Vous êtes sur la page 1sur 7

Es más que probable que en algún momento de tu vida hayas sentido

que ya no puedes más y que hayas creído que las circunstancias a


veces son superiores a ti. Es justo en ese momento cuando el bloqueo
emocional aparece en escena, junto con la sensación de apatía,
tristeza, sufrimiento…
Sé que es una situación bastante desagradable. Por ello, en este
artículo voy a compartir algunas pautas para que sepas qué puedes
hacer cuando has tocado fondo y consigas gestionar mejor todo ese
torbellino que sientes en tu interior.

Cuando tu cuerpo te habla: mi


experiencia personal
El pasado mes de enero viví una de las noches más desconcertantes
de toda mi vida.

Me encontraba en las montañas de Girona visitando a mi madre


cuando, la noche antes de mi regreso a Salamanca (ciudad donde vivo
actualmente), perdí el conocimiento al levantarme para ir al baño.
El susto fue monumental, tanto para mí como para mi familia. Hacía
muchos años que no me pasaba y nos descolocó mucho a todos.

Lo peor fue que no perdí el conocimiento una vez, sino que me


desplomé tres veces en menos de cinco horas. Esto ocurrió
exactamente la noche del 13 de enero.
2019 nos ha traído a mi familia y a mí muchos imprevistos que han
puesto nuestras emociones patas arriba.

Despedirnos de nuestra gata, el ingreso de mi abuelo en el hospital, la


muerte de otro familiar muy querido…

Todo ello junto con los preparativos de nuestra boda y la actividad del
día a día han sido demasiado para mí. Y, como era de esperar, mi
cuerpo dijo basta.
Tras varias semanas de recuperación, hace unos días al fin recibí un
diagnóstico claro sobre lo que me ha ocurrido.

Es lo que se conoce como síncope ortostático, que es una bajada de


tensión que se produce tras estar sentado o tumbado, muy frecuente
en ambientes calurosos.
¿Por qué te cuento todo esto?

Lo comparto contigo porque el conjunto de todas estas situaciones


me hizo sentir que había tocado fondo y replantearme muchas
cuestiones esenciales y muy importantes.
Esta experiencia me ha permitido descubrir lo que es sentirse así y,
por este motivo, he decidido compartir contigo mis aprendizajes al
respecto, por si a ti también puede serte útil para gestionar esta
sensación.

Pero… ¿qué significa «tocar fondo»?


Antes de continuar, veo necesario reflexionar contigo acerca de lo que
significa tocar fondo, ya que, aunque no lo parezca, detrás de estas
dos palabras puede haber todo un universo de interpretaciones y
puntos de vista.

Según lo que he vivido en mi propia piel y lo que he observado a mi


alrededor, percibimos que hemos tocado fondo cuando el bloqueo
asoma por la puerta y sentimos que nos faltan fuerzas para
perseverar en lo referente a alguna o varias áreas de nuestra vida.
En general, sentir que hemos tocado fondo corresponde sólo a
nuestra percepción.
Por tanto, es una idea totalmente subjetiva asociada a un
pensamiento que nos envía nuestra mente cuando las circunstancias
nos superan o aparece en escena la desmotivación.

La buena noticia es que podemos bajar el telón y cambiar nuestro


escenario.
Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor,
siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento
(Victor Frankl).

Qué hacer cuando sientes que has


tocado fondo: recomendaciones
prácticas
Cuando sentimos que hemos tocado fondo no siempre resulta
sencillo ver con claridad qué podemos hacer para mejorar nuestra
situación.

Con el propósito de ayudarte, a continuación te ofrezco algunas


recomendaciones que, puestas en práctica, sin duda te ayudarán a
sentirte mejor y a recuperar la energía que todos necesitamos para
seguir adelante.

1# Comparte con tu entorno cómo te estás


sintiendo
Cuando viví el episodio del que te hablaba al principio de este post,
me sentí muy descolocada. Ese percance de salud me cogió
totalmente desprevenida y, al principio, me costó un poco asumir que
mi cuerpo me pedía parar.

En ese contexto, compartir con mi pareja cómo me sentía me ayudó


muchísimo a desahogarme y relativizar la situación.
No importa si en este momento no tienes pareja, seguro que tienes
cerca a alguien o a varias personas de tu confianza con quienes
compartir lo que sientes y pasa por tu mente en este momento.

Te invito a hacerlo, bien seguro te ayudará a sentirte mejor.


2# Acepta tus miedos
Cuando sientes que has tocado fondo puedes sentir nuevos miedos
que tal vez creas que no puedes gestionar o superar.

El temor a lo desconocido, a no volver a ser la persona que eras antes


o, incluso, el miedo al cambio y a sentirte incomprendido/a pueden
conseguir que dudes de tus capacidades y de tu verdadero poder.

Mi consejo para esos momentos en los que el miedo florece es


sencillamente que abraces lo que estás sintiendo. Que no intentes
luchar en contra ni rechazar el miedo porque haciéndolo estarás
rechazando una parte de ti.
Sentir miedo forma parte de la naturaleza de todo ser humano.

Por ello, siempre recomiendo no magnificarlo y aceptarlo como lo que


en realidad es: un mecanismo de protección de nuestro cuerpo y de
nuestra mente.

3# Cuenta con un profesional que pueda


ayudarte
¿Quién no se ha sentido sobrepasado/a por las circunstancias en
algún momento?

No conozco absolutamente a nadie que, en alguna etapa de su vida,


no haya necesitado apoyo externo.

Y no pasa absolutamente nada por reconocerlo, nadie nos pide que


podamos con todo ni es necesario que seamos autosuficientes en
cada momento de nuestra vida.

Si sientes que no puedes más y tu interior te dice que contar con


ayuda externa es lo que necesitas, déjate guiar por tu intuición. Nadie
mejor que tú sabe lo que necesitas, así como nadie mejor que tú
puede tomar tus propias decisiones.

4# Reenfoca tus pensamientos


Cuando percibes que has tocado fondo puedes llegar a pensar que
eres una persona débil o que eres dependiente por no sentirte capaz
de gestionar una situación concreta por ti mismo/a.

Entras en un bucle de autodestrucción nada saludable que lo único


que consigue es que te sientas cada vez peor. Y eso ni es necesario ni
es agradable, la verdad.

Tras perder el conocimiento me sentí muy insegura, muy mareada


durante semanas y comencé a dudar acerca de cuándo volvería a
estar bien.

¿Sabes cuándo conseguí recuperarme? Cuando cambié el rumbo de


mis pensamientos y sentí plena confianza en que todo mejoraría con
el transcurso de los días. Y así es exactamente cómo fue. Tras este
«reset» mental fui sintiéndome cada vez mejor.

Es importante que prestes mucha atención al poder que otorgas a tus


pensamientos y seas consciente de lo mucho que pueden
condicionarte. Si no sabes cómo salir del bucle, escríbeme y te
contaré cómo puedo ayudarte a conseguirlo.

5# Reserva momentos para relajarte


Aprender a relajarte se hace imprescindible especialmente en
aquellos momentos y etapas en los que el estrés sale a flote.

Estas últimas semanas me ha ayudado mucho realizar respiraciones


profundas con los ojos totalmente cerrados.
Si eres de esas personas a las que les cuesta relajarse, te recomiendo
consultar este artículo de mi compañera Ana Rivas, en el que
encontrarás pautas y varios ejercicios de relajación que puedes
practicar en casa cuando lo necesites.

6# Reconecta contigo
Tu cuerpo es sabio y te avisa cuando necesita parar.

En mi caso, intento aprovechar esos momentos de pausa para


reconectar conmigo y reflexionar acerca de los aprendizajes que se
esconden tras la percepción de haber tocado fondo.
Personalmente, prefiero interpretar las adversidades y las situaciones
imprevistas como una oportunidad de crecimiento y no como una
piedra en el camino.

Además, este tipo de situaciones pueden resultarte muy útiles


para recordar qué es lo realmente importante y cuáles son tus
verdaderas prioridades, algo que tanto se tiende a descuidar con el
ritmo del día a día.

7# Protege tu salud
Aún cuando sientes que has tocado fondo, tu salud debe ser siempre
lo primero.

De ella depende que puedas atender cualquier área de tu vida y es


posible que, entre tantas obligaciones, sea lo último de tu lista.

Te entiendo. Yo también he caído alguna vez en esa mala costumbre,


pero de la experiencia (generalmente de las malas…) se aprende.

Si en este momento alguna circunstancia está repercutiendo en tu


salud, seguro que lo has notado. Escucha a tu cuerpo, tómate un
descanso y no te sientas culpable por ello.
Te recuerdo que siempre lo más importante eres tú.

Vous aimerez peut-être aussi