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GL-6101
GEOLOGIA DE CAMPO II
PROFESORES
Dr. César Arriagada O.
Dr. Gabriel Vargas E.
AUXILIARES
José González A.
Iván Gómez S.
Matías Peña G.
Ángelo Villalobos
AYUDANTES
Sebastián Bascuñán H.
SANTIAGO DE CHILE
2015
Resumen
La Cordillera de los Andes entre los 33-34°S se caracteriza por la presencia de la Faja
Plegada y Corrida del Aconcagua, la cual constituye una zona de deformación activa y
compleja que ha sido estudiada por diversos autores. El presente trabajo presenta los
principales resultados e interpretaciones obtenidas a partir del curso de trabajo de Campo II,
para la zona más oriental del río Yeso, en la Región Metropolitana. A través de las
mediciones y observaciones en terreno se caracterizaron las unidades del área de estudio,
estableciendo sus relaciones de contacto y geometría, con lo cual se planteó un modelo
evolutivo que diera explicación a lo anterior. Así, se determinó que en la zona predomina la
deformación de escama delgada caracterizada por la repetición de secuencias
estratigráficas (Fms. Río Colina, Río Damas, Lo Valdés y Colimapu), las que se habrían
depositado en períodos extensivos de deformación durante el ciclo Andino. Las principales
fallas observadas en terreno son la Falla El Diablo, Salinillas, Vacas Muertas, El Yeso y
Colimapu, todas de carácter inverso y, en el caso de las tres primeras, vergencia E.
Asociado a ellas se encuentran depósitos de yeso, en donde se producen los niveles de
despegue que permiten la deformación.
Abstract
The Andean range between the 33-34°S is characterized by the presence of the Aconcagua
fold and thrust belt, which constitutes an active and complex deformation zone that has been
studied by many authors. This work presents the main results and interpretations obtained
from the course of Field Geology II for the eastern zone of the river Yeso, Region
Metropolitana. Unities in the study area were characterized through measuring and
observation in the field, establishing their contact relationships and geometry, wherewith an
evolution model was proposed to give explanation to the above mentioned. Thus, it was
determined that thin-skinned deformation characterized by the repetition of stratigraphic
sequences (Rio Colina, Rio Damas, Lo Valdes and Colimapu Formations) is predominant in
the area, which would have been deposited in periods of extensive deformation during the
Andean cycle. The main observed faults are the El Diablo, Salinillas, Vacas Muertas, El
Yeso and Colimapu faults, all of them being inverse faults and the first three east-vergent.
Gypsum deposits are associated with these faults, where detachment levels that allow
deformation are produced.
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Contenidos
Resumen 2
Abstract 2
Contenidos 3
1 Introducción 6
1.1 Presentación del estudio 6
1.2 Ubicación y accesos 6
1.3 Clima y vegetación 7
1.4 Objetivos 9
1.4.1 Objetivo general: 9
1.4.2 Objetivos específicos 9
1.5 Metodología 9
1.6 Resultados esperados 10
2 Contexto geológico y geomorfológico regional 11
2.1 Trabajos previos y antecedentes históricos 11
2.2 Unidades morfotectónicas regionales 12
2.3 Litoestratigrafía y cronoestratigrafía 15
2.3.1 Unidades Sedimentarias 15
2.3.2 Unidades Volcánicas 17
2.3.3 Unidades Intrusivas 19
2.3.4 Depósitos no-consolidados 20
2.4 Estructuras y tectónica 23
2.4.1 Estructuras 23
2.4.2 Marco Tectónico 25
2.5 Hidrografía y paleoclima 26
2.5.1 Hidrografía 26
2.5.2 Paleoclima 27
3 Resultados 29
3.1 Estratigrafía 29
3.1.1 Descripciones litológicas 29
3.1.2 Localidades tipo 40
3.1.3 Columnas 40
3.1.4 Cronoestratigrafía 43
3.2 Estructuras 45
3.2.1 Estructuras Cuenca Abanico (CA) 46
3.2.2 Estructuras Dominio FPCA1 47
3
3.2.3 Estructuras Dominio FPCA2 49
3.2.4 Perfiles esquemáticos 51
3.3 Geomorfología 54
3.3.1 Sistema glacial 54
3.3.2 Sistema fluvial 58
3.3.3 Remociones en masa 60
3.3.4 Sinkholes 62
3.4 Geología económica 63
3.4.1 Yeso 63
3.4.2 Elementos Metálicos 64
3.5 Peligro y Geológico 65
3.5.1 Peligro Geológico 65
3.5.2 Riesgo Geológico 66
4 Discusión 68
4.1 Aspectos generales 68
4.2 Limitaciones 68
4.3 Unidades 69
4.3.1 Formación Río Colina 69
4.3.2 Formación Río Damas 69
4.3.3 Formación Lo Valdés 70
4.3.4 Formación Colimapu 71
4.3.5 Formación Abanico 71
4.3.6 Unidades Intrusivas 71
4.4 Modelo Evolutivo 72
4.4.1 Evolución tectónica de la zona 72
4.4.2 Discusiones e Interpretaciones 77
4.5 Evolución Geomorfológica 79
4.6 Geología Económica 80
4.7 Avances respecto a trabajos previos 81
5 Conclusiones 83
6 Referencias 85
7 Anexos 88
7.1 Tabla de ubicación y descripción de muestras 88
7.2 Columnas estratigráficas 95
7.3 Bioestratigrafía 101
7.3.1 Formación Río Colina 101
4
7.3.2 Formación Lo Valdés 102
7.4 Modelo de Evolución Tectónica 105
7.5 Mapa 1:25.000 106
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1 Introducción
Este trabajo se enmarca en el curso de Geología de Campo II, el cual consiste en el mapeo
geológico del sector del Río Yeso y Termas del Plomo, en la cordillera de Los Andes
(Región Metropolitana de Santiago).
El cuadrante estudiado (ver Figura 1.2-A) tiene como límites las siguientes coordenadas
UTM (Datum WGS84, huso 19 S):
Vértice NW: 398000 m E, 6290000m S
Vértice NE: 420000 m E, 6290000 m S
Vértice SW: 398000 m E, 6275000 m S
Vértice SE: 420000 m E, 6275000 m S
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Para llegar al área de estudio, se debe pasar las Vizcachas para acceder a la calle Camino
al Volcán pasando por San José de Maipo (33 km al SE de Santiago). Desde ahí, se debe
continuar por Camino al Volcán hasta la localidad de El Romeral, donde existe un desvío
hacia el Norte, por la ruta Camino Embalse El Yeso. Se continúa por esa ruta que bordea el
río Yeso, por aproximadamente 30 km, hasta llegar al embalse el Yeso, donde se debe
continuar hacia el Este por el camino G-455 por unos 25 km hasta las Termas del Plomo.
Figura 1.2-B - Vías de acceso a la zona de estudio. En amarillo se resalta la ruta de acceso, el
recuadro rojo muestra la zona de estudio y el punto rojo indica el campamento. (Fuente:
www.cajondelmaipo.com).
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de mayo y agosto, cuando la temperatura promedio del mes más cálido es cercana a 0°C.
La precipitación media anual es cercana a los 600 mm (Tabla 1.3-A), de la que cerca del
60% son sólidas.
El espejo de agua del embalse El Yeso actúa como regulador térmico de la isoterma 0°C,
notándose recién a partir de los 3.000 m de altura que las precipitaciones son
principalmente de carácter sólido. La época de deshielos corresponde a los meses de
octubre a marzo, con hasta un 50% de derretimiento de la cobertura de nieve durante este
período. Las temperaturas mayores están asociadas a los cauces de los ríos mientras que
las más frías corresponden a las cumbres de los cerros.
Mes Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Media
Pp mm 6,2 8,2 9,8 37,7 81,3 143,8 128,2 92,5 44,0 21,2 19,1 7,9 599,8
T°C Máxima 20,7 20,8 19,2 15,3 10,7 6,8 5,8 7,1 9,5 13,1 16,1 19,1 13,7
T°C Mínima 8,7 8,8 7,8 5,1 2,1 -0,7 -1,9 -1,6 -0,1 2,4 5,1 7,4 3,6
Oscilación 12,0 11,9 11,4 10,2 8,6 7,5 7,7 8,7 9,6 10,7 11,1 11,7 10,1
El clima de alta montaña hace que el suelo sea inutilizable para la vegetación, lo que
condiciona el desarrollo de la estepa alto andina, caracterizada por plantas pumnadas o en
cojín, las gramíneas cepitosas correspondientes a pastos duros o coirones y los arbustos
bajos de follaje ducido o tolas. Esta vegetación es muy escasa, de tamaño reducido, poco
densa, achaparrada y de ramas retorcidas (Llareta). Con la fusión de las nieves a estas
altitudes se forman vegas y veranadas, además de la presencia de vertientes, cauces de
torrente y esteros. La vegetación natural correspondiente a pastos crecidos y poco densos
se aprovecha para el pastoreo de veranada del ganado equino, mular, caprino y vacuno. En
estas altas cumbres no existe vegetación arbórea y la capa vegetacional no supera los 90
cm.
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La fauna en estado salvaje observada en terreno puede clasificarse en los grupos de
animales como anfibios (sapos, ranas), reptiles (lagartijas, culebras de cola corta), aves
(caiquenes o piuquenes, patos silvestres, taguas, queltehues, perdices cordilleranas,
cojones y cóndores), roedores (cururos) y mamíferos (zorros, guanacos y liebres).
1.4 Objetivos
1.5 Metodología
La campaña de terreno fue realizada entre los días 20 de Marzo y 2 de Abril, con un total de
10 días de trabajo efectivo, donde se observó las unidades litológicas y sus relaciones de
contacto, se recolectaron muestras, datos estructurales, se tomaron fotografías, se hicieron
observaciones geomorfológicas
9
1.6 Resultados esperados
10
2 Contexto geológico y geomorfológico regional
Charles Darwin, en 1835, fue el primero en describir algunas litologías, desarrollar una
sección transversal (Figura 2.1-A) e interpretar geológicamente el alzamiento de los
cordones montañosos de Chile y Argentina, cuando realizó una transecta entre el Paso
Piuquenes y el Cordón del Portillo.
Figura 2.1-A - Perfil esquemático del sector del portillo piuquenes (Darwin, 1835) .
En la Segunda mitad del siglo XX autores como Klohn, Aguirre, González, Thiele, entre
otros, definieron unidades y caracterizaron la geología del lugar, quedando definida en la
Carta Geológica de Chile, hoja de Santiago (Thiele, 1980), de escala 1:250.000, donde se
definen 11 unidades litoestratigráficas que, en orden decreciente de edad son: Formación
Río Colina Jsrc (González, 1963), Formación Río Damas Jsrd (Klohn, 1960), Formación Lo
Valdés Kilv (González, 1963), Formación Colimapu Kic (Klohn, 1960), Formación Abanico
Kstia (Aguirre, 1960), Formación Farellones Tsf (Klohn, 1960), Formación Colorado - La
Parva Tscp (Thiele, 1980), Unidad Volcánica Antigua Qva (Thiele y Katsui, 1969), Unidad
Volcánica Nueva Qvn (Thiele y Katsui, 1969), Depósitos no consolidados Q,M (Thiele, 1980)
y las Unidades Intrusivas I y II.
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Manga, Fm. Auquilco, Fm. Tordillo - Río Damas. La estructura de su área de estudio
corresponde a una faja plegada y corrida con participación del basamento.
Los estudios de las rocas intrusivas han sido escasos, y definen, principalmente, los
intrusivos del mioceno (Kurtz et al, 1997; Godoy, 1998). Villarroel & Vergara (1987, 1989)
estudiaron depósitos de avalancha de detritos del pleistoceno, provenientes del volcán
Marmolejo, y la petrografía y geoquímica de las lavas fueron estudiadas por Thiele y Katsui
(1969), y Ramos et al. (1996). El volcán San José, al sur del área de estudio, fue estudiado
en su geoquímica y petrología en lavas por López-Escobar et al. (1985). Thiele, en 1980,
estudia las alteraciones hidrotermales por intrusión de cuerpos andesíticos y granodioríticos,
y Moreno et al. (1991) estudia las alteraciones de óxidos de hierro.
El 2010, un trabajo sobre geotermia del Sernageomin (Bustamante et al, 2010) detalla y
amplía el conocimiento geológico de la zona. Además, profundiza el conocimiento de
alteraciones hidrotermales (en particular, las alteraciones debido a las emanaciones
termales); se hacen prospecciones geofísicas como gravimetría, magnética, transiente
electromagnético (TEM) y magneto-telúrica (MT). El mismo estudio también abarca
hidrogeología del sistema acuífero, junto con un balance hídrico de este, y sus implicancias
en la geotermia; por último se realizan estudios hidroquímicos de las aguas y se estudia el
sistema geotérmico integrando todo lo mencionado anteriormente.
Chile central, a partir de los 33° S, se caracteriza por retomar una subducción inclinada, con
la reaparición del volcanismo, iniciando la Zona Volcánica Sur. Desde los 33,5° S la fosa y
el antearco se deflectan hacia el oeste (Figura 2.2-A), siendo la primera rellenada con
sedimentos debido al alto aporte continental (Yañez et al., 2002). También en esta latitud
reaparece la depresión central.
12
Figura 2.2-A - Características geotectónicas del sistema de convergencia andino entre 15° y 47° S.
Principales unidades morfoestructurales delimitadas por líneas. Estrella representa zona de
estudio. Tomado de Tassara y Yáñez, 2003.
Entre los 33° S y 34° S se distinguen distintas provincias tectónicas, siendo estas de oeste a
este: Cordillera de la Costa, valle central, Cordillera Principal, y hacia el territorio argentino,
la Cordillera Frontal, como se ilustra en la Figura 2.2-B.
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Figura 2.2-B - Principales unidades morfoestructurales delimitadas por polígonos, entre los 32,5° y
34° S. Zona de estudio en cuadro rojo.
14
2.3 Litoestratigrafía y cronoestratigrafía
Álvarez et al. (1999) definió Nieves Negras como una sucesión bien estratificada de lutitas,
fangolitas negras, y areniscas pardo-anaranjado de espesor máximo aproximado de 400 m.
Su ambiente de formación correspondería a marino profundo (Godoy, 1993).
En los estudios de Álvarez et al. (1999); Giambiagi, (2000); Bustamante et al. (1999), no se
ha observado la base de la formación y los afloramientos suelen estar en lugares
topográficamente bajos.
La unidad fue definida por González (1963) como “un conjunto de sedimentitas clásticas
marinas, fosilíferas, con intercalaciones de potentes lentes de evaporitas (yeso)”.Su base es
desconocida y su techo corresponde al contacto concordante con la Formación Río Damas
(Thiele, 1980), aunque de acuerdo a Bustamante et al. (2010), sobreyace en contacto
concordante con la a la Formación Nieves Negras.
La secuencia, definida de esta forma, se reconoce con regular normalidad en el Valle del
Río Colina y en el Valle del Estero Azufre, lugares donde se ha podido estimar un espesor
visible no superior a los 800 m.
De acuerdo a los fósiles encontrados en esta unidad, se le asigna una edad Caloviano -
Oxfordiano.
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2.3.1.3 Formación Río Damas (Kimmeridgiano)
La Formación fue definida por Klohn (1960), en el valle río homónimo, en la provincia de
Colchagua (35°00’ Lat. S; al sur de la Hoja de Santiago), como un “complejo de sedimentos
clásticos, finos y gruesos, y de esporádicos sedimentos químicos” .Se trata de depósitos
formados esencialmente en ambiente terrestre, subaéreo y lacustre. Para la Hoja Santiago,
se mantiene la misma denominación, por tratarse de una unidad cuyos afloramientos
constituyen una misma corrida desde su sección tipo. Teniendo una potencia aproximada
de 3000m en La Hoja Santiago (Thiele, 1980).En el área su base es concordante con la
Formación Río Colina y su techo lo es con la Formación Lo Valdés.
La unidad fue definida con el nombre de Formación Lo Valdés, por González (1963), en el
valle del Río El Volcán, como un “Conjunto sedimentario fosilífero, constituido por tres
miembros de los cuales el intermedio se compone de sedimentos clásticos”. Su base es
concordante con la Formación Río Damas y el techo lo es con la Formación Colimapu.
16
2.3.1.5 Formación Colimapu (Barremiano-Albiano)
La Formación Colimapu fue definida por Klohn (1960), en la quebrada homónima, afluente
del río Maipo, inmediatamente al sur de la Hoja de Santiago, como un “conjunto
sedimentario de origen terrestre”, al cual se sobreimpone en discordancia angular la
Formación Coya-Machalí (equivalente a Formación Abanico). Sin embargo en la Hoja
Santiago (Thiele, 1980) esta formación se superpone concordantemente y en transición
paulatina a los estratos de la Formación lo Valdés, que subyace concordantemente a la
Formación Abanico. Sin embargo, es posible interpretar que su techo constituye una
importante superficie de erosión, considerando el lapso que representaría el contacto con la
Formación Abanico. Es de un característico color rojizo, que indica un ambiente
depositacional correspondiente a un ambiente continental, bajo condiciones altamente
oxidantes (Thiele, 1980). Los estratos de la Formación Colimapu se distribuyen a lo largo de
una franja de dirección norte, que se extiende desde el sur del río Volcán hasta más al norte
del río Colorado. Su espesor alcanza un valor aproximado de 2000 m. Según la Geología
del área Termas del Plomo, Bustamante et al. (2010) la Formación Colimapu está
constituida por areniscas finas rojas muy bien estratificadas, conglomerados, areniscas
conglomerádicas, lutitas rojo violáceo medianamente calcáreas y calizas. Está intruida por
set de diques de color verde y está en contacto por falla con facies calcáreas de la
Formación Lo Valdés.
La formación tendría una edad mínima albiana, de acuerdo a Martínez y Osorio (1963). Su
edad máxima sería hauteriviana, de acuerdo con la edad asignada a la Formación lo
Valdés, que la subyace. Edades U-Pb recientes en circones de las facies arenosas de esta
formación (Aguirre y otros 2009), indican una edad de 80 a 120 Ma, preferentemente en los
90 Ma, indicando una edad máxima campaniana, más joven que lo aceptado.
La Formación Abanico fue definida por Aguirre (1960) en la provincia de Aconcagua, como
“una secuencia de volcanitas y sedimentitas clásticas terrígenas de colores predominantes
gris pardo y púrpura rojo-grisáceo”, manteniendo el nombre de Abanico (cerro al Este de la
ciudad de Santiago).
Su base es concordante con la Formación Colimapu y su techo está marcado por una
discordancia angular con la Formación Farellones. (Thiele, 1980).
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areniscas, lutitas y limos finamente estratificados, a los que se les atribuye un origen
lacustre. El espesor del conjunto se estima en 3000 m.
Las rocas de la Formación Abanico, se habrían depositado en una amplia cuenca de intra-
arco (cuenca de Abanico), en ambiente extensional con volcanismo activo y una geoquímica
que no representaría un arco volcánico típico (Muñoz et al., 2006; Jordan et al., 2001). La
que posteriormente sería invertida en un proceso de inversión tectónica durante el
Oligoceno Superior-Mioceno Inferior (Charrier et al, 2002, 2005, 2007).
No se han encontrado fósiles que permitan asignar una edad a la Formación Farellones. Sin
embargo, los valores de las dataciones radiométricas U-Pb en circón permiten asignar una
edad Miocena Superior Temprana a la Formación Farellones.
Estudios posteriores reconocen una signatura geoquímica diferente para Farellones que
Abanico, lo que relaciona los procesos de adelgazamiento (Abanico) y posterior
engrosamiento cortical durante el desarrollo de Farellones (Charrier et al., 2002; Nyström et
al., 2003; Kay et al., 2005; Muñoz et al, 2006).
En la zona de estudio, esta unidad corresponde a coladas de lava que yacen sobre rocas
piroclásticas o epiclásticas macizas y estratificadas de color pardo grisáceo, asociadas al
extinto Volcán Marmolejo.
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Según Bustamante et al. (2010), los depósitos del Volcán Marmolejo corresponden a una
espesa sucesión de lavas de gran extensión y manteo suave, con escasos depósitos
piroclásticos y/o epiclásticos. Posee un anfiteatro de ~4 km x 5 km abierto al noroeste que
se habría formado por el colapso de un sector del edificio volcánico que dio origen a un
depósito de avalancha de detritos que rellena los valles del estero El Plomo y río Yeso.
Los siguientes intrusivos han sido asignados por los trabajos de (Thiele, 1980; Kurtz et al.,
1997; Godoy, 1998; Muñoz et al., 2009).
Tiene una geometría en planta que recuerda un sigmoide, aflora a los costados del río Yeso
aguas arriba del embalse El Yeso. Intruye a las fangolitas de la Formación Lo Valdés,
creando aureolas de contacto, skarnificación.
Aflora en el sector de las Termas del Plomo intuyendo a las facies arenosas de la
Formación Río Damas, corresponde a un intrusivo de grano grueso a medio con índice de
color 30%, holocristalino, fanerítico e isótropo, con cristales de plagioclasa y piroxeno
euhedrales. Se ramifica en familias de diques y filones-manto, de grano más fino y más
félsicos. Intruye la Formación Río Damas.
Aflora en la ribera sur del embalse el Yeso. Granodiorita de grano grueso con anfíbola
intersticial y como sobrecrecimiento de fenocristales de piroxeno, junto con plagioclasa y
escaso cuarzo, feldespato potásico y biotita. Los minerales máficos están alterados a clorita,
mica blanca y carbonatos y posee abundantes enclaves máficos. Fue asignado a plutones
granodioríticos del Complejo Plutónico El Teniente y posee una edad ~11-12 Ma.(Kay &
Kurtz, 1995; Kurtz et al.,1997; Deckart et al.)
19
2.3.3.4 Intrusivo Rocas Negras (Mioceno)
Hay al menos 3 cuerpos no estratificados interpretados como intrusivos para los cuales no
se cuenta con información, muy difícil acceso (Bustamante et al., 2010).
Depósitos que rellenan el lecho actual de los ríos o las salidas de algunas quebradas de
escorrentía estacional (Bustamante et al., 2010). Estos depósitos gradan a fluvioglaciales
sobre los 1500msnm sin variar sus características esenciales, siendo principalmente clastos
de tamaño bloque a gravas, arenas, limos y arcillas, relacionados con las unidades que
afloran en la zona (Thiele, 1980).
Suelen formar abanicos a la salida de las quebradas que desembocan en el río Yeso,
exhibiendo menores pendientes que los abanicos coluviales (Bustamante et al., 2010). Al
igual que los depósitos fluviales, están formados por clastos tamaño bloque a grava, arenas,
limos y arcillas (Thiele, 1980).
Forman extensas planicies en los valles y, en varios casos, se presentan cortados por
cursos fluviales actuales trenzados (Bustamante et al., 2010).
20
2.3.4.5 Morfologías glaciales
2.3.4.5.1 Glaciar
Glaciar es una masa de hielo en la superficie terrestre, con posible nieve o neviza, que
persiste por más de 30 años, de extensión superior a una hectárea y de espesor máximo no
inferior a 8 m. Un glaciar se mantiene debido a que la ablación a menor cota y que puede
incluir desprendimientos al mar o a un lago, es compensada por acumulación de nieve en
cotas altas. El espesor del glaciar incluye el de una posible cubierta parcial de material
detrítico, y el de material detrítico en la base del glaciar hasta el nivel más inferior con
presencia de hielo.
El glaciar de rocas es un tipo de glaciar conformado por hielo con un contenido variable de
material detrítico desprendido de las laderas o arrastrado por avalanchas, o extraído desde
su lecho, y que se encuentra cubierto totalmente, o en gran parte, por una capa de detritos
rocosos, incluida su zona de alimentación.
Glaciar con cubierta de detritos es aquel en que el detrito cubre parte o toda su Zona de
Ablación, pero la cubierta de detritos no cubre su Zona de Alimentación donde las
precipitaciones nivales no permiten que se forme una cubierta de detritos.
Bustamante et al. (2010) dicen que se observan morrenas laterales y frontales de glaciares
y glaciares de roca en el estero Aparejo, estero Caballos, quebrada Yeso, estero Pirámide,
estero El Plomo y estero Salinillas. Por otro lado, Thiele (1980) dice que sobre los
2500msnm en todas las cabeceras de los esteros hay depósitos glaciales (morrenas
marginales y detritos provenientes de glaciares de roca). Thiele (1980) también observa que
se acumulan morrenas terminales y de retroceso en los valles de los ríos Colorado, Volcán,
Yeso y esteros afluentes, destacando la morrena Laguna Negra que embalsa la laguna con
este mismo nombre en la quebrada del Morado y Río Volcán, atribuyéndolos a los últimos
avances glaciales, entre 15000 y 12000 años antes del presente.
Depósito de superficie suave, cortado por depósitos fluviales modernos, agua abajo de
morrenas frontales (Bustamante et al., 2010). Thiele (1980) los agrupa con los depósitos
fluviales y aluviales, por sus composiciones similares de clastos de tamaño bloque a gravas,
arenas, limos y arcillas.
21
2.3.4.8 Depósitos de remoción en masa (Pleistoceno-Holoceno)
Depósitos aterrazados y en algunos casos colgados en los flancos de los valles o a la salida
de estos, cortados por los cursos fluviales actuales (Bustamante et al., 2010).
Rellenan las partes altas de los valles formando terrazas escalonadas que suelen tener
techo plano manteando aguas abajo, forma redondeada en planta y flancos empinados
(Bustamante et al., 2010). De los tres tipos de depósitos de remoción en masa, estos son
los más importantes (Thiele, 1980).
Depósitos con superficies irregulares que rellenan los valles o que conforman parte
de las laderas de estos, donde suele quedar expuesta parte de su “cárcava o cicatriz”
(Bustamante et al., 2010).
22
2.4 Estructuras y tectónica
2.4.1 Estructuras
La zona Oeste del área de estudio corresponde al sector asociado al embalse El Yeso,
donde hay evidencia estructural de la falla Chacayes-Yesillo la cual genera un sinclinal
asimétrico de las lavas de la Fm. Abanico (ver Figura 2.4.1-A). Además en esta zona actúa
la falla El Diablo alzando los estratos de la Fm. Colimapu, quedando estos entre ambas
fallas mencionadas, así la acción conjunta de estas fallas genera un pliegue anticlinal
apretado en la Fm. Colimapu de vergencia Oeste.
Figura 2.4.1-A - Vista al Norte del Río Volcán. En amarillo se destaca las trazas de las fallas El
Diablo y Chacayes – Yesillo. En trazo rojo se muestra el pliegue sincli nal de arrastre que afecta a
la Fm. Abanico, asociado a la Falla Chacayes – Yesillo. (Fock, 2005).
23
En la zona Río Volcán - Río Yeso, la mayor estructura que aflora es la falla inversa El
Diablo, con vergencia al este y orientación NNE-SSW, la cual monta a la formación
Colimapu sobre ella misma y sobre la formación Lo Valdés en el sector del Cerro Mesón
alto-Loma Larga. En el sector del río Yeso, la falla se abre en 2 ramas: la rama oriental pone
en contacto a un cuerpo intrusivo con rocas de la Formación Colimapu, produciendo una
deformación intensa en las rocas menos competentes de ésta, y generando boudinage y
clivaje penetrativo en lutitas; la rama occidental monta a areniscas rojas de la Formación
Colimapu sobre el cuerpo intrusivo que aflora en el Cajón de las Leñas, llegando a montar
estas areniscas rojas sobre la Formación Colimapu a medida que se asciende
topográficamente (Fock, 2005).
La importancia de este corrimiento radica en que pone en contacto rocas mesozoicas con
rocas cenozoicas, siendo una estructura de carácter regional que marca un cambio en el
estilo de la deformación y con un control importante en el desarrollo del orógeno (Fock,
2005).
Figura 2.4.1-B – Mapa de fock 2005, muestra las principales estructuras en su zona de estudio, que
incluye la zona de estudio de este trabajo.
Inmediatamente al Oeste de la Falla El Diablo (ver Figura 2.4.1-B), se observan dos fallas
de vergencia oeste: la más occidental pone en contacto a la Formación Colimapu con la
Formación Abanico y ha sido denominada falla Chacayes - Yesillo (Baeza, 1999;
Bustamante, 2001; Charrier et al., 2002a, 2005 en Fock, 2005). Entre estas fallas, la
formación Colimapu forma un anticlinal apretado volcado hacia el oeste, con su flanco
24
occidental cortado por la falla Chacayes – Yesillo. En las cercanías del núcleo del anticlinal
se observan estructuras de boudinage, clivaje penetrativo e intenso fracturamiento, que
afecta a lutitas y areniscas de la formación Colimapu (Fock, 2005).
Figura 2.4.1-C - Perfil esquemático sector Río Yeso (Fock, 2005). La escala vertical está en metros.
Los rasgos estructurales de la zona permiten identificar tres pisos estructurales andinos
(Thiele, 1980), que son separados por discordancias angulares y definidos por diferentes
estilos y grados de deformación. Se distinguen dos episodios de deformación compresiva y
un tercero extensivo.
25
sedimentarias continentales miocenas que afloran en el sector argentino. La
deformación define un piso estructural (II) denominado Andes.
El marco tectónico durante el Eoceno - Holoceno (Figura 2.4.2-A) se resume en que entre
los 38 y 28 Ma se tiene una convergencia de 6 a 4 cm/año con una oblicuidad de 55° de la
placa Farallón; cerca de los 28 Ma la convergencia aumenta a 9 cm/año, llegando, cerca de
los 26 Ma, a 15 cm/año y con una oblicuidad de 10° relativo al margen continental. Esto
sería el resultado del quiebre de la placa de Farallón en la placa de Nazca y la de Cocos,
condición que continuó hasta al menos los 20 Ma, disminuyendo a lo largo del mioceno
hasta el presente (A. Fock, 2005; Somoza, 1998).
Figura 2.4.2-A - (a) Compilación de las tasas de convergencia promedio y oblicuidad promedio
entre las placas de Nazca y Sudamericana En Verde Pilger (1983), en azul Pardo – Casas y Molnar,
1987, en rojo la interpolación realizada por Soler y Bonhomme (1990), y en negro Somoza (1998).
(b) Reconstrucción del movimiento de 2 puntos de la Placa de Nazca para el Cenozoico (Pardo –
Casas y Molnar, 1987).
2.5.1 Hidrografía
26
Salinillas, Estero del Aparejo-Morado, Estero de la Casa de Piedra, Estero Manzanito y el
Estero San Nicolás.
Los espejos de agua relevantes de esta cuenca son Laguna Negra, Laguna Lo Encañado y
Embalse El Yeso. La laguna Lo Encañado posee un comportamiento hidrológico nival, con
caudales de descarga máximos en Noviembre. La Laguna Negra, de similar
comportamiento hidrológico, aporta, fundamentalmente por medio de infiltración, a la
Laguna Lo Encañado. La cuenca que controla el Embalse El Yeso es alimentada por un
régimen hidrológico de origen nival y glacial; el río Yeso registra un aumento de caudal
durante los meses de noviembre a marzo y una disminución del mismo durante los meses
invernales.
2.5.2 Paleoclima
Estudios en la costa de Valparaíso (32°45’S y 33°13’S) (Lamy et al., 1999; Kim et al., 2002),
sugieren condiciones aún más húmedas y frías para el periodo glacial, así mismo en la
Región de Coquimbo (31°S), avances glaciares se han registrado en torno a 32.000 y
durante el periodo glacial tardío a 14.000 y 11.000 años AP (Zech et al., 2007). En
particular, en el valle del Río Maipo, se han distinguido avances glaciares hasta el sector de
San Gabriel y La Engorda, en torno a los 40.000 y 19.000 años AP, respectivamente
(Herrera et al., en prep.), consistentes con Zech et al. (2008) que propone que el máximo
glacial, entre los 30 y 40°S, se habría alcanzado entre los 40.000 y 35.000 años AP, debido
a que las condiciones para el LGM habrían sido demasiado secas para permitir un avance
mayor.
Durante los albores del Holoceno, estudios realizados en la Laguna Tagua-Tagua (Hausser,
1983, 1990; Valero-Garcés et al., 2005), Laguna Aculeo (Jenny et al., 2002b; Villa-Martínez
et al., 2003) y los registros marinos de la costa de Valparaíso (Lamy et al., 1999; Marchant
et al., 1999; Kim et al., 2002), sugieren consistentemente una tendencia a la aridización,
cuyo período de máxima aridez se habría dado en torno a los 7.500-6000 años AP. El
término de esta fase de máxima aridez habría ocurrido de manera paulatina (Kim et al.,
27
2002) y al menos a partir de los 6.200 años AP, según reconstrucciones polínicas en la
costa de los Vilos (Maldonado y Villagrán, 2002, 2006), donde un aumento paulatino en las
precipitaciones, habría iniciado la sedimentación en el registro de Ñague (Maldonado y
Villagrán, 2002). Posteriormente, a partir de la interpretación de señales polínicas de
bosque pantanoso en Palo Colorado, desde los ~5.700 años AP hubo un aumento sucesivo
en la humedad que habría alcanzado su máximo hacia ~4.200 años AP, seguido de una
fase intermedia, algo más árida, entre los ~3.000 y los ~2.200 años AP y nuevamente un
alza a partir de los ~2.200 años AP (Maldonado y Villagrán, 2006). Los registros
sedimentológicos marinos de la costa de Chile central (Lamy et al., 1999) muestran
también, a partir de los 4.000 años AP, un aumento de humedad. La recuperación del
bosque pantanoso en Palo Colorado durante el Holoceno tardío, es consistente con el
término de una fase árida registrada en Laguna Aculeo y el comienzo de condiciones
húmedas con periodos de alta variabilidad en las precipitaciones hasta el presente (Jenny et
al., 2002). Así mismo, la instauración de los actuales bosques pantanosos de Quintero,
habría sucedido entre los 1.950 años AP (Villa-Martínez y Villagrán, 1997) y 1.600 años AP
(Villagrán y Varela, 1990).
28
3 Resultados
3.1 Estratigrafía
Figura 3.1.1.1-A – Estratos de Río Colina observados en el cerro Panimávida. Líneas rojas indican
boudinage en caliza y fracturamiento intenso de las lutitas. Mochila de escala mide 50 cm.
29
3.1.1.1.2 Litología
La Formación Río Colina está compuesta por sucesiones finas estratificadas con
intercalaciones de color pardo oscuro a negro de lutitas y areniscas calcáreas de grano fino
a medio, con espesores de 50 cm y 30 cm respectivamente. También se presentan calizas
fosilíferas y limolitas. Las sucesiones de lutitas y limolitas presentan espesores que varían
entre 10 a 20 cm y entre 15 a 40 cm respectivamente, habiendo predominio de areniscas en
el techo y de lutitas en la base (como se puede observar en la columna tipo de la zona,
Figura 3.1.3.1-A). La formación presenta zonas con yeso diapírico irregular en el techo,
deformado, meteorizado y con signos de dilución superficial. Las capas de areniscas
calcáreas se muestran en general de forma masiva, con gradaciones normales,
estratificación cruzada en artesa, laminación paralela y calcos de carga en algunos
afloramientos. Las lutitas se encuentran altamente fracturadas presentando boudinage entre
calizas (ver Figura 3.1.1.1-A). Esta formación forma parte del núcleo del anticlinal de
Yeguas Muertas, de orientación NNE, y presenta un basculamiento hacia el NE en las
cercanías de las termas del Plomo.
3.1.1.1.3 Edad
3.1.1.1.4 Ambiente
30
contacto inferior concordante con el yeso oxfordiano de la Formación Río Colina, y el techo
se encuentra en contacto superior con la Formación Lo Valdés de forma gradacional, como
se ilustra en la Figura 3.1.1.2-A. La Formación Río Damas se encuentra cortada por
intrusivos hipabisales de hasta 1 metro de espesor.
Figura 3.1.1.2-A - Contacto gradacional concordante entre las calizas de la Fm. Lo Valdés (techo) y
la secuencia de areniscas y lutitas de la Fm. Río Damas (base). Camino al paso fronterizo
Piuquenes, sector este del área de estudio. Es posible notar en el contacto una intercalación de
areniscas y lutitas que va disminuyendo paulatinamente hacia el techo y los estratos de caliza que
se van haciendo predominantes en esa dirección.
3.1.1.2.2 Litología
31
Figura 3.1.1.2-B – Laminación paralela en areniscas rojas de la Fm. Río Damas. Sector al norte de
las Termas del Plomo.
3.1.1.2.3 Edad
Al no encontrarse fósiles en esta unidad, su edad queda delimitado por el contacto inferior
con la Formación Río Colina (sobreyaciendo al yeso oxfordiano) y su contacto superior con
las capas marinas del tithoniano inferior de la Formación Lo Valdés, asignándole una edad
kimmerigdiana (Thiele, 1980). De acuerdo a Rossel y compañía (2014), se le asigna una
edad máxima promedio de 146.4 ± 4.4 Ma (Jurásico superior) a esta formación, mediante
geocronología de U-Pb.
3.1.1.2.4 Ambiente
32
la Formación Colimapu se da por falla. Los afloramientos tienen hasta 200 m de espesor,
presentándose en laderas de cerros o en escarpes, con orientación en franjas NNW. La
unidad de calizas subverticales es intruída por un cuerpo masivo, de color verde a
blanquecino, correspondiente a una monzonita de hornblenda y biotita. Además el intrusivo
corta unidades diapíricas de yeso.
3.1.1.3.2 Litología
La Formación Lo Valdés está compuesta por areniscas calcáreas, lutitas calcáreas, lutitas
negras, limolitas fosilíferas, areniscas líticas, conglomerados angulosos polimícticos,
calizas, coquinas y lavas andesíticas, con niveles de yeso bandeado expuesto en la zona
central. Las areniscas calcáreas presentan clastos subangulosos, son clasto soportadas y
contienen fósiles de ammonites. Las areniscas líticas presentan clastos angulosos a
subredondeados y son matriz soportadas. Las areniscas volcanoclásticas líticas presentan
clastos subangulosos, de grano fino a grueso. Las brechas presentan clastos de líticos
volcánicos angulosos y son matriz soportadas. Se presentan conglomerados de matriz fina
con clastos subredondeados, y coquinas. Además aparecen lavas andesíticas con masa
fundamental cristalina. En el sector central del área de estudio las areniscas contienen
laminaciones, ondulitas (ver Figura 3.1.1.3-A y Figura 3.1.1.3-B) y estratificación cruzada en
artesa, y las lutitas presentan calcos de carga y laminaciones. Hay presencia de intrusivos
hipabisales, en general paralelos a la estratificación (sills), los cuales corresponden a
andesitas porfídicas y dacitas. El espesor de los intrusivos hipabisales va aumentando hacia
el techo (1 a 10 metros en algunas zonas), como se puede observar en la columna (Figura
3.1.3.3-A).
33
Figura 3.1.1.3-B – A la izquierda: ondulitas presentes en areniscas calcáreas de la Fm. Lo Valdés.
Sector Termas del Plomo. A la derecha: slumping en lutitas del mismo sector.
3.1.1.3.3 Edad
Hacia el techo de la formación, y en un nivel más somero al nivel en donde fueron hallados
el bivalvo y el icnofósil, se observó el ejemplar Neocomitidae? indet., presente en un nivel
de areniscas calcáreas rojas.
Para los cuatro ejemplares de ammonites se determinó una edad comprendida entre el
Titoniano Medio - Valanginiano (Salazar y Stinnesbeck, 2015). La descripción detallada de
ellos se encuentra en el Anexo 7.3.
3.1.1.3.4 Ambiente
Se observan facies marinas que indican un ambiente profundo o batial (Figura 3.1.1.3-C),
en transición a facies someras de plataforma calcárea. La presencia de areniscas y
conglomerados indican las facies más someras, con alto aporte de sedimentos
continentales. Durante esta transición, se observan facies de ciclo de Bouma incompleto
(intercalaciones de areniscas y lutitas, junto con estructuras determinantes), lo que se
interpreta como un ambiente de talud continental.
34
Figura 3.1.1.3-C – A la izquierda: flautas reconocidas en areniscas finas en la Fm. Lo Valdés.
Sector al norte de las Termas del Plomo. Da cuenta de la presencia de un ambiente de talud
durante su depositación. Derecha: lutitas con boudinage de areniscas finas y de lutita s de grano
más grueso en el mismo sector.
3.1.1.4.2 Litología
35
Figura 3.1.1.4-A – Paleocanal en areniscas observado en la Fm. Colimapu, con una orientación NS,
pero sin sentido de flujo identificable. Sector de la Falla Salinillas, ladera S del valle del Río Y eso.
3.1.1.4.3 Edad
3.1.1.4.4 Ambiente
36
corresponde a un contacto transicional con la Formación Farellones (concordante-
pseudoconcordante y discordante o por falla), de acuerdo a Charrier et al (2002) y Godoy et
al (1999). Es intruída por cuarzo-sienitas de las unidades intrusivas miocenas.
Figura 3.1.1.5-A – Contacto entre la Fm. Abanico y la Fm. Colimapu, en el sector del embalse El
Yeso. Es posible ver un contacto aparentemente concordante, sin embargo, la diferencia de edad
de depositación de aproximadamente 50 Ma, lleva a clasificarlo como hiato depositacional y/o
discordancia erosiva.
3.1.1.5.2 Litología
3.1.1.5.3 Edad
3.1.1.5.4 Ambiente
37
3.1.1.6 Formación Marmolejo (Unidad Volcánica Antigua) (Pleistoceno)
(Bustamante et al., 2010; enmend. Campo II, 2015)
Corresponde a una formación volcánica reciente, expuesta al sur de la zona de estudio por
la quebrada del estero El Yeso. Son afloramientos altamente diaclasados, de gran extensión
pero difícil acceso, de 30 m máximo, y presenta contactos en discordancia angular con las
Formaciones Río Colina, Río Damas y Lo Valdés, presentando una disposición en general
subhorizontal.
3.1.1.6.2 Litología
3.1.1.6.3 Edad
Compuesto por tres grandes grupos de disposición NS, expuestos en la zona del embalse
El Yeso y al este de él. Los cuerpos intruyen, de oeste a este, a la Formación Abanico, a la
Formación Lo Valdés y a la Formación Lo Valdés, junto con la Formación Río Colina.
3.1.1.7.2 Litología
El cuerpo que intruye solo a la Formación Lo Valdés es una monzonita de color verde
opaco, con textura fanerítica e inequigranular, y presenta alteración en máficos a epidota y
matriz cloritizada, además de arcillas. Este aflora hacia el sector este del embalse El Yeso,
en la ladera sur del valle, presentando una extensión de al menos 700 m. Se observa
38
inconformidad entre esta unidad intrusiva y la Formación Lo Valdés, específicamente con
secuencias de calizas y unidades diapíricas de yeso hacia el interior de la quebrada.
El cuerpo que intruye a las Formaciones Lo Valdés y Río Colina es de color gris verdoso,
fanerítico, con cristales de cuarzo, plagioclasa y máficos diseminados, está alterado a
sericita, epidota y ceolitas y tiene además microvetillas de calcita.
3.1.1.7.3 Edad
39
3.1.2 Localidades tipo
Figura 3.1.2-A – Ubicación de las localidades tipo de las columnas estratigráficas realizadas en
terreno.
3.1.3 Columnas
Las columnas estratigráficas realizadas abarcaron casi todas las distintas formaciones
contenidas dentro de la zona de estudio. A continuación, se presentan las secuencias
litológicas obtenidas, para las distintas localidades tipo que se indicarán en el apartado
siguiente.
Esta primera columna (Figura 3.1.3.1-A) pertenece a la Formación Río Colina, la más
antigua de la zona de estudio. En ella se identifica una variación rítmica entre lutitas,
areniscas y calizas, con contenido fosilífero variable, lo que permite identificar que se formó
en un ambiente marino a transicional.
40
Figura 3.1.3.1-A – Columna estratigráfica de la Formación Río Colina en la quebrada sur.
41
3.1.3.2 Formación Río Damas
42
3.1.3.4 Formación Colimapu (409662/6280048)
3.1.4 Cronoestratigrafía
43
Figura 3.1.4-A – Columna cronoestratigráfica general de la zona de estudio. Se consideran los
espesores determinados a partir del mapa, por lo que discrepan de la información del marco
geológico. Es esquemática y está basada parcialmente en las columna s tipo, otras columnas de
otras zonas y descripciones litológicas de las formaciones. No se incluyen las unidades intrusivas
en esta columna.
44
3.2 Estructuras
El área de estudio comprende una porción del borde oriental de la Cordillera Principal,
caracterizado por un estilo estructural particular que contrasta con la deformación y estilos
estructurales de las unidades morfoestructurales colindantes (Cordillera Frontal por el Este y
la Depresión central hacia el Oeste).
Para este trabajo se identificaron 3 dominios principales, marcados por los rasgos
estructurales, la orientación y vergencia de las estructuras presentes. El dominio occidental
de la zona de estudio correspondería al borde de la Cuenca de abanico (CA), el dominio
central correspondería al inicio de la FPC del Aconcagua (FPCA1) y el dominio oriental
vendría a ser la continuación de la FPC del Aconcagua (FPCA2).
Por otro lado, la cuenca de Abanico marca un evento tectónico importante en el desarrollo
de la Cordillera Principal, correspondiendo a cuencas extensionales de intra-arco
desarrolladas durante el Eoceno medio/superior hasta fines del Oligoceno (Godoy et al.,
1999, Fock, A. 2005, Charrier et al., 2009).
Figura 3.2-A - Dominios estructurales en el área de estudio. Dominio occidental: Cuenca abanico.
Dominio central: Inicio FPCA. Dominio oriental: continuación FPCA.
45
3.2.1 Estructuras Cuenca Abanico (CA)
La traza de la falla se reconoce al norte del río Yeso, al oeste del Estero Aparejo y al sur del
río se extiende a través del Cajón de Las Leñas. Esta se caracteriza por un alto ángulo
(~65° W) y por encontrarse emplazada cortando la Fm. Lo Valdés (Figura 3.2.1.1-A).
46
Figura 3.2.1.2-A - Vista norte de la Formación Abanico en el sector del Embalse El Yeso. Se
observa el aumento en la inclinación de la secuencia.
Figura 3.2.2.1-A – Traza de la falla Salinillas en la zona cercana a la mina de yeso. En la imagen se
observa a la Formación Río Colina sobre rocas de la Formación Lo Valdés, Colimapu y Río Damas.
47
3.2.2.2 Falla Vacas Muertas
Figura 3.2.2.2-A – Traza de la falla Vacas muertas, alzando Fm. Río Damas sobre Fm. Río Colina.
Vista desde Cerro Panimávida.
Corresponde a uno de los pliegues con mayor longitud de onda ubicado en la zona de
estudio. Es un pliegue de orientación NNW, posee limbos asimétricos, siendo el limbo
oriental el más inclinado (ver Figura 3.2.2.3-A). Su charnela muestra claras evidencias de
deformación, reafirmando esta zona como la que muestra mayor contenido de estructuras.
El pliegue afecta a las formaciones de mayor edad, siendo el núcleo de este la Formación
Río Colina.
48
Figura 3.2.2.3-A – Vista NW al cerro Panimávida, donde se observan los flancos del Anticlinal de
Yeguas Muertas.
La falla El Yeso corresponde a una estructura inversa de vergencia oeste que se ubica al
este de las termas del Plomo, posee un rumbo aproximadamente N-S, además de un
manteo de 65° a 70° E. Esta estructura posee vergencia opuesta a las anteriores y a la
vergencia principal de la deformación en esta zona. Provoca el alzamiento de la Formación
Río Damas sobre la Formación Lo Valdés (Figura 3.2.3.1-A).
Figura 3.2.3.1-A – Falla El Yeso hacia el sur, alzando la formación río damas sobre Lo Valdés.
49
3.2.3.2 Falla El Pirámide
Esta falla corresponde a una estructura inversa de vergencia al oeste. Es la más oriental de
la zona de estudio y se ubica cercana a la frontera con Argentina (ver Figura 3.2.3.2-A). Al
igual que la anterior posee un rumbo aproximadamente N-S y un manteo de 70° a 80° E. La
falla se encuentra al interior de la Formación Lo Valdés y se identifica por una zona de
fracturamiento intenso y alteración hidrotermal que corta la estratificación observada en las
rocas.
Figura 3.2.3.2-A – Vista Sur de las fallas el yeso (izquierda) y pirámide (derecha).
Corresponde a un pliegue de orientación N-S ubicado a lo largo del valle del glaciar
Pirámide. Se encuentra limitado por ambos flancos por fallas inversas con vergencia al W.
Sus limbos presentan una leve diferencia de inclinación, y presenta una charnela amplia. El
anticlinal afecta a las capas rojas de la Formación Río Damas y a las calizas de la
Formación Lo Valdés (Figura 3.2.3.3-A).
Figura 3.2.3.3-A – Anticlinal del pirámide. Derecha: Vista panorámica valle del Pirámide.
Izquierda: vista hacia el sur desde ladera oeste del valle del Pirámide, notar los manteos en
dirección opuesta en ambas laderas y la leve diferencia entre estos.
50
3.2.4 Perfiles esquemáticos
51
3.2.4.1 Perfil Norte
(5)
(4)
(3)
(2)
(1)
52
3.2.4.2 Perfil centro sur
En la Figura 3.2.4.2-A se ilustra el Anticlinal de Yeguas Muertas entre las fallas Vacas
Muertas y El Yeso, con la Formación Río Colina en su núcleo.
(5)
(4)
(3)
(2)
(1)
53
3.3 Geomorfología
La geomorfología regional del área de estudio corresponde a un dominio geomorfológico del
tipo cordillera andina con retención nival.
Corresponde a aquella morrena depositada frente al término del glaciar, pudiendo haber
más de una que indiquen diferentes estadios del movimiento glaciar en el valle. En terreno
fue posible observar 3 morrenas frontales, todas correspondientes al valle del glaciar Bello.
La última morrena frontal del avance de un glaciar se considera morrena terminal.
Figura 3.3.1.1.1-A. Perfil W-E morrena frontal en Valle del glaciar Bello. Las líneas remarcan la
interdigitación del depósito.
Se forman por el transporte a lo largo de las márgenes laterales del glaciar. Su morfología
es lobulada y presentan la misma composición antes descrita para las morrenas frontales,
esto es till mal seleccionado, con material variando desde limos y arcillas hasta bloques
subangulares de escala métrica (2m), no presentan cementación ni estructuras. Un ejemplo
se observa en la Figura 3.3.1.1.3-A.
54
3.3.1.1.3 Glaciar Pirámide
Las fracturas internas y cambios en el espesor del glaciar, se traducen en una morfología
particular de altos y bajos en la cubierta de detritos (ver 3.3.1.1.3-A y Figura 3.3.1.1.3-B), la
cual se compone de clastos polimícticos, angulosos, mal seleccionados, inmersos en una
matriz de limo.
Figura 3.3.1.1.3-A - Vista E tomada desde la morrena lateral del glaciar Pirámide, q ue muestra una
laguna producto de una apertura del glaciar. Se puede ver también la fina y regular cubierta de
detritos, además de fracturas en el hielo.
55
Figura 3.3.1.1.3-B - Glaciar de rocas aledaño al glaciar El Yeso con pequeña laguna frente a la
morrena de retroceso.
Fue posible observar un glaciar de escombros en el valle glacial del Bello, el que
corresponde a una masa de fragmentos de roca y material fino sobre un talud, que posee ya
sea hielo intersticial o en un núcleo y muestra evidencia de movimiento pasado o presente
(van Everdingen, 2005). Posee una forma lobulada similar a una colada de lava, con una
zona de alimentación o fuente correspondiente a un antiguo glaciar de circo. Dado que
presenta un frente empinado (pendiente mayor a 40º), es decir, un ángulo mayor a su
ángulo de reposo es posible indicar que este glaciar de escombros está activo.
Asociada a los glaciares Bello y Yeso, se logra apreciar una morfología tipo U en el valle en
el que desembocan ambos glaciares. Esta morfología indica la existencia de un glaciar de
valle anterior, que pudo haber correspondido a alguno de los dos antes mencionados en su
etapa de mayor extensión. En los flancos del valle se observan estrías indicando el
movimiento de la masa de hielo que se encontraba en el sector. Además, en el valle se
observan rocas de gran tamaño, correspondientes a rocas erráticas arrastradas por el
antiguo glaciar de valle, así como rocas aborregadas (Figura 3.3.1.1.3-C (b)), indicando el
sentido del movimiento principal del glaciar hacia el sur. Se encuentran también fragmentos
de yeso con indicios de crioclastismo (Figura 3.3.1.1.3-C (a)), evidenciando la presencia de
hielo.
(a) (b)
Figura 3.3.1.1.3-C - (a) Crioclastismo en yeso. (b) Roca aborregada en morrena de fondo del
glaciar Bello.
56
3.3.1.1.4 Valle glaciogluvial
Figura 3.3.1.1.4-A. ejemplo de valle glaciofluvial asociado al glaciar Bello expresado com o llanura
de lavado (outwash plain)
57
Además se aprecian depósitos de acanaladura (ver Figura 3.3.1.2-A), producto del
derretimiento en la base del glaciar que formó pequeños canales, los que iban arrastrando
sedimentos que habrían adoptado la forma del pequeño túnel de hielo.
El río Yeso es un río trenzado (ver Figura 3.3.2.1-A), asociado a otros tributarios que
confluyen en el río principal, tales como los esteros de Casa Piedra, derivado del Glaciar de
Casa Piedra, y los esteros del Morado, de las Vacas Muertas, del Plomo y Salinillas, todos
nacidos de distintos glaciares que llevan el mismo nombre. Estos presentan una forma
recta, con un bajo índice de sinuosidad, derivado de la alta pendiente por la cual
descienden.
58
Figura 3.3.2.1-A - Río Yeso, mostrando su morfología de río trenzado, al E de las termas del
Plomo.
La erosión sobre el valle forma una morfología tipo V sobre el valle glacial, limitada al área
más aledaña al río.
Las estructuras presentes a lo largo del río Yeso corresponden a las de un río trenzado,
tales como barras laterales, longitudinales y transversales, las que se pueden identificar a lo
largo de todo el cauce del río. Además, se pudo visualizar una extensa planicie fluvial y tres
niveles de terrazas (ver Figura 3.3.2.1-B), las que indican variaciones abruptas en el nivel
de base de este río principal durante su evolución. Sin embargo, en este sistema no se
encuentran ampliamente desarrolladas ya que son de edad reciente, además de que el
sistema fluvial presente ha tenido una incidencia considerablemente menor respecto del
sistema glacial.
Figura 3.3.2.1-B - Terrazas en el río Yeso. Se observan tres niveles de terraza fluvial, con la actual
llanura de inundación del río Yeso en la zona más baja . Los colores más oscuros indican mayor
edad.
59
3.3.2.2 Depósitos fluviales
Los depósitos fluviales son típicos de ríos trenzados, y se caracterizan por ser polimícticos,
con clastos moderadamente redondeados, de granulometrías variables e inmersos en una
matriz de tamaño arena, aunque se observan matrices más finas en la parte superior de las
barras laterales y en los extremos de las barras longitudinales. La deposición ocurre
principalmente en las barras de arena, entre las que se distinguen barras longitudinales,
transversales (con mejor selección de sedimentos, por su carácter distal) y barras laterales.
Es un sistema compuesto, uniendo parte de depósitos glaciares y de remociones en masa,
por encontrarse en un contexto de valle glacial en alta montaña.
La erosión sobre el valle forma una morfología tipo V sobre el valle glacial, limitada al área
más aledaña al río.
3.3.3.1 Morfologías
El área corresponde a una zona de alta montaña, por lo que se observan una gran variedad
y cantidad de escarpes. También es posible identificar superficies de deslizamiento curvas,
planas y angulares, que al asociarlas con escarpes, permitieron identificar deslizamientos
rotacionales, traslacionales y en cuña. Por otra parte, muchos escarpes también están
asociados a caídas de rocas o derrumbes (ver Figura 3.3.3.1-A).
También es importante mencionar que los fenómenos pueden ser compuestos, por lo que
en variadas ocasiones se visualizaron escarpes con deslizamientos o incluso caídas de
rocas, las que posteriormente al adicionarse agua, tanto por deshielo o por un tributario,
finalizaron como un flujo de detritos.
Por otro lado, se observó escarpes de menor envergadura asociados a pequeñas terrazas
de suelo paralelas a la pendiente de la ladera lo que sugiere una posible existencia de
reptación del terreno.
60
Se visualizaron estructuras tipo hummock ubicadas al E del embalse El Yeso, las que
pueden ser explicadas por una avalancha de rocas, posiblemente causada por un terremoto
en la zona. Estas estructuras también podrían corresponder a morrenas, pero por la
morfología del depósito se cree finalmente que podrían ser el producto de un fenómeno de
remoción en masa característico de alta montaña, y posiblemente bajo este tipo de
depósitos se encuentren morrenas.
(a) (b)
Figura 3.3.3.1-A - (a) Escarpe de remoción en masa en las cercanías del embalse El Yeso; vista
hacia el N. (b) Remoción en masa en unidad de yeso, vista al NW desde el cerro Panimávida.
3.3.3.2 Depósitos
Se reconocieron escombreras de talud, las que pueden ser causadas por derrumbes o
incluso por deslizamientos de tipo traslacional o en cuña. Estas remociones poseen clastos
polimícticos inmersos en una matriz más fina, sub-angulosos a sub-redondeados.
Destacan los múltiples depósitos de remoción en masa ubicados en la ladera SE del cerro
Panimávida (ver Figura 3.3.3.1-A (b)) y los depósitos de remoción en masa de la unidad de
yeso al NW del cerro Panimávida, con dirección al SE, la cual cubre el cauce original del río
Yeso en ese sector, desviando su trayectoria (ver Figura 3.3.3.1-A (b)). Los depósitos de
esta zona son polimícticos, y de tamaño que va desde varios metros a granos de tamaño
arena.
El gran tamaño de los bloques, puede explicarse debido a que muchas de estas remociones
poseen un comportamiento laminar, lo que podría conservar fragmentos de rocas de gran
tamaño mayormente intactas y depositadas solitariamente en planicies donde no se
observan otros indicios de depósitos similares.
61
Figura 3.3.3.2-A -Depósitos de remociones en masa, SE del cerro Panimávida.
3.3.4 Sinkholes
62
3.4 Geología económica
3.4.1 Yeso
Este recurso es explotado al oeste del cerro Panimávida, donde se ubica la mina El
Romeral, propiedad de la Sociedad Industrial Romeral S.A., filial de Empresas Pizarreño
S.A.. Este yacimiento corresponde a uno de los más grandes del país y es apreciable a la
escala regional (ver Figura 3.4.1-A).
Figura 3.4.1-A - Mapa de recursos económicos. Incluye los depósitos de yeso y las distintas
evidencias de mineralización metálica encontrada en la zona.
63
3.4.2 Elementos Metálicos
Las estructuras Norte-Sur de carácter regional que existen en el área están relacionadas
espacialmente con las fallas controladoras de los grandes yacimientos porfídicos de la
franja. Dadas las litologías encontradas en terreno, las unidades intrusivas félsicas y las
estructuras; es posible que exista algún yacimiento tipo pórfido cuprífero (Maksaev et al.,
2009) o skarn en la zona.
Figura 3.4.2-A - Ladera oeste Cajón de Casa De Piedra, se observa mineralización de óxidos de Cu.
En las cercanías del intrusivo Casa De Piedra, en contacto con la Formación Lo Valdés,
junto al Río El Yeso, fue observada una zona de halos de alteración con mármol, granates y
mineralización de sulfuros diseminados en cúmulos (Pirita ± calcopirita ± ¿bornita?).
64
Figura 3.4.2-B - Rodado mineralizado de los depósitos morrénicos del Glaciar El Bello.
Debido al clima, la tasa de erosión es alta, por lo que las laderas se presentan
principalmente como roca desnuda o cubierta de coluvios, sin un desarrollo importante de
suelo y con escasa vegetación, y la inestabilidad generada por agua entre fracturas es de
gran importancia en el sector, ya que puede generar deslizamientos, caídas de rocas o
derrumbes. El aumento rápido de la cantidad de agua sobre una ladera, ya sea por
precipitaciones intensas o un gran derretimiento de nieve puede generar la saturación del
suelo y desencadenar un deslizamiento y flujos de detritos o barro de consideración.
Por otra parte, como gran parte del país, la zona se ve afectada por los sismos generados
entre las placas de Nazca y Sudamericana. Además, las fallas presentes en la zona,
algunas posiblemente activas, tienen el potencial de generar sismos corticales, cuyos
efectos, a pesar de ser más locales, pueden ser muy intensos. Un ejemplo de esto es el
terremoto de Las Melosas del año 1958, que provocó daños en poblados e infraestructura
cercanos a la zona de estudio y gatilló caídas de roca y deslizamientos.
65
La zona de estudio se encuentra en el extremo Norte de la Zona Volcánica Sur (ZVS)
(Stern, 2004), que se expresa en la presencia de estratovolcanes de actividad recientes en
sus cercanías, incluyendo los volcanes activos Tupungatito y San José, al norte y sur del
área de estudio, respectivamente. Esta configuración genera un peligro volcánico latente, ya
que de haber una erupción, se podría generar un enjambre sísmico que podría activar
aquellas inestabilidades de la zona, el calor generado por la erupción podría derretir las
grandes masas de hielo aledañas, generando aumentos en el caudal de los ríos,
desencadenando un lahar primario o, en caso de lluvias posteriores intensas, se podría
generar un lahar secundario.
En la ladera SE del cero Panimávida, se aprecia una remoción en masa con su respectivo
escarpe, sin embargo, la mayor remoción en masa observada en la zona, es un gran
depósito de color anaranjado, que cubre parte importante del valle (desde la cara NW del
cerro Marmolejo, hasta las cercanías de la Mina de Yeso Romeral, con unos 12 km de
longitud). Se encuentra disectado y, en partes, retrabajado por el curso actual del río Yeso.
Asociado a este depósito, se encuentra el gran escarpe que forma la cara NW del cerro
Marmolejo, donde se aprecia su coloración interna. El color similar al del depósito podría dar
cuenta de su origen, como una gran remoción en masa y más específicamente una
avalancha volcánica.
El sector se caracteriza por no poseer grandes poblados, pero es una zona turística de flujo
bajo, por lo que recintos como el de las Termas del Plomo, sus caminos y senderos que
llevan a los glaciares cercanos se caracterizan por tener un riesgo muy elevado. El río
también posee un gran riesgo para las personas, ya que estas zonas son susceptibles a
cambios en el caudal y la gente, de no ser afectada directamente, podría quedar aislada en
el sector.
66
Otra zona de interés es el Embalse El Yeso. Es importante mencionar que cualquier factor
que afecte al río o sus tributarios aguas arriba, trae consecuencias aguas abajo en el
embalse. Si la carga de sedimentos aumenta genera un gran riesgo para la empresa y el
suministro de agua potable. Además, de ocurrir un deslizamiento de gran escala sobre el
embalse, el caudal aumentaría rápidamente y la presa podría ceder, generando una gran
inundación, que podría conllevar graves daños a la gente que reside cerca del embalse y,
por supuesto, dejaría a Santiago sin una de sus principales fuentes de agua. Un ejemplo
similar a esto es el desastre en la presa de Vajont, el año 1963, en Italia, que generó
numerosas muertes y daños.
Riesgos moderados son asociados a caídas de rocas desde escarpes cercanos a caminos,
sin embargo, aquellos que rodean el embalse poseen un riesgo alto, ya que existen zonas
donde un intrusivo, fuertemente diaclasado, está muy cerca de la única ruta que existe para
acceder a la zona de estudio.
67
4 Discusión
4.1 Aspectos generales
En este trabajo se elaboraron dos perfiles con orientación este-oeste, uno ubicado en la
zona norte (B-B’) y otro en la zona centro sur (A-A’) (ver apartado 3.2.4). Para la confección
de los perfiles se utilizó el método kink, considerando datos estructurales y mapeo de
superficie realizado en terreno. El perfil del sur (A-A’) considera una mayor densidad de
datos observados y medidos, siendo éste más fiel al mapeo de terreno. Por el contrario, el
perfil del norte (B-B’) contempla una menor densidad de datos observados y medidos,
donde la mayoría fueron extrapolados de los datos que se concentran hacia el sur del
mapa, de manera que este perfil es un resultado esencialmente esquemático. La razón de
por qué hay menos datos al norte es el difícil acceso que se tuvo en terreno a dichos
puntos.
4.2 Limitaciones
En particular, para la realización del mapeo geológico se tomaron en consideración solo los
datos recogidos en terreno, es decir, los contactos y unidades determinados durante este,
por tanto puede tener diferencias con otros trabajos que hayan determinado una mayor
cantidad de unidades (e. g. Giambiagi, 2003, Bustamante et al., 2010). Además, la
continuidad en la delimitación de las unidades fue realizada en base a criterios meramente
de fotointerpretación sin considerar los límites tomados en otros trabajos.
En cuanto al mapeo de glaciares, éste fue realizado bajo dos criterios: fotointerpretación y
base de datos de la DGA, por tanto es posible que sus dimensiones no correspondan
exactamente a las actuales, dependiendo de la antigüedad de los datos.
Una de las principales limitaciones de este estudio es no conocer los espesores reales de
las unidades, por lo que no es posible determinar los despegues con un alto nivel de
certeza. También existen estructuras internas en las unidades que repiten las secuencias,
aumentando considerablemente sus espesores visibles, dificultando la estimación de los
valores reales. Particularmente, se observa que la Fm. Lo Valdés presenta un espesor
altamente variable a lo largo del perfil.
Los cambios de espesor a lo largo del perfil representan el mayor problema para explicar la
evolución cinemática de la deformación en la zona de estudio. Lo anterior ha llevado a
68
pensar que existió una estructura de extensión dominante previa a la deformación
compresiva.
4.3 Unidades
La Formación Río Colina presenta gran similitud con lo descrito en trabajos previos. Dentro
de las diferencias encontradas, se destaca que Álvarez et al. (1997) la describen
sobreyacente en contacto concordante con la Formación Nieves Negras descrita por ellos,
mientras que para este trabajo esta última formación no fue descrita ni diferenciada de la
Formación Río Colina. Una posible forma de separar la Formación Nieves Negras de la
Formación Río Colina sería el análisis en detalle de la fauna fósil. Sin embargo, la falta de
precisión para la descripción y caracterización de los restos fósiles no permitió dar edades
más exactas para los especímenes. En este sentido, queda pendiente un estudio más
detallado de la Formación Río Colina, para lograr una separación con la Formación Nieves
Negras.
Otra característica que varía con respecto a Thiele (1980) es que este último describe
intercalaciones de lavas andesíticas en la secuencia, mientras que estas no se observaron
en las zonas estudiadas. Por último, respecto a ambos trabajos, Thiele (1980) estima un
espesor visible de no más de 800 m, mientras que en el presente se estima un espesor total
de al menos 1500 m para esta secuencia, esto último estimando la potencia a partir de los
manteos y del mapeo propuesto. Una explicación para esta discrepancia estaría asociada,
nuevamente, a la inclusión de la Formación Nieves Negras en esta formación.
La Fm. Río Damas puede ser diferenciada de las demás por la ausencia de restos fósiles
marinos y su color rojizo característico, razones por las cuales se infiere que su deposición
está asociada a un ambiente continental subaéreo, como se mencionó en la descripción de
la formación. La cantidad de diques y filones intruyendo esta formación es mucho menor a
la cantidad observada en Formación Colimapu, por lo que éste es un criterio que permite
diferenciarlas. Sin embargo, no se lograron diferenciar las composiciones de estos
hipabisales en ambas formaciones. La Formación Río Damas concuerda con la definición
de Bustamante et al. (2010) en términos de litología y relaciones de contacto; sin embargo,
en la Hoja de Santiago el conjunto tiene una potencia aproximada de 3000 m y en terreno
69
fueron observados aproximadamente 900 m, por lo que es necesario un estudio más
detallado de la extensión de esta formación en la zona de estudio y en zonas aledañas.
El feldespato detrítico encontrado en esta formación puede ser un indicador de actividad
tectónica, dado que solo puede ser preservado cuando la meteorización es lenta, la tasa de
erosión es rápida y la sedimentación es alta.
El contacto inferior de la Formación Río Damas con la Formación Río Colina es destacado
por los niveles de yeso oxfordiano, lo que evidencia la somerización de la cuenca, asociado
a una regresión sostenida. Esta somerización estaría asociada más a un cambio en el nivel
eustático y en la tasa de sedimentación, más que un cambio tectónico en la cuenca a nivel
regional (Vicente, 2006). Se propone en la literatura un ciclo de transgresión-regresión para
las formaciones Río Colina y Río Damas. La edad de deposición de Río Damas coincidiría
con la transición entre las subetapas I y II del Ciclo Andino I (Charrier, 2007), asociado en
este caso a una regresión por relleno de cuenca y disminución del nivel eustático.
Finalmente, el yeso tiene una importancia aparte de ser un indicador de edad y de cambio
de ciclos, dado que sirve como un nivel de despegue para las estructuras de gran escala
que afectarán posteriormente a estas formaciones.
Al comparar esta unidad con las definiciones de González (1963) y Bustamante et al.
(2010), existe concordancia en la variedad litológica, incluyendo las lavas andesíticas, que
sólo fueron encontradas en el sector central del área de estudio, y los depósitos
evaporíticos, correspondientes a niveles de yeso. Cabe destacar que al tener una litología
muy variada y debido a la escasez de marcadores estratigráficos, fue complejo reconocer si
existían o no repeticiones en las secuencias observadas. No obstante, el estudio en detalle
de la columna estratigráfica de la unidad, como por ejemplo el aumento de calizas hacia la
parte superior, sirvió como evidencia para hablar de heterogeneidad y asimetría en el
ambiente de depositación. Esta misma asimetría concuerda con el modelo planteado de una
cuenca asimétrica controlada por la Falla Vacas Muertas durante la depositación de Lo
Valdés.
La Fm. Lo Valdés y la Fm. Río Colina presentan litologías similares, tales como lutitas
intercaladas con areniscas y calizas, en el sector de las Termas del Plomo y al sur del
Antinclinal de Yeguas Muertas, respectivamente. Para diferenciar estas zonas se utilizó el
fósil Macrocephalites sp., de edad bathoniana-caloviana, presente al sur del anticlinal, que
da una época Jurásico Medio a Superior y que, por ende, asigna estos estratos a la Fm. Río
Colina, según fue definida en este trabajo, por lo que se descarta que pertenezcan a la
Formación Lo Valdés.
Esta formación representa el trasarco en la segunda sub-etapa del ciclo Andino II. Las
andesitas descritas en su base corresponden a actividad del arco al principio de esta sub-
etapa, y luego se empiezan a observar las facies de ambientes marinos someros y
profundos, mencionadas en la estratigrafía.
70
4.3.4 Formación Colimapu
La Fm. Colimapu se diferencia del resto de las unidades por presentar un enjambre de
diques y filones de composición intermedia que intruyen las areniscas rojas, generando
metamorfismo de contacto. Para discriminar Colimapu de Río Damas se utilizó la presencia
de clastos de calizas y areniscas fosilíferas pertenecientes a la Formación Lo Valdés dentro
de las rocas sedimentarias de la Fm. Colimapu.
71
monzonitas cuarcíferas y monzogranitos (Thiele, 1980; Cornejo y Mahood, 1997; Kurtz et
al., 1997). Para obtener una clasificación más precisa sería necesario realizar dataciones
radiométricas en los intrusivos observados.
Para la elaboración del modelo estructural para la zona de estudio, se realizaron los perfiles
de la Figura 3.2.4.1-A y Figura 3.2.4.2-A, con los que se estableció una cronología de
deformación. A continuación se detalla cronológicamente el modelo de evolución tectónica
del área de estudio separado por períodos. La figura completa se adjunta en el Anexo 7.4.
Figura 4.4.1.1-A - Sistema syn-rift Triásico-Jurásico, entre los 31°30’ y 38°30’S. Se observa los
depocentros de Yeguas Muertas, Nieves Negras, Alvarado y Río Atuel – La Valenciana; de la Cuenca
de Neuqúen (Tomada de Giambiagi 2003, Modificada de Alvarez y Ramos, 1999).
72
4.4.1.2 Jurásico temprano - Jurásico Medio
Durante el Caloviano medio y superior, un rápido descenso del nivel del mar produjo que la
cuenca se secara completamente (Giambiagi, 2003), generando fases continentales y
evaporíticas, estas últimas presentes en potentes capas de yeso, de edad oxfordiana, en el
techo de la Formación Río Colina.
Figura 4.4.1.3-A - Etapa synrift con extensión E-W controlada por la subducción en el margen
occidental de Sudamérica. Se deposita la formación Río Damas (azul).
73
4.4.1.4 Jurásico Tardío - Cretácico Temprano
Figura 4.4.1.4-A - Etapa post-rift. Depositación de la Formación Lo Valdés (verde claro) y Colimapu
(verde oscuro) producto de un nuevo evento de subsidencia termal.
Esta época marca el fin del régimen extensional de las cuencas marinas de intra-arco y de
retro-arco, y el inicio de la tectónica compresiva de la Fase Peruana hacia fines del
Cretácico Superior (Mpodozis y Ramos, 1989). Se originan depósitos continentales y
volcánicos correspondientes a la Formación Colimapu durante el Cretácico temprano
(Figura 4.4.1.4-A).
Existe un vacío en el registro litológico para la zona de estudio, desde el Cretácico Superior
hasta el Eoceno Medio. En este último, se produce una exhumación general de las rocas
cretácicas (Figura 4.4.1.6-A) y hacia el oeste la depositación se ve controlada por una serie
de fallas normales, incluyendo la Falla El Diablo, límite oriental de este nuevo depocentro
(Fock, 2005).
74
Figura 4.4.1.6-A - Exhumación de rocas cretácicas. Comienza a conformarse la cuenca donde se
depositará la Formación Abanico, controlada hacia el este por la Falla El Diablo. Estructuras
controladoras de orientación N-S.
Figura 4.4.1.7-A - Modelo de evolución paleogeográfica en el Eoceno-Oligoceno entre los 33º y 34º
S (Tomada de Fock, 2005).
75
4.4.1.8 Oligoceno Superior - Mioceno
Figura 4.4.1.8-A - Modelo de evolución paleogeográfica en el Oligoceno-Mioceno entre los 33º y 34º
S (Tomada de Fock, 2005).
Figura 4.4.1.8-B - Inversión tectónica. En el borde de la cuenca se generan pliegues que acomodan
la deformación.
W E
76
4.4.1.10 Mioceno Superior - Holoceno
W E
Existe una estructura de falla, de vergencia oeste, que se puede apreciar al norte por el
estero de La Casa de Piedra y al sur del embalse El Yeso. Se interpretó esta estructura de
segundo orden como un retrocorrimiento de la falla de primer orden El Diablo, debido a su
cercanía geográfica y la elevación topográfica marcada entre ambas fallas, además de
considerar que el supuesto retrocorrimiento es posterior a la Falla El Diablo, esto en base a
la abundancia de conos de deyección a lo largo de su traza, a diferencia de lo que ocurre en
la Falla El Diablo.
77
4.4.2.3 Falla El Yeso
Se observó que la geometría del pliegue, de flancos casi simétricos y charnela pronunciada,
se podría explicar con un modelo de pliegue por propagación de falla, por lo que fue
interpretado como tal, aunque se propone realizar mayores estudios en la zona para
caracterizar de mejor manera su geometría y estructuras asociadas.
78
4.5 Evolución Geomorfológica
En un principio, la gran era glacial (Würm) generó grandes masas de hielo en zonas
cordilleranas, masas que se mueven por los valles en relación a las condiciones climáticas
existentes durante el Cuaternario. En estudios anteriores (Grootes y Stuiver, 1997) es
posible visualizar al menos dos grandes fases frías, en las cuales las masas de hielo
avanzan por los valles, y dos cálidas, en donde el deshielo y el retroceso de los glaciares es
clave. Esto queda expresado en valles de tipo U con orientaciones principalmente NS que
confluyen a un gran valle de orientación EW, el que posteriormente conformará el valle del
río Yeso.
Debido al deshielo de estas grandes masas, el agua comienza a fluir tanto superficial como
subterráneamente, lo que genera la hoya hidrográfica que posteriormente construirá el
sistema fluvial asociado al río Yeso y sus tributarios. Los cambios climáticos posteriores son
los responsables de las alzas o descensos en los niveles de agua de los cauces, lo cual se
verá reflejado en al menos tres niveles de terrazas fluviales. (Ver Figura 3.3.2.1-B). El agua
que forma parte del acuífero será la responsable de generar zonas en donde es factible la
aparición de vegetación en terrazas y abanicos, y también alimentar quebradas aguas
abajo.
79
anteriormente, genera un criterio para distinguir las fallas con actividad reciente, siendo, de
esta forma, las Fallas Retrocorrimiento El Diablo, El Diablo, El Yeso y Pirámide, las que
presentan actividad en el Cuaternario.
El yeso, dada su abundancia y fácil explotación, se reconoce como uno de los recursos
principales de la zona. Sin embargo, dado que su génesis y control estructural son
conocidos, no se considera necesario levantar nueva información geológica para
exploración.
En la Formación Colimapu podrían existir depósitos del tipo pórfido Cu-Au en profundidad,
depósitos exóticos o un sistema estratoligado asociado a los sills; por lo que representa un
potencial blanco de exploración a futuro. Tanto en la Formación Río Colina como en Lo
Valdés, que presentan litologías carbonatadas cortadas por intrusivos, pueden alojar
asociaciones de tipo skarn de Cu o Fe. En el Cajón del Bello no fue posible encontrar la
fuente de los rodados y se presume la existencia de intrusivos cubiertos asociados al skarn.
Dado que esta zona es la principal fuente hídrica de la Región Metropolitana, se considera
delicado generar proyectos mineros a gran escala en el sector, pues el impacto podría
afectar no solo a los glaciares, flora y fauna locales, sino también la disponibilidad y calidad
de los recursos hídricos de la capital.
80
4.7 Avances respecto a trabajos previos
Distintos autores (Thiele (1980), Armijo et al. (2010), Farías et al. (2010), Giambiagi et al.
(2001,2003, 2014) han realizado estudios del frente cordillerano, de la Cordillera Principal,
Cordillera Frontal y Precordillera hacia Argentina.
Dos grandes modelos se han propuesto para el desarrollo de la Cordillera de los Andes. El
primero de ellos es el clásico modelo del alzamiento andino, donde las estructuras
principales se manifiestan como estructuras inversas de alto ángulo vergentes al este con
retrocorrimientos asociados (Ramos 1988; Fock 2005; Farías et al., 2010; Giambiagi 2001,
2003, 2014). Por otro lado, Armijo et al. (2010) proponen un modelo distinto para el
alzamiento del bloque andino, donde las estructuras principales tendrían una vergencia
opuesta con retrocorrimientos asociados, de igual manera cómo ocurre en los Himalayas.
Este trabajo propone que los modelos clásicos no son consistentes mecánicamente, pues
no existiría nada al oeste de la cordillera capaz de generar la energía suficiente para alzar la
cordillera y generar las estructuras vergentes al este, siendo de esta manera la Cordillera
Frontal el único soporte posible para generar la energía suficiente y un efecto de bulldozer
capaz de alzar la Cordillera Principal y el acortamiento registrado (Figura 4.5-B).
El presente trabajo muestra sin duda una porción pequeña de la Cordillera de los Andes,
asumiendo de esta manera las limitantes propias de la escala del estudio. Sin embargo,
pese a lo anterior, las evidencias e interpretaciones obtenidas sugieren un modelo similar al
clásico. Dos características de la zona soportan esta idea: por un lado, la zona comprende
parte del borde oriental de las cuencas jurásicas (Figura 4.5-A), siendo las estructuras
normales que mantean al oeste un factor de primer orden que controlaría la inversión
durante el Cenozoico. De esta manera las principales estructuras inversas estarían
fuertemente subordinadas a la reactivación de estructuras previas, que en su mayoría
mantean al oeste, siendo éste el mecanismo más sencillo y de menor energía para
propagar la deformación. Una segunda característica vendría a ser el nivel de yeso, que
representaría niveles ideales para generar despegues, permitiendo de esta manera la
generación de retrocorrimientos a partir de los niveles de yeso y/o crecimiento de las
estructuras invertidas.
81
Figura 4.5-A - Modelo de evolución de la transecta 33° 40’S. del Cretácico Tardío al Mioceno
Temprano. Modificado de Giambiagi et al., 2014.
Por otro lado, el aporte más significativo desarrollado durante este trabajo se refiere a la
bioestratigrafía, donde el espécimen de ammonites encontrado en la Formación Río Colina
correspondiente al género Araucanites sp., de edad oxfordiana, no había sido anteriormente
documentado en dicha formación. El espécimen ha sido incorporado a una colección
paleontológica para la realización de una investigación más acabada por un grupo de
expertos, dado su valor tanto paleobiológico como bioestratigráfico.
Figura 4.5-B – Sección geológica simplificada a lo largo del marge n de placas Sudamericana/Nazca
y de los Andes a la latitud de Santiago. Armijo et al. (2010) .
82
5 Conclusiones
Las rocas que afloran en el borde oriental de la Cordillera Principal resumen la historia de la
evolución andina en los últimos 160 Ma, desde la formación de las cuencas de trasarco en
el Jurásico, hasta los últimos eventos de alzamiento del Orógeno Andino y la final
construcción de la Cordillera Principal. Dentro de las formaciones descritas en este trabajo
se observan cambios litológicos que se pueden asociar a diferentes ambientes
sedimentarios y dos episodios principales de transgresión-regresión, el primero de ellos
conformado por las Fms. Río Colina y Río Damas, y el segundo por las Fms. Lo Valdés y
Colimapu. Las formaciones observadas coinciden con el desarrollo de la etapa I del Ciclo
Andino, a excepción de la Fm. Abanico, asociada a una etapa posterior.
El primer evento registrado data del Jurásico Temprano al Jurásico medio, donde en el
margen occidental de Gondwana se habrían formado cuencas de trasarco a lo largo del
margen. A la latitud de Santiago, se habría formado la cuenca de Neuquén, con una
orientación NNW-SSE. Durante este período de extensión se depositan las lutitas negras de
la Formación Río Colina (Formación Nieves Negras). Luego, durante el Caloviano Medio y
Superior, un descenso del nivel del mar habría generado el vaciamiento de la cuenca,
generando las fases continentales y evaporíticas del techo de la Formación Río Colina.
Desde el Mioceno Inferior hasta Mioceno Medio continúa la inversión de la cuenca, junto a
una migración de la deformación hacia el este, concentrándose en el borde oriental de la
cuenca de Abanico. El arco continúa su migración al este, se emplazan intrusivos en el
Mioceno Superior Temprano y se produce el principal evento de alzamiento y exhumación.
83
El nivel de despegue de las distintas fallas y pliegues asociados a la FPCA se encuentra en
nivel de yeso correspondiente al techo de la Formación Río Colina.
El yeso, dada su abundancia y fácil explotación, se reconoce como uno de los recursos
principales de la zona. Además, en la Formación Colimapu podrían existir depósitos del tipo
pórfido Cu-Au en profundidad, exóticos o un sistema estratoligado asociado a los sills. Tanto
en las Formaciones Río Colina como en Lo Valdés, que presentan litologías carbonatadas
cortadas por intrusivos, pueden alojar asociaciones de tipo skarn de Cu o Fe.
Los puntos que aún causan controversia y que podrían ser detallados en trabajos futuros en
la zona son el estudio en detalle de las Fms. Nieves Negras y Río Colina, con el fin de
determinar las diferencias entre ambas y discriminar un contacto claro, lo cual no fue
logrado en este trabajo. Adicionalmente, se requiere determinar con precisión los espesores
de las distintas formaciones para poder de ese modo estimar el acortamiento producido
durante la compresión a través de una restauración estructural balanceada.
Las limitaciones dadas por la escala del estudio, no permiten extender el análisis más allá
de de un modelo detallado local. Por esto, resulta necesario complementar con estudios en
sectores aledaños, con el fin de integrar y extender los modelos a escala regional.
Finalmente, un aporte significativo al enfoque de este trabajo, sería realizar estudios
geofísicos de la corteza en profundidad, con el fin de observar el comportamiento de las
distintas estructuras.
84
6 Referencias
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Instituto de Investigaciones Geológicas, Santiago, Chile, Boletín N°9, 70 p.
2. Aguirre, R., 1999. Depositación y deformación de la secuencia volcánica terciaria en el
sector cordillerano de Pata del Diablo, Cajón del Maipo. Memoria, Departamento de
Geología, Universidad de Chile, Santiago, 60 p.
3. Álvarez, P., Godoy, E., Giambiagi, L., 1999. Estratigrafía de la Alta Cordillera de Chile,
central a la latitud del Paso Piuquenes. En Congreso Geológico Argentino, 14°, Salta,
Argentina, 19-24 Septiembre 1999: pp.55.
4. Álvarez, P., Ramos, V., Giambiagi, L., Godoy, E., 2000. Relationships between different
depocenters of Triassic-Jurassic rift systems in the Main Andes of Argentina and Chile.
XXIII Geological Internacional Congress.
5. Biró, L. 1964. Límite Titónico-Neocomiano en Lo Valdés. Memoria, Departamento de
Geología, Universidad de Chile, 118 p. Santiago.
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87
7 Anexos
7.1 Tabla de ubicación y descripción de muestras
Ubicación (E-N) Unidad Fotografía Descripción
Arenisca calcárea
gris de grano
fino,buena
Fm. Río
414836 6276866 selección,presenta
Colina
restos fósiles de
Macrocephalites de
6 cm de diámetro.
Limolita calcárea
color gris
Fm. Río
414836 6276866 oscuro,presenta
Colina
moldes fósiles y
fisibilidad.
Caliza gris oscuro de
grano fino, de forma
Fm. Río elipsoidal
Colina encontrada
415048 6276550
(Nieves formando boudinage
Negras) entre capas de
areniscas de grano
medio.
Paraconglomerado
de matriz de arena
media color rojizo.
Polimíctica, mala
selección, con
Fm. Río
409048 6279889 clastos
Colina
subredondeados de
origen volcánico
(andesitas de
distintos colores) de
0,3 a 10 cm.
Lutita negra masiva,
con una capa de
Fm. Rio
413440 6276381 limonita calcárea.
Colina
Presenta ondulitas
lingüiformes.
88
Lutita negra con
laminación paralela.
Presenta una capa
Fm. Rio
413463 6276386 de arenisca con
Colina
estratificación
cruzada y texturas
de flujo.
Limonita negra,
Fm. Río
414206 6275484 ausente de clivaje,
Colina
de grano muy fino.
Arenisca gris de
Fm. Río grano fino, buena
411829 6279041
Colina selección, sin
estructuras
rumbo 30 O, manteo
Fm. Río
413585 6280430 43°O)Lutita negra,
Colina
grano muy fino
Arenisca verde de
grano medio, de
buena selección y
Fm. Río
410612 6279012 clasto soportado.
Damas
Tiene vetillas de
calcita de 1 mm de
espesor.
Arenisca verde de
grano medio,
Fm. Río
410658 6278949 polimíctica, buena
Damas
selección, matriz
calcárea.
89
Arenisca roja de
grano medio a fino,
matriz soportado.
Presenta
estratificación
planar, gradación
Fm. Río
414833 6280450 inversa (con clastos
Damas
polimícticos y
angulosos) y
superficie de erosión
en la base que la
pone en contacto
con areniscas finas.
(rumbo N30E,
manteo 90) Arenisca
Fm. Río gris grano fino,
413188 6279849
Damas (?) buena selección,
pátina de óxidos de
Cu.
(rumbo 000(NS),
manteo 40°E) Lutita
Fm. Río
negra calcárea,
413450 6280134 Damas
grano muy fino, sin
fósiles
Arenisca roja de
grano fino, buena
Fm. Río selección y matriz
410602 6279012
Damas calcárea. Reacciona
levemente con el
ácido.
Arenisca roja de
Fm. Lo grano fino, buena
414748 6274781
Valdés selección, posee un
molde de cefalopos
90
Arenisca calcárea
color rojizo de
textura clástica,
grano fino y de
regular selección.
Fm. Lo
407752 6279721 Reacciona
Valdés
intensamente con el
ácido. Tiene matriz
calcárea y fósiles de
bivalvos.
Arenisca roja de
grano fino y buena
Fm. Lo selección. Tiene
410602 6279012
Valdés matriz calcárea y
reacciona levemente
con el ácido.
91
Lutita calcárea negra
de grano muy fino.
Fm. Lo
410350 6279344 Tiene una vetilla de
Valdés
calcita de 1 cm de
espesor.
Arenisca roja de
grano medio-fino,
polimíctica , mala
Fm.Lo
414821 6281085 selección, clasto
Valdés
soportado. Contiene
clastos de 1 cm de
lutita roja.
Fm. Lo Fósiles de
415636 6279927
Valdés ammonoideos sp.
Rodado de posible
skarn por
metamorfismo de
contacto en caliza.
Fm. Lo
414305 6285610 Se reconoce
Valdés
granate, piroxeno,
hematita y calcita
como mineralogía
secundaria.
Lutita negra, de
buena selección y
matriz soportada.
Presenta cemento
Fm. Lo
carbonatico y fósiles
Valdés
de amonites. Sin
estructuras
sedimentarias
observables.
404103 6280113 Fm. Arenisca roja de
92
Colimapu grano fino, selección
regular y matriz
soportada, con
estratificación plana.
Posee clastos de
cuarzo y feldespato
sub-redondeados
(<1mm), matriz
parcialmente
recristalizada por
presencia de dique.
Arenisca
feldespática gris de
grano medio, con
mala selección.
Matriz soportada, de
Fm.
404005 6280473 clastos angulosos
Colimapu
principalmente
plagioclasas. Matriz
parcialmente
recristalizada por
presencia de dique.
Andesita basáltica
porfírica,
Fm.
399568 6275223 fenocristales
Abanico
equigranulares de 3
mm.
Andesita gris
verdosa porfírica.
Fm. Presenta 20% de
399598 6274434
Abanico fenocristales de
plagioclasa y 10%
de cuarzo.
Brecha anaranjada
polimíctica
intensamente
alterada a arcillas,
Brecha de con clastos
falla subangulosos
405733 6277057 cercana a intrusivos y
Unidad sedimentarios (1-10
Intrusiva. cm) y matriz
soportada (60%
matriz). Matriz de
salvanda,cemento
calcáreo.
93
Roca intrusiva de
color gris verdoso de
grano fino en la que
se reconocen
Intrusivo cristales de cuarzo,
414748 6274781
Mioceno plagioclasa y
minerales máficos
diseminados,
presenta patinas de
oligisto.
Andesita porfírica
con matriz oscura.
Presenta 15% de
Plioceno
412280 6276023 fenocristales de
Marmolejo
plagioclasa de 2 a 3
mm y hornblendas
de 1 a 2 mm.
94
7.2 Columnas estratigráficas
95
96
97
98
99
100
7.3 Bioestratigrafía
Edad Oxfordiano
Formación Río Colina
Litología Presente en un nivel de areniscas
calcáreas grises de grano fino y con buena
selección.
Ubicación Quebrada Sur, frente al Cerro Panimávida,
Valle del Río Yeso, Región Metropolitana.
Coordenadas UTM, WGS 1984 414836 E /6276866 N
Muestra “Río Colina 2”
Ammonites: Nebrodites? sp.
Edad Oxfordiano
Formación Río Colina
Litología Presente en un nivel de areniscas rojas
calcáreas con gradación normal. Éste se
localiza en el techo de la Fm. Río Colina,
cerca de la Falla Vacas Muertas.
101
Ubicación Cerro Panimávida, Valle del Río Yeso,
Región Metropolitana.
Coordenadas UTM, WGS 1984 411385 E /6281385 N
102
Ammonites: Aulacosphinctes? sp.
103
Edad Titoniano Medio - Valanginiano
Formación Lo Valdés
Litología Presente en nivel de areniscas calcáreas
rojas, con selección intermedia y clasto
soportado.
Ubicación Frente al camino zig-zag, ladera N del
Valle del Río Yeso, Región Metropolitana.
Coordenadas UTM, WGS 1984 407396 E /6280642 N
104
7.4 Modelo de Evolución Tectónica
N x
7.5 Mapa 1:25.000
106