Vous êtes sur la page 1sur 36

UNIVERSIDAD NACIONAL

“SANTIAGO ANTÚNEZ DE MAYOLO”


FACULTAD DE CIENCIAS DEL AMBIENTE
ESCUELA ACADÉMICO – PROFESIONAL DE INGENIERÍA AMBIENTAL

BIOTECNOLOGÍA AMBIENTAL
TEMA: El Retroceso Glaciar Asociado A La Biorremediación

DOCENTE: Ing. Yeidi Montano

INTEGRANTES:
 CORDOVA SALAZAR Kathy

 GARRO HUAMAN Guadalupe

HUARAZ- ANCASH-PERÚ
2019
I. INTRODUCCIÓN

El Perú posee el 71% de los glaciares tropicales del mundo y, junto con Ecuador, Bolivia
y Colombia, cuenta con el 99% de los glaciares tropicales del planeta (Kaser G. , 1999).
La importancia de los glaciares en el Perú radica en diversos factores, entre los cuales se
pueden destacar, por un lado, su actuación sobre la regulación del clima, y por otro, su
calidad de reserva estratégica de agua dulce; pues los glaciares alimentan los ríos que
abastecen tanto a las zonas adyacentes como a las desérticas incluida Lima, la capital,
satisfaciendo así las necesidades de consumo humano y de desarrollo productivo
nacional: agricultura, ganadería, energía, turismo e industria. En la actualidad, afectados
por las consecuencias del cambio climático global producido por causas tanto naturales
como antrópicas, constatamos con gran preocupación que los glaciares pierden superficie
y volumen de manera acelerada; los patrones climáticos están alterados, la temperatura
va en incremento causando efectos desastrosos y los recursos hídricos disminuyen
constante y progresivamente. Los agricultores de las montañas, de zonas bajas y costeras,
ven con desesperación cómo el agua para sus cultivos está disminuyendo; del mismo
modo en que disminuye el agua para el consumo humano y el uso industrial en las
ciudades. Por todo esto, hoy, más que nunca, resulta imprescindible disponer de
información fidedigna sobre el estado real de las reservas hídricas de las zonas
montañosas. Los resultados de nuestras investigaciones en glaciares muestran que, en 54
años, entre 1962 y 2016, el Perú ha perdido 1,284 km2 de superficie glaciar, lo cual
equivale a un 53.56% del área total. Es imperativo entonces que, tanto por la
vulnerabilidad de los glaciares frente a los efectos del cambio climático, como por su gran
influencia en la comunidad, se estudien y monitoreen constantemente a fin de planificar
políticas efectivas de preservación y gestión del impacto que el retroceso glaciar tiene en
nuestro país.

Ing. Benjamín Morales Arnao Presidente Ejecutivo del INAIGEM


II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

 En los últimos 40 años se observó el incremento del retroceso glaciar, esto está
ocasionando problemas como la generación de drenajes ácidos y es por ello que surge
la necesidad de realizar esta investigación usando los organismos biológicos con la
finalidad de reducir la acidez de las aguas.
 El cambio climático ocasiona el retroceso glaciar acelerado en los Andes del Perú.
El retroceso glaciar se refleja en la disminución y pérdida de superficie y volumen
glaciar.
III. JUSTIFICACIÓN
 Este estudio hace posible en el tiempo tener un mejor conocimiento sobre el efecto
que tiene las condiciones climáticas actuales sobre los glaciares de alta montaña.
 Nuestra justificación de esta investigación, es que nuestras reservas de agua
proveniente de los glaciares y de los ríos que nacen en la parte alta, abastecen en
parte de la población que abarca algunos centros poblados, y con el constante
crecimiento urbanístico y la diaria transformación de los glaciares debido al cambio
climático, nos vemos ante una amenaza inminente.
 Hay estudios que corroboran la existencia de plantas biorremediadoras como el
estudio realizado en la Quebrada Quilcayhuanca donde los bofedales que forman
parte de los ecosistemas del Parque Nacional Huascarán, constituyen uno de los
recursos naturales de mayor importancia en materia de almacenamiento, regulación
hídrica, además de proveer pastos a las poblaciones rurales de menores condiciones
de desarrollo. Estos ecosistemas, considerados como frágiles, sufren los efectos del
inadecuado manejo de la ganadería local (sobre pastoreo), ocasionando la perdida,
reducción y la muerte de estos ecosistemas, perdiendo su funcionabilidad, lo cual se
hace más crítico cuando nos encontramos frente a escenarios de cambio climático
donde estos ecosistemas juegan un rol importante en almacenamiento y regulación
hídrica, fitoacumulación de minerales pesados y la provisión de recursos, además de
ser sitios de alta biodiversidad, entre otros.
IV. MARCO TEÓRICO
4.1. Antecedentes

4.1.1. Antecedente 1:
“Servicio de recuperación de bofedales en la quebrada Quilcayhuanca Región
Ancash– cuenca del Santa - subcuenca de Quillcay”

Los glaciares que alimentan las lagunas de la subcuenca de Quillcayhuanca, se encuentran


en retroceso, por lo que los bofedales se convierten en medios estratégicos para
reemplazar las funciones y servicios de los glaciares; especialmente aquellos relacionados
con el servicio de aprovisionamiento de agua, o regulación hídrica (cantidad y calidad).

Los bofedales, son ecosistemas frágiles frente al retroceso de los glaciares, pues éstas son
su principal fuente de aprovisionamiento de agua.
Su gran capacidad de absorción de agua, las convierte en verdaderos “colchones de agua”,
almacenando el agua y ejerciendo también una función de fitorremediación.
A pesar de la importancia de los humedales, hoy son ecosistemas amenazados y se han
perdido o alterado como consecuencia del drenaje, urbanización, agricultura,
construcción de represas, sobre pastoreo, construcción de carreteras, contaminación y
otras formas de intervención en el sistema ecológico e hidrológico.
Uno de los factores más importantes que contribuyen al estrés de los bofedales ubicados
en la subcuenca del Quillcayhuanca, es el uso intensivo y continuo de los bofedales para
la alimentación del ganado por parte de las comunidades que tienen derecho de uso en el
interior del PNH.

Los bofedales son importantes por los siguientes aspectos:

 Por la alta capacidad de absorción de agua, por ser trampas naturales para la retención
de sedimentos; mejoran la calidad del agua gracias a su capacidad filtradora.

 Los humedales constituyen una reserva importante de agua dulce. Sin embargo,
como resultado de los cambios climáticos ocurridos en los últimos 25 años, la
superficie total de glaciares se ha reducido en un 22%. Como consecuencia de esa
merma se ha perdido alrededor del 12% del volumen de agua dulce de reserva.

 Cumplen la función de biorremediación de los contaminantes, que es el proceso de


remediación por plantas, retornando un medio ambiente alterado por contaminantes
a su condición natural.
 Reducción de la acidez del agua de los bofedales como consecuencia del retroceso
glaciar, las reservas de agua de los nevados se exponen a betas de minerales que son
frecuentes en las cabeceras de las cuencas generando la acidez de las aguas, y de esta
manera se reduce la biota y calidad del agua, lo que pone en riesgo la calidad de vida de
las personas que consumen estas aguas. Sin embargo los bofedales cumplen la función
de biorremediación de los contaminantes, es decir realizan la fitoextracción de
contaminantes o filtración de metales, y de esta manera mejoran la calidad del agua, en
beneficio de las comunidades campesinas que utilizan esta agua para su consumo, así
como para las diversas actividades económicas aguas abajo de la sub cuenca.

4.1.2. Antecedente 2:

“Estudio y medición del carbono negro del glaciar Ampay, Apurímac 1: mountain
environments research institute, western Washington University,, 2: American climber
science program, 3: UNSAAC, 4: UNALM”.

El Glaciar Ampay (5,262 msnm), ubicado en la provincia de Abancay, región Apurímac,


forma parte de la cordillera de Vilcabamba. En el inventario de 1970 contaba con una
superficie de 1,03 km2 y al 2016, según estimaciones del Instituto Nacional de Glaciares
y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM) se cuenta tan solo con 0,47 km2.

Fotografía N° 1: reducción de glaciar en los años 1970 y 2016


• El black carbon (BC) es un aerosol, que se produce en la combustión incompleta
e ineficiente de combustibles fósiles, biocombustibles y biomasa.

Fuente: Tami Bond. UIUC. 2009. Taller Internacional de Carbón Negro en


Latinoamérica 2015

• La presencia de carbono negro (partículas menores a PM 2.5) en la


nieve/hielo afectan su albedo.

Fotografia N° 2: Precensia de carbono negro en el albedo del glaciar


COMPARACIÓN DEL RETROCESO GLACIAR DE LOS AÑOS
2009 – 2017

Fotografía N° 3: Volumen de hielo del glaciar Ampay en el año 2009

Fotografía N° 4: Volumen de hielo del glaciar Ampay en el año 2017


4.1.3. Antecedente 3:
“Estudio y selección de especies vegetales con potencial biorremediador en drenajes
ácidos de roca y relaves minerales de la cuenca del río Santa (Ancash, Perú)”,
Investigadores de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo
realizaron trabajos relacionados con la implementación de humedales para mejorar
la calidad del agua de drenajes ácidos de roca y mina dentro de la región Ancash,
encontrando que los humedales lograban incrementar el pH de 3.5 hasta 6.8 (Aliaga,
2003).

De acuerdo con Santofimia et al., (2017), el retroceso glaciar del nevado


Pastoruri va exponiendo el material rocoso compuesto por lutitas y areniscas a las
condiciones atmosféricas. Consecuencia de ello, ocurre la disolución oxidativa de
dichas rocas ricas en pirita, generándose los drenajes ácidos de roca.

En la investigación realizada por Ñañez (2016), denominada “Estudio y


selección de especies vegetales con potencial biorremediador en drenajes ácidos de
roca y relaves minerales de la cuenca del río Santa (Ancash, Perú)”, se describe que
en la zona de Pastoruri se encuentran especies hiperacumuladoras para la mayoría de
metales en relación a su concentración en el suelo, entre ellas, Distichia muscoides
y Calamagrostis glacialis; por tanto, plantea que estas especies podrían ser utilizadas
en procesos de fitorremediación de drenajes ácidos de roca.
4.2. Base teórica

4.2.1. El retroceso glaciar


Se conoce como retroceso glaciar al ascenso de la línea inferior de las nieves persistentes
de alta montaña cada vez a mayor altitud, hasta desaparecer por completo en muchos
casos como consecuencia del deshielo o fusión glaciar. Entre las causas concurrentes en
la fusión glaciar acelerada y el consecuente retroceso, adelgazamiento del espesor,
disminución de la extensión y el volumen de la masa glaciar, pueden mencionarse:
a) Los cambios climáticos globales experimentados en las últimas décadas del presente
siglo, que se manifiestan en el incremento de CO2 y de la temperatura, siendo la actividad
industrial, el proceso del urbanismo y el aumento del sistema de transporte, entre otros,
los factores que han contribuido a la generación de los cambios climáticos y,
consecuentemente, al deshielo de los glaciares.
b) El efecto invernadero, otro de los factores que interviene en el cambio del clima, así
como el fenómeno de El Niño.
c) El adelgazamiento de la capa de ozono (O3), que al permitir el paso de los rayos
cósmicos incide en el retroceso de la superficie glaciar.
d) La dinámica volcánica regional, como en el caso de la reactivación del volcán
Sabancaya, que afecta la tropósfera, los glaciares y la flora y fauna de los geosistemas de
puna y janca en decenas de kilómetros cuadrados.
e) La actividad minera, por citar la de Casapalca, Morococha, La Oroya, Cerro de Pasco
y otros asientos a los que acceden camiones levantando polvareda que luego se acumula
en el campo glaciar. Ticlio, Pastoruri y La Viuda son claros ejemplos de deshielo
acelerado.
f) La explotación del hielo como cantera. En la cordillera Pariaqaqa, cuyo hielo para ser
comercializado se traía por las alturas de Quilcamachay y Chaclla hasta Nievería, para
desde allí ser distribuido en Lima. Bowman relata que los indios de Cochobamba traen
hielo azul del Tunari a los principales hoteles, así como lo llevan de los picos situados
sobre Arani al pueblo de Cliza", lo que habría provocado que el límite inferior de las
nieves persistentes descendiera a 5,180 metros sobre el nivel del mar (Bowman, 1980:
353).
g) La fuerte pendiente de los picos glaciares, pendientes que impiden la acumulación de
la nieve, mostrando un espesor glaciar muy delgado que con el impulso de los
movimientos sísmicos y la fuerza de la gravedad puede agrietarse, fragmentarse,
desprenderse y producir grandes aludes.
Según INAIGEM: “Es la pérdida en superficie y volumen de los glaciares a nivel
mundial, siendo atribuido principalmente al cambio climático, a partir de 1976 el
retroceso glaciar se ha acelerado, por lo que muchos glaciares han desaparecido y la
existencia de glaciares de áreas pequeñas está bajo amenaza. El 42% de la superficie
glaciar se perdió desde 1970 en las 18 cordilleras del país, sobre esta pérdida la acción
del hombre sigue siendo un tema en debate. No obstante, el factor antropogénico influye
en el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y aerosoles
(partículas finas) debido entre otros, al uso de combustibles fósiles, los incendios
forestales, la quema de residuos agrícolas, el uso de biomasa (madera) para cocinar y
ciertas actividades industriales, Entre los factores naturales para el retroceso glaciar
destacan las oscilaciones cíclicas en la radiación solar, debido a variaciones orbitales de
la Tierra alrededor del Sol, y la actividad volcánica”.

Fotografia N° 5: Glaciar Yanapaccha 5460 msnm (quebrada de Llanganuco cordillera


Blanca) afectado por el carbono.
4.2.2. Retroceso glaciar en los Andes Peruanos
El Perú es uno de los países privilegiados de América del Sur en cuanto a la presencia de
glaciares altoandinos. Hans Kinzl (1970), decía que en el Perú se hallan las cordilleras
más altas y las más cubiertas glaciares de los trópicos. Los glaciares en el Perú están
constituidos por casquetes y ventisqueros de alta montaña. El glaciar andino es
caracterizado como de poco espesor, abrupto, agrietado y escarpado, con profundas
fisuras por donde penetra el agua de las lluvias y de la fusión superficial del hielo, lo que
origina la formación de grandes bolsas de agua en el interior de las lenguas glaciares, las
mismas que al producirse fenómenos como el que destruyó Ranrahirca, favorecen la
formación de lavas torrenciales con dinámica especial: gran potencia para transportar
materiales y singular fuerza destructiva (Peñaherrera, 1969). Muchos investigadores han
dedicado su atención al estudio de los glaciares andinos. Entre ellos destacan Raimondi
(1873), Bowman (1906), Broggi (1943), Oppenheim (1945), Spann (1946), Heim (1947),
Kinzl (1957), Dollfus (1962), Morales (1965), Paterson (1967), Peñaherrera (1969),
Carnero (1975), Chancos (1993) y otros, quienes observaron en diversos puntos
cordilleranos el abandono de campos glaciados. Según el inventario de glaciares del Perú,
iniciado por INGEMMET en 1978 y concluido por Hidrandina S.A. en 1989 (publicado
por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en 1989), se han contabilizado 3,004
glaciares agrupados en dieciocho cordilleras (aunque se habla allí de 20 cordilleras
nevadas), con una cobertura glaciar de 2,041.85 kilómetros cuadrados, cuyo espesor varía
entre 13.90 y 35.24 metros, estimándose un volumen de 56,151 kilómetros cúbicos de
recurso hídrico congelado. Los resultados nos muestran que los glaciares en el Perú se
distribuyen en 25 cordilleras (ver cuadro), totalizando 1,200 glaciares importantes con
una superficie total de 3,015.5 kilómetros cuadrados. El espesor así como el volumen, es
más difícil de determinar por no contar con técnicas adecuadas ni presupuesto destinado
para el estudio integral de los glaciares. La Cordillera Blanca es la más imponente. Abarca
aproximadamente 723.37 kilómetros cuadrados, donde hay 178 montes importantes con
glaciares. Allí se encuentra el pico más alto del Perú, el Huascarán, a 6,746 metros sobre
el nivel del mar (Ancash). En segundo término debe citarse a la cordillera Vilcanota, con
508.5 kilómetros cuadrados y 200 montes glaciares, destacando el Auzangate a 6,372
metros sobre el nivel del mar (Cusco). Le sigue en orden de importancia la cordillera
Ampato, con 275 kilómetros cuadrados de extensión glaciar (Arequipa).

Autor: Jorge Chancos Pillaca


4.2.3. Glaciar
Según la propuesta del Panel intergubernamental de cambio climático (IPCC, 2001)
que define al glaciar como: masa de hielo terrestre que fluye pendiente abajo (por
deformación de su estructura interna y por el deslizamiento de su base), encerrados
por los elementos topográficos que lo rodean, como las laderas de un valle o las
cumbres adyacentes.

 Partes de un glaciar
a) Zona de acumulación
Es aquella con cantidad de nieve y hielo acumulada a lo largo de un año hidrológico.
Proporciona información acerca de la cantidad de precipitaciones solidas recogidas
por el glaciar durante un año hidrológico (Francou, 2004 y Pouyaud, 2008).
b) Zona de ablación
Es la zona del glaciar donde predominan los procesos de fusión (perdida de hielo en
forma líquida), evaporización, sublimación y desprendimiento de masas de hielo
(Francou, 2004 y Pouyaud, 2008).
c) Altitud de la línea de equilibrio
Es la línea teórica que separa la zona de acumulación y la zona de ablación. En la
primera zona predominan los procesos de ganancia, que propician la conservación
de la nieve y su transformación en hielo; en la segunda zona, prevalecen la fusión y
la sublimación que favorecen la pérdida de masa glaciar. (Úbeda, 2010).

Imagen N° 1: Partes que conforman el glaciar


 Tipos de glaciares
Pese a que a simple vista los glaciares pueden percibirse como homogéneos o similares
entre ellos, en realidad son diferentes. Con el paso de los años los glaciólogos han tratado
de agruparlos bajo distintos criterios; pero, a partir de sus observaciones han determinado
que las formas, las dinámicas y la localización de las masas de hielo son aspectos que
permiten diferenciar los tipos de glaciares.
En el caso de los glaciares peruanos, las formas especiales que tienen se deben a la
posición geográfica y, naturalmente, al clima imperante en la zona. A causa de la posición
geográfica los glaciares son de tipo Ecuatorial, el clima imperante en esta región, hace
que exista una fuerte ablación sobre los ventisqueros, que no permiten la formación de
corrientes de hielo hacia niveles bajos. En este contexto, podemos encontrar algunas
clasificaciones frecuentemente usadas en el territorio peruano para la identificación de
los glaciares, siendo estas las siguientes:
a) Glaciares colgados
Bloques de hielo y nieve acumulados durante años, ubicados por lo general en
la parte superior de los glaciares (adheridas a las paredes rocosas), conocidas
también como “seracs”, con alta probabilidad de desprendimiento o desplome
a causa de la dinámica natural del glaciar, cambios atmosféricos como el
incremento de la temperatura ambiental en el glaciar y otros factores.
b) Glaciares muertos
Estos glaciares están cubiertos por una importante “morrenas de ablación” , sin
tener casi alimentación en su parte superior; razón por la cual se inmovilizan y
comienzan a mermarse lentamente por toda su superficie; quedando al final
una capa más o menos uniforme de detritos, y no forman en ningún caso un
arco morrenico. Algunas veces quedan en el seno de estos, depósitos de masas
de hielo abandonadas denominadas “hielo muerto” o “hielo fósil”, no vistos en
otras latitudes.
c) Glaciares reconstituidos
Son aquellos que no tienen una fuente directa de alimentación, estando
formados por la acumulación de bloques de hielo desprendidos en los glaciares
colgados. Estos bloques, al unirse nuevamente en las partes bajas del talud (se
sueldan entre sí), forman una nueva corriente glaciar, supeditada a la continua
caída de aludes de hielo.
4.2.4. Magnitud del retroceso glaciar
Las evidencias de la presencia de morrenas contemporáneas por debajo de los glaciares
actuales y las vertientes rocosas descubiertas por ablación del hielo, demuestran la
disminución de la extensión y del volumen glaciar andino peruano, conocido como
retroceso glaciar, fenómeno extendido a nivel planetario. En los últimos cien años, el
retroceso glaciar fue acelerado por el cambio climático, por el efecto invernadero y la
contaminación atmosférica generalizada. Hans Kinzl (1950) todavía describe la
Cordillera Negra con cobertura glaciar y Peñaherrera (1969) habla del nevado de Ticlio;
en la actualidad, no se observan ya ambos glaciares. La magnitud del retroceso glaciar en
el Perú, ocurrido en los últimos cincuenta años, resulta alarmante. Steimann en 1904
registró en la Cordillera Oriental de Bolivia el límite de la nieve a 5,270 metros sobre el
nivel del mar; pero en julio de 1907, en la misma región, vio que los hielos estaban mil
pies más altos y algo que parecía ser un ventisquero muy pequeño. Cuando en 1987 y en
1997 quien escribe pasó por el nevado de Vilcanota, no pudo apreciar ningún glaciar a la
vista. En 1911 Bowman integró la expedición científica de la Universidad de Yale que
bajo la dirección del profesor Hiram Bingham se fijó como uno de sus objetivos reconocer
los Andes peruanos del Sur. Los resultados de sus observaciones fueron elocuentes, al
señalar que en la Cordillera de Vilcabamba vastos campos de nieve y sistemas de
ventisqueros se hallaban extendidos sobre un área de cumbres tan ancha como la de los
Apalaches del Sur. En tiempos posteriores, esos campos de nieve se han contraído a los
repliegues de las montañas más altas y los ventisqueros se han retirado, en su mayor parte,
a las cabeceras de los valles y pisos de circos y el límite inferior de nieve perpetua ha
subido a los 15,500 pies (Bowman, 1980: 273). Un informe de nuestros días da cuenta de
que en un período de cincuenta años, de 1920 a 1970, el conjunto de los glaciares de los
'nevados' del Huascarán y Chupicalqui, ha perdido 12.8 kilómetros cuadrados de nieve.
En la cuenca hidrográfica del Llanganuco, en 49 años, el glaciar Broggi ha retrocedido
766 metros, mientras que el glaciar Usushraju, al Sur de la Cordillera Blanca, en el mismo
lapso, disminuyó 606 metros (El Comercio, 2 de diciembre de 1997). Recientemente, la
expedición que marchó a la búsqueda de los orígenes del río Amazonas, ha verificado el
retroceso glaciar en la Cordillera de Chila, señalando que según los documentos
fotogramétricos y satelitales, en los últimos cuarenta años se observa un retroceso
considerable, como el que puede advertirse en el glaciar de Choquecorao, cuyo límite
inferior de nieve ha subido de 5,200 a 5,360 metros sobre el nivel del mar.
Cuando en 1956 vinimos por primera vez de Ayacucho a Lima, vía Huancayo, al
tramontar la Cordillera Occidental por el abra de Anticona-Ticlio, observamos que el
nivel inferior del hielo persistente estaba a 4,840 metros sobre el nivel del mar. Uno podía
fotografiar perfectamente el glaciar. Condorcinja estaba cubierto de hielos que hoy, al
cabo de 42 años, prácticamente han desaparecido. En la vertiente occidental no quedan
rastros de hielo; sólo pueden hallarse en algunos nichos de los repliegues de las rocas
sedimentarias hacia la vertiente del Atlántico. Esta acelerada desaparición ha sido causada
fundamentalmente por la contaminación atmosférica producida por el levantamiento de
polvo que origina el constante paso de vehículos por la Carretera Central y por la polución
que ha generado la actividad minera de Casapalca y Morococha. Igual podría decirse del
glaciar de Pastoruri en la Codillera Blanca, que en los últimos cinco lustros muestra el
avance ascendente de su línea de límite inferior, dejando en el frente pequeños lagos de
origen glaciar y depósitos morrénicos. Aquí el problema se agudiza por la acción de
excursionistas o turistas nacionales y extranjeros que dejan a discreción desechos
contaminantes, como latas, plásticos, botellas, papeles y otros desperdicios, que aceleran
la fusión glaciar. La magnitud de ese retroceso es preocupante, teniendo en cuenta que en
el año 1961 la extensión de los glaciares en el Perú era de aproximadamente 3,010.5
kilómetros cuadrados. Según nuestras observaciones, el retroceso glaciar en Pastoruri,
Ticlio, La Viuda, el Misti, Rasuwillca, Bolívar y otros es aproximadamente del 35% en
extensión superficial, lo que puede hacernos concluir que en los últimos 37 años los
glaciares en el país han disminuido más o menos en 1,053.7 kilómetros cuadrados. De
acuerdo con ello, en la actualidad sólo nos quedan 1,956.8 kilómertros cuadrados de
glaciares. De hecho, el espesor y el volumen han mermado de manera considerable, al
punto que en muchos glaciares, como el Allpamayo, las paredes rocosas casi verticales
están al descubierto. El Misti ya no tiene glaciar en su vertiente suroriental, quedándole
unas seis hectáreas de hielo en su vertiente noroccidental; el Pichu Pichu prácticamente
ha desaparecido como glaciar y el Chachani muestra un creciente retro.
4.2.5. Formación de las cordilleras glaciares
La formación de las cordilleras glaciares está asociada al origen de la Cordillera de los
Andes. La Cordillera de los Andes, a su vez, está asociada con la geodinámica de las
placas tectónica de Nazca y Sudamericana. La placa tectónica de Nazca se desplaza con
dirección de Oeste a Este y se subducciona por debajo de la placa tectónica Sudamericana;
este punto de convergencia se da en la margen occidental del continente sudamericano,
donde se genera el levantamiento de la superficie dando origen a la Cordillera de los
Andes y su impresionante relieve morfológico. La Cordillera de los Andes es el rasgo
orográfico más importante del territorio nacional, el cual permite la formación de diversos
climas y la generación de las regiones naturales en el país. La Cordillera de los Andes es
una cadena de montañas que se extiende a lo largo de la zona occidental de América del
Sur, ocupando una superficie aproximada de 3.37 millones de km² que circunda la costa
del océano Pacífico y parte del mar Caribe a lo largo de 7,240 km, por lo que constituye
la cadena montañosa más larga de la Tierra. La Cordillera de los Andes tiene, en el
territorio peruano, un rumbo general aproximado de Noroeste a Sureste (conocido
también como «Rumbo Andino»), donde las altas montañas han sido intensamente
afectadas por las condiciones climáticas globales. Muestra de ello es la formación de las
cordilleras glaciares del Perú, cuya conformación morfológica actual es el resultado de
los procesos del modelado andino por efectos, principalmente, de la Glaciación del
Cuaternario — que afectó a toda la Tierra— y de la competencia de las rocas que forman
parte del basamento rocoso. Los aspectos geológicos, geomorfológicos y climáticos han
sido la causa de la formación inicial de veinte cordilleras glaciares, ahora reducida a
dieciocho por efecto de la severidad del cambio climático.
4.2.6. Cordillera de los andes peruanos
Los Andes peruanos cuentan con dieciocho cordilleras con cobertura glaciar; distribuidas
entre las zonas norte, centro y sur del país. Para entender sus procesos evolutivos, es
necesario conocer aspectos relacionados con su formación geológica, su modificación a
través del tiempo geológico, con los procesos geodinámicos internos y externos que las
gobiernan; así como también, los recursos hídricos y su relación con el impacto del
cambio climático sobre las superficies glaciares, los cuales representan un factor
fundamental para comprender mejor el porvenir de las cordilleras glaciares y los servicios
ambientales que nos brindan los ecosistemas de montaña.
4.2.7. Clima de la región andina
Las condiciones climáticas que influyen sobre las cordilleras están regidas por patrones
sinópticos forzados por la distribución continente-océano, topografía continental,
variaciones de la radiación solar sobre la superficie y las interacciones entre las capas de
la atmósfera, todo esto, en el espacio y tiempo. Son principalmente el comportamiento de
los vientos y la cantidad de humedad quienes rigen las condiciones meteorológicas. La
radiación solar incide de manera desigual sobre la superficie terrestre; a esto se suma el
invierno austral, haciendo que la atmósfera busque la manera de equilibrar la distribución
de la energía producida por la incidencia de la radiación y lo hace a través de los vientos.
A grandes escalas, el aire se calienta en la zona ecuatorial disminuyendo su densidad y
elevándose, así, al ascender, se dirige hacia los polos sufriendo una desviación hacia su
izquierda (hemisferio sur) debido a la fuerza de Coriolis. Al llegar a los polos, el aire se
enfría y desciende para retornar al ecuador, en este momento es absorbido por las
presiones bajas que se generan en las áreas donde el aire caliente asciende, de manera que
en su regreso también será afectado por la fuerza de Coriolis teniéndose, en mayor
proporción, vientos provenientes del Este sobre las cordilleras.
Para la estación húmeda, sobre todo al llegar al verano, existe abundante
evapotranspiración producto del calentamiento sobre el océano Atlántico y la cuenca del
Amazonas, de manera que existe un aporte importante de humedad hacia la atmósfera —
humedad que es desplazada hacia el Este por la dinámica climatológica de los vientos—
que se va precipitando mientras avanza según el grado de saturación que sufre la masa de
aire con humedad contenida; por ello, en la Amazonía ocurren abundantes
precipitaciones. Al estar sobre las regiones montañosas, hacia el flanco oriental de las
cordilleras, la masa de aire sufrirá un ascenso forzado que la enfriará, condensará y
producirá precipitaciones abundantes.
En la temporada de estío, el aire se enfría más rápido sobre el continente sudamericano
que sobre el océano, ocasionando que haya un refuerzo en la zona anticiclónica,
interfiriendo con el ascenso de la poca humedad que se tiene debido a la escasa
evapotranspiración propia de esta temporada; debido a esto, se tiene escasa presencia de
cobertura nubosa sobre las montañas.
Imagen N° 2: Ubicación de las cordilleras del Perú
Imagen N° 3: reducción glaciar porcentual por cada cordillera.

Tabla N° 1: Años estimados de extinción por Cordilleras.


4.3. El carbono negro: el enemigo de los glaciares

4.3.1. ¿Qué es el carbono negro?

Son diminutas partículas sólidas comúnmente conocidas como hollín. Su tamaño puede
llegar a ser menor al grosor de un cabello humano. Los especialistas por lo general lo
llaman material particulado PM2.5 que tiene una fuerte capacidad en la absorción de la
energía solar y es producido durante la combustión incompleta.

4.3.2. ¿Cómo se origina el carbono negro?

Entre las principales fuentes de emisión de carbono negro destacan: el uso de


combustibles fósiles, los incendios forestales, la quema de pastos, la quema de residuos
agrícolas, la quema de biomasa (madera) para cocinar, el uso de biomasa para producir
ladrillos, el carbón vegetal utilizado por las pollerías, el parque automotor, incineradores,
la industria de fundición de metales y centrales eléctricas a base de carbón mineral.
Durante el desarrollo de estas actividades humanas se observa la generación de humo
(hollín) que se propaga rápidamente en el aire. El carbono negro permanece en el aire
pocos días o semanas, sin embargo, en ese corto tiempo pueden recorrer grandes
distancias -como ocurre en Huaraz y otras grandes ciudades andinas-, depositándose
finalmente en los glaciares.

Imagen N° 4: Quema de residuos agrícolas en las zonas rurales del Callejón de Huaylas,
Ancash
Imagen N° 5: Ciudad de Huaraz cubierta por el humo de los incendios forestales

Imagen N° 6: Toma de muestras de carbono negro en el glaciar Shallap 5843 msnm.


Cordillera Blanca, Ancash.

4.3.3. ¿Qué son los aerosoles?

Se conoce como aerosoles a las partículas sólidas y líquidas presentes en la atmósfera de


la Tierra. Son producidos de forma natural por las erupciones volcánicas, el polvo de los
desiertos e incendios forestales. Se sabe que el 90% de los aerosoles son de origen natural
y el restante 10% es de origen humano (de zonas urbanas e industriales). Entre los
aerosoles destaca el carbono negro por su capacidad de absorber la luz solar y su color
oscuro.
4.3.4. La nieve de los glaciares
La nieve está conformada por minúsculos cristales de hielo denominados copos, así mismo
la caída de nieve se denomina nevada, la cual cubre de un manto blanco los glaciares,
reflejando aproximadamente el 70% de la radiación solar en comparación a otras
superficies de la Tierra como los océanos, tierras agrícolas, los bosques y suelo sin
cobertura vegetal, que reflejan la luz solar en menor porcentaje. Entonces, la cobertura de
nieve sobre los glaciares funciona como una capa protectora que cubre el hielo y refleja
con eficiencia la luz solar disminuyendo la fusión glaciar.

4.3.5. ¿Cómo afecta a los glaciares?

El carbono negro tiene la particularidad de ser oscuro, con una alta capacidad de absorber la
luz solar, por eso, cuando se deposita sobre los glaciares, los ennegrece y reduce su
capacidad de reflejar la luz solar. Esto implica que los glaciares absorben más energía
solar, generando el derretimiento acelerado de los glaciares. Debemos precisar que todas
las partículas presentes en los glaciares no necesariamente son de carbono negro; se
encuentran también, sedimentos finos de roca, polvo mineral, carbono orgánico y otros,
transportados por el viento hasta los glaciares. Lo que sí se sabe es que todas las partículas
relativamente oscuras tienen un impacto negativo sobre los glaciares.
4.3.6. ¿Qué implica más carbono negro en los glaciares?

Implica la disminución de la reflectividad (albedo) y aumento en la absorción de la


radiación solar que se produce como resultado del oscurecimiento de la nieve, el mismo
que se denomina mecanismo de forzamiento radiactivo positivo, por involucrar el
calentamiento y la pérdida acelerada de la nieve. Debemos de entender que parte del
hollín que producimos en los valles va a llegar a depositarse sobre los glaciares,
oscureciéndolos y derritiéndolos con mayor rapidez.

 ¿Qué podemos hacer entonces?

 Debemos evitar en lo posible: generar incendios forestales, la quema de residuos


agrícolas, la quema de pastizales; se debe mejorar las cocinas rurales que utilizan
biomasa para cocinar; y en el sector transporte, se debe de realizar con regularidad,
el mantenimiento de motores, supervisar la calidad de los combustibles; y,
adaptarse a nuevas tecnologías para minimizar las emisiones de carbono negro.
 Plantar árboles “cualquier árbol. Donde hay árboles, hay humedad. Sus raíces la
mantienen. Además, durante el día las hojas absorben todas las contaminaciones
y enfermedades, mientras que durante la noche, botan en el aire todo lo que es
bueno y que necesitamos para vivir.”
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN EN GLACIARES DE LA
CORDILLERA BLANCA

Los resultados parciales de los estudios revelan que, durante la estación seca en nuestra
región, la cantidad de carbono negro en los glaciares es mayor; siendo los incendios
forestales, la quema de pastizales y el parque automotor, las fuentes que generan
cantidades ingentes de carbono negro. El glaciar Shallap -el más cercano a Huaraz-,
presenta mayor cantidad de carbono negro en comparación al glaciar Yanapaccha de la
provincia de Yungay. El muestreo durante el período de un año hidrológico, muestra que
el glaciar Shallap presenta aproximadamente el doble de carbono negro. Sin embargo,
durante los incendios forestales en los meses octubre y noviembre del 2016, ambos
glaciares presentaron elevadas y similares cantidades de Carbono Negro. Además, es
importante dar a conocer que, en un primer muestreo obtenido de los glaciares de la
Cordillera Central, se han encontrado cantidades relativamente altas de carbono negro,
después de la temporada de lluvias.
4.4. Drenaje ácido de roca

El drenaje ácido se refiere a la generación de ácido originada por la oxidación de los


minerales sulfurosos cuando son expuestos al aire y agua, lo cual da por resultado la
producción de acidez, sulfatos y la disolución de metales, principalmente hierro,
manganeso y aluminio. Debido a la alta cantidad de hierro oxidado, el drenaje ácido es a
menudo rojizo (Kuyucak, 2010).

Con respecto al drenaje ácido de mina en el Perú, la preocupación fundamental sería los
niveles elevados de acidez, sulfato, niveles de hierro y cobre y la lixiviación de otros
metales asociados con el mineral sulfuroso. La preocupación ambiental con respecto al
DAR, generalmente, es el impacto adverso de los contaminantes, particularmente los
metales disueltos, en la vida acuática del medio receptor y en la calidad del agua para
beber (Ministerio de Energía y Minas, 1997)
4.5. Biorremediación

La biorremediación es un método de tratamiento biológico de contaminantes ambientales


en el que se requiere de organismos vivos como plantas y microorganismos,
(principalmente bacterias y hongos) que destruyen y/o transforman contaminantes
peligrosos (Hashim, Mukhopadhyay, Sahu, y Sengupta, 2011). Los procesos de
biorremediación para el tratamiento de la contaminación por metales ofrecen una alta
especificidad mediante mecanismos de bioadsorción, bioacumulación, biotransformación
o biolixiviación a formas no tóxicas del metal, además de ser más económicos y seguros
que las tecnologías convencionales (Fang et al., 2007).

4.5.1. Fitorremediación

Es una técnica de biorremediación en la cual se utiliza plantas asociadas a


microorganismos con el fin de reducir las concentraciones o efectos tóxicos de
contaminantes en el ambiente. Estas pueden ser usadas para remover metales pesados o
contaminantes orgánicos. La fitorremediación se considera un método eficiente y
amigable con el ambiente ya que sólo utiliza el proceso de fotosíntesis para su
funcionamiento y no causa efectos secundarios en las propiedades del suelo y agua. Las
plantas utilizadas para tratar ambientes contaminados con metales pesados se
denominan metalófitas, que son aquellas plantas que se han adaptado y crecen en suelos
ricos en metales pesados. Asimismo, muchas metalófitas se han desarrollado en hábitats
degradados por actividades industriales, como es el caso de los depósitos mineros, que
se componen de diferentes metales peligrosos (Ali et al., 2013).

4.5.2. Humedales artificiales

Son sistemas pasivos de depuración y consisten en réplicas de sistemas naturales, para


lo cual se diseñan y construyen estructuras para contener plantas de humedales, en los
cuales se controlan ciertos factores, parámetros y condiciones para potenciar su capacidad
de recuperación de la calidad del agua. Son tecnologías que implican bajo costo de
construcción, operación y mantenimiento, para el tratamiento de aguas residuales
domésticas, industriales, comerciales, de servicio agrícola, pecuario, y en general de
cualquier otro uso, que haya degradado en su calidad original (Waston, 1989).
V. METODOLOGÍA

Para el siguiente trabajo se buscó la información bibliográfica de algunas


instituciones relacionas al agua y a los glaciares visitando así sus páginas web
como el INAIGEM y el ANA y también visitamos presencialmente a estas dos
instituciones las cuales nos brindaron afiches y revistas que irán adjuntadas al
trabajo:

 INAIGEM: Obtuvimos información acerca del retroceso glaciar asociado a la


biorremediación de cómo se puede disminuir la acidez de las aguas del producto
de la desglaciación de los glaciares.

 ANA: Nos proporcionaron datos estadísticos de las investigaciones que realizaron


en distintos años acerca de la disminución del volumen de hielo.
VI. RESULTADOS
6.1. Humedal de Quilcayhuanca

Juncus imbricatus, alcanza una cobertura de hasta un 90%; en las zonas menos densas
y con agua más clara está Myriophyllum quitense y hacia los lados Cortaderia y
Lupinus.

Myriophyllum quitense Juncus imbricatus

Identificamos 65 especies como potenciales fitorremediadoras, entre las que destacan


las familias Poaceae (Agrostis, Dissantthelium, Festuca, Hierochloa, Poa, Polypogon y
Vulvia); Cypreraceae (Carex, Cyperus, Eleocharis, Scirpus); Juncaceae (Distichia,
Juncus y Luzula) y Plantaginaceae (Plantago).
6.2. “Biorremediación Utilizando Distichia muscoides Y Calamagrostis glacialis del
drenaje ácido de roca proveniente del nevado de Pastoruri – 2015”

Factor de bioacumulación en Distichia muscoides y Calamagrostis glacialis

En el Gráfico se presentan los factores de bioacumulación para las especies


de plantas empleadas. Distichia muscoides presenta un mayor factor de
bioacumulación para aluminio, níquel y zinc en comparación con Calamagrostis
glacialis, y esta última, presenta un mayor factor de bioacumulación para hierro y
manganeso a comparación de la primera.

50.0
45.0
40.0
35.0
30.0
25.0
20.0
15.0
10.0
5.0
0.0
Aluminio Hierro Manganeso Níquel Zinc
FBADM 33.918 6.429 26.760 49.048 6.256
FMBCG 20.448 17.083 37.790 42.222 3.989

Factor de bioacumulación en Distichia muscoides y Calamagrostis

Según Pandey (2012), el factor de bioacumulación es un índice de importancia para la


evaluación de una especie vegetal para su uso en la fitorremediación de metales
pesados. Asimismo, permite determinar la capacidad de absorción de los metales (Jara et
al., 2017). De este modo, la bioconcentración puede ser un indicador si la planta es
apta para los procesos de fitoextracción (Jarapeña, 2017).

Por su parte, Náñez (2016) también reportó a Calamagrostis glacialis y Distichia


muscoides como especies con capacidades de acumulación de metales pesados
presentes en la zona de Pastoruri. Asimismo, reportó factores de bioacumulación de
metales (Al, Fe, Mn, Ni y, Zn), siendo menores a lo encontrado en este estudio.
VII. CONCLUSIONES
 Se implementó un humedal artificial con Distichia muscoides y Calamagrostis
glacialis, especies que lograron establecerse en un periodo de 9 meses, lo cual se
evidenció en el incremento en su tamaño (raíz y parte aérea) y en la acumulación de
metales (Al, Fe, Mn, Ni y Zn) dentro de sus tejidos. Asimismo, el humedal redujo
la concentración de estos metales presentes en el drenaje ácido de roca proveniente
del nevado Pastoruri; sin embargo, dicha concentración aún excede el estándar de
calidad para agua Categoría 1 -A2, aguas que pueden ser potabilizadas con
tratamiento convencional.
 El humedal implementado tuvo la capacidad de reducir la concentración de metales
del drenaje ácido, evidenciándose un incremento de los porcentajes de remoción, que
para el primer monitoreo fueron de 6.95, 22.27, 5.83 y 9.80%, y para el tercer
monitoreo fueron de 14.9, 39.64, 10 y 17.99% para aluminio, hierro, níquel y zinc,
respectivamente; indicando que a medida que el humedal se va estabilizando, va
logrando una mayor eficiencia en la remoción de dichos metales.
 El factor de bioacumulación encontrado para Distichia muscoides indica que esta
especie fue capaz de acumular hierro y zinc e hiperacumular aluminio, manganeso y
níquel; mientras que, Calamagrostis glacialis fue capaz de acumular zinc e
hiperacumular aluminio, hierro, manganeso y níquel.
 Generación de conciencia en la población beneficiada a través de los servicios
ecosistémicos por la conservación de los ecosistemas de montaña, en este caso a
través de un área natural protegida.
 Por lo tanto, teniendo en consideración lo indicado por Whitfield y Zeeb (2010),
Calamagrostis glaciaris y Distichia muscoides resultan ser especies de utilidad
para procesos de fitoextracción de metales.
 Sin embargo, dado que las concentraciones de metales aún exceden el estándar de
calidad para agua, se requieren de mayores estudios para mejorar la eficiencia del
humedal artificial en la remoción de metales a niveles aceptables.
VIII. RECOMENDACIONES

 Que se hagan este tipo de investigaciones ya que se va incrementar y ver la forma


en que se puede solucionar.

 Sensibilizar a la población Huaracina sobre la importancia de la conservación de


los bofedales.

 El Gobierno Regional de Ancash conjuntamente con los gobiernos locales y el


Parque Nacional Huascarán deben impulsar investigaciones relacionadas con la
implementación de humedales empleando especies vegetales nativas como
Distichia muscoides y Calamagrostis glacialis para recuperar la calidad de las
aguas en las cuencas impactadas con drenajes ácidos de roca y mina.
IX. ANEXO

Gráfico N° 1: Modelo Conceptual del Proyecto de Quillcayhuanca


X. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
 Aliaga, E. (2003). Biorremediación del agua de relave minero de la planta
concentradora Santa Rosa de la UNASAM-Jangas,por tratamiento con quitina de
crustáceos. Aporte Santiaguino, 2, 85.
 Brooks, R. ., y Braker, A. J. . (1989). Terrestrial higher plants which
hyperaccumulate metallic elements. Their Distribution, Ecology and
Phytochemistry. Biorecovery, 1, 81–126.
 Gonzáles, P. G. (2009). Biorremediación y tratamiento de efluentes. El Cid Editor |
apuntes. Recuperado de https://books.google.com.pe/books?id=JG6nAQAACAAJ
 Ministerio de Energía y Minas. (1997). Guía Ambiental para el Manejo de Drenaje
Acido de Minas. Recuperado
de http://www.minem.gob.pe/minem/archivos/file/DGAAM/guias/manedrenaje.pdf
 Náñez, A. D. A. (2016). Estudio y selección de especies vegetales con potencial
biorremediador en drenajes ácidos de roca y relaves minerales de la cuenca del
río Santa (Áncash, Perú). Universidad Peruana Cayetano Heredia.
XI. LINKOGRAFIA
 http://repositorio.inaigem.gob.pe/bitstream/handle/INAIGEM/180/El%20Carbon
o%20Negro%20y%20la%20Extinci%C3%B3n%20de%20los%20Glaciares.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
 file:///C:/Users/lc/Downloads/INVENTARIO%20NACIONAL%20DE%20GLA
CIARES%20%20LAS%20CORDILLERAS%20GLACIARES%20DEL%20PE
R%C3%9A.pdf
 http://www.keneamazon.net/Documents/Publications/Virtual-
Library/Impacto/40.pdf
 file:///C:/Users/lc/Downloads/ANA0001658.pdf
 http://mountain.pe/recursos/attachments/article/147/13.-Compilacion-situacion- de-
ecosistemas---Maeva-Hirsch.pdf
 https://issuu.com/inaigem/docs/nota_tecnica
 http://repositorio.unasam.edu.pe/bitstream/handle/UNASAM/2226/T033_42590
052_T.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Vous aimerez peut-être aussi