23/8/2018 Doctrina

Coleccion: Dialogo con la Jurisprudencia - Tomo 180 - Numero 09 - Mes-Ano: 9_2013

NUESTRA OPINIÓN
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Con este particular caso, en el cual una estudiante solicita el cambio de fecha del examen de admisión de la universidad a
la cual postulaba por coincidir con el día de su descanso religioso, el Colegiado Constitucional hace gala de su abundante
doctrina jurisprudencial respecto a los derechos a la libertad de conciencia y libertad de religión.

En cuanto a la resolución, podemos advertir que, dado que la pretensión de la recurrente estaba destinada a requerir que
tanto el centro preuniversitario como la universidad realizaran el examen de admisión un día distinto al sábado (día de su
descanso religioso) pues vulneraban su derecho a la libertad religiosa y educación; consideramos acertada la
fundamentación hecha por el Tribunal ya que no contaba con los requisitos de procedencia de la demanda, vale decir, que
en realidad la supuesta amenaza alegada por la estudiante no era real (pues aun no se encontraba inscrita en el proceso
de admisión ni en el próximo programa preuniversitario) ni inminente (pues al no ser una amenaza real, no es inminente
que esta se traduzca en una efectiva vulneración).

Pese a ello, discrepamos de la parte dispositiva de la sentencia, pues declara la demanda infundada, por no verificarse
los requisitos de procedencia mencionados anteriormente. Si nos remitimos al artículo 2 del Código Procesal
Constitucional, este señala que los procesos constitucionales solo serán procedentes cuando la amenaza de violación de
un derecho sea cierta e inminente, contrario sensu, estos serán declarados improcedentes cuando no se compruebe lo
anteriormente señalado.

Finalmente, hemos de aplaudir el interés del Tribunal Constitucional por maximizar los derechos fundamentales, cuando
señala que, a pesar de que las instituciones educativas, como en este caso la universidad, no tiene obligación de cambiar
la fecha de su examen de admisión a un día distinto a determinados estudiantes ya que se correría el riesgo de no
asegurar la igualdad de condiciones entre los estudiantes; estas deben procurar no programar sus exámenes en los días
de descanso religioso de sus estudiantes. No obstante ello, es evidente que por la cantidad de postulantes cada año es
muy poco viable que las instituciones puedan determinar la fecha de su proceso admisorio en función de la religión de
cada uno de ellos; una situación distinta sucede con los centros preuniversitarios que con la modalidad de ingreso a nivel
interno, ya que estos reciben una menor cantidad de alumnos, y por ende cada uno de ellos recibe un asesoramiento
personalizado, teniendo así la institución la posibilidad de prever la programación de sus exámenes de acuerdo a las
solicitudes que así lo ameriten.

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