Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Unidad 1
Introducción a la internacionalización del
Derecho Público
Sesión 1
Naturaleza del Derecho Internacional
Público
Texto de apoyo
Módulo 14. Internacionalización del Derecho en su ámbito público
Unidad 1. Introducción a la internacionalización del Derecho Público
Sesión 1. Naturaleza del Derecho Internacional Público
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 3
Definición del Derecho Internacional Público ......................................................................................... 4
La ubicación del Derecho Internacional en el ámbito público ................................................................. 6
El ámbito de validez del Derecho Internacional Público ......................................................................... 8
La diferencia y relación entre el Derecho interno y el Derecho Internacional ......................................... 9
Sociedad internacional y comunidad internacional ........................................................................... 11
Orígenes y evolución histórica ......................................................................................................... 12
La relación del Derecho Internacional Público con otras áreas del Derecho ........................................ 18
La relación del Derecho Internacional Público con otras ciencias ........................................................ 23
Cierre................................................................................................................................................... 24
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 25
Presentación
En términos absolutos, se puede decir que el Derecho Internacional Público es el conjunto de normas
jurídicas que regulan las relaciones internacionales y toda interacción entre dos o más Estados u
organismos internacionales.
Con estos ejemplos se busca explicar que la internacionalización del Derecho Público engloba todos
los temas de la actividad humana. Basta recordar que hoy en día el planeta se ha globalizado; lo
internacional tiene mayor trascendencia. Además, se observa un momento de peligro y crisis a nivel
internacional, con el aumento del uso de la fuerza en las relaciones internacionales actuales. De ahí
la importancia y trascendencia de esta disciplina.
El maestro Grocio, fundador del Derecho Internacional, autor de Del Derecho de la Guerra y de la Paz,
de 1625, tuvo en mente, en primer término, el estudio de la guerra; aunque tomó en cuenta las
relaciones de paz y armonía entre Estados libres e independientes y los derechos de los individuos,
así como de los bienes cuando se encuentran en diversos poderíos. Tras la muerte de Grocio, sus
seguidores comenzaron a estudiar de manera más formal la configuración del Derecho Internacional,
con el interés de analizar los vínculos y relaciones de paz y amistad entre naciones, así como todo lo
relativo a los conflictos. Tal interés solucionaba problemáticas causadas por propósitos diversos. A
principios del siglo XX, la obra presentada: Del Derecho de la Guerra y de la Paz tuvo que ser divida
en dos partes; en la primera se exponen los derechos para el tiempo de paz; mientras que en la
segunda se detalla el periodo de guerra (Puffendorf, 1977: 32).
Así pues, Puffendorf (1977: 15) otorga a aquel conjunto de disposiciones el nombre de “derecho
natural y de gentes”. Desde mediados del siglo XVIII, con la obra de Vattel, que designa dominio al
“derecho de gentes” sobre el “derecho natural”, predomina el calificativo de “derecho de gentes”, el
cual tiene origen en el jus gentium; pero separado del enunciado “derecho natural” resulta inapropiado,
toda vez que el jus gentium no regulaba las amistades entre naciones, sino que gobernaba, dentro de
la circunscripción de Roma, los derechos de los peregrini; es decir, las relaciones de estos hombres
entre sí o con los habitantes romanos.
La locución “Derecho Internacional” fue formulada y propuesta por Jeremías Bentham, en 1797. A la
fecha, esta proposición sigue vigente. Asimismo, en la actualidad, existe gran cantidad de definiciones,
con componentes idénticos y equivalentes; algunas otras, con distintos matices. El catedrático francés
Suy (2001) observa que la internacionalización del Derecho Público puede agruparse en tres
categorías, a saber:
Por sus destinatarios. El Derecho Internacional es el ordenamiento que regula las relaciones entre
Estados.
Por la sustancia. El Derecho Internacional reglamenta la idiosincrasia mundial de las relaciones.
Por la técnica de creación de las normas. El Derecho Internacional normaliza los procedimientos a
través de los cuales los ordenamientos del Derecho Positivo son elaboradas.
Como indica el investigador Ridruejo (1996: 20), las dos primeras conllevan a una superposición, toda
vez que vale la pena definir a los sujetos-Estados y las relaciones internacionales, en realidad remitirse
a ambos casos y dejar fuera del ordenamiento territorial a los individuos, lo que no es muy valioso en
nuestros días. Del mismo modo, habría que agregar a los organismos internacionales como sujetos del
Derecho Internacional Público, pues tienen el mismo riesgo. Con el objeto de superar tales dificultades,
Moncayo (1987: 20) sugiere la siguiente definición: “conjunto de normas jurídicas que reglan las
relaciones entre los sujetos de la comunidad internacional”.
Ante esto, Ridruejo (1996: 13), se inclina por una definición del Derecho Internacional Público que se
refiere a las fuentes formales y determinadas de las normas. En resumidas cuentas, como se verá en
la segunda sesión, los procedimientos de formación de las leyes, o sea sus fuentes formales, aseguran
la congruencia de dichos estatutos con el sistema jurídico mexicano.
Entre todas las definiciones en Derecho Internacional, no existe una precisa. Aun así, una semejanza
es el “derecho de gentes”, y para ello es necesario tener en mente, en primer lugar, el género próximo
y, en segundo lugar, la diferencia específica. El género próximo hace referencia al contenido de un
acto jurídico; muestra pues, lo que hay en común entre los bienes y la realidad. Por el contrario, la
diferencia específica explica lo que es común entre las cosas; o sea, la forma en que se atribuye al
individuo la parte de su esencia no común con otros grupos coordinadas, lo que la diferencia de las
demás. De esta manera, sus leyes son creadas por métodos propios y elogiados por la comunidad
internacional; es decir, elaboradas por sus propias fuentes fundamentadas en tratados y costumbres.
Sistema jurídico cuya función primordial es regular las relaciones entre los
Estados y las organizaciones internacionales (Arellano, 2002: 8).
Conjunto normativo destinado a reglamentar las relaciones entre sujetos
internacionales (Seara, 2003: 12).
Conjunto de normas jurídicas que rigen las relaciones internacionales (Akehurst,
1982: 3).
Rama del Derecho Público que regula el comportamiento de las naciones y
demás sujetos atípicos mediante un conjunto de reglas positivas por los poderes
normativos propios de la comunidad internacional (Ortiz, 2004: 15).
Es indudable que al ubicar al Derecho Internacional dentro de las ramas del Derecho, es necesario
examinar minuciosamente los orígenes de las normas, lo cual ha dado lugar a dirigirnos a la “filosofía
del Derecho Internacional”, lo que a su vez ha producido ciertas oscilaciones sobre realidad y
presencia de dichas disposiciones.
En la Edad Media, las normas de Derecho Internacional Público, se centraban en el ius gentium o
derecho de gentes, que hacía alusión al Derecho que aplicaba a pueblos bárbaros. A principios del
siglo XIX se comenzó a difundir el Derecho Internacional y separar al Derecho Internacional Público
del Privado. A pesar de que dichos problemas conceptuales a la fecha han sido criticados, hoy han
adquirido aceptación y aprobación por parte de los Estados. De hecho, se ha comentado que el
Derecho Internacional Público, es transversal, inter y multidisciplinar con respecto a las áreas del
Derecho y con otras ciencias. Bajo estos supuestos, las personas físicas y morales se obligan como
sujetos secundarios; esto es, se hallan como Estados o sujetos directos, lo que es incorrecto, toda
vez que la elaboración de leyes y tratados internacionales corre a cargo del consentimiento de
Estados en concordancia con su estatutos internos, y no de organizaciones particulares que, además
de producirlos, lo impongan y que, en caso de darse su violación, exista una institución que se ocupe
de sancionar al culpable.
Hoy en día, estas posturas y opiniones están por extinguirse, porque los individuos están adquiriendo
una personalidad jurídica internacional personal e inherente al Estado, que está obligado a respetar y
hacer valer sus principales derechos, no por encima de los derechos de la comunidad internacional.
Incluso, el Derecho Internacional en su ámbito público va creando sus propias instituciones
internacionales.
La polémica que más se ha suscitado en torno a la ubicación del Derecho Internacional Público ha
sido indudablemente la de determinar qué normas sean las que regulan dicha materia, y si existe una
relación directa del Estado con los ciudadanos. Si dichas leyes pueden ser imperativas o dispositivas;
es decir, si dichas disposiciones pueden ser creadas, reformadas, derogadas o abrogadas por
voluntad de los sujetos, o si dichas normas, por su naturaleza, son imperativas cuando se explican
las normas ius congens, toda vez que son válidas independientemente de la voluntad de las partes.
Otro problema se presenta cuando se intenta ubicar a las leyes del Derecho Internacional Público con
el Derecho interno o Nacional. En este sentido, no es sencillo responder a la pregunta: ¿quiénes son
los sujetos obligados del Derecho Internacional? Se da por hecho que son los Estados los principales
sujetos de Derecho Internacional. La duda se presenta cuando se dice que estos sujetos serán
regulados por ordenamientos internacionales que ya se encuentran reglamentados en ordenamientos
internos.
Para Barsegov “se trata de normas jurídica distintas” (1999: 18); en tanto que para Becerra, se refiere
a “manifestaciones diversas de un mismo y un solo orden jurídico” (2005: 7), lo que lleva a reconocer
la presencia de distintos órdenes normativos en coordinación y colaboración que ayudan para ubicar
las disposiciones internacionales en las leyes jurídicas internas de los Estados.
Finalmente, se debe destacar que el estudio del Derecho Internacional Público se sitúa en el campo
del Derecho Público, toda vez que se compone de normas jurídicas que regulan tareas y actividades
del Estado, y éstas a su vez tienen una relación de cumplimiento que corre a cargo de individuos con
otros Estados soberanos, con la comunidad internacional y organizaciones internacionales, en
correspondencia con normas dispositivas e imperativas. Asimismo, el Estado, al ejercer su potestad
supracoordinación, esta deberá realizarse sin afectar el sistema jurídico de sus súbditos, tal como lo
exigen las normas internacionales, en total respeto a sus derechos humanos.
Como se ha mencionado, las normas del Derecho Internacional Público se han desarrollado desde
las negociaciones de paz y seguridad de los Estados miembros, plasmados en el Tratado de Paz
entre los Estados Soberanos y los Tratados de Paz Westfalia de 1648; posteriormente, con la
Convención de Viena, seguida por las Guerras Napoleónicas; la Paz de Versalles de 1919 y,
finalmente, con la Carta de la Organización de Naciones Unidas de 1945. En adelante, se ha
instaurado una serie de convenciones tanto en Europa como en América, de las cuales han resultado
importantes tratados internacionales.
En cuanto al ámbito de validez se refiere, se puede destacar el espacio de las leyes de Derecho
Internacional; en primer lugar, se tiene que estas normas obligan a Estados miembros a cumplirlas
dentro de sus respectivas jurisdicciones, derivadas de convenios y pactos bilaterales y multilaterales.
marítimo.
Por su parte, el ámbito de validez personal del Derecho Internacional Público abarca a sujetos
localizados dentro de la circunscripción de un Estado miembro, tal es el caso de los jefes de Estado,
nacionales, asilados, refugiados, representantes diplomáticos, cónsules. Bajo estas circunstancias el
Estado soberano se encuentra obligado a cumplir con ciertos derechos, así como a brindar protección
y auxilio diplomático a sujetos a los que por pacto y acuerdos se les reconozca estas facultades.
Básicamente son dos las teorías que explican las relaciones y diferencias entre el Derecho Interno y
el Internacional: la dualista y la monista. La dualista dice que los dos conceptos son opuestos por sus
características y naturaleza, y que tienen autonomía entre sí, como dos modelos jurídicos que están
en vigencia al mismo tiempo. Por el contrario, la teoría monista propone en su doble sentido: 1) el
Derecho interno tiene una supremacía sobre el Estado y sobre el Derecho Internacional, y
únicamente aparece cuando se puede aplicar al interior de un Estado, y 2) considera que el Derecho
interno y el Derecho Internacional integran las dos partes de un solo sistema jurídico.
En la primera teoría se concuerda con las ideas de Rousseau, en el sentido de que “la controversia
concerniente a las relaciones entre dos órdenes jurídicos es tan sólo una discusión doctrinal, tanto
más cuando la práctica positiva no confirma con carácter absoluto ninguna de las dos tesis en
presencia” (1966: 19). Aunque, también puede reflexionarse sobre si es válido establecer alguna
diferencia, dado que el resultado práctico es muy importante, pues sirve como parámetro para
estudiar minuciosamente el sistema jurídico mexicano.
Respecto al sistema jurídico mexicano, conforme a la reforma de 2016 se señala que las leyes creadas
por el Congreso de la Unión y aquellos tratados celebrados por el Presidente de la República con
aprobación del Senado, serán consideradas como la Ley Suprema de la Unión, por lo que los jueces
de cada Estado revisarán dichas leyes y tratados, para resolver el caso concreto. En el artículo 133
constitucional se señala:
Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén
de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con
aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada entidad federativa
se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda
haber en las Constituciones o leyes de las entidades federativas.
Como refiere Gómez, “el Derecho Internacional no puede aceptar el incumplimiento de sus propias
normas” (2003: 18); sin embargo, el artículo 46 de dicha Convención propone una reserva a lo
establecido en el artículo 27, al facultar a Estados a utilizar su legislación interna siempre y cuando
exista una violación legalmente evidente y dañe a una norma fundamental en su Derecho interno. Así,
se puede exponer los principales vicios de consentimiento de los Estados en obligarse por un tratado
internacional. Basándonos en el artículo 46 de la Convención de Viena, deben reunir los siguientes
requisitos:
1. Que un Estado se haya manifestado con violación de una norma interna de su sistema jurídico.
2. Que la norma de Derecho interno pertenezca a la competencia para celebrar tratados internacionales.
3. Que dicha violación sea completamente evidente para cualquier nación que conduzca su actuación con
buena fe.
Esto es muy importante con el fin de argumentar cuál es la norma que prevalece en caso de
presentarse un problema internacional. Tal como establece el artículo 133, la Constitución prevalece
en todo sistema jurídico interno, pero a nivel internacional la responsabilidad recae en el Estado, y en
caso de incumplimiento o violación de un tratado internacional, los poderes Ejecutivo y Legislativo son
responsables de hacer frente a esta obligación. La excepción se presenta cuando se reúnen los
requisitos establecidos en el artículo 46 de la Convención de Viena. Por lo tanto, se concluye que la
interpretación del artículo 133 es, por un lado, consolidar la supremacía constitucional sobre tratados
internacionales y, por otro, incorporar tratados internacionales al mismo nivel que las leyes del
Congreso de la Unión.
Por último, es claro que no se encuentra tal conflicto entre Derecho interno y Derecho Internacional;
ambos ejercen su competencia en correlación y correspondencia recíproca. Toda acción tiene
consecuencias jurídicas; si una norma invade a otra, se procede a la anulación de la responsabilidad
internacional.
Con base en lo expuesto, se puede considerar a los Estados y las organizaciones internacionales
como los sujetos tradicionales y específicos del Derecho Internacional, que configuran más una
sociedad que una comunidad. En suma, su intención sistemática es básica, y se inclina más al
interés egocéntrico y de cálculo aritmético.
Para Seara (2003: 26), las características principales de la sociedad internacional (SI) son:
Los problemas económicos, sociales, del medio ambiente, armamentistas, de desarrollo tecnológico,
etcétera, tienen una gravedad creciente y ya no parecen tener solución en la sociedad interestatal; por
eso puede esbozarse un concepto nuevo de soberanía, en la transición a la integración mundial y a la
búsqueda de soluciones globales a estas problemáticas” (2003: 24).
Los estatutos componen el Derecho Internacional como resultado inherente del acuerdo y la paz entre
los Estados. Conforme su evolución a través del tiempo, nacen a la par superestructuras y, con éstas,
se presentaron las primeras reglas basadas en principios morales que, tiempo después, se convirtieron
en normas concretas, materiales y efectivas.
Para adentrarse en la historia y evolución del Derecho Internacional Público, es necesario estudiar y
analizar las leyes jurídicas, así como la estructura y funcionamiento de los órganos internacionales.
Algunos autores dejan de lado los componentes anteriores, mientras que otros agregan que son
indispensables para explicar su funcionamiento. Ante esto, a continuación se presentan cuatro etapas,
en donde se explica la historia de la consolidación del Derecho Internacional Público grossomodo.
La primera etapa evoluciona a finales del siglo XVI, época en la que el desorden a nivel mundial
imperaba en gran parte de los Estados vecinos (Hintze, 1981: 16). Sin embargo, como en toda
circunstancia, las naciones requerían seguridad y estabilidad económica; por ello, se dieron a la tarea
de buscar y firmar alianzas, pactos y convenios, con el fin de mantener la paz y resguardar sus
fronteras mediante el envío de embajadores a países firmantes. Al principio estos acuerdos se
consideraban divinidades autorizadas por Dios, en la actualidad se conocen como tratados.
La segunda etapa la conforma la estabilidad política y económica; inicia a finales del siglo XVII como
consecuencia de los grandes imperios y de los resultados de las guerras mundiales que azotaron gran
parte a los territorios de Europa.
La tercera etapa abarca desde finales del siglo XVIII hasta principios del XIX, y está basada en la
existencia de una comunidad internacional, “como consecuencia de la Revolución de la Independencia
de los Estados Unidos, de fecha 1776 y la Revolución Francesa de 1789” (María, 1985: 9).
Es importante mencionar que la guerra de 1914 a 1918 y sucesos derivados de las enemistades y
rivalidades, trajeron como consecuencia la disminución y pérdida de actividades financieras,
económicas, políticas y sociales. De este modo, en 1919, se creó la Sociedad de las Naciones, la
Corte Permanente de Justicia Internacional y la Organización Internacional del Trabajo, consolidando y
pregonando la paz (Truyol y Sierra, 1978: 32). Esto marcó el inicio del respeto de la comunidad
internacional en el pleno derecho.
Durante los veinte años posteriores, una guerra se manifestó, lo que demostró que la voracidad y el
egoísmo aventajan a los acuerdos, y llevan a firmantes a violar sus principios básicos. Entonces, se
crearon la Corte Internacional de Justicia, como tribunal, y la Organización de las Naciones Unidas,
con el fin de acabar con los efectos que había dejado la Segunda Guerra Mundial. Surgió también una
gran cantidad de organismos internacionales, nacionales y locales. Así, se logró un avance importante
en el orden y la paz; a la fecha, ningún Estado se ha retirado de las Naciones Unidas; por el contrario,
el número de asociados se ha incrementado notablemente.
Se puede mencionar algunos ejemplos de las leyes de Derecho Internacional, tales como: el
reconocimiento de la beligerancia; el procedimiento de conciliación internacional y la mejora al arbitraje
como medios de solucionar las disputas entre Estados; los derechos de los extranjeros basados en la
igualdad civil en correspondencia con los nacionales; el derecho de libre expatriación; la igualdad legal
de los Estados; el principio de no intervención; la Doctrina Calvo y la Doctrina Drago cuyos fines son
prohibir los abusos en las protestas extranjeras; la disminución y limitación de los armamentos
navales; la libertad de los mares para los neutrales; la regla del no reconocimiento de las conquistas
territoriales y la codificación del Derecho Internacional.
En definitiva, los Estados americanos han realizado orgullosas labores, dignas de admiración y
reconocimiento.
Para una mejor comprensión del tema, ingresa a la siguiente liga, donde encontrarás
una mejor descripción de la historia y evolución del Derecho Internacional Público.
Las épocas del Derecho Internacional Público partieron desde el siglo XVII, gracias a la existencia de
la forma de organización política de los Estados. El Tratado de Paz de Westfalia de 1648 fue el
primer tratado internacional, expresamente conocido; con este estatuto se desarrolló el Derecho
Interno clásico. Los principios básicos en los que se desarrollaron las relaciones europeas fueron la
soberanía absoluta y el derecho a la guerra (ius ad bellum).
Para Cuadra (2009) un resultado claro y evidente de la Primera Guerra Mundial, fue la declaración de
prohibir el uso de armas, toda vez que resultaba arriesgado para la seguridad de las personas, por lo
que el tema de la guerra se polemizó al grado de considerarse una de las violaciones más graves a
nivel internacional. Así, al concluir la Primera Guerra Mundial, nació la Sociedad de las Naciones,
como la principal institución con el objetivo principal de sostener y conservar la paz en el mundo.
Tiempo después esta organización desapareció debido a decisiones de las tres potencias más
importantes: Alemania, Estados Unidos y la Unión Soviética.
El 2 de octubre de 1924, se creó el Protocolo de Ginebra, el cual tuvo como objetivo prohibir la guerra
por primera vez; sin embargo, jamás entró en vigor gracias a las reservas que impuso Gran Bretaña.
De esta forma, se prohibió la guerra hasta el 27 de agosto de 1928 con el Pacto Briand-Kellog, al cual
se adhirieron 63 Estados miembros de la Sociedad de Naciones, cuyo propósito fue prohibir la guerra
a nivel mundial. En el artículo 2º, numeral cuarto, se declara: “se prohíbe la guerra a nivel mundial así
como el uso de la fuerza”.
caracteriza por el surgimiento de nuevos sujetos, entre ellos los organismos internacionales. A esta
internacionalización se le reconoce como la modernidad en su ámbito público.
Derecho de coordinación
Fuente: http://bit.ly/2eNw470 Se iniciará con el Derecho de Coordinación Internacional.
Para los iusinternacionalistas, Triepel (1905), Kelsen
(1945), Miaja (1974) y Truyol y Serra (1978) han tratado de responder a estos temas, con las
siguientes tres teorías:
Dualismo. Postula que el Derecho Internacional y el Derecho Interno de los Estados son dos
mandatos legales distintos, libres y autónomos, porque ni sus medios ni sus fuentes de utilidad
son iguales. Por consiguiente, no puede haber conflicto entre ellos. Además, propone la
necesidad de un mecanismo de integración del modelo internacional al Derecho Interno (Triepel,
1905: 32).
Monismo. Proviene de la raíz mono, uno. Esta teoría manifiesta que el orden normativo es uno
solo y que no existe independencia entre preceptos jurídicos nacionales e internacionales, y que
más bien hay una correlación de subordinación entre ellas (Kelsen, 1945: 43).
- Monista nacionalista. Esta teoría propone que son las normas internas las que prevalecen con
relaciones limitadas, por ejemplo, en los Estados nacionalistas y proteccionistas.
- Monistas internacionalistas. Se trata de un sistema jurídico que privilegia a lo internacional por
encima de lo nacional, como en el caso del neoliberalismo.
Tesis coordinadoras o conciliadoras. Demuestran que coexiste un único régimen jurídico; sin
embargo, las relaciones entre las disposiciones internas y las internacionales, en esencia, son de
coordinación y no de subordinación, como en el caso del monismo (Miaja de la Muela, 1974 y
Truyol y Serra, 1978: 22).
De acuerdo con el sociólogo Samuel (1998), la sociedad internacional se mueve y puede ser definida
por la cooperación y el conflicto; esto es, a mayor cooperación internacional, mínimas posibilidades
de que se configure una lucha armada. Pese a las instituciones internacionales y tratados, si las
naciones no crean lazos de paz y amistad, es muy posible que se dé un enfrentamiento.
La comunidad internacional necesita un poderío y mando central; se considera como material porque
le hacen falta los órganos de acción y ejecución. De esta forma, Marcado dice que “la sanción de los
hechos ilícitos puede llevarse a cabo única y exclusivamente por Estados idénticos y por ciertas
corporaciones internacionales” (2005: 23).
siempre respetando los principios y normas del Derecho Internacional (2005: 24). Algunos
ejemplos son: la separación de relaciones de embajadores; la carga de obstáculos en las visas
de ingreso al país molesto, o el aislamiento del exequatur a uno o todos los cancilleres del país
ofensivo.
Las represalias pacíficas. Se configuran como injerencias legales del Estado dañado, en bienes o
derechos, del Estado responsable, con el objetivo de que cumpla con su deber internacional. Las
represalias deben ser serenas y proporcionales al acto ilícito sufrido, y podrán interrumpirse en el
momento en que se repare el daño provocado (2005: 24-25). Algunos ejemplos son: decomiso
de bienes del Estado responsable en territorio del agraviado, negación de la entrega de una
obligación vencida y la violación de un tratado vigente.
La legítima defensa. Es un derecho que auxilia a todos los Estados, y se encuentra regulado en
el artículo 51 de la Carta de la ONU. Este principio se fundamenta en la capacidad para ejercer,
de manera urgente, las agresiones que sean ilícitas, reales o inminentes de otro u otros Estados
contra el territorio, a través de buques, aeronaves o fuerzas armadas nacionales. Es importante
mencionar que este derecho puede practicarse con el deber de informar su ejercicio al Consejo
de Seguridad, que puede ser de manera personal o en grupo.
La autoprotección. Se refiere a la capacidad de un Estado para defender a sus ciudadanos en
otro país, cuando las instituciones de este último falten en ofrecerles ayuda en su calidad de
extranjeros. Algunos ejemplos son: el rescate de los agentes diplomáticos raptados y
chantajeados en la embajada de Estados Unidos en Teherán por su entonces titular James
Carter.
Las sanciones de las organizaciones internacionales. Las organizaciones internacionales están
autorizadas y capacitadas para sancionar conductas lícitas, como las impuestas por el Consejo
de Seguridad de la ONU a través de sus fallos. Como es el caso de indicaciones precisas para el
desarme de un Estado, hasta la participación de las fuerzas armadas de paz multinacionales o
de Cascos Azules.
La relación del Derecho Internacional Público con otras áreas del Derecho
Se debe reconocer que el alcance del Derecho Internacional Público tiene un carácter general, pues
se creó una división moderna. El autor Frutos coincide con la teoría tradicional coinciden en dos
grandes campos: “el Derecho Internacional Público y el Derecho Internacional Privado” (Frutos 1980:
4).
Sin contradicción con lo que se ha señalado, la Escuela Austríaca y los países anglosajones señalan
que los términos de Derecho Internacional Público e Internacional Privado son términos diferentes,
pero consideran que el ámbito de su aplicación se concede o limita indistintamente.
Son consideradas materias diferentes; tienen diferencias notorias para asegurar su cumplimiento,
asimismo se adicionan otras disciplinas que forman parte del Derecho Internacional Público y no del
privado, tales como el Derecho Internacional Del Mar, el Derecho Internacional Humanitario, el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el Derecho Internacional de los Refugiados y el
Derecho Penal Internacional.
Con lo anterior, se puede concluir que en el Derecho Internacional Privado se utiliza en ciertas
situaciones, cuando se tiene duda de cuál ley es la que prevalece, al existir dos o más normas de
posible uso, pues indican la jurisdicción y competencia en el caso concreto.
Tras haber analizado la definición y aplicación de ambas áreas, se debe precisar las ramas o
disciplinas que tienen relación directa con el Derecho Internacional Público. Son las siguientes:
Derecho Internacional del Mar: Es la rama más primitiva del Derecho Internacional Público,
toda vez que los Estados lo establecieron como sitio magnífico para combatir a sus enemigos.
Al principio, se reguló a través de normas consuetudinarias, pero con el paso de los años se
fue modificando. Para Pascal (2013: 7) el Derecho Internacional del Mar es la primera rama
del Derecho Internacional Público que “regula las relaciones internacionales en el medio
marino y acuático, y su explotación, mediante normas escritas y no escritas”.
Asimismo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (2006) argumenta que el derecho internacional
humanitario es parte fundamental del derecho internacional público, y amplía su aplicación no
solamente a personas, sino que también busca la protección de bienes, siempre que se presente un
conflicto armado.
Por su parte, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos es presentado por Villán como todo
“sistema de principios y normas, cuyo objeto es el fomento del respeto a los derechos humanos y
libertades fundamentales universalmente reconocidos, así como el establecimiento de mecanismos
para la garantía y protección de tales derechos y libertades” (2002: 85).
De lo anterior pueden considerarse dos elementos claves ciertamente valiosos de los derechos
humanos: los derechos cuyas facultades son inherentes a todo ser humano y las garantías que hacen
valer los Estados reconociendo a su población.
Villagrán define el Derecho Internacional de los Derechos Humanos como “aquella legislación relativa
a la protección de los individuos y los grupos contra las violaciones gubernamentales de sus
derechos garantizados internacionalmente, y también al fomento de esos derechos” (1990: 10). El
Derecho Internacional de los Derechos Humanos es una rama del Derecho Internacional Público que
reglamenta la función del Estado como garante de los derechos de los ciudadanos, atendidos y
reconocidos por la legislación nacional e internacional, y en caso de violación puede existir reclamos
ante las organizaciones respectivas, para su restitución y declaratoria de compromiso internacional
del Estado.
Derecho Internacional de los Refugiados: De acuerdo con Galindo como el “conjunto de normas
internacionales que buscan proteger, de forma específica a las personas refugiadas que padecen
temores y persecución de la cual son objeto” (2013: 20). El Derecho Internacional de los Refugiados
tiene como objetivo regular una legislación específica para brindar ayuda y protección a una persona
que perseguida y acosada en su Estado, que ha decidido salir del país para refugiarse.
Un refugiado es una persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza,
religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre
fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la
protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales
acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de
dichos temores no quiera regresar a él” (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados,
2013).
En el mismo sentido, Galindo comenta que el Derecho de los refugiados es una rama del Derecho
Internacional Público, la cual no se agota con recursos internos para acudir a las organizaciones
internacionales; se trata de una excepción a dicha regla de Derecho Internacional (2013).
En relación con los derechos de los refugiados, Galindo añade que, por las labores y luchas de
Fridtjof Nansen, fue que nació la Organización Internacional de los Refugiados de 1947, cuyas
actividades fueron continuadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados de 1950 (2013: 24).
Derecho Penal Internacional: Es propuesto por Martens y definido por Donnedieu (2012: 34) como un
“conjunto de reglas jurídicas que determinan las condiciones en las cuales deben auxiliarse
mutuamente los Estados para la administración de justicia, a fin de asegurar el ejercicio del poder
penal en la esfera de la comunidad de las naciones”. Es necesario aclarar que su jurisdicción y
competencia es subsidiaria y complementaria, y su manifestación no la única; está representada por
la Corte Penal Internacional, que juzga a sujetos por la comisión de crímenes internacionalmente
identificados como: crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y genocidio.
Por su parte, Di Giovan (1992: 34) dispone que el Derecho Internacional Económico contempla “el
andamiaje jurídico dentro del cual los Estados, los agentes privados y las organizaciones
internacionales de vocación económica, anudan relaciones, crean vínculos, asumen compromisos o
efectúan reivindicaciones” A su vez, Reuter (1992: 43) expresa que el Derecho Internacional
Económico “tiene por objeto regular los problemas jurídicos relativos a la producción, consumo y
circulación internacional de riquezas”
En conclusión, el Derecho Internacional Económico es la rama del Derecho Internacional Público que
surgió por la necesidad de los Estados, las organizaciones internacionales y empresas trasnacionales
por regular sus relaciones comerciales y económicas, así como servicios, factores de producción y
consumo, y las costumbres monetarias y financieras.
Por último, es importante mencionar que existen ramas de estudio que son auxiliares del Derecho
Internacional Público, complementarias, que no gozan de autonomía e independencia, pero tienen
relevancia, puesto que sus temas constituyen el núcleo de su reglamentación, verbigracia: el Derecho
Diplomático, el Derecho Consular y el Derecho de los Tratados Internacionales.
Larios (2007: 42) define al Derecho Diplomático como “una rama del Derecho Internacional Público
que se ocupa de la representación exterior de los Estados y el modo de negociar los asuntos
internacionales” Fue precisamente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas la que
codificó gran parte de la forma en que se sostenían las relaciones diplomáticas entre Estados, que
hasta entonces se regían fundamentalmente por la costumbre.
Para Larios, el Derecho Consular es “un conjunto de principios, normas, usos y costumbres
internacionales que regulan la institución consular en general y la actividad del agente consular en
particular” (2007: 52). El Derecho Consular se encuentra regulado a nivel universal por la Convención
de Viena sobre Relaciones Consulares.
Por otra parte, para Maldonado (2013: 18) el Derecho de los Tratados Internacionales es la rama del
Derecho Internacional Público que se encarga de “definir, estudiar y desarrollar, no solamente los
principios e instituciones, sino también los mecanismos de validez, vigencia e interpretación de los
tratados internacionales”. El instrumento principal que regula esta materia es la Convención de Viena
sobre el Derecho de los Tratados, adoptada en el seno de Naciones Unidas.
En cuanto a la relación del Derecho Internacional Público con otras ramas del Derecho y otras
ciencias, Frutos explica que existe una vinculación y relación estrecha con la historia, debido a que
ésta permite recopilar acontecimiento y datos relevantes, que han marcado etapas en su desarrollo,
tal como se puede apreciar a lo largo de los sucesos evolutivos y la configuración del Derecho
Internacional (1980: 27). En relación con lo anterior, se presentan a continuación las siguientes
relaciones del Derecho Internacional Público con otras ciencias ramas del Derecho:
de autenticidad de los tratados. Moreno (1995), acertadamente, indica la relación existente entre
ambas ramas del Derecho A lo largo de la presente investigación se examinará el régimen
constitucional que tiene estrecha vinculación con el Derecho Internacional Público.
Economía: Regula el comercio, compraventa, transportes aéreos y marítimos, vías de
comunicación, circulación monetaria, propiedad industrial, entre muchos otros.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
El Derecho Internacional es la rama del Derecho Público que se encarga de estudiar y reglamentar la
conducta de los Estados y de las organizaciones internacionales, en sus atribuciones y
competencias propias, sobre la base de ciertas relaciones comunes, con el fin de asegurar la paz
internacional, mediante normas creadas por fuentes internacionales establecidas. Su funcionamiento
se basa en un conjunto de ordenamientos con una estructura adecuada a los destinatarios del
sistema y a las necesidades del mismo.
sistemas de subordinación internos, en los que los individuos están sometidos a mandatos dentro de
una jurisdicción respectiva. Esta organización de coordinación garantiza que los Estados sean
independientes, razón por la cual no aceptan imposición de poder tangible extranjero que limite a los
demás Estados.
Finalmente, es importante recordar que una sociedad internacional es una suma de partes, es
temporal, voluntaria y reglada; se encuentra organizada políticamente, y tiene una jerarquía política.
Mientras que una comunidad internacional es universal, heterogénea e interdependiente, donde
prevalece la coordinación sobre el sistema de subordinación entre sus miembros, y está sometida a
un orden político superior.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Bodin, J. (1997). Los siete libros de la República. Selección, traducción y estudio preliminar de
Bravo Gala, Pedro (coord.). (3ª ed.). México. Tecnos editorial.
Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional (CICR). (2006). Derecho internacional
humanitario. Preguntas a respuestas. CICR. Documento recuperado de
https://www.icrc.org/spa/assets/files/other/icrc_003_0703.pdf
Cuadra H. (2009). Aspectos fundamentales del derecho internacional público. IIJ-UNAM. México.
D´Olivier Bernabé, L. (1979). Órdenes de la Caballería e instituciones afines. En Origen y la
Historia de la orden de Malta. Madrid España. Editorial Ortega.
Di Giovan, I. (1992). Derecho económico y relaciones comerciales. En Derecho internacional
económcio y relaciones económicas internacionales. Editorial Latinoamerica. Madrid España.
Donnedieu De Vabres, C (2012). Uniformidad del derecho internacional penal. En Revista de
derecho internacional. Latin. Estados Unidos.
Fix Zamudio, Héctor (1986). El sistema americano de protección de los derechos humanos. En
Cuadernos del Instituto de Investigaciones Jurídicas. Año 1. Número 1. De enero a abril. México.
Frutos Camargo, C. (1980). Organizaciones del derecho internacional. IIJ-UNAM. México.
Galindo Vélez, M. (2013). Derecho internacional público. Departamento de la información pública.
ONU. Nueva York.
Gómez Robles, A. (2003). Enseñanza del Derecho Internacional Público. En Temas Selectos del
Derecho Internacional. IIJ-UNAM. México.
Herdegen, M. (2005). Sujetos del Derecho Internacional. En Márquez, R. (Coord.). Derecho
Internacional Público. México: Konrad Adenauer Stiftung/UNAM.
Hintze, S. (1981). Proteccion al derecho internacional público. Tirant Lo Blanch. Madrid España.
Ippl. (2013). Nociones básicas del Derecho Internacional Público [archivo de video]. Recuperado
de: http://www.youtube.com/watch?v=ZsPSK6NsNbo
Jiménez de Aréchaga, E. (2005). Los sujetos del Derecho Internacional Público. En Derecho
Internacional Público: Principios, normas y estructuras. Tomo I. Uruguay. Editorial Fundación de
Cultura Universitaria.
Jiménez, E. (2005). Los sujetos del Derecho Internacional Público. En Derecho Internacional
Público: Principios, normas y estructuras (tomo I). Uruguay: Fundación de Cultura Universitaria.
Kelsen, H. (1945). Principios de derecho internacional público. Colección crítica del Derecho.
Comares editorial. España.
Lara Patrón, R. y De Icaza Hernández, G. (2006). Derecho internacional público. México. IURE
editores.
Larios Ochaita, C. (2007). Manual de derecho público. Lorena editorial. México.
Maldonado Ríos, E. M. (2013). Derecho internacional nociones generales. Universidad Rafael
Landívar. España.
Marcado Camarena, M. (2005). Derecho internacional público. En Enciclopedia Jurídica Argetina.
Enigma editores. Argentina.
Miaja de la Muela, A. (1974). Derecho internacional público. Segudna Edición. Angeles editorial.
España.
Moncayo Vinuesa, P. (1987). Derecho internacional público. 3ra impresión. Tomo I. Zavalia
editores. Buenos Aires Argentina.
Ortiz, L. (2004). Derecho Internacional Público. (3ª ed.). México: Oxford.
Pascal, C. (2013). Filosofía del derecho internacional público. UNAM, México.
Pastor Suárez, J. A. (1996). Curso de derecho internacional y de organizaciones internacionales.
(6ª ed.). Madrid: Tecno editora.
Podestá Costa, R. (1997). Derecho internacional. España: McGraw Hill.
Pufendorf, S. (1977). La Ciencia del derecho internacional. En Revista de Estudios Históricos y
Jurídicos. Sección Historia del Pensamiento Jurídico y Político, Chile. Recuperado de:
http://www.scielo.cl/pdf/rehj/n31/art16.pdf
Real Academia Española (RAE). (2015). Definición de reconocimiento. (23ª ed.). Diccionario de la
Lengua Española. Madrid: DRAE.
Reuter, P. (1992). Derecho internacional público. Barcelona: Bosch.
Ridruejo Pastor, P. (1996). La Codificación del derecho internacional y su codificación. España:
Tirant lo Blanch.
Rousseau, C. (1966). Derecho internacional público. (3ª ed.). Barcelona: Ariel.
Samuel Fernández, L. (1998). Apuntes de derecho internacional público y el equilibrio de los
estados frente a la globalización. Espacio públicos. Volúmen 11. Número 21. México: UAEM.
Sánchez de Bustamante, L. y Sirven C. A. (1954). Manual de derecho internacional. En Derecho
público. La Habana: La Mercantil.
Sánchez Sánchez, Miguel (2003). Derecho internacional público. Madrid: Huygens editores.
Seara Váquez, M. (2003). Derecho internacional público. (3ª ed.). México: Porrúa.
Sepúlveda, C. (2004). Derecho Internacional público. (24ª ed.). México: Porrúa.
Suy Aguilar, M. (2001). Notas sobre el llamado Derecho internacional del desarrollo. Madrid:
Biblioteca Jurídica Aguilar.
Triepel, J. L. (1905). Constitución y derecho internacional de los derechos humanos. México:
Editorial Digital Tecnológico.
Truyol y Sierra, A. (1978). Fundamentos de derecho internacional público. (2ª ed.). España:
Alianza Universidad.
Verdross, Aldred (1955). Derecho internacional público. Madrid: Aguilar.
Verhoeven, J. (1993). El territorio. En el reconocimiento de los Estados. XXXVIII Curso de
Derecho Internacional. Del 1º al 19 de agosto, Río de Janeiro, Brasil. Derecho Internacional y
Democracia.
Villán Durán, C. (2002). Las obligaciones en el derecho internacional. México: DIDH.
Legislación