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La investigación en ciencias sociales.

1. La evolución humana y el conocimiento como estrategia de supervivencia.


Los seres vivientes suelen aprender a partir de una estrategia basada en la selección natural,
posibilitada por las mutaciones y la genética. En ella el ensayo y el error se hace a escala de
vida o muerte. Lo que un ser viviente necesita saber para sobrevivir en su medio lo recibe por
transmisión
bio-genética, lo trae de fábrica, aunque por supuesto algunas especies llamadas sociales
requieren también de aprendizaje transmitido, principalmente por vía de la imitación.
En cambio, lo que los seres humanos necesitamos saber para vivir como tales (y no solo como
seres vivientes) lo aprendemos por socio-genésis. Es decir, necesitamos de otros seres humanos
para aprenderlo. Además, esos aprendizajes ocurren en diversos medios, ya no naturales sino
institucionales (escuela, familia) y por diversas vías (lenguaje, escritura). Nos hacemos humanos
participando en experiencias sociales que tienen lugar en esos entornos institucionales.
La historia de la humanidad nos muestra que las instituciones sociales se han ido modificando y
complejizando a los largo de los siglos. Hemos emprendido el camino de la ciencia hace poco
tiempo, ya que la humanidad vivió la mayor parte de su existencia sin conocimiento científico y
sin los desarrollos que hicieron posible lo que llamamos hoy “tecnológicos”.
En las primeras formas de vida social, lo que los seres vivientes esperan de la vida es mantenerse
vivos y reproducirse. Todos comparten esta misma causa en común.
En esa tarea, deben ser capaces de “identificar” su alimento, “distinguir” un semejante de un
predador, “protegerse” de las hostilidades y “cortejar” a un congénere. Cada una de estas
capacidades, suponen algún grado de conciencia e inteligencia. Estas, están sujetas a las
condiciones de la experiencia y a lo que cada ser viviente trae como herencia biológica. En
todos los casos el rasgo distintivo se trata de la “intuición”, cuyo tipo de conocimiento es la
percepción.
Ahora bien, el paso de la naturaleza a la cultura, tiene un salto evolutivo en cuanto a que la
progresiva complejidad social hizo necesaria la incorporación de sistemas de mediación
simbólicos para sellar acuerdos duraderos entre las generaciones. El largo período que
antecede a la aparición del hombre se caracterizó por la presencia de distintos homínidos cuyo
rasgo común fue la utilización de herramientas rudimentarias. La especie que constituye el
actual hombre moderno se ha denominado “homo sapiens” – hombre sabio. El hombre de cro-
magnon se caracterizó por enterrar a sus muertos y realizar ritos funerarios además de elaborar
obras de arte. Vemos aparecer en estas primeras comunidades:
• Elaboración de herramientas.
• Ritos funerarios y culto a los muertos.
• Representaciones y creencias mágico-religiosas.
Todos estos elementos nos hablan de una nueva forma de inteligencia cuyo objetivo ya no es
solo la supervivencia biológica sino también la supervivencia del grupo y las tradiciones de la
cultura. Así sigue siendo para nosotros, comemos en determinados lugares, siguiendo rituales,
horarios, etc. Al seguir estas costumbres mantenemos viva nuestra cultura.
Estas nuevas necesidades dan origen al pensamiento abstracto. Por ejemplo los mitos son relatos
que pretenden enseñar y promover modos de comportarse apelando a lo emotivo para
explicar que “las cosas siempre han sido así”.
Cabe destacar además que aunque en estas formas de organización social los humanos eran
capaces de dominar diversos tipos de técnicas, no tenían sobre ellas conocimiento
estrictamente científico. Las condiciones comunitarias de producción y consumo del alimento
vinculadas a las complejidades de organización social basada en el parentesco, son las que
posibilitaron el desarrollo de las formas de conocer y aprender propiamente culturales.
• Irrupción del pensamiento abstracto bajo el modo de lo mítico religioso y el arte.
• Transmisión del conocimiento cultural ya no por medios biológicos y sola imitación sino por
medio del lenguaje y tradiciones.
Estas formas de pensamiento se fueron transformando para dar paso al pensamiento filosófico.
La filosofía es caracterizada por un método de indagación racional o reflexivo, pasando del
mito al logos. El logos significa razonamiento, habla o discurso es decir la inteligencia pura del
hombre. Este tránsito se produjo cuando surgió una nueva forma de organización social
conocida como polis o ciudades estado. La producción no solo se destinaba al consumo sino
también al intercambio.
Ese contexto social engendró problemas y ya no fueron suficientes las normas de la tradición, las
costumbres o los mandatos de las deidades. Nuevos conflictos hicieron necesarias nuevas
soluciones, que terminaron generando una nueva práctica social llamada “legislación” es decir
la creación de leyes. Los mitos son leyes divinas, en cambio las leyes de los hombres surgen del
debate, la deliberación y están sujetas a la revisión reflexiva. Al discutir las leyes los seres
humanos empezaron a razonar buscando el entendimiento con los demás. Aprendieron a
fundamentar en base a principios que debían mostrarse justos y atender a los intereses comunes
(Grecia siglo VI a.C.). A estas nuevas sociedades se las conoce como sociedades políticas.
Aristóteles equipara lo racional con lo político, definiendo al ser humano como un animal
político.
Más tarde aún, luego de avances en producción y nuevas formas de gobierno monárquicas
(recordar esclavos, señores feudales, derecho divino, etc.) y demás, se da la revolución
francesa, que generó importantes cambios instituyendo la idea de “derechos humanos
universales”. Esto significaba que los seres humanos debían gozar de ciertos derechos básicos y
comunes por el solo hecho de ser persona.
Esta idea hizo posible el surgimiento de valores desconocidos anteriormente como el libre
pensamiento, la libertad de culto, la libertad de opinión. En ese contexto, el principio rector es el
que se ha definido como principio de la experiencia, se admite un conocimiento solo a
condición de que cada quien pueda hacer su propia experiencia de constatación.
Esta idea quedó más acabada en la obra de René Descartes, “discurso del método”. Significó la
no aceptación de ningún conocimiento solo porque provenga de una tradición, mandato
divino ni tampoco porque parezca razonablemente aceptable. Solo se lo aceptará si puede
ponerse a prueba o constatarse en el marco de una experiencia comunicable.
Así, la modernidad no solo produjo ciencias de la naturaleza sino que progresivamente fueron
abriéndose paso las ciencias del espíritu (ciencias sociales) que hicieron su aparición más
tardíamente y surgieron en parte como reacción a las concepciones imperantes.

Tipos de conocimiento. Conocimiento científico.


TEORIA DEL CONOCIMIENTO
El proceso de conocimiento puede concebirse como una relación, de singular complejidad,
entre estos dos elementos, sujeto y objeto. Para comenzar diremos que entendemos por sujeto a
la persona (o equipo de personas) que adquiere o elabora el conocimiento. El conocimiento es
siempre conocimiento para alguien, pensado por alguien, en la conciencia de alguien. Es por
eso que no podemos imaginar un conocimiento sin sujeto, sin que sea percibido por una
determinada conciencia. Pero, de la misma manera, podemos decir que el conocimiento es
siempre conocimiento de algo, de alguna cosa, ya se trate de un ente abstracto-ideal, como
un número o una proposición lógica, de un fenómeno material o aún de la misma conciencia.
En todos los casos, a aquello que es conocido se lo denomina objeto de conocimiento.
La relación que se articula entre ambos términos es dinámica y variable: lo primero porque no se
establece de una vez y para siempre, sino a través de sucesivas aproximaciones; lo segundo,
porque resulta diferente según la actitud del sujeto investigador y las características del objeto
estudiado
En el proceso de conocimiento es preciso que el sujeto se sitúe frente al objeto como algo
externo a él, colocado fuera de sí, para que pueda examinarlo.
El sujeto debe ir hacia el objeto, acercarse al mismo, para tratar de captar y asimilar su realidad.
Es decir que el sujeto investigador debe Asalir de sí", abandonar su subjetividad, para poder
concretar su propósito de comprender cómo es el objeto, de aprehenderlo. De otro modo
permanecería encerrado en el límite de sus conceptos previos, de sus anteriores conocimientos,
y no tendría la posibilidad de ir elaborando un conocimiento nuevo, más objetivo, que incorpore
datos de la realidad externa. El acercamiento del investigador hacia su objeto puede
considerarse como la operación fundamental, la esencia misma de la investigación, pues es lo
que lo vincula con la realidad, lo que le da acceso a conocerla. Pero para que el proceso se
complete el investigador debe, finalmente, volver otra vez hacia sí mismo a fin de elaborar los
datos que ha recogido, concibiendo ahora al objeto, mentalmente, a la luz de su contacto con
él. Sujeto y objeto quedan así como dos términos que sucesivamente se oponen y se
compenetran, se separan y se acercan, en un movimiento que se inicia por la voluntad del
investigador que desea el conocimiento y que en realidad continúa repetidamente, porque el
sujeto debe acercarse una y otra vez hacia lo que está estudiando si se propone adquirir un
conocimiento cada vez más profundo y completo sobre ello.
Para que nuestro conocimiento fuera en realidad objetivo debería suceder que el sujeto de la
investigación se despojara a sí mismo completamente de toda su carga de valores, deseos e
intereses, que se convirtiera en una especie de espíritu puro, liberado de toda actitud personal o
subjetiva. Como el lector puede comprender fácilmente, esto no es posible. El sujeto de la
investigación es siempre un sujeto humano y no puede dejar de serlo.
Podríamos decir que una cierta dosis de subjetividad no sólo es inevitable en un trabajo de
investigación, sino que es además indispensable. Porque para plantearse un problema de
conocimiento, es decir, para querer saber algo, se necesita de una voluntad de una
preocupación por conocer la verdad y esclarecer la duda que no puede ser sino subjetiva.
Por esta misma razón es que no concebimos la existencia de un conocimiento lisa y llanamente
objetivo y es que afirmamos que todo el conocimiento no deja de ser el producto de una
cultura, de una época y de hombres concretos.
El conocimiento puede ser considerado como una representación conceptual de los objetos,
como una elaboración que se produce, por lo tanto, en la mente de los hombres. Desde este
punto de vista puede afirmarse que es una actividad intelectual que implica siempre una
operación de abstracción

TIPOS: VULGAR, FILOSOFICO, CIENTIFICO, TECNICO, RELIGIOSO.


Según el nivel de profundidad que se puede obtener por un sujeto cognoscente:
Conocimiento natural, vulgar o popular: es ordinario y cotidiano. Se adquiere de los fenómenos
que circundan al ser humano sin que este profundice en sus causas. Es el transmitido por padres
y abuelos. Artesanos, talleres, etc han funcionado con solo el conocimiento natural transmitido
del oficio o profesión.
CONOCIMIENTO VULGAR: conocimientos no metódicos que obtenemos de la experiencia
cotidiana, por la simple observación de la realidad o por imitar la conducta de otros (encender
el fuego, andar en bicicleta, preparar alimentos, conveniencia de hacer o no algo como cruzar
la calle por la esquina, practicar la lectura para mejorar la concentración, etc.). Su caudal es
muy importante y se nutre de la experiencia humana y social.
Conocimiento científico, racional y filosófico: es aquel que descubre causas y principios
siguiendo una metodología.
CONOCIMIENTO FILOSOFICO: surgen de nuestras indagaciones respecto al origen del Universo y
el destino final de los hombres, la muerte, etc. Tiene la pretensión de ser universales, validos en
todo tiempo y lugar, y no parten de supuestos previos. Es un saber general que atiende a
descubrir la esencia universal de los fenómenos, independientes de circunstancias
espaciotemporales.
Conocimiento de divulgación: es el que se transmite a través de un medio impreso o grabado. Si
la información es transmitida a través de revistas o libros es conocimiento científico original y de
primera mano y es calificada por su aporte a la ciencia y al conocimiento científico. El
conocimiento de divulgación popular es aquel que ha sido sometido a un cambio para fines
específicos. La información pierde su aporte original y tiene un nivel científico muy bajo.

CONOCIMIENTO CIENTIFICO.
Al producirse el rompimiento de la hegemonía del pensamiento religioso, surge el conocimiento
científico. Este saber científico permite la convivencia de conocimientos distintos, además de
que es el único que se prueba.
El conocimiento científico se va desarrollando gracias a la libertad de pensamiento, mediante la
crítica, el análisis riguroso, la superación de los errores y la discusión.
Según De la Mora al Conocimiento se lo puede definir como todo aquello que capta la mente
humana de los fenómenos que lo circundan.
Según Gregorio Klimovsky La Ciencia es fundamentalmente un acopio de conocimientos, que
utilizamos para comprender el mundo y modificarlo.
La Metodología es un instrumento dirigido a validar y hacer eficiente la investigación científica.
Que a su vez es parte de un singular tipo de conocimiento que llamamos ciencia.

La ciencia debe ser vista como una de las actividades que el hombre realiza, como un conjunto
de acciones encaminadas y dirigidas hacia determinado fin, que no es otro que el de obtener
un conocimiento verificable sobre los hechos que lo rodean.
CARACTERÍSTICAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO:
VERIFICABLE: obtener un conocimiento verificable sobre los hechos que lo rodean.
OBJETIVIDAD: es decir que intenta obtener un conocimiento, que concuerde con la realidad del
objeto tal cual es y no como nosotros deseamos que fuese.
Lo contrario es la subjetividad (ideas que nacen de los prejuicios, costumbres y tradiciones) en
realidad en todas nuestras apreciaciones va a existir una carga de subjetividad, por eso no
debemos decir que la Ciencia es objetiva, sino que pretende o intenta ser objetiva.
RACIONALIDAD: utiliza la razón como arma esencial para llegar a sus resultados, es decir trabaja
con conceptos, juicios y razonamientos y no con sensaciones o impresiones, evitando las
contradicciones internas, las ambigüedades y las confusiones. La racionalidad a aleja al
conocimiento científico de la religión porque en esta aparecen elementos no racionales.
SISTEMATICIDAD: es sistemática, organizada en su búsqueda y sus resultados y está vinculada a
otra característica que es la
GENERALIDAD, es decir lograr que cada conocimiento parcial sirva como puente para alcanzar
una comprensión de mayor alcance.
Otra característica fundamental de es la FALIBILIDAD. La Ciencia es uno de los pocos sistemas
elaborados por el hombre donde se reconoce la propia posibilidad de equivocación, auto
corregirse y superarse.
Al reconocerse falible, se abandona la pretensión de haberse alcanzado verdades absolutas y
finales y por el contrario, se plantea que sus conclusiones son “provisoriamente definitivas”
sujetas a revisión y discusión.

2. La ciencia como saber y práctica social.


La ciencia como saber y práctica social: Ciencia en latín “scientia” significa saber, conocer. En
un sentido general y vulgar, ciencia equivale a toda clase de saber.
Hay diferentes usos modernos de la palabra ciencia:
- Para designar un conjunto de actividades, cuya esencia es investigar problemas, la ciencia se
entiende como proceso.
- Para referirse a los métodos y procedimientos que emplean los científicos, la ciencia se trata de
una metodología cognoscitiva.
- Para aludir al resultado de esos métodos y procedimientos, se entiende como “producción de
conocimientos” o “fuente de aplicaciones técnicas”.
- Se lo puede utilizar al término también para designar un cuerpo sistemático de conocimientos,
teorías y leyes.
El conocimiento científico es el conjunto de conocimientos racionales, de tipo conjetural que
pueden ser verdaderos o falsos (nunca se tiene certeza absoluta) y que se obtienen de manera
metódica y se verifican en su validez y fiabilidad mediante la contrastación empírica.
_ Este cuerpo de conocimientos (sistematizado dentro de cada ciencia) hace referencia a
hechos y fenómenos de una misma naturaleza.
_ A medida que la ciencia evoluciona, ya sea por la adquisición de nuevos conocimientos, la
utilización de mejores métodos y técnicas de investigación, el cambio de paradigma o nuevas
reflexiones de los científicos, estos conocimientos se modifican y se corrigen.
_ Toda ciencia además utiliza un lenguaje o vocabulario que le es propio y que es susceptible
de ser transmitido.

Clasificación.
La ciencia sigue siendo una sola, pero su infinita diversidad hace necesaria dividirla en muchas
ramas distintas.
La ciencia es una e infinita, pero debido a lo limitado de la capacidad del hombre le ha
impuesto “la necesidad de dividir la ciencia”, que está a su alcance, en agrupaciones de
conocimientos o ciencias particulares que estudian determinados aspectos de la realidad.
La clasificación de las ciencias es un tema específicamente moderno, pues solamente apareció
al reconocerse lo que se ha llamado la independencia de las ciencias particulares con respecto
a la filosofía.
En realidad parece ser que fue ARISTOTELES, el que llevó a cabo una diferenciación entre
filosofía y las ciencias particulares.
Tomando en cuenta la materia de estudio, formuló una clasificación tripartita:
1-Ciencias especulativas…….Matemáticas, física, filosofía
2-Ciencias prácticas…………Economía, ética y política
3-Ciencias poéticas………….Retórica, poética, dialéctica.
CIENCIAS FORMALES Y FÁCTICAS
Las ciencias pueden ser objeto de diversas clasificaciones en función de la concepción filosófica
del autor.

Es clásica la elaborada por el positivista Comte, en la que ubica al Derecho como un aspecto
de la sociología, negándole carácter científico propio.
Comte habla de la sociología o ciencia positiva de los fenómenos humanos.
Sin entrar en las honduras de tal debate, podemos intentar una clasificación de las ciencias en
función de la naturaleza de su objeto, lo que consecuentemente determinará la especificidad
de sus métodos de conocimiento.
Podemos dividir las ciencias en dos grandes grupos: formales y fácticas o empíricas, según se
ocupen de entes que se hallen en el mundo de las ideas o en la realidad de la naturaleza.

LAS CIENCIAS FORMALES más representativas son las matemáticas y la lógica, que se ocupan
de cuestiones que solo existen como productos racionales, creados por la mente de los hombres
y cuyo método esencial de conocimiento es la deducción, con lo que se logra la demostración
racional de sus postulados sin apoyo alguno en la experiencia.
En este grupo podemos también ubicar a la ciencia de las ciencias: la Filosofía.
LAS CIENCIAS FÁCTICAS se ocupan de cosas y hechos que se verifican en la realidad tangible.
Podemos distinguir en ella dos grandes grupos:
+ el de las ciencias naturales, que se ocupan del conocimiento de los cuerpos materiales.
+el de las ciencias sociales, que estudian el comportamiento del hombre en sociedad y sus
productos culturales.
Entre las ciencias naturales podemos mencionar:
la química
la física
la astronomía
la biología
la psicología
la medicina, y en general todas aquellas que se ocupan de los entes con existencia material en
la naturaleza.
El método de conocimiento típico de las ciencias naturales es la experimentación, por las que
también se las denomina empíricas, fácticas o experimentales, en razón de que sus postulados,
resultados de la observación, pueden comprobarse en la realidad por medio de experiencias
que pueden repetirse a voluntad en razón del determinismo propio de las leyes de la naturaleza.
Dentro de las ciencias sociales encontramos:
La sociología
La política
La economía
La lingüística
La historia
El derecho, y en general todas aquellas que se ocupan de los hechos creados por los propios
hombres como consecuencia de su acción en comunidad, es decir como producto de la
cultura: lenguaje, costumbres, religión, derecho etc. Lo que no existe como unidad fáctica, sino
que se presenta en múltiples diversidades que se modifican en función del tiempo y del lugar.
Por ello también se denominan ciencias humanas o culturales.
En las ciencias sociales, culturales o humanas, el observador no puede liberarse de su propia
carga cultural y social que lo determina de alguna manera como ser comunitario.
Consecuentemente, la investigación en estas áreas tiene una gran carga de subjetividad. Si
bien tal hecho no las priva de su carácter científico, sus resultados estarán siempre signados por
su valor relativo y su esencial provisoriedad, en tanto no son más que la formulación de un
determinado postulado fundado en hechos o situaciones que no podrán repetirse, en razón de
que se hallan estrechamente vinculados con la libertad de los hombres que lo producen dentro
de un contexto histórico.

La relación dialéctica con la tecnología.


El cientificismo es una concepción acerca de la ciencia que se caracteriza por restringir la idea
de lo que es científico a solo tipo de teoría y práctica de la ciencia, basada en el modelo de la
física moderna: El establecimiento de leyes universales, la formalización de los fenómenos, la
experimentación y la predicción. El cientificismo exige que toda investigación que pretenda ser
científica se adapte a los parámetros señalados.
Mario Bunge diferencia ciencia pura, ciencia aplicada y tecnología.
Llama ciencia pura a aquellas investigaciones científicas en las que solo se busca obtener
conocimiento de un determinado sector de la realidad, sin otro interés que el de enriquecer el
bagaje del saber. La califica como pura en la medida en que no tiene otra finalidad que la
búsqueda del conocimiento por el conocimiento mismo, excluyendo intereses prácticos. Por
ejemplo el físico que estudia la interacción entre la luz y los electrones sin importarle ningún tipo
de aplicación posible o modificación de la realidad. Para
Bunge la ciencia pura es libre de elegir sus problemas y métodos y de decidir los planes de
investigación. No es posible limitarse con algún objetivo prefijado que limitaría dicha
investigación.
Le da el nombre de ciencia aplicada a las investigaciones que aplican los conocimientos de la
ciencia pura a problemas prácticos (por ejemplo el físico que estudia la luz en tanto esta
produce ciertos colores). En ambas ciencias los productos son “conocimientos”. Pero en la
ciencia aplicada, en lugar de ocuparse de problemas generales, utiliza los conocimientos de la
ciencia pura en vista a posibles aplicaciones prácticas. Se la puede planificar dejando de ser
libre para elegir sus problemas de investigación.
Bunge llama tecnología al uso de las teorías científicas para su adaptación a determinados
fines, a la producción de artefactos útiles. Para la tecnología el conocimiento científico es un
medio para modificar la realidad. La tecnología se propone resolver problemas prácticos y
controlar sectores de la realidad con ayuda de conocimientos de todo tipo. No busca producir
conocimientos (aunque a
veces lo haga sin proponérselo) sino artefactos o planes de acción. Por ejemplo las
computadoras, naves espaciales, maquinarias, etc.
Para Bunge a partir del concepto de capitalismo y el factor de la industria, si antes el saber
científico tenía como ideal la búsqueda de la verdad, actualmente la ciencia se integra en esta
lógica capitalista de maximizar ganancias a menor costo. Contrastar las teorías para establecer
su verdad o falsedad ya no es un objetivo en sí mismo sino un medio, un “control de calidad”
con vistas a asegurar mejores instrumentos.
El capitalismo invierte en investigaciones y sostiene la actividad científica a cambio de la
obtención de ventajas económicas. Dicha inversión se hace de dos maneras. Una es directa,
financiando los departamentos de investigación de las empresas, en las que los imperativos de
rendimiento y recomercialización orientan los estudios hacia aplicaciones lucrativas. La otra es
indirecta, creando fundaciones de investigación privadas, estatales o mixtas, que dan créditos a
laboratorios, universidades o grupos de investigadores. De estas fundaciones no se espera un
provecho económico inmediato. Se plantea el principio de que a veces es necesario financiar
investigaciones que dan pérdidas de fondos durante algún tiempo, para aumentar las
oportunidades de obtener alguna innovación rentable. Es a esto último a lo que Bunge llama
“ciencia pura”. Sin admitir
lo obvio: que dicha ciencia está incluida en una lógica económica que la abarca ya la que en
última instancia termina sirviendo.
Si en el siglo XVII la consigna de la nueva ciencia era “el saber es poder”, en nuestra época es el
poder el que determina lo que se considera saber y le presta o no legitimación. El conocimiento
no sólo provee hoy en día dominio sobre las cosas, sino que además ya no se considera
conocimiento si no está al servicio de ese dominio. La lógica de maximizar ganancias e
incrementar poder orienta las financiaciones de aquellas investigaciones que lleven a dicho fin,
soslayando aquellas otras que puedan perturbar o denunciar dicha lógica. Con lo cual el poder
termina
produciendo y transmitiendo el tipo de saber que lo convalida.

3. La investigación en ciencias sociales.


Habíamos dado como ejemplos de ciencias fácticas a las ciencias sociales y naturales.
Las ciencias naturales son aquellas que estudian el mundo físico y biológico.
Las ciencias sociales estudian las organizaciones humanas y sus actividades.
Las historia, la sociología, el derecho son sociales. Mientras que la psicología, antropología,
geografía son mixtas (tanto naturales como sociales) ya que pueden ser estudiadas desde
ambos puntos de vista.
Todas las disciplinas que estudian al hombre no en tanto ser biológico sino en poseedor de
habla, libertad y cultura son ciencias sociales. Su objeto de estudio es el fenómeno humano,
entendiendo al hombre como individuo o como parte de un sistema social.
Caracteres de las ciencias sociales:
• No son exactas.
• Poseen dificultad de medición y generalización de fenómenos sociales.
• No son causales (por lo tanto no son predecibles).
• Son rigurosas (aunque cierta parte de la doctrina le niega este carácter).
• Desarrollan metodologías específicas.
Para Sierra Bravo, se puede definir la investigación científico social como el proceso de
aplicación del método y técnicas científicos a situaciones y problemas concretos en el área de
la realidad social para buscar respuesta a ellos y obtener nuevos conocimientos.
Las característica de la misma son
1ª Lo externo, lo material digamos, de las acciones y los acontecimientos sociales, lo que
aparece al observador, no es siempre lo más importante en los mismos, desde el punto de vista
científico. Por debajo de ellos laten frecuentemente intereses, ideologías y actitudes de los
sujetos sociales que intervienen en ellos. Estos aspectos son a veces los verdaderamente
importantes para la investigación social, pero por su carácter íntimo e inmaterial, no se pueden
observar ni tampoco medir y cuantificar directamente.
2ª Por otra parte, la investigación social versa frecuentemente sobre ideas morales que no tienen
una realidad objetiva externa y que sólo se pueden investigar por procedimientos indirectos.
Conceptos tales como la solidaridad, la alienación, el autoritarismo, etc., sólo se pueden
observar empíricamente mediante la búsqueda de indicadores que sean expresión de ellos.
Consecuencia de todo ello es la dificultad de medida de los fenómenos sociales en general.
Estos son incuantificables a veces o sólo se pueden cuantificar en términos muy poco precisos
por lo
general.
La dificultad de medida aleja las ciencias sociales de la exactitud que constituye el ideal de la
ciencia, y es causa de que los coeficientes de error con que se trabaja en ellas sean mucho más
elevados que en las ciencias físicas. Por ello, gran parte del contenido actual de las ciencias
sociales pertenece, en un grado mayor o menor, al reino de la especulación, en el que el
acuerdo es muy escaso, pues cada uno tiene su opinión.
En segundo lugar, está la multiplicidad de factores de los fenómenos sociales. Implica que en
todos ellos intervienen un gran número de variables, generalmente en interacción mutua y no
simplemente causa o efectos solamente, e incluso algunas desconocidas. Entre ellas hay que
contar la misma actuación investigadora que constituye también una variable que influye en la
situación que investiga.
En tercer lugar, se tiene el acusado grado de variabilidad de los fenómenos sociales en el
espacio y en el tiempo. De aquí que el establecí miento de regularidades y generalizaciones
que es una de las tareas fundamentales de la ciencia, haya de ser mucho más prudente y
limitado que en otras ciencias.
En cuarto lugar cabe destacar la ausencia hasta ahora en las ciencias sociales de instrumentos
de observación, potentes y precisos. Por ejemplo, no existe aún en estas ciencias un instrumento
de observación que se pueda comparar, ni aún de lejos, con el microscopio en las ciencia
biológicas, físicas y químicas, el telescopio en la astronomía y los rayo X en la medicina. Por otra
parte, en las ciencias sociales sólo se puede utilizar muy imperfectamente y con muchas
limitaciones el experimento, que es la técnica científica de observación más potente.

Particularidades.

Neutralidad e ideología. Ética.


En las ciencias sociales hay una conexión más estrecha con los valores. Es así que Max Weber
plantea la “neutralidad valorativa” donde indica que la posición del científico debe ser de
libertad e independencia frente a los juicios de valor.
Es decir que el científico debe ser lo más objetivo posible o pretender serlo. La objetividad de las
ciencias sociales, entendidas de esta manera, no supone una concepción aséptica de éstas ni
es contraria a unas ciencias sociales "críticas" y "comprometidas" con las cuestiones de cada
tiempo. La investigación científica debe observar, respecto a la observación y análisis de los
hechos, una objetividad o neutralidad valorativa, tan perfecta como humanamente sea
posible. Sin embargo, en el objeto y orientación de sus investigaciones no debe ser ajena a los
grandes problemas sociales que agitan en cada momento al mundo en que vivimos.
Desde un punto de vista personal (Sierra Bravo), el requisito de objetividad no es fácil de cumplir
en la práctica, porque el científico es un hombre y como tal, tiene sus creencias y convicciones,
de las que es imposible despojarse totalmente.
Sin embargo, lo que está obligado es a evitar toda falta de objetividad consciente.
Se ha de tener en cuenta que la neutralidad valorativa no significa; desprenderse de los propios
valores, lo que es imposible, sino que exige únicamente atenerse a los hechos y que se los
respete.
Es decir, que en ningún momento se deben velar, adulterar o falsificar porque sean molestos o
contrarios a las convicciones propias. Este modo de proceder es contraproducente. La realidad
se venga. Las cosas no dejan de ser como son porque las disfracemos. En estos consiste
fundamentalmente la ética de la investigación científica.
Se trata de limitar el papel de la ciencia al de la experiencia.
No supone la inviabilidad de ciencias sociales críticas y comprometidas.

Dilemas: monismo o pluralismo, holismo e individualismo, determinismos o libre albedrío,


cuantitativos o cualitativos.
Pesimismo epistemológico: Le niega el carácter científico a las ciencias sociales. No constituyen
un conocimiento científico ya que:
- Hay teorías rivales, contradictorias entre sí.
- Falta de consenso entre las distintas teorías.
- Escasez de logros. Indica que no se pueden comparar los mismos. Por ej. Llegada del hombre a
la luna con una teoría social.

_ Monismo metodológico: Indica que la falta de resultados en las ciencias sociales se debe a la
falta de un método apropiado. Inexistencia de un método realmente científico.
Se debería aplicar en las ciencias sociales el método experimental del naturalismo. Dando como
resultado un solo método utilizable para las ciencias fácticas (tanto naturales como sociales)
pero respetando las diferencias en los procedimientos propios de cada disciplina.

_ Pluralismo metodológico: Indica que no puede haber resultado si se mide con la misma vara
que en las ciencias naturales. Considera un error al monismo por no haber advertido que las cs.
Sociales cuentan con una metodología completamente diferente. La teoría social no puede
contrastarse empíricamente. Así, los resultados deben ser evaluados de manera diferente c/u
con su propio método.

_ Posición de Kuhn: Indica que tanto las ciencias sociales como las naturales, carecen de un
método identificable ya que no hay reglas permanentes que guíen la actividad del investigador
(postura un tanto extrema). T.S. Kúhn en su conocida obra, "La estructura de las revoluciones
científicas" sostiene, incluso, que toda la ciencia de una época está montada sobre un
paradigma determinado, y es cuando este paradigma se demuestra inadecuado cuando se
producen las revoluciones científicas para sustituir el antiguo por un nuevo paradigma. Pero, por
otra parte, está claro que el carácter empírico y positivo de las ciencias sociales, dada su
conexión más estrecha con los valores que las ciencias naturales, exige que la actividad
investigadora de los científicos sociales sea lo menos posible mediatizada por sus juicios de valor
particulares.

Por otra parte, se pueden observar distintas corrientes:


• Individualismo: Ve a los hechos sociales como ficciones formadas por acciones y actitudes de
las
personas que forman parte de ellos. Las instituciones o grupos solo sirven para organizar y
expresar nuestro conocimiento. Se trata de una suma de acciones, creencias de c/u de los
sujetos
que componen al hecho social. Para esta postura la suma de actos individuales da como
resultado el fenómeno. Ej. Guerra, entendida como soldado raso, cabo, general, sargento,
comandante, armas (la sumatoria de la función que cumple cada soldado).

• Holismo: Los fenómenos sociales son reales y no constituyen meras construcciones artificiales.
Ve al
colectivo social como un ente real. Mira a la entidad colectiva como real, desde su totalidad.
Siguiendo el ejemplo de la guerra ve a todo el pelotón, a todo el conjunto.
De la elección de alguna de las posturas dependerán:
- Tipos de leyes.
- Explicaciones que se aceptarán como válidas.

Otras corrientes:
• Determinismo: Mira al mundo natural como regido por leyes causales. Es decir relaciones
invariables entre fenómenos. Siempre ocurre de la misma manera y por esa razón podemos
prevenir lo que ocurrirá. Por ejemplo la ley de causa y efecto (si tiramos una birome sabemos
que caerá).
Esto permite la formulación de predicciones.
• Libre Albedrío: Mira a los seres humanos e indica que pueden elegir cómo actuar, dando una
gran cantidad de reacciones posibles. No se trata de una relación de causa y efecto sino que
hay una amplia gama de posibilidades. Hay una ausencia de leyes causales, ya que las
acciones humanas dependen de la voluntad, dando una imposibilidad de formular
predicciones. Por ejemplo al realizar una encuesta no sabremos cómo reaccionará cada
persona.

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