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BIBLIOGRAFÍA:
• FUNDAMENTOS DE INGENIERÍA.
Edward Krick, Editorial LIMUSA.
• ADMINISTRACION DE PROYECTOS DE INNOVACION TECNOLOGICA
Cadena, Castaños, Machado, Solleiro, Waissblutch, Editorial GERNIKA
Responsables:
Ing. Néstor Epíscopo. ne@frlp.utn.edu.ar
Ing. Víctor Sacchetto. vss@frlp.utn.edu.ar
Año : 2003
LOS ORÍGENES DE LA INGENIERÍA
El hombre siempre ha dedicado mucho esfuerzo al desarrollo de dispositivos y estructuras para hacer más
útiles los recursos de la naturaleza. Ideó el arado para hacer más productiva la tierra, la sierra para transformar la
madera del árbol en formas útiles, el molino de viento para convertir las fuerzas de los vientos en trabajo útil y la
máquina de vapor para transformar la energía latente de los combustibles en trabajo útil. Estos y millares de
otros implementos, máquinas y estructuras son el resultado de su incesante búsqueda. En los primeros tiempos
de la historia, al comenzarse a desarrollar las especialidades de ocupación, nació con los sacerdotes, los .físicos y
los profesores una especialidad dedicada a crear estos dispositivos y estructuras. Dichos ingenieros de la
antigüedad fueron los que crearon armas, fortalezas, caminos, puentes, barcos y toda clase de artefactos. Su
actividad se puede rastrear con facilidad hasta los imperios de la antigüedad y aún quedan pruebas de sus
notables creaciones.
Estos hombres fueron los predecesores de la ingeniería moderna. La diferencia más significativa entre
esos ingenieros clásicos y sus colegas modernos radica en los conocimientos en que se basan sus creaciones.
Los ingenieros de la antigüedad diseñaban puentes, catedrales, máquinas y demás obras de importancia
utilizando conocimientos prácticos basados en la experiencia, en el sentido común, en la experimentación y en la
inventiva. Los conocimientos prácticos consistían en una acumulación de experiencia pasada, que se adquiría
por el sistema de aprendizaje arduo, a la que cada hombre contribuía lo que lograba por su propia experiencia.
En contraste con los ingenieros de la actualidad, era muy pobre su conocimiento de la ciencia; y no era
precisamente culpa suya; en esos tiempos era muy elemental por cierto la comprensión que tenía el hombre del
mundo físico.
La ingeniería permaneció durante muchos siglos esencialmente en tal estado. Durante el Renacimiento
subió el nivel de elaboración, pero todavía en el siglo XVIII los creadores de máquinas y estructuras se apoyaban
principalmente en el conocimiento empírico y en la inventiva y muy poco en la ciencia. La evolución de la
máquina de vapor muestra el estado de la ingeniería durante ese periodo. La máquina de vapor patentada por
James Watt en 1769 fue la última de una serie de máquinas cada vez mejores, cuya construcción se inició más de
cien años antes. Watt hizo grandes modificaciones que mejoraron de manera notable el rendimiento de esta
máquina y que al fin condujeron al uso extendido de la misma. La evolución de su máquina la marcan una serie
de inventos acumulativos que fueron aportando hombres que poco o nada sabían de los principios científicos que
servían de fundamento a lo que realizaba la máquina. No sabían nada acerca de la actividad molecular, las
relaciones cuantitativas entre la temperatura y la presión, la teoría de la transmisión del calor ni cosas
semejantes.
Los ingenieros clásicos se vieron limitados en lo que pudieron lograr mientras tuvieron una comprensión
deficiente de los principios básicos de la energía, el movimiento, los materiales y asuntos semejantes, situación
que se prolongó hasta épocas relativamente recientes. Todo esto ha cambiado. En el curso de los dos últimos
siglos el conocimiento científico ha florecido hasta convertirse en una inmensa acumulación de información. Se
ha multiplicado varias veces la comprensión del hombre de la estructura de la materia, los elementos y sus
relaciones, las leyes del movimiento, los procesos de transformación de la energía y muchos otros aspectos del
mundo físico. La mayor parte de lo que ahora se enseña en los cursos de física de secundaria se ignoraba cuando
Watt desarrolló su máquina de vapor. Y sin embargo, el contenido de uno de estos cursos es sólo una fracción
de lo que se sabe hoy en día.
En realidad no fue sino hasta la última parte del siglo XIX cuando se aplicaron grandes cantidades de
conocimientos científicos a la resolución de los problemas de la ingeniería. Desde entonces, ha habido la
tendencia a recurrir más y más a la ciencia. Al ocurrir este importante cambio, o sea el aumento de la aplicación
de los principios científicos a la resolución de los problemas de la ingeniería, la ingeniería clásica se convirtió en
la ingeniería de nuestros días.
En consecuencia, la ingeniería contemporánea nació sobre todo de dos desarrollos históricos que hasta
épocas relativamente recientes no tenían en esencia relación alguna. Uno de ellos fue la evolución, ocurrida a
través de las edades, de un especialista que ha servido desde entonces como el experto de la sociedad en la
creación de dispositivos, estructuras, máquinas y otros artefactos complejos. El otro desarrollo es más reciente:
el crecimiento acelerado del conocimiento científico. Aunque la fusión de ambos es algo relativamente reciente,
ha traído ya consigo un cambio significativo en la ingeniería. En contraste con la ingeniería del pasado, la
ingeniería moderna recurre mucho a la ciencia, aunque el arte todavía tiene muy buena parte.
Existe un estrecho paralelismo entre la evolución de la ingeniería y la de la medicina. Los especialistas
en la curación de las enfermedades del cuerpo aparecieron desde tiempos muy remotos. Estos predecesores de
los médicos modernos practicaron durante muchos siglos lo que era de manera esencial un arte; no había ningún
conjunto significativo de conocimientos a qué recurrir. En tiempos relativamente recientes se desarrollaron la
bacteriología, la fisiología y demás ciencias biológicas a los respetables volúmenes de conocimientos, y los
médicos comenzaron a aplicarlos en el tratamiento de los problemas de la salud humana.
Así pues, tanto los médicos como los ingenieros son especialistas en la resolución dé problemas que
tienen profundas raíces en la historia y que eventual y lógicamente asumieron la responsabilidad de aplicar cierto
conjunto de conocimientos científicos. Siempre fueron y son aún personas orientadas hacia la resolución de
problemas. Su motivo principal es resolver el problema específico que tienen enfrente en un momento dado. Si
por casualidad se enfrentan a un problema para el que no haya ningún conocimiento científico que les indique
qué es lo que hay que hacer en ese caso, intentarán resolver de todas maneras el problema. (Un cirujano no se va
a alejar de un paciente que está en la mesa de operaciones cuando encuentra una situación para la que la ciencia
no le dice lo que hay que hacer.) Tienen un trabajo que realizar, y en caso necesario llegan a una solución para el
problema que tienen entre manos mediante la experimentación, el sentido común, el ingenio o tal vez otros
medios si el conocimiento científico no abarca la situación en cuestión. Es obvio, pues, que los ingenieros no
existen únicamente para la aplicación de la ciencia; su objetivo real es resolver problemas, y al hacerlo utilizan el
conocimiento científico cuando hay en él algo disponible.
Una vez que el lector se ha enterado de los orígenes de la ingeniería (es decir, las artes prácticas de las
primeras civilizaciones, milenios antes de que la ciencia tuviera algo significativo que ofrecer a los ingenieros),
está en posibilidad de alejar de su mente una de las concepciones erróneas más comunes relativas a la ingeniería,
el mito de que es "la hija de la ciencia". Pero hay otras concepciones no menos erróneas que nacen de la
estrecha relación que existe entre la ciencia y la ingeniería; convendrá explorar más a fondo este asunto.
Es muy cierto que la ciencia y la ingeniería están estrechamente relacionadas y que en algunos aspectos
son interdependientes. Pero, por otra parte, existen algunas diferencias fundamentales que eluden muchas
personas, sin duda en parte porque existe esa relación. La ciencia y la ingeniería difieren en cuatro aspectos
principales: las características de los procedimientos básicos de cada una; las preocupaciones que predominan
día a día; los productos finales primarios y el conocimiento que se emplea.
Estos objetivos, en contraste con el conocimiento, son tangibles, ya que por lo general toman la forma de
sistemas físicos que se crean para satisfacer alguna necesidad o deseo humano. No nos confundamos: el satélite
para la predicción del tiempo, el telescopio de radio, la máquina corazón pulmón, la estación de energía nuclear,
la computadora electrónica y el riñón artificial proceden todos de trabajos de ingeniería. Fueron ingenieros los
que desarrollaron estos artefactos mediante un proceso creador al que no se conoce como diseño (en contraste
con la actividad central de los científicos, o sea la investigación). Algunas de las preocupaciones primarias de
los ingenieros, como diseñadores, son la factibilidad económica, la seguridad, la aceptación del público y la
posibilidad de fabricación de las soluciones. Difícilmente preocupan estos aspectos, en primer término, a los
científicos. Por el contrario, los científicos están más interesados en la validez de sus teorías, la posibilidad de
reproducir sus experimentos y lo adecuado de sus métodos de observación de los fenómenos naturales.
Figura 14-2 Este es sin duda el telescopio de radio mas grande del mundo. Es un reflector de malla de alambre soportado en
una cavidad natural que hay en las montañas de Puerto Rico. En el transmisor móvil se originan señales de radar que se
reflejan luego hacia el espacio exterior. Estas señales rebotan en los planetas y en las estrellas y regresan como ecos para
ser enfocados Por el reflector que tiene el receptor suspendido. Tales ecos son
analizados luego por los científicos para obtener nuevos conocimientos acerca
del universo. Este es un ejemplo clásico de creación de la ingeniería a la que
la prensa llama típicamente un logro científico. Para ser precisos, es un
instrumento científico que se utiliza en radioastronomía y cuyo diseño y
construcción son logros de la ingeniería. Fueron ingenieros los que
determinaron el lugar para este telescopio,- los que lo diseñaron, y, además,
fue un ingeniero el que concibió la idea básica. Se mencionan estas cosas no
porque los científicos y los ingenieros se estén disputando el crédito por la
invención, sino porque los tipos de trabajo que intervienen en el diseño y en la utilización de este instrumento son bastante
distintos, y esto es importante para las personas que están planeando su carrera.
Pero no son sólo los objetivos, la metodología y las preocupaciones diarias los que distinguen a estas dos
disciplinas; hay diferencia también en sus conocimientos, y esto se puede mostrar comparando lo que tienen que
saber los científicos y los ingenieros acerca de los sistemas de control. Los científicos, de manera especial en las
ciencias biológicas y sociales, deben tener cierto conocimiento de los sistemas de control, pero no porque ellos
los diseñen. Su interés primario radica en explicar los mecanismos de control existentes en la naturaleza (por
ejemplo, los medios para controlar el suministro de sangre en el cuerpo). Por el contrario, el objetivo primario
de los ingenieros es crear sistemas que satisfagan las necesidades de control en los sistemas creados por el
hombre (por ejemplo, si se tiene que mantener la presión del vapor de agua a un nivel específico, diseñar un
sistema que lo logre).
De modo semejante, puede resultar instructivo hacer la comparación entre lo que aprende un estudiante
acerca del funcionamiento de los transformadores en un curso de física y lo que debe saber el ingeniero para
diseñarlos. Observe que en un curso de física el estudiante aprende a determinar el resultado, teniendo como
datos la tensión o el voltaje, la corriente, la bobina y otras condiciones. En comparación, el ingeniero tiene que
determinar las características de la bobina, los datos de entrada y otras características similares, partiendo del
resultado deseado (suministro). En consecuencia, en la ingeniería el énfasis está en la creación, mientras que en
la ciencia está en la explicación (a algunas personas les gusta expresar esta diferencia crucial en función de los
términos síntesis y análisis).
La formulación de Faraday cae los principios de la inducción electromagnética fue una contribución a la
ciencia. La aplicación de este conocimiento al diseño de los generadores eléctricos es ingeniería. Cuando el
hombre llegó a comprender la fisión nuclear, hacia el fin de la década de los años treinta, ello constituyó un
importante descubrimiento científico. La aplicación de este conocimiento al diseño de los reactores nucleares
para la generación de fuerza es ingeniería. Esto no significa que los ingenieros no hagan investigación durante la
búsqueda de soluciones para sus problemas. Los ingenieros que desarrollaron medios prácticos para convertir
agua salada en agua potable realizaron un poco de investigación para lograr aprender más acerca de los procesos
fundamentales involucrados. Sin embargo, su meta fue desarrollar un proceso de conversión económico;
recurrieron a la investigación sólo para resolver ese problema. Cuando un vehículo espacial vuelve a entrar a la
atmósfera de la Tierra a velocidades muy altas, el calor que se genera fundiría cualquiera de los metales
conocidos. Para que los ingenieros diseñaran vehículos que pudieran regresar fue necesario, por tanto, abrir una
investigación para encontrar un material capaz de soportar este intenso calor. El conocimiento que resultó es un
sub-producto de sus esfuerzos para desarrollar un vehículo que pudiera volver a entrar con éxito en la atmósfera
terrestre.
Así pues, los ingenieros hacen investigación, y también los científicos diseñan instrumentos y resuelven
problemas. La clave de la distinción es lo que constituye el objetivo principal y lo que constituye un medio para
lograr un fin.
Ya que nuestra meta consiste en definir una ruta para la innovación tecnológica a partir de la
investigación, resulta pertinente hacer una breve reflexión -no necesariamente compleja ni filosóficamente
profunda- acerca de la diferencia entre ciencia y tecnología. Diremos, con brevedad, que la actividad puramente
científica está orientada a satisfacer una curiosidad, a resolver las dudas acerca de cuáles son y cómo están
organizadas las leyes de la naturaleza, en tanto que la actividad puramente tecnológica está orientada a producir
bienes y servicios de utilidad económica, social y, por qué no decirlo, política.
La ciencia y la tecnología tienen algo en común: son formas organizadas del conocimiento. Sin embargo,
son conocimientos organizados para fines distintos: en el caso de la ciencia, para saber por qué. En el caso de la
tecnología, si bien el porqué es útil y muchas veces imprescindible para continuar evolucionando, su
característica conceptual consiste en saber cómo. El cuerpo de ideas llamado ciencia consiste en un
conocimiento racional, sistemático, exacto y verificable. El conocimiento tecnológico no requiere,
necesariamente, de estos atributos, en tanto nos permita producir bienes y servicios en forma confiable y
cumpliendo con determinados prerrequisitos sociales y económicos.
En sus formas extremas, ambas actividades son distintas en cuanto a sus motivaciones básicas, su
estructura de valores, y el tipo de personas que se dedica a ellas. No existe una relación simple entre la capacidad
científica de un país y su liderazgo tecnológico e industrial. Ambas actividades son indispensables para el
desarrollo integral de una nación, pero por distintas razones. En el caso de la ciencia, por su valor educativo y
cultural, por contribuir a la creación de una conciencia crítica en importantes sectores de la sociedad, además de
ayudar a sentar las bases para el desarrollo tecnológico-industrial al generar conocimientos útiles para la
producción. La tecnología es necesaria para incrementar la eficiencia y el crecimiento del aparato productivo,
aunque también retroalirnenta la curiosidad y la productividad científica.
La ciencia, ciertamente, derrama conocimientos sobre la tecnología, y puede concebirse como un gran
recipiente de conocimientos, que se alimenta por el flujo continuo del conducto de las investigacíón básica.
Como lo muestra la Figura 1, de vez en cuando algo del contenido del recipiente se extrae y se utiliza, aunque
nunca se sabe qué parte del contenido será el necesario. Sin embargo, la historia muestra que mantener abierto el
conducto que alimenta al recipiente es una empresa de gran utilidad. En este punto, aprovechamos la
oportunidad para recordar a nuestros lectores -científicos y tecnólogos- que no basta con revisar algunas revistas
de nuestra biblioteca antes de iniciar un
proyecto. Es necesario revisar
exhaustivamente todo el contenido de
este recipiente de conocimientos:
artículos, libros, patentes, normas,
bancos computarizados. En caso
contrario, la pérdida de tiempo, esfuerzo
y recursos, y la frustración posterior,
podrán ser muy grandes.
En realidad, lo que ocurre, o más bien lo que debiera ocurrir, es bastante más complejo y retroalimentado,
y se describe en la Figura 2. Como puede observarse, el diseño y la manufactura de equipos y la
comercialización del producto forman parte integral del proceso innovador, y el hecho de que las conexiones
existan en todas las direcciones indica la necesidad de un permanente y fructífero diálogo entre los actores de
estos procesos.
Hacer innovación tecnológica implica entre otras cosas la estructuración de un paquete tecnológico, que
es el conjunto de conocimientos empíricos o científicos, nuevos o copiados, de acceso libre o restringido,
jurídicos. comerciales o técnicos, necesarios para producir un bien o servicio. Como puede verse, el paquete
tecnológico incorpora conocimientos empíricos, que son aquellos que se derivan exclusivamente de la práctica y
la experiencia, y no tienen necesariamente una base científica. El paso que comúnmente llamamos investigación,
desarrollo avanzado o invención básica, contribuye, de manera típica, a menos del 10% del esfuerzo innovador
total. Los otros componentes, que por lo general no asociamos con el proceso innovador, contribuyen casi a un
90% del esfuerzo y del costo totales. Los esfuerzos de ingeniería y diseño del producto, ingeniería de montaje y
manufactura, e introducción al mercado, son esenciales para el proceso total.
Cabe señalar que existen áreas de la tecnología, como la de los semiconductores, la de las computadoras,
o la de los medicamentos, en las que la componente de investigación ocupa una proporción superior al 10% del
esfuerzo necesario para introducir un producto de mercado. Estas conforman las industrias de "alta tecnología",
que en los países industrializados gastan por lo general más de un 5% de sus ventas totales en investigación y
desarrollo. Pero en cualquier caso, es importante entender que la actividad de investigación requerirá de muchos
"aderezos" antes de poder penetrar exitosamente al sector productivo.
En el capítulo anterior se señaló que un elemento esencial para la innovación es la integración del paquete
tecnológico. Hemos considerado necesario incluir algunas reflexiones sobre este concepto que nos permitan
identificar su importancia y utilidad, ya que muchas experiencias vividas hasta ahora en nuestro medio, con
respecto a la búsqueda de innovaciones, nos muestran que un alto porcentaje de los fracasos se debe al hecho de
haber partido de una concepción parcial de lo que significa la generación de tecnología. Para unos, la tecnología
está asociada exclusivamente con el saber cómo (Know-how), o con la información contenida en patentes,
manuales, fórmulas, planos, diagramas, etc. Para otros, la tecnología se encuentra simplemente integrada a la
maquinaria y a los equipos empleados en la producción.
La tecnología engloba todas estas ideas y algo más, ya que es "un paquete de conocimientos organizados
de distintas clases (científico, técnico, empírico, etc.) provenientes de diversas fuentes (descubrimientos
científicos, otras tecnologías, libros, manuales, patentes, etc.) a través de métodos diferentes (investigación,
desarrollo, adaptación, copia, espionaje, expertos, etc.)".
Dicha definición es, entonces, lo que nos lleva a hablar del paquete tecnológico. Este modelo de
explicación del cambio técnico permite identificar e incorporar todos los elementos o insumos que intervienen en
dicho cambio, haciéndolo además sin perder de vista las características inherentes a cada elemento y su
interacción con las otras partes del paquete. Esto nos da una visión multidimensional e integradora acerca de
cómo desarrollar la tecnología realmente vinculada con la estructura productiva.
Antes de analizar con mayor detalle las partes que componen el paquete tecnológico, resulta conveniente
aclarar algunas expresiones comúnmente utilizadas para designar ciertos tipos de tecnología, que han creado más
confusión que entendimiento del fenómeno. Es frecuente escuchar términos como tecnología dura, limpia,
integrada, desagregada, suntuaria, social, podríamos llegar a enlistar varias decenas de adjetivos. Sin embargo,
todas estas expresiones no son necesariamente excluyentes entre sí. La calificación que se dé a la tecnología
dependerá del criterio con el que ésta se contemple, que podrá ser social, económico, técnico, ecológico o de otra
índole.
En la Figura 3 presentamos una clasificación somera de las tecnologías de acuerdo con diversos criterios
y mostrando las interacciones entre los diferentes puntos de vista, constituyendo así lo que podría denominarse
una "telaraña tecnológica".
A continuación se describen los conceptos de tecnología de producto, de equipo, de proceso y de
operación:
Por TECNOLOGÍA DE PRODUCTO se entiende la parte del paquete tecnológico relacionada con las
normas, las especificaciones y los requisitos generales de calidad y presentación que debe cumplir un bien o
servicio. Si deseáramos armar un paquete en el que la tecnología de producto fuera predominante, tendríamos
que concentrarnos en la información relativa a la descripción y los dibujos del producto, a los manuales de uso,
aplicación y mantenimiento del mismo, a las fórmulas y composiciones, a las especificaciones de las materias
primas, a instructivos de ensamble, tolerancias, etc., así como a cuestiones de propiedad industrial tales como
patentes y marcas.
La TECNOLOGÍA DE EQUIPO se refiere a la parte del paquete tecnológico relacionada con las
características que deben poseer los bienes de capital necesarios para producir un bien o servicio. En este caso, la
parte medular de la tecnología se encuentra integrada a la maquinaria de producción, concentrándose el
conocimiento tecnológico en la información sobre la fabricación del equipo, sus especificaciones, manuales de
uso y mantenimiento, listas de refacciones, etc.
La TECNOLOGÍA DE PROCESO es la parte del paquete tecnológico relacionada con las condiciones,
procedimientos y formas de organización necesarios para combinar insumos, recursos humanos y bienes de
capital de la manera adecuada para producir un bien o servicio. Este tipo de tecnología está normalmente
asociada con los manuales de proceso, los manuales de planta, los cálculos de rendimientos, los balances de
materia y energía, el arreglo físico del equipo (lay-out) , los manuales de operación, etc.
Por último, la TECNOLOGÍA DE OPERACIÓN es aquella que se refiere a las normas y procedimientos
aplicables a las tecnologías de producto, de equipo y de proceso, y que son necesarias para asegurar la calidad, la
confiabilidad, la seguridad física y la durabilidad de la planta productiva y de sus productos. Este tipo de
tecnología exige una fuerte incidencia de conocimientos que son fruto de la experiencia, y comprende la
información contenida en los manuales de planta, los manuales de operación, las bitácoras y las sutilezas de
operación proporcionados por expertos, por lo que se le vincula con la prestación de asistencia técnica.
La adecuada comprensión de estos cuatro tipos de tecnología es una de las clases para entender tanto el
fenómeno de la innovación como las limitaciones que hemos padecido hasta ahora. Resulta frecuente observar
proyectos de investigación que se orientan sólo a uno de los elementos del paquete: un nuevo proceso... sin los
equipos necesarios, un nuevo producto o prototipo... sin la adecuada configuración del proceso para fabricarlo en
gran escala.
En consecuencia, es muy importante reiterar que cualquier paquete tecnológico tiene elementos de los
cuatro tipos de tecnología antes referidos. Sin embargo, existen paquetes que dependen preponderantemente de
alguno o algunos de ellos, limitándose la incidencia de los otros a un nivel menor. En la Tabla II.1 intentamos
ilustrar la participación relativa de los diversos tipos de tecnología en algunos sectores. Es evidente que, si un
paquete se halla básicamente influido por alguno de los tipos de tecnología, se orientarán en esa dirección
nuestros esfuerzos para su integración, concentrándonos mayoritariamente en el componente tecnológico
fundamental.
Pero regresemos nuevamente a la explicación del paquete tecnológico, esta vez desmenuzándolo para
poder reconocer las partes que lo integran. La Tabla II.2 muestra los diversos elementos que deben integrar un
paquete en distintas proporciones según sea el caso:
A lo largo de este libro mencionaremos y detallaremos varios de los elementos enlistados, pero hay dos
que a veces son materia de confusión conceptual, y los mencionamos a continuación:
-. La Ingeniería básica es la información contenida en los diagramas de flujo; los balances de materia y
energía; las especificaciones generales y los criterios de diseño de proceso; el diseño y la selección de equipos
básicos; las consideraciones preliminares de obra civil, mecánica y eléctrica; la especificación de servicios
auxiliares, Y los arreglos generales de flujo y distribución de materiales. La ingeniería básica, en suma, contiene
y resume los elementos medulares de la tecnología. Va más allá de la simple agregación de los conocimientos
generados en la experimentación de laboratorio o de planta piloto, y frecuentemente ha sido una de las áreas más
deficitarias en cuanto a la capacidad de las firmas de ingeniería en nuestros países.
-. La ingeniería de detalle incluye el diseño o la selección final de cada pieza del equipo y los servicios
auxiliares que ésta requiere, el diseño de la obra civil, mecánica y eléctrica, incluyendo los planos y diagramas
de tubería y red eléctrica, y la instrumentación del proceso. En suma, es toda la ingeniería que se requiere
mandar al campo para la construcción de la planta.
Hubo una época, que felizmente ya comienza a pasar, en que se acostumbraba comprar del extranjero las
"plantas llave en mano", en las que todos los elementos del paquete eran traídos de los países industrializados.
Sin embargo, en la última década se ha hecho más frecuente "desagregar y abrir el paquete", de manera que al
menos algunas partes -generalmente la ingeniería de detalle- se ejecutan con recursos nacionales.
El siguiente paso ya no será “desagregar” paquetes extranjeros, sino "agregar" paquetes propios, con base
en nuestros propias necesidades, y recurriendo selectivamente a insumos extranjeros.
Con base en cualquiera de los enfoques anteriores, hemos conformado y adaptado un paquete
tecnológico. ¿Pero qué valor ha adquirido el conocimiento original al haber sido transformado en dicho paquete?
Es un hecho que la tecnología necesaria para la producción de bienes o servicios se incorpora al sector
productivo mediante operaciones económicas: ya sea por producción directa -como ocurre en toda unidad
económica que utilice la tecnología que ella misma produce- ya sea por comercio -cuando la unidad económica
adquiere la tecnología ofrecida por otros-. Esta tecnología tiene, en consecuencia, un precio y es, desde la
perspectiva de la estructura productiva, una mercancía que, como cualquier otra, tiene un valor de uso Y un
valor de cambio. El valor de uso de una tecnología producida para realizar un determinado propósito está
determinado por lo adecuadamente que esa tecnología cumpla con dicho propósito. El valor de cambio de esa
misma tecnología se mide por la proporción en que su valor de uso se cambia por el valor de uso de otra
mercancía, ya sea directamente, ya sea por medio de dinero.
Mientras que el valor de uso depende de la utilización práctica del conocimiento contenido en el paquete
tecnológico, el valor de cambio es el resultado de la apropiación privada del paquete tecnológico por alguien (el
propietario) y de esa manera conlleva un cierto grado de poder de mercado y de capacidad para generar
utilidades al potencial del paquete. El comprador demanda la tecnología porque necesita su valor de uso; el
vendedor la suministra para obtener beneficios económicos mediante esa transacción.
Por todo lo anterior, debemos pensar en que nuestro paquete tecnológico Incorpore un buen valor de uso
y también un buen valor de cambio, pues muchas veces se invierte un gran esfuerzo en desarrollar nuevos
paquetes, buscando obtener mejores valores de uso que los de los paquetes existentes, dejándose aun lado la
dimensión del valor de cambio de los mismos, sin la cual la incorporación del paquete al sector productivo será
muy difícil.
Para terminar con nuestras reflexiones acerca del paquete tecnológico, conviene señalar qué instancias o
agentes intervienen en su integración. La elaboración de un paquete es el resultado de la participación de todos o
algunos de los elementos de una cadena institucional compuesta por los siguientes eslabones:
-Universidades
-Institutos y centros de investigación y desarrollo
-Empresas
-Firmas de ingeniería
-Fabricantes de bienes de capital
-Empresas de servicios tecnológicos
-Organizaciones financieras
-Organismos regulatorios
Todos estos agentes contribuyen con su "granito de arena", pues proporcionan los elementos potenciales
ideales para que todas las partes del paquete se identifiquen, se construyan y se integren. Así, por ejemplo, las
universidades pueden ser fuente del conocimiento tecnológico de base, mientras que los institutos y centros
tecnológicos pueden encargarse de desarrollar la ingeniería básica requerida para realizar la idea, apoyándose en
las empresas de servicios tecnológicos, como pueden ser los centros de documentación.
Las empresas, a su vez, son las encargadas de implantar el paquete tecnológico en el proceso productivo,
realizando diversas modificaciones al mismo. Es desde luego digno de mención que muchas empresas en países
desarrollados y sólo algunas en países en desarrollo realizan las fases de generación de ideas y desarrollo de
ingeniería básica con sus propios recursos. Sin embargo, ubicándonos en el contexto actual de nuestros países,
podemos pensar que el papel de la empresa radica principalmente en participar de manera activa en la adaptación
e implantación del paquete.
Las firmas de ingeniería entran en juego una vez establecidas las principales características del proyecto y
aportan sus conocimientos sobre productos, procesos, organización, métodos y sistemas, que resultan necesarios
para la aplicación práctica del paquete y, en ocasiones, inclusive para el desarrollo de la ingeniería básica.
Los fabricantes de bienes de capital constituyen una pieza fundamental, y desgraciadamente son, en
nuestros países, un eslabón débil de la cadena. Ellos realizan el diseño de la tecnología de equipo y serán
determinantes en la estimación de la inversión requerida para implantar el paquete".
La falta de recursos económicos frecuentemente ha sido un obstáculo para la integración de los paquetes,
por lo que la participación de las organizaciones financieras, que figuran entre los más importantes instrumentos
de promoción del cambio tecnológico, puede ser crucial para cubrir esta carencia. Por último, pero no menos
importante, el papel de los organismos de regulación, por medio de las legislaciones de patentes, de transferencia
de tecnología y normas, así como mediante instrumentos indirectos de apoyo y fomento al desarrollo
tecnológico, resulta fundamental en la conformación de diversas partes del paquete.
En esta cadena institucional, es interesante destacar los conceptos, desarrollados por Sábato y Mackenzi
el de fábrica y empresa de tecnología. Lo interesante y atractivo de estos conceptos, es que nos indican que a
estas alturas del siglo XX la tecnología ya no se produce artesanalmente, sino que existen organizaciones
diseñadas para "producir tecnología" de una manera sistemática. Así, la fábrica, el taller o el laboratorio de I-D
es la instancia tecnológica ubicada dentro de una industria, entidad o fábrica, cuyo objetivo es copiar, asimilar,
adaptar o generar tecnología para solucionar problemas o introducir mejoras dentro de la línea de producción de
la industria. Si posteriormente se vende la tecnología, ésta resulta un subproducto para la industria donde se
encuentra ubicado el taller. Los laboratorios de I-D de la General Motors o de Ford permiten ejemplificar ese
concepto.
La empresa tecnológica, por otro lado, es una entidad cuyo objetivo específico consiste en formular
paquetes tecnológicos, mediante cualquier método, para ser utilizados en el sector productivo, ya sea por
solicitud directa de una industria o por comercialización de la empresa que pone el paquete en el mercado;
Batelle o la Universal Oil Products son ejemplos claros. Esta última es muy importante en el ambiente petrolero,
y jamás ha obtenido una sola gota de hidrocarburos por explotación directa.
Para resumir lo expuesto en las líneas anteriores, debemos insistir en que el conocimiento que pasa a
formar parte de un paquete puede provenir de cualquier fuente y obtenerse por cualquier método, y que para que
el paquete tenga éxito en el mercado deberá ser capaz de adquirir un buen valor de cambio, lo cual dependerá de
la confluencia del esfuerzo y el conocimiento de diversos agentes.
LA INNOVACION TECNOLOGICA
Ha de considerarse que no hay cosa más difícil de emprender, ni de resultado más dudoso, ni de más
arriesgado manejo que ser el primero en introducir nuevas disposiciones, porque el introductor tiene por
enemigos a todos los que se benefician de las instituciones viejas, y por tibios defensores, a todos aquellos se
beneficiarían de las nuevas; tibieza que procede en parte de la incredulidad de los hombres, quienes no creen en
ninguna cosa nueva hasta que la ratifica una experiencia firme.
Nicolas Machiavello, El Príncipe, 1513.
Existen muchas definiciones de innovación. La que ofrecemos al principio del capítulo nos parece la más
pertinente, y es en cierto modo una derivación de la definición de Schmoockler, que vale la pena citar:
Además, adoptaremos estas definiciones sin diferenciar entre innovadores e imitadores, de acuerdo con
los razonamientos que presentaremos más adelante.
Por otro lado, recordemos siempre que la realización de cambios técnicos puede demandar la elaboración
y puesta en marcha de cambios organizacionales más amplios y viceversa; y en consecuencia, debemos reiterar
que la innovación tecnológica y la innovación organizacional se encuentran estrechamente relacionadas entre sí.
Ahora bien, sí entendemos que la innovación tecnológica se inicia con la búsqueda de las necesidades
tecnológicas de las organizaciones del sector productivo y se extiende hasta la comercialización, en el mercado
de estas organizaciones, de los productos, procesos y equipos que se derivan de esfuerzos de investigación y
desarrollo o de otros mecanismos, su realización
• Implica satisfacer las demandas del sector productivo, por medio de la ejecución de cambios técnicos
que, incorporados en el sistema productivo y en el mercado, producen consecuencias económicas y
sociales;
• No implica necesariamente la ejecución de proyectos de I-D; la generación de cambios técnicos puede
estar basada esencialmente en informaciones técnicas disponibles en la literatura, en normas técnicas,
patentes, etc., como también en la compra de tecnología producida por terceros.
• Requiere por necesidad que se involucren las organizaciones del sector productivo, que incorporan los
cambios técnicos a sus sistemas de producción y les proporcionan significación económica y social.
Así, para que nuestros proyectos de investigación y desarrollo tengan consecuencias económicas y
sociales, necesitan estar vinculados con las necesidades tecnológicas específicas de las organizaciones del sector
productivo. Si estas organizaciones no existen, es necesario crearlas, lo que evidentemente complica las cosas.
De esta manera, diferenciamos las innovaciones de las invenciones, pues éstas últimas se refieren a una
nueva concepción o una nueva combinación de conocimientos pre-existentes que tiene la potencialidad de
satisfacer alguna necesidad.
Mientras el proceso de invención culmina con la concepción de una idea (explicitada en un prototipo,
por ejemplo), el Proceso de innovación implica necesariamente la aplicación de esta concepción a un sistema
productivo y al mercado.
A continuación trataremos uno de los tópicos más importantes de este libro, que se refiere al análisis de
las experiencias exitosas fracasadas de los países industrializados en materia de innovación, y que nos permiten
extraer -aunque no en forma mecánica- algunas moralejas para su aplicación en nuestro medio. Nuestro más
sincero deseo sería que alguna futura edición de este u otros libros pudiera incluir el análisis de estadísticas
latinoamericanas, pero éstas, por ahora, no están disponibles.
Diversos estudios de innovaciones tecnológicas exitosas del tipo más frecuente y mayoritario -las
graduales- en países desarrollados han revelado algunas cifras interesantes:
-El 75% de ellas fueron estimuladas por la
demanda (de mercado y de sistemas productivos),
y sólo el 21% tuvieron su origen en el
reconocimiento de una factibilidad técnica. Sin
embargo, esta relación cambia drásticamente en
el caso de innovaciones radicales. Los cambios
organizativos originaron no más del 4% de estas
innovaciones graduales.
-El 65% de ellas costaron menos de cien
mil dólares, y por lo tanto las innovaciones
pequeñas e incrementales contribuyeron
significativamente al éxito comercial de las
organizaciones del sector productos.
-Las innovaciones por adopción
contribuyeron sustancialmente a este éxito
comercial, y esta adopción se da más
frecuentemente en el caso de las innovaciones de
proceso que en las de producto.
-El entrenamiento y la experiencia de los
funcionarios de la organización son la principal
fuente de la información técnica clave para las
innovaciones graduales exitosas. Le siguen los contactos de estos funcionarios con el medio ambiente externo de
la organización, principalmente en la etapa de investigación.
Como podemos suponer, existen múltiples factores que afectan las innovaciones tecnológicas -tanto
graduales como radicales, tanto intraorganizacionales como interorganizacionales- estimulando su éxito o
fracaso. En adición a las variables macro económicas, la creatividad de los investigadores y funcionarios, la
competencia técnica y de gestión, entre otros, son factores muy relevantes.
Sin embargo, de acuerdo con los estudios correspondientes, los aspectos referentes al mercado y sus
cambios parecen ser el factor dominante. En el estudio de Myers & Sweezy, resumido en la Tabla III.3, que
contempló las causas del fracaso de 200 innovaciones cuyos méritos les permitieron pasar la aprobación inicial,
estos factores de mercado aparecen nuevamente como de fundamental importancia. Entre las causas
administrativas señaladas, el 8% se relaciona con el mal manejo de variables mercadotécnicas, razón por la cual
podríamos atribuir a la causa MERCADO cerca del 36% de los fracasos.
Un estudio más reciente, publicado en 1984 con base en el análisis de 221 proyectos, nos permite
profundizar más algunos conceptos, para entender mejor las barreras que deberemos enfrentar en el proceso
innovador.
• Los proyectos cuyo único propósito era la mejora de procesos tuvieron mayor éxito (71%) que aquellos
destinados a cambiar o mejorar productos (48%).
• Los proyectos relacionados con nuevos productos tuvieron mayor éxito cuando fueron sugeridos por el área
de ventas de la empresa o por clientes (56%), que cuando surgieron del área de investigación (35%).
• El éxito de las innovaciones radicales estuvo correlacionado con el progreso de la base científica y
tecnológica de la empresa, pero no fue así en el caso de las innovaciones graduales.
• Mientras mayor experiencia tenía la empresa en producir o vender el producto o en usar el proceso, mayores
fueron las posibilidades de éxito.
• Mientras mayor fue la cantidad de conocimientos no libres, es decir, protegidos por patentes, mayor fue la
posibilidad de éxito.
• Los proyectos funcionaron más efectivamente cuando los altos niveles directivos de la empresa participaron
en las decisiones.
Un análisis de los fracasos en los proyectos relacionados con la introducción de nuevos productos al
mercado reitera y refuerza os resultados anteriores, pues las mayores dificultades, nuevamente, estuvieron
asociadas con el mercado:
Causas de Fracaso %
Subestimar la competencia 36.4%
Sobreestimar el número de usuarios del producto 20.5%
Dificultades técnicas con el producto 20.5%
Precio muy alto 18.2%
Publicaciones recientes que reúnen conclusiones de diversos estudios efectuados en EUA, indican que la
probabilidad de fracaso en innovaciones de productos aumenta a medida:
• En que se procura definir de antemano especificaciones técnicas completas y acabadas, además de realizar
previamente exhaustivas investigaciones de mercado.
• En que se busca la total compatibilidad con los otros productos de la línea de productos de la organización.
• En que no se obtienen resultados tangibles dentro de un plazo de 90 días.
De esta manera, hay que tener en cuenta que si bien la previa definición tentativa de las especificaciones
técnicas y los estudios de mercado son indispensables, las especificaciones y las condiciones finales deben ser
establecidas con base en experimentos reales en el mercado.
Por otro lado, la compatibilidad interproductos es vital para el éxito económico, pero lograr el último 2%
de compatibilidad nos puede costar perder el mercado.
Finalmente, un estudio de la industria electrónica húngara permitió detectar 5 factores del éxito
innovador, muy similares a los arriba descritos, pues incluyeron:
Este último factor debe hacernos recordar que, además de los elementos de mercado, hay que tener
siempre presente la dificultad básica, de fondo, para la realización de cambios técnicos o de cualquier naturaleza:
la tradicional resistencia del ser humano al cambio, que se permea y atrinchera en las estructuras organizativas
bajo los más diversos disfraces. De esta manera, el éxito de las innovaciones tecnológicas depende básicamente
de una adecuada planeación e implantación de los cambios involucrados, tanto los de naturaleza técnica como
aquellos no técnicos, además de una gestión adecuada de los roles críticos correspondientes.
ROLES CRITICOS PARA LA INNOVACION TECNOLOGICA
Los roles críticos son los papeles cumplidos por determinadas personas involucradas en el proceso de
innovación tecnológica, y, abarcan funciones cuyo adecuado desempeño es indispensable para el éxito de este
proceso.
Al contrario de lo que frecuentemente se piensa, la labor que cumple el investigador no es la única
función crítica para la realización del proceso de innovación. Existen otras más, que frecuentemente no son
tomadas en cuenta cuando se lleva a cabo un proyecto de innovación.
La gestión adecuada de todos los roles críticos, de acuerdo con las investigaciones realizadas por Roberts,
Allen, Fusfeld, y otros, en empresas productivas y laboratorios de I-D, es actualmente reconocida como el factor
preponderante para el éxito de las innovaciones por generación de tecnología endógena en países desarrollados.
En los países del Tercer Mundo -Latinoamérica incluida- la escasa comprensión de la importancia de identificar
y, manejar adecuadamente estos roles ha sido patente y, nos ha llevado a numerosos fracasos.
Los cambios de rol de un cierto individuo durante su carrera profesional dentro de la Organización son
determinados no sólo por su dinámica de crecimiento personal, sino también por las necesidades, incentivos y
restricciones de la organización. Así, tomando el ejemplo de un ingeniero joven, recién recibido y promisorio,
podemos considerar, teniendo presente las características descritas en la tabla IV.1 que:
Dentro del marco de la adecuada gestión y manejo de los roles críticos en una organización, la
identificación, evaluación y reconocimiento de la actuación de las personas que cumplen estos roles puede darse
mediante las explicitación de sus características personales, de la naturaleza de las actividades que desempeñan
en la organización, de medidas de su actuación y de los incentivos apropiados a su desempeño. La Tabla
anteriormente mencionada presenta un bosquejo de estas variables para cada uno de los roles críticos.
Es necesario resaltar que la organización innovadora exitosa debe presentar un conjunto balanceado de
habilidades para llevar a cabo los roles críticos requeridos, tanto cualitativa como cuantitativamente. Por
ejemplo, en Latinoamérica es común encontrar centros de I-D que ponen énfasis en el rol del generador de ideas
mientras que estimulan poco a los promotores del proyecto, principalmente por la naturaleza conflictiva de estos
últimos, que no es compatible con uno de nuestros trazos culturales típicos: la fobia por los conflictos abiertos.
-La organización no presenta sistemáticamente nuevas y diferentes maneras para realizar sus actividades
(deficiencia: generación de ideas).
-La dirección de la institución se queja continuamente de la ausencia de nuevas ideas (deficiencia:
generación de ideas o promoción de proyectos- la gente realmente puede no estar promoviendo ideas suyas o de
otros). La existencia de ideas que no acaparan la atención de la dirección señala una deficiencia en la promoción
de proyectos.
-El no cumplimiento de plazos y costos de proyectos, La presencia de miembros de proyectos que no
tienen claro sus objetivos, atrasos en los servicios de apoyo logístico (deficiencia: Liderazgo de proyectos).
-Falta de informaciones adecuadas y oportunas sobre cambios en el mercado, en la tecnología, etc.
(deficiencia: actualización o "gatekeeping").
-Proyectos presionados prematuramente a su aplicación, líderes de proyectos que están gastando mucho
tiempo en la defensa de sus proyectos; elevada incidencia de quejas de impenetrabilidad burocrática, etc.
(deficiencia: patrocinio de proyectos).
El escaso reconocimiento de la importancia de estos roles para el éxito de las innovaciones tecnológicas
en Latinoamérica seguramente explica un gran número de los fracasos en intentos de innovación en la región.
Este reconocimiento se ha dado principalmente en el caso de innovaciones intraorganizacionales y de una
manera informal, pues nos hace falta realizar investigaciones que demuestren en nuestra propia realidad la
importancia de los roles críticos. Sin embargo, ya se ha detectado informalmente en nuestro medio la existencia
de éstos y otros roles críticos adicionales, de alta relevancia para el éxito de las innovaciones tecnológicas dentro
de la realidad de los países de la región, cuya validación queda igualmente pendiente de la realización de una
investigación sobre la materia. Entre ellos, destaca el que pudiera denominarse como “tierra", que descarga los
conflictos existentes entre los miembros del equipo del proyecto y con los clientes; o el rol de "seguidor", que es
el representante de agencias gubernamentales financiadoras del proyecto, que tiene como función evaluar el
avance del mismo y recomendar decisiones, y que con frecuencia desempeña un papel muy importante para
asegurar la dirección y supervivencia del proyecto.
A la fecha, el enfoque del planteamiento teórico y de investigación de la gestión de estos roles críticos de
la innovación se ha restringido a su aplicación dentro de las empresas productivas y dentro del ámbito interno de
los laboratorios de investigación. Sin embargo, en los países latinoamericanos la necesidad de innovaciones
interorganizacionales demandan un cambio de enfoque y de análisis de la gestión de esos roles críticos mediante
una identificación precisa de su asignación entre las instituciones involucradas. Si por otro lado tomamos en
cuenta la importancia relativa de las innovaciones por adopción (o por transferencia de tecnología) en los países
de la región, seguramente necesitaríamos identificar roles críticos adicionales y muy específicos -como el
negociador de contratos, por ejemplo- que hasta la fecha tampoco han sido objeto de investigaciones precisas.
Conviene resaltar que si no identificamos adecuadamente estos roles, no los podremos manejar correctamente.
De esta manera, con el objeto de lograr el éxito en los proyectos de innovación tecnológica
interorganizacionales dentro de nuestra realidad, ya sea por generación propia o por adopción, sería de utilidad
realizar investigaciones para revisar la validez de estos roles y agregar otros, principalmente en lo que se refiere
a las innovaciones por adopción. También se hace necesario estudiar la forma de asignar, distribuir y superponer
estos roles entre las distintas organizaciones participantes del proyecto, tomando en cuenta, entre otras variables,
las etapas del proceso de innovación y las aportaciones específicas esperadas de cada agente tecnológico. Por
último, una vez que aclaremos estos aspectos, se hace necesario verificar cuál sería el efecto de esta
redistribución de roles en la gestión de cada uno de los agentes tecnológicos que participan en proyectos de
innovación interorganizacional. En particular, se prevén efectos específicos en:
Sin embargo, esta necesidad de investigar con mayor profundidad y precisión todos los aspectos
relevantes de los roles críticos dentro de nuestra realidad objetiva no nos exime de actuar de inmediato con base
en los conocimientos ya disponibles.
las precariedades existentes pueden y deben ser superadas en el corto plazo por un proceso inteligente y
flexible de gestión experimental de roles, enmarcado por una actitud de tolerancia y entendimiento por parte de
las direcciones de las instituciones involucradas.