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Contenido 1

LA FILOSOFÍA.

El término, de origen griego, se compone de dos vocablos: philos (“amor”) y sophia


(“pensamiento, sabiduría, conocimiento”). Por lo tanto, la filosofía es el “amor por el
conocimiento”.

La filosofía es una disciplina que reflexiona acerca de la esencia de las cosas y del hombre, y
que trata de dilucidar el lugar que estos ocupan en el universo, El filósofo, por su parte, es un
individuo que se mueve por la curiosidad e indaga acerca de los últimos fundamentos de la
realidad. Más allá del desarrollo de la filosofía como disciplina, el acto de filosofar es intrínseco
a la condición humana. No es un saber concreto, sino una actitud natural del hombre en
relación al universo y a su propio ser.

Al igual que la religión, la filosofía se centra en las cuestiones esenciales de la existencia


humana. En cambio, a diferencia de la religión, no se basa en una revelación divina o en la fe,
sino que lo hace en la razón. De esta forma, la filosofía puede ser definida como el análisis
racional del sentido de la existencia humana, tanto individual como colectiva, fundado en la
comprensión del ser. Pese a ciertas semejanzas con la ciencia, la filosofía se distancia de ésta
ya que muchas de sus preguntas no pueden ser respondidas mediante el empirismo
experimental.

La filosofía se pregunta por el sentido de la vida, sobre la existencia de Dios, sobre la


existencia del alma, por la naturaleza del ser y del universo, qué es la verdad, qué es la
conciencia, o qué convierte los comportamientos en buenos o equivocados, etc.

Actividad

1. Define filosofía y describe cuáles son los temas de los que se ocupa.

2. ¿En que coincide y en qué se diferencia la filosofía de la religión y de la ciencia?

Contenido 2

VERITAS… ¿QUID EST VERITAS?

"La Verdad... ¿Qué es la Verdad?" Esta frase que pronunció Poncio Pilatos frente a Jesucristo
es una de las preguntas más esenciales del ser humano. ¿Existe la verdad absoluta? ¿La
verdad nos es dada por las fuerzas eternas del universo y es nuestra tarea descubrirla o, por el
contrario, la verdad es una construcción humana? ¿Existe una sola verdad omnipresente y
sempiterna o hay muchas verdades?

La lógica clásica afirma: “Si +A es cierto, entonces –A es falso.” Si algo es cierto, entonces su
opuesto tiene que ser falso. Hegel derrumbó esta premisa y la sustituyó con una nueva: “La
verdad se puede mover entre +A y –A.” El filósofo alemán nos enseñó que toda idea, que le
llamamos una tesis, puede ser confrontada con la idea opuesta, que llamamos antítesis, y de
estas dos ideas rivales podemos plantear una nueva idea que combine partes de ambas,
dando nacimiento a una síntesis. La verdad sería entonces, según Hegel, cuestionable y nunca
eterna. La verdad se construye.

Existen unos discursos que tienen estatuto y función de verdaderos: operan y circulan como
tales y, con frecuencia, nadie se cuestiona su veracidad. De tanto repetidas, las verdades
parecen naturales, descubiertas, perfectas. Al contrario que Kant, que, desde su isla de
racionalidad, pretendió la universalidad del conocimiento y la verdad, Foucault insinúa la
historicidad de los mismos. La lectura de sus textos nos sugiere que conocimiento y verdad
están configurados por el espacio y el tiempo, esto es, por el lugar y la época a la que
pertenecen. Según Foucault, la verdad no es universal ni eterna, sino una construcción social e
histórica, construida por los hombres.

Siguiendo con el filósofo francés Michel Foucault, en cada lugar y época se da una episteme
determinada, o, en otras palabras, un conjunto de relaciones que pueden conectar las diversas
prácticas discursivas existentes entre sí. Saber y verdad, en consecuencia, son producidos,
elaborados en relación a un contexto histórico y engendrados y promovidos por los seres
humanos. No existe tal cosa como “la verdad” única y originaria, ni un avance inexorable por
parte de nuestros saberes hacia ella. En el lugar y el momento en que se produce una verdad –
y, en consecuencia, se excluye y silencia otra-, se establecen unas reglas del juego, se inducen
formas de subjetividad, también se está ejerciendo el poder en una determinada dirección. Por
lo tanto, detrás de los saberes y sus discursos de verdad, se encuentra el poder.

Además de decretar cual es la forma correcta de ser y actuar para las personas -afirma
Foucault-, las “verdades” construidas generan los procedimientos disciplinarios que sujetan al
hombre a una serie de normas. Éstas ejercen su influencia en la organización y metodología
que sigue la enseñanza, por ejemplo, a través de la pedagogía; en el funcionamiento de una
fábrica o empresa, en las creencias y valores que poseen y transmiten las familias, etc. La
nuestra es una sociedad disciplinaria en la que una red invisible y difusa de poder que lo
atraviesa todo produce y reproduce nuestros hábitos, nuestras costumbres, nuestros
pensamientos, las experiencias y percepciones que tenemos de determinados objetos, y, en
definitiva, regula nuestras conductas.

Actividad:

1. ¿Qué quiere decir Hegel con su fórmula: “La verdad se puede mover entre +A y –A.”

2. Describe la diferencia entre Kant y Foucault acerca del conocimiento y la verdad.

3. Según Foucault, ¿Cómo se construyen el saber y la verdad? ¿Qué generan esas


verdades construidas?

4. Desde tu punto de vista, ¿Existe una verdad absoluta, universal y eterna? Argumenta tu
postura.

Contenido 3

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA - LÍNEA DEL TIEMPO

Contenido 4
EL MITO

A. LA CREACIÓN SEGÚN EL MITO JUEDOCRISTIANO

1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las
aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la
luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la
mañana un día. 6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas
de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la
expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8 Y llamó Dios a la
expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. 9 Dijo también Dios: Júntense las
aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10 Y llamó
Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11
Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé
fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la
tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya
semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el
día tercero. 14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el
día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por
lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios
las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera
menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17 Y las puso Dios en la
expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la
noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y la
mañana el día cuarto. 20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen
sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos
marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda
ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo:
Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres
vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue
así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo
animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. 2 Fueron,
pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2 Y acabó Dios en el día
séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 3 Y bendijo Dios al
día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la
creación26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los
cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he
dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y
que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los
cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será
para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran
manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

B. EL MITO PELASGO DE LA CREACIÓN (fotocopia)

C. EL MITO OLÍMPICO DE LA CREACIÓN (fotocopia)

Actividad

1- Caracterizar el pensamiento mítico utilizando los conceptos: sobrenatural, dioses, ritual.

2- Describir el mito pelasgo, el mito olímpico y el mito judeocristiano de la creación.

3- ¿Cuál de los tres mitos te parece más verosímil? ¿Por qué?


Contenidos 5 y 6

TRABAJO PRÁCTICO N 1
FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA

El inicio de la filosofía occidental se encuentra unido al problema y a la posible explicación


racional de la physis (naturaleza). Fueron los presocráticos los primeros pensadores que, en el
mundo occidental, intentaron dilucidar una explicación racional de la realidad en su conjunto y
de la realidad de las cosas, superando a los autores antiguos que habían basado sus
explicaciones en el concepto de mito.
Los filósofos presocráticos tienen como tema central de reflexión el problema de la naturaleza y
su origen.

TALES DE MILETO

Tales es considerado el primer filósofo por cuanto, frente a las explicaciones de la realidad de
carácter mítico y religioso, nos ofrece por primera vez una explicación basada en la razón, es
decir, en la que no se apela a entidades sobrenaturales para explicar lo real ni se admite lo
contradictorio, rechazándose, además, la heterogeneidad entre la causa y el efecto: si la
realidad es física, su causa ha de ser también física (el agua, por ejemplo).

En cuanto a su cosmología, afirmaba que la tierra estaba sobre el agua, flotando como un
disco. Se le atribuye la afirmación "todo es agua", que se ha interpretado en el sentido de que
Tales afirmaba que el agua era el elemento originario de la realidad, el principio de todas las
cosas, o bien en el sentido de que todas las cosas estaban constituidas o formadas por agua.
¿De dónde procede esta idea? Algunos afirman que Tales la tomó de la mitología oriental; la
mayoría, sin embargo, tienden a atribuirle un origen experimental, bien derivado de la
experiencia de lo húmedo y de la importancia de la humedad en el desarrollo de la vida, o bien
de la observación de la evaporación del agua, que hace que este elemento se transforme en
otro. En todo caso fue el primero que planteó la cuestión de la naturaleza última del mundo,
concibiendo las cosas como formas cambiantes de un primer y único elemento: el agua.

ANAXIMANDRO DE MILETO

Anaximandro fu discípulo y compañero de Tales, siendo unos catorce años más joven que él.
Se ocupó, al igual que Tales, de cuestiones prácticas relacionadas con la ciencia y se le
atribuye la elaboración de un mapa del mar Negro, probablemente para uso de los navegantes
milesios que viajaban por él. Al igual que otros filósofos griegos participó activamente en la vida
política de su ciudad, y se le atribuye la dirección de una expedición colonizadora a Apolonia.
Respecto a su actividad filosófica se le atribuye la composición de una obra en prosa, "Sobre la
naturaleza", en la que expone sus teorías.

Al igual que Tales buscó el elemento primordial y básico a partir del que se ha generado la
realidad; pero a diferencia de él consideró que dicho elemento o "arjé" (origen, principio) no
podía estar constituido por ninguno de los elementos conocidos, como el agua, ni tampoco por
ninguna clase particular de materia. Si ese primer elemento era la causa material de todo lo
existente había de ser la causa, por lo tanto, de toda materia particular, por lo que dicho
principio no podía identificarse con ninguna materia particular. Siendo su principio, su
comienzo, su fuente, había de ser algo necesariamente distinto; pero dado que nosotros sólo
conocemos las formas particulares de materia que emanan de ese primer principio hemos de
concluir que el "arjé" tiene que ser una materia desconocida para nosotros y, en cuanto tal, una
materia indeterminada, indefinida, ilimitada, a la que Anaximandro da el nombre de "ápeiron".
Eso es lo que parece transmitirnos alguno de los fragmentos conservados de Anaximandro.

Vemos, en definitiva, que Anaximandro afirma como primera causa de la realidad una causa
material: lo indefinido, lo indeterminado, lo infinito, a partir de la que evoluciona todo lo real. En
la medida en que se niega a identificar esta primera causa con un elemento material particular
su pensamiento supondrá un avance con respecto a Tales, en cuanto significa un considerable
esfuerzo de abstracción y coherencia racional.

PITÁGORAS DE SAMOS

La filosofía de Pitágoras se desarrolla en una doble vertiente: una místico-religiosa y otra


matemático-científica.

a) Por lo que respecta a la primera, el eje central está representado por la teoría de la
trasmigración de las almas y la consecuente afirmación del parentesco entre todos los seres
vivos. Según ella, las almas son entidades inmortales que se ven obligadas a permanecer en
cuerpos reencarnándose sucesivamente pasando de unos a otros durante un periodo de
tiempo indeterminado, hasta superar el proceso de reencarnaciones gracias a la purificación
(catarsis), que culmina en el regreso del alma a su lugar de origen. Para ello, era necesario
observar numerosas reglas de purificación, por ejemplo, la abstinencia de la carne, así como
diversas normas rituales y morales. Esta teoría será adaptada posteriormente por Platón,
constituyendo un elemento importante de su filosofía.

b) Respecto a la vertiente matemático-científica, Pitágoras afirmaba que los números eran el


principio (arjé) de todas las cosas.

No sabemos si se concebían los números como entidades físicas o si, por el contrario, se
afirmaba que el principio de la realidad era algo de carácter formal, es decir, no material (una
relación, una estructura...). Aristóteles pensaba que la doctrina pitagórica del número se basaba
en descubrimientos empíricos; por ejemplo, el hecho de que los intervalos musicales puedan
expresarse numéricamente. (De hecho los pitagóricos concedieron una gran importancia al
estudio de la música, vista su relación con las matemáticas. Esta relación la pudieron ir
ampliando al resto de objetos que constituyen la realidad, descubriendo en el número la razón
de todo lo real, lo que llevaría a convertirlo en el "arjé" de los milesios.) Parece, además, que
los pitagóricos concibieron los números espacialmente, identificando el punto geométrico con la
unidad aritmética. Las unidades tendrían, pues, extensión espacial y podrían ser consideradas,
como dice Aristóteles, como el elemento material de las cosas.

PARMÉNIDES DE ELEA

El siguiente poema de Parménides expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos


caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el primero
de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y
apariencia de conocimiento.

"Ea, pues, que yo voy a contarte (y presta tu atención al relato que me oigas)
los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir:
el uno, el de que es y no es posible que no sea,
es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad;
el otro, el de que no es y el de que es preciso que no sea,
este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable."

Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues, la vía de la verdad. Esta vía está basada
en la afirmación del ser: el ser es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es. El
ser es, lo uno es. La afirmación del ser se opone al cambio, al devenir, y a la multiplicidad.
Frente al devenir, al cambio de la realidad que habían afirmado los filósofos jonios y los
pitagóricos, Parménides alzara su voz que habla en nombre de la razón: la afirmación de que
algo cambia supone el reconocimiento de que ahora "es" algo que "no era" antes, lo que
resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación del cambio supone la
aceptación de este paso del "ser" "al "no ser" o viceversa, pero este paso es imposible, dice
Parménides, puesto que el "no ser" no es.

HERÁCLITO DE ÉFESO: La lucha de opuestos y el cambio constante

Debido a su vida solitaria y a la oscuridad de su filosofía, fue llamado “El oscuro”. Se cree que
sus obras quedaron recogidas en una sola titulada “De la naturaleza”, que trataba del universo,
la política y la teología. Afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante; el ente
deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada
escapa. El universo de Heráclito está, ciertamente, formado por contrarios en perpetua
oposición.

Es Heráclito el que cambia totalmente de orientación del pensamiento al observar que todo en
la realidad está en perpetuo cambio y que es imposible definir algo porque de inmediato esa
cosa se modifica y ya deja de ser lo que era para ser otra.

Nunca tenemos la misma experiencia ni vemos dos veces lo mismo porque las cosas cambian
en un constante devenir.
Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo
se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. El
universo de Heráclito está, ciertamente, formado por contrarios en perpetua oposición.

Si bien Heráclito no desprecia el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables
para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el
uso de la inteligencia. Al uso de los sentidos y de la inteligencia, hay que agregarle una actitud
crítica e indagadora. La mera acumulación de saberes no forma al verdadero sabio, porque
para Heráclito lo sabio es «uno y una sola cosa», esto es, la teoría de los opuestos. Quizás el
fragmento más conocido de su obra dice: “En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues]
somos y no somos [los mismos].”

La guerra o discordia es una metáfora que emplea Heráclito para expresar el cambio en el
mundo. Esta guerra es la que se produce entre opuestos (calor - frío - día - noche - salud
-enfermedad - guerra - paz) por lo que cabe inferir que el cambio en el mundo, según Heráclito,
se debería a esta lucha entre opuestos. Heráclito define la guerra o discordia como díke, el
camino señalado o regla normal de comportamiento.

EMPÉDOCLES DE AKRAGAS

Su personalidad está envuelta en la leyenda ya que, además de filósofo, fue conocido por sus
habilidades como médico y sus actividades relacionadas con la magia o con el chamanismo.
Se dice que fue discípulo de Pitágoras o, cuando menos, pitagórico y maestro del sofista
Gorgias de Leontini, atribuyéndosele también la creación de la retórica.

Por lo que respecta a la naturaleza Empédocles aceptó el postulado parmenídeo de la


permanencia del ser; pero tratará de dar una explicación del cambio, negándose a aceptar el
carácter ilusorio la realidad sensible. Para solucionar las aporías en las que habían caído los
anteriores filósofos Empédocles postula la existencia de cuatro elementos (fuego, tierra, aire,
agua) cada uno de ellos con las características de permanencia e inmutabilidad del ser, y la
existencia de dos fuerzas cósmicas (Amor, Odio) que actuarán como causa de la combinación
o disociación de los elementos.
Consignas:

1 ¿Cuál es la diferencia fundamental entre el pensamiento mítico y la filosofía presocrática?

2 Origen de todas las cosas según: a) Tales, b) Anaximandro, c) Pitágoras y d) Empédocles.

3 Desarrolla brevemente las dos vertientes de la filosofía de Pitágoras.

4 Diferencia los conceptos de verdad, opinión y cambio según Parménides.

5 Describe la visión de Heráclito sobre el devenir y la lucha de opuestos.

6 Escribe un texto con tu punto de vista relacionando la filosofía de Heráclito con la de


Parménides.

Contenido 7
FILOSOFÍA CLASICA

La filosofía griega constituyó el fundamento de toda la especulación filosófica en el mundo


occidental. Las hipótesis intuitivas de los antiguos griegos presagiaron diversas teorías de la
ciencia moderna, incluso muchas de las ideas morales elaboradas por los filósofos griegos han
sido incorporadas a la doctrina moral cristiana. Las ideas políticas desarrolladas por los
pensadores griegos han influenciado a muchos líderes políticos a lo largo de la historia. Los
representantes principales de este período son los sofistas y los filósofos (Sócrates, Platón y
Aristóteles)

Los sofistas
El materialismo aplicado a la vida diaria inspiró la filosofía de un grupo conocido como los
sofistas, que surgió en el siglo V a.C. haciendo hincapié en la importancia de la percepción
humana, sofistas como Protágoras dudaban que la humanidad pudiera ser capaz de alcanzar
nunca la verdad objetiva a través de la razón, y defendían que el éxito material, en lugar de la
verdad, debía ser el propósito de la vida:
Sofistas (del griego sophi, 'experto', 'maestro artífice', 'hombre de sabiduría'), en su origen,
nombre aplicado por los antiguos griegos a los hombres eruditos, tales como los Siete Sabios
de Grecia; en el siglo V a.C., nombre que se daba a los maestros itinerantes que
proporcionaban instrucción en diversas ramas del conocimiento a cambio de unos honorarios
convenidos con antelación. Personas que compartían puntos de vista filosóficos mucho más
amplios que los de una escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios filósofos
anteriores; pero, basándose en su interpretación de ese pensamiento filosófico anterior, casi
todos ellos concluyeron afirmando que la verdad y la moral eran en esencia materias opinables.
Así, en sus propias enseñanzas tendían a enfatizar formas de expresión persuasivas, como el
arte de la retórica, que facilitaba a los discípulos técnicas útiles para alcanzar el éxito en la vida,
en especial en la vida pública. Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo, sobre
todo en Atenas; sin embargo, su escepticismo de la verdad absoluta y la moral suscitó a la
postre fuertes críticas. Sócrates, Platón y Aristóteles pusieron en tela de juicio los fundamentos
filosóficos de las enseñanzas de los sofistas. Platón y Aristóteles les censuraron por aceptar
dinero. Más tarde, fueron acusados por el Estado de carecer de moral. Como consecuencia, la
palabra sofista adquirió un significado despectivo, al igual que el moderno término sofisma, que
puede ser definido como astuto y engañoso o como argumentación o razonamiento falsos. No
obstante, diversas corrientes filosóficas han reivindicado el sofismo como un espíritu crítico,
desde mediados del siglo XX. Autores tan dispares como el rumano Emil Michel Cioran, el
español Fernando Savater y diversos teóricos del postmodernismo han elaborado el gran
elogio doctrinal del sofismo. En último extremo, los sofistas fueron de importancia menor en el
desarrollo histórico del pensamiento filosófico occidental. Fueron, sin embargo, los primeros en
sistematizar la educación. Entre los principales sofistas del siglo IV a.C. destacan Protágoras,
Gorgias, Hipias de Elide y Prodicus de Ceos.

Actividad
1. Define Filosofía Clásica.
2. ¿A qué se dedicaban los sofistas? ¿Cuál era su punto de vista acerca de la verdad?
3. Describe los aspectos positivos y negativos que le atribuyen a los sofistas.
4. ¿Qué opinión te merecen los sofistas?

Contenido 8
Sócrates (469-399 a. de C.)

Nacido de padre escultor y madre comadrona, fue un buen ciudadano de su patria natal,
Atenas, a la que sirvió como soldado en varias batallas de la guerra del Peloponeso. Sin
embargo, jamás quiso participar en actividades políticas, por impedírselo sus convicciones
filosóficas.
No escribió ningún libro ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe
con certeza sobre su personalidad y su forma de pensar se extrae de los trabajos de dos de
sus discípulos más notables: Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro y el
historiador Jenofonte.
Al final de su vida se presentó contra él la acusación de no creer en los dioses de la ciudad y
corromper a la Juventud; fue considerado culpable y se le condenó a suicidarse bebiendo
cicuta. Su discípulo Platón haría más tarde, la apología del sereno comportamiento de Sócrates
frente a la muerte.
Los restos conservados de las obras que nos hablan de Sócrates (los diálogos de Platón,
Antístenes y Esquines) difieren en muchos aspectos concretos, pero todos ellos están
orientados a ensalzar la personalidad del maestro.

La ética y la moral
El punto de partida de la filosofía socrática es el problema moral, la autoconciencia ("conócete
a ti mismo»). Desarrollando esta idea. Sócrates se preocupó fundamentalmente por problemas
éticos y procuró investigar conceptualmente la esencia permanente de lo justo, lo bueno, lo
bello, etc. Sus investigaciones revisten la forma de preguntas sobre conceptos generales de
carácter moral: ¿Qué es la piedad?, ¿qué es el valor?, ¿qué es el autodominio?
Moral es el conjunto de principios, criterios, normas y valores que dirigen nuestro
comportamiento. La moral nos hace actuar de una determinada manera y nos permite saber
qué debemos hacer en una situación concreta. Ética es la reflexión teórica sobre la moral. La
ética es la encargada de discutir y fundamentar reflexivamente ese conjunto de principios o
normas que constituyen nuestra moral.
Como conclusión: moral y ética se plantean cuestiones distintas. La moral tiene que ver con el
nivel práctico de la acción y la ética con el nivel teórico de la reflexión.

Método inductivo
Sócrates pretendió fundamentar un conocimiento riguroso, hacer de la filosofía una ciencia.
Para ello defendió el método inductivo y condenó el método deductivo de los presocráticos: no
hay que partir de afirmaciones sobre la totalidad del mundo, como hacen los primeros filósofos,
sino observar empíricamente, experimentalmente, la realidad concreta y. en todo caso, inducir
de aquí leyes o principios generales.

Dialéctica y Mayéutica
El método de Sócrates era dialéctico: después de plantear una proposición, hacía una serie de
preguntas destinadas a analizar y depurar la proposición examinando sus consecuencias y
comprobando si coincidía con los hechos conocidos. Sócrates creía en la superioridad de la
discusión sobre la escritura y por lo tanto pasó la mayor parte de su vida de adulto en los
mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que
quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Un método denominado
mayéutica, o arte de alumbrar los espíritus, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus
propias verdades a través de las preguntas que le va haciendo el maestro.

Actividad
1. Escribe una pequeña biografía de Sócrates.
2. ¿Cuáles fueron los dos temas principales de los que se ocupó Sócrates? Describilos.
3. ¿Qué es el método inductivo en la ciencia?.
4. Describe los dos métodos que utilizaba Sócrates para llegar a la verdad en sus
enseñanzas.

Contenido 9
Platón (428-347 a. de C.)

Nació en Atenas. Su verdadero nombre era Aristocles; el de Platón, con que ha pasado a la
posteridad, era un mote que significaba «ancho de espaldas».
Perteneció a una clase social acomodada, lo que le permitió recibir una educación esmerada
en diversas materias: literatura, gimnasia, música- pintura, poesía, etc. Inició sus estudios
filosóficos con Cratilo, discípulo de Heráclito y los perfeccionó, a partir de los 20 años. con
Sócrates- Fue discípulo de éste y recibió su influencia hasta un punto tal que ha sido difícil
decidir cuáles de sus aportaciones filosóficas son originales y cuáles son obra de su maestro.
Tras la muerte de Sócrates. Platón se dedicó a viajar por el mundo conocido: en Egiptoy Cirené
entró en contacto con el saber matemático y astronómico de su tiempo: en la Magna Grecia
pasó algún tiempo con una secta de pitagóricos, y en sus tres viajes a Sicilia trató de crear un
régimen político en el que experimentar sus teorías sobre el Estado, expuestas en su obra La
República, pero sin conseguir resultados positivos.
A los 40 años de edad fundó la Academia, primera escuela filosófica organizada en plan
pedagógico. Enseñó en ella durante veinte años los más diversos temas: filosofía, matemática,
astronomía, zoología, etcétera.
Los años de la Academia fueron los de su madurez creadora y durante ellos escribió sus obras
más importantes: una Apología de Sócrates, 34 diálogos y 13 cartas (quizás apócrifas). La obra
platónica es una de las primeras obras verdaderamente filosóficas por lo que tiene de saber
totalizador y universal, ya que trata de los más diversos aspectos de la cultura: político, ético,
físico, astronómico, teológico, etcétera.
Platón sufrió la influencia de cuatro grandes filósofos: de Pitágoras adoptó elementos del
orfismo: la tendencia religiosa, la creencia en la inmortalidad del alma humana, el tono
sacerdotal; de Parménides aprendió que la auténtica realidad es eterna, inmutable e
intemporal, y que el cambio que parecen captar nuestros sentidos corporales no es mas que
eso: apariencia, ilusión; de Heráclito extrajo la visión crítica del inmovilismo parmenídeo: el
dinamismo heraclíteo afirma que nada es permanente («todo fluye») en el mundo sensible; de
Sócrates, la preocupación por problemas éticos y sus ideas políticas aristocráticas y
antidemócratas.
Platón expuso su doctrina en forma de diálogos, tal vez porque en su época era preponderante
la forma de comunicación oral y porque el diálogo es la forma de escribir que más se asemeja a
la de hablar.
Para Platón, el mundo inteligible es el único mundo que se merece verdaderamente el nombre
de realidad, pues él es quien proporciona las formas, las ideas, los modelos, de los cuales el
mundo natural no es más que mera copia, reflejos, imitación. Por otra parte, la distinción
platónica entre un mundo sensible y un mundo inteligible (de las ideas) lleva aparejada la
distinción entre conocimiento empírico (sensitivo) y conocimiento intelectivo.
Platón fue el autor de la primera utopía política de la historia de la cultura. Una utopía es la
descripción de una imaginaria sociedad perfecta, con un carácter programático (es decir, con la
intención de que la sociedad existente se rija, en un plazo mayor o menor de tiempo, por los
principios políticos enunciados en la utopía).
La utopía de Platón se encuentra en su obra más conocida: La República. Su planteamiento
político es muy original. Se basa en su propia teoría de que la sociedad no será perfecta hasta
que los filósofos se hagan reyes o los reyes se conviertan en filósofos. En términos actuales,
diríamos que lo que nos propone Platón es una especie de régimen de dictadura de los
intelectuales (Política).

El mito de la caverna (República, VII)


I - Y a continuación -seguí-, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a
la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta
a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella
desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y
mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de
ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los
encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un
tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de
las cuales exhiben aquellos sus maravillas.
- Ya lo veo-dijo.
- Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de
objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de
piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural,
unos que vayan hablando y otros que estén callados.
- ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros!
- Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra
cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la
parte de la caverna que está frente a ellos?
- ¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?
- ¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?
- ¿Qué otra cosa van a ver?
- Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a
aquellas sombras que veían pasar ante ellos?
- Forzosamente.
- ¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez
que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la
sombra que veían pasar?
- No, ¡por Zeus!- dijo.
- Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que
las sombras de los objetos fabricados.
- Es enteramente forzoso-dijo.
- Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su
ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera
desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y
cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver
aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera d alguien
que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de
la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera
mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es
cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le
parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?
- Mucho más-dijo.
II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que
se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría
qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra .?
- Así es -dijo.
- Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada
subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y
llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de
ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?
- No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento.
- Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería
más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros
objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería
más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz
de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.
- ¿Cómo no?
- Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro
lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. él
estaría en condiciones de mirar y contemplar.
- Necesariamente -dijo.
- Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y
los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas
aquellas cosas que ellos veían.
- Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.
- ¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus
antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que
les compadecería a ellos?
- Efectivamente.
- Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran
los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y
acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con
otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder,
¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de
honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría
decididamente "trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro
destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?
- Eso es lo que creo yo -dijo -: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.
- Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no
crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?
- Ciertamente -dijo.
- Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente
encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado
todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para
acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto
con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión?
¿Y no matarían; si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara
desatarles y hacerles subir?.
- Claro que sí -dijo.
III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se
ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-
prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del. sol. En cuanto a la subida al mundo
de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma
hasta la. región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas
conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí
me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien,
pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay
en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de
ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por
fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
- También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo.

Actividad

1. Relata una breve biografía de Platón


2. Describe la influencia recibida por Platón de los 4 filósofos.
3. ¿Cómo es la sociedad perfecta según Platón?
4. Relata un resumen del mito de la caverna y explica su significado.
Contenido 10
Filosofía clásica: Aristóteles (384-322 a. de C.)

Nació en Estagira (región de Tracia). Fue hijo del médico de cabecera del rey Amintas de
Macedonia. A los 18 años entró en la Academia platónica, y en ella permaneció durante dos
décadas, hasta la muerte de Platón, por quien siempre sintió una gran admiración. En el año 342 a.
de C. fue llamado por el rey Filipo de Macedonia para que se encargara de la educación de su hijo
Alejandro Magno. En el año 335 a. de C. regresó a Atenas y fundó su propia escuela: el Liceo (así
llamado por estar en la plaza de Apolo Licio), que al principio tuvo características similares a las de
la Academia, pero que con los años se convirtió en un círculo de investigación científica y cultural.

La primera época de Aristóteles es puramente platónica, tanto en la forma como en el contenido.


En su época de transición se enfrentó con algunas de las ideas del maestro, especialmente con su
teoría de las ideas, aunque siempre con mucho respeto («Siendo Platón y la verdad igual de
amigos míos, siento el imperioso deber de colocar a la verdad por delante»). Y, por fin, ya en su
época de madurez, en el Liceo, elaboró sus propias teorías filosóficas.

La obra de este período de esplendor puede dividirse así:

a. La lógica

Mientras la ciencia anatómica sería un análisis de los cuerpos, la ciencia lógica sería un análisis del
pensamiento o del medio con el que se expresa este pensamiento: el lenguaje. Aristóteles
descubrió que el espíritu (el pensamiento, el lenguaje) posee una estructura interna similar a la de
la materia. Así, desmenuzó el espíritu humano y extrajo tres elementos fundamentales: el concepto,
el juicio, y el raciocinio.

El concepto es la representación intelectual abstracta de un objeto. El hombre conoce las cosas


que le rodean de una manera sensible (este monte, esta silla, este hombre), pero tiene una facultad
(abstracción) que le permite prescindir de las características concretas y accidentales de los
objetos y referirse a sus aspectos esenciales, es decir, le permite saber qué es el monte, la silla, el
hombre, etcétera, Estos aspectos esenciales constituyen la idea, el concepto o, en términos
aristotélicos, el universal.

El raciocinio es aquella forma lógica que consiste en inferir un juicio desconocido a partir de otros
conocidos. Hay dos clases de raciocinios: los deductivos (que a partir de una afirmación universal
deducen una afirmación particular), y los inductivos (que siguen el camino inverso: van de la
recolección de datos particulares a la afirmación de una verdad universal). Para Aristóteles, la
forma perfecta de raciocinio es el deductivo, al que llamó silogismo. La teoría de los silogismos
(descripción de su forma, de su empleo, de sus leyes, etcétera) constituye el núcleo de la lógica
aristotélica.

En Lógica, el silogismo es un razonamiento (paso de verdades conocidas a verdades ignoradas) de


tipo deductivo (va de lo general a lo particular) que parte de dos premisas (afirmaciones) de las
cuales se extrae o infiere una conclusión, que no debe agregar nada a lo contenido en las
premisas.

Las proposiciones a diferencia de las preguntas, las órdenes y las exclamaciones pueden ser
verdaderas o falsas. Sin embargo los silogismos no son ni verdaderos ni falsos, sino válidos o
inválidos, pues un razonamiento que parte de premisas falsas puede ser válido, aunque la
conclusión sea falsa, si la conclusión deriva necesariamente de las premisas. Lo que importa es su
estructura formal.

Para que un silogismo sea verdadero debe partir de premisas verdaderas e indemostrables,
definiciones o axiomas, lo que fue llamado por Aristóteles silogismo científico, donde ciencia y
demostración son sinónimos, pues los conocimientos científicos deben basarse en la demostración.

Un silogismo es válido cuando sus premisas ofrecen un fundamento seguro para obtener una
conclusión, de tal modo que si las premisas son verdaderas, también lo será la conclusión.

Ejemplos:
Silogismo válido con premisas verdaderas (razonamiento apodíctico)
1. Todos los perros ladran. – 2. Toby es un perro. - 3. Por lo tanto, Toby ladra.

Silogismo válido con premisas falsas:


1.Todos los hombres son inteligentes. 2.Todos los seres inteligentes son felices. 3. Por lo tanto:
Todos los hombres son felices.

b. La metafísica
Aristóteles es también el fundador de una nueva disciplina filosófica: la metafísica.
El objeto fundamental de estudio metafísico es el ser de las cosas. Las distintas ciencias
particulares estudian los objetos de este mundo ateniéndose a características específicas de ellos;
así, la física estudia los objetos en cuanto móviles, la química, en cuanto mutables y
reorganizables, la biología, en cuanto vivos, etcétera. La metafísica estudiará a los objetos en
cuanto existentes y la definió así: «Es la ciencia del ser en cuanto ser». Ahora bien, Aristóteles no
dedicó su atención a todos los seres, sino a aquel ser modélico, arquetípico que es Dios, el más
perfecto de todos los seres. Así, la Metafísica se convirtió en una especie de teología. Las
concepciones éticas de Aristóteles no son muy originales, limitándose a ser la formulación en
términos filosóficos de las ideas dominantes sobre el ethos (comportamiento, conducta) en la
sociedad de su tiempo.

c. La política
La obra política de Aristóteles es una de las primeras grandes sistematizaciones de la política de
los pueblos. En ella partió de un enorme cúmulo de material empírico (el estudio de las
constituciones políticas de la mayoría de las ciudades conocidas de su época). Para él, el Estado
es la forma superior de las comunidades humanas. La primera institución natural es la familia
(basada en dos tipos de relaciones: marido-mujer, amo-esclavo). La unión de varias familias
constituye una aldea y la unión de varias aldeas autónomas y autosuficientes constituye un Estado,
una polis. Según Aristóteles el hombre sólo puede realizarse plenamente en el interior de una
comunidad política. Lo definió como zoon politíkón, o sea, «animal político».
En cuanto a las formas de gobierno, delineó especulativamente un cuadro de regímenes políticos
posibles, considerando tres formas de gobierno aceptables y tres formas condenables:

Monarquía: Gobierno de uno solo.


Aristocracia: Gobierno de los mejores
Democracia: Gobierno de la multitud

Todos estos sistemas deben buscar el bien y la felicidad de todos. Cuando esto no ocurre aparecen
perversiones o degeneraciones:

La Monarquía da lugar a la Tiranía


La Aristocracia da lugar a la Oligarquía
La Democracia da lugar a la Demagogia

Aristóteles insinúa que el gobierno ideal puede ser el de una clase intermedia. De cualquier forma,
afirma que cualquier forma de gobierno es buena si respeta la felicidad, el bien y utilidad de todos.

Actividad

1. Redacta una pequeña biografía de Aristóteles.


2. Características de las tres etapas de la filosofía aristotélica.
3. Escribe un resumen de los tres grandes temas estudiados por Aristóteles en su época del
Liceo.
4. Define silogismo. Escribe un silogismo valido con premisas verdaderas y otro silogismo valido
con premisas falsas.

Contenido 11

Filosofía Medieval

Durante la Edad Media la filosofía bebió del cristianismo, por el que explicaba la existencia y los
fenómenos del mundo que les rodeaba. La Verdad era buscada en la Biblia, libro de máxima
sabiduría, según la cual Dios creó el mundo y a todas las personas. El cristianismo se convertirá,
además de en una religión, en una solución para dilucidar las cuestiones más comunes en la
época, cambiando el paradigma que había imperado en la filosofía de la etapa anterior, basada en
la razón y la ciencia.
De la Edad Medieval hemos conservado magníficas obras filosóficas que han servido no sólo como
base sino también como inspiración a multitud de estudiosos en etapas posteriores.

La Patrística
La primera etapa en la filosofía medieval es aquella que corresponde a la articulación definitiva de
los dogmas cristianos, su defensa ante otras religiones y a la iniciación a la humanidad en la
Verdad de Cristo, la única posible. Estos primeros hombres fueron llamados Padres de la Iglesia y
su estudio y difusión se denominó Patrística, cuyo hombre más destacado fue San Agustín. Su
filosofía se encuadra en lo que se ha dado en llamar neoplatonismo y es que a él corresponde una
reinterpretación de Platón bajo un tinte cristiano: Agustín (354-430) es el último gran filósofo de la
antigüedad y principio de la modernidad, el límite entre dos formas de entender y pensar la filosofía.
Se presenta como un buscador afanoso de la Verdad que hace del Saber una cuestión de vida o
muerte y ello lo consigue al describir, según sus escritos, la profunda vena religiosa de Platón
resumida así: no hay posibilidad de conocer sin amar porque el conocimiento es amor y sólo
amando, llegando a Dios, conocemos con certeza. Todo conocimiento de Verdad se conoce a
través de la luz de Dios.
Para San Agustín, entonces, razón y fe no están necesariamente en oposición, sino que su relación
es de complementariedad. Según él, la fe es un modo de pensar asintiendo, y si no existiese el
pensamiento, no existiría la fe. Por eso la inteligencia es la recompensa de la fe. La fe y la razón
son dos campos que necesitan ser equilibrados y complementados.
A través de la Patrística -del estudio de los padres- San Agustín recibe la oportunidad de solucionar
el problema de Fe y Razón aunque no parte de distinguir entre la religión y la filosofía sino que
considera a las dos como soluciones equivalentes para una necesidad vital del hombre que es la
posesión de la Verdad.

La Escolástica
La segunda etapa en la filosofía medieval, la Escolástica, surgirá a partir del siglo XIII. Dicha
centuria se convertirá en el siglo de la metafísica, consecuencia del conocimiento de Aristóteles y
del neoplatonismo greco-árabe cuyo objetivo principal es descubrir las causas profundas o
esenciales y después practicar a partir de ellas el método científico por excelencia con la
reinterpretación de Aristóteles, gracias a nuevas traducciones que se realizan en las escuelas y
universidades entre las que destacaremos la Escuela de Traductores de Toledo. En estos
espacios, surgidos todos en tiempos del Medievo, se va a cultivar un saber principalmente teológico
y filosófico por el que a través de la ciencia de Aristóteles, se intentará explicar la existencia
sobrenatural de Dios. A pesar de que la Escolástica es principalmente teología, es esencialmente
filosofía. La Escolástica trata problemas filosóficos que surgen con ocasión de cuestiones religiosas
y teológicas.
Uno de los máximos representantes será el árabe Averroes, quien se afana por una interpretación
literal del filósofo griego, afirmando la existencia de la Doble Verdad, representada en la religión y
la filosofía. Averroes ha obtenido el reconocimiento por ser el filósofo que consagró el triunfo de
Aristóteles entre los árabes, a quien procesa una profunda admiración, como lo demuestran sus
tres obras en las que comenta los libros del griego, ejerciendo una influencia profunda entre los
latinos.
Dentro de esta corriente también encontramos a Santo Tomás de Aquino quien desarrolló una
teoría que conjugaba las posibilidades del cristianismo con las ideas aristotélicas, que con el tiempo
se convertirán en las ideas oficiales del catolicismo. Claro seguidor de Aristóteles, Santo Tomás
logra de un modo sorprendente hacerlo compatible con la doctrina cristiana, razón que sin duda
explica el éxito que pronto tuvo en toda la cultura cristiana medieval y moderna. No es menor
mérito de Santo Tomás el equilibrio que parece lograr entre la razón y su ejercicio y
la fe y su práctica; los dos ámbitos le interesaron, aunque, sin duda, el motor de su
extraordinario esfuerzo filosófico fue la experiencia religiosa que siempre le acompañó.

Actividad
1- Describe las características generales de la filosofía medieval y comenta qué cambio produjo
con respecto a la filosofía griega clásica.
2- a. La patrística: Ideas principales.
b. Filosofía de San Agustín.
3- a. La escolástica: Ideas principales.
b. Filosofía de Averroes
c. Filosofía de Santo Tomás de Aquino.

Contenido 12
Filosofía del Renacimiento

Se denomina "Renacimiento" a un período de la historia de Occidente (finales del s. XIV a


finales del s. XVI, aproximadamente) que comenzó en Italia y se expandió por Europa. Supuso
unos modelos culturales y sociales distintos a los principios característicos del mundo medieval.
Sin embargo, estos no fueron el resultado de un cambio brusco de mentalidad, sino
consecuencia de una evolución progresiva, en todos los órdenes, desde los siglos previos. Así,
en política, se produce la creación y desarrollo de poderosas monarquías y de los
nacionalismos; en la economía se genera un predominio de la actividad mercantil, y la pujante
importancia de la burguesía y de las ciudades, son algunos de los aspectos, entre otros
muchos, que ponen de relieve la notable transformación operada sobre las estructuras de la
Edad Media.
En el ámbito del pensamiento o de las ideas, el Renacimiento se caracteriza por una serie de
notas: resurgimiento de la Antigüedad clásica griega, crisis de creencias e ideas, desarrollo de
la individualidad, fermentación de nuevas concepciones sobre el hombre y el mundo, confianza
en la posibilidad del conocimiento y dominio de la Naturaleza, tendencias escépticas, exaltación
mística, actitud crítica, etc. Así, como consecuencia de este individualismo y valoración de lo
humano, también se produce el desarrollo de una religiosidad más íntima, desprovista del
ceremonial característico de la liturgia medieval.
En el Renacimiento, Dios y el cristianismo dejaron de ser el punto central del pensamiento para
dar paso al hombre como punto central. Un ejemplo puede ser el dibujo del Hombre de Vitruvio
de Leonardo da Vinci, en el cual muestra la precisión del hombre como medida de todas las
cosas. Por consiguiente, frente al teocentrismo medieval, el espíritu de la época renacentista se
manifiesta en la idea del hombre como centro del universo y de la naturaleza como espacio
vital.

Maquiavelo
Las ideas del florentino Nicolás Maquiavelo (1469-1527) provocan las más contradictorias
opiniones: mientras unos lo consideraban padre de la descreencia y apólogo de la crueldad y la
tiranía otros lo han valorado como iniciador del pensamiento político moderno o crítico
encubierto del despotismo.

EL PRÍNCIPE:
“El príncipe”, escrita en 1513, es la obra más relevante de Maquiavelo y la más polémica, en
ella se pretende explicar los medios por los que un príncipe (jefe de un principado) puede
mantenerse en el poder analizando las causas por las que muchos perdieron el poder y otros lo
conservaron. El tratado por lo tanto no pretende ser una obra de cómo deberían actuar los
poderosos sino como se tiene que actuar cuando se tiene el poder para conservarlo.
Según Maquiavelo el ser humano es fácilmente engatusado por las apariencias y más pronto a
obedecer por miedo que por voluntad propia. El hombre atiende a la ley pero también a la
fuerza; sería maravilloso que los hombres atendiesen siempre a la ley pero como esto no es así
el príncipe debe saber cómo utilizar la fuerza. Los príncipes que han hecho uso de la fuerza
desmedida no han obtenido sus propósitos porque han soliviantado a los nobles o al pueblo;
los príncipes que han renunciado a la fuerza han sido tomados por débiles y han perdido
igualmente el poder.
Hemos visto que muchos gobernantes perdieron el poder por ejercer la fuerza
desmedidamente entonces, ¿cómo se debe de administrar la fuerza? El príncipe debe intentar
ser amado y temido pero si no puede conseguir ambas cosas debe preferir ser temido ya que la
gente obedece más firmemente a alguien por miedo que por amor.

Actividad
1. ¿Cuándo y dónde surgió el renacimiento?
2. Describe los cambios que introdujo el Renacimiento con respecto al Medioevo
3. Maquiavelo:
a. País natal
b. ¿Cuál es el tema que desarrolla en su tratado “El Príncipe”?
Contenido 13
FILOSOFIA MODERNA

Los rasgos más importantes de la filosofía moderna son:

 Independencia del ejercicio de la razón y de la filosofía respecto de la fe y la teología;


 Estudio del sujeto (tanto del sujeto moral como del sujeto que conoce), de sus estructuras y
mecanismos;
 Mayor preocupación por las cuestiones relativas al conocimiento (elementos, procesos y
fundamentación del saber) que de cuestiones ontológicas (aunque de ningún modo éstas
fueron olvidadas);
 Fascinación por los resultados de las ciencias y de la calidad de su conocimiento, tanto de
la matemática como de la nueva ciencia o física matemática.

En el siguiente esquema se citan las corrientes y autores más importantes de esta época. En el
apartado relativo a la Ilustración se incluyen sólo los ilustrados franceses, pero no se debe olvidar
que Locke, Hume y Kant son también destacados defensores de este movimiento.

1. Racionalismo
a) Descartes (1596-1650) Spinoza (1632-1677) Malebranche (1638-1715) Leibniz (1646-1716)
Contractualistas: Hobbes-Locke-Rousseau
2. Empirismo
Locke (1632-1704) Hume (1711-1776) Berkeley (1685-1753)
3. Ilustración
Voltaire (1694-1778) Diderot (1713-1784) Rousseau (1712-1786)
4. El Idealismo: Kant (1724-1804) Hegel
5. Filosofía político-económica
Marx
6. Irracionalismo
Nietszche
7. Contemporánea
Foucault

Contenido 14
RACIONALISMO

Movimiento filosófico desarrollado particularmente en la Europa continental durante los siglos XVII y
XVIII y caracterizado por la primacía que dieron a la razón en la fundamentación del conocimiento,
la fascinación por la matemática y la defensa de la existencia de ideas innatas y de la intuición
intelectual.
El término “racionalismo” tiene un significado muy amplio: en general, llamamos racionalista a toda
posición filosófica que prima el uso de la razón frente a otras instancias como la fe, la autoridad, la
vida, lo irracional, la experiencia empírica, ... Es racionalista todo aquél que cree que el
fundamento, el principio supremo, es la razón. Junto con ello, cabe ser racionalista en relación con
un género de cuestiones y no serlo en relación con otro: por ejemplo se puede reivindicar la
necesidad del ejercicio de la razón en política y rechazarlo en religión.
René Descartes
René Descartes nació en el año 1596 en La Haye, un pueblo francés que actualmente se denomina
Descartes. Desarrolló su educación en el colegio jesuita de La Flèche, donde recibió una
importante formación clásica y filosófica, basada esta última en las teorías de Aristóteles. A partir
de 1612 comienza una época más aventurera en su vida tratando de descubrir por sí mismo lo que
no había encontrado en los libros. Se licencia en Leyes, participa en las guerras entre católicos y
protestantes (llegando a formar parte de los dos ejércitos), viaja por los Países Bajos, Suecia y
Dinamarca, y pasa algunas temporadas en París. Tras esta época decide marchar a Holanda, lugar
donde encuentra una mayor tolerancia intelectual que le permite elaborar sus principales obras: El
discurso del método, Las meditaciones metafísicas, Los Principios de la Filosofía… La fama que
alcanza Descartes como matemático y como filósofo hacen que la reina Cristina de Suecia lo llame
a su Corte para que imparta allí sus clases. Pero Descartes no soportó por mucho tiempo el clima
nórdico y falleció a la edad de cincuenta y tres años. Varios años más tarde sus obras fueron
incluidas en el Índice de libros prohibidos de la Inquisición, lo que significaba que ser cartesiano
podía convertirse en un crimen.
El racionalismo de Descartes.
Las ideas de Descartes acerca del conocimiento se sitúan dentro de la llamada corriente
racionalista que, con frecuencia, se contrapone al empirismo. De forma general, los autores
racionalistas (Leibniz, Spinoza o el propio Descartes) desarrollaron sus ideas en los siglos XVII y
XVIII, compartiendo los siguientes rasgos:
1) Las matemáticas representan el modelo de conocimiento científico, riguroso y exacto. La
filosofía debe seguir el modo de proceder que aparece en las matemáticas. No hay que olvidar
que Descartes fue un gran matemático –a él se deben los ejes cartesianos y que Leibniz
inventó el cálculo infinitesimal-.

2) El innatismo de las ideas. Los racionalistas creen que hay en la mente humana un conjunto
de principios o conceptos que no proceden del exterior, sino que se encuentran en ella desde el
nacimiento. Estas ideas innatas son básicas para cualquier ciencia o conocimiento humano.

3) Confianza en la razón. Esta confianza la hereda el racionalismo del Renacimiento. Si en el


periodo medieval, la razón se subordinaba a la fe, en el Renacimiento se va a defender la
autonomía de la Razón por encima de la tradición religiosa. La razón es el fundamento de la
ciencia y es el instrumento a partir del cual el hombre puede dominar el mundo.

4) Minusvaloración del conocimiento sensible. Para los racionalistas, los sentidos pueden llevar
a engaño. La sensibilidad no tiene el carácter universal y necesario de la razón.

5) Centralidad del método. Para pensar correctamente hay que pensar ordenadamente, hay
que seguir un método, hay que avanzar paso a paso. El método es el camino que conduce a la
verdad.

Actividad
1. Redacta un biografia de Descartes
2. Desarrolla los cinco puntos principales de la filosofía de Descartes

Contenido 15
EMPIRISMO

Cuando hablamos de Racionalismo, dijimos que esta corriente filosófica puede resumirse con
la frase “Cogito, ego sum” que es Pienso, luego existo. Esta verdad (la existencia del yo), es
evidente, firme y segura, resistente a toda duda y por tanto puede ser aceptada como el primer
principio firme y sólido de su filosofía. Es una verdad intuida, conocida directamente. Descartes
en su propio pensamiento ve necesariamente la existencia.
Llamamos racionalismo, entonces, a toda posición filosófica que prima el uso de la razón
frente a otras instancias como la fe, la autoridad, la vida, lo irracional, la experiencia
empírica, ... Es racionalista todo aquél que cree que el fundamento, el principio supremo, es la
razón. Para los racionalistas, los sentidos pueden llevar a engaño. La sensibilidad no tiene el
carácter universal y necesario de la razón.
El empirismo, por el contrario, asevera que el conocimiento nace de los sentidos y la
experiencia. También se trata de una estructura de tipo filosófico basada, justamente, en los
datos que se desprenden de toda experiencia.
En este sentido, podríamos establecer que el empirismo se sustenta básicamente en dos
principios fundamentales. Por un lado, lleva a cabo la negación de la absolutización de la
verdad, estableciendo además que el hombre no puede acceder a la verdad absoluta. Y por
otro lado, deja patente que toda verdad debe ser siempre puesta a prueba dando lugar a que, a
partir de la experiencia, aquella se pueda modificar, corregir o desamparar.

El inglés John Locke (1632-1704) fue el primero que formuló de modo explícito la doctrina del
empirismo. Locke consideraba que el cerebro de un recién nacido es como una tabla rasa, en
la cual las vivencias dejan huellas. Por lo tanto, el empirismo considera que los seres humanos
carecen de ideas innatas. Nada puede ser entendible sin alusión a la experiencia.

Otro filósofo empirista es David Hume (Edimburgo, 7 de mayo de 1711 – ibídem, 25 de agosto
de 1776). Este cree que todo el conocimiento humano proviene de los sentidos. Nuestras
percepciones, como él las llamaba, pueden dividirse en dos categorías: impresiones e ideas.
Así define estos términos en Investigación sobre el entendimiento humano: «Con el término
impresión me refiero a nuestras más vívidas percepciones, cuando oímos, o vemos, o
sentimos, o amamos, u odiamos, o deseamos. “Las ideas no son nada excepto copias de
nuestras impresiones, o, en otras palabras, que nos resulta imposible pensar en nada que no
hayamos sentido con anterioridad, mediante nuestros sentidos externos o internos”. Esto
constituye un aspecto importante del escepticismo de Hume, en cuanto equivale a decir que no
podemos tener la certeza de que una cosa, como Dios, el alma o el yo, exista a menos que
podamos señalar la impresión de la cual, esa idea, se deriva.

Actividad
1. Describe las diferencias entre el racionalismo y el empirismo con respecto al conocimiento.
2. Desarrolla las ideas fundamentales de Locke, Hume y Berkeley.

Contenido 16

Immanuel Kant: El Idealismo trascendental

Immanuel Kant nació el 22 de abril de 1724 en Königsberg, en Prusia, y el 12 de febrero de


1804 moría en su ciudad natal, siéndole rendidos los últimos honores en un gran funeral. Para
entonces la filosofía de Kant había alcanzado ya gran difusión y aceptación en los principales
círculos culturales de Alemania y un considerable eco en el resto de Europa.
Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen
Vernunft), calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y el
inicio de la filosofía contemporánea. En ella se investiga la estructura misma de la razón.
La filosofía kantiana, llamada por su autor Idealismo Trascendental y conocida entre nosotros
también como filosofía crítica o "criticismo", se desarrolla a partir de una nueva solución del
problema del conocimiento según la cual los elementos formales y los elementos materiales del
conocimiento han de colaborar para que éste pueda darse, pretendiendo, de este modo,
superar las limitaciones del empirismo y del racionalismo. Aceptando que todo nuestro
conocimiento empieza con la experiencia, no todo procede de ésta, dando a entender que la
razón juega un papel importante. Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el
significado mismo de la vida serían completamente subjetivos si antes no habían sido
subsumidos por la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevaría
inevitablemente a ilusiones teóricas.

El Imperativo categórico
Es un concepto central en la ética kantiana. El imperativo categórico pretende ser un
mandamiento autónomo (no dependiente de ninguna religión ni ideología) y autosuficiente,
capaz de regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones.
Para Kant, toda la moral del ser humano debía poder reducirse a un solo mandamiento
fundamental, nacido de la razón y no de la autoridad divina, a partir del cual se pudieran
deducir todas las demás obligaciones humanas. Definió el concepto de "imperativo" como
cualquier proposición que declara a una acción (o inacción) como necesaria.
Según Kant, las morales anteriores se basaban en imperativos hipotéticos, con lo cual no eran
de obligado cumplimiento en cualquier situación y desde cualquier planteamiento moral,
religioso o ideológico. Un imperativo hipotético llevaría a una acción en determinadas
circunstancias (por ejemplo "si quiero el bien común, no debo cometer un asesinato"); quien no
comparta la confición ("querer el bien común") no se ve obligado por esa clase de imperativos.
Un imperativo categórico, en cambio, denotaría una obligación absoluta e incondicional, y
ejercería su autoridad en todas las circunstancias, ya que sería autosuficiente y no necesitaría
justificación externa
De entre las varias redacciones del Imperativo Categórico que realizó Kant, la más conocida es
la primera: "Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu actuación se convierta
en una ley universal”.

Actividad
1. ¿Cómo supera Kant las limitaciones del racionalismo y el empirismo?
2. Describe el imperativo categórico y diferencialo del imperativo hipotético.

3. ¿Cuál es el imperativo categórico más conocido de Kant?

FILOSOFÍA POLÍTICA: LOS CONTRACTUALISTAS

A lo largo de los siglos XVII y XVIII una serie de autores trataron de explicar de un modo
racional el origen y los fundamentos de la sociedad política. Querían mostrar qué motivos
existen para qué las personas decidan vivir juntas formando una comunidad en la que unos
gobiernan sobre otros y hay unas leyes que deben ser obedecidas. Los tres autores que vamos
a comentar nos hablan de un estado de naturaleza y de la necesidad de llevar a cabo un
contrato o acuerdo para salir de ese estado natural y organizar la comunidad política.
El estado de naturaleza, que cada autor describirá de un modo diferente, consiste en la
situación en la que se hallarían los seres humanos si no hubiera normas, ni gobernantes
políticos. Es una situación hipotética, que probablemente no haya existido, aunque podría
compararse, como sostiene Hobbes, con las condiciones que tienen que sufrir las personas
que viven las miserias de una guerra.

El Absolutismo de Thomas Hobbes.

Thomas Hobbes, filósofo inglés cuya vida transcurrió principalmente a lo largo del siglo XVII,
nos cuenta en su obra Leviatán su visión del estado de naturaleza. En su opinión, los seres
humanos por naturaleza son crueles, egoístas, malvados. Desean satisfacer constantemente
sus deseos e incrementar su poder y para ello, si fuera necesario, llegan a practicar el robo o el
asesinato. Los seres humanos en estado de naturaleza son muy libres, pero esa libertad les
conduce a una guerra continua de todos contra todos. El hombre se convierte piensa Hobbes
en un “lobo para el hombre”.
Si las personas quieren conservar su vida tienen que salir de ese estado de naturaleza. En esta
situación, piensa Hobbes, la mejor solución consiste en entregar todos los derechos (libertad,
igualdad, uso de la fuerza…) que tenían las personas por naturaleza a una única persona: el
soberano. A través de un acuerdo entre todos se realiza este paso con el que desaparece la
sociedad natural y surge una sociedad política más ordenada.
El soberano absoluto tendrá el poder de establecer las leyes y de formar un ejército para
conseguir que las leyes se cumplan. Las demás personas que se han convertido en súbditos
no tendrán más remedio que obedecer las decisiones del soberano. De este modo, el sistema
de gobierno ideal para Hobbes es el Absolutismo, un sistema en el que las personas renuncian
a sus derechos naturales a cambio de alcanzar la paz.

John Locke y el liberalismo político.

Otro filósofo inglés, Jonh Locke, rechazará en su obra Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil
la visión tan pesimista que tenía Hobbes acerca del estado de naturaleza. En estado de
naturaleza los seres humanos viven en una gran familia en la que reina la confianza y el
compañerismo. Los individuos tienen por naturaleza el derecho a la libertad, a la igualdad e,
incluso, a la propiedad. Además, tienen leyes naturales que conocen por medio de su razón y
que les impulsan a respetar de forma habitual los derechos básicos.
No obstante, en ciertas ocasiones, surgen algunos enfrentamientos que requieren la presencia
de un poder superior que ponga orden entre las personas. Por tanto, no para sobrevivir, como
pensaba Hobbes, sino para vivir mejor los seres humanos se ponen de acuerdo a través de un
contrato, deciden salir del estado de naturaleza y crean una sociedad política. Pero hay una
diferencia importantísima respecto al sistema diseñado por Hobbes. Los individuos no
renuncian a los derechos que tenían en el estado de naturaleza, simplemente dejan que unas
personas tomen el poder y procuren que las leyes se cumplan, pero siempre que respeten los
derechos (libertad, igualdad y propiedad) que corresponden a cada individuo por naturaleza,
por el hecho de nacer.
Además, el sistema político defendido por Locke que da origen al llamado liberalismo político
se basa en la división de poderes. Hay una Asamblea legislativa que se encarga de establecer
las leyes y elegir encargadas de velar por el cumplimiento de las leyes. Estas últimas
componen el poder ejecutivo. El pueblo no obedece ciegamente las leyes que emanan de la
Asamblea legislativa y que hace cumplir el Poder ejecutivo; por el contrario, si los gobernantes
no respetan los derechos naturales de los individuos estarán incumpliendo el contrato y el
pueblo podrá rebelarse contra ellos.

Rousseau y la voluntad general.

El filósofo ginebrino J.J. Rousseau reflejó en sus teorías políticas los rasgos que habían
caracterizado su propia vida: la pasión por la vida sencilla y solitaria, el gusto por la naturaleza,
y el rechazo de las grandes aglomeraciones urbanas. No era de extrañar, por tanto, que el
estado de naturaleza perfecto fuera para Rousseau el de aquellos individuos que vivían de
forma solitaria o en compañía de pocas personas, disfrutaban de las ventajas
de la naturaleza y desplegaban las cualidades bondadosas que poseen los seres humanos
desde el nacimiento.
En el estado anteriormente descrito los seres humanos despliegan su bondad y disfrutan de
una enorme felicidad. Es la sociedad y, sobre todo, el ambiente de las grandes ciudades el que
convierte a las personas en falsas, astutas y malvadas. Pero Rousseau sabe que volver al
estado de naturaleza resulta casi imposible, por tanto, lo que se puede intentar es convertir las
comunidades humanas en lugares más habitables y, sobre todo, más justos. Para ello,
Rousseau defiende la creación de un sistema democrático.
De nuevo la comunidad tendrá que llevar a cabo un contrato. En este caso el conjunto de la
comunidad cede todos sus derechos naturales (como ocurría en el planteamiento de Hobbes),
pero no los cede a un soberano absoluto sino a la propia comunidad que, reunida en una
asamblea expresará la voluntad general del pueblo y establecerá las leyes que han de
seguirse. Las leyes no pueden reflejar el interés de uno o de unos cuantos, sino la voluntad de
todos.
El sistema es democrático porque todos los individuos participan en la creación de las leyes,
convirtiéndose en ciudadanos. No obstante, el planteamiento de Rousseau, al recomendar un
tipo de democracia directa y mostrar su rechazo hacia los representantes políticos, parece más
apropiada a las antiguas ciudades griegas o a pequeñas comunidades y difícilmente realizables
en las complejas sociedades contemporáneas.

Actividad
1. Completa el cuadro indicando cómo es el estado de la naturaleza y el sistema político
propuesto en cada caso.

Thomas Hobbes
John Locke
J.J. Rousseau

2. ¿Con cuál de los tres planteamientos estás más de acuerdo y por qué?
Karl Marx

Karl Marx (1818-1883) intentó explicar los cambios sociales que estaban ocurriendo durante la
Revolución industrial. Cuando era joven sus actividades políticas le ocasionaron problemas con
las autoridades alemanas y, después de una breve estancia en Francia, se exilió
definitivamente en Gran Bretaña. Los trabajos de Marx cubren diversas áreas e incluso sus
críticos más severos consideran que su obra tiene una enorme relevancia para el desarrollo de
la sociología. Gran parte de su obra se centra en cuestiones económicas pero, considerando
que siempre trató de conectar los problemas económicos con las instituciones sociales, su obra
está llena de interesantes observaciones sociológicas.
La perspectiva teórica de Marx se basa en lo que él llamó la concepción materialista de la
historia (materialismo histórico). Según este enfoque las principales causas del cambio social
no son las ideas o los valores de los seres humanos. Por el contrario, el cambio social está
primordialmente inducido por influencias económicas. Es la economía la que determina las
estructuras sociales y las relaciones humanas. Las clases dominantes son propietarias de las
riquezas materiales y por lo tanto manejan el poder político y la cultura.
El conflicto entre las clases (lucha de clases) -ricos frente a pobres- constituye el motor del
desarrollo histórico. En palabras de Marx: "Toda la historia humana hasta el presente es la
historia de la luchas de clases". En la antigüedad las clases antagónicas que se enfrentaban en
esta lucha de clases eran los amos vs los esclavos. En la Edad Media eran los señores
feudales vs. los siervos. En el capitalismo actual la lucha es burguesía vs. proletariado.
Aunque escribió sobre distintos períodos históricos, Marx se centró en el cambio en la época
moderna. Para él, las transformaciones más importantes de este período están vinculadas al
desarrollo del capitalismo, sistema de producción que contrasta radicalmente con los anteriores
órdenes económicos de la historia, ya que conlleva la producción de bienes y servicios para
venderlos a una amplia gama de consumidores. Los que poseen el capital -fábricas, maquinaria
y grandes sumas de dinero- conforman una clase dominante (burguesía). El resto de la
población constituye una clase de trabajadores asalariados, la clase trabajadora o proletariado,
que no posee los medios para su propia supervivencia y que, por tanto, debe buscar los
empleos que proporcionan los que tienen el capital. El burgués vende los productos y servicios
en el mercado, mientras que el trabajador, como no tiene nada para vender, le vende su fuerza
de trabajo al burgués capitalista. En consecuencia, el capitalismo es un sistema de clases en el
que el conflicto entre éstas es constante.
Para Marx, el capitalismo será reemplazado en el futuro por una sociedad sin clases, sin
grandes divisiones entre ricos y pobres. El sistema económico pasará a ser de propiedad
comunal y se establecerá una sociedad más igualitaria que la actual. Para llegar a esta
sociedad comunista, es necesario que los trabajadores tengan conciencia de que pertenecen a
una clase social explotada y que son los verdaderos generadores de las riquezas. De esta
manera, el proletariado se unirá para despojar del poder político y de los medios de producción
(tierras, empresas) a la burguesía. Así, la clase trabajadora se erigirá como clase dominante y
administrará las riquezas para el bien común.

1. Desarrolla los conceptos de:


a. Materialismo histórico
b. Lucha de clases (relacionarlo con burguesía y proletariado)
c. Sociedad sin clases

2. ¿Qué opinás de la postura de Marx? ¿Creés que es necesario y posible construir una
sociedad igualitaria?
Contenido
FRIEDRICH NIETZSCHE

Nietzsche nació en 1844 en la casa parroquial de Röcken (Alemania). Su padre, sus abuelos y
sus bisabuelos eran pastores protestantes. Su padre falleció cuando el pequeño Friedrich tenía
cuatro años de edad.

FRIEDRICH NIETZSCHE (1844-1900)

La filosofía de Nietzsche, considerada como vitalista, ejerció una considerable influencia a


finales del XIX y buena parte del siglo XX, tanto por su carácter crítico como por su propuesta
de trasmutación de los valores de la cultura occidental, plasmada en el ideal del superhombre.
Es vitalista toda teoría filosófica para la que la vida es irreductible a cualquier categoría extraña
a ella misma. La vida no tiene un fundamento exterior a ella, tiene valor en sí misma; y la vida
entendida en su dimensión biológica, instintiva, irracional, como creación y destrucción, como
ámbito de la alegría y el dolor.
Nietzsche defiende el perspectivismo: toda representación del mundo es representación que se
hace un sujeto; la idea de que podemos prescindir de la situación vital del sujeto, de sus rasgos
físicos, psicológicos o biográficos, para alcanzar un conocimiento del mundo tal y como éste
pueda ser (el conocimiento objetivo) es un absurdo. Nietzsche considera imposible el
conocimiento de la realidad en sí misma, pues toda creencia, toda teoría del mundo, depende
del punto de vista de la persona que la ha creado. Todo ser dotado de algún grado de
conocimiento, de alguna capacidad para representarse el mundo, es tan buen testigo del
mundo como nosotros, los seres humanos. No existe ningún dato o experiencia, ni del mundo
exterior o físico ni del mundo interior, no contaminado por un punto de vista, por una
interpretación; no es posible un “criterio de verdad” libre de elementos subjetivos, no existen los
datos puros a partir de los cuales podamos construir un saber objetivo.

Crítica a la moral tradicional

El dogmatismo moral consiste en creer en la objetividad y universalidad de los valores morales:


el cristianismo los sitúa en el ámbito eterno e inmutable de la mente de Dios; pero la moral
tradicional, dice Nietzsche, se equivoca pues los valores morales no tienen una existencia
objetiva, ni como una dimensión de las cosas, ni como realidades que estén más allá de éstas,
en un mundo objetivo; los valores los crean las personas, son proyecciones de nuestra
subjetividad, de nuestras pasiones, sentimientos e intereses. La moral tradicional creyó también
que las leyes morales valen para todos los hombres y que si algo es bueno es bueno para
todos. Nietzsche niega este creencia: si realmente los valores existiesen en un Mundo
Verdadero y Objetivo cabría aceptar su universidad, pero no existe dicho Mundo, por lo que en
realidad los valores se crean, y por ello cambian y son distintos a lo largo del tiempo y en cada
cultura. Por otra parte, la moral tradicional es antivital: sus valores son contrarios a la vida, a las
categorías básicas involucradas en la vida. La moral tradicional (la cristiana) es antinatural pues
presenta leyes que van en contra de las tendencias primordiales de la vida, es una moral de
resentimiento contra los instintos y el mundo biológico y natural. Para Nietzsche la religión no
es una experiencia verdadera pues Dios no existe; el estado de ánimo que promueve el éxito
de las creencias religiosas, de la invención de un mundo religioso, es el de resentimiento, el de
no sentirse cómodo en la vida, el afán de ocultar la dimensión trágica de la existencia. El
cristianismo, como Platón, escinde la realidad: por un lado el mundo verdadero, eterno,
inmutable, en donde se realiza el Bien, la Verdad y la Belleza, y por otro el mundo aparente,
cambiante, abocado a la muerte e imperfecto; el mundo del espíritu frente al mundo de la
corporeidad. El cristianismo fomenta los valores de la “moral de esclavos” (humildad,
sometimiento, debilidad, mediocridad), los valores mezquinos (obediencia, sacrificio,
compasión) y la idea de culpabilidad, de pecado. La superación del cristianismo (la “muerte de
Dios”) es fundamental para la transmutación de todos los valores y la recuperación de los
valores de la antigüedad perdidos tras la aparición de esta religión y de la filosofía.
PROPUESTA FILOSÓFICA DE NIETZSCHE: REIVINDICACIÓN DE LA VIDA

La muerte de Dios: Esta tesis señala que la creencia en “Dios ha muerto”, expresa el fin de
toda creencia en entidades absolutas. Dios no crea al hombre sino el hombre a Dios. La
creencia en Dios sirve para consolarnos de la miseria y sufrimiento existente en este mundo; es
una consecuencia de la vida decadente e incapaz de aceptar el mundo en su dimensión
trágica. Cuando Nietzsche declara que Dios ha muerto quiere indicar que los hombres viven
desorientados, que ya no sirve el horizonte último en el que siempre se ha vivido. Con dicha
“muerte” podemos vivir sin lo Absoluto, en la “inocencia del devenir”. Es la condición para la
aparición del superhombre.

EL SUPERHOMBRE

Nietzsche no propone el imposible vivir sin valores, propone invertir la tabla de valores: superar
la moral occidental de renuncia y resentimiento hacia la vida mediante una nueva tabla en la
que estén situados los valores que supongan un sí radical a la vida. Con el cristianismo
prospera la moral de los débiles, de los que quieren huir del rigor de la vida inventándose un
mundo objetivo y justo. La transmutación de los valores es la superación de esta “moral de
esclavos” para recuperar de nuevo la “moral aristócrata”, y permite el triunfo del código moral
del superhombre.
El hombre al que hay que superar es el que se somete a los valores tradicionales, a la “moral
del rebaño”, a la moral basada en la creencia de una realidad trascendente que fomenta el
desprecio por la vida, la corporeidad y la diferencia entre las personas. El superhombre sólo es
posible cuando se realice hasta el final la “muerte de Dios”. El superhombre no se puede
identificar con una clase social con privilegios que le puedan venir por la tradición o que
descansen en su poder social, ni con una raza. El superhombre inventa las normas morales a
las que él mismo se somete; y los valores que crea son fieles al mundo de la vida y le permiten
expresar su peculiaridad y riqueza; vive en la finitud: no cree en ninguna realidad trascendente,
ni en Dios ni en un destino privilegiado (una raza, una nación, o un grupo); acepta la vida en su
limitación, no oculta las dimensiones terribles de la existencia (el sufrimiento, la enfermedad, la
muerte); le gusta el riesgo, las nuevas y difíciles experiencias, el enfrentamiento; no está
preocupado ni por el placer ni por el dolor, ni propio ni ajeno, pues pone por encima de ellos el
desarrollo de su voluntad y de su espíritu; es contrario al igualitarismo: ama la exuberancia de
la vida, le gusta desarrollar en él mismo y en los demás lo que les es más propio; no tiene
miedo a la diferencia; ama la intensidad de la vida: la alegría, el entusiasmo, la salud, el amor
sexual, la belleza corporal y espiritual; puede ser magnánimo, como una muestra de la riqueza
de su voluntad. El superhombre es la afirmación enérgica de la vida y el creador y dueño de sí
mismo y de su vida, es un espíritu libre.

Actividad:
1: ¿Qué es el perspectivismo que defiende Nietzsche?
2: ¿Cuáles son las críticas que Nietzsche le hace a la moral tradicional?
3: ¿Qué quiere decir con su frase “Dios ha muerto”?
4: ¿Cuáles son las características del superhombre?

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