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De la ligereza. Hacia una civilización de lo ligero.

Gilles Lipovetsky
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Taller de Producción/Investigación (Pintura) III Daniel Toscano Simbrón

Para Gilles Lipovetsky la sociedad atraviesa un umbral donde tiende a la ligereza. Todo en la sociedad actual
está marcado por un halo de levedad, volubilidad, inestabilidad, inconstancia, fugacidad, e irreflexión. Los
aspectos de la vida humana se han adaptado a este espíritu de la época, desde los hábitos de consumo, la
tecnología, la economía, la concepción del cuerpo y la sexualidad, la moda, las relaciones humanas y, por
supuesto, el arte.
El concepto de lo ligero en arte no es nuevo, desde la antigüedad el arte ha tenido un papel fundamental en
la forma en que concebimos y representamos el mundo, en este sentido, el arte nos da la posibilidad de
recrear la realidad vaciándola de ciertas características. El arte aligera la realidad, no nos la muestra con toda
su carga, así enfatiza matices que de otro modo no nos serian revelados.
En principio el arte en su concepción tiene un componente ligero con respecto a su fuente, la realidad, su
desarrollo histórico lo ha ido nutriendo de sistemas de significación que lo han ido complejizando y dotado
de una estructura codificada, la tradición ancla a las disciplinas artísticas. Hablando de la pintura, en su misma
concepción se advierte el aire de lo ligero, el engaño que supone la representación nos muestra solo la impresión
del motivo, de la realidad desprovista de su densidad; el plano bidimensional engloba y enmarca lo real, lo
limpia y enfoca. En cierto sentido nos provee otra realidad liberada de su densidad, como una imagen onírica
dentro de la realidad tangible.
Como menciona Lipovetsky, lo ligero como tema y búsqueda dentro de la pintura ha estado presente desde
su concepción cada época ha impreso en la pintura su definición de lo ligero. Quizá la búsqueda dentro de
lo formal de la ligereza en la pintura entra hasta el impresionismo en su afán de captar la fugacidad del
momento a través de los efectos de la luz, si bien participa de toda una estructura semántica de la pintura y
del formalismo de su práctica hay una necesidad de volver los temas y la misma representación en algo más
ligero y lejano del peso de los temas históricos, mitológicos y sacros. La vida bohemia, ligera, se propone
como tema y la pintura comienza a generar problemas dentro de sí misma. Las vanguardias hacen de estas
problemáticas su finalidad y la pintura genera así un plano totalmente lejano de lo tangible; la abstracción
marca el inicio de una pintura ligera dirigida a pensar la experiencia, desmarcada de la totalmente de la
realidad, aunque participe de problemas formales propios de la pintura. En ese sentido, el expresionismo
abstracto propone una pintura aún más ligera, el problema pictórico se reduce a la gestualidad del acto
pictórico y se dirige directamente al plano sensorial, ya no hay que pensar en el mensaje pues no lo hay, solo
hay que sentir.
En la pintura, como en el arte contemporáneo el clima de lo ligero se ha enraizado. La sociedad actual
acostumbrada a ritmos vertiginosos, a la eficiencia y al deleite directo propone también un arte con esas
características. Los medios encumbran manifestaciones que sean directas y efectistas, ya no hay tiempo para
razonar mensajes complejos como en el renacimiento o en el barroco, lo que se busca es que la obra se
muestre de manera directa y violenta, no hay tiempo para los grandes discursos y ni los sistemas complejos
de comunicación, prevalece una lógica de comunicación rápida y simplona, directa, como los memes o los
mensajes en 120 caracteres de twitter. La ocurrencia ha sido elevada a un plano de genialidad, es así como se
puede explicar una caja de zapatos vacía o instalación de puntos de colores cubriendo una sala de
exposiciones. Eso explica el auge actual del posminimalismo y lo que podría tildarse de neoexpresionismo
abstracto. Pinturas en donde se pone de relieve su carácter de imagen ligera, como publicidad, directa y con
un mensaje diluido o carente de él. La pintura parece cómoda con esa dirección.
Pero hay algo sugerente dentro de esta nueva concepción del arte y es el regreso a una sensibilidad pura del
acto estético; el peso de la historia y el desarrollo de las disciplinas dotaron a las artes de un ancla con la
tradición y la academia. En lo formal, la ligereza ha permitido buscar nuevos derroteros dentro de la pintura,
romper con la figuración permitió el desarrollo de nuevos problemas pictóricos. Ante la pesadez del objeto
artístico se alzó el discurso, ligero como las palabras llego a enraizarse dentro de la práctica artística hasta que
ahora toma mayor relevancia. Ahora lo ligero nos hace prescindir de ambos, de objeto y de discurso en
búsqueda de las sensaciones puras.
El arte como todo producto cultural es reflejo de la sociedad y de la época que lo crea. En nuestro caso esta
permeado por el clima de la ligereza; las obras responden directamente a necesidades de los creadores y del
público, y en este sentido lo ligero del arte, y de otros aspectos de la vida, son válidos y necesarios dentro de
la dinámica social. Aunque eso no significa que debamos ceñirnos a esos parámetros y adoptar modos
irreflexivos de producción.

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