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Enfoques cognitivos de la depresión

El principio central del modelo cognitivo es que las concepciones del temperamento y el
carácter y las concepciones distorsionadas de los clientes deprimidos son importantísimas en
el desarrollo y mantenimiento de la depresión.

Tiene un especial relieve la triada cognitiva que consiste en una:


-Consideración negativa de ti mismo: tendencia a considerarse como deficiente, inadecuado,
inútil y a atribuir sus experiencias desagradables a un defecto suyo físico, mental o moral. Se
considera indeseable a causa de su supuesto defecto y tiende a rechazarse a sí mismo.
-C.N. del mundo exterior: Las interacciones con el ambiente son interpretadas como una
derrota, considera al mundo como si le presentara obstáculos que interfieren en sus objetivos.
- C.N del futuro: Ve el futuro desde una perspectiva negativa, prevé que sus problemas y
experiencias continuaran y serán peores.
Beck señaló que los deprimidos tendían a deformar sus experiencias porque malinterpretaban
los acontecimientos tomándolos como fracaso, privación o rechazo personal, tendían a
exagerar o generalizar excesivamente, y a hacer predicciones negativas del futuro. Todo esto
refleja una distorsión cognitiva porque dan excesivo énfasis a los datos negativos hasta casi
excluir los positivos.

-Beck y sus colaboradores encontraron que existía correlación entre la medida de la gravedad
de la depresión y las medidas del pesimismo, el concepto negativo de sí mismo y del futuro.
Así, el cliente deprimido está caracterizado por conceptos bajos e irreales de sus capacidades. -
-Otro estudio reveló que los deprimidos estaban más afectados que los no deprimidos en la
realización de un trabajo al pensar cómo lo harían en un futuro trabajo.
-Un experimento posterior demostró que los clientes deprimidos son más pesimistas acerca de
la posibilidad de hacer bien un trabajo y sacaban peores calificaciones en su realización. “El
éxito mejoraba la actuación del grupo deprimido, mientras que el fracaso mejoraba la
actuación del grupo no deprimido.”
-Se encontró que las mujeres deprimidas valoraban sus cualidades personales muchas más
negativamente que las no deprimidas. También, que las mujeres deprimidas demostraban
claramente fuertes reacciones negativas al fracaso. Las deprimidas se volvían más pesimistas
en la predicción de su futura actuación después del feedback negativo.
-Todos estos hallazgos sugirieron que las personas deprimidas sistemáticamente seleccionan
cogniciones perturbadas que mantienen, si no aumentan, la depresión y la desesperación.
Hasta la fecha, los estudios anteriores han apoyado la importancia de la asociación entre las
cogniciones negativas y el afecto negativo.
-También Velten, encontró que el estado de ánimo de depresión se había provocado por las
afirmaciones deprimentes. Luego Coleman llegó a la conclusión que la inducción de
cogniciones positivas en contra de otras negativas producía grandes diferencias en la alegría-
depresión. Las personas clasificadas bien como alegres o deprimidas eran capaces de
experimentar estados de ánimo opuestos como resultado de la intervención cognitiva.
-Luego Weintraub, Segal y Beck obtuvieron en otro estudio como resultado que se daba en las
personas un elemento cognitivo negativo mucho más que el afecto deprimido.
*Todo da las pruebas que apoyan la primacía de la cognición en el desarrollo de la depresión.

Esquemas cognitivos y depresión

Los conceptos reales e irreales de un individuo provienen de sus experiencias, de sus actitudes
y opiniones que otros le han comunicado y de identificación. Una vez que se ha formado un
concepto concreto, él puede influir en los juicios posteriores y se afianza con mayor firmeza.
(Ejm: niño que adquiere la noción de que él es un inepto por atribuciones de otros o por
fracaso puede interpretar las experiencias posteriores según esta idea.) Así se establece un
círculo: cada juicio negativo refuerza el concepto negativo de sí mismo que a su vez facilita una
interpretación negativa de las experiencias posteriores. A menos que se modifique se da una
formación permanente de la organización cognitiva y se convierte en un esquema cognitivo.
(Ejm: soy débil, soy inferior, no puedo hacer nada bien)

-Se podría suponer un sistema maduro que hace referencia al proceso de información real y
un y sistema primitivo con conceptos y formas de pensar relativamente latentes, que son
globales y no analíticos. En condiciones normales, son los procesos psicológicos maduros los
que predominan aunque se pueden detectar niveles más primitivos de pensamientos
esporádicos o inapropiados con respecto a acontecimientos concretos o en sueños o fantasías.
El principio que se postula en la depresión es que la orga. primitiva cognitiva es la que
predomina.
-Es probable que se precipita la depresión en un individuo con tendencia a ella o un individuo
que está sometido a tensiones concretas que activan su esquema cognitivo. Estas tensiones
representan una perdida personal y así tienen un significado importante. Cuando se desarrolla
la depresión, la orga. primitiva se adueña del sistema más maduro en las áreas de
autoevaluación y expectativa del tal forma que la concepción negativa del cliente deprimido en
la triada cognitiva se distorsionan. Las configuraciones externas del estímulo son examinadas y
moldeadas para ajustarse al contenido de estas de tal manera que las interpretaciones del
cliente de sus experiencias, de sus expectativas y de sus reminiscencias son congruentes con
los esquemas.
Las clases de pensamiento falaz son:
-Interferencia arbitraria: sacar una conclusión cuando no hay evidencia o es contraria a la
conclusión, tomando la forma de personalización. (Ejm: una persona deprimida que vio fruncir
el ceño a uno que se le cruzó en el camino pensó que lo hizo por él).
-Excesiva generalización: proceso de hacer generalización injustificada sobre la base de un
único incidente. (Ejm: pensar que nunca se tendrá éxito en nada por un único fracaso)
-Amplificación: propensión a exagerar el significado o la importancia de un hecho particular.
(Ejm: persona con miedo a morir interpretaba cada dolor como signo de enfermedad mortal)
Estos se pueden aplicar como esquemas primitivos por su amplitud, rigidez, la abstracción y
recuerdo selectivo. Resumiendo, las perturbaciones formales del pensamiento en estado de
depresión se pueden atribuir al predominio de los esquemas idiosincráticos que sobrepasan
las características de exigencia de la situación externa del estímulo.

Por ejemplo, cuando una persona abandonada por su esposa llega a una depresión es primero
porque ese individuo es vulnerable y responde a esa pérdida con la depresión. Entonces
cuanto más absolutos sean los conceptos positivos que se tenían, mayor será el daño causado,
mayor será la sensación de pérdida. Luego esto puede llevar al marido a cuestionar su valía
personal y puede predecir otras consecuencias negativas. Cuando esta reacción avanza en
cadena hasta llegar a una verdadera depresión sus generalizaciones negativas se extienden a
las 3 partes de la triada. Estas ideas socavan su capacidad y su motivación para contrarrestar el
shock. Las autocríticas le llevan a una tristeza más profunda y se mete en un círculo vicioso.

Cognición y sintomatología depresiva concomitante


Fenómenos relacionados con la depresión:

Tristeza y soledad: El desarrollo total de la depresión se prolonga por días o semanas. El cliente
experimenta un aumento gradual en la intensidad de la tristeza y otros síntomas hasta que
“toca fondo” y cada pérdida sucesiva genera una mayor tristeza. Uno de los aspectos más
notables de la depresión relacionado con el estado de ánimo es el recuerdo selectivo de las
experiencias. Un individuo deprimido es propenso a recordar experiencias pasadas
desagradables y hay una selectividad en su percepción de los hechos ordinarios de su vida; es
hipersensible a los estímulos que le sugieren una pérdida e insensible a los que representan
una ganancia. El cliente se vuelve impermeable a los estímulos que puedan despertar
emociones agradables ya que sus actitudes bloquean sentimientos felices. (“No merezco ser
feliz”, no puedo sentir felicidad por las cosas que a ellos les hacen felices.”) Asimismo, las
situaciones cómicas no les hacen gracia por su actitud negativa y su tendencia a la auto-
referencia. Tienen dificultad en experimentar ira o enfado y en dar respuestas asertivas ya que
se considera responsable y merecedor de las ofensas e insultos de los demás. La tristeza es el
resultado de la humillación del amor propio por él mismo. Muy relacionada con su auto-
evaluación negativa está la tendencia a pensar en términos absolutos (nadie me quiere). Al
degradar las cualidades que están íntimamente relacionadas con la gratificación, el cliente está
quitando la gratificación de sí mismo (una mujer al llamarse poco atractiva, luego dirá que no
le gusta su apariencia física ni los cumplidos que recibe.) Cuando el cliente deprimido se
considera derrotado o frustrado está propenso a experimentar un estado de indiferencia o de
apatía.

Cambios motivacionales: No solamente desea evitar las experiencias que anteriormente le


satisfacían o representaban la tendencia principal de su vida sino que hay un estado de
inactividad. Hay cambios en la motivación y las cogniciones, el cliente ya no se siente atraído
por las tareas que le gustaban, cumple con sus trabajos diarios porque cree que debe hacerlos
pero no porque quiere. En los casos más extremos, el cliente experimenta una “parálisis de la
voluntad”. No tiene ningún deseo espontáneo de hacer nada excepto permanecer en un
estado de inercia pasiva, no puede movilizar su voluntad. Sin embargo, su inercia es engañosa
porque no solamente proviene de un deseo a estar pasivo sino de un deseo a escapar de toda
situación que considere desagradable. Puede sentirse reprimido a realizar funciones
elementales como (levantarse de la cama, comer, vestirse, atender sus necesidades pero se
pueden poner enérgicos cuando intentan escapar de una situación que no quieren.)Los deseos
de evitar toda actividad son las consecuencias de la consideración negativa del futuro, de sí
mismo y del ambiente, entonces se adopta la actitud de que no vale la pena intentarlo. El
cliente deprimido espera resultados negativos por eso no experimenta la movilización de su
energía para hacer un esfuerzo, no ve ningún sentido en intentarlo y cómo ve la mayoría de las
situaciones como dolorosas o aburridas el deseo evitar hasta cosas agradables de la vida.

Conducta suicida: El intento de suicidio puede ser considerados como una expresión extrema
del deseo de evadirse. Ve su futuro lleno de sufrimiento, no cree que mejorará. El suicidio en
esas condiciones parece ser la solución más racional ya que no solo pone punto final a su
miseria sino también que “librará a su familia de un peso”. Hay la creencia del cliente que sería
mejor para todos si él estuviera muerto porque se considera como inútil y un peso el cual
aliviará a su familia de cargas psicológicas y económicas. (Pensamientos como no hay nada que
pueda satisfacerme, no hay futuro, quiero salir de aquí).

Síntomas físicos y vegetativos: En los casos más extremos como el sopor benigno, el cliente
puede creer que ya está muerto. La profunda inhibición motora parece estar de acuerdo con la
consideración negativa de sí mismo y su pérdida de motivación espontánea. Cuando se
estimula el deseo del cliente a hacer algo se reduce temporalmente o desaparece el retraso
motor. Los signos vegetativos de la depresión como la pérdida del apetito, la pérdida de la
líbido y el insomnio se pueden definir como concomitantes fisiológicos de la perturbación
psicológica. También puede haber posible reducción de otras sensaciones del sistema
gastrointestinal que se pueden expresar en frases como “soy una cáscara vacía” “he perdido
mis órganos internos”. El terapeuta puede precipitar una calma de la tormenta dirigiendo las
técnicas terapéuticas al centro de la perturbación.

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