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1. Introducción.
Para empezar, es de suma importancia reconocer los diferentes tipos de régimen del flujo. Existen dos
tipos: primero, el flujo laminar, se caracteriza por una uniformidad aparente, que parece moverse en
láminas con misma dirección y poco mezclado entre ellas. Segundo, el flujo turbulento, siendo este
caracterizado por un movimiento caótico y en distintas direcciones a lo largo de la corriente.
Ahora bien, aunque visualmente es posible determinarlo, a nivel industrial se necesitó cuantificar ese
flujo a partir del número de Reynolds. Este, es un número adimensional con el cual se relacionan ciertas
propiedades de un fluido para su análisis, como lo son su velocidad, el tamaño de la trayectoria, la
densidad y la viscosidad, tal y como se ve en la ecuación 1. De esta manera, es posible determinar cómo
es el régimen de flujo de una sustancia, de propiedades conocidas, por una tubería midiendo su
velocidad. A partir de la ecuación 1, sabemos que el número de Reynolds será grande si se tiene alta
velocidad, o si se tiene muy baja viscosidad, es decir, un flujo turbulento. Asimismo, sabemos que una
baja velocidad o alta viscosidad nos dará un número de Reynolds bajo, siendo este el flujo laminar.
Para lo anterior, se cuenta con conveniencias para determinar desde qué valor el número de Reynolds
indica un flujo laminar, uno turbulento, o la transición de uno a otro. Las cuales, entre otras cosas,
dependen de las unidades utilizadas para su cálculo.
Para ser muy específicos, la mayor importancia del régimen de flujo surge al querer analizar las pérdidas
de un sistema, puesto que, entre otras cosas, estas dependerá de si el flujo es laminar o turbulento. La
necesidad de conocer las pérdidas es para el correcto balance energético del sistema, necesario para
saber los requerimientos energéticos para transportar algún fluido; por ejemplo, para determinar la
potencia necesaria de una bomba para transportar leche de un tanque a otro. Cabe aclarar que las
pérdidas no sólo dependen del fluido en cuestión, sino de los elementos a través de los cuales se
transportará. Es decir, no se pierde lo mismo transportando con un tubo de plástico, que con uno de
vidrio. Esto se debe a la fricción dada entre el material de transporte y el fluido, siendo intuitivo el
hecho de que a mayor fricción mayores pérdidas. Es por esto que se cuenta con el factor de fricción,
usado por Darcy en su cálculo de pérdidas por fricción. Este, dependerá también del área en contacto,
la velocidad del fluido y del tipo de material, tal y como lo muestra la ecuación 2.
Por otro lado, existen diversos equipos que permiten evidenciar experimentalmente lo anterior, con
fines educativos. Uno de ellos es el HM 150.01, el cual consiste en un tubo de pequeño diámetro, y
cuenta con dos tubos manométricos para medir presiones en régimen laminar, y un manómetro de aguja
para el régimen turbulento. Este permite relacion ar las pérdidas por fricción con la velocidad del flujo,
asimismo, calcular el factor de fricción del tubo utilizado.
En esta práctica, se busca, precisamente, determinar las pérdidas por fricción según el régimen de flujo;
siendo necesario el cálculo del factor de fricción. De esta manera, se desea comparar los valores teóricos
calculados, con respecto a los experimentales hallados.
2. Metodología.
Antes de comenzar los ensayos se extrajo una muestra del módulo HM 150 y se le midió la temperatura
que se registró en la tabla 1.
3. Resultados y análisis.
Para los datos de la tabla 1 de densidad, peso específico, viscosidad dinámica y cinemática, se utilizó
la temperatura medida al inicio de la práctica y la tabla de datos para el agua que se encontraba en la
guia. Los datos de longitud de la tubería y diámetro, se obtuvieron de la guia de laboratorio donde se
describe el equipo; y los datos de rugosidad absoluta y relativa se encontraron en tablas del libro guia
de mecanica fluidos.
De acuerdo con el régimen de flujo laminar en la tabla 2a y tabla 2b, debemos partir que para definir
un flujo laminar, el Reynolds debe ser menor de 2100, entonces con respecto a los datos de la tabla 2b,
se puede apreciar que dos de las prácticas realizadas tienen un flujo laminar, por otro lado hay una
práctica en la cual el Reynolds dio 2645,218 dando así un flujo transitorio, esto pudo haberse presentado
por los datos del caudal, ya que puede que no haya sido muy preciso, o también al momento de abrir
las válvulas, es decir se pudo haber presentado error por parte de nosotros.
Ahora bien, según los resultados obtenidos de Reynolds y pérdidas de energía de régimen laminar y
régimen turbulento, es evidente que estos dos son proporcionales, puesto que cuando aumenta la
velocidad, también aumenta el Reynolds y así mismo las pérdidas de energía. De acuerdo con la
ilustración 1, el comportamiento que muestra se puede confirmar con los resultados obtenidos, ya que
de la región laminar se tienen pérdidas de energía y velocidades menores que los de la región turbulento.
Por lo tanto, las pérdidas de carga aumentan a medida que la velocidad del fluido en este caso el agua,
aumenta.
Con respecto a la ilustración 2, se puede apreciar los diferentes comportamientos que presenta un flujo
laminar de un flujo turbulento, por lo que esta ilustración sirve para hacer una comparación entre ellos,
ya que en el flujo laminar tiene un sentido de flujo ordenado y constante, es decir se mueve en láminas
con misma dirección, mientras que el flujo laminar tiene un sentido de flujo muy desordenado y no
estable, cabe recalcar que en esta ilustración 2 las líneas rojas representan los perfiles de velocidad que
estos dependen del factor de fricción, que a su vez depende del N° de Reynolds y de la rugosidad
relativa. Entonces, la razón por la que el flujo turbulento presenta mayor velocidad que el flujo laminar
es debido al movimiento brusco de las moléculas, ya que es mayor la probabilidad de que puedan chocar
entre ellas, además, con los resultados obtenidos en la tabla 3a, a medida que aumenta la diferencia de
presión, aumenta la velocidad, esto se da ya que las moléculas van a ser más propensas a chocar contra
la pared de la tubería y que esto a su vez genera más pérdidas de carga.
En los resultados calculados de factor experimental y teórico de las tablas 2b y 3b, es posible observar
y concluir que son valores cercanos, por lo tanto el uso del equipo HM 150.01 demuestra que el rango
de error es bajo y que es posible hacer prácticas con este equipo consiguiendo resultados cercanos al
teórico. Sin embargo, cabe recalcar que del régimen turbulento se obtuvo un menor factor de error
comparado con el régimen laminar.
A la hora de analizar los resultados también se tuvo en cuenta el principio de los fluidos newtonianos y
no newtonianos, debido a que en el laboratorio se trabajo con agua siendo este un fluido newtoniano
que va tender a cambiar su viscosidad inversamente proporcional a la temperatura, por ello fue crucial
medir la temperatura, ya que su viscosidad resulta constante a una temperatura que se mantenga.
Resultado diferente si se hubiera trabajado con un fluido no-newtoniano ya que estos generalmente no
tienen un valor de viscosidad definido y constante, por lo tanto, para prácticas de laboratorio como esta,
no es confiable emplear fluidos no-newtonianos, pues su viscosidad, además de variar con la
temperatura, también lo hace con la tensión cortante que se le es aplicado. De acuerdo a lo anterior, la
viscosidad resulta importante, pues es una medida de la fricción interna del fluido, por lo que a altas
viscosidades puede resultar en un flujo laminar, mientras que para flujo turbulento la viscosidad suele
despreciarse.
4. Conclusiones
● El régimen de flujo afecta la magnitud de las pérdidas, debido a que alteran la interacción del
fluido con el material de transporte.
● Se puede determinar las pérdidas primarias en tubería según el régimen de flujo: laminar y
turbulento. En las cuales, las pérdidas de flujo turbulento son mayores que las de flujo laminar,
ya que hay más choques entre moléculas, por ende mayor velocidad.
● El factor de fricción para cada régimen de flujo, en general, va a depender siempre de la
velocidad, diámetro de la tubería, viscosidad y densidad. Sin embargo, para el caso de régimen
turbulento va a depender también de la rugosidad de la superficie de la tubería, es decir, del
tipo de material.
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Bibliografía.
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● Mott, R. (2006). Mecánica de fluidos. Pearson Educación.
● Brkić, D. Praks, P. (2018). Unified Friction Formulation from Laminar to Fully Rough
Turbulent Flow. Applied Sciences
● GUNT Hamburg. HM 150.01 Fricción de Tubo en un Flujo Laminar /Turbulento. Alemania.
disponible en: https://www.gunt.de/es/productos/friccion-de-tubo-en-un-flujo-laminar-
turbulento/070.15001/hm150-01/glct-1:pa-150:pr-548