Los realizadores de este clip, que forma parte de un documental de 2011 llamado "Samsara", expresaron que su objetivo al hacer este video clip era el de explorar el procesamiento de alimentos moderno a través de un enfoque “más artístico”. Desprovisto de cualquier diálogo, esta serie de imágenes de casi siete minutos lleva al espectador a un viaje a través de las instalaciones avícolas, ganaderas y porcinas, una tienda de comestibles, un restaurante de comida rápida y termina con una visita al médico. No hay vacunas de cerdos golpeados o activistas que luchan por un mejor bienestar animal. Los cineastas afirman que no tienen ningún tipo de agenda. "Nuestra película trata más sobre sentimientos y un viaje interior que una experiencia intelectual", dijo el productor de "Samsara" Mark Magidson al New York Times. "No estamos tratando de decir nada". El sitio web de la película explica que samsara significa "la rueda giratoria de la vida" en sánscrito, y pretende mostrar "el punto de partida para los cineastas mientras buscan la elusiva corriente de interconexión que recorre nuestras vidas" y “cómo nuestro ciclo de vida refleja el ritmo del planeta". Una secuencia de tan solo 50 segundos, pero más que suficientes, de los casi 7 minutos que tarda el video; muestra la producción de alimentos en el mundo industrializado de una manera muy cruda y cruel, pero desafortunadamente también muy real. Sin embargo me parece aún más cruel y desalmado realizar un documental solo para querer mostrar el lado “más artístico” de la producción de alimentos sin siquiera dar una opinión. Estamos en la era del consumismo. Hoy en día lo que parece importar casi de modo exclusivo a la mayoría de seres humanos es acumular lo que sea: dinero, muebles, ropa, comida; ya se sabe el dicho de "tanto tienes, tanto vales”. Consumir le aporta felicidad momentánea a las personas y algo que a la industria le viene genial: la necesidad de querer más y más porque nunca te conformas con lo que tienes, envidias al de al lado por tener un celular nuevo, por poseer una televisión más grande, un armario lleno de ropa de nueva temporada... en fin. La verdad es que es una mera manipulación del sistema para que colabores sin pararte a pensar en un negocio sucio, lleno de explotación humana, animal y ambiental. Sé que de ningún modo es un problema nuevo, pero también se que la indignación que algunos sectores de la sociedad han mostrado hacia la industria de la carne por medio de libros, documentales e incluso videos encubiertos han expuesto fallas dentro del sistema, a menudo incitando a la violencia (acción que de ninguna manera apoyo) y, en algunos casos, estimulando leyes para proteger a la industria alimentaria de la mirada indiscreta del público; me confirma que aún hay seres humanos con conciencia y respeto por la vida. Por lo tanto no debemos quedarnos como simples espectadores tenemos que actuar meditar, reflexionar sobre hasta qué punto el ser humano ha industrializado la forma de exprimir a los animales como si fueran “un polo de carne” para llegar a nuestros frigoríficos y restaurantes con un aspecto desnaturalizado, olvidando el camino que ha seguido el animal hasta llegar a nuestro plato. Tenemos la obligación moral de pensar un poco más en nuestro entorno, y menos en nosotros mismos. Mucha gente, compra sin pararse tan siquiera a reflexionar sobre el origen de su nueva adquisición. Así mismo hemos de tener una visión global de lo que implica nuestra actitud, por ejemplo, para que nuestra nevera repleta de cosas que ni tan siquiera necesitamos y que en muchos casos acabará en la basura, se ha explotado, a millones de animales que han "vivido" hacinados para acabar en nuestros platos, que se han arrasado millones de hectáreas para plantar cultivos de "alimentos de moda", con todo lo que ello acarrea (deforestación, destrucción de hábitats e incluso extinción de especies). El uso de químicos y de mano de obra barata es también uno de los problemas ocultos de la industria del consumo, algo que está ahí pero no nos permiten ver de manera directa.