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ESTRATEGIAS
CENTRALES DE
LA EVALUACIÓN
FORMATIVA
ACOMPAÑANTE PEDAGÓGICO
MULTIGRADO
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LA RETROALIMENTACIÓN
1. Acercamiento.
De acuerdo con las evidencias de la investigación, no es conveniente hacer elogios falsos al tratar de
motivar a los estudiantes y aumentar su autoestima. Al mismo tiempo, la retroalimentación negativa
directa, sin consideraciones, puede detener el aprendizaje y la disposición del alumno a esforzarse
más.
Además, para que la retroalimentación sea formativa los docentes deben propiciar un clima de
confianza y desarrollar normas en clase que posibiliten la crítica constructiva y las opiniones
fundamentadas.
En un estudio de intervención, Elawar y Corno (1985) descubrieron que los docentes mejoraban
extraordinariamente la eficacia de la retroalimentación cuando se concentraban en estas preguntas:
“¿Cuál es el error principal? ¿Cuál es la razón probable de que el alumno cometiera este error? ¿Cómo
puedo guiar al alumno para que evite el error en un futuro?”.
2. Noción.
Es una intervención pedagógica que se vale de información evaluativa para reducir la distancia entre
el objetivo o aprendizaje esperado y el estado o logro actual de un estudiante (o grupo). Es información
sobre cómo nos está yendo en nuestros esfuerzos para lograr un objetivo y cómo podemos acercarnos
más a él.
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Esta concepción corresponde directamente con la zona de desarrollo próximo y con la teoría
sociocultural del aprendizaje. La perspectiva sociocultural considera que el desarrollo es el fruto de
una compleja e intrincada construcción, modificación y reorganización de los procesos cognoscitivos y
de los esquemas de interpretación de la realidad, procesos que surgen gracias a la interacción entre
las personas con el entorno donde viven, incluyendo las prácticas sociales y culturales. La perspectiva
sociocultural tiene un punto de apoyo fundamental en el trabajo de Vygotsky (1962, 1991).
Uno de los presupuestos básicos de su teoría es que todas las funciones mentales complejas aparecen
primero en el plano interpsicológico –a nivel social–, y posteriormente, después de la interacción con
alguien experto, aparecen en el plano intrapsicológico –a nivel individual.
El concepto utilizado para ello es la zona de desarrollo próximo, que es la región, en un continuo
imaginario de aprendizaje, entre lo que un alumno puede hacer de manera independiente y lo que
puede hacer si lo ayuda el docente u otros alumnos más expertos que él. Es decir, la zona de desarrollo
próximo se refiere a la diferencia que existe entre el desarrollo actual de un alumno, determinado por
su capacidad de solucionar problemas de manera independiente (conocimientos, habilidades y
actitudes previas), y su desarrollo potencial, determinado por lo que puede llegar a lograr con la guía
o la colaboración de alguien más experto.
4. Características de la retroalimentación
Entregarla de forma oportuna, es decir, cuando los estudiantes aún están trabajando en el
aprendizaje que se va a retroalimentar y cuando todavía tienen tiempo para redirigir sus acciones.
Idealmente, se deben planificar instancias de evaluación formativa y retroalimentación antes de las
evaluaciones sumativas.
Explicitar lo que está logrado y lo que se puede mejorar; una idea para esto es mostrar dos o tres
aspectos del desempeño logrados y uno por mejorar, según la analogía de “preparar un sándwich”:
dos logros (el pan) y un desafío o elemento por mejorar (el relleno del pan).
También resulta valioso formular preguntas que permitan a la o al estudiante reconocer los
procesos que realizó para llegar a un desempeño y cuál o cuáles es importante fortalecer.
Variar las formas de retroalimentar, por ejemplo, de manera oral, por escrito o a través de una
demostración.
Entregar una cantidad de información que sea manejable por los y las estudiantes, según su nivel
de aprendizaje actual.
Ser claros, expresarse en palabras que el o la estudiante entienda, del modo más breve posible y
sin perder precisión.
Acompañar la información con espacios para la acción, es decir, generar instancias de apoyo a los
y las estudiantes luego de entregar la información para resguardar que efectivamente se use para
aprender. Esto es fundamental, puesto que, si la información que se entrega no se utiliza para
progresar en el aprendizaje, ni siquiera vale la pena invertir el tiempo en entregarla.
Puede ser entregada de manera individual o al grupo; la primera tiene el valor de mostrar
preocupación por los aprendizajes de cada cual y de ser más focalizada en las necesidades y
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características individuales. La segunda posibilita abordar confusiones o errores comunes, o bien
visibilizar logros que todos y todas alcanzaron.
Puede provenir de diversas fuentes, es decir, ser entregada por el o la docente, por un par o bien
ser obtenida por la o el propio estudiante.
5. Tipos de retroalimentación.
a. Por descubrimiento o reflexión: consiste en guiar a los estudiantes para que sean ellos mismos
quienes descubran cómo mejorar su desempeño o bien para que reflexionen sobre su propio
razonamiento e identifiquen el origen de sus concepciones o de sus errores. El docente que
retroalimenta por descubrimiento o reflexión considera las respuestas erróneas de los estudiantes
como oportunidades de aprendizaje y los ayuda a indagar sobre el razonamiento que los ha llevado
a ellas.
EJEMPLO: usando termómetros, los estudiantes han medido la temperatura del agua contenida en
dos recipientes - la cantidad de agua era la misma en cada recipiente-. En uno de ellos, la
temperatura es de 30 °C y en el otro, de 20 °C. La docente vierte el agua de ambos en otro recipiente
y pregunta: “¿Cuál será la temperatura del agua ahora?” Pedrito responde rápidamente: “¡50
grados!”. La docente, le pregunta: “¿Por qué crees que es así?”. Pedro responde: “Porque 20 más
30 es 50”. La docente contesta “Mmmmm… ¿Cómo podríamos hacer para comprobar si es así
realmente?” Pedro contesta: “Podemos verificarlo midiendo la temperatura del agua con el
termómetro”. La docente le alcanza un termómetro y le dice “¡Buena idea! ¡Aquí tienes uno,
verifícalo!”. Luego de dos minutos, Pedro retira el termómetro del agua, observa la medida y
responde sorprendido: “¡No es 50 grados, es menos de 30!”. La docente repregunta: “¿Qué crees
que lo explica?” Pedro responde: “Creo que… el agua fría enfrió a la caliente… Por eso es menos de
30”. La docente responde: “Tu explicación es bastante lógica. Si hubiera habido mayor cantidad de
agua en el recipiente de 30 °C, ¿crees que la temperatura de la mezcla hubiera sido igual a la de
ahora?” Pedro se queda pensando y responde: “No, tal vez hubiera sido mayor”.
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Siguiendo el EJEMPLO previo, la docente responde. “No, no es 50 °C. La temperatura de la mezcla
siempre es el promedio de las temperaturas iniciales” (La información que provee la docente es
errónea porque, bajo las condiciones de la actividad descrita, la temperatura en el equilibrio
térmico no es el promedio de las temperaturas iniciales. Esto debido a que el agua caliente no solo
transfiere calor al agua fría, sino al entorno en general. En el caso particular de la actividad, el aire
y el recipiente en el que se lleva a cabo la mezcla también absorben calor.) Solo se considera
retroalimentación incorrecta cuando el docente, por una evidente falta de conocimiento
pedagógico o disciplinar, brinda o proporciona información equivocada al estudiante, lo que
conlleva a una elaboración o construcción errónea de su aprendizaje. No se valorará como
retroalimentación incorrecta cuando el docente acoge o evita corregir una idea o respuesta
imprecisa, incompleta o incluso incorrecta planteada por el estudiante. Esto será así siempre y
cuando el docente sea consciente de la situación y lo haga de forma intencional para favorecer un
fin pedagógico superior, el cual puede ser generar una situación didáctica de descubrimiento o
evitar desalentar la participación del estudiante.
El Manual de Uso de Kit de Evaluación para el docente (MINEDU, 2013, pp. 19 y 24) indica que el
docente puede brindar retroalimentación tanto de manera oral como por escrito. La evaluación no
termina al momento de colocar una nota al estudiante. Es necesario que el estudiante sepa qué es lo
que está logrando y qué no ha logrado todavía. A partir de esta reflexión, el docente debe conducirlo
hasta conseguir que el mismo estudiante supere las dificultades que tenía. A este proceso lo llamamos
“retroalimentación” y es muy importante para conseguir aprendizajes de calidad. Además, gracias a la
retroalimentación, el estudiante puede ir incorporando el hábito de evaluarse a sí mismo (darse cuenta
de sus errores) y, de esa manera, mejorar su aprendizaje.
Podemos dar retroalimentación tanto de manera oral como por escrito. Ambas formas de dar
retroalimentación son importantes y complementarias. Por ello, deben utilizarse de acuerdo con las
circunstancias.
a. La retroalimentación escrita
Son los comentarios que los docentes escribimos al lado de la respuesta del estudiante. Esta
práctica es muy común; sin embargo, muchas veces, desperdiciamos el verdadero potencial de
estos comentarios escribiendo generalidades. Por ejemplo, comentarios como “Poco claro”,
“Mejorar” o “¡Incompleto!” dicen poco o nada al estudiante acerca de cómo llegar a construir
una respuesta adecuada. Por ello, debemos acostumbrarnos a elaborar comentarios que
permitan al estudiante fijar su atención en el origen de su error. Por ejemplo, comentarios como
“Lee de nuevo, ¿estás seguro de que...?” obligan al estudiante a regresar sobre su prueba y
reflexionar sobre el paso que dejó de hacer o que no realizó correctamente. Es importante que
les otorgue a los estudiantes un tiempo en el aula para asegurarse de que lean los comentarios
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que usted escribió. Oriéntelos las veces que sean necesarias para reflexionar sobre ellos. A
continuación, veremos algunos ejemplos tomados de las pruebas del presente kit. Estas son
respuestas reales a algunas preguntas de las pruebas. ¿Qué comentarios podríamos agregar a
estas respuestas? ¿Cómo debemos orientar la atención del estudiante para que encuentre la
respuesta por sus propios medios?
Veamos algunos ejemplos de comentarios en las pruebas de Comprensión de textos escritos:
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b. La retroalimentación oral
Hemos visto cómo retroalimentar las respuestas de los estudiantes escribiendo comentarios que
los conduzcan a reflexionar sobre sus respuestas. Ahora, veremos cómo podemos hacer ese
proceso en forma oral. En el ejemplo siguiente, mostramos cómo dialogar con un estudiante si
este da una respuesta inadecuada en Comprensión de textos escritos.
La retroalimentación a los estudiantes debe llevarse a cabo con cierto cuidado. Le sugerimos seguir las
siguientes recomendaciones:
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7. Un paralelo entre las dos formas de retroalimentación
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Claves para la Retroalimentación
1. Sé específico.
Criticar un comportamiento o actitud de forma genérica pocas veces da resultados. No es lo mismo
que te digan que están hartos de que siempre entregues las cosas fuera de plazo que se refieran a un
momento o situación concreta, por ejemplo, que el último informe lo terminaste tarde. Cuando la
crítica es demasiado amplia e inconcreta suele llevar a frustración, a una sensación de ser víctima de
una injusticia y a la creencia de que es imposible mejorar.
5. Ve al grano.
El tacto y la sensibilidad al decir las cosas se dan por supuestos, pero ello no significa que para dar
feedback negativo debas hacer un “sándwich” de cumplidos: no empieces diciendo cosas buenas, para
soltar el hachazo y terminar diciendo lo estupenda que es la otra persona. El feedback sano no necesita
estas artimañas: no hace falta dar rodeos ni hacer la pelota si las cosas se dicen con educación y por el
bien tanto de la empresa como de la otra persona, para que pueda continuar creciendo
profesionalmente.
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3. EVALÚA EL PROGRESO DE LOS APRENDIZAJES PARA RETROALIMENTAR A LOS ESTUDIANTES Y ADECUAR SU ENSEÑANZA
Acompaña el proceso de aprendizaje de los estudiantes, monitoreando sus avances y dificultades en el logro de los aprendizajes esperados en la sesión y, a
partir de esto, les brinda retroalimentación formativa y/o adecúa las actividades de la sesión a las necesidades de aprendizaje identificados.
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En una sesión de 60 minutos, el docente debe destinar como mínimo 15 minutos al monitoreo de la comprensión y progreso de los estudiantes
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4. Aspectos que considera la rúbrica: Evalúa el progreso de los aprendizajes para retroalimentar
a los estudiantes y adecuar su enseñanza.
Monitoreo Retroalimentación
Un docente que monitorea activamente el Este aspecto valora si el docente ofrece
aprendizaje de los estudiantes se encuentra apoyo pedagógico ante las necesidades
atento a su desempeño y, por iniciativa propia, de aprendizaje que identifica durante la
recoge evidencia de sus niveles de comprensión, sesión, vale decir, si ofrece
avances y/o dificultades (a través de preguntas, retroalimentación ante las respuestas o
diálogos, problemas formulados, instrumentos o productos de los estudiantes y/o si
bien recorriendo los grupos y revisando su adapta la enseñanza.
trabajo). Además, es receptivo a las preguntas o
solicitudes de apoyo pedagógico de los En cuanto a la retroalimentación, la
estudiantes. Si estas se presentan de manera rúbrica distingue los siguientes tipos:
frecuente durante la sesión, basta con que el Por descubrimiento o reflexión
docente resuelva aquellas que puede responder Descriptiva
en el tiempo disponible para que se considere que Elemental
es receptivo con las mismas. En este sentido, no Incorrecta
se debe penalizar al docente que deja de
responder algunas preguntas por falta de tiempo.
Es importante señalar que las preguntas a las que
el docente debe mostrar receptividad son
aquellas que se relacionan con los propósitos de
la sesión de aprendizaje, aunque remitan a
conocimientos previos, básicos o tratados en
sesiones anteriores.
Céntrate en lo que el estudiante
hace, no en lo que es. Acompaña la crítica de ideas
Acércate a los estudiantes: para mejorar.
pregúntales, escúchalos,
oriéntalos al descubrimiento.