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Francisco Goya

Artífice de sueños y caprichos

Estudio de Pintura Verónica Elías * Verano 2019


“…y les besé la mano que no podía desear más
que gustarles mis obras”
3. GOYA EN LA CORTE DE MADRID
“Si estuviera más despacio te contaría lo
que me honró el Rey, y el príncipe y la
princesa, que por la Gracia de Dios me
proporcionó enseñarles cuatro cuadros,
y les besé la mano que no podía desear
más que gustarles mis obras, según el
gusto que tuvieron de verlas y las
satisfacciones que logré con el Rey y
mucho más con sus altezas…”
Carta a Martín de Zapater, 9 de enero de 1779

Francisco Goya, El Conde de Floridablanca, óleo sobre lienzo,


1783, Banco de España
Estancia en Madrid

1775-1824

• Goya pasó 49 años trabajando


para la Corte de Madrid
• Carlos III, Carlos IV, Fernando
VII
• Pintor del rey, 1786
• Primer pintor de cámara 1799
• Consolidación de su carrera
profesional y su fama
• Retratos y “cartones para
Casa de Goya en la
tapices” Calle del espejo, Barrio
de la Ópera, centro de
Madrid
La crema y la nata del oficio en Madrid

Anton Raphael Mengs

• Pintor de las cortes de


Dresde, Viena y Madrid
• Neoclasicismo
• El pintor más importante
de su época

Anton Rapahel Mengs, Magdalena penitente, óleo sobre lienzo, 1752, Galería
de los grandes maestros, Dresde
José del Castillo

• Alumno de Corrado Giaquinto


• Numerosos premios en la Academia de Bellas Artes de Roma y la Real Academia de San
Fernando
• Académico de número y director de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara

José del Castillo, La pradera de San Isidro, óleo sobre lienzo, 1785, Museo Nacional del Prado
Francisco Bayeu y Subias

• Alumno de Mengs
• Primer pintor de las cortes de Carlos III y Carlos IV
• Director de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara

Francisco Bayeu, El ciego músico, óleo sobre lienzo, 1786, Museo Nacional del Prado
Ramón Bayeu y Subias

• Alumno de Mengs y Francisco


Bayeu
• Académico de San Fernando
comisionado en Roma

Ramón Bayeu, El majo de la guitarra, óleo sobre


lienzo, 1786, Museo Nacional del Prado
Mariano Salvador Maella

• Alumno de Giaquinto y Mengs


• Académico de San Fernando,
comisionado tres veces en Roma
• Director de la Real Academia de San
Fernando
• Pintor de Cámara de Carlos III
• Desterrado por servir a José
Bonaparte

Salvador Maella, La primavera, óleo sobre lienzo, 1806, Museo Nacional


del Prado
La pintura cortesana y el gusto ilustrado

El arte neoclásico quiere ser moderno


• Artistas al servicio de la
nobleza, la aristocracia y la Se evita el toque individual
alta burguesía
• Pintura: géneros decorativos La base de todo es el dibujo: el trazo
lineal fino que no existe en la
y retrato
naturaleza, pero que traduce la
• El gusto va marcado por las cognición intelectual.
modas, que se introducen a
través de las Academias Arte dirigido por la razón y no por el
sentimiento.
• La época de Goya, estuvo
marcada por la decadencia La perfección técnica domina sobre la
del gusto barroco-rococó y improvisación y la imaginación
la transición al estilo
Ideal barroco de la técnica virtuosa Vs.
neoclásico
Ideal neoclásico de la técnica rigurosa
“La principal fuente de inspiración del artista debe ser la naturaleza, pero
como esta es imperfecta, debe escogerse de ella lo mejor, sin dar cabida a la
fealdad o a la imperfección. Los personajes deben desarrollar musculaturas
perfectas y proporciones canónicas, semejantes a las de las esculturas clásicas
griegas. Los escenarios arquitectónicos deben recrear el pasado clásico de
forma veraz. Los paisajes naturales han de ser bellos y tranquilos.”

“Los sentimientos no han de ser mostrados o si se muestran, deben ser


contenidos y fríos. Cuando haya que aportar pasión a la escena, se utilizarán
recursos teatrales, gesticulaciones grandilocuentes con los brazos, que todos
entiendan como parte del mensaje trascendente con el que se quiera ennoblecer
la escena.

Anton Raphael Mengs, Reflexiones sobre la belleza y el gusto en la pintura, 1762


Las artes decorativas exigen destrezas muy
particulares:

* Composiciones con múltiples personajes


dispuestos en equilibrio y actitudes
“teatrales” (movimiento, actitudes y
expresiones faciales).

* Dominio impecable del dibujo y estricto


dominio de las técnicas académicas:
“bocetismo”.

* Observación pormenorizada y empleo


meticuloso de la luz y el color.
Corrado Giaquinto, Alegoría de la justicia y la paz, óleo sobre lienzo, 1754, Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, La
merienda, óleo sobre
lienzo, 1776, Museo
Nacional del Prado
Los temas y el gusto de la época

• Según las ideas ilustradas, se esperaba del hombre civil y moderno, un gusto refinado,
de ninguna manera insensible, pero sí pulcro y sofisticado.

• Hay un creciente interés en lo pintoresco (folklórico), que recoge una exaltación de lo


simpático y espontáneo del pueblo llano -noción ilustrada por excelencia-; trata de
expresar la alegría e inocencia que se adjudican comúnmente a los rústicos y
labriegos del mundo rural.

• Se busca sistemáticamente la clasificación social en “tipos”, por lo que las


características estereotípicas se exaltan y remarcan en todas las artes visuales.

• Las ciudades entran en un periodo de incesante urbanización moderna y organización


que comienza por una imagen poderosa del estado ilustrado (déspota). Carlos III y
Carlos IV dan vida a una serie de nuevas instituciones especializadas en contener,
organizar y clasificar las actividades humanas.
Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara

Aunque fue creada desde


1720, fue hasta el reinado de
Carlos III y bajo la dirección
de Mengs, que cobró su mayor
importancia como impulsora
de la gran escuela española de
pintura.

Manufactura de tapices,
alfombras, bordados,
tintorería textil y restauración.

Hilado en diversos tipos de


telares, bordados de gran
formato y tejidos manuales.
El oráculo, tejido de seda y lana sobre un cartón de Peter Paul Rubens,
1650, Colección Particular
Los cartones para tapices de Goya

Conjunto de sesenta pinturas sobre lienzo, con temas de caza y de

la vida cotidiana en la corte, según las ideas de la Ilustración y de

la dirección artística de Antón Rafael Mengs

Están distribuidos en siete series y destinados a la decoración de

distintos aposentos del rey y de su familia en dos de los Sitios

Reales: El Escorial y El Pardo.

“de asumptos de cosas campestres y jocosas”


• Comedor de los Príncipes de Asturias en San

Lorenzo del Escorial - 1775


• Comedor de los Príncipes de Asturias en el

Palacio del Pardo - 1776-1778


• Dormitorio de los Príncipes de Asturias en el

Palacio del Pardo - 1776-1779


• Antedormitorio de los Príncipes de Asturias en

el Palacio del Pardo - 1777-1780


• Sala de conversación de los Príncipes de

Asturias en el Palacio del Pardo - 1786-1787


• Dormitorio de las Infantas en el Palacio del

Pardo - 1788
• Despacho del rey Carlos IV en San Lorenzo del

Escorial - 1791-1792
Los cartones de Goya

“Los tejedores enloquecen de enfado por tanta valoración de


destellos, con sus tonos cambiantes y multiplicados
tornasoles… acostumbran coloraciones más simples y
superficies de tintas más lisas… hartos de tantos adornos de
cofias, cintas, alamares, gasas y otras tantas menudencias…
piden a v. m. encarecidamente que suprima el paisaje de
fondo…”

Jacobo Vandergoten, director de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara a


Goya, a propósito del cartón “El ciego de la guitarra”, 27 de abril de 1778.
Francisco Goya, El ciego de la guitarra, óleo sobre lienzo, 1778, 2.60 x 3.11 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, Perros en traílla, óleo sobre lienzo, 1775, 1.12 x 1.74 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, El pescador de caña,
óleo sobre lienzo, 1775, 2.89 x 1.10 m.,
Museo Nacional del Prado

Francisco Goya, Cazador con sus perros,


óleo sobre lienzo, 1775, 2.68 x .67 m.,
Museo Nacional del Prado
El tema general de la

primera serie, la caza, fue

elegido por el rey en

consonancia con el uso

que los monarcas hacían

del Sitio Real de El

Escorial, en donde

pasaban el otoño.

Francisco Goya, Partida de caza, óleo sobre lienzo,


1775, 1.12 x 1.74 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, Baile
a orillas del
Manzanares, óleo
sobre lienzo, 1777,
2.72 x 2.95 m., Museo
Nacional del Prado
Francisco Goya, La riña en la venta nueva, óleo sobre lienzo, 1779, 2.75 x 4.14 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, La maja y los embozados, óleo sobre
lienzo, 1777, 2.75 x 1.90 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, El bebedor, óleo sobre lienzo, 1778, 2.75 x 1.90 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, La
cometa, óleo sobre lienzo,
1778, 2.69 x 2.85 m.,
Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, El quitasol, óleo sobre lienzo, 1778, 1.04 x 1.52 m., Museo Nacional del Prado
Pudo tener como modelo

una obra del pintor francés

Jean Ranc, Vertumno y

Pomona, (1674) en el Musée

Fabre, de Montpellier.

Goya transforma el asunto

mitológico en una escena de

la vida moderna.
Francisco Goya, La feria de Madrid,
óleo sobre lienzo, 1779, 2.58 x 2.18 m.,
Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, El cacharrero, óleo sobre
lienzo, 1779, 2.59x 2.20 m., Museo Nacional
del Prado
Francisco Goya, El juego de pelota a pala, óleo sobre lienzo, 1779, 2.61 x 4.70 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, Las floreras o La Primavera, óleo sobre
lienzo, 1786, 2.76 x 1.92 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, La vendimia o el otoño,
óleo sobre lienzo, 1786, 2.76 x 1.92 m.,
Museo Nacional del Prado
Francisco Goya,
La nevada, óleo
sobre lienzo, 1787,
2.75 x 2.93 m.,
Museo Nacional
del Prado
Francisco Goya, La era o el verano, óleo sobre lienzo, 1786, 2.77 x 6.42 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, El albañil herido, óleo sobre
lienzo, 1786, 2.68 x 1.10 m., Museo Nacional
del Prado
Francisco Goya, El columpio, óleo sobre lienzo, 1779,
2.60 x 1.65 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, Las lavanderas, óleo sobre lienzo, 1780,
2.57 x 1.66 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, La novillada, óleo sobre lienzo, 1780, 2.59 x 1.36 m.,
Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, El resguardo de tabacos, óleo sobre lienzo, 1780, 2.59 x
1.36 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, La pradera de San Isidro, óleo sobre lienzo, 1778, 41.9 x .95 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, La
gallina ciega, óleo
sobre lienzo,
1788, .41 x .44 m.,
Museo Nacional
del Prado
Francisco Goya, Las mozas del cántaro, óleo sobre lienzo,
1792, 2.62 x 1.60 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, Los zancos, óleo sobre lienzo, 1792, 2.68 x 3.20 m., Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, El pelele, 1792, 2.67 x 1.60 m.,
Museo Nacional del Prado
Francisco Goya, La boda, óleo sobre lienzo, 1792, 2.69 x 3.96 m., Museo Nacional del Prado
En los cartones, toda la maestría de Goya

• Goya incorporaba múltiples matices, esmerándose en ampliar multitud de


recursos técnicos, a pesar de que éstos se perderían en el traslado al tapiz.

• La “preparación roja” es una de las técnicas distintivas que Goya comienza a


emplear en sus cartones y que caracterizarán toda su obra.

• A pesar de que otra de las características únicas de Goya es el uso selecto de


pinceladas gruesas y enérgicas, el análisis de sus obras muestra que a sus
pinturas le precedían numerosos bocetos y estudios, y debajo de cada una de
ellas, se hallaba siempre un escrupuloso dibujo de líneas y detalles bien
claros.
• Goya se separa del clasicismo de sus compañeros, al mezclar numerosos recursos
técnicos que en la estricta academia eran irreconciliables. El empleo de pinceles
casi secos para dar realismo a las representaciones textiles que requerían un
efecto de transparencia, es otra de las características propias de su obra.

• Aprendió a usar los claroscuros tan virtuosamente como sus compañeros, sin
embargo, impuso su sello con el uso magistral de fondos de luz clarísimos,
diáfanos y brillantes que recortaban las figuras y les dotaban de tanta o mayor
presencia que cuando se arrojaba la luminosidad sobre ellas en fondos oscuros
por contraste.

• Otras de sus características fue el empleo de modelos clásicos para


composiciones que tenían un contexto enteramente terreno y humano. Para
determinar las posturas, actitudes y distribución de sus personajes, se basaba en
modelos escultóricos griegos y latinos, e incluso en íconos de la pintura religiosa,
para representar personas comunes, pobres, marginadas o moralmente
reprobables.
“Amigo mío. Estando para meterme en el coche para
Madrid de donde te escribo, he recibido tu carta de
hoy; te envío con Estévez buena parte de la gracia que
el Rey me ha hecho. Recíbela con mi corazón y
ofrécela en algo de tu gusto a Goicochea y a Yordi y a
todos los otros amigos que tu quieras. Ya te escribiré
pormenor, que es muy tarde y estoy rendido. Los
reyes están locos con tu amigo.”

Paco

Carta a Martín Zapater, 31 de octubre de 1799

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