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ADN y Reproducción Celular

Todo el universo está formado por los mismos compuestos químicos. Los átomos
que componen a los seres vivos establecen entre ellos complejas combinaciones
que dan origen a las biomoléculas que se clasifican en orgánicas (proteínas,
carbohidratos, lípidos y ácidos nucleicos) u inorgánicas (agua y sales minerales).
Las biomoléculas orgánicas se caracterizan por poseer un esqueleto molecular de
átomos de carbono unidos a átomos de hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.
Los ácidos nucleicos son moléculas que permiten el almacenamiento y la
expresión de la información genética de todos los organismos.
Los ácidos nucleicos son el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido
ribonucleico (ARN). Las unidades constituyentes de los ácidos nucleicos son los
nucleótidos que se unen entre sí por enlaces de fosfodiéster formando una hebra.
Cada nucleótido se compone de:
 Bases nitrogenadas: Compuestos heterocíclicos (formados por carbono,
nitrógeno e hidrógeno. Heterocíclicos se refiere a compuestos formados por
dos o tres átomos que incluyen carbono)

Las bases pueden ser, según su estructura (anillos):

- Pirimídicas o Pirimidinas: Formadas por un anillo y citosina, timina y


uracilo.

- Púricas o Purinas: Formadas por dos anillos y adenina y guanina.

En el ADN las bases nitrogenadas son adenina, timina, citosina y guanina. En el


ARN son adenina, citosina, guanina y uracilo.

 Pentosa: Es un azúcar cíclico que en el caso del ADN es desorirribosa y en


el ARN es ribosa.

El término nucleósido se refiere a la unión de pentosa y una base nitrogenada.

 Ácido fosfórico: a través de él se forma un enlace conocido como


fosfodiéster.
Tanto la desoxirribosa como el grupo fosfato es común para todos los nucleótidos
que forman el ADN. La diferencia entre estos radica en la basa nitrogenada que
los conforman.
Los nucleótidos se pueden encontrar unidos entre sí para dar lugar a ácidos
nucleicos o participar en procesos metabólicos.
Las células almacenan la información genética en una molécula de ácido nucleico,
el ADN que se encuentra codificada en genes, segmentos de material genético,
secuencia de nucleótidos, que determina las características heredables de un ser
vivo. Los nucleótidos pueden ser de 4 tipos (adenina, timina, citosina y guanina),
generándose un sistema de codificación, como un abecedario de 4 letras. Están
formados por carbono, hidrógeno, oxígeno y fosforo.
Este código sirve de molde para todas las proteínas que la célula necesitará
sintetizar para su funcionamiento.
Los nucleótidos se enlazan en una misma cadena mediante la formación de un
enlace fosfodiéster.
La totalidad de material genético que posee un organismo se denomina genoma.
La estructura del ADN depende de las 4 combinaciones generadas a partir de sus
4 nucleótidos. Se forma necesariamente entre los pares AT – TA – CG – GC. Esto
determina la formación de la doble hebra.
Las dos hebras de ADN se denominan doble hélice, la disposición de estas hebras
es antiparalela, pues va en sentidos opuestos. Consiste en dos cadenas que
interaccionan mediante la formación de puentes de hidrógeno.
La dirección de la hebra en base al extremo queda libre en el primer y último
nucleótido.
Tridimensionalmente, la doble hebra es dextrógira, es decir, que gira hacia la
derecha. (levógira hacia la izquierda, dextrógira hacia la derecha).
Es posible encontrar ADN en el núcleo eucarionte, en el nucleóide procarionte,
plásmidos procariontes (anillos de ADN que tienen las bacterias), mitocondrias y
cloroplastos y en virus de ADN.
El ADN es una molécula dinámica que puede alterar su condensación y sentido de
giro dependiendo de las condiciones del ambiente. Es posible distinguir tres tipos
de ADN; ADN A (es más condensado, habitualmente encontrado en estados en
que hay baja concentración de agua, cuya hélice es dextrógira), el ADN B
(estándar de los sistemas biológicos, también dextrógiro) y el ADN Z (atípico que
es laxo, es decir, carece de rigidez y tensión, y levógiro. Puede darse
ocasionalmente en el centro de estructuras ADN b, donde abundan secuencias G-
C dependiendo de la atracción electrónica de las secuencias presentes).
En eucariontes el ADN se encuentra asociado a proteínas denominadas histonas
que compactan el material genético formando cromatina.
El estado más compacto que alcanza el ADN se denomina cromosoma.
Los cromosomas solo pueden ser visualizados durante la división celular (proceso
en que una célula inicial se divide para formar células hijas) pues su formación
permite la repartición de equitativa del material genético.
Los cromosomas están formados por una cromátida que corresponde a las
moléculas de ADN longitudinal. Cuando el ADN se duplica los cromosomas
quedan constituidos por dos cromátidas hermanas cuya información es idéntica.
En el centro de cada cromátida existe un centrómetro. En los extremos de los
cromosomas se localizan cadenas largas de ADN llamadas telómeros.
Las células somáticas (todas las células del organismo excepto los gametos)
poseen dos copias de cada cromosoma. Este tipo de células se denomina
diploides, presentan el material genético de la especie y se simbolizan como 2n.
Las células sexuales se les denomina haploides, poseen la mitad de la
información genética y se simbolizan como n.
El total de cromosomas de una célula, que forman un patrón y están ordenados
por tamaño y forma se denomina cariotipo, y es propio de cada especie. En él se
distinguen dos tipos de cromosomas; los cromosomas sexuales (que determinan
el sexo de cada persona) y los autosómicos (que presentan información para las
características de ambos sexos).
Nuestras células somáticas están formadas por 46 cromosomas organizados en
23 pares homólogos. De estos 22 son autosomas y 1 par corresponde a
cromosmas sexuales.
Las células sexuales de las mujeres presentan dos cromosomas XX y los hombres
un cromosoma X y un cromosoma Y (XY).

Historia y descubrimiento del ADN

En 1833, Robert Brown observó el núcleo celular.


A principios del siglo XX no se conocía la función del ADN.
En 1928 Frederick Griffith trabajaba estudiando cepas S y R (lisas y rugosas
respectivamente) de la bacteria Streptococcus pneumoniae. La diferencia entre
ambas era la virulencia (capacidad de producir enfermedad, siendo la cepa S
mortal).
Se inyectaron cepas S y R en ratones. Lo que recibieron S fallecieron y los R
sobrevivieron. Sin embargo, si se calentaba la cepa S y se inyectaba no ocurría
nada (pues las bacterias morían), pero si se inyectaba la cepa S muerta mezclada
con la R viva, los ratones morían y se podían aislar luego cepas S vivas dentro del
ratón.
Entonces Griffith se preguntó si las cepas R pudieron transformarse en virulentas
utilizando alguna sustancia que liberaban las bacterias S al morir. Entonces pensó
que existía algo dentro de las cepas S que contenían información sobre estas que
pese a la muerte fuese capaz de sobrevivir y transportarse a la otra cepa. Esto era
el material genético contenido en plásmido de virulencia. Lo que dio inicio a la
genética molecular.
En 1930, Joachim Hammerling, realizó experimentos que aportaron evidencias
sobre la localización del material genético en organismos eucariontes utilizando
algas acetabularias lo que lo llevó a plantear que el núcleo corresponde al centro
de control de la célula.
Rosalind Franklin, estaba convencida de que mediante la difracción de rayos X
era posible revelar la estructura del ADN que hasta ese entonces se conocía de
forma deshidratada, lo que no había podido dilucidar su estructura.
En 1952, franklin obtuvo las primeras imágenes del ADN hidratado que permitió
revelar y comprender la estructura helicoidal del material genético. Esto ha sido de
importancia para futuras investigaciones respecto a la expresión y manipulación
de los genes.
Tomando toda la información obtenida con los experimentos con difracción de
rayos X de Rosalind Franklin, Watson y Crick propusieron el modelo de la
estructura del ADN utilizado hasta hoy, conocido como el modelo de la doble
hélice.
Este modelo proponía que las cuatro bases nitrogenadas, coexistían en dos
cadenas antiparalelas unidas por los enlaces de hidrógeno, siguiendo un sentido
dextrógiro de enrollamiento. Los principales pilares serían los enlaces 3 - 5
fosfodiéster y los enlaces de hidrógeno.

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