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CASO CLINICO

Camila y Eduardo son pareja ya hace 10 años ambos tienen la misma edad actualmente,
que es de 25 años, Camila a sus 18 años fue diagnostica con infertilidad sin embargo ella
vino llevando un tratamiento por que tenía planes a futuro de formar una familia sin
embargo esto no afecto en nada en la relación que llevaba pero tenía propuesto metas
y sueños que cumplir, estudiaba para terramoza de la cual venia capacitándose años tras
años hasta que se le presento la posibilidad de trabajar en una aerolínea muy recocida
e importante por la cual acepto la propuesta, ya hace 6 meses viene viajando
continuamente tiene un horario y tiempo flexible para que pueda compartir con su
pareja. Sin embargo ya hace 3 semanas comenzó a tener síntomas como mareos,
náuseas, cansancio y sueño que eran síntomas que determinaban un embarazo era
resultado del tratamiento que venía teniendo pero al pensar de que fuera un embarazo
no le agrado mucho porque justamente estaba en la mejor etapa de su vida ya que
estaba cumpliendo con sus sueños y metas propuestas, por otro lado Eduardo se
encontraba trabajando en la empresa de sus padres y tenía un cargo muy alto, el
siempre insistente le pedía siempre que le conceda el deseo de ser padre y la misma vez
se veía con la presión que le daban sus padres para que le dé un nieto porque era hijo
único, lo cual ella respondía que ella también quería ser madre pero tenían que esperar
que el tratamiento de resultado sabiendo que los resultados no iban a ser tan pronto
como se lo esperaba, pues ella procedió a realizarse una prueba antes de contarle todo
los malestares que había pasado a su pareja quien le dio como resultado positivo, ella
quedo muy sorprendida por que no esperaba ese resultado quien el doctor le dijo de
que era posible que ella llegue a una fertilidad pasado los 8 años, entre lágrimas y
emociones confundidas le conto a Eduardo quien era el más feliz por todo lo que estaba
pasando, él pudo notar en ella un poco de confusión ya que ella atino a decir que no
quería tenerlo por que disfrutaba mucho estar de país en país y conocer gente nueva y
el bebe sería un obstáculo para sueños que iban comenzando a hacerse realidad poco a
poco. Eduardo se enfureció en ese instante pero al pasar los días estuvieron más
tranquilos pero los días se acrecentaban para el embarazo, cada vez que tocaban el tema
era conflicto por que no estaban de acuerdo en una sola decisión. Finalmente tomaron
la decisión de asistir a una terapia psicológica de pareja para que les ayude en la
decisión.

ANALISIS ESTRUCTURAL

 La comunicación que lleva Camila y Eduardo nos es clara ya que siempre están
realizando sus actividades de trabajo
 Mantienen una lucha de poder por quien alcanza sus metas más antes que el
otro.
 Llevan un estilo de vida desigual
 Existen problemas por dinero por que pertenecen a diferentes estatus sociales
ya que Eduardo viene de una familia pudiente
 Eduardo tiene la presión familiar para que le conceda ser abuelos a sus padres
por ser único hijo
 Camila por su trabajo que hace tiene un buen salario y siempre está ayudando
a su familia.

INTERVENCION PSICOTERAPEUTICA

 Encontrar los puntos de congruencia, complentariedad y cuales son conflictivos


 Tras haber identificado las áreas de congruencia, complntariedad y conflicto,
ayudar a la pareja evaluar necesidades emocionales subyacentes en sus pautas
de comportamiento, haciendo hincapié en aquellas que incidan mas en el
sistema material.
 Proporcionar las herramientas necesarias para facilitar la comunicación
 La elaboración de un contrato el cual se convertirá en un proyecto de ayuda
para alcanzar objetivos y fines conyugales
 Examinar los parámetros basados en el matrimonio, asi com expectativas en lo
que cada conyuge desea obtener del otro
 Focos derivados de los problemas conyugales, es decir las cuestiones que
suelen ser motivo de discordia en la pareja
 Para logar un cambio y logren funcionar como pareja y como sistema será
recomendable llevar un proceso terapéutico individual y de pareja.

TERAPIAS:

PAREJA:

1.- Averiguar vuestros anhelos, valores y deseos


vitales.

Puede parecer algo muy obvio pero mi experiencia me ha demostrado que no


lo es.
Muchas veces en terapia de pareja descubrimos de dónde nacen estos anhelos
de tener hijos o de dónde surge este rechazo y, en muchos casos, son por
motivos desconocidos incluso por la propia persona.
Plantéate para qué quieres o no quieres tener hijos.
Sin pensar mucho sobre ello te animo a que escribas unos diez finales distintos
para la frase:
Tener hijos me servirá para…
En ocasiones las respuestas pueden ser muy esclarecedoras:
 Para sentir que soy importante para alguien.
 No sentirme solo/a.
 Cumplir con las presiones sociales.
 Hacer felices a mis padres…
Fíjate que aquí estás anhelando cosas que quizás puedas conseguir de otra
forma distinta a la paternidad/maternidad.
Ahora realiza el mismo ejercicio, pero para la frase:
No tener hijos me servirá para…
En este caso sucede lo mismo, tus respuestas te ayudarán a entender mejor tu
punto de vista.
 No tener tanta responsabilidad.
 Poder dedicar más tiempo a mi carrera profesional.
 Tener toda la atención de mi pareja sin tener que compartirla.
 Realizar otras metas importantes para mí (viajar, salir más…).
 Asegurarme que no “la cago como padre/madre”.
Como ves, en algunas de estas respuestas se ve claramente cómo
el miedo frena la decisión de tener hijos.
Recuerda, deja volar tu imaginación, sin censuras, escribe tantos finales como
se te ocurran sin analizarlos a priori.
Lo bueno de este ejercicio es que puedes realizarlo en tu intimidad, sin dar
explicaciones a nadie, simplemente viendo tu realidad al desnudo.
De este modo, podrás identificar más fácilmente tus anhelos vitales de vida y
aclararte sobre qué quieres hacer realmente.

2.- Valor y habilidades para sincerarme con la pareja

No basta con saber tu punto de vista, hay que hablarlo de forma sincera y
directa con tu pareja.
 “Tendremos hijos en otro momento”
Este es un tipo de oración que no nos aportaría nada en este contexto, habría
que concretar un poco más.
¿Cuándo es más adelante?, ¿qué factores tendrían que ocurrir?, ¿qué pasaría
si estos factores no se dieran?…
Por eso antes de “la conversación”, os recomiendo que los dos hagáis primero
por separado el paso uno de aclarar ideas para después ponerlas en común.
Para ello, os animo a dejarlo por escrito y preparar un pequeño guion previo
antes de hablarlo.
Ten en cuenta que con frecuencia cuando tenemos que abordar una
conversación importante tendemos a precipitarnos y no dejar hablar al otro o
bien a olvidar ideas importantes en nuestro discurso.
Para evitarlo, prepáralo con anticipación, revisa que estén todos los puntos que
quieres nombrar y antes de abrir la boca…para.
Sí, como lo oyes, antes de decir nada párate y deja a tu pareja hablar.
Escucha con atención sus argumentos, averigua sus motivos y puntos de vista
y trata de ponerte en su lugar.
Ojo ponerte en el lugar de tu pareja no significa tener que estar de acuerdo,
sino entender lo que quiere transmitirte más allá de sus palabras, comprender
sus emociones.
En estos artículos te hablo precisamente sobre la escucha, echarles un vistazo
te vendrán muy bien llegados a este punto:
Cómo puedo aprender a escuchar a los demás
Escuchas de verdad o solo oyes
Ahora sí, tras haber escuchado a tu pareja, toca exponer tus argumentos y
aclarar aquellos puntos que no estén claros.
Algunos puntos que podéis abordar son:
– Posibilidad de tener hijos en acogida, adopción, inseminación, madres de
alquiler…
– Cómo organizarse para no perder libertades personales ni de pareja en caso
de tener hijos.
– Qué otros objetivos vitales podríais perseguir en caso de decidir no tener
hijos…
Una vez hechos estos dos primeros pasos, toca buscar soluciones.

3.- Buscar soluciones

A priori casi siempre tendemos a ver las cosas o blancas o negras.


Por ejemplo, pensamos que o uno de los dos cede o cambia de opinión o hay
que dar por finalizada la relación.
Sin embargo, existen más alternativas.
Por ejemplo, algunas parejas optan por la maternidad/paternidad dentro de la
“soltería” y continúan su relación con su misma pareja.
Esto ocurre, por ejemplo, con parejas que no conviven juntas y, aunque no es
la opción más usual, tampoco tu solución tiene por qué serlo.
Ten en cuenta que cada relación es única y eso os abre las posibilidades.
Vuestra decisión tan sólo tiene que ajustarse a vosotros.
Y es que, como decía al principio, a día de hoy hay muchos tipos de relaciones
y por eso hay que adoptar medidas que se ajuste a cada caso concreto.
Pero… ¿Qué pasa si nuestros argumentos siguen chocando y no llegamos a
ningún acuerdo?
Pues que tendréis que volver a reflexionar y dialogar.
Ahora bien, si tras darle muchas vueltas no llegáis a ningún acuerdo, toca
reflexionar no sobre si tener hijos o no, sino sobre si alguno quiere ceder a las
peticiones de su pareja y continuar la relación o no y bajo qué condiciones.
Ten en cuenta que, cuando hay amor en la relación no es fácil decidir romperla.
Sin embargo, recuerda que el amor no es el único ingrediente que necesita una
relación para seguir adelante.
Para que te resulte un poquito más sencillo, realiza el ejercicio anterior dando
múltiples finales a estas dos nuevas oraciones:
Pienso que si finalmente yo tuviera hijos sentiría…
Creo que si finalmente yo no tuviera hijos sentiría…
Tras las nuevas conclusiones, toca volver a dialogar y exponer la situación y
decidir en una u otra dirección.
Ahora bien, si este proceso os resulta complicado o excesivamente duro para
abórdalo con claridad, acudir a terapia de pareja os puede ser de gran ayuda.
A este respecto, si deseáis contar con mi ayuda profesional, ya sabes que me
tenéis a vuestra disposición.
La terapia de pareja puede ayudaros a afrontar y clarificar este tipo de
situaciones.

INDIVIDUAL

1. La Técnica más allá del problema:

Piensa cómo te verías si tuvieras al hijo y todos los problemas se hubieran


desvanecido. ¿Cómo te proyectas y visualizas?¿Qué estás haciendo? ¿Qué hacen los de
tu alrededor? ¿Cómo te sientes? Debes de llevar a tu mente a imaginar cuáles serían
todas las características de la situación idílica tras haber tomado una decisión. Por
último, pregúntate : ¿Aparece algún problema en esta situación idílica? ¿Cómo lo
resuelves?
Es importante que también trabajemos la mente a pensar si una vez solucionado el
problema o conseguido el objetivo aparecen nuevos problemas y si esos nos
compensan.
El mismo ejercicio debe hacerse con la situación opuesta: ¿Cómo sería tu vida si ya
hubieras abortado? Proyéctate en ese escenario futuro idílico y por último pregúntate
si aparece algún problema una vez tomada la decisión.

Esta técnica es un modo de descubrir las características de una “realidad ideal” que
hay que lograr, y nos permite ver cosas que no seríamos capaces de concebir si nos
limitáramos a trabajar sobre la realidad presente.

2. La Técnica de la peor fantasía:

Se trata de una técnica muy efectiva para afrontar los miedos y convertirlos en
fortaleza de crecimiento personal.
Debes de ir a un sitio donde no te pueda molestar nadie, poner el despertador durante
un tiempo determinado, y en ese tiempo calarte a pensar todas tus peores fantasías
sobre la situación que te da miedo. Pensando esas peores fantasías permítete estar
mal. Si debes de llorar, llora; si debes de chillar, chilla. Cuando haya pasado el tiempo y
suene el despertador. Stop y todo acabo. Te levantas vas al baño te lavas la cara con
agua fría y retomas tu día. Y cuando tu mente te lleve a querer pensar de nuevo en tus
miedos le dices: luego te pienso con esa técnica. Desplaza los pensamientos y
concentrarlos en un tiempo determinado para poder crear un efecto paradójico. Es
decir, más mal querrás estar y más tranquilo estarás. Más querrás pensar en una
situación negativa y la cabeza más te quitará esos pensamientos.

3. Gestión de las Dudas:

Es normal que aun habiendo tomado la decisión aparezcan dudas. Esas dudas
aparecen de forma espontánea no nos las generamos voluntariamente. Éstas nos
generan inseguridad, entonces la mente intenta buscar una respuesta correcta a estas
dudas para quedarnos tranquilos. Pero el problema es que no hay una respuesta
correcta a estas preguntas incorrectas y motores de obsesión. Y más pensamos y
damos vueltas a éstas preguntas, y estás cuestiones más nos persiguen y nos
angustian.
Y es que si has tomado una decisión de que sirve darle vueltas a: ¿Y si me he
equivocado? ¿Y si no va a ir bien? Son preguntas que van orientadas al pasado que ya
está pasado o al futuro que no podemos controlar. Son preguntas trampas que
parecen el motor del conocimiento pero son el motor de la obsesión.

REFERENCIAS:

Pascual. J. (2015). Barcelona. Recuperado de: http://www.juliapascual.com/decidir-si-


abortar-o-no-un-embarazo-no-deseado/

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