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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITÉCNICO


“SANTIAGO MARIÑO”
EXTENSIÓN- VALENCIA

REALIZADO POR:
DIANA MILLAN
C.I- 26246972
ESC. (45)

VALENCIA, ABRIL DE 2019


INTRODUCCIÓN

La templabilidad está determinada por la profundidad y distribución de la


dureza en el interior de las piezas templadas, un procedimiento estándar que es
ampliamente utilizado para determinar esta propiedad es el ensayo Jominy.
TEMPLABILIDAD

La templabilidad de un acero es una propiedad que determina la


profundidad y distribución de la dureza alcanzada al producirse un enfriamiento
desde la zona austentinica. La templabilidad del hierro aumenta si se añaden
aleantes, con los que a mas carbono mas templabilidad, sin embargo también
aumenta el volumen, con lo que el enfriamiento de la pieza no es homogéneo, y
enfría antes en el exterior que en el núcleo, el cual no se podrá dilatar al enfriarse
por la compresión ejercida por la pieza ya enfriada, creándose unas tensiones de
compresión en el interior y de tracción en la superficie que pueden llegar a
romperla, con lo que hay que bajar el contenido en carbono, pero a su vez la
templabilidad baja, con lo que se crea una contradicción.

La templabilidad depende de la composición química del acero; todos


los aceros aleados tienen una relación específica entre las propiedades mecánicas
y la velocidad de enfriamiento. Templabilidad no es dureza, que significa
resistencia a la penetración, aunque se utilizan medidas de dureza para
determinar la extensión de la transformación martensítica en el interior de una
probeta.

La adición de elementos aleantes o el engrosamiento del grano austenitico


incrementa la templabilidad de un acero. Cualquier acero que tiene una velocidad
crítica de enfriamiento baja se endurecerá más profundamente que uno que tiene
una velocidad de enfriamiento alta de templado. La dimensión de la pieza que va
ser templada tiene un efecto directo sobre la templabilidad del material.

Se considera que el temple de un acero es aceptable cuando la microestructura


esta formada por lo menos con un 50% de martensita, pero para conseguir las
mejores características mecánicas en el producto final el porcentaje de martensita
debe de estar entre el 50 y el 90 %. Si se realiza un temple mal, nos podemos
encontrar con defectos en la pieza como una dureza insuficiente para nuestros
propósitos, que se hayan formados puntos blandos, piezas con mucha fragilidad,
descarburación, grietas etc. La dureza escasa y la formación de puntos blandos se
explican por la falta de calentamiento, por no haber alcanzado la temperatura
necesaria, o por no haber permanecido el suficiente tiempo en ella, la fragilidad
excesiva es por un temple a temperaturas altas, etc. por lo cual hay que extremar
los cuidados a la hora de iniciar un proceso de temple, y realizarlo correctamente,
ya que son muchos los factores que pueden dañar las piezas, y que no sean
validas para nuestros propósitos.

Se sabe que una pieza de acero enfriada en un medio cualquiera tendrá una
velocidad de enfriamiento que depende de varios factores y una vez que estos son
determinados, se debe buscar alguna manera de comparar y predecir lo que irá a
suceder cuando se realice tal enfriamiento. Para esto es necesario que
primeramente se entienda lo que es la templabilidad.

Existen muchos ensayos para determinar la templabilidad, pero el más utilizado


es el ensayo Jominy, cuyos resultados se expresan como una curva de dureza
frente a la distancia desde el extremo templado, la cual se le conoce como curvas
de templabilidad. Del estudio de estas curvas se puede observar que la máxima
dureza que se consigue en el temple del acero es función del contenido en
carbono.

El ensayo Jominy es un procedimiento estándar para determinar la


templabilidad. Se trata de emplear una probeta estandarizada del
acero estudiado. La probeta utilizada para el ensayo es cilíndrica, de un diámetro
de 25 mm, y una longitud de 100 mm. Primero se calienta a la temperatura
de austenización, enfriándola posteriormente mediante un chorro de agua con una
velocidad de flujo y a una temperatura especificada, el cual sólo enfría su cara
inferior.
CONCLUSIÓN

La templabilidad es una propiedad. La dureza que se obtiene depende del


contenido de carbono. La templabilidad depende de las características de
transformación del material es decir del diagrama de enfriamiento continuo y por
ende de la composición y el tamaño de grano.
REFERENCIAS

 Avner, Si. “Introducción a la metalurgia física.” Editorial McGraw Hill.1988.

 Apraiz, J. “Tratamientos térmicos de los aceros”. Editorial Dossat. Año


1978.

 Valencia, A. “Metalurgia Física”. Editorial Universidad de Antioquia,


Medellín. Año 1987.
ANEXO

Figura 1 .Probeta de Ensayo de Jominy

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