiere
decir que no existe ningún tipo de análisis probatorio, pues se entiende bajo esta causal
que las conclusiones probatorias son las correctas17, lo que no es correcto es la aplicación
de la norma sustantiva en estas conclusiones. “La subsunción no es sino el encadenamiento
lógico de una situación fáctica específica, concreta en la previsión abstracta, genérica o hipotético
contenido en la norma”18
16
Resolución 192 de 24 de marzo de 1999, juicio
17
Al invocar la causal primera el recurrente está reconociendo que el tribunal de instancia acertó en las
conclusiones sobre los hechos contenidos en las pruebas. En cambio, cuando se acusa a la sentencia por la
causal tercera, se está desconociendo o discrepando sobre las conclusiones de los hechos. En virtud, no es
conducente que se acuse a la sentencia, de hallarse afectada de la violación prevista en la causal primera y,
simultáneamente, acusarse por los mismos motivos por la causal tercera, porque existiría contradicción. No se
puede estar de acuerdo con las conclusiones sobre los hechos a que ha arribado el tribunal ad quem y, al
mismo tiempo, manifestar su desacuerdo”. (Resolución No. 110 de 1 de junio de 2002, juicio No. 329-01
(Giraldo vs. Alarcón) R.O. 630 de 31 de febrero de 2002).
18
Resolución No. 323 de 31 de agosto de 2000, juicio No. 89-99, R.O. 201 de 10 de noviembre de 2000.
Lo que comunico a usted, para los fines de ley.
VISTOS: En atención al escrito presentado por el demandado Carlos Marlon López Medina, en
que solicita la ampliación y la aclaración de la sentencia dictada el 3 de abril de 2014, las 15h00, y
una vez cumplido el traslado ordenado, al efecto, este Tribunal considera:
PRIMERO: El artículo 281 del Código de Procedimiento Civil establece que: “El juez que dictó
sentencia, no puede revocarla ni alterar su sentido en ningún caso; pero podrá aclararla o
ampliarla, si alguna de las partes lo solicitare dentro de tres días.” El artículo 282 del Código
de Procedimiento Civil determina que: “La aclaración tendrá lugar si la sentencia fuere
obscura; y la ampliación, cuando no se hubiere resuelto alguno de los puntos controvertidos, o se
hubiere omitido decidir sobre frutos, intereses o costas…”.
Por otro lado, también señala el casacionista, “que no se ha probado el primer requisito
de la reivindicación, por cuanto no tiene poder para comparecer como dueña, existiendo
incapacidad legal”. En la resolución dictada por este Tribunal, claramente se explica en
la página 7 sobre la ilegitimidad de personería y la legitimación de la causa. Recalcando
que este tipo de alegaciones no se las puede realizar invocando la causal tercera. Se le
debe recordar al accionado que el único documento que demuestra la propiedad de un
bien inmueble es el Certificado del Registro de la Propiedad.
19
Son aquellas medidas previas al proceso tendientes a asegurar las pretensiones del actor. Art. 64 Código de
Procedimiento Civil: “Todo juicio principia por demanda; pero podrán preceder a ésta los siguientes actos
preparatorios: 1.- Confesión judicial; 2.- Exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción; 3.-
Exhibición y reconocimiento de documentos; 4.- Información sumaria o de nudo hecho, en los juicios de
posesión efectiva, apertura de testamentos y en los demás expresamente determinados por ley; y, 5.-
Inspección judicial.
20
Andrade Ubidia Santiago, La Casación Civil en el Ecuador, Andrade & Asociados Fondo Editorial, Quito,
2005, pág. 150.
guardián al cual por el cumplimiento estricto de los preceptos legales con miras a una justicia
igualitaria y auténtica...” (G.J.S XVI No 3 pág. 669).