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ANTROPOLOGÍA TEOLOGÍCA
PROFESOR
C.E 459605
ESTUDIANTE
ARQUIDIÓCESIS DE VILLAVICENCIO
12/08/2019
RESTREPO META
Las sagradas escrituras como experiencia de fe de un pueblo, en que Dios se autorevela, como
un Dios que está presente, escucha, ama a su pueblo y todo lo ha hablado por su verbo, da respuesta,
al antes y después de lo creado, en el cual Dios trino y uno aparece como Creador y artífice de todas
las criaturas en especial del Hombre, es decir una creación de la nada que no solo se reconoce al
cosmos, sino que se extiende a la creación misma del hombre, como mayor expresión de la gloria de
Dios.
Israel como pueblo de Dios, que se ve inmersa en ambientes culturales distintos que de una
manera u otra tratan de explicar la creación del hombre, plantea la verdad única revelada por Dios, el
hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, esta convicción de Israel será también la misma
convicción de Jesucristo, pues Cristo es la revelación plena del Padre, y solo conocemos de Dios lo
que Jesucristo nos ha revelado.
Ahora bien, desde donde se puede partir para explicar la creación del hombre en la biblia,
para ello hay que acudir a Gn 1,27-31 y Gn 2,4;3, 2-5, en los cuales la tradición sacerdotal (p) y la
tradición Yavista (J) quienes tratan de explicar el origen del hombre, esto será conocido como lo
llama (Fernandez , 2015, pág. 65)” pre-historia de la humanidad” puesto que, continua diciendo, la
historia salvífica por excelencia empieza con Abraham (Gn 11,27-25)” sin embargo a la hora de
abordar el misterio de hombre la misma teología se queda corta, en cuanto al explicar el misterio del
hombre y no a cuanto enmarcarlo en misterio mismo de Dios, de ahí que en cuanto a materia de fe,
los relatos de la creación en la biblia gozan de la Inerrancia de la fe, no obstante la teología está atenta
a las aportaciones que puede ofrecer la ciencia en cuanto al desarrollo de la evolución del hombre que
ha sido creado por Dios, a la ves que es consciente “ de la insuficiencia de la ciencia para desvelar
los misterios que encierra el origen del Cosmos, de la vida y sobre todo del hombre” (Fernandez ,
2015, pág. 66).
Las sagradas escrituras como un libro religioso se cuestionan ella misma sobre el misterio del
hombre no porque dude de lo que ella misma profesa y vive, “El hombre ha sido creado a Imagen y
semejanza de Dios” ya el salmo 8 lleva a comprender y justificar esta respuesta.
Cuando veo el cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿Qué es el
hombre, para que te acuerdes de él, el hijo de Adán para cuides de él, lo hiciste poco inferior
a un Dios y lo coronaste de Gloria y majestad (Desclée, 1998)
Gn, 1, 1-26 ha venido relatando la creación del cosmos, de los cielos y la tierra y de todo ser
viviente los cuales han sido creado y visto como obra de Dios, sin embargo, el carácter ontológico
que le otorga la tradición sacerdotal es de simple criatura de Dios, a los cuales Dios bendijo y le
ordenó el crecer y multiplicarse, sim embargo la acción creadora de Dios no había concluido, aún
tenía un designio mayor de gracia y de bondad en el cual manifestar su gloria y esplendor, el hombre,
creado por voluntad libre de Dios, designio amoroso y para su gloria en su infinita providencia, de
ahí que (Ruiz de la Peña , 1988, pág. 45) afirme que la “ la acción creadora de Dios llega a su clímax
con la creación del Hombre Imagen y semejanza de Dios”.
El hombre como fin último de la creación en cuanto es creado para la gloria de Dios, se
distingue del resto de las criaturas y los seres vivientes “pues el encargo que se le confiere es
representar al creador en cuanto imagen suya, ejercer en su nombre, un dominio señorial y unas tareas
de gobierno sobre el resto de la realidad creada” (Ruiz de la Peña , 1988, pág. 45) es aquí el suceso
más esplendoroso y majestuoso, diverso a las demás explicaciones de la creación del hombre, pues
él aparece como Señor y dueño de toda la creación y una obra creada que ha de ser continuada y
donde el hombre aparece como cocreador, “ la creación acción no cerrada y conclusa pasa a manos
del hombre para ser perfeccionada y llevada hacia su fin (Ruiz de la Peña , 1988)” que es Dios mismo.
En este hecho creador hay que tener en cuenta el termino Bara, que significa crear, es utilizado con
insistencia por la tradición sacerdotal, en el momento de la creación del Hombre, para enmarcar la
supremacía y la predilección del hombre por encima de todas las creaturas. Es bueno tener en cuenta
que, aunque el hombre es creado casi igual que un dios, no es más que una creatura de Dios y por lo
cual debe estar en sujeción de amor, pleno y libre a Dios como su Señor y creador.
Si la creación en la biblia es una sola historia cosmogónica donde está inmerso el hombre,
como entender que él sea considerado como otro relato de la creación, para tener claridad en esto es
bueno tener en cuenta lo que afirma (Ruiz de la Peña , 1988, pág. 50) “ el relato yavista no es un
relato de la creación, sino un relato que versa sobre el origen del mal, de aquí que este texto va unido
al capítulo 3 del Gn en el que estalla el drama del pecado” , sin embargo no hay que descartar los
elementos que posee y que interesan a una teología de la creación.
Cada relato es autónomo y diverso, cada uno con intenciones diferentes, pero con elementos
comunes, que hacen posible una relectura de la acción creadora de Dios. Israel como pueblo escogido
que ha visto la acción liberadora y ha sido testigo del pacto de Alianza que Dios ha realizado con él,
va teniendo conciencia del acto creador y de la existencia del mal de ahí:
Antropología Veterotestamentaria
En su obra teología de la creación (Ruiz de la Peña , 1988, págs. 51-52-53) hace una selección
de los salmos en los cuales según él hay una referencia a la acción creadora de Dios, estos son:
Salmo 136- es una efusión esplendida de gratitud a Dios creador. Salmo 148- Canto de alabanza al
Dios creador. Salmo 33- himno de confianza en la fidelidad de Yahvé, el cual contiene elementos de
cosmogonía y soteriología. Salmo 8- expone una comprensión antropocéntrica de la creación vista en
su conjunto. Salmo 104- es una glosa poética de la creación, anterior probablemente a Gn 1.
Bibliografía
Desclée. (1998). Biblia de Jerusalen. Henao, Bilbao, españa: Desclée de Brouwer Bilbao.
Ludwig Muller, G. (2009). Dogmática, Teoría y Práctica de la teología. España, Barcelona: Herder.