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1 LA NATURALEZA DE LA ETICA

Todos los hombres, a lo largo de las generaciones, se han cuestionado la presencia


del bien y del mal en el mundo. Lo han hecho, siempre, partiendo del análisis de las
acciones humanas. En cualquier dimensión de la vida, cabe reflexionar acerca de un
modo bueno, virtuoso de comportarse o, al revés, de una manera deshonesta y viciosa
de actuar. Se puede trabajar bien o mal, ser un buen amigo o no
serlo, manejar un vehículo correctamente o de modo imprudente, en definitiva,
desempeña un buen o un mal papel en cada una de las actuaciones.
Permanentemente se valora la realidad. A través de los juicios éticos, se compara lo
que pasa con lo que debería pasar. En última instancia, esa cuestión del bien y del mal
está íntimamente relacionada con el obrar humano. Se puede decir que una persona
es lo que es su comportamiento moral y por eso la ética resulta tan importante que no
deja indiferente a los hombres.

La persona comenzó a plantearse estas cuestiones cuando tomó conciencia de que el


ejercicio de su acción libre no significaba simplemente una elección sobre cosas
externas a ella. Ésta es la más inmediata y evidente dimensión de la libertad, pero no
la única. Su libertad tiene un alcance más profundo y decisivo: al optar sobre esta o
aquella cosa, sabe que está decidiendo sobre sí mismo, está eligiendo el tipo de
persona que quiere ser. Es el propio sujeto el que, como consecuencia de sus
decisiones, alcanzará la felicidad o la frustración. Por eso, al tomar conciencia de su
libertad y ejercerla, el hombre se enfrenta con la cuestión de su responsabilidad.

Cada persona es protagonista de su propia vida y, por lo tanto, de su existencia


moral. Teniendo en cuenta un conjunto de ideas, valores y criterios, toma
determinadas decisiones y enjuicia el comportamiento de los demás. Partiendo de este
conocimiento moral espontáneo, el hombre es capaz de investigar racionalmente los
fundamentos de la moralidad de sus acciones. La ética pretende esclarecer
filosóficamente la esencia de la vida moral, con el propósito de formular normas y
criterios de juicio que puedan contribuir una válida orientación en el ejercicio
responsable de la libertad personal.

La ética es la parte de la filosofía que estudia la vida moral del hombre. Se centra en
una dimensión particular dentro de la realidad de la vida humana: el comportamiento
libre de la persona y, por ende su conducta responsable. La ética reflexiona sobre el
significado último y profundo de la vida moral y se pregunta por el fin que persigue el
hombre en su vida, para determinar, a partir de esa meta, aquellos comportamientos
mediante los cuales podrá alcanzar la felicidad. De estas consideraciones se deduce
fácilmente que la ética está al servicio del hombre para ayudarlo a vivir mejor, en un
sentido más humano.
El origen etimológico del término “ética” puede aclarar la naturaleza de esta ciencia.
Ética es un término muy antiguo, usado con frecuencia ya en el mundo griego.
Procede del vocablo éthos y se traduce por ciencia de las costumbres. Lo mismo se
aplica al término “moral”, que deriva del latín mos, es decir, costumbre. Sin embargo,
si se quiere precisar aún más la significación de la palabra ética hay que remontarse a
dos interpretaciones. En su origen, se encuentran dos términos griegos que tienen la
misma raíz semántica: éthos (con épsilon) y êthos (con eta). El origen parece ser
éthos, que significa costumbres y se refiere a los usos y principios que rigen en una
comunidad y guían la vida de la polis.

El término êthos (con eta), tal como lo usa Aristóteles, se refiere al “carácter”, o “modo
habitual de ser”. Esta significación tienen más connotaciones individuales que sociales
pues hace referencia a la personalidad. Remite al conjunto de cualidades que
distinguen a una persona en su obrar. cuando se habla de carácter o modo de ser no
se alude al temperamento o a la constitución psicobiológica innata de una persona,
sino a la forma de ser que ella adquiere para sí misma a lo largo de su vida,
emparentada con el hábito que es bueno, si la perfecciona (virtud), o malo si la
pervierte (vicio). De aquí se desprende que, muchas veces, la ética se identifica con el
ejercicio de las virtudes o hábitos que el hombre se esfuerza por adquirir.

En latín, un solo término expresa esa doble acepción indicada más arriba. Mos, del
que deriva “moral”, significa “costumbres” y de ahí que se considere la moral como la
ciencia de las costumbres. Si bien es cierto que ética y moral se identifican en su
significado, en el curso de la historia recibieron contenidos diversos. Ética se utiliza
para la ciencia filosófica, y moral para el ámbito de la teología que estudia las acciones
que tienden a alcanzar el fin sobrenatural del hombre. Moral, a su vez, podría tener un
significado sociológico referido a las valoraciones morales de una sociedad, o bien un
sentido meramente psicológico, como u estado de ánimo que indica una experiencia
habitual de todas las personas. Así, por ejemplo, se dice que una persona tiene “una
moral alta” o bien que está “desmoralizada”. En sentido estricto, “moral” se aplica al
acto humano con relación al bien y por eso actualmente se presenta una tendencia a
usar ambos términos –ética y moral- indistintamente.

Lo ético comprende las disposiciones del hombre, su carácter y sus costumbres, que
constituyen un modo propio de ser, una forma de vida que se va adquiriendo día a día
a lo largo de la existencia. “en resumen, la ética hace referencia etimológica a las
“costumbres” y al “carácter” o “modo de ser”. Y, si bien la etimología –al menos latina-
alude como más cercano al tratado sobre las “costumbres” –y de ellas se ocupan
extensamente los manuales- , la ciencia ética no ha de limitarse a este estudio. Sin
menoscabo de que deba enjuiciar y ayudar a la creación de costumbres, tanto
individuales como sociales, no obstante, en la línea de tomas de Aquino, la moral ha
de preocuparse, preferentemente, de la “personalidad o modo de ser”, o de lo que el
aquinate denomina “virtud moral”. La ética o moral, con idéntica significación, estudiará
los principios que orientan la conciencia en la búsqueda de la elección y de la
ejecución del bien.

A modo de conclusión, se puede definir la ética como aquella parte de la filosofía que
estudia las acciones humanas consideradas en relación con su fin último, tratando de
obtener, mediante un método adecuado y apoyada en unos principios de validez
universal, un conocimiento cierto y sistemático de la debida ordenación de la conducta
humana.

BIBLIOGRAFIA

Naturaleza de la ética http://eticauniversitaria.bligoo.es/


Autor: patricia debeljuh
1. INTRODUCCION A LA ETICA

La Ética constituye una materia propia, autónoma, de carácter filosófico y está ubicada
netamente fuera del ámbito del área de las Ciencias Sociales, aunque en permanente
contacto y diálogo con sus aportaciones conceptuales, en tanto que la dimensión
moral de la vida humana posee un claro constitutivo social, sin que ello implique que
pueda ser reducida a análisis sociológicos. Del mismo modo, las raíces psicológicas y
antropológicas de la moralidad, obligan a tener en cuenta las aportaciones de ambas
ciencias, retomando sus explicaciones y descripciones como punto de partida. En
ningún caso y bajo ningún concepto, se puede considerar que la enseñanza de la
Ética es una alternativa a la religión o religiones confesionales, ni ser la transmisora
de un determinado código moral. La Ética enjuicia y reflexiona desde una posición
abierta al ámbito del deber ser, y su estudio ha de mostrar la capacidad de los seres
humanos para darse a sí mismos principios racionales que orienten su vida individual y
colectiva. La Ética debe ser patrimonio común de todos y debe contribuir a formar
ciudadanos racionales, críticos, abiertos y tolerantes, que sepan fundamentar
racionalmente sus convicciones morales y aprendan a tolerar a otros de modo positivo,
es decir, a valorar y respetar las diferentes posiciones religiosas, morales o políticas
por lo que tienen de enriquecimiento de la cultura humana. Esa dimensión cívica de la
enseñanza de la ética es muy importante en el contexto del actual sistema educativo y
de la sociedad en que vivimos.
La materia de Ética en cuarto de la ESO refuerza el papel de la educación moral en la
enseñanza secundaria, y culmina, con un nuevo nivel de profundización y de crítica
racional, todo el entramado conceptual y actitudinal que han ido construyendo los
alumnos a lo largo de la educación obligatoria. La reflexión filosófica propia de la Ética
se centra en la dialéctica conceptual de nociones contrapuestas, como bien-mal,
libertad-determinismo, derecho-deber, valores-disvalores, normatividad-anomia,
autonomía-heteronomía, responsabilidad-irresponsabilidad, legalidad-ilegalidad, etc.
Además, la filosofía moral ayuda de modo específico a situar los problemas ético-
políticos y ético-jurídicos en un nivel de universalidad y de abstracción racional mucho
mayor que las ciencias sociales, que, normalmente, se limitan a la mera descripción y
explicación de hechos y de conflictos. A todo ello se añade que la Ética suele
presentar en forma de dilemas los problemas morales generados en el mundo actual,
tratando de desarrollar la capacidad crítica y argumentativa de un modo eminente y
evitando siempre cualquier forma de adoctrinamiento moral, político o religioso.
La dimensión filosófica de la Ética no debe ser entendida como un tratamiento
historiográfico o sistemático de todas las teorías éticas que han ido surgiendo a lo
largo de la historia de la cultura occidental; hay que señalar a este respecto que la
práctica docente en este nivel demanda una fundamentación filosófica de la
especificidad moral de los seres humanos y de algunos conceptos claves de la
moralidad humana (libertad, autonomía, valor, norma, derecho, deber, etc.),
y junto a ello una breve introducción a las principales teorías éticas del mundo
occidental. En ese sentido, la filosofía moral que se enseña tiene que ser una
propedéutica filosófica de carácter ético, que conecte con algunos temas de la
Filosofía de primero de Bachillerato (la persona, la acción y la sociedad), y que sirva
de iniciación al vocabulario filosófico, a los procedimientos argumentativos y a las
teorías filosóficas de algunos autores importantes de la filosofía occidental, que podrán
ser estudiados con posterioridad.

http://www.stecyl.es introducción ética pdf

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