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Tema 1

Historia y desarrollo del sistema económico.

La economía es tan antigua como la propia humanidad. Hace cinco mil años, cuando dos
pastores intercambiaban una cabra por cinco gallinas, estaban haciendo economía. Desde
entonces se han sucedido, uno tras otro, diferentes sistemas económicos. ¿Podemos entonces,
mirando al pasado, intuir lo que nos depara el futuro?

Cada sistema económico, se ha visto precedido de un cambio en la filosofía de la


sociedad, además, dicho sistema ha respondido a una serie de necesidades e inquietudes
propias de la época en la que fue creado.

1. Los primeros sistemas agrarios

En el principio toda la actividad económica estaba circunscrita a la agricultura, la pesca y el


pastoreo. No existía el dinero y todos los intercambios económicos se hacían mediante
trueques, de modo que nuestros ancestros ignoraban lo que era una hipoteca o una empresa
de trabajo temporal.

Durante siglos, las principales vías de comunicación y comercio fueron los ríos. Los
intercambios que se realizaban estaban basados en los excedentes de las familias, productos
artesanales hechos a mano que sobraban. Estas constituían los principales núcleos económicos
de las economías de subsistencia.

Con las culturas egipcia, griega y romana, en ese orden, el sistema esclavista constituyó la
base de la economía. La principal riqueza provenía del trabajo de los esclavos en la agricultura.
La guerra también se consideraba, según algunos filósofos griegos, una fuente de riqueza,
debido al aprovisionamiento de esclavos y la mano de obra barata que se obtenía tras las
conquistas.

Durante el imperio romano se produjo un aumento en la actividad comercial, si bien no era


muy eficiente pues todas la mercancías se enviaban a Roma y, desde allí, se redistribuían a los
confines del “mundo conocido”.

2. El sistema feudal

Con el derrumbamiento del imperio romano se produjo una gran vertebración de la actividad
económica. El concepto de imperio protector con fronteras bien definidas se vino abajo y los
campesinos, principales generadores de riqueza, se mudaron al castillo más cercano para
protegerse de las hordas de invasores y saqueadores.
Cada señor feudal protegía a un número determinado de vasallos que trabajaban las tierras. A
cambio de la protección, les entregaban una cantidad anual de su cosecha al señor y a la
iglesia. Esto era lo que se conocía como diezmo, por equivaler a la décima parte de la cosecha.
Durante esta época el comercio se reducía a ciertas ferias de carácter anual donde se
compraban y vendían artículos artesanales.

A finales de la época feudal comenzó a surgir una nueva forma de producción de


riqueza, diferente a todo lo conocido hasta entonces (agricultura, ganadería, pesca y
conquista) y basada en la aportación de un cierto valor añadido a las mercancías. Hablamos del
gremio de artesanos, precursores de las fábricas. En esta etapa los ricos debían purgar su
condición de privilegio mediante la entrega de limosna (caridad) y el cobro de intereses se
consideraba una blasfemia.

3. El sistema mercantilista

Conforme los tiempos avanzaron y las hordas invasoras redujeron su flujo, las ciudades
comenzaron a crecer fuera de las murallas, y comenzó la difusión de la moneda, la letra de
cambio y los pagarés. Con ello, el ser rico no estaba mal visto ya que si el trabajo dignifica, la
riqueza, como producto del trabajo, era igualmente digna. Surge una nueva clase social entre
los campesinos, la nobleza y el clero: la burguesía, aupada por el comercio.

Con todos estos cambios, el cobro de interés deja de ser un tabú. Se entiende que el que
presta corre el riesgo de que no se le devuelva el dinero de modo que el interés se entiende
como una compensación a dicho riesgo. Además, el que presta dinero tampoco puede
utilizarlo en otra cosa así que el cobro de interés se ve legitimado una vez más por lo que se
conoce como “lucro cesante”.

4. Capitalismo vs. comunismo

Fábricas, sindicatos, producción en cadenas, partes intercambiables, internet… Con la llegada


del capitalismo la riqueza dejó de ser un medio para acercarse a dios y se convirtió en un fin en
sí mismo. Enriquecerse era la meta de la versión económica de la evolución de Darwin: los
más listos era los que se enriquecían. El capitalismo se basó, en sus inicios, en la falsa creencia
de que las materias primas eran ilimitadas. La falsedad de esta premisa se puso de manifiesto
con la crisis del petróleo de 1973. Lógicamente, las materias primas parecían ilimitadas cuando
la Tierra tenía 100 millones de habitantes, pero con más de 6.000 la cosa cambiaba.

Por otra parte, como buena utopía, el comunismo funcionaba bien sobre el papel pero fallaba
en uno de sus pilares básicos: el ser humano y su altruismo para con sus semejantes. Todo se
basaba en la planificación centralizada, la supremacía del bien común y el estado sobre el
individuo.
Una visión de futuro: lo que está por venir

Si bien el capitalismo estaba basado, entre otras cosas, en el individualismo y la idea de que los
recursos son ilimitados, el próximo sistema económico, debería basarse en todo lo contrario
(cooperación y reciclaje). Puesto que los recursos se han demostrado escasos, se debería
optimizar su uso. Puesto que cada vez hay más población en el planeta, si queremos trabajar
todos habría que reducir los horarios y procurar que el valor añadido aportado por cada
trabajador fuera enorme. Un ingeniero diseñaría algo, otro optimizaría su diseño y un tercero
lo construiría de un modo más eficiente. De modo que al final, el producto acabado hubiera
sido construído de la forma más económica y aprovechando al máximo los recursos
disponibles.

Modelos de mercado

ara introducir el tema se define mercado en economía como un conjunto de escenarios en los
que los compradores y vendedores se relacionan para intercambiar bienes y servicios por
dinero.

Asimismo, los mercados especificados como tal, se clasifican en proporción con el número de
vendedores y por los bienes o servicios a ser intercambiados por dinero. Estas clasificaciones
se denominan "modelos", existiendo tales como:

Competencia perfecta: Para que un mercado logre la competencia perfecta debe cumplir con
las siguientes condiciones:
• Debe poseer un gran número de compradores y vendedores para que ninguno de forma
individual pueda influir en el precio.

• Lo que se vende debe tener la característica de ser homogéneo.

• El mercado debe caracterizarse por su transparencia, apuntando a compradores y


vendedores bien informados de los precios de los productos (transparencia para que se pueda
dar el principio de la unicidad del precio), de la tecnología utilizada, etc.

El monopolio: Es el modelo de segundo mercado más competitivo, posee diversos


vendedores, pero en menor número que en el modelo de competencia pura. Aquí se producen
bienes variados, con una orientación en la fabricación de los productos se destacan por el
dominio de la fabricación. Esto lleva a un enfoque en la marca y un control limitado sobre los
precios, debido a una diferencia en la calidad asumida.
El oligopolio de oferta: Es aquel mercado en el que hay un gran número de compradores
frente a una cifra reducida de vendedores con una significativa cuota de mercado. El escaso
número de vendedores hace que puedan ejercer alguna influencia sobre el precio.
Modelo de monopolio puro: En este modelo existe solamente un vendedor con uno de cada
tipo de bien, sin alternativas. Siendo prácticamente imposible que otros vendedores ingresen
en el mercado, sólo es capaz de hacerlo en absoluto con la patente o licencia del gobierno. El
vendedor tiene el poder total sobre el precio fijado para el bien.

Un "mercado" en economía es un conjunto de condiciones en las que los compradores y


vendedores interactúan para intercambiar bienes y servicios por dinero. Los mercados
definidos como tal, se clasifican en relación con el número de vendedores en el mercado y
por los bienes o servicios a ser intercambiados por dinero. Estas clasificaciones se
denominan "modelos".

Modelo perfecto o de competencia pura

Es el modelo más competitivo, el modelo perfecto o de competencia pura, tiene un gran


número de compradores y vendedores. Los bienes producidos por todos los vendedores son
idénticos u homogéneos en calidad, y no existen barreras legales, sociales o tecnológicas
para entrar o salir de la industria. Los compradores y los vendedores tienen un conocimiento
completo de los precios industriales aplicables, y el único objetivo de los vendedores es
maximizar sus ganancias.

Modelo de competencia monopolística

La competencia monopolística es el modelo de segundo mercado más competitivo, con


muchos vendedores, pero menos que en el modelo de competencia pura. Los vendedores
producen bienes variados, con un enfoque en la fabricación de sus productos se destacan
por su calidad en el diseño o el dominio de la fabricación. Ésto conduce a un enfoque en la
marca y un control limitado sobre los precios, debido a una diferencia en la calidad
percibida.

Modelo de oligopolio

Como el segundo modelo más competitivo, el oligopolio formado por sólo unos pocos
vendedores que pueden ser productoras de bienes o bien estandarizados o diferenciados,
con un enfoque en la diferenciación del producto y la marca como en el modelo de
monopolio. La competencia yace principalmente en las características, no tanto en el precio
como en los modelos más competitivos; es mucho más difícil para los vendedores abandonar
el mercado.

Modelo de monopolio puro

En este modelo contrario a la competencia, sólo hay un vendedor con uno de cada tipo de
bien, sin alternativas. Es imposible que otros vendedores entren en el mercado, sólo es
capaz de hacerlo en absoluto con la patente o licencia del gobierno. El vendedor tiene el
control total sobre el precio fijado para el bien.
Libertad y competencia

libre competencia se refiere al proceso mediante el cual las empresas o proveedores pugnan
por abastecer la demanda de los consumidores, con el fin de alcanzar un objetivo de negocios
en particular; por ejemplo, la maximización de los beneficios, el incremento de las ventas o el
aumento de su participación en el mercado.

la competencia es sinónimo de rivalidad entre empresas, la misma que puede


manifestarse en el precio, la cantidad o la calidad de los productos o servicios que se
ofrecen, o en una combinación de estos u otros factores que los consumidores valoran.
La libre competencia está basada en la libertad de decisión de los agentes que participan
en el mercado, en un entorno en que las reglas de juego son claras para todos y se
cumplen efectivamente.
Se basa fundamentalmente en la libertad tanto del consumidor, a quien no se debe
privar de opciones para que elija libremente lo que mejor se adecue a sus necesidades,
como del productor, quien debe tomar libremente sus decisiones empresariales.
El papel del Estado en la defensa de la competencia es necesario debido a que existe la
posibilidad de que las empresas adopten conductas que tengan por efecto limitar, dañar
o falsear la competencia.
Algunas de dichas conductas ocurren cuando un grupo de empresas competidoras se
ponen de acuerdo para elevar los precios o reducir la calidad o cantidad del producto
que ofrecen en el mercado.

Oferta y demanda
Un MERCADO es un conjunto de mecanismos mediante los cuales compradores y vendedores
de un bien o servicio entran en contacto y acuerdan el precio y la cantidad del mismo.
Un MERCADO COMPETITIVO es un mercado con muchos compradores y vendedores, que
carece de mecanismos de control y en el que un estrecho margen de precios se establece por
lo que compradores y vendedores deciden.
La DEMANDA refleja las cantidades que los compradores están dispuestos a adquirir
por cada precio. Cuanto más alto es este, si no varían otras circunstancias, menor será la
cantidad que los demandantes estén dispuestos a comprar. Por el contrario, si el precio baja,
los compradores estarán interesados en adquirir mayores cantidades de producto.
La OFERTA refleja las cantidades que, por cada precio, los vendedores están
dispuestos a poner a la venta. Como regla general, cuanto más elevado sea el precio, mayor
será la cantidad ofertada.
El PRECIO DE EQUILIBRIO es aquel que permite que coincidan las cantidades que los
vendedores están dispuestos a ofertar con las que los compradores desean adquirir.
El mercado se vacía y no se producen excesos ni de oferta ni de demanda.
En condiciones normales, el mercado garantiza que el precio tiende hacia el equilibrio. Si el
precio fuese demasiado alto se produciría un exceso de oferta, y la única forma de dar salida
a los excedentes sería bajando el precio hasta alcanzar el equilibrio. Por el contrario, si el
precio fuese demasiado bajo, el exceso de demanda empujaría los precios al alza.
El hecho de que el precio de equilibrio se aplique a todas las unidades intercambiadas, implica
-teóricamente- un beneficio para los consumidores que habrían estado dispuestos a pagar más
por las primeras unidades. Ese beneficio es el excedente del consumidor. De igual modo,
se puede definir un excedente de los oferentes, pero el alcance de éste dependerá de las
condiciones de producción.
LA DEMANDA
La LEY DE LA DEMANDA establece que hay una relación inversa entre el precio y la
cantidad demandada.
La demanda viene determinada por los siguientes factores:
 Precio del mercado
 Renta del consumidor
 Precio de los bienes sustitutivos
 Preferencias
 Expectativas
La CURVA DE LA DEMANDA es el grafico que relaciona e el precio de un bien y la cantidad
demandada.

Ceteris paribus es una frase en latín que significa que todas las variables excepto la que se
estudia se consideran constantes. Literalmente, ceteris paribus significa “otras cosas son
iguales.”
En el ejemplo, la pendiente de la curva de demanda es descendente porque, ceteris paribus,
el descenso de los precios implica una mayor cantidad demandada.
Determinantes de la demanda
 Precio del mercado
 Renta del consumidor
 Precio del resto de los
 bienes
 Gustos del consumidor
 Expectativas
Cambio en la cantidad demandada: Movimiento a lo largo de la curva de demanda causado
por el cambio en el precio del producto.
Cambio en la demanda: Desplazamiento de la curva de demanda, hacia la izquierda o la
derecha causado por un cambio en un determinante que no sea el precio.
Renta de los consumidores
 Ante un incremento de la renta la demanda de un bien normal aumentará.
 Ante un incremento de la renta la demanda de un bien inferior disminuirá.
PRECIO DE LOS BIENES RELACIONADOS:
 Cuando el descenso del precio de un bien reduce la demanda de otro bien, los dos bienes se
llaman substitutivos. Son BIENES SUSTITUTIVOS aquellos que pueden satisfacer más o
menos indistintamente una misma necesidad. Si sube el precio de un bien, es posible que se
produzca un aumento de la demanda de bienes sustitutivos, tanto más probable y acusada
cuanto más PERFECTAMENTE SUSTITUTIVOS sean los bienes entre sí y más importante
sea la elevación del precio. Si baja el precio, se dará el efecto contrario.
 Cuando el descenso del precio de un bien aumenta la demanda de otro bien, los dos bienes
se llaman complementarios. Son BINES COMPLEMENTARIOS aquellos que satisfacen
conjuntamente la misma necesidad. Si sube el precio de un bien, es probable que se produzca
una disminución de la demanda de bienes complementarios, tanto más probable cuanto MÁS
INDISOLUBLES SEAN ENTRE SÍ, y más importante sea la elevación del precio.
 Un BIEN NORMAL es aquel cuya demanda aumenta cuando aumenta la renta de los
consumidores.
 Un BIEN INFERIOR es aquel cuya demanda disminuye cuando aumenta la renta

Los dictados de la moda motivan aumentos en la demanda en temporada, y disminuciones


una vez agotada esta.
Las diferencias demográficas son un factor explicativo importante de las distintas pautas
de demanda de unas colectividades respecto a otras.
El Estado altera significativamente las demandas individuales al ofertar gratuitamente bienes
y servicios, subvencionar unos o penalizar otros.

Los sujetos suelen comportarse más en función de los datos que esperan que de los que
realmente están vigentes.

LA OFERTA
Cantidad ofertada es la cantidad de un bien que los vendedores quieren y pueden vender.
La LEY DE LA OFERTA establece que hay una relación directa (positiva) entre precio y
cantidad ofertada.
Determinantes de la oferta
 Precio del mercado
 Precio de los factores
 Tecnología
 Expectativas
 Número de productores
La CURVA DE LA OFERTA es un grafico que muestra la relación entre el precio de un bien y
la cantidad ofrecida.
OFERTA DE MERCADO
Oferta del mercado es la suma de las ofertas individuales de todos los vendedores de un
determinado bien o servicio.

Gráficamente, las curvas de oferta individuales se suman horizontalmente para obtener la


curva de oferta de mercado.

Determinantes de la oferta de mercado


 Precio de mercado
 Precio de los factores
 Tecnología
 Expectativas
 Número de productores
Cambios en la cantidad ofertada: Movimiento a lo largo de la curva de la oferta causada
por un cambio en el precio de mercado del producto.
Desplazamiento de la oferta: Un desplazamiento en la curva de oferta hacia la derecha o
hacia la izquierda, causado por un determinante que no sea el precio.
El desplazamiento a la derecha de la curva de a oferta de un bien, provocará, ceteris
parubis, una reducción de su precio y un aumento de la cantidad de equilibrio. Si la
única circunstancia que varía es el precio de un bien, se modificará la cantidad ofrecida y la
cantidad demandada, pero NO SU OFERTA NI SU DEMANDA.
Cualquier aumento de los costes supone que los vendedores exigen mayores precios para
vender la misma cantidad, o que están dispuestos a ofrecer menores cantidades de producto
pero a igual precio. Por contra, una reducción de los costes desplaza la curva de la
oferta HACIA ABAJO Y HACIA LA DERECHA.
Tras una mejora tecnológica, normalmente, la curva de la oferta se desplaa hacia la
derecha (a cada precio, los empresarios están dispuestos a ofertar más cantidad) y hacia
abajo (la reducción de los costes permite menores precios para igual cantidad de producto)
La influencia de los precios de unos bienes sobre otros será especialmente relevante en
aquellos casos en los que, por utilizar similares procesos técnicos y/o las mismas materias
primas, resulta relativamente sencillo desplazar los factores de producción de uno a otro.
Las regulaciones estatales que limitan las formas de producción socialmente perjudiciales
o peligrosas, tienden a elevar los costes de las empresas y, por tanto, a desplazar la curva
de la oferta hacia arriba y hacia la izquierda.
Las EXPECTATIVAS son un factor decisivo en el comportamiento empresarial. Factores tan
intangibles como el clima de optimismo o pesimismo y la estabilidad son, a menudo, mucho
más decisivos que los señalados como factores habitualmente determinantes de la oferta de
bienes y servicios.

OFERTA Y DEMANDA
PRECIO DE EQUILIBRIO
El precio que equilibra la cantidad ofertada y la demandada. Gráficamente, es el precio del
punto de intersección de las curvas de oferta y demanda.
CANTIDAD DE EQUILIBRIO
Cantidad ofrecida y demandada al precio de equilibrio. Gráficamente, es el precio del punto
de intersección de las curvas de oferta y demanda.
EXCEDENTE

Cuando el precio es superior al de equilibrio, la cantidad ofertada excede a la demandada. Hay


un exceso de oferta o un excedente.

Los oferentes deberán bajar los precios para aumentar las ventas, moviéndose hacia el
precio de equilibrio.
ESCASEZ
Cuando el precio es menor que el de equilibrio, la cantidad demandada excede a la cantidad
ofertada. Hay un exceso de demanda o una escasez. Los oferentes subirán los
precios debido a que muchos compradores intentan conseguir bienes escasos, por lo que el
precio tenderá a alcanzar el de equilibrio.
TRES PASOS PARA ANALIZAR CAMBIOS EN EL EQUILIBRIO:
 Determinar si el suceso desplaza la curva de oferta o de demanda (o ambas).
 Determinar si la curva/s se desplaza/n a la izquierda o a la derecha.
 Comprobar si los desplazamientos afectan al precio y a la cantidad de equilibrio.
 Un desplazamiento de la curva de oferta se llama un cambio en la oferta.
 Un movimiento a lo largo de una determinada curva de oferta se llama un cambio en la
cantidad ofertada.
 Un desplazamiento de la curva de demanda se llama un cambio en la demanda.
 Un movimiento a lo largo de una determinada curva de demanda se llama un cambio en la
cantidad demandada.
Las relaciones entre oferta y demanda se entienden válidas siempre que se cumplan las
condiciones ceteris paribus; es decir, mientras no varíen las demás circunstancias que influyen
en oferentes y demandantes, distintas del precio del bien o servicio.
La demanda de un bien tenderá a aumentar si sube el precio de sus bienes
sustitutivos, baja el precio de sus bienes complementarios (salvo si se trata de un bien
inferior) o varían a su favor otros factores como los gustos, la moda, la actuación del
Estado, los factores demográficos, las expectativas… Y tenderá a disminuir en los casos
inversos.
La oferta de un bien aumentará (en la cantidad ofrecida para cada precio) si disminuyen
los costes de los factores de producción, se incorporan mejoras tecnológicas o varían a su
favor cualquiera de los factores que influyen en la misma, como los precios de otros bienes
técnicamente relacionados, regulaciones y políticas productivas, expectativas, los objetivos de
los oferentes… y viceversa.
Ceteris paribus, un aumento de la demanda o una disminución de la oferta provocarán
un incremento de los precios. En el primer caso, aumentará la cantidad intercambiada,
mientras que descenderá en el segundo. En sentido contrario, un descenso de la demanda o
un aumento de la oferta, provocarán un descenso de los precios, disminuyendo la cantidad de
equilibrio en el primer caso, y aumentando en el segundo.

Equidad y competitividad

La competitividad depende del entorno macro y microeconómico, de la calidad de las


instituciones y de la capacidad para introducir cambios tecnológicos. Un buen entorno
macroeconómico es una condición necesaria para facilitar la acumulación de factores y los
aumentos de productividad, y requiere de: (i) consistencia entre políticas fiscal, cambiaria y
monetaria; (ii) una inflación baja y estable; (iii) cuentas fiscales ordenadas; (iv) transparencia
en el manejo de las cuentas fiscales, y (v) reglas de juego estables (ej. aranceles, impuestos,
etc.).
Además, debe existir un entorno microeconómico que incentive los aumentos de
productividad por parte de las firmas, lo que requiere de: (i) apertura comercial y financiera;
(ii) un sistema financiero sólido y bien desarrollado; (iii) flexibilidad laboral; (iv) una estructura
no distorsiva de impuestos y subsidios; y (v) una regulación apropiada de mercados donde
existen fallas. A su vez, para promover la innovación tecnológica se requiere de (i) incentivos
adecuados a la innovación y adopción de nuevas tecnologías; (ii) alta calidad de la educación;
(iii) una infraestructura apropiada, e (iv) investigación a nivel de empresas (lazos fuertes entre
empresas y universidades u otros centros de investigación).(CORBO, 2003)
Sin embargo, como afirma Adolfo Figueroa (1998) en su artículo "Equidad, inversión extranjera
y competitividad internacional": "es evidente que la competitividad no es sólo una cuestión de
eficiencia microeconómica o sectorial; tampoco es sólo una cuestión de balances
macroeconómicos; es también una cuestión social".

Las sociedades compiten unas con otras para atraer las inversiones privadas con el fin de
hacerse competitivas y lo hacen, entre otros factores, con su grado de equidad. Las
productividades relativas de los países dependen de la distribución de inversiones entre ellos;
a su vez, sobre las decisiones de inversión influyen los niveles de infraestructura pública y el
grado de estabilidad sociopolítica de los receptores y, tal grado es además función de la
equidad. Luego, la competitividad depende de la equidad.
Figueroa (1998) entiende que en todas las sociedades existe un umbral de tolerancia social a la
desigualdad por debajo del cual se producen crisis distributivas. Estas crisis distributivas no
sólo dependen de los resultados del mercado, sino de la política redistributiva del Estado. La
situación de crisis distributiva generaría nuevas formas de redistribución, en las cuales el
derecho de propiedad ya no se respetaría plenamente. En tal situación, los ingresos no
contractuales adquirirían importancia creciente. Como consecuencia, los niveles de violencia,
corrupción, e incertidumbre en el sistema productivo se elevarían. Todo ello significarían
costos económicos para la sociedad.
En el corto plazo, se acrecentarían los costos de seguridad personal y de la protección de la
propiedad, así como de las paralizaciones por huelgas y todo tipo de desorden social. Estos
costos se trasladarían a las firmas. Parte de los costos sociales, se transformarían entonces en
mayores costos unitarios de éstas, con pérdidas de competitividad.

En el largo plazo, los costos económicos de una crisis distributiva incluirían una retracción de la
inversión privada y también una baja calidad de la mano de obra como consecuencia de la
pauperización de las masas.

Del planteo anterior se puede concluir que: junto a un entorno macro estable y un entorno
micro que provea los incentivos para lograr aumentos de productividad, para aumentar su
competitividad los países demandan políticas sociales tendientes a mejorar la distribución del
ingreso y el nivel de vida de su población.

En definitiva, para aumentar su competitividad los países requieren avanzar implementando


reformas que afectan a un conjunto de áreas interrelacionadas, no existiendo una política
única que pueda crear competitividad.

Ingreso nacional

El ingreso nacional es la suma, durante un año, de todos los ingresos individuales de los
nacionales de un país. Para calcular el ingreso nacional, se tienen en cuenta, únicamente,
los ingresos de los nacionales del país, sin importar que éstos obtengan su ingreso dentro
o fuera de las fronteras del país; por lo tanto, no se tienen en cuenta los ingresos de los
extranjeros en el país.

Los elementos que aportan al ingreso nacional son los sueldos y salarios que reciben los
trabajadores, los beneficios que reciben los dueños de las empresas y del capital, y los
retornos que reciben los dueños de las tierras. Al hablar de ingreso nacional no es correcto
afirmar que, cuando éste aumenta, el ingreso de todos los habitantes del país aumenta. El
aumento o la reducción en los ingresos de los habitantes claramente afecta al ingreso
nacional; sin embargo, hay que tener en cuenta que la distribución de ingreso entre la
población es determinante para el bienestar de los habitantes de una nación.

Este tema es un punto fundamental de la política social y económica de los gobiernos en


los diferentes países. Cuando aumenta el ingreso nacional, se genera estabilidad y
progreso económico. Por el contrario, cuando éste se reduce, pierde estabilidad la
economía. Aún así, no es un sinónimo de progreso que aumente el ingreso nacional, si, al
fin y al cabo, este ingreso lo obtienen unos pocos habitantes dentro de la población
general. Para que exista un mejoramiento en el bienestar de los habitantes en general, el
ingreso personal de la mayoría de la población debe mejorar, o aquel percibido por pocos
debe ser redistribuido para obtener resultados más equitativos.

La única entidad en Colombia que publica una cifra "oficial" del Ingreso Nacional
es el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en el marco del
Sistema de Cuentas Nacionales. Otras entidades solo hacen estimaciones usando
como fuente al DANE.

Ahora bien, el último dato publicado de Ingreso Nacional corresponde al año 2005,
por un valor de 272 billones 455 mil 702 millones de pesos colombianos,
equivalente a 117 mil 452 millones de dólares norteamericanos, que arroja un
Ingreso Nacional per cápita de 2 mil 739 US$, usando la población calculada en el
último Censo 2005 (42 millones 888 mil 592 personas en Colombia).

Proyectando la información con la tasa de crecimiento de la población (1,31%) y la


tasa de crecimiento de la economía que fue de 6,84% en el 2006 y 7,52% en el
2007, tendríamos aproximadamente:

Año 2007:

Ingreso Nacional Bruto: 313 billones de pesos colombianos


o 150 mil 682 millones US$.
Ingreso Nacional per cápita: 3 mil 423 US$
PBI Per cápita: 3 mil 585 US$

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