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Camila Villagra

INSTITUCIÓN: SEDES SAPIENTAE | PROFESORADO DE INGLES – TERCER AÑO


TRABAJO PRÁCTICO NÚMERO 1º
MATERIA: HISTORIA DE LA EDUCACIÓN ARGENTINA
PROFESOR: EDUARDO RAMIREZ
PERIODO LECTIVO 2019
Fuerza temprana de la revolución
Introducción:
Brillante desde su niñez, Mariano Moreno supo desempeñarse como un gran abogado
e intelectual, cuyos aportes e ideas fueron muy decisivas en un Virreinato del Río de la
Plata que se encontraba muy agitado por los grandes cambios políticos de los que
estaba siendo parte. Encontramos en este personaje una persona con fuertes y
arraigadas convicciones, formado con las ideas de los enciclopedistas y filósofos de la
Ilustración y otros cambios en Europa, estaba convencido de querer continuar con las
ideas de algunos de sus compatriotas, queriendo ser parte de ese posible gran cambio
que podía acontecer en esta parte de América. Querido y apoyado por criollos con sus
mismos ideales, también fue cosechando enemigos en su corta carrera política en
Buenos Aires. Un gran pensador y protector de una educación para todos, a lo largo de
su vida quiso dejar una imprenta sobre la igualdad y el valor de que el pueblo sea
educado, sin importar su raza o estatus social. Por estas diversas razones, en este
trabajo abordaré como este mítico y también polémico personaje de la primera parte del
siglo XIX en la actual Argentina, hizo sus primeros pasos, educándose formalmente y
cuáles eran sus más imponentes ideas, así como también de donde las tomó y lo que
hizo con ellas, con quienes se relacionó para hacer estos ideales realidad y su impacto
en la sociedad argentina de la primera década del 1800.
Palabras clave: revolución, ideas, expresión, educación, igualdad
Mariano Moreno nace el 23 de septiembre de 1778 en un hogar de los Altos de San
Telmo. Hijo de un padre español, Manuel Moreno y Argumosa, quien arribó a Buenos
Aires en 1776 y trabajó en la Tesorería de las Cajas Reales. Su madre, Ana María Valle
y Ramos, hija de un oficial de las Cajas Reales y cuyos padres eran propietarios de
importantes extensiones de tierras en la provincia de Buenos Aires. Ella era una de las
únicas mujeres en la ciudad que sabía leer y escribir, algo muy poco frecuente en la
época. Mariano Moreno era el mayor de 14 hermanos, de los cuales sobrevivieron 8,
quienes contaban como familia con bajos recursos económicos pero que podía contar
con casa propia y esclavos.
Fue con su madre con quien Mariano pudo aprender las nociones de la lectura y
escritura, con la oportunidad, de asistir a la Escuela Del Rey, donde se enseñaban las
primeras letras. Posteriormente, el Colegio de San Carlos lo conto como oyente entre
sus clases de latin, filosofía y gramatica, pero no como alumno por los pocos recursos
de su familia. Gracias a sus muestras de ser estudioso, el Fray Cayetano Rodríguez
puso a su disposición la biblioteca del Convento de San Francisco, este mismo
personaje más tarde lo pondría en contacto con Felipe de Iriarte, sacerdote del Alto
Perú, quien le propuso a Moreno seguir sus estudios en la Universidad de Chuquisaca.
Antes de esto, Moreno por la influencia de su padre quería estudiar el doctorado de
Teología, pero no contaba con el dinero suficiente y postergó los mismos. Su situación
económica mejoró cuando fue contratado como ministro de la Real Hacienda.
Moreno viajó a Chuquisaca en 1799, en un viaje de 2 mesas y medio, en el cual pasó
por un periodo de enfermedad. Al llegar después de muchas complicaciones y de gozar
de mala salud, que lo imposibilitaba estar parado siquiera, en 1801 retomó sus estudios
en el doctorado de Teología, pero descubrió que su verdadera vocación eran las leyes.
La universidad de Chuquisaca fue fundada el 27 de Marzo de 1624, con los títulos de
Universidad Mayor, Real y Pontificia a través de la Bula Papal emitida por Gregorio XV
el 8 de Agosto de 1623 y el Documento Real emitido por el Rey Felipe III el 2 de Febrero

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de 1622, siendo el edificio de esta fundado en 1624 (Chuquisaca, 2018). Esta
universidad marcaba un pres cedente en el Virreinato ya que los alumnos de esta tenían
la posibilidad de familiarizarse con los clásicos europeos y libros actualizados con
ideologías o situaciones que estaban pasando en los demás continentes del mundo,
incluso, se contaba con gran información de lo que pasaba o pasó anteriormente en
América misma, que no eran las mismas historias que se contaban por los realistas o
españoles en estas tierras. Moreno no solo estudió en esta institución sino que además
se educó en Academia Carolina, la cual era parte de la Universidad de Chuquisaca. Este
organismo fue fundado en 1776 por Ramón de Rivera y Peña, quien había estudiado en
España anteriormente. La visión del estudio del derecho estaba cambiando en Europa,
gracias a las ideas de la ilustración, que concebía que la ejecución debía alejarse del
paradigma eclesiástico tradicional, para así amoldarse más a los problemas legales de
la época, así como también alentaba a pensar más en los derechos humanos. De esta
manera, en sus aulas se alentaba a un espíritu independiente de sus estudiantes, los
cuales aprendían con ciertos métodos instaurados por los jesuitas (quienes habían sido
expulsados de Virreinato anteriormente) como representaciones teatrales que
simulaban actos judiciales. Moreno estudió francés e inglés, traduciendo varias obras,
la más destacada, “El contrato social” de Rosseau (Pigna, 2017).
Gracias a su protector, el canónigo Terrazas, quien tenía licencia para leer las obras
que se encontraban en el “Indice de libros prohibidos” que habían sido censurados por
la Corona Española, Moreno junto con otros criollos, pudo acceder a la lectura de
autores tales como Locke, Voltaire, D’Alambert, Diderot, Rousseau, Montesquiau,
Fauchet, el marqués de Condorcet, poniéndose en contacto así con las ideas de la
Ilustración, las cuales habían servido o estaban sirviendo como inspiración en todas
partes del mundo como incentivador de la independencia de ciertos países oprimidos,
como la Independencia de los Estados Unidos y Revolución francesa en otros
continentes, y en nuestro mismo continente, podían encontrarse ejemplos o precursores
de la emancipación americana de los poderes extranjeros que encontrábamos de este
lado del globo, como Francisco Miranda (líder venezolano), Simón Bolivar, Tupac
Amarú, quien en 1780 lideró en el Virreinato de Perú una rebelión indígena y fue
ejecutado, en 1781 Antonio Nariño dirigió un levantamiento de los Comuneros de Nueva
Granada “ante el pago de excesivos impuestos que recaían en el pueblo y los métodos
para la extracción de las riquezas” (Pace, 2010).
Mariano Moreno, ya cursando su carrera de Derecho, fue influenciado por los escritos
de el especialista de Derecho Indiano, Juan Jose de Solorzano Pereira y Victorian de
Villalva, un catedrático, jurisconsulto y fiscal de la Audiencia de Charcas. Solórzano
reclamaba, en su “Política Indiana”, la igualdad de derechos para los criollos. Villalba,
en su “Discurso sobre la mita de Potosí”, denunciaba la brutal esclavitud a que se
sometía a los indios en las explotaciones mineras en Potosí. Moreno, adquiere entonces
en su estadía en Chuquisaca una mirada indigenista, ya que ve presencialmente, yendo
hasta Potosí, vió como eran vulnerados los derechos de los indios. Winazki (Clarín,
2010) diría “la mita [de la cual escribió Villalba] obligaba a los indios a ceder el derecho
de sus propias vidas y a trabajar hasta morir bajo tierra extrayendo la plata”. Moreno,
para quien los principios de “igualdad y libertad” constituyeron una de sus más grandes
preocupaciones, adhirió a estas ideas.
Desde el descubrimiento empezó la malicia a perseguir unos hombres que no
tuvieron otro delito que haber nacido en unas tierras que la naturaleza enriqueció
con opulencia (…) Se ve continuamente sacarse violentamente a estos infelices
de sus hogares y patrias, para venir a ser víctimas de una disimulada inmolación.

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Se ven precisados a entrar por conductos estrechos y subterráneos cargando
sobre sus hombros los alimentos y herramientas necesarias para su labor, a estar
encerrados por muchos días, a sacar después los metales que han excavado
sobre sus propias espaldas, con notoria infracción de las leyes, que prohíben que
aun voluntariamente puedan llevar cargas sobre sus hombros, padecimientos que,
unidos al mal trato que les es consiguiente, ocasionan que de las cuatro partes de
indios que salen de la mina, rara vez regresen a sus patrias las tres enteras.
(Moreno, 1802)

Sus ideas contra la esclavitud lo convirtieron en un ferviente defensor ante la injusticia


y falta de respeto por los derechos de los indígenas, lo que significaba que pudiera llegar
a polemizar con personas de la clase alta del Alto Perú, involucradas en estas prácticas
que Moreno denunciaba. El mismo fue quien acusar al gobernador intendente de
Cochabamba por arbitrariedades cometidas contra los hijos de José de Siles y defendió
al indio Miguel Ari, acusado de agredir al alcalde de la provincia de Chayanta, lo que
dificultó su permanencia en el Alto Perú (Pace, 2010).
Regreso a Argentina
Antes de regresar a Argentina en 1805, Mariano Moreno conoce a María Guadalupe
Cuenca, quienes se enamoran y contraen matrimonio el 20 de mayo de 1804, y en 1805
nace su primer y único hijo, Mariano.
Las primeras actuaciones públicas de Moreno se debieron a su profesión, la abogacía,
la cual ejerció instaurando un bufete de abogado en su casa. Uno de los casos que le
dio prestigio como abogado en Buenos Aires fue en el que se desempeñó como
defensor del clero contra los excesos del obispo de Buenos Aires, Benito Lué y Riega.
Más tarde, sería elegido Asesor Legal del Cabildo Porteño.
El 13 de febrero de 1806 se produjo el nombramiento de Moreno en el cargo vacante de
relator sustituto de la Real Audiencia de Buenos Aires. En ese mismo año y en el
siguiente, 1807, acontecerían en Buenos Aires las Invasiones Inglesas en Buenos Aires,
en la cual Moreno no participó de las acciones militares pero que si relató en su diario
relatando lo que allí sucedía, claramente en oposición a los invasores. (Clarín, 2010)
Yo he visto llorar muchos hombres por la infamia con que se les entregaba; y yo mismo he
llorado más que otro alguno, cuando a las tres de la tarde del 27 de junio de 1806, vi entrar
a 1560 hombres ingleses, que apoderados de mi Patria se alojaron en el fuerte y demás
cuarteles de la ciudad. (Luna, 2004)

Luego de la segunda Invasión Inglesa en 1807, el cabildo de Buenos Aires encargó a


Moreno que, en su calidad de asesor del Cabildo, solicitara al Rey el título de "Defensor
de la América del Sur y Protector de los Cabildos del Virreinato del Río de la Plata". El
texto que Moreno envió en diciembre de 1807 expresaba la queja del cabildo respecto
de los gobernadores y "subdelegados". El cabildo buscó así reforzar su autoridad sobre
la burocracia virreinal. El virrey Rafael de Sobremonte fue desplazado por abandonar la
ciudad durante el ataque y en reemplazo provisorio de este, Santiago de Liniers de
origen francés y quien había sido jefe de la Reconquista, fue nombrado virrey. En
Buenos Aires reinaba un ambiente de desconfianza a Liniers, por su origen y por la
sospecha de que este estaba conspirando con el Imperio Napoleonico, tras haber
recibido a solas al Marqués de Sassenay, emisario de Bonaparte (Pace, 2010).
El 1 de enero de 1809 Moreno redactó la fundamentación del rechazo del Cabildo de
Buenos Aires al nombramiento como alférez real del joven Bernardino Rivadavia,
candidato de Liniers, usando la presunta negativa de Liniers como acusarlo de

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despotismo y pedir su desplazo. Martín de Álzaga pretendía reemplazar al virrey
Santiago de Liniers por una junta de gobierno, en la cual Moreno y Julián de Leyva
hubieran sido secretarios. Fueron derrotados por la enérgica reacción del coronel
Cornelio Saavedra, al mando del Regimiento de Patricios. Moreno fue el abogado
defensor de Álzaga en el juicio que se le siguió, caratulado como juicio por
independencia, en el cual se decidió que fuera deportado. Con la llegada del nuevo
virrey, Bartolomé Hidalgo de Cisneros, se nombró la liberación de Alzága gracias a un
informe favorable de Moreno.
Cisneros había sido nombrado por la Junta de Sevilla, la cual había asumido la
representación soberana en nombre de Fernando VII, prisionero de Napoleón
Bonaparte. La Corona española se encontraba debilitada por las guerras que
enfrentaba, la invasión napoleónica en su territorio peninsular. En el Buenos Aires del
virreinato, después de las Invasiones Inglesas, se veía desabastecida, el aumento del
contrabando y la disminución de las rentas aduaneras, gran fuente de recursos para el
virreinato. Cisneros enfrentaba un panorama complicado, especialmente en el
económico, en el cual se veían dos grupos claramente enfrentados: los comerciantes
monopolistas y los ganaderos exportadores. El virrey aprueba un Reglamento de Libre
Comercio, la cual no fue vista con buenos ojos por los monopolistas españoles.
Fue entonces cuando el 30 de septiembre de 1809, Moreno, fue nombrado Apoderado
de los Hacendados en campaña, y a pedido de este sector, escribe “La Representación
de los Hacendados”, en el cual ponderaba los beneficios de la libertad de comercio entre
los productores locales y los británicos, atacaba los privilegios de los monopolistas,
planteaba que el régimen comercial con España no impedia que los productos ingleses
se introdujeran ilegalmente y promovia el interés exportador de los hacendados. La
Junta Consultiva no autorizo su publicación pero aun asi comenzaron a circular copias
manuscritas. Los argumentos económicos de Moreno sobre la libertad de comercio
coincidían en gran medida con los que había expuesto Belgrano en su Memoria pues
ambos se basaban en los mismos teóricos de la fisiocracia: Adam Smith, François
Quesnay, Nicolás de Condorcet y Gaetano Filangieri. (Levene, 1920)
Revolución de Mayo
Moreno no fue protagonista principal de los acontecimientos previos a la semana de
Mayo. Era amigo personal de Martin Rodriguez, quien era alguien respetado por
Saavedra, su vínculo con Manuel Belgrano, y su obra personal, lo acercaron con los
grupos de presión en aquellos momentos. Según Bartolome Mitré, Moreno permaneció
en silencio y pensativo durante las reuniones previas al 25 de Mayo de 1810. Sin
embargo, fue Moreno uno de los personajes los cuales “insertó” la duda de la legitimidad
sobre los españoles gobernando en America, ya que alegando a Rosseau, que como la
conquista española fue hecha por la fuerza, no hubo un contrato, sino que se impusieron
por la fuerza, y esta no derecho alguno de gobernar sobre otros (Clarín, 2010). Según
Manuel Moreno, su hermano no esperaba ser nombrado miembro de la Primera Junta
y se debatió mucho si aceptar o no el nombramiento, hasta que finalmente aceptó. De
esta manera se convirtió en uno de los secretarios, junto a Juan Jose Paso, de la
Primera Junta, en la que desempeñó varias funciones tales como la Secretaría y de
Guerra y de las Relaciones Exteriores.
Moreno fue el autor de la proclama del día 28 de mayo, por la que la Primera Junta
anunciaba su instalación a los pueblos del interior y a los gobiernos del mundo, y
convocaba a los representantes de las demás ciudades a incorporarse a la misma.

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En sólo siete meses, su nombre quedó unido a una larga lista de realizaciones
revolucionarias: estableció una oficina de censos y planificó la formación de una
Biblioteca Pública Nacional; reabrió los puertos de Maldonado (Uruguay), Ensenada y
Carmen de Patagones; mediante varios decretos, liberó de las antiguas restricciones el
comercio y las explotaciones mineras. Intentó regular el ejercicio del patronato sobre la
Iglesia, estableció las ordenanzas militares para los oficiales y cadetes, creó nuevas
compañías de voluntarios y organizó la policía municipal.
Varias provincias brindaron su adhesión a la Primera Junta, pero otras intentaban
preservar el sistema virreinal. En Cordoba, surgió un movimiento contrarrevolucionario
liderado por Liniers y Juan Gutierrez de la Concha. La Primera Junta organizó un ejército
al mando del jefe del regimiento de Arribeños, Francisco Ortiz de Ocampo. Éste llevaba
la orden de fusilar a los líderes contrarrevolucionarios en el momento de ser capturados,
decisión que había sido tomada por la Primera Junta en pleno, exceptuando a Manuel
Alberti, que se excusó por su carácter eclesiástico. Ocampo no ejecutó la orden de
fusilarlos y fue entonces cuando Moreno mandó a Castelli a cumplir con esta,
escribiendo “Vaya usted y espero que no incursione en la misma debilidad de nuestro
general, si todavía no se cumple la determinación tomada irá el vocal Larrea, a quien
pienso que no le faltará resolución, y por ultimo iré yo si fuera necesario”. Esta decisión
fue vista como extremista por Saavedra, quien lo llamaría gracias a esto como
“jacobino”. (Pace, 2010)
La Gazeta, la Biblioteca Pública, escuelas
“La Gazeta de Buenos Aires” fue fundada el 7 de junio de 1810, fue el primer periódico
empleado como medio oficial del nuevo gobierno. Fue ideado por Moreno y expresaba
no solo los principios político-juridicos en los que se basaban las disposiciones y
medidas adoptadas por la Junta, se informaba del resto del Virreinato y las novedades
internacionales.
Los principios de una prensa fundada en la libre expresión se fijaban en varios de sus
escritos: “El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien; él debe aspirar
a que nunca puedan obrar mal. Seremos respetables a las naciones extranjeras (…)
cuando renazcan en nosotros las virtudes de un pueblo sobrio y laborioso”. Más de una
vez, La Gazeta denunció los factores de poder que podrían perjudicar las atribuciones
ciudadanas y alertó respecto del manejo indiscriminado del poder (Pace, 2010).Invitaba
a producir discursos a “hombres ilustrados y que sostengan y dirijan el patriotismo y
fidelidad”. Entre sus columnistas estuvieron figuras como Manuel Belgrano, Juan Jose
Castelli, Manuel Alberti, Gregorio Funes, Pedro Agrelo, Nicolas Herrera, Julián Alvarez
y Manuel Antonio Castro. Moreno defendió la libertad de expresión y el derecho de la
población al acceso a la información pública.
Manuel Moreno también, como tantos filósofos de la época, se preocupó por la
educación y fue abordada por Moreno en el prólogo del Contrato Social de Rosseau,
promoviendo ilustración como un recurso para evitar la esclavitud. Moreno propuso
asumir la obligación como compromiso ciudadana de aportar sus conocimientos: “todo
ciudadano está obligado a comunicar sus luces (…), y el soldado que opone su pecho
a las balas de los enemigos exteriores, no hace mayor servicio que el sabio que
abandona su retiro y ataca con frente serena la ambición, la ignorancia, el egoísmo”.
Esta obra fue publicada en La Gazeta de Buenos Aires, dejando sin incluir el capítulo
referido a la religión. Una de sus disposiciones, desde la Primera Junta, fue proceder a
la lectura de este en los púlpitos de las Iglesias. Según su criterio (Moreno): “todas las
clases, todas las edades, todas las condiciones participarán del gran beneficio que trajo

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a la tierra este libro”. Moreno propuso que este texto se divulgara en las escuelas de la
patria, no obstante, existen diversas versiones acerca de que sucedió con esas copias
enviadas a las escuelas, algunos sostienen que no llegaron a las aulas o que
simplemente circularon poco tiempo ya que fueron considerados inadecuados para su
función y cancelados por el Cabildo el 5 de febrero de 1811 (Arata & Mariño, 2014).
Otro punto a destacar, es que esta preocupación por la educación también llevo a
Moreno, como a Manuel Belgrano, otro miembro de la Primera Junta, a querer mejorar
la educación pública. Mediante algunas Actas Capitulares de la Junta, se hicieron
oficiales inspecciones a las Escuelas del Rey, con uno de los objetivos siendo el de
instaurar un reglamento educativo y nombramiento de docentes previo a un examen
aprobado por el Cabildo. Este organismo decretó el 22 de noviembre de 1810, con
firmas de los miembros de la Junta, otorgar jubilaciones a los maestros de primeras
letras (Pace, 2010).
Como mencionan Arata & Mariño (2014), Moreno comprendía que la educación era
necesaria para pactar las identidades de las nuevas republicas, asumiendo así la
dimensión política para instaurar un sistema educativo. Moreno ideaba una educación
que aleje de la guerra (“La necesidad hizo destinar provisoriamente el Colegio de San
Carlos para cuartel de tropas; los jóvenes empezaron a gustar una libertad tanto más
peligrosa cuanto más agradable; y, atraídos por el brillo de las armas que habían
producido nuestras glorias, quisieron ser militares antes de prepararse a ser hombres”)
y de la teología, apuntando a una educación basada en la razón y las artes, centrada
en el debate y la lectura y popular, para todos. “Si los pueblos no se ilustran -dice-, si no
se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo
que debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo
entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la
tiranía.”
Otra importante medida educativa de parte de Moreno fue la creación de la Biblioteca
Pública de Buenos Aires el 13 de septiembre de 1810, haciendo así de la biblioteca un
modo de acceso a la ilustración. Se solicitaron, en ese entonces, contribuciones en
material bibliográfico y dinero y llego a contar con tres mil volúmenes y diez mil pesos
en las primeras semanas de su creación. Esta biblioteca es conocida como el
antecedente de la actual Biblioteca Nacional, siendo su nombre completo el de “La
Biblioteca Nacional Mariano Moreno de la República Argentina”. (BN - Ministerio de
Educación, 2018)
Conclusión
A pesar de su corta vida y poco tiempo en el foco de atención de su época, Moreno supo
llevar a la acción varias de sus tantas ideas, en las cuales, como ya vimos,
predominaban las ideas de una educación para todos, como un móvil para librar a las
masas de las cadenas de la ignorancia, para que todos pudieran tener oportunidades
similares. Más allá de que estos ideales del joven doctor hayan sido “víctimas”, de
alguna manera, de una situación política inestable y por eso desfavorables para su
ejecución, Moreno demostró ser un hombre preocupado y comprometido con el bien de
su patria, teniendo a la educación como una de sus más arraigadas ideales para hacer
un cambio profuso en la sociedad en la que vivía, pensando también en los beneficios
de esta para las generaciones futuras.

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Referencias
Arata, N., & Mariño, M. (2014). La Educación En Argentina. Una Historia En 12 Lecciones.
Buenos Aires: Novedades Educativas.

BN - Ministerio de Educación, C. C. (2018). Historia. Obtenido de Biblioteca Nacional Mariano


Moreno: https://www.bn.gov.ar/biblioteca/acerca/historia

Chuquisaca, U. (2018). usfx.bo. Obtenido de https://www.usfx.bo/principal/historia/

Clarín (Dirección). (2010). Grandes Biografias de los 200 años: Mariano Moreno "El fuego de la
Revolución" [Película]. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=_kMN2nwj-
jU&t=731s

Levene, R. (1920). Ensayo histórico sobre la revolución de Mayo y Mariano Moreno. Buenos
Aires: Coni.

Luna, F. (2004). Mariano Moreno. Buenos Aires: Planeta.

Moreno, M. (1802). Disertación Jurídica sobre el servicio personal de los indiosen general, y
sobre el particular de yanaconas y mitarios (1802). En M. Moreno, La Tesis
[Fragmento] Escritos. Buenos Aires: Estrada.

Pace, F. M. (2010). Grandes Biografias de los 200 años: Mariano Moreno. Barcelona - Buenos
Aires: Clarín.

Pigna, F. (2017). La vida por la patria. Buenos Aires: Planeta.

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