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TRABAJO DE FILOSOFIA

RENE DE DESCARTES:
Marco histórico
El siglo XVII es un período de crisis en Europa, crisis social, política y religiosa. A nivel político hay
que destacar: La consolidación de los estados modernos en Europa, sus afanes imperialistas con
sus expansiones en el nuevo continente americano y la lucha por la hegemonía entre Francia,
España, Holanda e Inglaterra, que provocaron grandes enfrentamientos entre ellos. Algunos de
ellos parejos o ligados íntimamente a las guerras religiosas que azotan Europa. Una buena parte
de la vida de Descartes coincide con la Guerra de los 30 años (1618-1648) entre los estados
católicos, principalmente la Corona española, y protestantes del imperio alemán al que se
añadieron otros países europeos como Suecia, Francia, Bohemia…. Esta guerra concluye con la Paz
de Westfalia (1648), pero dejo muchas heridas abiertas. La brutalidad de esta guerra (masacres en
aldeas y ciudades, hambre, epidemias, odio religioso y político...) golpea la conciencia de algunos
intelectuales, que se preguntan cómo ciudadanos europeos, supuestamente civilizados, pueden
mostrar tanta falta de racionalidad. El intento de alcanzar una ética racional, válida para todos, por
encima de sentimientos religiosos, se perfila como una de las tareas más difíciles. El proyecto
cartesiano está presidido por esta idea, aunque Descartes morirá antes de trazar una ética
racional. Francia, al igual que el resto de las grandes naciones europeas de la época, se organiza
como una Monarquía Absoluta, que llegará a su apogeo con Luís XIV y la identificación entre el
monarca y el estado. el Renacimiento se presenta como un acto de negación; es la ruptura con el
pasado, es la crítica implacable de las creencias sobre las que la humanidad venía viviendo. Pero
esa negación borró de un plumazo las sólidas creencias arraigadas en la mentalidad humana de la
época. Sólo provocó una enorme crisis, una desorientación que hace que Descartes rompa
literalmente con el pasado, provocó un cambio de mentalidad en contraste con toda la Edad
Media. Es una época de grandes novedades, cuyo tono general es pesimista que contribuyó en
gran medida la confrontación teológica entre católicos y protestantes y en la que Descartes
participó. Otro rasgo cultural interesante de esta época es la invención y desarrollo de la imprenta
lo que permite, entre otras cosas, que el ámbito de la cultura salga fuera de los círculos
eclesiásticos (Monasterios, catedrales) haciéndose accesible a personas ajenas a la religión. De ahí
también que el latín comience a no ser la lengua culta en exclusiva y se publiquen muchos libros
en las lenguas nacionales. También influyeron el descubrimiento del nuevo continente y su
influencia en la concepción de la Tierra, la nueva concepción del sistema solar, la admiración por el
arte, la vida y la filosofía de los antiguos. Descartes inaugura la actitud filosófica que, en su raíz
recibe el nombre de Idealismo. Y desde entonces domina sobre todo el pensamiento moderno. El
impulso y la dirección dados por Descartes a la filosofía llenan tres siglos de pensar humano.
TEORIA DEL PENSAMIENTO:
Para Descartes existe un único saber. Las distintas ciencias y conocimientos
no son más que expresiones parciales de ese único saber. El saber es uno,
pero se despliega en distintas ciencias. La unidad del saber permite a
Descartes considerar que ciencias como la Matemática o la Física son saberes
con la misma naturaleza que la Filosofía. Y, por tanto, si las ciencias
progresan en el conocimiento, la Filosofía también lo puede hacer.
El saber es único porque la Razón, facultad que posibilita el saber, es, a su
vez, única. En consecuencia, concluye Descartes, si hay un único saber y una
única razón bastará, un único método para enseñarnos a usar correctamente
la Razón y alcanzar el conocimiento en el cualquier ámbito. El mismo método
debe valer para estudiar todas las diferentes manifestaciones del saber:
Matemáticas, Física, Filosofía, etc.
Para encontrar el método que dirija correctamente nuestra razón debemos
primero, piensa Descartes, conocerla (del mismo modo que si queremos
escribir las instrucciones de uso de un electrodoméstico, primero es
necesario que conozcamos los elementos que lo componen y su
funcionamiento).
En el estudio que realiza Descartes para conocer la estructura y
funcionamiento de la razón cree descubrir que nuestra razón tiene dos
modos de conocimiento.
El primero sería la Intuición. La define como una “luz o instinto natural” que
tiene por objeto naturalezas simples. El conocimiento que nos ofrece la
intuición es la captación de conceptos simples, que aparecen en nuestra
misma razón (no vienen del exterior), y de cuya verdad no tenemos ninguna
duda. Todo nuestro conocimiento nace y se extiende posteriormente desde
estas primeras ideas simples (axiomas) captadas por la intuición.
La expansión del conocimiento es posible gracias al segundo modo de
conocer que posee la razón: la Deducción. La deducción “juega”, combina,
encuentra conexiones entre los conceptos simples y nos permite extraer de
ellos nuevos conocimientos.
Descartes una vez que ha estudiado y conoce la estructura y la dinámica
interna de nuestra razón, está ya capacitado para formular el Método. No se
trata de un método arbitrario, sino que será reflejo de la naturaleza de la
razón que ha descubierto en el análisis antes realizado.

PENSAMIENTO FILOSOFICO:
La “duda metódica” nos acerca a la verdad: “Para investigar la verdad es preciso
dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas”.
A Descartes se le conoce por ser un filósofo-matemático. El quiere encontrar la
verdad de la vida y se da cuenta de que la información que nos llega a través de
los sentidos
no es muy fiable porque es muy subjetiva. Esto le preocupa mucho porque le
impide llegar al conocimiento científico basado en datos y evidencias
demostrables. Es un filósofo-científico que quiere encontrar un método objetivo
que le permita saber y profundizar en el conocimiento. Ese método tiene que
basarse en una “duda metódica”, en ir resolviendo las dudas más fáciles hasta
llegar a las más difíciles de comprobar (“Divide las dificultades que examinas en
tantas partes como sea posible para su mejor solución”) : hay que dudar para
buscar y encontrar la verdad. Considera las Matemáticas como un instrumento
fundamental para avanzar en el conocimiento de la verdad porque son exactas y
no dependen de los sentidos, sino del razonamiento lógico del ser humano (“La
matemática es la ciencia del orden y la medida, de bellas cadenas de
razonamientos, todos sencillos y fáciles”). Descartes defiende este pensamiento
racional como la manera de llegar a la verdad (“Pienso, luego existo”).
Desde mi punto de vista, Descartes rechaza las creencias porque no tienen una
base científica. El prefiere el conocimiento ordenado y objetivo propio de la Física,
la Química, la Biología, etc.. Desconfía de quienes defienden verdades no
demostrables que exigen creerlas por que sí o por quien las dice. Esta forma de
pensar y de ser puede llevar a un escepticismo en la vida porque sólo aceptamos
como verdad lo que es demostrable y podemos entender objetivamente con
nuestro cerebro. Y aquí podríamos tener problemas para comprender, por
ejemplo, las religiones, la espiritualidad, el arte, la literatura, los sentimientos y las
emociones de las personas. Es decir, que la búsqueda de la verdad de nuestra
vida no está sólo en el conocimiento intelectual. También hay otras facetas
importantes y menos racionales de las personas y de la vida, que no se pueden
conocer sólo con el método objetivo de Descartes, porque no se pueden estudiar
con razonamientos matemáticos.

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