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l-as Señales de los Tiempos

" ' ' iiii>iiu...ii......iiitii. r - • ™........................i.ti..»tiiiii""<t»""""«»""" iiiiuii..iiiii<iuiiiimiii"" " ••

\^ -Paisaje de i n v i e r n p enlas montañas de S u i z a .


J I

Precio: 3 O céntimos.
n pajaro sastre
Se dice con frecuencia que el h o m b r e se distin- de ancho. U n a vez preparada la hoja, desapar
gue de los animales por dos rasgos esenciales: se sir- pero n o tardó en aparecer con u n hilo de te
ve de i n s t r u m e n t o s o herramientas y posee lenguaje araña. E n r o l l ó u n o de los extremos de este ji,}
articulado;, pero la distinción no es absoluta. Los rededor de la parte estrecha de la hoja que s?P^¿s
animales superiores emiten sonidos gracias a los cua- uno de estos agujeros del mismo borde. y^s-
les se comprenden entre si, y, según ciertos natura- llevó el extremo libre del hilo hacia el agujero op^^j
listas, algunos m o n o s antropoides tienen también to, p a s á n d o l o p o r la cara inferior de la hoja.
su lenguaje. P o r otra parte, gran n ú m e r o de anima- bordes quedaron así a p r o x i m a d o s u n o a otro-
les utilizan "primeras materias" para la construc- pues de este primer cosido, la h e m b r a fué van
ción de sus habitaciones, materias que t o m a n de ees a buscar otros hilos, con los cuales volvió a ^^^^
fuera o extraen. Y la industria de los pájaros que la m a y o r parte de los agujeros con los que .^j.^-
construyen su nido llega a ser u n arte admirable. en frente, hasta f o r m a r una especie de cuerno
Existe u n pájaro l l a m a d o o r t h o t o m o (del grie- guiar.
go, orthos, derecho; tomé, sección), el cual, para Así, los hilos de tela de araña, instrumen^^ ^j.
preparar el alojamiento a sus hijuelos, no se con- tural de u n animal, sirvieron de i n s t r u m e " j ^ ,
tenta con entrelazar, con alisar los materiales que quirido a o t r o animal. ¡Qué semejanza con jj
emplea, sino que los cose. Esta cualidad le vale su dustria h u m a n a , que emplea como rnaterias P^^¡53
t í t u l o vulgar de pájaro-sastre. Es u n animal m u y y como herramientas, sustancias animales- ^ ^jjjo
vivo, parecido a la curruca. Frecuenta los jardines, de guarnición para el frágil edificio, el pájaf" ^jj
las arboledas, las hayas, los cañaverales, los bosques hierba seca, p l u m a s , crin, fibras de cocotero L^^j,
de árboles poco elevados de Ceilán, de Birmania y pelusa procedente de u n a especie de eufof^.^pii-
de la India. M . A . W o o d , el célebre naturalista ame- E n t r e l a z a n d o estos diferentes materiales, lo^ ¡-o'
ricano, a su vuelta de Ceilán, en d o n d e ha pasado so alrededor de casi t o d o el cuerno, cuidando^^^ pj.
muchos años estudiando su notable y admirable locar el m a y o r algodón posible a lo largo de ¡n
fauna, acaba de publicar u n opúsculo sobre este in- redes interiores. D e vez en c u a n d o interrutnP .^(tí
teresante pájaro. trabajo para practicar en el cuerpo de la hoja^^^j¡,3
Es solamente la h e m b r a quien se encarga de la n ú m e r o de agujeros a través de los cuales j^do
construcción del nido. E n esta época siente marcada mechones de algodón, a fin de mantener el ^
preferencia p o r ciertos árboles, tales como el "árbol- en su lugar. , lii'
lechuga" (Pesom'a alba), del que se comen a veces T e r m i n a d o el h u a t a d o , el pájaro reforzó ¿!
las hojas en ensalada; el d r a g o y otros árboles de los de tela de araña que acercaban los dos o° ^^(<i^
sombra. Si el árbol escogido tiene h o j a s largas y an- la h o j a ; para obtener este resultado, u n i ó . íoI|
chas, el pájaro se contenta con u n a sola h o j a : si las los agujeros de los bordes opuestos de la ^iií
hojas son de t a m a ñ o mediano o pequeñas, cose va- hilos de algodón hilados por él m i s m o . Sien"- #
rías, uniéndolas entre sí. E n todos los casos, la h e m - poco consistente este algodón, se afloja ^ac'^^ s?!''
bra esconde cuidadosamente su nido en lo más es- y al pasar un extremo p o r u n pequeño aguj^
peso del follaje, que n o desarregla en l o más m í n i - al o t r o lado en forma de n u d o velloso. , ^5 V'^
m o durante su construcción; de suerte que, a sim-
Este n u d o , repetido p o r el p á j a r o ^'^'jgjjst;
ple vista, es casi imposible distinguir las hojas que
ees, impedía que el h i l o de algodón se ai' ^
le h a n servido para f o r m a r su nido de las que están
rompiese, y a veces los hilos preparados era^ ^tt*
a su alrededor. Además, el lado cosido está siempre
tante largos para pasar dos veces de u n o
en la parte interior. Para completar la semejanza,
borde. '3
si las hojas cuelgan, el nido cuelga igualmente; si
T e r m i n a d a la construcción de la peque''^^ cO^ j
están en posición h o r i z o n t a l , el nido está en la mis-
maestra, la previsora madre guarneció el 1°^^
ma posición.
una espesa capa de pelusa. A l g u n o s días ^ JQS
M . W o o d ha tenido la extraordinaria suerte de depositó allí cuatro preciosos huevos salp"- ,
poder estudiar u n o de estos nidos al lado del m i s m o manchas morenorrojizas... n'^^K
hotel q u e le servía de centro y p u n t o de p a r t i d a para E l arte arquitectónico de los pájaros es '^'^^qiií,,
sus viajes en aquel país. F u é en u n pequeño macizo
enigmas de la psicología animal. ¿Cuál es lí
de u n arbusto m u y parecido a la magnolia, de h o -
parte que desempeña el instinto y cuál la
jas lanceoladas, de flores color crema, dulcemente
teligencia? _ _ jjef.
perfumadas, en d o n d e la h e m b r a construía su n i d o
H a y animales que poseen u n arte médico ^^^^ ¡j^
cuando M . W o o d la vio y p u d o asistir a su trabajo
rece ocupar u n lugar aparte y que está naas ^,^j|ic
escondiéndose tras u n b i o m b o .
el i n s t i n t o y la inteligencia. La industria
E l pájaro h i z o primeramente con su agudo pico dora del pájaro-sastre n o es menos maraví
cierto n ú m e r o de agujeros en los bordes de u n a hoja
que medía veintiún centímetros de largo p o r veinte LE

PÁGINA DOS
Redactor: PRECIOS

Co
GERBER
""'"'«ración:
LAS S E Ñ A L E N l'tm.
Niñero soelli . . 1,31
^afrubias, 2 8
DE LOS TIEMPOS Snttipciín HDil in
Espaüi . . 3.5e
ü el titiinjen . . 4 t n
REVISTA MENSUAL

Madrid Núm. 2

^ ^ m b i o de a ñ o
por R o b e r t o Gerber

En
P«riódic°^5 P""^^ros '^^^^ presente a ñ o , muchos
^^sapar ™ " comentarios al a ñ o que acababa
Pedían 1P cosas optimistas y favorables
^líentpk ^"^^^ ^ " cuanto a 1 9 3 3 . Parece que nadie

^^^0 fué h '^^ ^enéve considera que el a ñ o pa-


de ^"^^"^e m a l o , y en su n ú m e r o del 1 de
"^ülar: dice lo siguiente sobre este p a r -
'^ad'
^^los ai^' ^ " ^1 u m b r a l del nuevo a ñ o , echa de
^'^fíes. J^^^ todos llaman ya el año de las decep- j
'°nal- ^^P"ones en el orden de la política inter-,
Decen política l o -
r°^^^ional'°"" económico, financiero,
^ ^ p a r a •', teniendo nada—dicen los pesimis-
ealig " o m i n a r este a ñ o ingrato y áspero, nada
^-ij*^'
'^1 añoV\'''^'^^^°n
año j <^orazón angustiado de los hombres." hombres.'
del V n aa v l
voli ^ *^««P<:iones! Sin embargo, n o fal-
(Líf Pa<;:,^ ^"^^'^ muchos h o m b r e s para hacer S. M . el R e y N a d i r K a n , sucesor por abdicación de A m a n u l l a h
erzoj^^'^o un buen a ñ o . Se hicieron heroicos en el trono de Afganistán, que fué asesinado por s u s criados
^Us ^1 para
d i v e r s j ^ ^ mejorar la situación del mundo en
bj.'^a, ^jgj" aspectos. E n La Vanguardia, de B a r -
y Alemania. T a m b i é n fracasó r o t u n d a m e n t e la mal
bu ^ &el]v-V^^ diciembre de 1 9 3 3 , M a r i a n o R u -
organizada Conferencia Económica de Londres. L o s
V ' ^ ' s i n J ^ b a b l a de 1 9 3 3 c o m o de u n a ñ o de
esfuerzos de Roosevelt en los Estados U n i d o s para
íel^^'^'^n. O ^ 2 ' ' ' v'^"^ desengaño, la
remediar el paro obrero y resolver la mala situación
Prl^^^^ Pro ^- '•-^"'•a^ buenas intenciones, de t a n cx- económica de su país, n o dieron resultados dura-
lleí,?''^^^. se esperaban grandes resultados deros.
ley p„ ^ o ^ t i c ^ o i i 6iaiiv..vo IVO..
if. a1 lueron intenciones que nunca se El a ñ o 1 9 3 3 fué u n a ñ o de catástrofes en el
^« ^ • 'a realidad, y así, al fin de 1 9 3 3 , tcnc- m u n d o físico, y también de grandes accidentes de
manidad chasqueada en s u s mejores todas clases. Parece que, en este viejo m u n d o , v a n
acumulándose miserias y sufrimientos. Cada a ñ o ,
<Je '¡Q'"^ncia^y"°"«s en el a s u n t o del desarme. L a
en vez de inaugurar u n a era mejor, d a , al contrario,
Ule: 2, ^ . Desarme, que se abrió a principios
u n nuevo impulso al globo terráqueo en su vertigi-
'^U '^ient t r a b a j a n d o a ratos y níuy débil-
nosa carrera hacia la irremediable ruina final.
ki^^^- y r había guerra en varias partes del
O-"*^' D u p ° " ' ' " " ^ ' ^ a n armándose las naciones. Se ¿Qué será el a ñ o 1934!' E n el citado artículo de
y d?' 1 9 3 3 el fracaso de dicha Confe- La Vanguardia. M a r i a n o Rubio y Bell vé dice: " E l
'"iies, cie^'^'^^^yó la autoridad de la Liga de año 1 9 3 4 acaso podrá ser testigo de un m e n o r cau-
cuyo o r g a n i s m o se retiraron el J a p ó n dal de buenas intenciones y de u n contingente algo

PÁGINA TRES
m a y o r de realidades favorables. N o convirtamos al la extensión e intensidad con que todos los ^^^^^^
m u n d o en u n infierno a fuerza de empedrarlo con están armados; cada u n o continúa armándose
buenas intenciones." pero constantemente, y, finalmente, los , ¡ite
E s de esperar que en u n m u n d o desengañado Mayores de todos los ejércitos están actúa ^,
h a y a en 1 9 3 4 "un m e n o r caudal de buenas inten- dispuestos para d a r la v o z de alerta a 1^, "l^"^ ^
ciones", pero creemos que habrá aun menos reali- nal de guerra." ( N ú m e r o calendario de El ' J _ ^go
dades favorables, si cabe, que en 1 9 3 3 . P a r a mu- T a m p o c o ven buenas perspectivas para e
chos, n o deja de ser este m u n d o u n infierno, aun L o r d P a l m o u r , de G r a n Bretaña, y Vand«r^
ahora. Satanás es más que nunca el príncipe de este de Bélgica. El primero dice: "Las perspecti'^^^j.ijs.
m u n d o . U n a reciente caricatura le representa con ofrece el m u n d o en general no son satisfa
el g l o b o terrestre debajo del brazo, diciendo: " ¡ E l N o es posible desatender ciertas poderosas 1",^^,"
m u n d o es m í o ! " Es verdaderamente así. ¿Puede es- cías que se oponen al desarme y a la concdi
perarse, en estas condiciones, que el año 1 9 3 4 sea El ú h i m o dice: "Desde 1 9 2 9 , cada año "^^^^¿cr
mejor que el año 1 9 3 3 ? Creemos que no. d o ha sido en todo el m u n d o peor que el pr^^ ^gj}
Se levantan constantemente profetas que quieren te, y aparte de la guerra, sería difícil imagU^a ^^^j^^,
halagar a los hombres y los pueblos con predic- 1 9 3 4 peores acontecimientos que los que han
ciones agradables. A n u n c i a n para este año u n des- particularmente negro el año 1 9 3 3 . " (Num^r
arrollo pacífico de los acontecimientos. E n el nú- lendario de El Sol.) _ . jio*
mero calendario de El Sol, de Madrid, hace tales El lector dirá: " ¡ Q u é cuadro más pesimis
predicciones M . Georges Muchery. Anuncia me- p i n t a usted del a ñ o 1 9 3 4 ! ¿ N o será esto una
jora en diversos países de E u r o p a y América. N o s geración?" „e
p e r m i t i m o s discrepar con tales pronósticos, porque Infelizmente n o lo es. H e m o s dicho ya ^ ^ j ,
creemos que no está en el poder de n i n g ú n h o m b r e diablo es el príncipe de este m u n d o . La gra y
la facultad de anunciar el porvenir con certeza. U n a - y o r í a de los h o m b r e s se dejan d o m i n a r P^^jyfjl'
m u n o d i j o que para tener la misión de profeta "hace o b r a n conforme a s u s normas, que son, ^^^^^ e'
falta la gracia". Sí, una especial gracia divina. La mente, contrarias a las de D i o s y ' de su ^^yjS
profecía es u n a t r i b u t o de Dios. Además, la mar- Decálogo. El m u n d o vive hoy en el pecacjO' ,
chai de los acontecimientos en 1 9 3 3 n o permite consecuencias son la corrupción, la violencia- i,le ^
esperar cambios favorables en 1 9 3 4 . La trayectoria generación y la muerte. P o r virtud de la .ji' .
que sigue el m u n d o n o puede cambiar tan rápida- ley, según la cual cada causa produce su c^'^^^^^ió''
mente de dirección. E s t o lo reconocen muchos h o m - diente efecto, existe h o y tan lamentable s'
bres eminentes que comprenden bien los problemas en el m u n d o . Y puesto que la gente, en vez _ s"
de los pueblos. pentirse de sus pecados, persevera más y ^"^^ jorí''
T r a t á n d o s e del problema de la paz, el ilustre transgresión, no se pueden esperar tieinpos "fl"
escritor H . G. Wells dijo recientemente que ya n o sino más bien peores. El apóstol P a b l o dic^' ^¡^o
sabía qué métodos p r o p o n e r para combatir a la os engañéis: Dios n o puede ser b u r l a d o : QU^^^fj.
guerra. Y he aquí el testimonio de H e n r y M o r g e n - lo que el h o m b r e sembrare, eso también ^^^¡ÍC
t h a u , el actual ministro de Hacienda de los Esta- P o r q u e el que siembra para su carne, de 'a
dos U n i d o s : segará corrupción." (Calatas 5 : 7 , 8.) .^c>^'
"Parece inevitable la guerra en E u r o p a en 1 9 3 4 . Es cierto que la impiedad de los hombres es ^^^oS
Se b a r r u n t a p o r señales ominosas semejantes a las sa del actual desbarajuste m u n d i a l . Y si ^is'
claramente visibles en E u r o p a en 1 9 1 3 . ver tiempos mejores, el camino para ello ^.gre*"
"Sea cualquiera el lugar d o n d e estalle, la guerra m o que trajo p a z al h i j o pródigo, o sea el ''^^¡¿(i
probablemente se extenderá por todo el continente al Padre, a Dios, con arrepentimiento y <^°^
con gran rapidez. T e m o r , envidia, odios, crisis eco- de pecados. ^ f¡et!^
nómicas, ambiciones contrariadas, son b o m b a s con E n el ya citado artículo del Journal de^ ^j^pt«^
mecha preparada que yacen distribuidas p o r casi se menciona también este remedio en las ^^''.fUi''' I
t o d o el mapa de E u r o p a . M u c h a s de estas cosas son palabras: " C u a n d o t o d o está a p u n t o de 31'
p r o d u c t o de la G r a n Guerra, cuyas devastaciones barse, el instinto del h o m b r e le lleva de nU«^pioS
nos h a n d a d o años enteros de depresión m u n d i a l . casa paterna. E n su orgullo, quiso vivir sí",^5 \t'
H u m i l l a d o p o r sus fracasos, impotente a n t e f e '
" L a Liga de las Naciones es impotente para pre-
yes económicas que le aplastan, vuelve en si '
venir la catástrofe pendiente, pues nunca ha h a b i d o
gresa al camino de las iglesias. La civilización
u n esfuerzo sincero por parte de los poderes milita-
pea se edificará nuevamente sobre la sólida P^„
res para sustituir la fuerza por la justicia.
cristianismo, o ya n o volverá a reconstruirse- ^jj-
" L a s discusiones acerca del desarme en Ginebra " P o r q u e el que quiere a m a r la vida, y ^^.^
h a n sido un ejemplo típico de hipocresía, una co- buenos, refrene su lengua de mal, y sus la^
m e d i a — y acaso p o d r í a m o s decir tragedia—, porque hablen e n g a ñ o ; apártese del mal, y haga bie^'^st?*!
la mayoría de los participantes, discutiendo sosega- que la p a z y sígala. P o r q u e los ojos del ^^^°^(^c^^'¡
damente m u l t i t u d de proposiciones, sabían que sobre los justos, y sus oídos atentos a sus ¡f
nada se p o d r í a ni se querría hacer. nes: p e r o el rostro del Señor está sobre aque'
" C a d a u n o de los países sabe con toda exactitud hacen m a l . " (1 P e d r o 3 : 1 0 - 1 2 . )

PÁGINA CUATRO
y brazos viscosos que ondeaban de aquí para allá,
£L P U L P O y aun u n o de los m u ñ o n e s se agitaba, allí, delante
de mí entre las rocas. Y sabía demasiado bien ahora
por L a u r a E . C l e m e n t que éste era el m o n s t r u o que había p r o d u c i d o aque-
llas terribles historias que y o había despreciado. Se
' e^aT
l^ '•talmente el pecado? Escuche, amigo m í o , me presentó el vivido cuadro de mis compañeros
que sacaban del agua mi cable salvavidas y mi caño
tor Ber^^^ ^° ilustre este relato, escrito p o r V í c -
de alimentación de aire cortados; como t a m b i é n de
y llegó escandinavo que h u y ó de su casa
u n ser h u m a n o , que era yo m i s m o , pegado a la
dionjj^^^ P.escador de perlas en los mares meri-
horrible boca de este repugnante m o n s t r u o .
" Y Q \ ^'r^'^tibe así su encuentro con u n p u l p o :
latadas muchas historias espantosas, re- " M i e n t r a s t a n t o estaba l u c h a n d o automática-
ttüo^ esf^"^ nativos y blancos acerca de este m o n s - mente. Cada vez que me agachaba para librar mis
constricj^ "-^tror del mar, e q u i p a d o con ocho boas rodillas, el m o n s t r u o me tironeaba t a n violenta-
mente que y o parecía u n m u c h a c h o sacudido p o r
fot de (-•°'^^^' llenas de bocas aspiradoras, u n difu-
bili'dad para crear u n a cortina de h u m o , la ha- u n gigante. T e n í a las mayores dificultades en m a n -
Un de tenerme de pie. E l casco y la coraza golpeaban con-
cambiar de color como u n camaleón, y
Poder tra mi cabeza y pecho con dolorosa fuerza. L a fría
dades dTl '^^^ permite moverse p o r las p r o f u n d i -
inteligencia con que el m o n s t r u o parecía anticipar
°Jo n „ „ ; "^^"^ a velocidades mayores de las que el
y estorbar cada u n o de mis m o v i m i e n t o s , estaba de-
blando ^ ^^guir. P e r o a los diecinueve años, h a -
b i l i t a n d o rápidamente mi resistencia.
^ • ' ' ^ ' i n i e n f p r o p i a experiencia diaria en muchos
Pre: ¡'"1-°^ perla, mi respuesta había sido siem- "Era a s u n t o de vida o muerte. M i cuerpo y m i
^^'^eión ^ ' ^ ^ " í a s " ! L u e g o recibí mi inolvidable mente actuaban como si n o tuviesen m u t u a relav5,f};'>
ción. El u n o estaba peleando contra esas sacudidas
^^'rechl^j^"}°s b a j a n d o del noroeste de B o r n e o al despiadadas, t r a t a n d o de cortar, de a p u ñ a l a r , - d e /i i
isla-s. Q Marac.,. j „ „ _„„„oí;-,o.
- ' i i c a s a r , d o n d e avistamos dos pequeñas libertarme. La otra, estaba pesando cuidadosamen- '
' yo ^°u^ costumbre en t o d o pescador de per- te las probabilidades, i n t e n t a n d o decidir si me atre-
í'quí y 3 j ] ? ° a escrutando el f o n d o del mar. N o t é vía a dar la señal de peligro. P o r q u e esto es lo íilti-
''iteresgj.^^ unas cuantas manchas que empezaron a m o a lo cual u n b u z o recurre en caso de emergen-
cia: cuatro tirones, que significaban: tirad hasta
^ l^ajaJ^^'^'^'^^ <3ue hubiese ostras aquí—dije^—; v o y que se r o m p a el cable. E s t a b a sí en la emergencia,
"Y . pero temía que m i caño de alimentación de aire y
fa,,^ el cable salvavidas estuviesen enredados en algunas
^^^drQ, espués de habermeJ-t"»-'^i-AiX^ lil ln
t JtLr
V^oVdJ . tui ^c- l Ui .d% o_ » Ven
Xl 1mi
111 esca-
VOV.t*
de las proyecciones coralinas. Si se enredaban, la
^1 tettg' ^^'^^ndí y empecé a explorar cabalmente
tensión de arriba p o d r í a cortarlos con facilidad. U n
emba°' ^.^,^l'2ándome aquí y allá, a r r a s t r a d o p o r h o m b r e que trabaja debajo del agua tiene siempre
'^eta vi'^-'^-^"°"' f o r z a n d o la vista p o r tener la p r i - presente en el subconsciente estas dos líneas de co-
"El 3^°"^ las grandes ostras perleras, municación. Debe ser para él a u t o m á t i c o el nunca
^adas bastante h o n d a : U n a s veinte b r a - o b r a r sin asegurarse de que n o se h a n enredado. Y
•nasac lado, había u n espacio abierto entre y o tenía m u y poca o p o r t u n i d a d de c o m p r o b a r esto.
^Igo que '"^'•^l' pareció •' que podía " distinguir
••
an
Stan ri'^'Pechaba podía ser verdaderas ostras de " D u r a n t e t o d o este tiempo, c o n t i n u a b a nuestro
e x t r a ñ o duelo. Estaba empleando t o d a mi fuerza
•^ocas'g^^'miento. As'í que me dirigí hacia aquellas
para resistir a los tirones del m o n s t r u o , mientras
habi^'^'^^*^^^ a n c h o p o z o . El objeto que luchaba para cortar más de estas cadenas vivientes
'^^ba. ^ atraído parecía ser j u s t a m e n t e lo que b u s - que me ligaban. Y t o d o sucedía en u n h o y o ahora
qUe ^.agaché para recogerlo. E n ese instante sen- ennegrecido y t u r b i o , p o r la t i n t a que el m o n s t r u o
^•lietdQ ^ ° tocaba ligeramente el b r a z o iz- había expelido. A l r a t o , u n a corriente pareció lle-
"1^ lo'^(!?° r a y o , antes de tener la m e n o r noción varse parte de dicha tinta. C u a n d o alcancé a tener
"^^cbUj^ H '^^ vuelta, sacando el filosísimo u n a vislumbre de esa asquerosa masa de brazos y
jfes Q de la vaina que llevaba en mi cintura, y di piernas viscosas, especialmente c u a n d o p u d e echar
paZo 2^'^^'^''°.cuchilladas a t o d o el alcance de m i u n a m i r a d a en aquellos ojos diabólicos, me estiré
dos d dirección de ese toque. P o r suerte, cor- para dar la señal de peligro. I n s t a n t á n e a m e n t e , el
í^^no 1, l°s tentáculos que me estaban a p r e t a n d o p u l p o me arrastró u n o s cuatro metros, y casi caí de
^abt¡j ^o- U n instante más tarde, el p u l p o me bruces.
^ n)e ?~^ado el t ó r a x , s u j e t á n d o m e los dos b r a z o s " A p a r e n t e m e n t e , lo que les he c o n t a d o debe h a -
"Al 7"^'^ visto i m p o t e n t e , ber ocupado u n o s diez a quince m i n u t o s , pero en-
aba ^^-^^ las cuchilladas y sentir que la h o j a cor- tonces me pareció u n a eternidad. D e repente, me di
°s otr^ ^ ^ ^ a de carne b l a n d a , sentí también que cuenta de que estaba perdido. N o había ya nada
''^^áoil '^^tácul os se a p o d e r a b a n de mí, u n o al- que y o pudiera hacer después de esta pesadilla de
casi "^^"^^ rodilla. Sentí u n a sacudida airada lucha. Y a n o me pareció cosa desesperada el correr
el L t u m b ó , y n o h a y palabras para descri- el riesgo de que el caño de aire estuviese enredado.
^^CüjQ orror de aquel m o m e n t o . El ambiente era
' Pero podía ver u n a especie de masa informe (Sigue en ía página 7.)

PÁGINA CINCO
Cristo y la Samarítana. Esta
mujer confesó sus pecados a
Cristo y obtuvo el perdón

L a c o n f e s i ó n de
n u e s t r o s pecados
por l a s e ñ o r a E . G . de W h i t e

"El que encubre sus transgresiones, n o


prosperará; mas el que las confiesa y las
a b a n d o n a alcanzará misericordia." ( 1 ) .
L a s condiciones p a r a obtener la miseri-
cordia d e D i o s son sencillas, justas y r a z o -
nables. El Señor no demanda de nosotros
que h a g a m o s alguna cosa penosa para que
obtengamos el perdón de nuestros pecados.
N o necesitamos hacer largas y cansadas peregrina- hacerse de un m o d o ligero y descuidado o ca-
ciones, ni ejecutar duras penitencias, para encomen- de aquellos que n o tienen real conociiniento ^^¡^,
d a r nuestras almas al D i o s de los cielos o para ex- rácter horroroso del pecado. La confesión. Q .¿¡i
piar nuestra transgresión; mas el que confiese su ta de lo í n t i m o del alma, sube al Dios de P ^ a
pecado y se aparte de él alcanzará misericordia. infinita. El Salmista dice: "Cercano está j^toS
El apóstol dice: "Confesad, pues, vuestros peca- los quebrantados de corazón y salva a los co
dos los unos y los otros, y orad los unos por los de espíritu." ( 4 ) . ^.^fác
otros para que seáis sanados." ( 2 ) . Confesad vues- La verdadera confesión es siempre de ^^p^^it^
tros pecados a Dios, quien sólo puede perdonarlos, ter específico y declara pecados particulares- ^jefl'
y vuestras faltas unos a otros. Si has d a d o m o t i v o ser de tal naturaleza que solamente puedan P^^i^eii
de ofensa a tu amigo o vecino, debes reconocer tu tarse delante de Dios. Pueden ser errores Q^^^ffid"
falta, y es su deber perdonarte libremente. Debemos confesarse individualmente a los que han ^jjiicOijj
entonces buscar el perdón de Dios, porque el her- d a ñ o por ellos; pueden ser de u n
m a n o que has ofendido es propiedad de Dios e in- carácter P"^od>^
juriándole has pecado contra su Creador y Reden- y en ese caso deben confesarse públicamente- ^jo
tor. Debemos presentar el caso delante del único y confesión debe ser definida y al caso, recon<>
verdadero mediador, nuestro gran S u m o Sacerdote, los mismos pecados de que somos eulpableS' ^e-
que "ha sido tentado en t o d o p u n t o , así como nos- E n los días de Samuel los israelitas andao^^^^p-
otros, mas sin pecado", y que es capaz "de compa- parados de Dios. Estaban sufriendo las cons
decerse de nuestras flaquezas" (3) y poderoso para cías del pecado, porque habían perdido jjut'^
limpiarnos de toda mancha de pecado. Dios y el discernimiento de su poder y ^a ^^fl-
Los que n o se han h u m i l l a d o de corazón delante para gobernar la nación, h a b í a n perdido su^^^. y
de Dios, p o r el reconocimiento de su maldad, n o fianza en la capacidad del Señor para def^'í ^.^iia'
h a n cumplido todavía la primera condición de acep- vindicar su causa. Se a p a r t a r o n del gran ^^^0
tación. Si n o hemos experimentado ese arrepenti- dor del universo y quisieron ser gobernados^^^.^j-
miento del cual nadie se arrepiente, y n o hemos las naciones que los rodeaban. Antes que e^^^j-^jU^
confesado nuestros pecados con verdadera humilla- sen p a z hicieron esta confesión explícita: ^^jl-
ción de alma y q u e b r a n t a m i e n t o de espíritu, abo- a todos nuestros pecados hemos añadido ^ ^ ' • • 5 1 1 1 ' '
rreciendo nuestra iniquidad, n o hemos buscado ver- dad de pedir para nosotros un rey." (5) - E ' jcí
daderamente el perdón de nuestros pecados: y si pecado de que estaban convencidos tenía , lo*
nunca lo hemos buscado, nunca hemos encontrado confesado. Su ingratitud oprimía sus almas
la p a z de Dios. La única -razón porque n o obtene- apartaba de Dios. pci|'
mos la remisión de nuestros pecados pasados es que Dios n o acepta la confesión sin sincero a^ j^cí'
n o estamos dispuestos a h u m i l l a r nuestros corazo- timiento y reformación. Debe haber cambio ^j^j
nes y a cumplir con las condiciones de la palabra d i d o en la vida; toda cosa que sea ofensiva ¿f-
de verdad. Instrucción explícita se nos da tocante a debe dejarse. Este será el resultado de una ve
este asunto. La confesión de nuestros pecados, ya ra tristeza p o r el pecado. La obra que tenen:^ ^^l^H'
sea pública o privada, debe ser de corazón y v o l u n - hacer de nuestra parte está puesta claramente
taria. N o debe ser arrancada al pecador. N o debe te de nosotros. "Lavaos, limpiaos; apartad ^^^ja^
dad de vuestras obras de delante de mis ojos- j^^s-
(1) Proverbios 28:13. de hacer lo m a l o ; aprended a hacer lo bueno-
(2) Santiago' 5 : 1 6 . (4) Salmo 3 4 :1 8.
(3) Hebreos 4 : 1 5 .
(5) I Samuel 12:19.

PÁGINA SEIS
lo justo; socorred al oprimido; mzntcned d parte de los jefes de los sacerdotes; y cuando se les
^^«cho del huérfano, defended la causa de la viu- daba muerte, yo echaba mi v o t o contra ellos. Y
( 6 ) . "Si el inicuo devolviere la prenda, rest- castigándolos muchas veces, p o r todas las sinagogas,
'V/^'^ lo robado y anduviere en los estatutos de la les hacía fuerza para que blasfemasen; y estando
^^da sin cometer iniquidad, ciertamente v m r a ; no sobremanera enfurecido contra ellos, iba en perse-
y^'^-" ( 7 ) . Pablo dice, hablando de la obra de cución de ellos hasta las ciudades extranjeras." ( 1 0 ) .
f'epentimiento: "Pues he aquí, esto mismo el que Sin vacilar declara: "Cristo Jesús vino al munclo
V^'fis entristecidos, según Dios, i q ^ é ' vos- para salvar a los pecadores; de los cuales y o soy el
í d° obró en vosotros! Mas, ¡qué defensa de vos primero." ( 1 1 ) .
°;tos mismos! Mas, ¡qué indignación! Mas, ique El corazón h u m i l d e y q u e b r a n t a d o , enternecido
Mas, ¡qué ardiente deseo! Mas, 1^^^^°^ con arrepentimiento verdadero, apreciará algo del
2''- ¡qué justicia vengativa! E n todo os habéis a m o r de D i o s y del precio del C a l v a r i o ; y c o m o el
estrado puros en este asunto." ( 8 ) • .. hijo se confiesa a u n padre amoroso, así presentará
^ Cuando el pecado ha amortiguado la percepcio ion el verdaderamente arrepentido todos sus pecados de-
'noral el ; „ ; - ^
rácter_ ~V"Justo n o discierne los defectos de su ca- lante de Dios. "Si confesamos nuestros pecados, él
que ¿ comprende la e n o r m i d a d de la iniquidad es fiel y j u s t o para perdonarnos nuestros pecados y
^'"<^ente°j"f''^*^°' Y ^ m ^ " ° ^ " ' l a al poder con- limpiarnos de toda iniquidad." ( 1 2 ) .
ttiente • Espíritu de D i o s , permanecerá parcial-
^° 500*^'^^° ^'"^ percibir su pecado. Sus confesiones (10) Hechos 2 6 : 1 0 , I I .
loce su^^'^'^^'^^^ "1 corazón. C a d a vez que reco- (11) 1 T i m o t e o 1:15.
<:laran¿ "^^Idad ^rata de excusar su conducta de- (12) I Juan 1: 9.
tancias " ° hubiese sido p o r ciertas circuns-
le ^epruebg
rp " ° l^abría hecho esto o aquello, p o r lo cual

la frutg"*^^ que A d á n y E v a h u b i e r o n comido de (Viene de la página 5.)


J'etgügj^ Prohibida, les embargó u n sentimiento de
K:;^'. y temor. Al principio solamente pensa-
la ter'^^M ° P'^'lrían excusar su pecado y escapar Antes que cayese inconsciente, arrojé los b r a z o s
l^s hab]^- sentencia de muerte. C u a n d o el Señor arriba, me así de ambas líneas de comunicación, y
^<:han(jQ° '^°'^ante a su pecado, A d á n respondió, di los cuatro tirones frenéticamente. H u b o luego
'^^.'^Pañe ^^^P^ en parte a D i o s y en parte a su u n instante en que tuve la sensación de que se me
''ligo TV, l-a mujer que me diste para estar con- cortaba en dos, luego n o supe nada más.
^"Ipa a J del árbol, y c o m í . " La mujer echó la " M e elevé repentinamente hasta u n o s tres o cua-
gañó „ sei^Piente, diciendo; " L a serpiente me en- tro metros de la superficie. N o sé p o r qué, pero en
^^°t'qué'^?"^^-" ¿ P o r qué hiciste la serpiente? ese m o m e n t o , volví en mí, con u n a sacudida. E n
^•^au ig ^e permitiste que entrase en el E d é n ? Esas aquel instante, también R o , el t a h i t i a n o que era mi
excusa de su pe- a y u d a n t e , m i r ó hacia abajo y vio la dificultad. Gri-
espi • ^^"oo así a D i o s responsable de su caída, tó a los h o m b r e s que tirasen fuertemente. C o n des-
el ^^"^ de justificación p r o p i a t u v o su origen treza, echó u n cable más fuerte en derredor de mi
^°dos te de la mentira, y ha sido e x h i b i d o p o r cuerpo, y dos hombres, t i r a n d o de éste, me arrastra-
ase r,„^ -1°^ e hijas de A d á n . Confesiones de esta ron hacia arriba. R o se deslizó al agua, con su enor-
H° ^^rán ^'^'^ inspiradas p o r el E s p í r i t u D i v i n o y me cuchillo listo. C o n dos tajos cortó aquellos h o -
^adetQ , ^'^'^Ptables a Dios. El arrepentimiento ver- rribles brazos, y luego pudieron subirme a b o r d o ,
'^aldjj .'•^ qti2 el h o m b r e reconozca su propia más m u e r t o que vivo, con los t r o z o s de tentáculos
Püblii-gj^ ^'f engaño ni hipocresía. C o m o el pobre que todavía rodeaban mis piernas.
'^'^lo, ° qtie n o osaba ni a u n alzar sus ojos al " M e sacaron el casco. M i aspecto era tal, que pa-
'^.^^ador" '''tnará; recía haber pasado por la peor pelea de mi vida, y
ten misericordia de mí, así me sentía también. Estaba m o l i d o y sangriento
"^aii jusj.'.y los que reconozcan así su iniquidad se- desde la cabeza hasta los pies. Cerré los ojos, me
lavor p o r q u e Jesús presentará su sangre
Los ''Itna arrepentida. desmayé, y se me h i z o volver en m í . T o d o ' m e pa-
P'^ntimfl^"tplos que da la palabra de D i o s de arre- recía e x t r a ñ o . Debe haber sido como si u n m u e r t o
'titu
espí.,->nto y -humillación verdaderos revelan un resucitase. H a b í a visto al d i a b l o cara a cara; había
•^"to ^ ? confesión sin excusa por el pecado, ni in- estado en sus mismas garras."
¡.^'^derse.J^.^tificación propia. P a b l o n o procura de- ¿Qué es el pecado? ¿ P o d r í a darse u n a respuesta
f^^'^ sn ' P/'^ta su pecado como es, sin i n t e n t a r ate- más apropiada? N o cabe d u d a de que es el enemigo
>alén^ P^- 1^'": " L o cual t a m b i é n hice en J e - más peligroso y temible de ía H u m a n i d a d : u n
los' ^^"-^rrando yo m i s m o en la cárcel a muchos m o n s t r u o a ú n más terrible que el p u l p o cuando
'itos, h a b i e n d o recibido autorización de llega a apoderarse de u n ser h u m a n o .
Y h a y u n a sola manera de escapar de él: es en-
i : i 6 , 17. viar un pedido de auxilio al cielo, orar a D i o s en el
. .33:15.
p,—rintios 7 : 1 : . n o m b r e de Jesús. Él nunca deja de acudir en a u x i -
^ ^ " « " S 3:1/, 13. lio nuestro.

PÁGINA SIETE
<¿Conversión o descristianización del m u n d o ? . ITf r e d o VaucH^'

D o s elementos entran en la composición de nues-


gúe en face du syncréttsme pdien, pags. ¿7 .jia
tra civilización: el paganismo y el cristianismo. El
Al revestirse de los oropeles del pagan^sn^^'^^pj,
primero, natural en cuanto a su origen, h u m a n o en
sabido la Iglesia cristiana conservar su P^^^l-^ cfli'
cuanto a su naturaleza, tiende a la glorificación del
hombre. El segundo, sobrenatural y divino, tiende ritu? Monsieur A l i o se esfuerza por creerlo, ^^.^y;
a la glorificación de Dios. bargo, n o es la misma la opinión de M- jg.
"El cristianismo se ha moldeado en el ^'^^ HgióO'
A u n cuando la posición relativa de estos dos ele- m a n o al impregnarse de su espíritu." (L^ pa-
• ' ^ ' ^ 1
mentos haya variado m u c h o a través de los siglos,
página 116.) N i de Jean Réville: "Mientras
cada u n o de ellos ha conservado su carácter esencial
ganismo se cristianizaba, el cristianismo se F
y particular.
nizaba. Llegó un día en que estos dos po .y^-
E n la historia de nuestra civilización se distin- a p r o x i m a r o n t a n t o , que t e r m i n a r o n P°'"„''/] p.^'
guen claramente tres fases sucesivas. dirse. De esta fusión nació el catolicismo-^ v ' 'gj-
D u r a n t e los primeros siglos de la Era cristiana, ville: La Religión á Rome sous les SéüéreS'V^^
las dos corrientes están perfectamente separadas. Más na 2 9 4 . ) A ñ a d a m o s aún el testimonio de o ^^¡51110^
t o d a v í a : se oponen abiertamente la una a la otra. b i o : "Para imponerse a los paganos, el ^ j^cü^W
H a y u n agudo conflicto. Es el período de las grandes se t i ñ ó de paganismo, se hizo p a g a n o . " (Ch-
luchas: en el orden de las ideas existe la polémica Les Réligions de la Gaule avant le chrtst'C" m
entre los filósofos paganos y los apologistas cristia- página 2.) . . j,¡silB
nos; en el de los hechos, las persecuciones imperia-
les, la gloriosa epopeya de los mártires. La conciliación del paganismo y del cristi p¡jM
n o se limitó sólo al culto. E n el terreno de .jIJI
A l período heroico sucede el político. Los con-
sofía y de la Teología h u b o innumerables
flictos ceden su lugar a los compromisos. El paga-
vas de síntesis. L a escolástica n o ha sido * [¡^jf
nismo ha reconocido la ineficacia de las medidas vio-
u n esfuerzo constantemente renovado para .^jó";
lentas: modifica su táctica. E n adelante recurri-
la alianza del Evangelio con Aristóteles ^ fii^
rá a medios más pacíficos y hábiles. Cansada de
O t r o resultado de la paganización de la If'^*|^ sa'
sufrir, la Iglesia cristiana aceptará la m a n o que
la teocracia medieval, u n ensayo de gobier ^^^^0
le tiende el poder imperial. Se llega a u n acuerdo,
cerdotal, renacimiento del a n t i g u o paganismo
seguido bien p r o n t o de una fusión. Fusión, cuando
como anticipación caricaturesca del futuro re
se trata de dos elementos tan diversos como el pa-
Cristo sobre la tierra. cl*^'
ganismo y el cristianismo, es s i n ó n i m o de confu-
sión. Esta confusión ha recibido u n n o m b r e : sin- Al alborear los tiempos modernos, los do
cretismo. El carácter sincretista del catolicismo ha mentos antagonistas, que al parecer se. habí ^
sido reconocido por sabios católicos, que han tra- concillado, se separan de n u e v o : se dibujan o .^¡jS
tado de legitimarlo. rrientes distintas, que tan p r o n t o corren P^'' jo-
como se reúnen y confunden sus aguas, p bi^^^ c5
Escuchad al profesor Alio, de la Universidad de
man direcciones opuestas: el Renacimiento. 1 ^^,0,
F r i b u r g o (Suiza) :
en esencia una resurrección del a n t i g u o paga .f-
" E n el m o m e n t o en que (el catolicismo) t r i u n - y la Reforma, en la que saludamos una vue^a
fó de los obstáculos exteriores, y p u d o mostrarse a cial al cristianismo primitivo. ,
la luz del sol..., reveló al m u n d g t o d o lo que, sin
Actualmente entramos en u n nuevo per'^ j^D'
perjudicar a su pureza doctrinal (¿es cierto e s t o ? ) ,
conflicto. El anticristianismo, que ya triunfa ^" ¡v"'
podía desarrollar, en circunstancias más normales,
sia, se muestra por todas partes invasor y ag"^ ^j. ]a
su poder de asimilación...
E n el orden artístico y literario se manifiesta. P,^ y
" C o n s e r v a n d o el cuerpo poético de una parte del falta de pudor, una sensualidad desenfrena,^jcO'
simbolismo pagano..., la Iglesia católica le infun- audaces negaciones. E n el orden social y P'^jjcfi'
dió u n alma completamente nueva. Salió g a n a n d o u n estatismo exagerado, u n colectivismo q^e^^^ ¿t
^ . . . c t i o i i i u c A d g e r a a o , un colectivismo qu*^
la majestad de su liturgia: los medios de hacer com-
prensible su doctrina se multiplicaron de esta ma- fica los derechos de la personalidad, dictador ^1
nera... Los exorcismos solemnes, las lustraciones, todos los estilos. E n el orden moral y rehgi^ ^'^p,
los blancos vestidos de los bautizados, la luz de los espíritu de anarquía, una ausencia completa Jc
cirios, las procesiones majestuosas, n i n g u n a de es- tido moral, la disolución de los sagrados la^^
tas cosas tenía el m i s m o sentido que en los cultos la familia; en fin, el ateísmo. t"'
paganos. L a Iglesia, al aceptarlos, se reveló c o m o N o obstante la evidencia de estas cosas, h^^^n-
una gran psicóloga... Y a en el tercer siglo, San Gre- davía cristianos que esperan candorosamente ' V ^ t í '
gorio T a u m a t u r g o habia comprendido que entre versión del m u n d o entero al cristianismo- ^^jdc
las' costumbres religiosas de los convertidos había será decir que tal actitud n o tiene justificación |,a
muchas que eran aptas para ayudar a la verdadera el p u n t o de vista de las Escrituras. Esta il"?|°^d^'^,
piedad... La conmemoración del natalicio de Jesús nacido de u n doble error: la creencia en la r"
se celebró el día m i s m o de Natalis Invicti. Este he- natural del h o m b r e (Rousseau) y la c r é e n l a
cho es admirablemente simbólico." ( A l i o : L'Evan- evolución de la especie h u m a n a ( D a r w i n ) . Es ^jii
p o , sin embargo, de abrir los ojos. Se encu^

PÁGINA OCHO
acá y a l ] - ,
"Ba' 1 °tnbres decididos a n o c t e r r a r l o s . su libertad hasta anclarse en u n a rebelión sin reme-
^'gunas°-i .acción misma de los acontecimientos, dio, acabase p o r sustraerse a los lazos q u e le ligan al
<^ónio 1 ^^'°rifs comienzan a disiparse... Es así Dios que h a d o t a d o a sus criaturas de libertad con
hasta ah '"'^^'^'-'a en u n progreso indefinido, que objeto de hacerlas sus libres cooperadoras, y que,
ma in(.j °ta se consideraba como u n a especie de d o g - sustrayéndose definitivamente la creación a la pre-
ralinent".^ e indiscutible, ya n o se admite gene- sión de su Creador, se revelase la visión profana del
Süedad*^' ^^Stinos entrevén, con más o menos v a - m u n d o u n día, como inasimilable para el conoci-
Zaciójj' ° menos confusamente, que la civiU- m i e n t o religioso de Dios y de las cosas?
"ándose°"^'^^"''^l' ^^igar de c o n t i n u a r desarro- "Confesemos que h o y h a y en esto m á s que u n
llegaj a misma dirección, p o d r í a m u y bien sencillo juego del espíritu, y que las acciones de la
'•amenté ^^'"'^'^'-aniiento, o bien z o z o b r a r comple- m a y o r í a de los grandes pueblos civilizados y cris-
er/se^; ^Igú^i cataclismo." (Rene G u e n o n : La tianizados obligan a situar el p r o b l e m a de D i o s s o -
"gj '"oncfe moderne, págs. 8 y 9.) bre el f o n d o de u n cuadro singularmente s o m b r í o e
hoy d í ^ ^ ' ^ ^ ° ' "^al como el saber p r o f a n o lo ostenta inquietante. La organización, verdaderamente de-
tradeei). tanta complacencia, ¿ n o viene a con- moníaca y sin cesar creciente, de las potencias disol-
Ptimer *^''}^'^amente lo que se h a d a d o en llamar el ventes, sea con supervivencias precristianas o prerre-
padres J^'^'^I'^^IIO de la fe m o r a l y social de nuestros ligiósas, sea en oposición a toda espiritualidad, da
dUmb^g ^ "1°^ ú l t i m o s siglos, a saber: esta certi- lugar a p r o f u n d a reflexión." (F. M é n é g o z : Réfle-
hace p e ' ^^uerosa y candidamente o p t i m i s t a , que xions sur le probléme de Dieu, págs. 1 1 3 y 1 1 4 . )
discipi; ^^^"^ que doquiera cese la compresión de las E s inútil pretender disimular: las masas se apar-
S o z o s a . " c a d u c a s , la vida se lanzará espontánea y' t a n del cristianismo. Este, cada vez m á s , está ame-
•^arde^ v^*^^^ ^° ™^J°t' a u n q u e , m á s p r o n t o o m á s n a z a d o p o r el p a g a n i s m o , que renace.
ción ác u todos los p u n t o s de vista, la evolu- Próxijjios conflictos v a n a poner a prueba el v a -
" j ^ abará p o r significar progreso? lor y la fidelidad de los cristianos de nuestra época.
Iianijg^ "todavía: desde el m o m e n t o en que la H u - Cualesquiera que sean las peripecias de la lucha, el
ÍUe, ev 1 ^-^ l'l"^*^' l^abrá llegado la hora en resultado n o es d u d o s o . Está p r o m e t i d a la victoria a
'a reor¡,° •'^^°"ando violentamente en el sentido de la verdad y a todos los que quieran sacrificarse p o r
'^^iscie ^"'^^'^ló'^ económica y nacional, se separará ella.
tior, ""^^mente de Dios, fuente de toda vida supe- "Ellos pelearán contra el C o r d e r o — a n u n c i a el
újig a n u l a n d o el progreso m o r a l , confundir Apocalipsis, h a b l a n d o de la ú l t i m a tentativa de los
^^'icia rí^^'^^truosa síntesis la perfección de la exis- enemigos del c r i s t i a n i s m o — , y el C o r d e r o los ven-
^^ncia d^'^^ mecanizada y la perfección de la deca- cerá, p o r q u e es el Señor de los señores, y el R e y de
nto pig las almas? ¿ N o podría ocurrir que nues- los reyes; y los q u e están con él s o n llamados, y
f^ta, h a b i t a d o p o r espíritus que abusen de elegidos, y fieles." ( A p . 1 7 : 1 4 . )

E l m u n á o se prepara para l a guerra. A v i o n e s que t o m a n parte e a u n a s maniobras militares e n Inglaterra.

PÁGINA N U E V E
Demasiados platos en u n a misma comida no es i

LOS MANDAMIENTOS D E LA SALUD


COMERÁS Y BEBERÁS C O N ARREGLO A LO Q U E PRESCRIBE LACIEN^I^

por el D r . L . D . C a m p t e l l

H o y la m u l t i t u d dice: "Come cuando tienes h a m -


1.—SELECCIÓN D E ALIMENTO.
bre, y bebe cuando tienes sed." Come lo que quie-
ras, cuando quieras, y olvida las consecuencias. Al Si queremos tener una corriente de vida ?^^^^,
escoger los alimentos, muchos están guiados p o r el debemos proporcionar al cuerpo los mejores .¡
apetito, el deseo, la costumbre, la conveniencia, más ríales, constituidos p o r buen a u m e n t o , ag^^^^jtít
bien que p o r sanos principios. U n h o m b r e entra en y aire fresco. Le es imposible al cuerpo co
u n café m o d e r n o y bien a l u m b r a d o , considera el alimentos deficientes en buena sangre. j^^di'
menú, y pide u n a comida en armonía con l o que le E l régimen dado al principio por Dios a \}
parece ser bueno y del gusto de su paladar. Devora bre contiene todos los elementos esenciales p .gfgsá
los siete platos de la comida, paga la nota, da la vida. Incluye los cereales y sus productos, "'^^^et"
p r o p i n a al camarero, y sale satisfecho con la idea lista de frutas frescas, en conserva o secas; i ¿c
de que su cuenta está saldada. P e r o olvida que ha sas clases de nueces, y u n a a b u n d a n t e varíe ^jj,
de tener en cuenta los señores hígado, estómago e legumbres. Estos, los productos naturales de QS
intestinos, la señora páncreas y los hermanos ríño- rra, cultivados bajo las leyes más estrictas de P^^jo
nes. A m e n u d o presentan una cuenta elevada, y a alimentos en el laboratorio de la Naturaleza» ^ p j .
veces n o es t a n fácil saldarla. la dirección del gran Especialista Dietético del (
N i n g u n a de las leyes de la N a t u r a l e z a es más fun- verso, son los mejores alimentos, y deberían o^^^
damental que lo son las que se refieren a la buena el primer lugar en el régimen. D e estos alinie"? ^Jo
manera de comer. U n régimen completo y bien equi- posible escoger u n régimen sano, bien equib
librado es la base de la buena salud, porque la sa- y de agradable gusto; pero, para que se tenS ¿e
lud perfecta depende de la circulación de sangre bue- suficiente cantidad de proteína, de minerales y^^,
na, y la buena sangre es el producto de buenos ali- vitaminas A , es conveniente, en muchos casos-
mentos. dir leche y sus derivados y huevos.
Las siguientes diez reglas abarcan los principios
esenciales de una manera de comer correcta, y si se 2 . — ^ E V I T A R - A L I M E N T O S MALSANOS.
siguen con persistencia serán de mucha ayuda para
L o s siguientes alimentos n o producen d
conservar la salud o volver a darla a los enfermos:
na sangre, y deberían emplearse m u y poco,
1. Escoger los mejores alimentos naturales.
caso de hacer uso de ellos: ¡jd^
2. Evitar alimentos malsanos y venenos.
La carne.—La carne es u n alimento de seg
Observar sencillez.
m a n o , estimulante,
• • que forma ácidos. Esta ,lén
4. Combinaciones prudentes.
n u d o enferma, y perjudica la salud como ,nib'
Preparación cuidadosa.
el bolsillo p o r costar bastante dinero. ^j^,)-
Comer con moderación.
Condimentos (especias, pimienta, mostaza, ^^^s
7. Masticar completamente.
Los condimentos irritan las dehcadas me^" ^^i^io
C o m e r a horas regulares.
de los órganos, y en realidad t o d o el t u b o dig^
Beber debidamente.
y el sistema urinario.
10. T e n e r alegría.
La sal.—Cantidades moderadas de sal soo

PÁGINA DIEZ
cíales V rrones como alimentos de fécula: la mantequilla, la
jüdieiaig^^'"^^^'^^as, pero cantidades excesivas son per- nata y las nueces como grasa; frutas y legumbres
como alimentos que contienen celulosa y t a m b i é n
sos y°sa°'^°^ postres.—Postres sencillos son apetito-
las vitaminas y los minerales necesarios. Estas di-
ttes, m ^so frecuente de nutritivos pos-
do á ; j'^.^aelada, jalea y confites, conduce a m e n u - versas clases deberían hallarse en la mesa cada día,
ya que cada una es necesaria y desempeña u n papel
¿¿^^í^igestiones.
concreto. Pero es i m p o r t a n t e que se evite el predo-
tas sust sosa y levadura en polvo.—Es-
m i n i o de una clase en una misma comida.
dades ¿j^^^^s químicas empleadas en grandes canti-
Si se ingiere demasiado h i d r a t o de carbono o gra-
aun ""^an el estómago: y el bicarbonato de sosa,
sa, se puede almacenar u n a gran cantidad de ello
de m,, iP^'íueñas cantidades, destruye las vitaminas
como glicógeno (fécula animal) en el hígado y en
Z r '^^^'^ntos. los músculos, o c o m o reserva de grasa. P e r o si se
^ ' f í c i l m ' e n t ^ " ' ^ ^ ' ' — t i e r n o y caliente se digiere come demasiado proteína, n o puede almacenarse,
sino debe convertirse en desechos y eliminarse. E s t o
^ ^ ^ 0 ^ ° ' ' ^ ^ ^ queso fuerte es u n p r o d u c t o de la exige u n suplemento de trabajo del h í g a d o y de los
ción. l^°^^ción, y n o es p r o p i o para la alimenta-
riñones. Así habría que evitar de u n m o d o especial
el comer proteína con exceso.
nutrifj'""^' ^l^cpinos en vinagre tienen poco valor
La n o r m a C h i t t e n d e n en c u a n t o al régimen es la
°' y pueden irritar el estómago.
más razonable, y reconocida de u n m o d o bastante
3.—SENCILLEZ.
general. E n ella se considera que se necesitan de
2 . 5 0 0 a 3 . 0 0 0 calorías diarias para hacer u n t r a -
^ 0 debie
itlentos ^ ^^"^^ haber mucha variedad, a u n de ali- bajo m o d e r a d o . La proteína debería proporcionar
se trata misma comida. A m e n u d o solamente u n 10 p o r 100 de ello, la grasa el 25 por
acepta "^^^ estómago como u n recipiente que lo 100 y los hidratos de carbono el 65 p o r 1 0 0 .
resn° ° como u n a caja de basuras, que como U n a cantidad generosa de "reguladores del cuer-
to tras f ^^'^ ó r g a n o de la digestión. Se sirven pla- p o " conteniendo vitaminas, minerales y celulosa de-
*^°tftida^ de tentadores manjares en u n a misma bería incluirse en u n régimen bien equilibrado. Para
Ho, ijj^' y el estómago, m a l t r a t a d o y demasiado lle- evitar deficiencias, u n a buena regla es comer cada
Plicadas^^f^ de hacer su t r a b a j o con mezclas com- día algo de los siguientes alimentos:
ciones d alimentos, protesta con sus manifesta- D o s legumbres (consistiendo u n a de ellas en ver-
siado a ^°1°'^' de ardores y fermentación. D e m a - duras) .
iilago "^^"audo, el ignorante poseedor de tal e s t o - ' D o s frutas (siendo u n a fresca).
iiato pa^ '•^^ga u n a pildora o pociones de bicarbo- M e d i o litro de leche (un litro, tratándose de ni-
tUi^o tranquilizarlo, y sigue así en su mal ca- ños) .
Bl Cereal integral o p a n completo.
Se le^!.°"^^So se presenta con u n a garantía de vida U n a l i m e n t o con proteína (huevos o legumbres
^tato V ^^^^ ^'^^n, pero n o resistirá constante m a l - secas).
lüevoj de t r a b a j o . Y n o se pueden obtener N o es necesario que u n o sea u n perito dietético
*stóniag^^'^°™agos. P o r t a n t o , se debería tratar al o que se calcule exactamente los gramos o calorías
Obse respeto, de cada p l a t o servido, pero u n poco de reflexión y
algünag'^^.^d sencillez en el régimen. Escoged sólo cuidado en c o m b i n a r bien los alimentos naturales
^na alases (dos o tres) de buen a l i m e n t o para conducirá a u n a comida bien equilibrada.
^ücboj^"!^ comida, y dejad las comidas que tienen Alimentos ácidos y alcaloides.—Los que f o r m a n
^ Será M Sencilla variedad facilita la digestión, ácidos: la carne, los huevos, los cereales (especial-
^' tégi^ ^'^'co remedio de muchos dispépticos. P e r o mente los m o n d a d o s ) .
'^ás gj uo ha de ser m o n ó t o n o , pues se saborea Los que f o r m a n álcalis: las frutas, las legumbres
ahmento v a r i á n d o l o de dia.en día. y legumbres secas, la leche.
Los alimentos n e u t r o s : las féculas, los azúcares,
4.—COMBINACIONES.
las grasas.
^5Jores^"íí°^^ escogido u n a variedad sencilla de los El c o n t i n u o abuso de alimentos que f o r m a n áci-
^1 que ' ' a m e n t o s se debería pensar en la manera dos puede disminuir la reserva álcali del cuerpo (es
'^tían combinan los alimentos. T r e s factores de- decir, que pueden absorber las "sustancias de neu-
La ^considerarse: tralización" que h a y en la s a n g r e ) , e iniciar u n a
''otnia^.j^'^Posición, las propiedades conducentes a la tendencia a la acidosis. Debería haber en el régimen
^' estñ de ácidos o de alcaloides, y el sentar bien diario a b u n d a n t e s alimentos básicos, o sea legum-
Ce bres crudas, ensaladas, legumbres cocidas y frutas.
^ e n t o s ° ' " ^ , ° ^ ' " ó n . — S e clasifican a m e n u d o los ali- La digestión en el estómago.—Se han dado mu-
de ^^^ún la proporción de proteína, de h i d r a - chas reglas en c u a n t o a buenas y malas combinacio-
''^¡nas ^^'•"Ono (fécula y a z ú c a r ) , de grasa, de vita- nes de alimento, y debemos reconocer que el efecto
^aute^ \ de sales minerales que contienen. L o s gui- varía según el t u b o digestivo de cada persona, sus
"^^ Se' judías, las lentejas, los huevos y la car- costumbres y sus ocupaciones.
'^^n prot^^^'^^'^an c o m o alimentos nitrogenados o L o siguiente es u n resumen de lo que se conside-
lua; los cereales, las patatas y los maca- ra generalmente como las combinaciones más com-

PÁGINA ONCE
patibles, y otro resumen de las que son las más in- producen en u n dia tres cuartos de litro de sa^
compatibles: y numerosos botones gustativos, y t o d o esto
Buenas combinaciones.—Cereales, nueces y hue- nemos con u n fin bien determinado, o sea ^^^^
vos con todos los demás alimentos. principiar debidamente el trabajo de la 'l'^f^^eii-
F r u t a s con cereales y nueces. El antiguo refrán que dice que si se gusta el a
Legumbres con cereales y nueces. t o antes de tragarlo es probable que no se teng
Leche con cereales, legumbres y casi todas las gustar después, es verdad. jti-
frutas. Se debería comer el alimento despacio y ^^^^^^
Malas combinaciones. — GrJfndes cantidades de cado completamente. Esto provoca una ^bun
leche y azúcar j u n t a s . secreción de saliva, lo que a su vez estimiila l'p^jje
F r u t a s y legumbres (las legumbres más finas gos digestivos a lo largo del t u b o digestivo,
como guisantes, judías y maíz n o se i n c l u y e n ) . comerse alimentos secos y naturales, evitan ^^^.^g
Leche o fécula con mucho ácido Cen algunos especias y otros alimentos irritantes, y es P
casos). masticar, masticar y masticar. La mejor r^^n^ -jü
Mezclas complicadas de cualquier clase. tener masticación completa es tener en cada co^
alimentos como galletas, p a n tostado, fritas Y ^ 3
5 . — P R E P A R A C I Ó N D E LOS ALIMENTOS. reales integrales, es decir, alimentos que a la
han de masticarse.
Los alimentos preparados con inteligencia y arte
se digieren con facilidad mientras que alimentos
8.—REGULARIDAD.
mal cocidos perturban la digestión y pueden ser la
causa directa de enfermedad. Muchos epitafios p o -
La regularidad en el comer es de u n a iiup ^^ja
drían decir: " M u r i ó p o r causa de alimentos mal
cia vital, y debiera haber u n tiempo fijo par^ ^^ja
cocinados."
comida. T r e s comidas en un día bastan p^"^, ¡et
Los alimentos deberían prepararse de una mane- persona que tenga buena salud. L a cena debe
ra t a n natural y sencilla como sea posible. El cocer ligera, de m o d o que la digestión haya ternura
alimentos en grasa hace que se digieran difícilmen- el m o m e n t o de acostarse u n o , con el fin de
te, y los platos complicados a u m e n t a n el trabajo estómago pueda también descansar. M u c h o s ^,
de la digestión. El propósito del cocinero ideal de- que dos comidas al día les van mejor que tr
bería ser servir alimentos sanos de una manera t a n pecialmente si la digestión es lenta o si el }^
agradable y sabrosa como sea posible. que hacen es sedentario. Debería haber u n (jii'
lo de cinco a seis horas entre las comidas, Y j.jdo
6.—MODERACIÓN. te tal intervalo n o debería tomarse ni un -¿jo^'
de alimento. Esta regla se aplica a jóvenes y Ja
L a glotonería es el pecado que predomina en E l comer de m o d o irregular perturba o prol°?g5tó-
nuestros tiempos. E n todas partes hay personas que digestión de la comida anterior, y priva así a
se a b a n d o n a n sin freno al d o m i n i o de u n apetito m a g o del necesario descanso. . pOf
pervertido. Debemos comer con moderación a u n
C o m e r a deshora, c o m o p o r ejemplo, tar ^'^j,,
de los mejores alimentos si queremos tener salud,
la noche, cuando se está irritado, preocupado y
porque excesos de alimento empachan y sobrecar-
sado (físicamente), debería evitarse, ya Q^e^
gan el organismo. M u c h a s personas podrían comer
bajo de la digestión se altera o demora grand ¡j
la m i t a d de lo que comen, y tener mejor salud si
te en tales condiciones. Es b u e n o reponerse
escogiesen prudentemente los alimentos. U n estó-
irritación, tener alegría y descansar antes de cO
m a g o hecho para contener dos litros n o puede con-
tener ocho litros sin perjuicio. N o se debe comer
9.—BEBER.
nunca hasta hartarse completamente. U n a buena
regla es la de dejar de comer cuando h a y todavía N o se puede recomendar la costumbre de .^¡^i
buen apetito. m u c h o líquido d u r a n t e las comidas. E s t o cO .^j-
La cantidad de alimento que se debe comer pue- a m e n u d o a comer con precipitación, o coí¡^ ^¡¡y
de determinarse p o r el peso del cuerpo. Es bueno m a s i a d o ; diluye los jugos digestivos, enfría i y
conservar d u r a n t e la vida adulta el p r o m e d i o del das heladas) o calienta demasiado (bebidas ^"|,efS^
peso que se ha tenido en el año trigésimo de la vida. lientes) el estómago. Sin embargo, debería b^.j^j,
agua fresca y pura en abundancia entre las eo^.^ jl
7.—MASTICACIÓN. siendo de seis a diez vasos la cantidad necesa ^ p¡
cuerpo. E s t o proporciona el líquido necesario .jj
V i v i m o s en u n tiempo en que las cosas a n d a n a actividades vitales del cuerpo, y favorece la j
toda velocidad, y este espíritu se manifiesta t a m - eHminación. ^^jji"^
bién en la mesa. La mayoría de la gente come de- M u c h a s bebidas corrientemente empleadas,
masiado de prisa. Se precipitan como si se tratara el te, el café, todas las que contienen alcohol- ^^-jo'
de u n a carrera de velocidad. chas llamadas higiénicas, n o solamente prop ^QSÍ
N o s fueron dados treinta y dos dientes (en la n a n poco o n i n g ú n valor alimenticio, sino q^^^^j. y
boca y n o en el e s t ó m a g o ) , fuertes músculos para positivamente perjudiciales. A m e n u d o , el eo
la masticación, tres pares de glándulas salivales, que el gusto que tienen son artificiales, y contieo^

PÁGINA DOCE
^° son^""^^ ° drogas sedativas. Bebidas sanas, como F i n a l m e n t e , "comed para vivir", y n o "vivid
la lechp P""^^' z u m o s de fruta, leche y suero de para comer". U n o debería comer para alcanzar la
• deberían t o m a r el lugar de las dañinas. más alta eficiencia física y mental. T o d a s las leyes
10.- - C O M E R CON A L E G R Í A . de la naturaleza, que incluyen n o solamente h á b i -
tos de comer, sino también de trabajo, descan-
.E estómago y el cerebro s o n órganos q u e tienen so, vestido y pensamiento, deberían estudiarse y
Jl^eión í n t i m a ' e n t r e si, y la condición del u n o obedecerse. H a y que gobernarse p o r sanos prin-
^/«a profundamente al o t r o . L a alegna. la ^ Pe cipios, evitando los extremos de restricción y ex-
y el valor estimulan u n a b u e n a digestión, cesos.
^^^^tras que la ansiedad, la depresión de a n i m o J e Los cambios de régimen deberían hacerse gradual-
^^"lor la dificultan. H a y q u e p o n e r a u n l a d o las m e n t e ; pero si se quiere tener salud es preciso dejar
ff°eupaciones de los negocios, los cuidados y h a s malos hábitos y costumbres que destruyen la salud.
J las dificultades del h o g a r c u a n d o se esta comien La obediencia persistente a las leyes presentadas en
este artículo será recompensada p o r u n a mejor di-
2 debe comer con u n c o r a z ó n agradecido y go
. y hacer de la comida u n m o m e n t o fehz p a r a
todos. gestión, u n a mejor salud y u n a vida más larga.
A c o r d a o s : la salud depende de vosotros.

hegemonía durante u n cierto tiempo, y luego apa-


ííACIA LA L U Z recieron los r o m a n o s en la escena del m u n d o . A q u í
se representan p o r las piernas de hierro. E l hierro
es a m e n u d o s í m b o l o de fuerza y duración. E n rea-
XIV
lidad el imperio r o m a n o subsistió más t i e m p o que
las otras tres potencias j u n t a s , y ha g o b e r n a d o al
SUEÑO DE UN MONARCA m u n d o con m a n o férrea. Llegamos ahora a la ú l -
tima parte de la estatua, es decir, a los pies.
P E R S A S , GRIEGOS Y ROMANOS G u s t a v o prosiguió la lectura: " Y l o que viste de
los pies y los dedos, en parte de b a r r o cocido de al-
" Y después de ti se levan- farero, y en parte de hierro, el reino será d i v i d i d o ;
El d m e n o r que tú. mas h a b r á en él algo de la fortaleza de hierro, se-
teitio b ^-—^^^^^ "^"stavo. A l gún que viste el hierro mezclado con el tiesto de
?sí conf , sucedió el reino medo-persa, el cual, barro. Y p o r ser los dedos de los pies en parte de
^^tialab° plata tiene menos valor q u e el o r o , n o hierro y en parte de b a r r o cocido, en parte será el
^espn¿j^ esplendor al reino de Babilonia. P e r o reino fuerte y en parte será frágil."
^«Hcido siglos más o menos, este reino f u é
ü ^ v e z , según la declaración de D a n i e l .
LAS P O T E N C I A S D E E U R O P A O C C I D E N T A L
Vo igy^a señal del doctor V a n d e n Berche, Gusta-
^tiseñf. ^ tercer reino de metal, el cual se
^g'^^ará de t o d a la tierra", El doctor V a n den B . — - T a m b i é n el d o m i n i o r o -
fepresg^ bercera p o t e n c i a — p r o s i g u i ó el d o c t o r — , m a n o había de tener fin, pero n o debía ser reem-
^ado /^^ada p o r el cobre, f u é el imperio griego f u n - p l a z a d o p o r o t r o imperio, sino ser p a r t i d o en pe-
^JttejiX A l e j a n d r o M a g n o . Aquel imperio debía dazos. L o s pies de la estatua se c o m p o n í a n de pe-
"^se a t o d o el m u n d o , es decir, a t o d o el dazos de hierro y arcilla. E l a n t i g u o imperio occi-
^Otn¡|j° ^^t^cinces conocido. A l e j a n d r o estableció su dental dividido f o r m ó las distintas potencias de
^0 ^jgj ° desde Grecia hasta el r í o I n d o , en el fon- E u r o p a , algunas de las cuales tienen la fuerza del
^emá, C o n q u i s t ó más territorio que todas las hierro, c o m o Inglaterra, Francia, A l e m a n i a e Ita-
Guo.!°"^^"cias. Y ahora, el versículo 4 0 : lia; otras son frágiles c o m o la arcilla, como P o r t u -
C Q ^ ^ ^ ° ( l e y e n d o ) . — " Y el reino cuarto será fuer- gal, Suiza, H o l a n d a , Bélgica. ¿ N o se h a n cumpli-
ri„ o l^tej.jQ. y como el hierro desmenuza y do,^ pues, de u n m o d o maravilloso todas estas p r o -
l^fant '•°das ^^s cosas, y c o m o el hierro que q u e - fecías, Aquiles?
tatá ' todas estas cosas, desmenuzará y q u e b r a n - A q u i l e s . — S í , p o r cierto. E s m u y curioso.
El ^ E l doctor V a n d e n B . — Y note usted, Aquiles,
"doctor V a n den B . L o s griegos t u v i e r o n la cómo de u n a sencilla p l u m a d a el profeta traza lue-

PÁGINA TRECE
go toda la política europea de los quince últimos si-
de la guerra, h i z o muchas promesas a los
glos. ¿Quiere usted leer el versículo 4 3 , Gustavo?
de la I n d i a ; les iba a conceder una autonomía
G u s t a v o ( l e y e n d o ) . — " C u a n t o a aquello que vis-
ampUa, etc., etc.; pero al terminar la guerra s
te, el hierro mezclado con tiesto de barro, mezcla-
tracto. Estos ejemplos nos demuestran el va o
ránse con simiente h u m a n a , mas n o se pegarán el
la palabra dada por las potencias de este
u n o con el otro, como el hierro n o se m i x t u r a con
el tiesto."
El D r . V a n den B . — E s decir, que se harán mu- P A R E N T E S C O D E L A S CASAS R E A L E S
chos esfuerzos para reunir p o r medio de alianzas,
a m e n u d o consolidadas p o r casamientos reales, las O t r a profecía que se ha cumplido de un
distintas partes del desmembrado imperio r o m a n o . sorprendente es la que anuncia que las nación ^
Pero todos estos esfuerzos habían de ser vanos, mezclarán p o r medio de alianzas humanas, P ^
"como el hierro no se m i x t u r a con el tiesto". que n o se unirán una con otra. Esto hace ^1^^' ,
T o d o el que lea la historia de E u r o p a occiden- los casamientos concertados entre las casas re
tal encuentra en ella u n sin fin de alianzas, que más tes de E u r o p a para afirmar tronos o extena
p r o n t o o más tarde son deshechas. Dejando a un dominio. Entre los muchos que podría citar
lado la historia de la E d a d media y moderna, quie- geré dos como ejemplo: dos que conocemos
ro llamar su atención a los muchos perjurios de bien: u n gantes, el emperador Carlos V , Y
que son culpables ciertas potencias europeas en nues- so, N a p o l e ó n Bonaparte. Antes que Carlos
tros tiempos. Antes de estallar la Gran guerra, E u - viese veinte años, ya había sido prometido ^'^^j^^s
ropa estaba dividida en dos p a r t i d o s : Alemania, ees, teniendo en vista combinaciones políticas-
Austria c Italia por u n lado: Francia, Rusia e In- tarde arrastraba a sus p r ó x i m o s parientes en e
glaterra por otro. Varias potencias habían solem- go, aunque a m e n u d o se opusieran a los casa
nemente garantizado con un tratado la independen- tos que él les proponía.
cia permanente de Bélgica. Pero, ¿de qué sirvieron
todos estos tratados y alianzas cuando estalló la E n cuanto a Napoleón, t o d o el m u n d o
guerra? Alemania llamó al solemne tratado u n "pa- repudió a su querida Josefina, porque no le,
pel m o j a d o " , y arrasó a Bélgica. Italia fué infiel a hijos.

Después
w^w.^..,
de osus
wo
victorias
vn.Luiitib
sobre Aust'^
:iuure ri^-^^
1 . ^ ' t*-
su antigua alianza, y más tarde declaró la guerra a 1809 le
1 o rv r» i
hizo saber que p o r razones de estado
sus antiguos aliados. Rusia, convertida en comu- que separarse de ella. Se casó luego con una t-
nista, a b a n d o n ó a Francia. Inglaterra, al principio cesa de la casa de H a p s b u r g o , María Luisa, .
cual t u v o un hijo. P o r este estrecho parentesco c

ilu'^'Pf' ^'^^'V "° casamiento del rey Boris de Bulgaria con la princesa Juana
Itaha. E s t o no une necesarramente a los pueblos, y este casamiento dio lugar ya a ciertas difícuítadesTor díf "«"cia»
religiosas.

PÁGINA CATORCE
esperajj ^1^°' esperaba poder q u i t a r a Prusia toda
Luego^ apoyarse en Austria,
lazos de ' ^^'^^ mejor consolidar sus victorias con
Jiio de T>^'"-f^^'^esco, h i z o casar a su hijastro, E u g e -
«sa de n^^^^'^'^ais, virrey de Italia, con u n a p r i n -
que casa hija adoptiva Estefanía t u v o
hermanJ^T ^1 príncipe heredero de Badén. Su
fué rey ¿ rey de Ñapóles. L u i s - N a p o l e ó n
'^'bió el ^ h o l a n d a ; su c u ñ a d o J o a q u í n M u r a t re-
lé co..„ ducado de B erg; a su h e r m a n a Elisa
'^ana p ^ ° , " d ' ° Lucca, Massa y Carrara, y su her-
• Consi!í Guastalla.
pa antes 5"^^"^°^ ahora las casas reinantes de E u r o -
^°ria dp T r guerra. C u a n d o m u r i ó la reina Vic-
y bisabup, ^^^"^"ra Horada como madre, abuela
Su ^ en la m a y o r parte de las cortes europeas,
dre del "'^^^'^ estaba casada con Federico I I I , pa-
se casó c^ ^"^Perador G u i l l e r m o I I . Su segunda hija
l^ija q\xl°u ^\ ^^^^ d u q u e de Hesse, quien t u v o u n a
sia, S° a ser la esposa del ú l t i m o zar de R u -
eipe (jg ^1- Su hija tercera se casó con el p r í n -
'^on j\]f: ^'^'^emberg, u n a hija de cuya u n i ó n se casó
•^^ina V ° " ^ ° . de E s p a ñ a . El hijo m a y o r de la
La estatua profética que el rey de Babilonia
Alejanj^"°"a, más tarde E d u a r d o V I I , se casó con vio en sueños y que el profeta D a n i e l le explicó.
del yjjj'^^ de D i n a m a r c a , cuya h e r m a n a fué madre
eon ig zar de Rusia. Su hijo segundo se casó
este ^•^'^'^^ "^^1 zar Nicolás I, y la hija nacida a Francia, Alemania, E s p a ñ a e Italia. Su hijo fué
'^^ Ilunt^^[""^°^io fué la esposa de F e r n a n d o , rey c o r o n a d o en tres de esos países. P e r o su sueño n o
se realizó, y al m o r i r él su imperio fué dividido. Su
difetenr'^'^^'^^^^n'^e e x a m i n a r la nacionalidad de los capilla ardiente, o mejor dicho el salón del t r o n o
Pués est^ ^°'^^'^anos de E u r o p a que en 1 9 1 4 y des- que h i z o edificar en A i x , es u n sorprendente ejem-
•^eina de V^'^°^ en guerra u n o s con otros. L a actual p l o de la fragilidad de las grandezas del m u n d o , ya
enipg "glaterra es hija de u n d u q u e a l e m á n ; el sea la de C a r l o m a g n o u o t r o . C u a n d o él m u r i ó , su
^io ingí- G u i l l e r m o II es medio alemán y me- cuerpo, vestido de u n magnífico traje real, fué co-
'liüna ^^'^ era sobre t o d o alemán. N o tenía locado sobre u n t r o n o de marfil, de oro y piedras
Petadoi-^ .de sangre eslava en las venas. E l ex em- preciosas. Pusieron sobre su cabeza u n a brillante
l^ernijjj ^ ' H e r m o y el rey J o r g e V son p r i m o s corona, y u n cetro en la m a n o . E n su dedo coloca-
^elreyp^' madre del ex emperador y el padre r o n el anillo que tenía su sello, y sobre sus rodillas
•^^lás h e r m a n o s . El rey J o r g e V y el zar N i - colocaron u n rollo en el cual estaban escritas todas
H eran • ' ^ ^ . Í . '•^j "^-.s^ • / -— sus heroicas h a z a ñ a s . U n m a n t o real cubría sus
[•tes I g u a l m e n t e p r i m o s h e r m a n o s , sus ma- h o m b r o s . Este salón del t r o n o fué luego sellado.
K ^arin^ l^ermanas. El ex emperador G u i l l e r m o y C u a n d o lo abrieron varios años más tarde, la m a g -
^"•^ana'^s
Si ^"^^"^ p r i m o s también, p o r ser sus madres nificencia de C a r l o m a g n o h a b í a desaparecido. E l
í^o pn^^"^l^argo, a pesar de t a n í n t i m o parentesco tiempo, como u n r a t ó n , h a b í a r o í d o su carne, y so-
° n consolidar n i n g u n a alianza verdadera. bre el t r o n o e n c o n t r a r o n u n esqueleto. El m a n t o
^arán g i ^'^'^se eon simiente h u m a n a , mas n o se pe- real estaba hecho h a r a p o s . D e toda su carne sólo
"^^ta c o n ^ f ° . el o t r o , como el hierro n o se m i x - quedaba u n m o n t ó n de p o l v o . L a corona h a b í a
^^tpren^*^ tiesto". E s t o se ha realizado de u n m o d o resbalado del horrible cráneo y descansaba sobre sus
'^endentP
ente. h o m b r o s . Los huesos de la m a n o h a b í a n dejado
caer el cetro, que yacía en el suelo, y t o d o aquel
Los espectáculo ofrecía u n s í m b o l o silencioso y sorpren-
'VANOS E S F U E R Z O S D E L O S S O B E R A N O S
dente de u n poder a n i q u i l a d o .
DE EUROPA
E n el siglo X V I , como vimos ya, Carlos V exten-
Sobejg^'^tas veces, p o r sed de poder y grandeza, los dió su d o m i n i o a A l e m a n i a , A u s t r i a , E s p a ñ a , P a í -
senteng europeos h a n querido forzar la divina ses Bajos, Ñapóles, Sicilia y Cerdeña. P e r o al a b d i -
^ántg^''' ¡ C u á n t o s bienes se h a n sacrificado y car, su reino se disgregó. E n el siglo X V I I , L u i s X I V
Iqs, p^^'^gre se ha d e r r a m a d o p o r u n a causa que p r o c u r ó p o r t o d o s los medios posibles engrandecer
"^^do : P a l a b r a , h a b í a anticipadamente decla- su reino, pero sin éxito, p o r q u e t a m b i é n él o b r a b a
^l^ó p ''^ahzable! E n el siglo VIH, C a r l o m a g n o lu- contrariamente a la v o l u n t a d d e ' D i o s .
^y^i-^l^ "^establecer el t r o n o de los Césares. P a r a E n el siglo X I X N a p o l e ó n aparece en la escena
''as y o ^^''^ 1^1^ e m p r e n d i ó cincuenta y tres campa- del m u n d o . O b t i e n e u n a victoria tras otra. Y , a me-
^tuvo en guerra con catorce países. S u b y u g ó dida que se extiende su poder, a u m e n t a su a m b i -

PÁGINA QUINCE
ción. T a m b i é n él acariciaba la quimera de la hege-
viento lleva. Entonces será realizada la P
m o n í a , y para realizarla no retrocedía ante sacrifi-
a la oración: "Venga tu reino." , ^^^^süi
cio a l g u n o de vidas h u m a n a s . Pero en Saida (Si-
d ó n ) , que él llamaba una miserable colina de are- Pero tengo que pensar en ir a casa; mi
na, su sueño de u n imperio oriental se esfumó podría regañarme por mi larga ausencia. ,_^sUS'
como u n castillo de naipes. Su campaña de Rusia — ¡ Q u é hermosa tarde hemos pasado hoy- ^.j^^^,
fué u n desastre, Leipzig u n serio tropezón y W a - piró Gustavo después de unos momentos
cío—. Y o quisiera que aquel tiempo ll^§^^^.j|e
terloo el total aniquilamiento de sus sueños de glo- _ ^ la vida
to, porque . . en este m u n d o sólo con, -^e >|j•
ría. N i sus brillantes cualidades de general ni el va- penas y luchas. Pero, doctor, permita ustc ^^jj
lor de sus granaderos pudieron destruir la fuerza pregunte: ¿dónde ha aprendido usted to
de aquellas cuatro palabras divinas: "el reino será — '
dividido". ciencia? ¿En Inglaterra?
— T o d o s pueden adquirir estos conocimiento
E s verdaderamente maravilloso, Aquiles—dijo t u d í a n d o este L i b r o — r e s p o n d i ó el doctor Xj"^
, . ...w.j^, .IJLViUllCi 1
Gustavo, que n o podía contener ya su extrañeza—. Berche—. Vosotros mismos encontraréis en el c.
¡Qué cosas t a n especiales! Si todos los hombres su- to OS he dicho y m u c h o más. Es un Libro 1 ^ote
piesen esto, comprenderían m u y bien que h a y u n al h o m b r e verdaderamente sabio, y no ^° .^^-^o '
Dios en los cielos que t o d o lo dirige. sabio, sino aun fehz. ¡Oh. cuánto gozo ^'^^^str"
—Efectivamente es prodigioso, G u s t a v o — p r o - m e n u d o al pensar que en unos breves años ^jj-
siguió el d o c t o r — ; pero aún n o he explicado lo Salvador vendrá para purificar y restaurar ^ j(tei
esencial. N o s hemos alejado u n poco de nuestro rra corrompida, y entonces n o habrá mas ^^j^do
tema. V o l v a m o s en pensamiento al sueño de N a - ni enfermedad, ni miseria! Si hay en este n»
bucodonosor. T o m e usted la Biblia, Gustavo, y alguien que conozca la desdicha y sufrímien^^^
lea los versículos 4 4 y 4 5 del mismo capítulo. nantes, es sin duda alguna el médico. A J^^QÍ 1
G u s t a v o abrió la Biblia y leyó: " Y en los días parece que aqui en esta tierra hay sólo ente ^^^^^
de estos reyes, levantará el Dios del cielo u n reino locos, porque muchas personas que gozan de
que nunca jamás se corromperá: y n o será dejado salud se conducen como dementes. j eS'
a o t r o pueblo este reino; el cual desmenuzará y con- —Doctor—preguntó Aquiles—; ¿ P O ^ ^ t o n ^ "
sumirá todos estos reinos, y él permanecerá para perar volverle a ver otra vez o regresa usted y 5 1 1
siempre. De la manera que viste que del m o n t e fué al oeste de Flandes? N o quisiéramos
cortada una piedra, n o con manos, la cual desme- abusar "
n u z ó el hierro, el metal, el tiesto, la plata y el o r o ; b o n d a d , pero cuanto más le oímos, tanto n*
el gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acon- searíamos saber. t^jíí-
tecer en lo porvenir; y el sueño es verdadero y fiel — A ú n n o sé exactamente cuándo me m^
su declaración." pero si puedo, regresaré el jueves p o r la noc
despedirme de ustedes. js^'
—^Resumamos, p u e s — r e p u s o el d o c t o r — . La — S e r á para nosotros un verdadero placet-^
cabeza de o r o era el imperio de Babilonia, derroca- guraron los dos hermanos Clauwaerts.
d o en 5 3 8 antes de J . C. E l pecho y brazos de pla- — M u y bien, p u e s — t e r m i n ó el doctor-
ta representan el imperio medo-persa, conquistado el jueves por la noche, si hace buen tiempo
en 3 3 1 p o r A l e j a n d r o M a g n o . El vientre y los mus- vista.
los de metal son el s í m b o l o del imperio griego, (Continua'''' i)
mientras que las piernas de hierro representan el
imperio r o m a n o . A l fin del q u i n t o siglo después
de Jesucristo, aparecieron los distintos estados de
E u r o p a tal como existen actualmente. Estos esta-
dos son, si así podemos expresarnos, los dedos de
los pies de la estatua. V i v i m o s en el tiempo de los
dedos de los pies de la visión. ¿Qué nos reserva,
pues, el porvenir?
E l Dios del cielo va ahora a establecer su reino.
Así, pues, este reino n o existe todavía. Ustedes sa-
ben que cuando nuestro Señor se encontraba ante
P i l a t o para ser j u z g a d o , éste le p r e g u n t ó si era rey.
" T ú lo dices", respondió Jesús, e inmediatamente
a ñ a d i ó : " M i reino n o es de este m u n d o . " V e n d r á
el día en que Jesús será el rey del m u n d o , y lo será
para siempre. Pero ahora todavía es el diablo quien
se distingue como "príncipe de este m u n d o " . Su
reino de desorden y miseria se extiende p o r todas
partes. P e r o cuando Jesús venga y sea el Rey de este U n a piedra destruyó la estatua que el
m u n d o , él desmenuzará todos los reinos, los cua- rey de Babilonia vio en su sueño. A s í
les v e n d r á n a ser como el t a m o de las eras que el también quedarán destruidos los rei-
nos de este mundo.

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