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Hay dos tipos de vibradores: los de inercia y los de masas excéntricas. El primero
transmite al árbol la vibración de unas masas en movimiento (del tipo biela-manivea) y son más
adecuados para la vibración de ramas. Los segundos se basan en el giro de unas masas a altas
velocidades. De la combinación de masas y velocidades se obtienen los diferentes resultados de
vibración. Suelen ser multidireccionales y se aplican para la vibración de tronco.
La vibración de ramas requiere una poda espeal con un número reducido de ramas
principales y con facilidad de acceso a la garra del vibrador. En el desprendimiento actúan
fuerzas de tracción, de flexión y de torsión, que combinadas generan una fatiga en los
pedúnculos que reducen su resistencia hasta el desprendimiento.
En cuanto a los daños que se pueden causar en frutos o en árbol, se ha comprobado que
en los frutos del tipo melocotón, albaricoque, ciruela y similares, el mayor porcentaje de daños
se producen antes de llegar al suelo, y por choque y rozamiento con otras ramas. Por ello
conviene recogerlos antes de llegar su completa madurez, y que la poda se efectúe de forma que
no haya ramas unas escima de las otras. Aún así, los daños ocasionados al caer la fruta por estos
procedimientos de recolección son un 5 a 20 % mayores que por procedimientos de recogida
manual.
Fuente: Ortiz-Cañavate y Hernanz, 1989.
En otras ocasiones, sobre los propios remolques se instalan unos mecanisnos que
permiten desplegar y recoger dos mallas dispuestas en torno al tronco.
Las plataformas extensibles sobre remolque, se aproximan hasta el tronco de los árboles
mediante un sistema articulado (del tipo tijera). La lona recibe los frutos en su caída y se recoge
sobre las cintas transportadoras y cargador de cajones con que cuenta el rernolque.
Los sistemas de paraguas invertido constan de una sola unidad compuesa de armazón
metálico plegable y dispone de una cinta transportadora para evacuar la fruta recogida en su
interior.
En fruticultura intensiva, además de las técnicas de producción en espaldera, se están
extendiendo los sistemas de cultivo de variedades de pequeño porte (orchards) sobre los que
circulan unos sistemas de plataforma automotriz dispuestos para efectuar las múltiples
operaciones necesarias a lo largo del cultivo: podas, injertos, tratamientos sanitarios y, por
supuesto, la recolección. Se adaptan tanto a la recolección manual como a la mecánica, siendo
en este caso su capacidad entorno a 120 arboles/hora.
Fuente: Ortiz-Cañavate y Hernanz, 1989.
BARREDORAS Y RECOGEDORAS.
Son máquinas cuya misión consiste en recoger los frutos caídos al suelo. El proceso
consta de dos fases: la concentracion de frutos a una zona de menor superficie y su recogida
real.
Las barredoras requieren una preparación previa del terreno y las hay de diversos tipos:
El coste de mano de obra para las operaciones de cultivo (poda y aclareo) y las de
recolección, si se realiza manualmente, influye en el coste de producción entre un 35 y un 40 %
del producto bruto.
Otro sistema permite que los operarios se suban a la plataforma para recoger la fruta a
mediana y gran altura.
Se disponen los operarios en balcones individuales, que van llenado las cajas de gran
capacidad dispuestas en la plataforma. A medida que se llenan se dejan en el suelo para su
posterior recogida.
Las cajas de gran capacidad, una vez llenos, se van depositando en el suelo,
posteriormente se pasan a un remolque para el transporte, para lo que se utiliza un tractor con
horquilla elevadora.
Algunas veces, la misma plataforma se utiliza para la poda, por lo que se le dota de un
sistema de aire comprimido, accionado por el motor de C.I., que permite el uso de tijeras
neumáticas.
La recogida de frutas con plataforma permite aumentar los rendimientos por operario
por encima del 100%, por ejemplo, para manzana se pueden recolectar a pie 130 kg/h, con
plataforma 300 kg/h.
El valor medio de adquisición de una plataforma puede ser de 4.000.000 de pta. lo que
daría un umbral de rentabilidad de 180.000-200.000 kg por plataforma y campaña.
Los tractores fruteros son tractores estrechos, con elementos electrónicos y oleostáticos
que permitan un mejor aprovechamiento de la potencia disponible, un menor consumo de
combustible y una mayor duración del tractor. La potencia media de estos tractores es de 45 kW.
Estos tractores deben ser polivalentes, permitiendo el empleo de los diferentes equipos
para la mecanización completa del cultivo, incluida la asociación de aperos para laboreo del
suelo, con equipos suspendidos, semisuspendidos o arrastrados. Los tractores deben permitir el
empleo de vibradores para la recolección de la fruta para la industria y el remolque de
plataformas de recolección.
En cuanto a la plantación y siembra cada vez se está imponiendo con más fuerza la
implantación de plantas con cepellón con técnicas de plantación semiautomáticas y automáticas
cada vez más sofisticadas. En cuanto a los tratamientos fitosanitarios cabe recordar que desde
1993 se está aplicando la directiva europea relativa a la disminución de materia activa lo que
requiere una mayor precisión en los tratamientos y control de todos los parámetros: presión,
filtración, volumen de aire, boquillas y toberas, etc para poder aplicar adecuadamente las
técnicas de volumen reducido.
La cadena de frio es aún insuficiente por la intrrupciones que sufre lo que dificulta la
óptima calidad de los productos cuando a su destino.
En cuanto a los cultivos frutales, las variedades enanas permiten plantaciones de alta
densidad (manzanos, perales, melocotoneros, etc.) presentando algunas ventajas respecto a las
variedades tradicionales:
La tendencia es al cultivo en líneas pareadas, con unas calles de anchura suficiente para
permitir su adecuada mecanización con maquinaria tradicional ( menos específica) que no
requiere inversiones adicionales.
Está realizado en aluminio para dar al conjunto ligereza y resistencia. Está todavía en
fase de desarrollo y ya se plantean sucesivas mejoras con las que se dotará a sus hermanos de
próximas generaciones.
Está pues pendiente de resolver o mejorar el tiempo de acceso para rebajarlo hasta los 2
seg. Para descubrir la fruta escondida se plantea disponer unos ventiladores inferiores. Está
pendiente la deposición de la fruta cortada, ya que en la actualidad, una vez que el sensor
detecta el pedúnculo cortado, envía una señal al sistema de succión, que cesa dejando caer la
pieza.