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Centro de Estudios Universitarios

Vizcaya de las Américas


Informática Jurídica

“Ensayo sobre la viabilidad de llevar un procedimiento abreviado


una vez dictado el auto de apertura a juicio oral”

Docente: Lic. Luis Armando Rey Ponce.


Alumno:
Sistema sabatino

Cd. Delicias, Chih., a 09 de Junio del 2018


Viabilidad de llevar un procedimiento abreviado una vez dictado el auto de apertura a juicio
oral.

Antes de entrar al fondo del asunto primero debemos definir que es un procedimiento
abreviado, por lo que tomaré la definición del artículo 185 del Código nacional de
procedimientos penales, el cual a la letra dice: “El procedimiento abreviado será
considerado una forma de terminación anticipada del proceso”; proceso que según el
artículo 201 del mismo ordenamiento será llevado por un juez de control, y que entre sus
condiciones se tiene se puede llevar a cabo después de que se dicte el auto de vinculación a
proceso y hasta antes de la emisión del auto de apertura a juicio oral de conformidad con el
art, 202 del mismo código.

Ahora bien este proceso es un derecho según lo dispuesto en el Artículo 17, párrafos II y IV
constitucionales, los cuales a la letra dicen: “Toda persona tiene derecho a que se le
administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y
términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas
judiciales.” Y “Las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de controversias.
En la materia penal regularán su aplicación, asegurarán la reparación del daño y
establecerán los casos en los que se requerirá supervisión judicial.”

Derivado de lo anterior un acusado tiene derecho de que se administre justicia, y una


víctima u ofendido tiene el derecho de que le sea reparado el daño por el agresor; el aplicar
un procedimiento abreviado no supone de forma alguna que se despenalizará el acto
delictivo cometido por el acusado o que este se evadirá de la acción de la justicia, sino que
al levare dicho procedimiento la procuración y administración de justicia se llevarán de
forma pronta y expedita, así mismo que esto representa un beneficio para el acusado, el
cual consiste en una disminución de la pena privativa de libertad.

No se debe dejar de lado las reformas a los artículos 16, 17 y 73 constitucionales,


publicados en el D.O.F en viernes 15 de septiembre de 2015, en donde se adiciona un
párrafo el cual a letra dice: “siempre que no se afecte la igualdad entre las partes, el debido
proceso u otros derechos en los juicios o procedimientos seguidos en forma de juicios, las
autoridades deberán privilegiar del conflicto sobre los formalismos procedimentales”.

Atendiendo a que el enjuiciar y sentenciar a un acusado tiene como objeto de esto la


generación de conciencia sobre las acciones delictivas realizadas por una persona, para
lograr una rehabilitación y lograr después de estas una reinserción a la sociedad de la una
persona útil y productiva, respetuosa de la ley, y al mismo tiempo brindar justicia a la o las
víctimas o sus ofendidos, sobre los cuales haya recaído una conducta antisocial, así es que
tal procedimiento judicial no tiene, ni nunca ha tenido el fin de vengar a nombre de alguien
una o más acciones cometidas en su perjuicio.
Por lo que en virtud de lo anterior resultaría lógico, congruente y funcional que se le
permita a un acusado optar por el procedimiento abreviado ya que pone fin a una
controversia, otorga un beneficio a su aplicante, reduce tiempo y esfuerzo físico y
emocional de los involucrados, además de su reducción de costos en términos financieros.

Anexo a lo anterior también se debe señalar que la Corte interamericana de derechos


humanos ha establecido que los jueces como rectores del proceso, tienen el deber de dirigir
y encausar el procedimiento judicial con el fin de no sacrificar la justicia en pro del
formalismo, resolución derivada del caso Gutiérrez y familia vs Argentina en 2013.

Ahora bien con respecto a quién es competente para llevar dicho procedimiento entre el
Juez de control y el Juez de juicio oral, pues bien, habrá que remitirse a las funciones de
cada uno y a la naturaleza del procedimiento; el artículo 201 de CNPP establece entre otras
cosas que:

1.- Que la víctima u ofendido no presente oposición.

2.- Que el imputado Reconozca expresamente renuncie al juicio oral, y consienta la


aplicación del procedimiento abreviado, así mismo que admita su responsabilidad por el
delito que se le imputa.

Así es que mientras que mientras que un juez de juicio oral atiende las situaciones donde no
existe una disonancia de criterios y no hay una controversia, el juez de juicio oral atiende
los procedimientos en los cuales existe una controversia; por lo que de forma coherente
podemos decir que el Juez de control sería el adecuado puesto que en el procedimiento
abreviado no hay controversia y se le faculta de inicio en el Código nacional de
procedimientos penales.

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