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GLOSARIO

1. Capacidad: Cada una de las posibilidades iniciales y potencialidades de desarrollo, que como rasgos
intrínsecos poseen los seres humanos. H. Gardner las agrupó en siete categorías
exhaustivas o “inteligencias”: lingüistico-verbal, lógico-matemática, musical, espacial-
visual, físico-corporal, interpersonal e intrapersonal.
Entre algunas de estas capacidades investigadas y agrupadas por Gardner tenemos:
capacidad de emplear palabras en la comunicación oral o escrita, capacidad para manejar
estrcturas, signifcados y funciones del lenguaje, capacidad de emplear números, capacidad de
seguir y construir cadenas de razonamientos, capacidad para distinguir patrones lógicos,
capacidad para percibir el mundo visual y espacial, capacidad para transformar las
percepciones visuales y espaciales, capacidad para controlar los movimientos del propio
cuerpo, capacidad para manipular objetos, etc..

2. Aptitud: Nivel de desarrollo de alguna capacidad, a partir del cuál es posible realizar nuevos
aprendizajes. En este sentido, también se puede definir como facilidad para desarrollar
aprendizajes.
Por ejemplo, la capacidad de emplear números, puede desarrollarse hasta el nivel de
convertirse en aptitud para operar adecuadamente con números, variables y funciones. Esta
aptitud es indispensable para poder alcanzar niveles de desarrollo superiores de esta misma
capacidad como la formalización matemátca.

3. Habilidad: Es un saber hacer caracterizado por haber alcanzado un nivel de dominio o pericia en el
manejo de estrategias y técnicas de cualquier orden. Se adquiere mediante un proceso de
aprendizaje que partió de determinadas aptitudes y que puede implicar el desarrollo de
una o más capacidades. Supone la posibilidad de hacer bien algo, producto de la práctica
y la experiencia, así como la posibilidad de transferir ese saber a situaciones distintas a
aquellas en las que se produjo su aprendizaje.
La habilidad de formalizar matemáticamente, mediante números, variables y funciones, hechos
o fenómenos cotidianos, se puede adquirir gracias a que se poseen las capacidades de
emplear números y de razonar lógicamente, y porque éstas se han desarrollado hasta el nivel
de la aptitud de operar adecuadamente con números, variables y funciones.

4. Valor: Principio de acción, inmanente o trascendente, que orienta las actitudes, los juicios y las
disposiciones afectivas.

5. Actitud: Disposición afectiva y racional que se manifiesta exteriormente en los comportamientos.


Es una tendencia, adquirida y relativamente duradera, a juzgar de una manera
determinada las cosas, las personas, los sucesos o situaciones y a actuar en consonancia
con dicha evaluación. En esa medida se afirma que en toda actitud se pueden distinguir un
componente conductual (una forma determinada de comportarse), ciertos rasgos
afectivos, así como una dimensión cognitiva. Y se sostiene, así mismo, que una actitud es
consistente si existe congruencia entre estos componentes.

6. Competencia: Es también un saber hacer, como la habilidad, pero que supone mucho más que pericia
ya que quien lo posee no sólo puede hacer algo bien, sino que también puede dar razón y
justificar lo que hace y posee, además, la disposición a buscar permanente la calidad en el
proceso y en los resultados de su quehacer.
Quien además de poseer la habilidad de formalizar matemáticamente, mediante números,
variables y funciones, hechos o fenómenos cotidianos, puede explicar lo que hace, por qué lo
hace y la utilidad y la oportunidad en que es necesario hacerlo y, además, demuestra estar
siempre buscando la mejor manera de hacerlo o de obtener mejores resultados, decimos que
es una persona competente formalizando matemáticamente, mediante números, variables y
funciones, hechos o fenómenos cotidianos.

7. Competente: Persona que posee las cualidades, los requisitos necesarios, la disposición y la creatividad
para hacer algo cada vez mejor y para dar razón y justificar lo que hace. En ese sentido se
le considera idóneo para hacerlo y experto.
Una persona bien informada y poseedora de técnicas, aun cuando su información
sea muy actualizada y su manejo muy técnico, no siempre es competente, porque
puede carecer de la disposición para buscar permanentemente la calidad en lo que
hace, o puede no saber cómo explicar y justificar lo que hace.

8. Aprendizaje: Puede definírsele como proceso por el que se adquieren nuevos conocimientos,
habilidades o actitudes; o como cada uno de los resultados de dicho proceso de
adquisición. En el caso de los seres humanos, supone la actividad del sujeto que aprende
y la interacción permanente con otros y con el medio, además de una constante
reelaboración de sus estructuras conceptuales, afectivas y valorativas.

9. Aprendizaje conceptual: Proceso de incorporación de datos, conceptos y principios a la estructura


mental de comprensión, que permite describir, entender, explicar, fundamentar y proyectar
la acción. Este tipo de aprendizaje no se produce por simple acumulación, sino por la
incorporación y articulación de lo aprendido a la estructura comprensiva y de pensamiento
de quien aprende. El aprendizaje conceptual es eficaz y se torna "significativo" cuando el
nuevo concepto es alcanzado o descubierto por la necesidad de encontrar explicación a
una situación desconocida o de dar solución a un problema (conflicto cognitivo).

10. Aprendizaje procedimental: Proceso de adquisición de dominio de procedimientos (estrategias y


técnicas de acción). Podríamos definir un procedimiento como un conjunto de acciones
ordenadas, orientadas a la consecución de una meta. También puede definirse al
aprendizaje procedimental como la posesión de las aptitudes y habilidades indispensables
para ejecutar adecuadamente diversas acciones que harán posible el logro de
determinados objetivos. En este sentido, se diferencia del aprendizaje conceptual en que
implica saber hacer algo y no sólo comprenderlo o decirlo. Los diversos criterios para
clasificar los procedimientos permiten distinguir claramente dos tipos: las técnicas,
consistentes en rutinas de acción; y las estrategias, que implican un uso deliberado y
organizado de técnicas para obtener las metas deseadas. Es posible desarrollar el
aprendizaje de técnicas por entrenamiento, pero el uso estratégico de procedimientos se
diferencia de su mera ejecución técnica en que su aplicación es controlada, porque las
estrategias requieren planificación y comprensión de la ejecución, así como de un uso
selectivo de los recursos disponibles.

11. Aprendizaje actitudinal: Proceso de modificación de valores y actitudes. También como actitudes y
valores adquiridos. El desarrollo y el cambio de actitudes no se logra sólo persuadiendo o
brindando información, sino por exposición a modelos o, con más eficacia, provocando en
el estudiante situaciones de conflicto que hagan evidentes las contradicciones entre el
juicio, el sentimiento y la acción, cuya resolución le llevará a modificar las actitudes hasta
ahora mantenidas.

12. Aprendizaje integral: Puede definirse tanto como proceso que permite el desarrollo equilibrado de todas
las capacidades del ser humano; o como la adquisición y el desarrollo de competencias,
es decir el desarrollo simultáneo de aprendizajes conceptuales, procedimentales y
actitudinales. Por ello se afirma que no es posible desarrollar una competencia si al mismo
tiempo no se adquieren las destrezas para actuar (procedimientos), la información
(conceptos) necesaria para actuar con la destreza esperada y las actitudes que orienten y
aseguren la calidad de la acción.

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