Vous êtes sur la page 1sur 18

MATERIAL DE APOYO DERECHO CIVIL IV

6to Semestre
1.TEORIA DEL NEGOCIO JURIDICO
Federico Puig Peña define al negocio jurídico contractual como el acuerdo
de voluntades anteriormente divergentes por medio de las cuales se crean,
modifican o extinguen relaciones jurídicas de carácter patrimonial.
Hecho Jurídico, Definición:
El concepto de hecho jurídico es uno de los fundamentos de la teoría
general del derecho. En términos generales, se suele definir como cualquier
acontecimiento, natural o humano, a cuya verificación el ordenamiento jurídico
liga cualquier efecto jurídico, constitutivo, modificativo, o extintivo de relaciones
jurídicas. De tal manera, que para que el hecho sea calificado como jurídico, es
necesario que el Derecho objetivo, es decir las leyes, le atribuyan la cualidad de
generar consecuencias jurídicas.
En este orden de cosas, se puede señalar que el hecho jurídico es el
conjunto de circunstancias que producidas deben determinar ciertos efectos de
acuerdo con la ley.
Acto Jurídico, Definición:
El acto, en sentido jurídico, supone un hecho humano producido por
voluntad consciente y exteriorizada. Cuando el acto se produce, conforme con
las disposiciones del derecho objetivo, un efecto jurídico, es llamado acto
jurídico. Este es estrictamente el resultado de la conducta del hombre, pero no
de cualquier conducta, sino de aquella que intencionalmente ha querido y
buscado la realización de consecuencias jurídicas que se dan.
IHERING destacó que “el acto jurídico es la forma mediante la que la
voluntad individual despliega su actividad creadora en los límites asignados por
el derecho”.
En conclusión, los actos jurídicos intervienen la voluntad humana, con la
intención de producir los efectos previstos en las normas jurídicas y es
considerado el género, siendo el contrato la especie.

DIFERENCIA ENTRE HECHO Y ACTO JURIDICO


El elemento básico diferencial entre el hecho y el acto jurídico consiste en
que, produciendo ambas consecuencias en el mundo del derecho, sólo el acto
es resultado de la voluntad o intencionalidad del hombre.
En el acto jurídico a diferencia del hecho si hay intención de provocar
consecuencias jurídicas.
De esa cuenta, el hecho jurídico es ajeno a la voluntad; el acto en sentido
jurídico es aquel en el que, de una manera u otra, el Ordenamiento se plantea la
eficacia jurídica de la voluntad de los particulares. Acto jurídico es un concepto
suficiente para englobar tanto el acto jurídico en sentido estricto o acto no
negocial, y el negocio jurídico.
Es por ello, que lo que llamamos hechos jurídicos jamás pueden ser vistos
o explicados como declaraciones de voluntad de producir el resultado
institucional tal y como sucede con los actos jurídicos.
Aguiló Regla sobre esta temática dice “que el que algo sea un hecho o
acto jurídico no depende sólo del mundo (de que ocurran acciones
intencionales), sino básicamente del Derecho. El Derecho constituye las
acciones humanas en hechos jurídicos en sentido estricto o en actos jurídicos”.
2.NOCIONES GENERALES DEL NEGOCIO JURÍDICO CONTRACTUAL.
Contrato:
Artículo 1517. Hay contrato cuando dos o más personas convienen en
crear, modificar o extinguir una obligación.
Los contratos pueden ser: Consensuales o Reales; Consensuales cuando basta
con el consentimiento para que sean perfectos y desde ese momento obliga a
los contratantes al cumplimiento de lo convenido, siempre que estuviere dentro
en las disposiciones legales relativas al negocio celebrado y debe ejecutarse de
buena fe y según la común intención de las partes. Articulo 1520 CC
Y Contratos Reales cuando la ley establece determinada formalidad como
requisito esencial para su validez, como la entrega de la cosa. En estos
encontramos, el mutuo, comodato, depósito y arrendamiento. Los cuales
desarrollaremos más adelante.

PRINCIPIOS DE LA CONTRATACIÓN
CONSENSUALISMO:
Esto vendría siendo sinónimo del consentimiento, vendría a ser tanto como
admitir que el contrato surge por el solo acuerdo de voluntades, o sea, basta que
dos o más voluntades coincidan acerca de un asunto de interés jurídico para que
de acuerdo con el principio del consensualismo se pueda decir que el contrato
ha sido válidamente celebrado o que el contrato ha nacido válidamente a la vida
jurídica.
El código Civil admite, como regla general el principio del consensualismo. El
artículo 1518 dice: “Los contratos se perfeccionan por el simple consentimiento
de las partes, excepto cuando la ley establezca determinada formalidad como
requisito esencial para su validez”. Ese acuerdo de voluntades que entraña el
principio consensualista requiere de alguna rigurosidad, de algún carácter de
totalidad o de plenitud y esto se exige para admitir el principio consensualista;
como regla general de la contratación en Guatemala esta calcado en el artículo
1541 del código Civil que dice: “Mientras las partes no estén conformes sobre
todos los extremos del contrato, no se considerará concluido. La conformidad
sobre puntos aislados no producirá obligación, aunque haya consignado por
escrito”. Entonces redondeemos el concepto, el principio consensualista entraña
la afirmación de que basta el consentimiento para que se considere válidamente
el contrato.
El código civil de Guatemala admite como regla general el principio
consensualista según la primera parte del articulo 1518 pero ese acuerdo de
voluntades que basta para que se considere celebrado el contrato debe ser un
acuerdo total, un acuerdo sobre todos los aspectos de la negociación, según lo
dice el artículo 1541 que es bastante enfático al decir que el acuerdo sobre
puntos aislados no entraña contrato aunque esos acuerdos parciales se hayan
formalizado por escrito o se hayan documentado de alguna manera.
Ahora ¿Por qué decimos que rige el principio consensualista como regla
general? Esto porque esa regla general del consensualismo tiene ciertas
excepciones, o sea, que hay ciertos casos excepcionales en los cuales no se
aplica el principio consensualista, sino que exige, el código el consentimiento de
los sujetos vaya completado con otras cuestiones.
La segunda parte del artículo 1518 del código civil dice “… excepto cuando la ley
establece determinada formalidad como requisito esencial para su validez”.
Dicho de otro modo, cuando la ley, en un caso concreto, establezca como
exigencia un requisito de forma como esencial para la validez del contrato,
entonces, no basta el consentimiento, o sea, no tiene operancia plena el principio
consensualista si no que, en este caso, prevalecerá el formalismo, o sea, el
principio de la formalidad o el principio de la solemnidad contractual.
Excepciones del principio consensualista:
1. En determinados contratos como el mandato, la sociedad, la hipoteca, la
prenda registrable y otros, la ley exige determinados requisitos de forma
que de no ser observados dan como consecuencia la nulidad del contrato.
En estos contratos citados opera el principio formalista, la ley exige un
determinado requisito de forma y lo exige con carácter esencial, con
carácter de solemnidad, si no se observa el requisito de forma, el contrato
estará viciado de nulidad.
2. Está determinada por lo que se llama los Contratos Reales. En los
contratos consensuales se considera perfecto el contrato con el solo
consentimiento; en la compraventa, por ejemplo, se considera celebrada
la compraventa, aunque el vendedor todavía no hay entregado la cosa y
aunque el comprador aun no haya pagado el precio; basta que haya
acuerdo sobre todos los puntos relativos al negocio de compraventa para
que se considere contrato. Eso en los negocios eminentemente
consensuales.
CONTRATOS REALES
En los negocios reales se considera celebrado el contrato hasta que se haya
entregado la cosa; mientras el enajenante la tenga en su poder, mientras no
la haya entregado no hay contrato; habrá promesa de contrato real pero no
hay un contrato perfecto, un contrato válidamente celebrado.
Los contratos reales para algún sector de doctrina son un resabio de
formalismos que no tienen justificación.
El código civil suprimió el carácter real de algunos contratos como la
compraventa y los califico eminentemente consensuales; sin embargo, en
otros casos como el contrato de mutuo, el de comodato, y el depósito, ahí si
se exige la entrega de la cosa para considerarse celebrado el contrato;
entonces, en esos contratos si no se ha entregado la cosa, habría una simple
promesa de contrato de mutuo, una promesa de comodato, una promesa de
contrato de depósito, pero no ninguno de esos 3 contratos efectivamente
celebrados; se consideran celebrados cualquiera de ellos, hasta que se haya
entregado efectivamente la cosa.
Los contratos reales entrañan la segunda excepción al principio
consensualista que es admitido con carácter general en el código civil y que
tienen sus dos excepciones: en los contratos formales o solemnes y en los
contratos reales.

3.ELEMENTOS DEL NEGOCIO JURIDICO

Comunes Art. 1251


Esenciales
Especiales Art. 1576
Elementos
Especialísimos o privativos Art. 1577
Del
Negocio Jurídico Naturales

Accidentales

Cuando hablamos de esto nos referimos a todos los aspectos del Negocio
Jurídico, a todo aquello que constituye su estructura, todas las cuestiones
básicas que integran el Negocio Jurídico. No nos referimos a las circunstancias
de forma, a la manera como se expresa la voluntad, sino que nos referimos a la
forma como se constituye la voluntad como se integra el consentimiento, que
calidades intrínsecas deben tener los que comprometen jurídicamente, sobre
que materias es dable la negociación jurídica, que razones legales son
admisibles para justificar la contratación, o sea, que hay que pensar en la entraña
del negocio, en la parte interna, en la parte estructural.
ELEMENTOS ESENCIALES: Son cuando absolutamente son indispensables
para el nacimiento del contrato, cuando la falta de esos elementos origina, a su
vez la falta de contrato, el no nacimiento del contrato, la inexistencia o la absoluta
frustración del propósito que tuvieron los que contrataron, de formar una entidad
jurídica de formar una institución del contrato.
ELEMENTOS NATURALES: Son elementos siempre internos, siempre de
estructura pero que acompañan o nacen de las peculiaridades, de las
características propias de cada contrato. Dicho con redundancia, aparecen
según sea la naturaleza jurídica.
Esos elementos naturales, aunque las partes no lo expresen, la ley los presume,
no en todos los contratos, sino en aquellos que, según su naturaleza, merezcan
o exijan el elemento natural, no es necesario expresarlo, la ley los presume
según la índole del contrato, según la naturaleza del mismo.
Las partes pueden renunciarlos, si las partes expresamente renuncian al
elemento natural, entonces, no existe válidamente el contrato; es el caso del
saneamiento, todo contrato oneroso traslativo del dominio o del uso, o sea, todo
contrato en que alguien le transmita a otro la propiedad o el uso de una cosa, a
cambio de una prestación; en esos contratos onerosos traslativos del dominio
tienen que presumir la ley toda obligación de saneamiento: Saneamiento de
vicios ocultos y saneamientos de evicción.
Aunque las partes no lo digan m el adquiriente tiene derecho de saneamiento;
ahora, si lo renuncia expresamente, entonces, no hay derecho de saneamiento.
ELEMENTOS ACCIDENTALES: Son aquellos que no son indispensables y que
no devienen tampoco de la naturaleza del contrato; son elementos que no
aparecen en el contrato, no le causan ningún daño al mismo, no alteran en
ningún sentido al contrato. Dicho de otro modo, los elementos accidentales solo
aparecen en el contrato si las partes, expresamente los incorporan al mismo o
sea, son elementos cuyo origen es únicamente la voluntad de los contratantes,
es el caso de las condiciones, los negocios de los contratos sometidos, sujetos
a una condición, a un acontecimiento futuro e incierto del cual dependan el
nacimiento o la extinción de los derechos y de las partes por su libre albedrio le
adhieren una condición, si no le ponen una condición, el negocio es válido por
pureza, pues arrancan exclusivamente de la voluntad de los sujetos.
Estos elementos accidentales son poco relevantes, pero importante por esa
circunstancia especial de que tienen si aparición su nacimiento de que las partes
quieran expresamente.
Los elementos esenciales son indispensables para que el contrato nazca y no
puede faltar ninguno de ellos porque el contrato no nacería, no aparecería
válidamente celebrado y se dividen, a su vez, en elementos comunes, en
elementos especiales y en elementos especialísimos o privativos.
ELEMENTOS ESENCIALES COMUNES: Es común un elemento esencial
cuando es indispensable en todo contrato, cualquiera que sea la naturaleza, la
modalidad, la clase de contrato, siempre tiene elementos esenciales que nunca
pueden faltar:
1) Consentimiento de las partes: o sea, acuerdo de voluntades tiene que
haber en todo contrato.
2) Capacidad legal de las partes contratantes debe haberla en todos los
contratos.
3) Objeto licito. Objeto de acuerdo con la ley es indispensable en cualquier
contrato civil.
De manera pues, que los elementos esenciales comunes aparecen
invariablemente en todo contrato y en el código civil tienen esa categoría: el
consentimiento, la capacidad legal y el objeto licito.
ELEMENTOS ESENCIALES ESPECIALES: Estos son indispensables, pero no
en todos los contratos sino en determinadas categorías de contratos o dijéramos
en determinadas familias de contratos.
Los contratos reales no se perfeccionan con el simple consentimiento, como la
mayoría de los contratos que son consensuales, sino se perfeccionan haya que
la cosa haya sido entregada, entonces, la entrega de la cosa es un elemento
esencial, no en todos los contratos, pero si en la categoría o en la especie de
contratos reales.
ELEMENTOS ESENCIALES ESPECIALISIMOS O PRIVATIVOS: Son los
elementos indispensables, elementos que no pueden faltar, pero no en todos los
contratos como los comunes, no en una familia de contratos como en los
especiales, sino en un contrato en particular, en un contrato concreto, especifico,
en un caso concreto.
En un contrato de compraventa si no hay un precio, no hay compraventa, o sea,
el precio es un elemento esencial, indispensable pero solo en el contrato de
compraventa.
En un contrato de arrendamiento, si no hay renta, no hay arrendamiento,
cambiaria la naturaleza.
Supongamos que una persona transmite la propiedad de un bien a otra, si hay
un precio es compraventa, pero si no hay un precio, no es compraventa, puede
ser donación, por eso el precio es el elemento indispensable pero solo en el
contrato de compraventa.
En el caso del arrendamiento, si un sujeto da en uso una cosa a otro, a cambio
de un precio, hay arrendamiento; pero si se lo da sin cobrarle renta podrá haber
un comodato (si es una cosa mueble) o podrá haber un derecho de uso, un
derecho de habitación, si se tratara de un inmueble.
4.ELEMENTOS ESENCIALES DEL NEGOCIO JURÍDICO CONTRACTUAL.
-2 o más declaraciones de voluntad.

-Expresada en forma libre.


Consentimiento
-Acuerdo Pleno.

-Sin vicios.

-Coincidencia entre la voluntad Real y la voluntad hablada.

Oferta o proposición Intención seria


Formación del Expresa o tácita. Datos del contrato
Consentimiento Artículo 1521 - 1523 Dirigida a persona determinada o no.

Lisa y llana

Aceptación Dirigida al oferente

Plazo/ vigencia

Los elementos esenciales comunes del contrato son el consentimiento, la


capacidad, el objeto y para algunos autores también la causa.
EL CONSENTIMIENTO: Es el acuerdo de voluntades que constituyen la base
del contrato. Para que haya consentimiento deben concurrir diferentes
elementos o requisitos:
1. Que haya por lo menos dos voluntades, es decir, si es acuerdo de
voluntades no puede haber una sola voluntad, tiene que ser por lo menos
dos o más.
Algunos autores objetan esto diciendo que la figura que se llama el contrato
consigo mismo o el auto-contrato, como le llaman algunos autores, hay una
excepción a este elemento porque en este contrato consigo mismo, dicen ellos,
o en ese auto-contrato, solo hay una voluntad y sin embargo surge un contrato.
Sin embargo, esa objeción no es cierta. En el auto-contrato lo que sucede es que
el contrato lo celebra una sola persona, pero esa única persona representa dos
o más voluntades diferentes, o sea, él es representante de dos o más partes;
encones, aunque haya una sola persona, las voluntades que coinciden siempre
son dos, por lo menos. De tal manera que en ese contrato consigo mismo sigue
habiendo por lo menos dos voluntades.
2. Las dos voluntades indispensables deben estar declaradas, o sea, deben
haberse expresado, debe de ser la voluntad externa ya manifestada, ya
planteada, exactamente, por los sujetos de la contratación.
3. Esas declaraciones de voluntad deben ser sin ningún vicio que las invalide
o sin ningún defecto que les reste su eficacia, que les mengue su pureza.
4. Las personas que declaran su voluntad deben hacerlo de forma
consiente, en forma racional; cabría decir que deben de ser personas
capaces en el sentido general de la capacidad civil.
5. La doctrina dice: que haya plena coincidencia entre la voluntad real y la
voluntad declarada. Al decir que haya plena coincidencia o que haya
exactitud entre la voluntad real y la voluntad declarada, se quiere decir
que lo que el sujeto expresó o lo que los sujetos expresaron, al declarar
su voluntad, sea exactamente lo que querían decir o sea que no haya
ninguna equivocación, que no hayan incurrido en ningún error de declarar
cosa diferente, distinta de aquella que realmente querían.
En la doctrina hay bastantes definiciones del consentimiento, por ejemplo: Rojina
Villegas dice que todo consentimiento implica la manifestación de dos o más
voluntades y su acuerdo sobre un punto de interés jurídico.
Ruggiero dice que es el encuentro de dos o más manifestaciones de voluntad
que partiendo de dos sujetos se dirigen hacia un fin común y se unen.
Espín Cánovas dice que el consentimiento requiere una doble voluntad y su
encuentro.
Con base a eso podemos ver como se da la Formación del Consentimiento.
Para que haya consentimiento se requiere que haya dos fases, dos
declaraciones de voluntad que se complementen: una que propone la
celebración del negocio o sean la oferta, la proposición del contrato y la
declaración de voluntad del otro sujeto que da su anuencia, su aceptación.
Con relación a la Oferta debe de reunir algunos requisitos que vamos a
enumerar con base en el código civil y con base en la doctrina:
1° La doctrina dice que debe contener una intención seria y efectiva de celebrar
un contrato. Ya sabemos que para que se considere celebrado el contrato, el
acuerdo debe ser pleno, debe ser sobre todo en los aspectos del contrato,
aunque esos acuerdos parciales se hayan celebrado por escrito.
2° La oferta debe tener todos los aspectos necesarios para la celebración del
negocio que se está proponiendo. El artículo 1522 del código civil a respecto
dice: “La oferta contendrá las condiciones del contrato y se hará en términos
precisos y concretos. La respuesta se dará LISA Y LLANAMENTE”. El termino
de condiciones no lo usa en el sentido de que nosotros lo hemos dado a la
condición, sino que se refiere a todas las estipulaciones, todos los pactos,
acuerdos que constituyen condiciones.
3° La oferta debe ir dirigida a una persona en concreto o dirigida
indeterminadamente a cualquier persona.
La oferta puede hacerse explícitamente, es decir, expresamente; expresamente
entendemos que pude ser por escrita o pude ser verbal. Es oferta de contrato,
por ejemplo, el vendedor que pregona su mercadería es una oferta expresa solo
que verbal. Y es tácita cuando no es expresada si no que se sobre entiende que
se está ofertando al público, como, por ejemplo, cuando usted se gradué de
Abogado y Notario y hace su fiesta de graduación y entre los invitados usted
reparte tarjetas de presentación, está invitando a la persona a contratar con
usted, pero de una forma indirecta, porque puede que en ese momento esa
persona no necesite sus servicios profesionales, pero en un futuro si.
En cuanto a la aceptación o sea la declaración de voluntad de la persona a quien
dirigió la oferta o del sujeto que decidió aceptar la oferta determinada, tiene el
requisito de que debe de aceptar totalmente, íntegramente todos los puntos que
contenía la oferta. Si el sujeto contesta diciendo que no acepta asé, sino que, en
otro precio, en otro plazo, no se tomara como una aceptación, se tomara como
una contraoferta, pero no como una aceptación; la aceptación es el termino de
totales: se acepta la oferta tal y como fue planteada por el oferente; esto lo dice
el código civil en el artículo 1522 en su parte final que dice: “… la respuesta se
dará lisa y llanamente”. El código le llama respuesta no le llama aceptación.
Resulta bastante interesante analizar para diferenciar, para distinguir los efectos
y los requisitos, lo que es el contrato entre personas presentes y lo que es el
contrato entre personas no presentes.
CONTRATO ENTRE PERSONAS PRESENTES: Es un contrato de efectos
inmediatos.
CONTRATO ENTRE PERSONAS NO PRESENTES: La oferta hecha a una
persona no presente necesita de un plazo que este expresamente fijado en la
propia oferta o de un plazo prudencial que debe concederse al sujeto a quien se
hizo esa oferta, para darle tiempo a meditar la oferta y a responder tomando en
cuenta la distancia, los medios de comunicación y todas las demás
circunstancias que vengan al caso considerar.
La doctrina y el código civil hablan de contrato entre ausentes que se está
llamando contrato entre personas no presentes, lo cual si lo vemos desde el
punto de vista de la ausencia que nos habla el código civil es el sujeto que tuvo
su domicilio en un lugar y que desapareció de el sin que se sepa en donde esta
o el sujeto que habiendo tenido su domicilio en la república se va al extranjero y
no deja representante, un apoderado que se encargue de sus asuntos.
Si un sujeto que está en la capital le propone un negocio a uno que vive en
Sololá, por ejemplo, la ley le da la denominación de un contrato entre ausentes,
pero ahí ninguno de los dos está ausente, de acuerdo con la pureza del término,
lo que pasa es que son sujetos que no están uno frente al otro y que no se
pueden comunicar directamente, es decir, que la comunicación tendrá que ser
indirecta: por carta, por correo, por medio de un emisario. La ley admite el
contrato por carta.
El artículo 1524 del código civil dice: “EL contrato por teléfono se considera
celebrado entre presentes, y tanto en este contrato como en el del artículo
anterior se reputa celebrado en el lugar en que se hizo la oferta”. O sea que si
de aquí (la capital) se hace la llamada a Sololá, como aquí se ofreció el contrato
se considera contrato entre presentes porque se hablaron directamente, pero
para los efectos del cumplimiento, para determinar la competencia, el juez, en
caso de incumplimiento, para cualquier efecto, se considera que el contrato se
celebró donde se hizo la oferta, o sea, en el ejemplo seria aquí en la capital.
El artículo anterior o sea el 1523 del código civil dice: “cuando la oferta se haga
a personas ausentes, el contrato se forma en el momento en que el proponente
recibe la contestación de aquella dentro del plazo de la oferta.
Si la oferta se hiciere sin fijación de plazo, el autor de ella queda ligado durante
el tiempo suficiente para que la contestación llegue a su conocimiento”.
EL contrato entre presentes no requiere mayor importancia, solo cabe decir que
sus efectos son inmediatos; la persona hace la oferta frente al otro, si el otro no
contesta en ese momento se entiende que no acepto la oferta y el otro queda
desligado de la oferta que hizo.
En cambio, el caso del contrato entre no presentes o contra entre ausentes,
como dice la ley, si presenta algunas dificultades: el saber en qué momento se
dio el consentimiento, o sea, a partir de qué momento se puede decir que el
contrato ya está celebrado y consecuentemente, produciendo sus efectos
normales. A este respecto hay 4 teorías:
1°TEORIA DE LA DECLARACIÓN
Para esta teoría el consentimiento surge en el momento en que el aceptante
manifiesta su voluntad en el sentido que está de acuerdo con la oferta, es decir,
supongamos que fue por carta, si en este momento el aceptante dice: Si, me
parece bien este contrato, lo voy a aceptar; en ese instante se considera
celebrado el negocio.
No goza del favor de la doctrina ni de la ley esta teoría porque es muy difícil
demostrar en qué momento el aceptante declaró su voluntad en el sentido que
estaba de acuerdo.
2° TEORIA DE LA EXPEDICIÓN O DE LA EMISIÓN
Para esta teoría el consentimiento está formado en el instante en que el
aceptante mando al oferente su respuesta de aceptación, o sea, en el instante
en que deposito la carta o en instante en que despacho a su emisario para que
fiera a decirle al oferente que estaba de acuerdo. Esta teoría no es muy aceptada
por la dificultad de probar en qué momento se envió la respuesta o la
contestación.
3° TEORIA DE LA RECEPCIÓN
Esta teoría dice que el consentimiento nace en el momento en que el oferente
recibió la respuesta de aceptación; basta con que reciba la respuesta, aunque
todavía no haya conocido de la misma, todavía no se haya enterado de su
contenido.
4°TEORIA DEL CONOCIMIENTO
Esta teoría es más rigurosa, dice que el consentimiento nace hasta en el instante
en que el oferente que propuso el contrato se da cuenta, se entera de la
respuesta de aceptación.
El código civil admite las teorías de la recepción y del conocimiento, lo dice el
artículo 1523 en el párrafo primero: “Cuando la oferta se haga a persona ausente,
el contrato se forma en el momento en que el proponente recibe la contestación
de aquella dentro del plazo de la oferta”. Ahí está aceptando la teoría de la
recepción; le basta al código con que se haya recibido la respuesta, pero hay
que reparar bien de que el contrato se forma en el momento en que el
proponente, o sea, el oferente, recibe la contestación de aquella dentro del plazo
de la oferta, o sea, esta teoría opera solo en las ofertas que tengan plazo
expreso, solo en las ofertas cuya vigencia se limitada durante el plazo que ha
sido fijado por el propio oferente.
El segundo párrafo de este mismo artículo 1523 dice: “si la oferta se hiciere sin
fijación de plazo, el autor de ella quedará ligado durante el tiempo suficiente para
que la contestación llegue a su conocimiento”. Si el oferente, al proponer el
contrato, no puso plazo, la ley considera que queda obligado durante un plazo
prudencial y el contrato se forma hasta que la respuesta de aceptación llega a
su conocimiento o sea, que aquí no basta que reciba la respuesta, es necesario
que la conozca; entonces, la Teoría del Conocimiento la aplica en los casos en
que la oferta de contrato no tenga plazo pactado, no tenga la plazo expreso; esto
nos lleva a analizar que fuerza vinculante tiene la oferta, por cuanto tiempo el
que hizo la oferta de contrato está obligado a mantenerla. O sea, tiene que ser
un plazo lo suficientemente amplio para dar margen a que la contestación sea
enviada y sea conocida por el oferente; desde luego, quien califica, en último
caso, si el plazo es prudencial, es suficiente o no, será el juez.
VICIOS DEL CONOCIMIENTO Articulo 1257 CC

Error
Artículos 1258 – 1260

Dolo
Artículos 1261 - 1263
Vicios de la Declaración
De la Voluntad Violencia
Artículos 1264 – 1268

Simulación
Artículos 1284 - 1289

Vicios del Consentimiento: Así le decía la doctrina, pero el Código civil le llama
Vicios de la Declaración de Voluntad.
DOLO: El código civil define al dolo en el artículo 1261 que dice: “Dolo es toda
sugestión o artificio que se emplee para inducir a error o mantener en el a alguna
de las partes”. Reparemos de que es una maniobra, un artificio, un ardid que una
de las partes emplea para inducir a error o para mantenerlo en el a alguna de las
partes. De la lectura de esta norma vemos algo importante: el dolo debe ser
anterior al contrato o debe ser simultaneo a la celebración de ese contrato. Si
después de celebrado el contrato hay alguna maniobra, algún ardid, alguna
astucia, eso ya no será dolo; podrá ser cualquier otra figura o cualquier otro matiz
anormal, anómalo, pero por ser posterior al contrato no se tomará como vicio del
consentimiento, ni como vicio de la declaración de voluntad.
Puig Peña al dolo diciendo que “es la maquinación o artificio grave de que se
vale una de las partes para arrancar su consentimiento a la otra”.
Los elementos del dolo vendrían siendo los siguientes:
1° Que haya esa sugestión o esa maniobra, esa ardid de que habla el artículo
1261 del código civil.
2° Que esa maniobra recaiga sobre algún elemento importante, fundamental de
la negociación.
3° Que sea empleado por una de las partes para engañar a la otra o por un
tercero de acuerdo con uno de los contratantes para engañar al otro. El artículo
1262 del código civil en la primera parte se refiere a esto y dice: “El dolo de una
de las partes y el dolo que proviene de un tercero, sabiéndolo aquella, produce
la nulidad si ha sido la causa determinante del negocio jurídico”. El dolo siempre
es un engaño pero interno, siempre es entre las partes del contrato, puede ser
que uno de las contratantes engaño al otro, que uno de los contratantes se ponga
de acuerdo con un tercero para engañar al otro contratante y el efecto del dolo
será la nulidad del contrato que dice el código civil, cabría decir que es la nulidad
relativa o la anulabilidad del contrato, siempre que haya sido la causa
determinante de la celebración del contrato, que el dolo haya sido tan
fundamental, tan grave, tan trascendente que haya sido o haya constituido el
motivo principal, la razón central por la cual las partes contrataron.
El dolo está clasificado en: inductivo o principal, incidental, activo, pasivo, simple
y doble.
DOLO INCUCTIVO O PRINCIPAL: También se le llama Dolo Causante. Se
entiende como aquel engaño, aquella maniobra, astucia, sugestión, como dice
el código civil que haya recaído sobre el motivo principal del contrato, el código
civil dice que haya sido la causa determinante de la celebración del contrato, es
decir, que, de no haber mediado ese engaño, el sujeto a quien se defraudó, a
quien se engañó, no habría dado su consentimiento o si hubiese dado su
consentimiento lo habría hecho en condiciones, en circunstancias diferentes, no
como lo hizo. Ese es el dolo principalmente aceptado por el código civil en el
artículo 1262 que exige que el dolo sea la causa determinante del negocio
jurídico. Es el dolo que produce la nulidad del contrato, este tipo de engaño no
produce nulidad absoluta sino nulidad relativa, o sea, simple anulabilidad del
contrato.
DOLO INCIDENTAL: Podríamos decir que es cuando es un dolo de menor
gravedad, de menor intensidad. Este recae sobre un elemento, sobre un aspecto
del contrato sin que ese aspecto o ese elemento llegue a ser el motivo
fundamental, o sea, dicho en la terminología del código civil, no es que ese
engaño incidental sea la causa o el motivo determinante del negocio jurídico.
De tal manera, que, no siendo la causa determinante del contrato, no da lugar a
nulidad, o sea, no vicia de nulidad al negocio jurídico; a lo único que podría dar
lugar sería a la reclamación de daños y perjuicios, si esos daños y perjuicios
fueron efectivamente causados.
La buena fe está contenida en el artículo 1519 del código civil que dice: “Desde
que se perfecciona un contrato obliga a los contratantes al cumplimiento de lo
convenido, siempre que estuviere dentro de las disposiciones legales relativas al
negocio celebrado, y debe ejecutarse de buena fe y según la común intención
de las partes”. Sin embargo, el código civil solo admite como vicio de nulidad el
inductivo o principal que lo califica como aquel que es el determinante del
negocio jurídico y el incidental no es vicio del consentimiento y solo daría lugar
a daños y perjuicios si fueran efectivamente causados. Se insiste en los daños y
perjuicios porque tienen 2 características esenciales:
1° Que haya habido mala fe, solo habiendo mala fe el sujeto está obligado a
pagar daños y perjuicios.
2° Solo que se hayan causado daños y perjuicios; porque si un sujeto actuó de
mala fe, pero su mala fe no redundo en perjuicio ni en daño, entonces, no tiene
nada que pagar, es decir, no se sanciona la mala fe como intención, si no se
sanciona el efecto de la mala fe traducido en un daño o en un perjuicio. Solo en
alguna institución que se llama la cláusula penal o clausula indemnizatoria, solo
ahí se obliga a pagar daños y perjuicios que no se hayan producido, pero solo
en ese caso.
DOLO ACTIVO Y DOLO PASIVO: Estos están en el artículo 1263 del código
civil que dice: “La omisión dolosa produce los mismos efectos que la acción
dolosa”. O sea, esta clasificación toma en cuenta la forma de comportamiento,
la actitud del sujeto que engaña al otro, es decir, puede ser una actitud activa de
hace, de decir o puede ser una actitud pasiva, puede sé que uno de los
contratantes manifestándole cuestiones que lo engañan, que lo defraudan, sería
un dolo activo, sería la acción dolosa; pero puede ser también que el contratante
doloso cometa su dolo mediante el ocultamiento de ciertas cuestiones básicas
que de haberlas dicho, de haberlas manifestado, de haber enterado de ellas al
otro contratante, este o no hubiese contratado o hubiese exigido otras
estipulaciones, otras condiciones, esto último seria, pues, la omisión dolosa o el
dolo pasivo. O sea, que de acuerdo con este articulo 1263, la forma de conducta
es indiferente el dolo es el mismo sea activo o pasivo.
DOLO SIMPLE: Dice la doctrina que es el de uno de los contratantes contra el
otro, un contratante engaña al otro.
DOLO DOBLE: Los dos contratantes se engañan, los dos usan maniobras,
sugestiones, artificios para defraudar el uno al otro.

La Nulidad se diferencia por sus orígenes y por sus efectos.


NULIDAD ABSOLUTA: Esta la hay cuando falta algún elemento esencial en el
contrato, no hay consentimiento, no es que el consentimiento este viciado si no
que no hubo consentimiento, que no hay objeto, es ilícito o no hay capacidad.
Hay nulidad absoluta también cuando el negocio es contrario a una ley prohibitiva
expresa, por ejemplo, se prohíbe la compraventa entre cónyuges. Hay nulidad
absoluta cuando el negocio es contrario al orden Público.
NULIDAD RELATIVA: (ANULABILIDAD) Es cuando hay vicios del
consentimiento o sea cuando hay dolo, violencia, simulación, error, lesión o
cuando hay incapacidad relativa, no es que falta capacidad, por ejemplo, un
menor de 18 años, pero mayor de 14 años celebra un contrato.
EFECTOS DE LA NULIDAD ABSOLUTA: Cualquiera que tenga interés la
puede pedir o, inclusive, el Ministerio Público si se da cuenta la pide; el negocio
no tiene ninguna validez, no surte ningún efecto de ninguna naturaleza.
No cabe que se convalide, no cabe que el perjudicado diga: yo estoy de acuerdo,
aunque hubo tal error; ahora, para la ley es totalmente inexistente el contrato.
En cambio, la Nulidad Relativa solo la puede pedir el que haya sido perjudicado;
el negocio jurídico surte todos sus efectos mientras en sentencia firme no se
declare nulo y es convalidable, el sujeto puede decir que, aunque hubo tal
defecto estoy de acuerdo en seguirlo cumpliendo o no decirlo, sino sencillamente
seguirlo cumplimento en cuyo caso se entiende en que consiente en la nulidad y
que la subsana.
La nulidad absoluta es IMPRESCRIPTIBLE y la nulidad relativa prescribe en 2
años. Artículo 1312.
Todos los vicios del consentimiento son de Nulidad Relativa excepto la
simulación que produce Nulidad Absoluta.
ERROR: En cuanto al error se hace una distinción doctrinaria para ver lo que es
el error propiamente dicho y lo que es la ignorancia. Por erro se entiende el
conocimiento equivocado, inexacto de alguna cuestión y por ignorancia se
entiende el desconocimiento total, el no saber nada.
Cuando se habla de los elementos del Consentimiento se hacía una distinción o
se aludía a que uno de los requisitos que ahí se señalaban era que debía de
haber concordancia o coincidencia entre la voluntad real y la voluntad declarada
y aquí es donde venimos a encontrar esto en alguna subclasificación que se
hace del error; en cuanto al error propio y al error impropio eso si tiene mucha
importancia para el Derecho Civil, pues lo otro tiene importancia para otras ramas
del derecho.
ERROR PROPIO: Es la equivocación, la inexactitud en la formación de la
voluntad.
ERROR IMPROPIO: Es la inexactitud o la equivocación en la declaración de la
voluntad.
También se habla en doctrina de error obstativo o esencial, de error substancial
y de error accidental.
ERROR OBSTATIVO O ESENCIAL: Es aquel que recae sobre el motivo
principal del contrato, sobre el motivo fundamental del contrato. Este error ocurre
cuando los contratantes se equivocan en cuanto a la naturaleza del contrato.
ERROR SUBSTANCIAL: Este es un error que se reparte en dos direcciones:
puede ser en equivocación en la identidad de la cosa o puede ser un error en las
cualidades de la cosa; eso sería pues, circunstancias objetivas, atingentes al
objeto, sea en su identidad o sea en sus cualidades o puede ser un error en
cuanto al sujeto, es decir, en cuanto a la identidad del sujeto o en cuanto a las
calidades del sujeto, sería un error por circunstancias subjetivas eminentemente.
El código civil regula al error en el artículo 1258 que dice: “El error es causa de
nulidad cuando recae sobre la sustancia de la cosa que le sirve de objeto, o
sobre cualquier circunstancia que fuera la causa principal de la declaración de
voluntad”. O sea, exige que la equivocación recaiga sobre la causa principal para
que dé lugar a la nulidad del contrato. Esta nulidad sería una nulidad relativa,
sería una simple anulabilidad.
ERROR ACCIDENTAL:
Cuando la equivocación recae sobre una cuestión que no es la causa
determinante del contrato, o sea, cuando recae sobre una cuestión que no es
principal sino menos fundamental o menos importante; entonces, se da lo que
hemos llamado el error accidental. Este error no da lugar a la anulabilidad del
contrato, sino que lo deja subsistente y aquí, obviamente, no se puede hablar de
daños y perjuicios porque el sujeto se equivocó solo no se puede reclamar daños
y perjuicios.
Leer Artículos 1259, 1268, 1260, 1257.

VIOLENCIA: El código civil dice lo siguiente en su artículo 1264: “Será ineficaz


el consentimiento prestado por violencia o intimidación”. Da la impresión de que
violencia e intimidación son dos cosas totalmente distintas, pero en realidad no
es así. Violencia es el termino genérico, la intimidación vendría siendo una
especie de violencia. Casi siempre se toma por violencia la acción física material
y se toma por intimidación la coacción, o sea, el constreñimiento de tipo moral,
la amenaza de causar un daño.
En el artículo 1265 del código civil da los elementos para calificar de violencia
una determinada actitud, dice en su primer párrafo: “La violencia o intimidación
deben de ser de tal naturaleza que causen impresión profunda en el ánimo de
una persona razonable y le inspiren el temor de exponer su persona o su honra
o la de su cónyuge o conviviente de hecho, ascendientes, descendientes o
hermanos, a un mal grave o la perdida considerable de sus bienes”. La violencia
es una acción de tipo físico, de tipo moral dirigido a la persona o contra los bienes
de uno de los contratantes o contra la persona o bienes de sus cónyuges, es
decir, su esposo o esposa, según sea el caso, de sus ascendientes, o sea,
padres, abuelos, etc.; de sus descendientes; cualquier actitud de este tipo, contra
esas personas, justificara la violencia y da lugar a nulidad del contrato.
El segundo párrafo del mismo artículo 1265 dice: “Si se trata de otras personas,
el juez podrá declarar la nulidad según las circunstancias”. Se supone que influye
más en el ánimo del violentad, de la intimidad, la amenaza de causar un mal en
la persona o en los bienes de si mismo o de alguno de los parientes cercanos de
aquí se dicen; pero aquí se consideran otras circunstancias de afecto, puede una
persona tener un cariño especial para algún sujeto, aunque no sea un pariente
de los que el código enumera, en eso el juez calificaría la nulidad según las
circunstancias.
En este aspecto de la violencia cabría considerar lo que causa una impresión
profunda en el ánimo de una persona razonable.
En el Derecho Romano se decía que fuese una amenaza que causare una
impresión profunda en el ánimo de los hombres más valerosos, es decir,
calificaba a los mejores; aquí no, aquí lo toman en lo común: el hombre común y
corriente que son lo más, no se necesita de una cualidad especial.
Y pensando en eso el código civil en al artículo 1266 dice que elementos deben
tomarse en cuanta para calificar la violencia y dice que, para calificar la violencia
o intimidación, debe atenderse a la edad, esto es lógico, se supone que mientras
más joven o mientras más anciana es una persona es más fácil de intimidar, de
causarle ese temor racional de la violencia; se debe atender también al sexo, se
supone que las mujeres son fácilmente intimidables que los caballeros; y la
condición de la persona, es decir una persona gravemente enferma, por ejemplo
una persona invalida es más fácil de intimidar; y demás circunstancias que
puedan influir en su gravedad, aquí le da la amplitud al juez para que tome en
cuenta otras circunstancias que aunque no sean las expresamente enumeradas
puedan dar lugar a que la violencia sea calificada como grave.
En cuanto al temor reverencial es una de las pocas normas en las que el código
da una definición. Si un sujeto celebra un contrato y después dice que lo celebro,
por ejemplo, para no desagradar a su padre; que haya sido por ese temor no es
vicio del consentimiento, no es violencia.

SIMULACIÓN: Como definición se simulación puede darse la de Ferrara que


dice: “La noción de simulación en el terreno puramente jurídico origina el negocio
jurídico simulado que no es si no aquel cuya apariencia externa está en absoluta
posición con la realidad, bien porque no exista tal negocio o porque su substancia
difiera de la que externamente presenta”. De este concepto resultan dos clases
de simulación: Simulación absoluta y simulación relativa.
Simulación Absoluta: Es cuando la declaración de voluntad nada tiene de real.
Simulación Relativa: Es cuando a un negocio jurídico se le da una falsa
apariencia, que se oculta su verdadero carácter.
Leer artículos 1284 al 1289.

ARTICULOS PARA ESTUDIAR: (MÁS LOS VISTOS EN CLASE)


REQUISITOS DEL NEGOCIO JURIDICO Artículo 1251
Vicios de la declaración de la voluntad Artículo 1257
ERROR Artículos 1258 al 1260
DOLO Artículos 1261 al 1264
VIOLENCIA Artículos 1265 al 1268
SIMULACIÓN Artículos 1285 al 1289
NULIDAD ABSOLUTA Y RELATIVA Artículos 1301 al 1318
CONTRATOS CONSENSUALES Y REALES Artículo 1518
PROPOSICION DE UN COTRATO Artículo 1521
LA OFERTA Artículo 1522
CONTRATO CON PERSONAS AUSENTES (PRESENTES Y NO PRESENTES
Artículo 1523
CONTRATO POR TELEFONO 1524
FORMA DE LOS CONTRATOS 1574
SOLEMNIDAD DEL ACTO 1576
AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD 1256

Vous aimerez peut-être aussi