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PRECIPITACIÓN

Las nubes son arrastradas por los vientos, algunas permanecen sobre los océanos y, otras, son
trasladadas hacia los continentes. En estos movimientos pueden enfriarse, por medio de los
cuales las gotitas que forman las nubes se pueden agrandar, ya sea porque se juntan entre ellas o
porque se aglomeran alrededor de partículas que flotan en la atmósfera. Al agrandarse, las gotas
de agua caen por su propio peso hacia la superfice de la Tierra, provocando las precipitaciones.
Las precipitaciones que se producen con temperaturas sobre 0ºC, caen en forma de lluvia. Las
gotas de lluvia se congelan si la temperatura es bajo 0ºC y la precipitación es en forma de nieve
o de granizo, estado sólido del agua. En relación al diseño hidrológico, la lluvia y la nieve
tienen mayor importancia.
Formas de precipitación

El término precipitación se usa para designar cualquier estado del agua que cae desde las
nubes a la tierra. Existe una clasificación sobre los tipos de precipitación, pero generalmente
se puede hablar de tres tipos: lluvia, granizo y nieve. La precipitación no es igual todo el
tiempo y se maneja una clasificación de acuerdo con la intensidad con la que caen las gotas
de agua o cristales de hielo.
La República Mexicana es afectada por precipitaciones originadas por diferentes fenómenos
hidrometeorológicos. En verano (de junio a octubre) las lluvias más intensas están asociadas con la
acción de ciclones tropicales que afectan gran parte del territorio nacional. En cambio, durante el
invierno los frentes fríos son la principal fuente de lluvia.

A estos fenómenos se suman el efecto ejercido por las cadenas montañosas (lluvia orográfica), además
del convectivo, que ocasiona tormentas de corta duración y poca extensión, pero muy intensas (lluvias
convectivas).
Los principales mecanismos a través de los que se genera la precipitación son:

1. Ciclones tropicales
Al transportar grandes cantidades de humedad, los ciclones tropicales pueden provocar
tormentas de larga duración, del orden de varios días y abarcar grandes extensiones. Por lo
que pueden ser causa de inundaciones en las principales cuencas del país, principalmente en
aquéllas que vierten hacia el golfo de México o hacia el océano Pacífico.
2. Lluvias orográficas
Se originan con las corrientes de aire húmedo que chocan con las barreras montañosas,
provocando su ascenso y consecuente enfriamiento, lo que da lugar para su condensación y,
como resultado, la ocurrencia de precipitación en el lado por donde sopla el viento
(barlovento) hacia las montañas. El relieve representa un importante factor en la distribución
de las lluvias, ya que actúa como una barrera o un modificador de la dirección del viento.
Usualmente esta distribución de la precipitación es muy irregular entre las dos vertientes de
una misma cadena montañosa, sobre todo cuando su eje es más o menos perpendicular a la
dirección de los vientos húmedos dominantes.
La figura correspondiente a la precipitación, muestra que del lado del océano
Pacífico, punto “A”, se incrementa hasta alcanzar un máximo, coincidiendo
con la máxima elevación de la cordillera, punto “B”. A partir de ahí, la
lluvia disminuye, alcanzando sus valores mínimos justo en la zona del
altiplano, del punto “C” al “D”, para que a partir de ahí nuevamente
disminuya hasta la planiecie costera en el golfo de México. La zona más
expuesta a la humedad es la que se ubica entre los puntos “D” y “E” que es
también donde se registran las mayores precipitaciones.
3. Lluvias invernales (frentes fríos)
Consisten en el desplazamiento de frentes de aire frío procedentes de la zona
del Polo Norte. En el país, la zona más afectada por este tipo de fenómenos
meteorológicos es la noroeste, donde se originan precipitaciones importantes;
sin embargo, también afectan la vertiente del golfo de México y la península de
Yucatán.
4. Lluvias convectivas
Las lluvias convectivas tienen su origen en el calentamiento de
la superficie terrestre, ya que algunas áreas de la superficie de
la tierra absorben mejor que otras los rayos solares, por ello, el
aire en contacto con esas “zonas cálidas” llega a calentarse más
que en los alrededores, lo que da lugar a corrientes verticales
con las que asciende el aire caliente húmedo.

Estas corrientes al llegar a la capa de la troposfera, se enfrían


rápidamente, produciéndose la condensación del vapor de agua
y formándose nubes densas, por lo general del tipo cúmulos o
nubes macizas. Se presentan en áreas reducidas ya que el
ascenso y descenso de las corrientes sólo muestran un espacio
local (Ahrens, 2000).
Interpretación de datos de lluvia
Para realizar una adecuada interpretación de los registros de precipitación se deben tener en
cuenta la lámina, la intensidad y la duración de la lluvia, con las cuales se construyen diagramas
como el hietograma, que considera la distribución en el tiempo de la lluvia, o gráficos como la
curva de masa de lluvia, útiles en el diseño hidrológico.

Se entiende por lámina (L) el total de la lluvia caída en determinado tiempo (1 hora-24 horas-1
mes-1 año, etc.) en un punto (lluvia puntual) o sobre un área (lámina media). Se expresa en
milímetros (mm), así 1 mm de lámina sobre un área de 1 hectárea equivale a un volumen de
agua de 10 m3.

Se define duración (D) como el período de tiempo durante el cual llueve; ésta tiene importantes
implicaciones en el diseño.
Lámina de precipitación
La precipitación que ocurre en una zona no es constante y el escurrimiento que se
genera depende en gran medida de la extensión donde tiene lugar y de sus
características (tamaño, pendiente, tipo de suelo, cobertura vegetal, etc.). En México es
común expresarla en mm, mientras que en los Estados Unidos de América, lo hacen en
pulgadas.
Se entiende por intensidad la tasa de la precipitación caída en un intervalo de tiempo (L/D)
expresada generalmente en milímetros por hora (mm/hora). Es un valor importante en el diseño
hidrológico, por ejemplo una lluvia de intensidad de 60 mm/día tiene efectos y consecuencias
muy diferentes a una de 60 mm/hora. La lluvia en función de su intensidad, puede ser
identificada como: suave (valores hasta 3 mm/h), moderada (mayor de 3 y hasta 10 mm/h) y
fuerte (mayor de 10 mm/h).
La precipitación media es la lámina media caída sobre un área dada. Es común en mediciones
puntuales asignar a cada punto un área de influencia donde se asume que llueve un valor igual
al medido.
Los aparatos que miden la lluvia, pluviómetros o pluviógrafos la expresan como láminas de lluvia, y es
de interés particular en el tema de las inundaciones, conocer la cantidad de precipitación que se
acumula en duraciones, generalmente, menores a un día.
Intensidad de precipitación
La cantidad de lluvia que se precipita en cierto tiempo es conocida como la intensidad de
la precipitación (altura de precipitación por unidad de tiempo). Sus unidades son mm/
h, mm/día, etc. Un pluviógrafo, o el medidor de lluvia electrónico, es el instrumento ideal
para registrar la lluvia, ya que al medir la intensidad de ésta, es posible saber cuándo y
cuánto llovió en cada instante, durante una tormenta.
Hietograma
Es una gráfica de barras que muestra la variación de la altura o de la intensidad de
precipitación en intervalos de tiempo, usualmente una hora.

Gasto
Es la cantidad de escurrimiento que pasa por un sitio determinado en cierto tiempo, también
se conoce como caudal. Las unidades comúnmente empleadas son metros cúbicos por
segundo (m3/s) cuando se trata de grandes caudales, o litros por segundo para pequeños.
Estimación de la distribución espacial de las precipitaciones
La precipitación media en una zona o en una cuenca es motivo de considerable interés en el
diseño hidrológico y su correcta evaluación es muy importante en la modelación de los
procesos de lluvia y escorrentía, tanto en modelos de pronóstico como en diseño.
Según sean las necesidades del estudio, puede usarse el valor de la precipitación media anual,
mensual, diaria o de una tormenta distribuida sobre un área.

El método más simple consiste en obtener la precipitación promedio a través de un promedio


aritmético de las cantidades medidas en el área, este método daría una buena aproximación
cuando las estaciones estén distribuidas simétricamente, como éste no es un caso frecuente es
preferible aplicar los siguientes métodos:
MÉTODO DE THIESSEN

El método de Thiessen trata de tener en cuenta la desigualdad en la distribución de los pluviómetros


mediante un factor de ponderación para cada uno de ellos. Las estaciones se colocan en un mapa y se
dibujan líneas que las conecten unas con otras. Las mediatrices, o perpendiculares bisectrices de estas
líneas, forman polígonos al rededor de cada estación. Los lados de cada polígono son los límites del
área efectiva que se considera para cada estación. El área de cada polígono se determina utilizando un
planímetro y se expresa como un porcentaje del área total. El promedio ponderado de lluvias para el
área total se calcula multiplicando la precipitación en cada estación por su porcentaje de áreas
asignado y sumando estos valores parciales. Los resultados son por lo general más exactos que
aquellos obtenidos por simple promedio aritmético.
La precipitación de acuerdo a la tabla es de 8.4895 mm.
MÉTODO DE LAS ISOYETAS

El método más exacto para ponderar la precipitación sobre un área, es el método de las
isoyetas. La localización de las estaciones y las cantidades de lluvia se grafican en un mapa
adecuado y sobre este se dibujan las líneas de igual precipitación. La localización de las
estaciones y de las cantidades de lluvia se grafican en un mapa adecuado y sobres este se
dibujan las líneas de igual precipitación (Isoyetas). La precipitación promedio sobre el área se
calcula ponderando la precipitación entre isoyetas sucesivas (por lo general tomando el
promedio de dos valores de las isoyetas) por el área de las isoyetas, totalizando estos productos
y dividiendo entre el área total

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