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23/8/2018 Doctrina

Coleccion: Dialogo con la Jurisprudencia - Tomo 180 - Numero 16 - Mes-Ano: 9_2013

ANÁLISIS DE LA SENTENCIA LABORAL SOBRE VINCULACIÓN ECONÓMICA EN


UNA DEMANDA CONTRA BACKUS
Jorge Luis MAYOR SÁNCHEZ*
[-]
TEMA RELEVANTE

En el presente artículo el autor realiza un análisis de un nuevo fenómeno empresarial –la vinculación económica– que sin duda alguna ha venido a desencadenar efectos laborales,
tanto individuales como colectivos. Así pues, desarrolla las características de la moderna despersonalización del empleador.

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

SEÑORES:

TOLEDO TORIBIO

NUE BOBBIO

ESPINOZA MONTOYA

Lima, 11 de diciembre de 2012.

VISTOS:

En Audiencia Pública de fecha 14 de setiembre del año en curso, con las prórrogas de ley, interviniendo como Juez Superior Ponente el Señor Omar Toledo Toribio;

ASUNTO:

1. Recurso de apelación interpuesto por la demandada Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A, mediante escrito obrante a folios 516 a 518, contra la resolución
emitida en Audiencia Única de fecha 6 de julio de 2005, en el extremo que declara infundada la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado.

2. Recurso de apelación interpuesto por la demandada San Ignacio S.A., mediante escrito de folios 591 a 595 contra la resolución emitida en la continuación de Audiencia Única de
fecha 11 de agosto de 2005, que obra de folios 507 a 514, en el extremo que declara infundada la oposición respecto a las exhibiciones de las hojas de liquidaciones y ordenes de
reparto diario y fundada la oposición respecto a la exhibición de la minuta de constitución de la empresa J. Aguilar S.R.L. y el libro de planillas.

3. Recurso de apelación interpuesto por el demandante, mediante escrito corriente de fojas 741 a 751 contra de la Resolución N° 50, que contiene la sentencia de fecha 8 de julio
de 2011, obrante de folios 723 a 739, en el extremo que declara infundada la demanda.

AGRAVIOS:

La demandada Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A. sustenta su recurso de apelación contra la resolución emitida en Audiencia Única en el extremo que
declara infundada la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado, en los siguientes términos:

1. Los actuados en la etapa postulatoria permiten determinar con certeza que las partes involucradas en el conflicto son terceros ajenos a la empresa recurrente.

2. Las pruebas presentadas por el propio demandante demuestran que trabajó para la empresa Distribuidora La Campiña S.A. y si lo que se demanda es el pago de beneficios
sociales, corresponde que dicha empresa presente las pruebas que sean necesarias para determinar si existen adeudos o no.

3. La demandada ni cualquier otro proveedor o cliente de Distribuidora La Campiña S.A. podrán tener responsabilidad alguna en caso de que se pruebe la existencia de adeudos de
beneficios sociales por parte de la Distribuidora La Campiña S.A. a favor del demandante.

4. La demandada no forma parte de la relación jurídica de naturaleza laboral que existió entre Distribuidora La Campiña S.A. y el demandante; por lo que, carece de legitimidad para
obrar en este proceso.

Que, la demandada San Ignacio S.A. fundamenta su recurso de apelación contra la resolución emitida en la Audiencia, de fecha 11 de agosto de 2005, que declara infundada la
oposición respecto a las exhibiciones de las hojas de liquidaciones y ordenes de reparto diario y fundada la oposición respecto a la exhibición de la minuta de constitución de la
empresa J. Aguilar S.R.L. y el libro de planilla, de la siguiente manera:

1. En el presente caso se ha invertido la carga probatoria, ya que a través de esta decisión jurisdiccional el trabajador se ha visto aliviado de la obligación que la ley impone,
respecto de la probanza de los elementos que acreditarían su relación laboral.

2. Cuando el Juzgado exige que sea San Ignacio S.A. quien acredite las afirmaciones que indirectamente contradicen lo sostenido por el demandante, está dejando de lado la
impostergable carga de la prueba que recae sobre el demandante respecto de la actual existencia de dichos documentos, en desconocimiento de lo establecido en el artículo 196
del Código Procesal Civil y 27 de la Ley Procesal del Trabajo, cuando señalan que corresponde a las partes probar sus afirmaciones y específicamente, para el caso del
demandante en el proceso laboral, la obligación de acreditar la existencia de su relación laboral.

3. Resulta relevante mencionar el proceso seguido en el Exp. N° 183422-2004-338, que es idéntico al presente, en donde San Ignacio S.A. también cuestionó la misma exhibición
solicitada y se resolvió que resultaba atendible la oposición.

4. El proceso productivo de San Ignacio S.A. implica que diariamente se genere una cantidad inmanejable del tipo de documentos que motivan la presente cuestión probatoria. El
número de empresas que colaboran con sus operaciones, el número de cervezas vendidas diariamente, el número de pedidos generados y liquidaciones realizadas por una
distribuidora de proporciones similares a las de San Ignacio, hace imposible que, bajo cualquier máxima de la experiencia y/o regla de la lógica, se pueda considerar que dichos
documentos sean almacenados.

5. En relación a las exhibiciones de la minuta de constitución de la empresa J. Aguilar S.R.L. y libro de planillas, existe una irreconocible incompatibilidad existente entre los
fundamentos expuestos para declarar fundada la oposición presentada por el demandante y aquellos que supuestamente sustentaron la decisión desfavorable recaída sobre la
oposición presentada por San Ignacio.

6. La mala fe del demandante y su doloso ocultamiento de los elementos de prueba, se puede constatar del hecho cierto que dichos documentos se encuentran en su poder y no
solo eso, sino que han sido generados con su conocimiento y participación, tal y conforme se puede constatar de la copia de los documentos que con fecha 15 de agosto de 2005 el
señor Pedro Solano Román envió a la demandada.

7. Resultan falsas las afirmaciones del demandante sobre la inexistencia, no posesión y/o desconocimiento de los documentos solicitados por San Ignacio, las mismas que fueron
convalidadas por la resolución impugnada.

Que, el demandante, fundamenta su recurso de apelación contra la sentencia que declara infundada la demanda, en los siguientes agravios:

1. Se advierte de la sentencia errores de hecho y de derecho, así como, carencia de motivación aparente como manifestación del método del debate procesal; habiéndose
vulnerado los Principios que inspiran al proceso laboral tales como el Principio Protector, Principio de Irrenunciabilidad y el Principio de Primacía de la Realidad.

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2. La sentencia ha afectado seriamente su derecho a las pruebas que fueron ofrecidas en su demanda; se ha vulnerado su derecho a la defensa y sus dimensiones tan igual como
el derecho a la verdad, siendo que la verdad que contiene la demanda resulta un atributo jurídico desconocido por el juez y por el que debió haber efectuado la actuación de los
medios probatorios que aportó, tales como, la inspección judicial.

3. El a quo descuidó investigar según sus deberes y facultades la astucia y engaño que ejecutaron las codemandadas concertadamente para desnaturalizar el contrato de trabajo
bajo el supuesto de un contrato de comisión mercantil que no era tal; toda vez, que no analizó los tres elementos constitutivos de todo contrato de trabajo, existiendo en autos
indicios razonables que el actor desempeñó las mismas labores de ventas de los productos consustanciales que dan vida y existencia al giro del negocio siempre uniformado con
fotocheck de identificación y utilizando los mismos formatos y herramientas de trabajo que son de propiedad exclusiva de la codemandada Unión de Cervecerías Backus y Johnson
S.A.A.

4. El a quo no ha tomado en cuenta la carga de la prueba, que exige a las partes, probar sus afirmaciones.

5. Los beneficios económicos requieren la existencia de una relación laboral entre las partes; por lo que, debe determinarse si independientemente de las formalidades que las
partes emplearon para vincularse contractualmente, existió una relación de naturaleza civil o laboral.

6. Debe evaluarse si a través de los medios probatorios actuados, existe las características de un contrato de trabajo y de subordinación.

7. El recurrente desarrolló funciones y tareas afines con actividades propias de la emplazada y que ellas fueron ejecutadas bajo la supervisión y coordinación de la demandada
quien proporcionó al actor no solo materiales e implementos para el debido desarrollo de las actividades, son, pautas específicas de cómo desarrollarlas, encontrándose presente
en dicha relación los tres elementos esenciales de la relación de trabajo, los cuales no han sido valorados por el juez al momento de expedir la sentencia.

8. Al haberse probado que existió los tres elementos esenciales del contrato, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado; por lo que, se encuentra
acreditado que entre el actor y las demandadas existió una relación de trabajo con las consecuencias que ello implica.

CONSIDERANDO:

1. De conformidad con el artículo 370, in fine, del Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente, –que recoge, en parte, el principio contenido en el aforismo latino tantum
devolutum quantum apellatum–, en la apelación la competencia del superior solo alcanza a este y a su tramitación, por lo que corresponde a este órgano jurisdiccional revisor
circunscribirse únicamente al análisis de la resolución impugnada. Asimismo, conforme al principio descrito, el órgano revisor se pronuncia respecto a los agravios contenidos en el
escrito de su propósito ya que se considera que la expresión de agravios es como la acción (pretensión) de la segunda (o tercera, según el caso) instancia.

2. En relación al principio citado el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente Nº 05901-2008-PA/TC refiriéndose al recurso de casación ha señalado: “3. Al
respecto conviene subrayar que la casación no es ajena a la vinculación exigida por el principio tantum apellatum quantum devolutum, que implica que al resolverse la impugnación
esta solo debe pronunciarse sobre aquellas pretensiones o agravios invocados por el impugnante en el referido recurso extraordinario. Así, la Corte de Casación no tiene más
facultades de revisión que aquellas que han sido objeto del recurso; y más aún, no puede entrar en el examen de las cuestiones consentidas por las partes o que no han sido
cuestionadas porque estas han quedado ejecutoriadas, salvo que el vicio sea de tanta trascendencia que vulnere el orden público y las buenas costumbres o que exista una
manifiesta vulneración de derechos fundamentales cuyo cumplimiento no fue advertido por el recurrente” (sic).

Respecto a la Excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado deducida por la Cervecería Backus y Johnston S.A.A.:

3. Es menester indicar que la comprobación al inicio del proceso de la coincidencia de la relación jurídica procesal con la relación de derecho sustantivo no es condición ni
presupuesto de la acción, pues eso solo se establecerá en el momento en que se pronuncie la sentencia, así debe tenerse en cuenta que estar legitimado en la causa significa
tener derecho a exigir que se resuelva sobre la o las pretensiones propuestas en la demanda, por lo que, la legitimidad para obrar o legitimatio ad causam supone la identidad entre
las personas integrantes de la relación jurídica sustantiva y las partes que conforman la relación jurídica procesal, lo que no es equivalente a la titularidad efectiva del derecho, en
tanto ello se determinará con pronunciamiento de fondo en la sentencia.

4. En ese sentido, conforme se advierte de autos, el accionante sostiene que las empresas demandadas para las cuales trabajó –entre ellas Backus y Jonhston S.A.A.– se
encuentras vinculadas económicamente; por lo que, solicita el pago de sus beneficios sociales, situación que este Colegiado considera suficiente para que exista una relación
procesal eficaz, en tanto la titularidad del derecho y la obligación de la emplazada, esto es, que la pretensión sea fundada o no, se resolverá en la sentencia, situación por la que los
agravios sostenidos por la empresa demandada antes citada, deben ser desestimados, en consecuencia, resulta pertinente confirmar dicho extremo apelado.

En relación de la oposición de la demandada San Ignacio S.A. respecto a las exhibiciones de las hojas de liquidaciones y órdenes de reparto diario y respecto a la
exhibición de la minuta de constitución de la empresa J. Aguilar S.R.L. y el libro de planilla:

5. De autos se verifica que la demandada sustenta su recurso de apelación respecto a la exhibición de las hojas de liquidación y órdenes de reparto diario, en el hecho de que
resulta imposible la conservación de todo ese acervo documentario, puesto que tanta información impide que, bajo cualquier máxima de la experiencia y/o regla de la lógica, se
pueda considerar su almacenamiento.

6. La resolución materia de apelación debe revocarse y declarar fundada la oposición, en el sentido que la demandada ha negado la existencia de los documentos descritos, puesto
que señala que fueron desechados o no existen, conforme se advierte del escrito de contestación de demandada a fojas 414, parte pertinente, cuya exhibición se ha solicitado, en
consecuencia resulta en aplicación el aforismo que reza “nadie puede exhibir lo que no posee”.

7. En cuanto a las exhibiciones de la minuta de constitución de la empresa J. AGUILAR S.R.L. y libro de planilla, en aplicación del aforismo antes citado, se debe confirmar la venida
en grado, que declara fundada la oposición formulada por el demandante.

En relación a la sentencia apelada que declara infundada la demanda:

8. Que, en el caso que nos ocupa, corresponde determinar, si las empresas codemandadas, Unión de Cervecerías Backus y Jonhston S.A.A., Distribuidora La Campiña S.A. y
Empresa San Ignacio S.A. se encuentran vinculadas económicamente y como consecuencia de ello, están obligadas en forma solidaria a cumplir con las obligaciones a favor del
actor y si a este último le corresponde el pago de sus beneficios sociales exigidos en su demanda y el pago de una indemnización por despido arbitrario.

9. En cuanto a la Vinculación Económica en Grupo de Empresas, a manera de introducción señalaremos que en términos del Profesor uruguayo Alejandro Castello, el desarrollo y
profundización de la economía de mercado, el avance tecnológico y la competencia comercial trajeron consigo un nuevo fenómeno económico: la concentración empresarial, y
esta a su vez una nueva forma de organización del capital: los grupos de empresas (en: “Relaciones Laborales en Los Grupos de Empresas”. Cadernos da AMATRA IV. 10°
Caderno de Estudos sobre Processo e Direito do Trabalho. III Encontro Internacional de Professores do Direito e do Processo do Trabalho, HS Editora Ltda., Porto Alegre - RS -
Brasil, marzo de 2009, p. 75).

10. En la legislación extranjera, ubicamos en España la Ley 10/1997, de 24 de abril, sobre derechos de información y consulta de los trabajadores en las empresas y grupos de
empresas de dimensión comunitaria1; que en su artículo 3, señala que: “Grupo de Empresas, el formado por una empresa que ejerce el control y las empresas controladas” (sic).
Por otro lado, el Código de Trabajo Francés, en su artículo L2331-1, señala que: “I. - Un comité de groupe est constitué au sein du groupe formé par une entreprise appelée
entreprise dominante, dont le siège social est situé sur le territoire français, et les entreprises qu’elle contrôle dans les conditions définies à l’article L. 233-1, aux I et II de l’article L.
233-3 et à l’article L. 233-16 du code de commerce. II. - Est également considérée comme entreprise dominante, pour la constitution d’un comité de groupe, une entreprise exerçant
une influence dominante sur une autre entreprise dont elle détient au moins 10 % du capital, lorsque la permanence et l’importance des relations de ces entreprises établissent
l’appartenance de l’une et de l’autre à un même ensemble économique. L’existence d’une influence dominante est présumée établie, sans préjudice de la preuve contraire,
lorsqu’une entreprise, directement ou indirectement : peut nommer plus de la moitié des membres des organes d’administration, de direction ou de surveillance d’une autre
entreprise; ou dispose de la majorité des voix attachées aux parts émises par une autre entreprise; ou détient la majorité du capital souscrit d’une autre entreprise. Lorsque plusieurs
entreprises satisfont, à l’égard d’une même entreprise dominée, à un ou plusieurs des critères susmentionnés, celle qui peut nommer plus de la moitié des membres des organes de
direction, d’administration ou de surveillance de l’entreprise dominée est considérée comme l’entreprise dominante, sans préjudice de la preuve qu’une autre entreprise puisse
exercer une influence dominante” (sic)2.

11. El artículo 2331-1 del Código de Trabajo de Francia establece la obligación de crear un comité de grupo cuando exista una pluralidad de empresas y una de ellas pueda
considerarse como empresa dominante. Para ello, esta deberá ejercer el control sobre las otras empresas en las condiciones prevista en el Código de Comercio. Pero el Código de
Trabajo no se limita a remitirse al Código de Comercio para la determinación de la existencia de un grupo de empresas, que siempre vendrá condicionada por la existencia de una
sociedad dominante sobre otras3.

12. El mismo profesor uruguayo antes mencionado, señala que: “Por nuestra parte debe hacerse en base a los dos elementos: a) la denominación dependencia y b) la dirección
económica unificada; entendemos por grupo de empresas aquel que se constituye cuando dos o más empresas se relacionan por vínculos estables de dominación o control, sea
este directo o indirecto, interno o externo, o se encuentran bajo la influencia dominante de una o más personas físicas o jurídicas, con independencia de la forma jurídica o

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organizativa que adopten (centralizada o descentralizada) y actúen bajo una dirección económica unificada. Como generalmente el grupo no admite o reconoce su propia condición,
la presencia de la dirección unificada se suele buscar mediante la técnica de los indicios: existencia planificación común en materia económica, financiera, comercial, tecnológica,
laboral; trasiego de personal entre empresas, utilización común de maquinarias, locales, personal, asesores; existencia de directores u administradores comunes; préstamos o
subvenciones entre las empresas; garantías cruzadas, etc.” (sic). (En: Relaciones Laborales en Los Grupos de Empresas. Cadernos da AMATRA IV. 10° Caderno de Estudos sobre
Processo e Direito do Trabalho. III Encontro Internacional de Professores do Direito e do Processo do Trabalho. HS Editora Ltda., Porto Alegre - RS - Brasil, marzo de 2009, pp. 79 y
80).

13. En nuestro sistema jurídico, se debe tener en cuenta que ante la ausencia de norma positiva que en forma directa incida en dilucidar la responsabilidad en virtud de su
vinculación económica es que resulta aplicable en forma analógica las normas contenidas en la Resolución SBS Nº 445-2000 que aprueba las “Normas Especiales sobre
Vinculación y Grupo Económico” y las contenidas en el Reglamento de Propiedad Indirecta, Vinculación y Grupo Económico, aprobado por Resolución Conasev Nº 722-97-EF-
94.10.

14. En efecto, de conformidad con lo establecido en el artículo 8 de la Resolución de Superintendencia de Banca y Seguros Nº 445-2000 referida a normas especiales sobre
vinculación y grupo económico, se entiende por este último “(…) al conjunto de personas jurídicas, nacionales o extranjeras, conformada al menos por dos personas jurídicas,
cuando alguna de ellas ejerce control sobre la o las demás, o cuando el control sobre las personas jurídicas corresponde a una o varias personas naturales que actúan como una
unidad de decisión (…)” (sic); criterio que se corrobora con lo establecido en el artículo 5 del Reglamento de Propiedad Indirecta, Vinculación y Grupos Económicos aprobado por
Resolución Conasev Nº 722-97-EF-94.10 actualmente recogido en el artículo 5 del Reglamento de Propiedad Indirecta, Vinculación y Grupos Económicos aprobado por Resolución
Conasev Nº 090-2005-EF/94.10 de 23 de diciembre de 2005, modificada por la Resolución Conasev N° 005-2006-EF/94.10 de 10 de febrero de 2006, publicada en el diario oficial
El Peruano el 11 de febrero de 2006.

15. Este mismo sentido debemos tener en cuenta el artículo 9 de la Resolución de Superintendencia de Banca y Seguros Nº 445-2000, que señala: “se denomina control a la
influencia preponderante y contínua en la toma de decisiones de los órganos de gobierno de una persona jurídica (…)” (sic).

16. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este concepto se restringe a lo que Daniel Echaíz Moreno citando a Alonso Morales Acosta y Oswaldo Hundskopf Exebio, en “Las
uniones de empresas coordinadas” en: <www.Legisnews.Perú>, ha dado en señalar como “relaciones de subordinación”, pero es necesario señalar que en forma paralela existen
las llamadas “relaciones de coordinación”, cuyas diferencias básicamente se restringen a la organización y funcionamiento estructural (jerarquía), subsistiendo en ambos casos
como vínculo “la consecución de un fin determinado” y que en la mayoría responde a un interés económico.

17. Las relaciones de coordinación entre empresas se caracteriza por la existencia de una independencia jurídica entre estas (a contrario sensu no admite las figuras de escisión o
fusión donde en el primer caso existe fraccionamiento y en el segundo unión con desaparición de una de las personas jurídicas), a largo plazo, afectando a alguna o todas sus
actividades y se basa sobre la existencia de un acuerdo explícito como en el caso de consorcio regulado a partir del artículo 445 de la Ley General de Sociedades.

18. La falta de acuerdo nos circunscribe a la existencia del definido líneas arriba como “grupo económico”, el que debemos agregar se encuentra conformado por un grupo de
empresas vinculadas por razones económico-jurídicas como por ejemplo que pertenezcan a los mismos propietarios mayoritarios del capital, o si una persona jurídica es accionista
mayoritaria de otra persona jurídica; comportándose como personas jurídicas independientes, sin embargo, su caracteristica principal viene a ser que se encuentran sometidas a
una “dirección unitaria” como bien señala Toyama Miyagusuku en “Protección, privilegio, tiempo, forma y pago de los Beneficios Sociales”, artículo publicado en la revista Derecho y
Sociedad N° 17, página 67.

19. La expresión de vínculo económico en grupo de empresas, se encuentra presente en muchas figuras de naturaleza societaria comercial, es así que se tiene holdings,
consorcios, asociación en participación, etc. Para los fines de la presente, además pertinente, pasaremos a referirnos solo a los holdings.

20. Para la Doctora en Derecho y Profesora Universitaria de la Universidad de Navarra, María Areta Nartínez y para el Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Antonio V. Sempere Navarro, “la descripción del grupo de empresas en esos preceptos, pese a su relativa heterogeneidad, posee como denominador común la exclusiva
contemplación de los grupos de empresas por subordinación, verticales o jerárquicos, los Holdings (Unterordmung-Konzern) en lo que existe una empresa dominante mientras que
el resto de empresas filiales o participadas que conforman el grupo son controladas por aquellas. Sin embargo, en la realidad jurídica también son admisibles los grupos de
empresas por coordinación u horizontales (Gleinchordnungskonzern), como las Uniones Temporales de Empresas o las Agrupa o las Agrupaciones de Interés Económico, esto es,
aquellos en los que la relación entre las diversas empresas integrantes se da en un plano de igualdad” (sic).

21. Que, esta figura de asociación se centra en un ente superior y los inferiores, quienes se encuentran expeditos a la asociación dominante, esto es, el control se ejerce de forma
vertical.

22. En cuanto los rasgos sintomáticos, un antecedente en cuanto este tema, lo encontramos en la jurisprudencia emitida por la Sala Cuarta del Tribunal Supremo de España que ha
identificado tres elementos que determinan la existencia de un grupo de empresas a efectos laborales4:

a. La Pluralidad de Empresas que conforman el grupo, admitiéndose la concurrencia tanto de personas físicas que ostenten tal cualidad cuanto (lo más frecuente) de personas
jurídicas.

b. La Independencia Jurídica de las empresas que integran el grupo, teniendo cada una de ellas personalidad jurídica propia y careciendo de la misma el grupo como tal.

c. La vinculación entre las empresas en un plano de igualdad o de subordinación. Lo que realmente caracteriza al grupo de empresas es la existencia de las relaciones económicas,
jurídicas jurídica y organizativas por razón de un vínculo empresarial común entre ellas.

d. EL concepto jurídico expuesto resulta insuficiente para identificar el grupo en las relaciones jurídicos-laborales, siendo necesario una serie de elementos adicionales que
dependerán de los efectos jurídicos que estén en juego (así, por ejemplo, para exigir la responsabilidad solidaria ante el incumplimiento de las obligaciones laborales y de Seguridad
Social a todas las empresas que lo integran.

23. De lo expuesto, se puede extraer algunos rasgos o indicios con la finalidad de identificar un grupo de empresas, o la existencia de vinculación económica, y por ende, establecer
la responsabilidad laboral de las empresas. Dicho en otro forma, es posible concebir un Test de Vinculación Empresarial, para lo cual debe evaluarse si en los hechos se
presentaron, en forma alternativa y no concurrente los indicios, los mismos que se agrupan en criterios como los sujetos intervinientes, funcionalidad, objeto de la relación jurídico-
laboral, como se detalla de la forma siguiente:

a. Sujetos: Pluralidad de empresas ya sean jurídicas o personas naturales.

b. Funcionalidad: 1) Criterio de Organización y dirección única, 2) Apariencia Externa de unidad empresarial y de dirección, 3) Reestructuración empresarial5. 4) Confusión de
patrimonios y planillas, conmixtio bonorum (explotación y aprovechamiento conjunto de recursos humanos o materiales)6.

c. Ejercicio del control: Sujeción a un poder de dirección único.- Criterios7:

1. Circulación de trabajadores en el grupo: 1) Movilidad Geográfica y Movilidad Funcional. 2) Prestación de trabajo común, simultáneo o sucesivo8.

2. La dominación o control directo o indirecto de una empresa sobre las otras o control económico-financiero.

3. La unidad económica, de caja o de patrimonios.

4. Utilización abusiva de la personalidad jurídica independiente de cada una de las empresas en perjuicio de terceros.

24. En cuanto a las relaciones individuales de trabajo en los grupos de empresas, en términos del Profesor Uruguayo Alejandro Castello: “A nuestro modo de ver, los aspectos
planeados precedentemente deben ser resueltos desde la óptica de que el grupo de empresas resulta personificado a fines laborales y por ende adquiere la calidad de sujeto
empleador. Así, a vía el ejemplo, en lo que refiere la antigüedad laboral entendemos que la misma no puede ser fraccionada o segmentada. Si el trabajador se ha desempeñado
de manera sucesiva, sin solución de continuidad, para varias empresas integrantes del grupo, la antigüedad debe ser una sola y se debe computar mediante la sumatoria de
periodos trabajados. La solución contraria implicaría admitir la ficción sobre la realidad”. Cadernos da AMATRA IV. 10° Caderno de Estudos sobre Processo e Direito do Trabalho. III
Encontro Internacional de Professores do Direito e do Processo do Trabalho. HS Editora Ltda., Porto Alegre - RS - Brasil, marzo 2009, p. 83).

25. Por otro lado, en nuestro ámbito jurisprudencial encontramos la Conclusión Plenaria, correspondiente al Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral del año 2008, que: “existe
solidaridad en las obligaciones laborales no solamente cuando se configuran los supuestos previstos en el artículo 1183 del Código Civil sino, además, en los casos en los que
exista vinculación económica, grupo de empresas o se evidencie la existencia de fraude con el objeto de burlar los derechos laborales de los trabajadores”(sic).

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26. En relación al Primacía de la Realidad: Es preciso señalar que el principio de primacía de la realidad es una de las herramientas más relevantes del Derecho de Trabajo que
en el caso peruano no solamente tiene un arraigo en la jurisprudencia sino que incluso se encuentra positivizado; en nuestro ordenamiento legal, de tal manera que nuestra
legislación laboral ya contiene la doctrina más recibida y actual del Derecho del Trabajo, Américo PLÁ RODRÍGUEZ señala que “el principio de primacía de la realidad significa que
en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de los documentos y acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en el terreno
de los hechos”. (Los Principios del Derecho del Trabajo. Depalma, Buenos Aires, 1998, p. 313);

27. Que, de lo que se trata de aclarar es que en el ámbito de las relaciones laborales, algunos empleadores, con el objeto de burlar los derechos laborales, tratan de disfrazar una
relación laboral y hacerla aparecer como si se tratara de una relación de carácter civil o comercial, por lo que en virtud del principio antes indicado debe preferirse los hechos de la
realidad y determinar la verdadera naturaleza de la relación jurídica. De igual manera, este principio resulta de aplicación cuando con el objeto de burlar algunos acreedores o lograr
algunos beneficios o las prestaciones de la Seguridad Social se trata de aparentar la existencia de una relación laboral;

28. Que, este principio se ha plasmado en numerosos pronunciamientos jurisprudenciales no solo de la judicatura laboral sino incluso del Tribunal Fiscal y del Indecopi, siendo que
incluso el Pleno Jurisdiccional Laboral realizado en la ciudad de Tarapoto en el año 2000 ha acordado que “si el juez constata la existencia de una relación laboral a pesar de la
celebración de un contrato de servicios civil o mercantil, deberá preferir la aplicación de los principios de la primacía de la realidad y de irrenunciabilidad sobre el de buena fe
contractual que preconiza el Código Civil, para reconocer los derechos laborales que correspondan”;

29. Este reconocimiento a nivel doctrinal y jurisprudencial ya había sido recogido en el Artículo I del Título Preliminar de la Ley Procesal de Trabajo bajo la denominación del
principio de veracidad que no es sino el correlato del mismo, aunque como tal, esto es, como Principio de Primacía de la realidad ha sido contemplado en el artículo 5, inciso f) del
Decreto Legislativo Nº 910, Ley General de Inspección de Trabajo y de Defensa del Trabajador, publicado en el diario oficial El Peruano el 17/03/2001 (recogido en similares
términos en el artículo 2.2. de a Ley Nº 28806), y en el artículo 40 de la Ley General del Sistema Concursal (Ley Nº 27809 -E.P. 8.8.02);

30. Según lo expuesto es posible que en la práctica el empleador pretenda encubrir una relación laboral bajo la celebración de contratos civiles o mercantiles. Ante dichas
situaciones el Tribunal Constitucional, en reiterada jurisprudencia, ha hecho uso del principio de primacía de la realidad cuya aplicación tiene como consecuencia que “(...) en caso
de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que fluye de los documentos, debe darse preferencia a lo primero; es decir, a lo que sucede en el terreno de los
hechos” (STC Exp. N° 1944-2002-AA/TC, fundamento 3) (resaltado agregado es nuestro).

31. Este principio es de mucha utilidad para el caso bajo análisis, puesto que se debe estudiar el caso que nos ocupa, bajo el amparo de este principio, para establecer, conforme a
derecho, las obligaciones y competencias.

32. Estando a lo expuesto, corresponde determinar si existe vinculación económica entre las empresas demandadas, esto es, entre Unión de Cervecería Backus y Johnston S.A.A,
Distribuidora La Campiña S.A. y Distribuidora San Ignacio S.A; para lo cual tenemos lo siguiente:

i) A fojas 7, obra la boleta de pago emitida por La Distribuidora La Campiña S.A., en la que se indica la fecha de ingreso del actor, desde el 01/01/1993, en el cargo de Jefe de
Reparto. Además, del mismo documento se desprende el sello de la empresa señalada y firma del representante. Por otro lado, también se desprende que en la boleta aparece
como impresión de fondo la siguiente inscripción “Backus”, mediante sello de agua. Lo anterior se repite en las boletas de fojas 08 y 09.

ii) A fojas 10, obra el diploma de reconocimiento del curso de motivación, desarrollado con fecha 22 de enero al 25 de enero de 1997, emitido por Backus y Johnston S.A. otorgado
al actor.

iii) A fojas 11, obra el diploma de reconocimiento otorgado al actor del curso de portafolio de productos y técnicas de ventas, desarrollado con fecha 8 de diciembre al 12 de
diciembre de 1997, emitido por Backus y Johnston S.A.

iv) A fojas 12, obra el diploma de reconocimiento del curso de eficacia personal, desarrollado con fecha 6 de noviembre al 14 de noviembre de 2002, emitido por Backus y Johnston
S.A. otorgado al actor.

v) A fojas 634 la carta emitida por el Gerente de Ventas y Distribución Luis Larrabure, en representación de Backus, a favor del actor, mediante el cual se felicita al demandante por
el día del vendedor. Documento que ha sido puesto en conocimiento y admitido por el juez de la causa mediante resolución N° 34, en aplicación del artículo 28 de la Ley Procesal
de Trabajo.

vi) De folios 69 a 101 obra el Testimonio de Escritura Pública de Distribución, Consignación, Comodato, Fianza, Garantía Hipotecaria y levantamiento de Hipoteca suscrito entre
Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A y Distribuidora La Campiña S.A. El primero representado por su Gerente General Carlos Felipe Bentin Remy y el
segundo por su Representante Juan Ricardo del Carpio Crovetto, en cuya cláusula primera se señala que: “La cervecería –Backus– es una empresa dedicada a la fabricación
de cervezas y aguas gaseosas (…) por su parte la Distribuidora –La Campiña– es una empresa dedicada a la comercialización de cervezas y aguas gaseosas”. Asimismo, en el
numeral I.1 se indica que: “La Cervecería conviene en nombrar a la Distribuidora como distribuidor de los productos contractuales (…) y en el numeral I.2, señala que: “La
cervecería se reserva el derecho de nombrar a otros mayoristas dentro del área autorizada, así como, efectuar ventas directas en el mismo, sin que ello de lugar a algún tipo de
compensación a favor de la Distribuidora”;

vii) A fojas 146, obra la copia del testimonio de Constitución de la Sociedad Anónima “La Campiña S.A.”, de fecha 19 de julio de 1984, en el que se advierte que el directorio de
dicha sociedad queda conformado por, entre otros, Carlos Bentin Remy y Juan del Carpio Crovetto, este último como Gerente a cargo.

viii) A fojas 244, obra la Partida N° 00954519, del registro mercantil de la Sociedad Anónima “La Campiña S.A.”, de 1984, en la misma se registró como socios fundadores y
aportes, entre otros, a Juan Ricardo del Carpio Crovetto, asimismo se desprende que este último conforma el primer directorio con Carlos Bentin Remy.

ix) En el convenio suscrito entre Distribuidora La Campiña y el actor, se advierte, en la segunda cláusula que la empresa ha aceptado la renuncia del actor dando por extinguido el
vínculo laboral con fecha 15 de noviembre de 2003. Además, en la misma cláusula, se consignó que la empresa otorgó al trabajo, a título de gracia, la cantidad de S/. 30,436.68.

x) A fojas 69 hacia adelante, obra la copia del testimonio de la escritura de distribución, consignación, comodato, fianza, garantía, hipotecaria y levantamiento de hipoteca, suscrito
entre Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A. (La Cervecería ) y Distribuidora La Campiña S.A. (La Distribuidora), que data del año 2002, en el que se aprecia:

a) La Distribuidora reconoce a la Cervecería como suministrante exclusivo de los productos contractuales comprometiéndose a no procurarse, directa o indirectamente productos de
igual naturaleza, de otro mayorista o fabricante que no sea la Cervecería (punto I.4).

b) La Distribuidora no podrá por sí o por intermedio de terceros, fabricar, comercializar o promocionar ninguno de los productos que pueda ser considerado por la Cervecería
competitivo con los productos contractuales (punto I.6).

c) Prohibición, bajo sanción de resolución de pleno derecho del contrato de la distribución directa o indirecta de los productos contractuales que se contrata fuera del área
autorizada (punto I.7).

d) Permitir a la Cervecería inspeccionar en cualquier momento la infraestructura del negocio, la calidad y cantidad de los productos contractuales almacenados en depósitos de la
Distribuidora, así como toda la documentación directa o indirecta vinculada con el negocio de distribución y/o con las obligaciones asumidas en el contrato (punto I.9.c).

e) Para los efectos de control, la Cervecería llevará estado de cuenta corriente de las botellas y cajas plásticas cerveceras prestadas, la misma que estará amparada por las guías
de entrega y/o vale de préstamo que firmara la Distribuidora (a fojas 85).

f) Que, el contrato citado tiene carácter intuito personae en consecuencia constituye causal de resolución de pleno derecho cualquier cambio en el accionariado y/o en la
administración del negocio de la Distribuidora (a fojas 93).

xi) A fojas 250 a 260, obra el contrato de comisión mercantil suscrito entre la Distribuidora La Campiña y J. AGUILAR S.R.L., representado por el actor y fiador solidario, con fecha
de celebración 15 de noviembre de 2003. Que, el objeto de dicho contrato es que este último se compromete a vender por cuenta de la Distribuidora La Campiña los productos
contractuales dentro del área autorizada que se detalla en la misma. De este mismo documento se desprende lo siguiente:

a) Que, la labor que debería realiza J. AGUILAR S.R.L. dentro del área autorizada, distritos como Chorrillos, Surco y Barranco, siendo disposición de la Distribuidora La Campiña
modificar el área autorizada (punto 3.1).

b) Distribuidora La Campiña tiene la facultad de nombrar a otros comisionistas dentro del área autorizada (punto 3.1).

c) J. AGUILAR S.R.L. se hace responsable directo de la no entrega, no emisión de comprobante de pago, llenado defectuoso (punto 3.2).

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d) Los precios, las condiciones de venta correspondientes a cada producto serán fijados por Distribuidora La Campiña a J. AGUILAR S.R.L., quien será responsable de la cobranza
en los términos de primero (punto 3.3).

e) J. AGUILAR S.R.L. está obligado a cumplir con los horarios de carga, descarga, liquidación y entrega del producto, establecidos por Distribuidora La Campiña.

f) J. AGUILAR S.R.L. realizará por cuenta de Distribuidora La Campiña las tareas complementarias, como entrega de material publicitario de productos contractuales, entrega de
bonificaciones, renovación de comodato de envases y cajas plásticas, entrega y recojo de activos promocionales.

g) Distribuidora La Campiña proporcionará a J. AGUILAR S.R.L. algunos vehículos que serán destinados exclusivamente para el transporte de los productos contractuales.

h) Está a cargo de la Distribuidora La Campiña el costo del mantenimiento ordinario y repuestos del vehículo (punto 3.11).

i) Distribuidora La Campiña pagará a J. AGUILAR S.R.L. una comisión por la prestación de los servicios, en función a lo vendido, de forma mensual (cláusula cuarta).

j) Distribuidora La Campiña tenía la facultad de modificar en cualquier momento la comisión, basta con una comunicación por escrito (cláusula cuarta).

k) En la cláusula sexta, literal f) se detalla lo siguiente: “(…) Permitir a LA DISTRIBUIDORA inspeccionar en cualquier momento, “los productos contractuales”, así como lo talonarios
de comprobantes de pago entregados, para verificar la cantidad de los “los productos contractuales” entregados EL COMISIONISTA, así como toda la documentación directa o
indirectamente vinculada con la comisión y/o con las obligaciones asumidas en este contrato. Asimismo, EL COMISIONISTA facilitara la labor de supervisión que establezca LA
DISTRIBUIDORA” (sic).

l) J. AGUILAR S.R.L. realizará la comercialización de los productos contractuales con carácter de exclusividad, obligándose, a no comercializar, distribuir, publicitar o repartir,
directamente o por intermedio de tercero, por cuenta propia o por encargo de terceros, productos de otro distribuidor o fabricante que no sean los entregados por la Distribuidora La
Campiña bajo sanción de resolución de pleno derecho del contrato, salvo en aquellos casos autorizados previa y expresamente (cláusula sexta, literal h).

xii) La codemandada La Campiña señala en su escrito de contestación de demanda, a fojas 273, parte pertinente, lo siguiente: “(…) Sobre el particular, su Despacho deberá tener
en consideración los dos siguientes periodos diferenciados: * Del 1 de enero de 1993 al 15 de octubre de 2003, periodo en el que el demandante mantuvo efectivo vínculo laboral
con LA CAMPIÑA. * Del 17 de octubre de 2003 al 31 de enero de 2004, periodo en el cual el demandante solo mantuvo vínculo jurídico con LA CAMPIÑA, en calidad de fiador de
AGUILAR S.R.L.” (sic).

xiii) Las copias de las boletas a fojas 373 a 387, emitido por J. AGUILAR S. S.R.L,, que en la boleta de febrero 2004 se detalla lo siguiente: “Pago a cuenta de comisión mercantil
por los servicios de ventas de productos y tareas complementarias brindadas durante la primera quincena del presente mes según contrato”, por la suma de S/. 1,844.88” (sic).

xiv) De folios 102 a 130, aparece el Testimonio de Escritura Pública de Distribución, Consignación y Comodato, suscrito entre Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston
S.A.A. representado por su Gerente General Carlos Felipe Bentin Remy y Distribuidora San Ignacio S.A, representado por Juvenal Yepez Sota, en donde también se especifica
lo siguiente:

a) En el Punto I-9, a fojas 108, se detallan las obligaciones esenciales de San Ignacio S.A.: “(…) c) Permitir a la Cervecería inspeccionar en cualquier momento la infraestructura del
negocio, la calidad y cantidad de “los productos contractuales” almacenados en los depósitos de La Distribuidora, así como toda la documentación directa o indirectamente
vinculada con el negocio de distribución y/o con las obligaciones asumidas en este contrato” (sic).

b) En el Punto II.17, a fojas 116, se detalla lo siguiente: “(…) La Distribuidora permitirá que la Cervecería examine en cualquier momento que estime conveniente y por intermedio de
las personas que designe, las existencias en los almacenes de la Distribuidora de los productos entregados en consignación. Así como la revisión de la documentación contable que
ampare las operaciones comerciales de la Distribuidora respecto de los productos y su gestión de cobranza. Para estos fines La Cervecería podrá practicar auditorias, si lo estiman
conveniente.

c) En el Punto III.2, a fojas 117, segundo párrafo, se detalla lo siguiente: “(…) Para los efectos de control, la Cervecería llevará estado de cuenta corriente de las botellas y cajas
plásticas ceve (…) prestadas (…)” (sic).

d) En el Punto III.2, a fojas 117, cuarto párrafo, se detalla lo siguiente: “(…) la Distribuidora se compromete a exhibir a la Cervecería cuando esta se le solicite, toda la
documentación referen (…) los prestamos de envases y cajas plásticas” (sic).

e) En el Punto IV.4, a fojas 121 y 122, se señala lo siguiente: “La Distribuidora no podrá ceder su posición contra (…) en ninguno de los tres contratos, ni transferir, por ningún título
los derechos y deberes que emanen de estos contratos, sin la previa autorización escrita de la Cervecería bajo sanción de resolución del presente contrato”.

xv) El contrato de arrendamiento de inmueble, de fojas 340 a 342, suscrita por Unión de Cervecerías Peruana Backus y Johnston S.A.A. y San Ignacio S.A., de fecha 1 de octubre
de 1998, señala que:

a) En la cláusula segunda: “Los inmuebles que se entregan en arrendamiento serán única y exclusivamente destinados por LA ARRENDATARIA [San Ignacio S.A.] para el
almacenamiento y venta de los productos fabricados por LA CERVECERÍA y funcionamiento de oficinas de LA ARRENDATARIA; de modo que cualquier otro uso no aceptado
previamente y por escrito por parte de LA CERVECERÍA significará grave incumplimiento en las obligaciones de LA ARRENDATARIA, con todas las consecuencias previstas por
este contrato y supletoriamente por las normas existentes en el Código Civil sobre el contrato de arrendamiento (…)” (sic).

b) En la cláusula sétima: “LA CERVECERÍA tendrá el derecho de inspeccionar los inmuebles dados en arrendamiento en cualquier tiempo y a través de la persona o personas que
señale, sin otro condición que la de avisar su visita con no menos de veinticuatro horas de anticipación. (…)” (sic).

xvi) A fojas 343, obra el anexo del contrato de arrendamiento antes señalado, en las que se advierte que los bienes objeto del contrato, son ocho en Lima y catorce en provincias.

xvii) A fojas 344 adelante, obra el testimonio de la escritura de arrendamiento operativo de vehículos que celebran de una parte Unión de Cervecerías Peruana Backus y Johnston
S.A.A. y San Ignacio S.A., que contiene la minuta de fecha primero de julio de 2003, en el mismo se desprende lo siguiente:

a) En la cláusula primera se detalla que: “La Cervecería [Unión de Cervecerías Peruana Backus y Johnston S.A.A.] es propietaria de los vehículos que configuran en el Anexo 1, el
mismo que debidamente firmado por los contratante, es parte integrante del presente documentos. La arrendataria es una empresa organizada bajo la modalidad de sociedad
anónima dedicada exclusivamente a la comercialización y distribución de cervezas y bebidas gaseosas a cuyo efecto tiene celebrado un contrato de distribución, consignación y
comodato con la cervecería” (sic). En la segunda cláusula, se detalla que: “Por el presente documento la Cervecería da en arrendamiento operativo a la arrendataria los vehículos
mencionados en el Anexo 1 a que se refiere la cláusula anterior, para ser utilizados exclusivamente en la Distribución y Comercialización de los productos fabricados por la
Cervecería de los productos fabricados por la cervecería u otra empresa de la organización Backus” (sic).

b) En la Décima Segunda cláusula se detalla que: “La Arrendataria no podrá ceder su posición contractual, ni dar los vehículos en subarrendamiento ni transferir, por ningún título,
los derechos y deberes que emanen de este contrato, bajo sanción de nulidad con efecto ipso jure” (sic).

c) En el inserto, obrante a fojas 348 a 357, se describe 218 vehículos objeto del contrato.

xviii) A fojas 3, obra la carta notarial remitido por San Ignacio S.A. a J. AGUILAR S.R.L., con fecha de recepción el 18 de agosto de 2004, en la que se comunica resolver el contrato
de Comisión Mercantil celebrado con su empresa con fecha 1 de febrero de 2004, a partir de los 15 días calendario computados desde la recepción de la carta.

xix) A fojas 358 a 368, obra el contrato de comisión mercantil suscrito entre San Ignacio S.A. y J. AGUILAR S.R.L., mediante el cual este último se compromete a vender por cuenta
de la primera los productos contractuales, esto es, cerveza y agua mineral. Asimismo, se ha pactado lo siguiente:

a) En la cláusula primera se detalla que San Ignacio es una empresa dedicada a la distribución y comercialización de cervezas y aguas gaseosas, fabricadas por Unión de
Cervecerías Peruana Backus y Johnston S.A.A., entre otros.

b) En el Punto 3.4, que diariamente al término del reparto y venta J. AGUILAR deberá devolver a San Ignacio S.A. los productos contractuales que no hubieran sido vendidos, así
como los envases y cajas plásticas recogidos de los clientes y los talonario de comprobante de pago que no se hubieran emitido.

33. Del análisis minucioso de los elementos probatorios incorporados, este Colegiado ha precisado los medios probatorio insertos en el expediente, analizando los mismos desde
una óptica sustancial y no formal, como inspira el Principio de Primacía de la Realidad, ha llegado a la conclusión de que, en cuanto a la naturaleza de la relación entre Unión de
Cervecería Backus y Johnston S.A.A. (en adelante Backus) y Distribuidora la Campiña S.A., se encuentran vinculadas económicamente o dentro de un mismo grupo

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económico, ello en atención en aplicación del Test de Vinculación Empresarial, en razón de que existe una pluralidad de empresas jurídicas, que evidentemente se aprecia; existe
una unidad empresarial y de dirección, este último se colige en razón de que:

i) Backus actúa como empleadora del actor a través de La Campiña, conforme se aprecia de las boleta de pago referidas en el punto 33.i),

ii) El reconocimiento (felicitación) efectuado por parte de Backus al trabajador en el año 1997 y 2002, en los puntos 33.ii), 33.iii). 33.iv), periodo que La Campiña ha declarado que el
demandante laboraba a su favor, en el punto 33.xi),

iii) La felicitaciones que alcanza Backus al trabajador, conforme se aprecia del punto 33.v), por el día de vendedor, lo que constituye acciones típicas del empleador.

iv) Se aprecia la compartición de dirección en ambas empresas, como se aprecia en el punto 33.vi), el Gerente General de Backus, el señor Carlos Felipe Bentin Remy, también es
miembro del directorio de La Campiña S.A., conforme se advierte de los puntos 33.vii) y del 33.viii).

34. Existe sujeción a un poder de dirección único, esto de parte de Backus a La Campiña, en cuanto existe una dominación de control directo económico y financiero, este último
se colige en razón de que:

a) La Campiña realizaba sus servicios de forma exclusiva a favor Backus, y no podía realizar actividades de forma independiente con terceros, en cuanto se refiere a los productos
materia del contrato (puntos 33.x.a y 33.x.b).

b) La Campiña debía realizar los servicios encomendados dentro del área destinada por autorizada por Backus (punto 33.x.c.).

c) Backus ostenta la facultad de control a La Campiña, en razón de que podría inspeccionar en cualquier momento la infraestructura del negocio, calidad de los productos materia
del contrato y la documentación manejada por La Campiña (punto 33.x.d. y 33.x.e.).

d) Backus ostenta control sobre la forma de organización de la sociedad La Campiña, puesto que, al estipular que esta última debía actuar con el mismo accionariado y
administración del negocio (punto 33.x.f.).

35. De lo anterior se aprecia la interacción de las empresas citadas, con los mismos fines y bajo control de Backus, que si bien se ha utilizado herramientas de naturaleza civil, los
mismos encierran vinculaciones de tipo económico, administrativo y por ende financiero, lo que nos lleva a concluir que existe un grupo económico.

36. Del análisis minucioso de los elementos probatorios incorporados al expediente, analizando los mismos desde una óptica sustancial y no formal, como inspira el Principio de
Primacía de la Realidad, se llega a la conclusión de que, en cuanto a la naturaleza de la relación entre Unión de Cervecería Backus y Johnston S.A.A. (en adelante Backus) y
San Ignacio S.A., se encuentran vinculadas económicamente o dentro de un mismo grupo económico, ello en atención en aplicación del Test de Vinculación Empresarial, en razón
de que existe una pluralidad de empresas jurídicas, que se aprecia de manera evidente; existe una sujeción a un poder de dirección único, esto de parte de Backus a San
Ignacio S.A., en cuanto existe una dominación de control directo económico y financiero, este último se colige en razón de que:

a) San Ignacio realizaba sus servicios de forma exclusiva a favor de Backus, puesto que no podía ceder su posición a terceros sin la previa autorización de Backus (punto 33.xiv.e).

b) Backus ostenta la facultad de control a San Ignacio, en razón de que podría inspeccionar en cualquier momento la infraestructura del negocio, calidad de los productos materia
del contrato y la documentación manejada por La Campiña (puntos 33.xiv.a., 33.xiv.b. y 33.xiv.c.).

c) Backus ostenta la facultad de control a San Ignacio, en razón de que, si bien es cierto se ha suscrito, por ambas empresas, un contrato de arrendamiento de bienes inmuebles de
propiedad de Backus, sin embargo, dicho pacto tiene como objeto, además del arrendamiento, el almacenamiento de los productos fabricados por Backus (punto 33.xv.a).

d) Backus ostenta la facultad de control a San Ignacio, en razón de que esta última podía inspeccionar los bienes inmuebles materia de arrendamiento (punto 33.xv.b).

e) Por otro lado, la facultad de control descrita la ejercía en todos los bienes inmuebles materia de arrendamiento a nivel nacional (punto 33.xvi).

f) Que, el control de Backus se realizaba también sobre bienes muebles, vehículos entregados por esta última a San Ignacio con la finalidad de distribuir los productos de Backus
(punto 33.xvii. a), el mismo que debía ser realizado por los representantes de San Ignacio y no terceros (punto 33.xvii.b); dicho acuerdo abarca más de 200 vehículos (punto
33.xvii.c.).

37. De lo anterior se aprecia la interacción de las empresas citadas, La Campiña y San Ignacio con los mismos fines y bajo control de Backus, que si bien se ha utilizado
herramientas de naturaleza civil, los mismos encierran vinculaciones de tipo económico, administrativo y por ende financiero, que nos llevan a concluir que existe un grupo
económico.

38. Por otro lado, corresponde analizar el estatus jurídico de la empresa J. AGUILAR S.R.L. Del estudio de autos, se advierte que:

a) Uno de los socios de la empresa J. AGUILAR ha sido el demandante conforme a la copia de la Partida Electrónica N° 11601417, desde 25 de octubre de 2003, a fojas 371. Que,
la actuación económica de dicha empresa la realizó a favor de La Campiña, desde 17 de octubre de 2003, empleadora del actor, durante el periodo 1 de enero de 1993 hasta el 15
de octubre de 2003, conforme lo advirtió el representante de esta última (punto xii), esto es, la prestación de servicios por el actor a favor de La Campiña lo realizó como una
persona natural y luego, bajo la forma jurídica, realizando las mismas labores, esto es, repartir y vender los productos de Backus.

b) La Campiña ejercía control sobre la empresa J. AGUILAR, puesto que las actividades encomendadas a este debía realizarlo dentro del ámbito territorial fijado por la primera,
(punto 33.xi.a).

c) La Campiña direccionaba la forma de realización de los servicios prestados por J. AGUILAR, puesto que impartía directivas para la venta (punto 33.xi.d), controlaba los horarios
de carga (punto 33.xi.e), asignaba labores accesorias (punto 33.xi.f), proporcionaba bienes necesarios para que esta última pudiera realizar los servicios encomendados (punto
33.xi.g).

d) La Campiña retribuía los servicios encomendados (punto 33.xi.i) (punto 33.xiii) y tenía la facultad de varias el monto de dicha retribución (punto 33.xi.j).

e) La Campiña ejercía facultades de fiscalización, puesto que podía inspeccionar en cualquier momento los productos materia de contrato y documentación relacionados (punto
33.xi.k).

f) J. AGUILAR debía realizar a título personal los servicios encomendados y no designa a un tercero para dicho fin (punto 33.xi.l).

39. De lo anterior, se aprecia continuidad de servicios prestados por el actor, ya sea como persona natural o como persona jurídica, los servicios son de misma naturaleza, de forma
subordinada, y a cambio de una retribución, lo que nos lleva a colegir en aplicación del Principio de Primacía de la Realidad que el actor estuvo inmerso dentro de un contrato de
trabajo a tiempo indeterminado, puesto que se evidencia los rasgos inherentes del contrato de trabajo, señalados en el artículo 4 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo
N° 728, que si bien estuvo bajo el mando de una persona jurídica, la misma encierra las características de un contrato de trabajo, y que la utilización de una forma jurídica, se
desvanece en el entendido de que se ha utilizado con la intención de evadir las responsabilidades de carácter laboral. En efecto, J. AGUILAR S.R.L. no consistía sino una persona
jurídica utilizada como ropaje para el desarrollo de actividades de carácter personal por parte del actor a favor de Backus.

40. A mayor abundamiento, la conclusión arribada se refuerza en aplicación del principio de despersonalización del empleador según el cual el trabajador resulta completamente
ajeno a los cambios y mutaciones que se pueden producir en el ámbito empresarial, esto es, no solamente a los cambios vinculados a la denominación o razón social del empleador
sino a las posibles operaciones de reorganización empresarial como son la fusiones, tanto por creación o como por absorción, las adquisiciones y la asunción de responsabilidades
por parte de una nueva persona jurídica o entidad. Consecuentemente, corresponde confirmar la venida en grado y desestimarse los agravios expuestos líneas arriba.

41. Consecuentemente, se establece que la relación laboral entre el actor y las empresas vinculadas económicamente ha sido desde el 1 de enero de 1993 hasta el 2 de
setiembre de 2004, en aplicación del Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral de 2008, por cuanto existe solidaridad en las obligaciones laborales peticionadas en razón de la
vinculación económica de las codemandadas, puesto que se evidencie la existencia de fraude con el objeto de burlar los derechos laborales de los trabajadores.

42. En cuanto a la indemnización por despido arbitrario, con base en el al principio de igualdad el que según señala Enrique Véscovi “domina el proceso y significa una garantía
fundamental para las partes”. (En: Teoría General del Proceso. Editorial Themis, 1984, Colombia, p. 63), siendo que el principio de bilateralidad y el principio de contradicción
constituyen sus pilares, y es que debe tenerse en cuenta que el proceso se desarrolla si bien cierto bajo las dirección del juez, pero entre las dos partes, a las que hay que
garantizar idénticas oportunidades para ser oídas –audiatur altera pars– y tengan la oportunidad de exponer sus puntos de vista, con la actuación de los medios probatorios que los
sustentan, y de esa manera cumplir con las finalidades del proceso que no es otra que buscar la verdad e impartir justicia resolviendo la controversia.

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43. Dentro de las garantías del debido proceso debe garantizarse el derecho a la inviolabilidad de la defensa, recogiendo un postulado del Common Law –his day in Court–, en
igualdad de condiciones.

44. Que, respecto al derecho de defensa que tiene toda persona por el solo hecho de serlo ha sido materia de pronunciamiento por parte del Tribunal Constitucional el que incluso
sostiene se extiende no solo al ámbito del proceso judicial, sino también a sede administrativa, legislativa y corporativa privada, conforme es de verse de la sentencia recaída en el
Expediente N° 2050-2002-AA/TC, siguiendo lo que en su momento sostuvo la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “Cuando la Convención [Americana de Derechos
Humanos] se refiere al derecho de toda persona a ser oída por un juez o tribunal competente para la determinación de sus derechos, esta expresión se refiere a cualquier autoridad
pública, sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas”. (En: Constitución Política del Perú con la
jurisprudencia, artículo por artículo, del Tribunal Constitucional. Omar A.Sar., p. 359).

45. Por otro lado, el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente N° 2326-2004-AA/TC, de fecha primero de octubre de 2004, en su tercer fundamento señala
que: “como se ha precisado en la STC Exp. N° 976-2001-AA/TC, la protección preventiva contra el despido arbitrario se materializa en el procedimiento previo al despido regulado
en el artículo 31 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, aprobado por Decreto Supremo N° 003-97-TR, Ley de Productividad y Competitividad Laboral (LPCL), el
que, a su vez, se inspira en el artículo 7 del Convenio N° 158 de la Organización Internacional del Trabajo, que prohíbe el despido sin causa justa y otorga un plazo para que el
trabajador pueda presentar sus descargos, salvo el caso de falta grave flagrante, configurándose la vulneración del debido proceso en el supuesto de omisión del
procedimiento de defensa previa del trabajador” (sic) (lo resaltado es nuestro).

46. Conforme se advierte de los términos descritos en la carta de fecha 17 de agosto de 2004, a fojas 3, (punto 33.xviii) remitida por el representante de San Ignacio S.A. al actor,
en la que da por concluida el vínculo entre San Ignacio S.A. y J. AGUILAR, en los siguientes términos: “Por medio de la presente que les remitimos por conducto notarial, le
comunicamos que en atención a la situación del mercado, mi representada ha decidido resolver el contrato de comisión mercantil celebrado con la empresa con fecha 1 de febrero
de 2004” (sic).

47. Siendo así, al demandante se le ha vulnerado su derecho de defensa y a lo dispuesto en los artículos 31 y 32 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral, aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR, en la que se hace referencia a que el empleador no podrá despedir por causa relacionada
con la conducta o con la capacidad del trabajador sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por escrito de los
cargos que se le formulare; y, que el despido deberá ser comunicado por escrito al trabajador mediante carta en la que se indique de modo preciso la causa del mismo y la fecha del
cese; lo que no se ha acreditado en autos.

48. Por lo tanto, se ha configurado el despido arbitrario puesto que se ha vulnerado el derecho de defensa del actor en el proceso previo al despido, lo que constituye la vulneración
al principio del Debido Proceso, por lo tanto se estima el agravio del demandante.

49. Consecuentemente corresponde liquidar la indemnización por despido arbitrario conforme a lo dispuesto en el artículo 38 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº
728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral, aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR, monto que asciende a S/. 36081.72, conforme se aprecia del cuadro que a
continuación figura:

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50. En cuanto a reintegro de remuneraciones correspondiente a los meses del año 2003 a setiembre de 2004, respecto este extremo el actor señala en su escrito de demanda
que la demandada rebajó su remuneración básica, “(…) derivado del incumplimiento de la formalidad prescrita por la ley para los presentes efectos y consecuencias propias de que
oportunamente no me abonó mi sueldo conforme correspondía en relación a la categoría y nivel que real y efectivamente he desempeñado tal y conforme he explicado en forma
abundante en los fundamentos de hecho del petitorio y (…) que se produjeron a partir de la supuesta denuncia y creación de la astuta y engañosa empresa con la que se
desnaturalizó el contrato de trabajo que de acuerdo al principio de primacía de la realidad no varió por cuanto hubo en todo momento prestación personal y exclusiva del servicio
(…) por lo que debe reintegrarme la suma de S/. 10,033.33 (…) disminución de sueldo fue de S/. 2,400.00 a S/. 1,400.00” (sic).

51. Que, el juez debe resolver conforme a ley y con criterio de equidad y justicia las controversias que se presentan ante su despacho, que siendo así, se advierte en el presente
caso la remuneración del actor percibió durante el periodo 2003 a 2004, durante la forma jurídica J. AGUILAR, utilizada fraudulentamente, la misma ha percibido por estos periodos
la sumas que se detallan en las facturas, las que se emitieron en razón de pago a cuenta de la comisión mercantil por los servicios de ventas de productos y tareas
complementarias brindadas:

FACTURA /MES MONTO SIN IGV FOJAS


N° 0009/febrero-2004 S/. 1550.32 373
N°0010/febrero-2004 S/.4,616.61 374
N° 0010/marzo-2004 S/.1496.25 375
N° 0012/ marzo - 2004 S/.5798.48 376
N° 0013/ abril - 2004 S/.1980.05 377
N° 0014/ abril - 2004 S/.4919.98 378
N° 0015/ mayo - 2004 S/.2017.20 379
N° 0016/ mayo - 2004 S/.3787.76 380
N° 0017/ junio - 2004 S/.2199.74 381
N° 0019/ junio - 2004 S/.3489.30 382
N° 0020/ julio - 2004 S/.3562.49 383
N° 0021/julio - 2004 S/.8158.29 384
N° 0022/ agosto - 2004 S/.3496.82 385
N° 0023/ agosto - 2004 S/.6613.08 386
N°0024/setiembre-2004 S/.532.00 387
52. De lo anterior, se advierte que durante el periodo 2003 a 2004, J. AGUILAR ha percibido montos superiores a los señalados por el actor en su escrito de demanda a fojas 37,
esto es la suma S/. 2,400.00.

53. Que, a fojas 613 a 619, obra el informe revisorio de las planillas de la Distribuidora La Campiña, por el periodo 1 de enero de 1993 hasta noviembre de 2003, en el que se
advierte que su remuneración básica ha sido de S/. 200.00, S/. 300.00, S/. 400.00 y S/. 500.00, informe que ha sido observado por el actor, mediante resolución N° 32, de fojas
632, ha sido declarada infundada la observación del actor al informe revisorio. Resolución que no ha sido materia de apelación.

54. De lo anterior se advierte que la remuneración básica del periodo anterior a 2003-2004, no ha sido la suma señalada por el actor de S/. 2400.00.

55. Por otro lado, el hecho de que en el periodo 2003-2004 el actor se desenvolviera bajo la forma de una persona jurídica, los montos detallados en las facturas deben tenerse en
cuenta conforme a las circunstancias de las mismas, por lo tanto, se debe fijar un remuneración total promedio para el periodo de 2003-2004, el referente ganado en el año
diciembre 2002 a noviembre 2003, que corresponde el último periodo laborado como persona natural con la Distribuidora La Campiña, esto con base en una disquisición con criterio
de justicia y equidad. Por lo tanto, se establece que su remuneración promedio total mensual asciende a S/. 3,006.81, que es el producto del promedio de lo percibido en el periodo
diciembre de 2002 a noviembre de 2003.

56. Consecuentemente, el petitorio consistente en reintegro de remuneración básica solicitado por el actor, resulta infundado por los considerandos antes expuestos.

57. En relación a la compensación por tiempo de servicios, de conformidad con el Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 650, le corresponde la suma de S/. 3077.02,
conforme al siguiente detalle:

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58. En cuanto, reintegro de remuneración por las horas extras, cabe anotar que el pago por trabajo en sobretiempo es un derecho constitucionalmente consagrado del
trabajador cuando ejecuta sus labores una vez concluida su jornada ordinaria de labor por lo que se encuentran sujetas a un recargo salarial; asimismo es menester puntualizar lo
establecido por la Sala Transitoria de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República en la Casación N° 1103-2001-Lima, en la que se señala:
“Que cuando el artículo 9 del Decreto Legislativo N° 854 señala que el trabajo en sobre tiempo es voluntario únicamente refiere que, en principio, nadie puede ser obligado a
realizar trabajo extraordinario sin su previo consentimiento, salvo los casos justificados que la misma ley prevé; consecuentemente del texto de la norma no se infiere que el acuerdo
para la realización de horas extras tenga que ser necesariamente expreso, por tanto, la existencia de las horas extras pueden demostrarse con documentos en el que se indique de
manera expresa e inequívoca su realización, así como todos los aspectos vinculados al mismo (duración, sobre tasa etc) o con cualquier otro medio de prueba idónea y
suficiente que aporte cuando menos indicios suficientes que revelen la prestación de labores más allá de la jornada legal o contractual establecida en el centro de
trabajo” (sic), (Jurisprudencia Laboral. Tomo I, Editora Normas Legales, 2002, p. 200), asimismo resulta necesario precisar que el Pleno Jurisdiccional Laboral de 2000 acordó en
materia de horas extras que: “La autorización del empleador para el trabajo y pago de horas extras pueden ser expresa o tácita”, dada la dificultad del trabajador de acreditar
el trabajo en sobre tiempo cuando el empleador no provee de los medios necesarios para ello.

59. El citado criterio se encuentra recogido en la parte in fine del artículo 9 del Decreto Legislativo Nº 854 modificado por artículo 1 de la Ley N° 27671, que señala: (…) No obstante,
en caso de acreditarse una prestación de servicios en calidad de sobretiempo aun cuando no hubiera disposición expresa del empleador, se entenderá que esta ha sido otorgada
tácitamente, por lo que procede el pago de la remuneración correspondiente por el sobretiempo trabajado” (sic).

60. Que, del estudio de autos se advierte que el actor mediante escrito de demanda solicita el pago de horas extras desde 18 de setiembre de 1992 hasta 2 de setiembre de 2004,
por la suma de S/. 270,765.00 nuevos soles, sin embargo, no presenta documento idóneo que acredite la realización de horas extras. Por lo tanto se desestima este extremo de la
demanda y se declara infundado. Consecuentemente, se declara infundado los petitorios descritos en los puntos controvertidos 2.b, 2.c, 2.e determinados en Audiencia Única.

61. En cuanto a la compensación de créditos formulada por la demandada Distribuidora La Campiña S.A., estando que conforme el artículo 57 del Decreto Supremo N° 001-97-
TR, prescribe que: “Si el trabajador al momento que se extingue su vínculo laboral o posteriormente, recibe del empleador a título de gracia, en forma pura, simple e incondicional,
alguna cantidad o pensión, estas se compensarán de aquellas que la autoridad judicial mande pagar al empleador como consecuencia de la demanda interpuesta por el trabajador”
(sic).

62. Que, a fojas 248, obra el convenio de fecha 3 de noviembre de 2003, en la que se deja constancia lo siguiente: “CLÁUSULA SEGUNDA: Con fecha 31 de octubre de 2003 La
Empresa ha aceptado la renuncia de el (la) trabajador (a), por lo que el vínculo laboral quedará extinguido de manera definitiva el 15 de noviembre de 2003. Por lo expuesto la
Empresa decide otorgarle a el (la) trabajador (a), a título de gracia, en forma pura, simple e incondicional la cantidad de S/. 30,436.68 (…), sin mayor constancia de recepción que
su firma en este documento” (sic).

63. De lo expuesto, se advierte que si bien el demandado señala que entregó la suma de S/. 30,436.68, sin embargo, conforme se ha detallado considerando arriba, la fecha de
cese del actor fue 2 de setiembre de 2004, en razón de la vinculación económica de las empresas demandadas. Que, siendo así, conforme a ley únicamente son deducibles las
sumas abonadas al actor al cese de la relación laboral, no en cualquier momento, por lo que la compensación deducida por la suma de S/. 30,436.68 es improcedente, dejando a
salvo el derecho de la demandada para que la suma abonada al actor sea cobrada en vía de acción con arreglo a ley.

64. Por lo antes señalado, se concluye que la venida en grado se encuentra sujeta a derecho, por lo que corresponde revocar la venida en grado y reformándola declarar fundada
en parte la demanda interpuesta.

Por estas consideraciones y de conformidad con el inciso 2 del artículo 5 de la Ley Procesal de Trabajo, la Sala Transitoria Laboral de la Corte Superior de Justicia de Lima,

HA RESUELTO

1. CONFIRMAR la resolución emitida en Audiencia Única de fecha 6 de julio de 2005, en el extremo que declara infundada la excepción de falta de legitimidad para obrar del
demandado.

2. REVOCAR la resolución emitida en la continuación de Audiencia Única de fecha 11 de agosto de 2005, que obra de folios 507 a 514, en el extremo que declara infundada la
oposición respecto, a las exhibiciones de las hojas de liquidaciones y ordenes de reparto diario, FORMÁNDOLA declararon FUNDADA la oposición.

3. CONFIRMAR la resolución emitida en la continuación de Audiencia Única de fecha 11 de agosto de 2005, que obra de folios 507 a 514, en el extremo que declara fundada la
oposición respecto a la exhibición de la minuta de constitución de la empresa J. Aguilar S.R.L y el libro de planillas.

4. REVOCAR la Sentencia de fecha 8 de julio de 2011, obrante de folios 723 a 739, que declara infundada la demanda, REFORMÁNDOLA declararon FUNDADA EN PARTE LA
DEMANDA interpuesta por el actor.

5. DECLARAR la existencia de vinculación económica entre las codemandadas Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A, Distribuidora La Campiña S.A. y San
Ignacio S.A.

6. ORDENAR a las codemandadas cumplan con pagar solidariamente al actor la suma de S/. 39,158.74 (TREINTA Y NUEVE MIL CIENTO CINCUENTA Y OCHO y 74/100
NUEVOS SOLES), más intereses legales y financieros, con costas y costos.

En los seguidos por JOSÉ REYNALDO AGUILAR SECLEN contra DISTRIBUIDORA LA CAMPIÑA S.A y otros, sobre pago de beneficios sociales y otros, y los devolvieron al
Quinto Juzgado Laboral Transitorio; Notifíquese.

___________________________

* Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Docente de Derecho Laboral de la Academia de la Magistratura del Perú. Doctor en Derecho del Trabajo por la
Universidad de Salamanca - España.

1 En: <http://noticias.juridicas.com/base_datos/Laboral/l10-1997.tp.html#a3> (fecha de búsqueda: 21/11/2012).

2 En: <http://www.legifrance.gouv.fr/affichCode.do;jsessionid=1E49E035B345DF4DB5F561DDC399EB7C.tpdjo11v_1?
idSectionTA=LEGISCTA000006177959&cidTexte=LEGITEXT000006072050&dateTexte=20121121> (fecha de búsqueda: 21/11/2012).

3 En: <http://www.tsj.gov.ve/informacion/miscelaneas/congresoeuropeo/02%20Segunda%20ponencia/203%20YSAS.pdf> (fecha de búsqueda: 21/11/2012).

4 SEMPERE NAVARRO, A.V. y ARETA MARTÍNEZ, M. El Derecho del Trabajo y los grupos de empresas: inventario. Revista del Ministerio de Trabajo e Inmigración, 2004. (En:
<http://www.uah.es/eduardo lopez ahumada/Estos.pdf>) (fecha de búsqueda 22/11/12).

5 bis 4.
http://dataonline.gacetajuridica.com.pe/CLP/contenidos.dll/177%20Tomos%20de%20Dialogo%20con%20la%20jurisprudencia/166-189%20Tomos… 11/17
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6 bis 4.

7 X Congreso Europeo de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Sevilla, España, 21 al 23 de setiembre de 2011. Asociación Española de Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social. Sociedad Internacional de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Helena Isás Molinero Investigadora Postdoctoral de la Unversité de Toulouse Francia.
<http://www.tsj.gov.ve/informacion/miscelaneas/congresoeuropeo/02%20Segunda%20ponencia/203%20YSAS.pdf> (fecha de búsqueda 21/11/2012).

8 bis 4.

ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL

INTRODUCCIÓN

La versatilidad con que se producen y se llevan a cabo las relaciones interempresariales al interior del mercado de trabajo, hace que cada vez con mayor frecuencia las empresas
peruanas cualquier sea su giro comercial opten por bifurcarse en conglomerados empresariales y utilicen mecanismos para tratar de lograr la elusión a las leyes laborales en
detrimento de los derechos de los trabajadores individualmente considerados, para ello adoptan en su devenir empresarial, por implementar, nuevas estrategias negociales que van
más allá del desarrollo de los normales procesos de producción en sí mismos, ya sea de una serie de bienes de consumo o la provisión de una serie de servicios al mercado para
atender las necesidades de sus asiduos consumidores como de sus potenciales clientes. En el caso de proveer bienes o productos ellos van ligados a su necesaria articulación en
todos los niveles y circuitos de distribución y comercialización sea a escala regional, nacional, internacional incluso teletransfronterizo, y no siendo estos en sí parte del objeto social,
esencial o del core business de la empresa que inicialmente los fabricó en sus respectivas industrias, ante tal gravitante necesidad crean necesariamente y a veces de manera
estratégica una serie de empresas alternas o satélites que responden o colaboran con el objeto inicial de la empresa a través de una serie de figuras empresariales de colaboración
comercial - empresarial que no hacen sino en muchos casos pretender timar laboralmente hablando la conexión que existe entre la situación de vinculación entre el real trabajador y
el real empleador vía la figura de la “colaboración empresarial” como una suerte de “trabajador periférico” que lo es y no lo es en los procesos comerciales en los cuales se
niega su existencia directa, inmediata y evidente según sea conveniente o no al momento de extinguirse como modernamente se dice al momento en que se produce el quiebre o la
posible amortización vía supresión de un respectivo puesto de trabajo.

Nos encontramos frente a una situación que es más que evidente ante la actitud demostrada por parte de las empresas codemandadas en la Sentencia N° 00358-2004-018-03
expedida por la Sala Laboral Transitoria que será objeto del presente análisis, las cuales manifiestan total y categóricamente de la manera y en la forma en que están constituidas
de que no existió el fenómeno que manifiestamente se observa cómo es la tan evidente y denominada “vinculación empresarial”, la cual sin discusión alguna es necesaria, en su
momento de manera esencial y a todas luces muy bienvenida, pero, de ahí, proceder a su instrumentalización para ocultar posibles o reales relaciones laborales en el marco del
sistema normativo que se regulan las relaciones de trabajo en la legislación peruana, aunque no de manera taxativa en el ámbito propio del derecho del trabajo peruano, porque no
hay hasta el momento una ley expresa que dado el enorme avance de las estructuras económicas, productivas y empresariales, opte por hacer de la vinculación económica
empresarial más que una ficción una realidad concreta y en la práctica en el plano del derecho laboral empresarial que al final de la quiebra de una relación de trabajo que deja
como siempre perjudicado al trabajador cuando este pretende y procura el pago de una serie de derechos y/o beneficios que a la luz de las circunstancias evita reconocer a toda
costa más que como obligación pecuniaria cuyo carácter laboral es el resultado de un adeudo, fruto de una relación de trabajo.

Por lo tanto, cada vez se torna más complicado comprender, en nombre del Derecho, a la libertad de empresa y a la libre contratación laboral que se tiende a cometer una serie de
barbaridades durante la vigencia de las unidades económicas empresariales, restándole valor y esencia al carácter jurídico de la vinculación económica cuyo mal uso termina por
convertirse en una figura empleada eminentemente para detectar omisiones, ocultamientos y/o desvirtuaciones a la hora de analizar los cambios estructurales al interior de una
empresa o grupo de empresas y la nueva posición que asume el empleador al interior de dicho conglomerado empresarial.

I. ANTECEDENTES DE LA SENTENCIA Y DEL PORQUÉ DE LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN

a. El recurso de apelación fue interpuesto en su momento por la demandada Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A., mediante escrito obrante a folios 516 a 518,
contra la resolución emitida en Audiencia Única de fecha 6 de julio de 2005, en el extremo que declara infundada la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado.

b. El recurso de apelación interpuesto por la demandada San Ignacio S.A, mediante escrito de folios 591 a 595 contra la resolución emitida en la continuación de Audiencia Única
de fecha 11 de agosto de 2005, que obra de folios 507 a 514, en el extremo que declara infundada la oposición respecto a las exhibiciones de las hojas de liquidaciones y órdenes
de reparto diario y fundada la oposición respecto a la exhibición de la minuta de constitución de la empresa J. Aguilar S.R.L. y el libro de planillas.

c. Por último, el recurso de apelación interpuesto por el demandante, mediante escrito corriente de fojas 741 a 751 en contra de la Resolución N° 50, que contiene la sentencia de
fecha 8 de julio de 2011, obrante de folios 723 a 739, en el extremo que declara infundada la demanda.

Aquí observamos una serie de sucesiones de apelaciones a lo largo del proceso, y al mismo tiempo una reacción espontánea de la judicatura y del sistema de Administración de
Justicia de nuestro país para actuar en procura de despejar el contenido real que se esconde detrás de la “respectiva vinculación económica” al interior del núcleo del tejido
empresarial que se observa en el presente caso. Lo meticuloso de su actuación no hace más que convalidar la ocurrencia de una serie de hechos que se tratan de desvirtuar como
para dejarlos soslayados en el olvido lo que demuestra el poco interés de algunas empresas y empresarios peruanos en actuar de manera proba y correcta durante la vigencia de
una serie de relaciones contractuales de naturaleza laboral que de manera sucesiva o traslativa se suceden o se ejecutan una tras otra, pero que al final pretenden evitarse o
distorsionarse para proceder con la menor erogación dineraria o monetaria que se puede otorgar con la finalidad de ofrecer y en su momento pagar con relación a lo que realmente
le corresponde al trabajador de pleno y con absoluto derecho.

II. LA SUSTENTACIÓN DE LOS RECURSOS DE APELACIÓN A TRAVÉS DE SUS RESPECTIVAS EXPRESIONES DE AGRAVIOS CONTRA LA SENTENCIA RECURRIDA

En primer lugar, la demandada Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A. sustentó su recurso de apelación contra la resolución emitida en Audiencia Única en el
extremo que declara infundada la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado, en los siguientes términos:

1. Los actuados en la etapa postulatoria permiten determinar con certeza que las partes involucradas en el conflicto son terceros ajenos a la empresa recurrente. Lo que se ha
demostrado que evidentemente no es cierto.

2. Las pruebas presentadas por el propio demandante demuestran que trabajó para la empresa Distribuidora La Campiña S.A. y si lo que se demanda es el pago de beneficios
sociales, corresponde que dicha empresa presente las pruebas que sean necesarias para determinar si existen adeudos o no. (el subrayado es nuestro) esto es como
solicitar la aportación de una prueba malévola al trabajador, teniendo en cuenta que muchas veces es casi de difícil e imposible probanza por carecer de ella de manera física, ya
que, se encuentra en manos de la parte empleadora.

3. La demandada ni cualquier otro proveedor o cliente de Distribuidora La Campiña S.A. podrán tener responsabilidad alguna en caso que se pruebe la existencia de adeudos de
beneficios sociales por parte de la Distribuidora La Campiña S.A. a favor del demandante. Desde este punto podemos empezar a desentrañar la red o el tejido empresarial
constituido no solamente para el habitual desarrollo de sus actividades empresariales, sino que en el curso de ellas, en su momento, se procede a desnaturalizar su uso para eludir
las futuras obligaciones de carácter laboral cuando algún o algunos de los trabajadores decidan en su momento cobrar el monto total del finiquito contractual como resultado de su
extinta relación de trabajo.

4. La demandada no forma parte de la relación jurídica de naturaleza laboral que existió entre Distribuidora La Campiña S.A. y el demandante; por lo que, carece de legitimidad para
obrar en este proceso. Ahí surge el reto, el desafío y la misión que tiene que realizar este colegiado durante el proceso judicial para corroborar la certeza o no de dicha afirmación,
la que se ha ido desvirtuando a tal punto que los hechos han demostrado todo y absolutamente todo lo contrario.

En segundo lugar, la demandada San Ignacio S.A. fundamenta su recurso de apelación contra la resolución emitida en la Audiencia, de fecha 11 de agosto de 2005, que declara
infundada la oposición respecto a las exhibiciones de las hojas de liquidaciones y órdenes de reparto diario y fundada la oposición respecto a la exhibición de la minuta de
constitución de la empresa J. Aguilar S.R.L. y el libro de planilla, de la siguiente manera:

1. En el presente caso se ha invertido la carga probatoria, ya que a través de esta decisión jurisdiccional el trabajador se ha visto aliviado de la obligación que la ley impone,
respecto de la probanza de los elementos que acreditarían su relación laboral. Lo que parece natural y esto es completamente saludable por parte de la judicatura laboral nacional,
porque le quita una pesada carga que de manera habitual soporta el trabajador cuando se sabe, a todas ciertas, que quien cuenta por lo general con las referidas pruebas
únicamente son los empleadores.

2. Cuando el juzgado exige que sea San Ignacio S.A. quien acredite las afirmaciones que indirectamente contradicen lo sostenido por el demandante, está dejando de lado la
impostergable carga de la prueba que recae sobre el demandante respecto de la actual existencia de dichos documentos, en desconocimiento de lo establecido en el artículo 196

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del Código Procesal Civil y 27 de la Ley Procesal del Trabajo, cuando señalan que corresponde a las partes probar sus afirmaciones y específicamente, para el caso del
demandante en el proceso laboral, la obligación de acreditar la existencia de su relación laboral. Esto es lo que podríamos denominar en la actualidad en el derecho del trabajo en
nuestro país como una “prueba indirecta” que obra en poder de la parte demandada.

3. Resulta relevante mencionar el proceso seguido en el Exp. N° 183422-2004-338, que es idéntico al presente, en donde San Ignacio S.A también cuestionó la misma exhibición
solicitada y se resolvió que resultaba atendible la oposición. En el presente caso se ha configurado de manera concreta, cierta y evidente la existencia de la vinculación empresarial
descartándose lo acaecido en dicho expediente.

4. El proceso productivo de San Ignacio S.A. implica que diariamente se genere una cantidad inmanejable del tipo de documentos que motivan la presente cuestión probatoria. El
número de empresas que colaboran con sus operaciones, el número de cervezas vendidas diariamente, el número de pedidos generados y liquidaciones realizadas por una
distribuidora de proporciones similares a las de San Ignacio, hace imposible que, bajo cualquier máxima de la experiencia y/o regla de la lógica, se pueda considerar que dichos
documentos sean almacenados. Si eso fuera completamente cierto estamos ante una empresa inoperante e incapaz en el ámbito de su respectiva gestión empresarial. Por otro
lado, llama la atención el cambio en la terminología laboral para llamar a las empresas que son en realidad una serie de empresas “satélites” como: colaboradoras por no decir que
se constituyen en empresas articuladas con razones sociales distintas, pero que pertenecen a un mismo y único empresario y a la vez propietario.

5. En relación a las exhibiciones de la minuta de constitución de la empresa J. Aguilar S.R.L. y libro de planillas, existe una irreconocible incompatibilidad existente entre los
fundamentos expuestos para declarar fundada la oposición presentada por el demandante y aquellos que supuestamente sustentaron la decisión desfavorable recaída sobre la
oposición presentada por la empresa San Ignacio.

6. La mala fe del demandante y su doloso ocultamiento de los elementos de prueba, se puede constatar del hecho cierto de que dichos documentos se encuentran en su poder y no
solo eso, sino que han sido generados con su conocimiento y participación, tal y conforme se puede constatar de la copia de los documentos que con fecha 15 de agosto de 2005 el
señor Pedro Solano Román envió a la demandada. La forma de acreditar la vinculación económica es eminentemente de carácter documental y a las pruebas documentales
debemos remitirnos para constatar la animadversión empresarial al cumplimiento de la ley en materia de derechos y/o obligaciones de los que gozan los trabajadores como mutua
contraprestación nacida de una relación de trabajo, pero sí es el mismo demandante quien decide ocultar concretamente los medios probatorios actúa al margen de la ley.

7. Resultan falsas las afirmaciones del demandante sobre la inexistencia, no posesión y/o desconocimiento de los documentos solicitados por San Ignacio, las que fueron
convalidadas por la resolución impugnada. Esta actitud en un proceso laboral debería sancionarse de manera drástica, porque afirmar falsamente sobre la no existencia, la no
posesión de los medios probatorios es sencillamente entorpecer la recta labor y los fines propios de la justicia y un demérito procesal en su calidad de demandante que incoa el iter
procesal laboral.

En tercer lugar, el demandante, fundamenta su recurso de apelación contra la sentencia que declara infundada la demanda, en los siguientes agravios:

1. Se advierte de la sentencia errores de hecho y de derecho, así como, carencia de motivación aparente como manifestación del método del debate procesal; habiéndose
vulnerado los Principios que inspiran al proceso laboral tales como el Principio Protector, Principio de Irrenunciabilidad y el Principio de Primacía de la Realidad. Si se logra advertir
ese craso error de manera tangible sobre todo de manera evidente, tanto así que pone en tela de juicio la calidad del fallo y el pronunciamiento judicial, sobre todo al negar el
contenido extraído de los hechos ocurridos tal como lo contempla el Principio de Primacía de la Realidad.

2. La sentencia ha afectado seriamente su derecho a las pruebas que fueron ofrecidas en su demanda; se ha vulnerado su derecho a la defensa y sus dimensiones tan igual como
el derecho a la verdad, siendo que la verdad que contiene la demanda resulta un atributo jurídico desconocido por el juez y por el que debió haber efectuado la actuación de los
medios probatorios que aportó, tales como, la inspección judicial. Resulta por tanto paradójico que sea la misma entidad encargada de administrar justicia en el país quien se
encargue de vulnerar el derecho de derecho de defensa y el derecho a la verdad de la parte demandante. El juez como director del proceso debió agotar la actuación de todos y
cada uno de los medios probatorios del caso, para ello contaba con una valiosa herramienta como es la inspección judicial, la cual se convierte en un actor importante en la
búsqueda de la verdad real y la ocurrencia de los hechos al interior del propio proceso.

3. El a quo descuidó investigar según sus deberes y facultades la astucia y engaño que ejecutaron las codemandadas concertadamente para desnaturalizar el contrato de trabajo
bajo el supuesto de un contrato de comisión mercantil que no era tal; toda vez, que no analizó los tres elementos constitutivos de todo contrato de trabajo, existiendo en autos
indicios razonables que el actor desempeñó las mismas labores de ventas de los productos consustanciales que dan vida y existencia al giro del negocio siempre uniformado con
fotocheck de identificación y utilizando los mismos formatos y herramientas de trabajo que son de propiedad exclusiva de la codemandada Unión de Cervecerías Backus y Johnson
S.A.A. Para ello hay que recordar que dado lo particular del proceso procesal y lo delicado de la labor de probanza en su interior no queda otra alternativa que recurrir tanto a los
indicios como a las presunciones para ir extrayendo la ocurrencia de la verdad real y material. Siendo obligación y deber del juez laboral cuya sentencia deviene en grado haber
revisado de manera exhaustiva la configuración y la existencia de los tres elementos “esenciales” que ayudan a configurar la relación de trabajo, situación que se configuró en el
presente caso, por lo que, se denota una actuación de escaso nivel por parte del juez de primera instancia que no se percató de la existencia de una perfecta y continua “relación de
trabajo” a lo largo del tiempo producto de una perfecta configuración empresarial, pero plenamente acreditada con la utilización de una serie de formatos y herramientas de trabajo
que son de propiedad “única y exclusivamente” de la empresa codemandada Unión de Cervecerías Backus y Johnson S.A.A.

4. El a quo no ha tomado en cuenta la carga de la prueba, que exige a las partes, probar sus afirmaciones. Lo que resulta ya una falta al deber de función del magistrado el valorar,
analizar el contenido intrínseco que contiene la carga de la prueba, la que se constituye en la parte medular de todo el presente caso. Siendo la carga de la prueba el elemento más
importante de todo el proceso laboral, siendo en este caso poco apreciado paradójicamente por el juez laboral que vio el caso en primera instancia.

5. Los beneficios económicos requieren la existencia de una relación laboral entre las partes; por lo que, debe determinarse si independientemente de las formalidades que las
partes emplearon para vincularse contractualmente, existió una relación de naturaleza civil o laboral. Y en el presente caso tal como se observa a lo largo de todo el proceso se ha
descartado plenamente la existencia de un vínculo laboral de carácter civil sino que más bien se vislumbra la existencia de una evidente relación de naturaleza laboral encubierta al
interior del seno de la organización empresarial con la finalidad de evitar el cumplimiento de posibles obligaciones de carácter económico que fluyen de una cristalina “relación de
trabajo” que debería devenir en la existencia específica de un contrato de trabajo.

6. Debe evaluarse si a través de los medios probatorios actuados, existe las características de un contrato de trabajo y de subordinación. Situación que causa sorpresa, porque, de
los medios probatorios debidamente aportados en su debido momento se extrae la existencia de la subordinación, remuneración y prestación personal de servicios que configuran
las características y los elementos esenciales de todo contrato de trabajo lo que causa sorpresa, es que, el juez cuya sentencia viene siendo apelada no lo haya advertido en su
respectiva oportunidad cuando se ha producido la configuración de la existencia de un contrato de trabajo más allá de lo contemplado en el texto del D.S. Nº 003-97-TR.

7. El recurrente desarrolló funciones y tareas afines con actividades propias de la emplazada y que ellas fueron ejecutadas bajo la supervisión y coordinación de la demandada
quien proporcionó al actor no solo materiales e implementos para el debido desarrollo de las actividades, son, pautas específicas de cómo desarrollarlas, encontrándose presente
en dicha relación los tres elementos esenciales de la relación de trabajo, los cuales no han sido valorados por el juez al momento de expedir la sentencia. Esta omisión por parte del
juez laboral que resolvió el caso en primera instancia demuestra la falta de dedicación, cuidado y meticulosidad para desentrañar que a todas luces lo que se escondía y al mismo
tiempo se configuraba es una evidente relación de trabajo “encubierta”.

8. Al haberse probado que existió los tres elementos esenciales del contrato, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado; por lo que, se encuentra
acreditado que entre el actor y las demandadas existió una relación de trabajo con las consecuencias que ello implica. Y a esta conclusión llega la Sala Laboral Transitoria al
momento de expedir la presente sentencia venida en grado, dado que, con mucha frecuencia las empresas utilizan el mecanismo del “eslabonamiento o encadenamiento
empresarial” para ocultar relaciones de trabajo a través del cambio estructural en la empresa y nueva posición del empleador, pero al advertirse que en el presente caso de
vinculación empresarial objeto de análisis se ha concluido que entre el demandante y cada una de las empresas demandadas siempre existió un vínculo laboral a todas luces más
que evidente y muy difícil de desvirtuar por parte de las empresas codemandadas.

III. ANÁLISIS DE LA CONTROVERSIA

Los contratos de trabajo a plazo indefinido, son muy bienvenidos en el marco del sistema normativo de relaciones laborales en el Perú al igual que en todo el orbe, pero a nivel
empresarial en nuestro país hay una tendencia a través de las grandes empresas de crear una serie de empresas vinculadas que aparentemente no lo son, pero que en la realidad
evidentemente se constituyen de una manera más que abusiva que con el deseo inmediato de responder a una necesidad empresarial, pero con la única y exclusiva finalidad de
ocasionar con su constitución una serie de fraudes a todas luces evidentes y eludir la aplicación de la legislación laboral peruana que le corresponde al sector privado, haciéndolo a
su libre discreción con el solo deseo de paliar una necesidad de carácter privado, dado que, casi la mayoría de actividades empresariales son por naturaleza de corte continuo y
permanente. Al analizar la presente sentencia nos encontramos con la presencia de una enorme desidia por no decir desinterés de parte del juez laboral de primera instancia por
hacer omisión con su actuación como magistrado a lo largo del desarrollo de todo el proceso al no actuar las pruebas que desde un inicio le fueron ofrecidas respectivamente por la
parte demandante para el esclarecimiento de todos estos hechos.

Es por medio de estas reflexiones, que buscamos los conceptos jurídicos apropiados, que ahora se pondrán a prueba, para que estos realmente sirvan para lograr equiparar una
serie de desigualdades o limitaciones a los que son sometidos los trabajadores en las diferentes formas de organización empresarial como en las de fases de distribución y/o
circulación, esto para que esta forma de “cooperación empresarial” o alianza estratégica sean en su momento ejecutados sin vulnerar los derechos que pueden o podrían obtener

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los trabajadores directamente si se ejerce una acción no contra una persona jurídica en sí, sino contra un centro de poder empresarial o un conglomerado de empresas como se da
en la presente sentencia, unidos al interior de los cambios estructurales de la empresa y la nueva posición que asumen los empleadores al interior de una relación de trabajo, y que
tal como observamos en la presente sentencia emanada en primera instancia que no invirtió su tiempo en verificar el contenido y el valor de los medios probatorios aportados con la
finalidad de desvelar el velo laboral que se escondía detrás de la vinculación económica acerca de cuáles son los verdaderos derechos de que goza el trabajador sujeto al régimen
laboral del trabajador privado objeto de la presente sentencia.

1. Competencia del Tribunal Superior con respecto a la resolución impugnada

De conformidad con el artículo 370, in fine, del Código Procesal Civil de 1993, aplicable supletoriamente al proceso laboral, –que recoge, en parte, el principio contenido en el
aforismo latino tantum devolutum quantum apellatum–, en la apelación la competencia del superior solo alcanza a este y a su tramitación, por lo que corresponde a este órgano
jurisdiccional revisor circunscribirse únicamente al análisis de la resolución impugnada. Asimismo, conforme al principio descrito, el órgano revisor en este caso la Sala Laboral se
pronuncia respecto a los agravios contenidos en el escrito de su propósito ya que se considera que la expresión de agravios es como la acción (pretensión) de la segunda (o
tercera, según el caso) instancia. Con lo cual estamos absolutamente de acuerdo, pues, no podría dar lugar a un pronunciamiento extra, ultra o supra de lo apelado en la resolución
impugnada.

En relación al principio citado el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente Nº 05901-2008-PA/TC refiriéndose al recurso de casación ha señalado: “3. Al
respecto conviene subrayar que la casación no es ajena a la vinculación exigida por el principio tantum apellatum quantum devolutum, que implica que al resolverse la impugnación
esta solo debe pronunciarse sobre aquellas pretensiones o agravios invocados por el impugnante en el referido recurso extraordinario. Así, la Corte de Casación no tiene más
facultades de revisión que aquellas que han sido objeto del recurso; y más aún, no puede entrar en el examen de las cuestiones consentidas por las partes o que no han sido
cuestionadas porque estas han quedado ejecutoriadas, salvo que el vicio sea de tanta trascendencia que vulnere el orden público y las buenas costumbres o que exista una
manifiesta vulneración de derechos fundamentales cuyo cumplimiento no fue advertido por el recurrente”.

2. Respecto a la Excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado deducida por la Cervecería Backus y Johnston S.A.A.

Es menester indicar que la comprobación al inicio del proceso de la coincidencia de la relación jurídica procesal con la relación de derecho sustantivo no es condición ni
presupuesto de la acción, pues eso solo se establecerá en el momento en que se pronuncie la sentencia, así debe tenerse en cuenta que estar legitimado en la causa significa
tener derecho a exigir que se resuelva sobre la o las pretensiones propuestas en la demanda, por lo que, la legitimidad para obrar o legitimatio ad causam supone la identidad
entre las personas integrantes de la relación jurídica sustantiva y las partes que conforman la relación jurídica procesal, lo que no es equivalente a la titularidad efectiva del
derecho, en tanto ello se determinará con pronunciamiento de fondo en la sentencia.

En ese sentido, conforme se advierte de autos, que el accionante sostiene que las empresas demandadas para las cuales trabajó –entre ellas Backus y Jonhston S.A.A.– se
encuentras vinculadas económicamente; por lo que, solicita el pago de sus beneficios sociales, situación que este Colegiado considera suficiente para que exista una relación
procesal eficaz, en tanto la titularidad del derecho y la obligación de la emplazada, esto es, que la pretensión sea fundada o no, se resolverá en la sentencia, situación por la que
los agravios sostenidos por la empresa demandada antes citada, deben ser desestimados, en consecuencia, resulta pertinente confirmar dicho extremo apelado. Y en la presente
sentencia el Tribunal laboral actúa con diligencia y certeza porque basta constatar la existencia de vinculación económica a nivel inter e intraempresarial para que todos los efectos
propios que prodiga el derecho del trabajo en cuanto a derechos de que gozan los trabajadores surtan con inmediato efecto y eficacia directa, dada la existencia plena de una
relación de trabajo que se generó entre el demandante y todas y cada una de las empresas en su debido momento codemandadas.

3. Análisis con relación de la oposición de la demandada San Ignacio S.A. respecto a las exhibiciones de las hojas de liquidaciones y órdenes de reparto diario y
respecto a la exhibición de la minuta de constitución de la empresa J. Aguilar S.R.L. y el libro de planilla

1. De autos se verifica que la demandada sustenta su recurso de apelación respecto a la exhibición de las hojas de liquidación y órdenes de reparto diario, en el hecho de que
resulta imposible la conservación de todo ese acervo documentario, puesto que, tanta información impide que, bajo cualquier máxima de la experiencia y/o regla de la lógica, se
pueda considerar su almacenamiento. Lo cual resulta una postura demasiada absurda, pues, da a entender que dicha empresa no sabe ni qué es lo que tiene para acreditar su
funcionamiento, teniendo en cuenta que lo más común en nuestros días es incluso la conservación digital de la documentación empresarial, la que podría estar contenida en
soportes magnéticos.

2. La resolución materia de apelación debe revocarse y declarar fundada la oposición, en el sentido de que la demandada ha negado la existencia de los documentos descritos,
puesto que señala que fueron desechados o no existen. En consecuencia resulta en aplicación el aforismo que reza “nadie puede exhibir lo que no posee”.

3. En cuanto a las exhibiciones de la minuta de constitución de la empresa J. AGUILAR S.R.L. y libro de planilla, en aplicación del aforismo antes citado, se debe confirmar la venida
en grado, que declara fundada la oposición formulada por el demandante.

4. Análisis con relación a la sentencia apelada que declara infundada la demanda

1. Que, en el caso que nos ocupa, corresponde determinar, si las empresas codemandas, Unión de Cervecerías Backus y Jonhston S.A.A., Distribuidora La Campiña S.A. y
Empresa San Ignacio S.A. se encuentran vinculadas económicamente y como consecuencia de ello, están obligadas en forma solidaria a cumplir con las obligaciones a favor del
actor y si a este último le corresponde el pago de sus beneficios sociales exigidos en su demanda y el pago de una indemnización por despido arbitrario de acuerdo a la ley.

2. En cuanto a la Vinculación Económica en Grupo de Empresas, a manera de introducción señalaremos que en términos del Profesor Uruguayo Alejandro Castello, el desarrollo y
profundización de la economía de mercado, el avance tecnológico y la competencia comercial trajeron consigo un nuevo fenómeno económico: la concentración Empresarial, y
esta a su vez una nueva forma de organización del capital: los grupos de empresas. (En: “Relaciones Laborales en Los Grupos de Empresas”. En: Revista Cadernos da AMATRA
IV. 10° Caderno de Estudos sobre Processo e Direito do Trabalho. III Encontro Internacional de Professores do Direito e do Processo do Trabalho. HS Editora Ltda., Porto Alegre -
RS - Brasil, marzo de 2009, p. 75).

3. El Profesor Castello, señala que: “Por nuestra parte debe hacerse con base en los dos elementos: a) la denominación - dependencia y b) la dirección económica unificada,
entendemos por grupo de empresas aquel que se constituye cuando dos o más empresas se relacionan por vínculos estables de dominación o control, sea este directo o indirecto,
interno o externo, o se encuentran bajo la influencia dominante de una o más personas físicas o jurídicas, con independencia de la forma jurídica o organizativa que adopten
(centralizada o descentralizada) y actúen bajo una dirección económica unificada. Como generalmente el grupo no admite o reconoce su propia condición, la presencia de la
dirección unificada se suele buscar mediante la técnica de los indicios: existencia de planificación común en materia económica, financiera, comercial, tecnológica y laboral (el
resaltado es nuestro); trasiego de personal entre empresas de utilización común de maquinarias, locales, personal y asesores; existencia de directores u administradores comunes;
préstamos o subvenciones entre las empresas; garantías cruzadas, etc.” (sic) (En: Artículo: “Relaciones Laborales en Los Grupos de Empresas”. En: Revista Cadernos da AMATRA
IV. 10° Caderno de Estudos sobre Processo e Direito do Trabalho. III Encontro Internacional de Professores do Direito e do Processo do Trabalho. HS Editora Ltda., Porto Alegre -
RS - Brasil, marzo de 2009, pp. 79 y 80). Lo cual es fundamental, ya que son los indícios los que nos llevan a desentrañar la existencia de esa práctica empresarial, solo para
dilucidar los efectos elusivos de las empresas para burlar las disposiciones legales en materia laboral que atañen tanto a los trabajadores como a los empleadores.

4. Lamentablemente en nuestro sistema jurídico, se debe tener en cuenta que ante la ausencia de norma positiva que en forma directa incida en dilucidar la responsabilidad en
virtud de su vinculación económica, que en materia laboral no la hay es que resulta aplicable en forma analógica las normas contenidas en la Resolución SBS Nº 445-2000 que
aprueba las “Normas Especiales sobre Vinculación y Grupo Económico” y las contenidas en el Reglamento de Propiedad Indirecta, Vinculación y Grupo Económico, aprobado por
Resolución Conasev Nº 722-97-EF-94.10 y que transpoladas al plano laboral nos sirven para comprender lo que se entiende y lo que se presume como vinculación económica
valga la redundancia.

5. En efecto, de conformidad con lo establecido en el artículo 8 de la Resolución de Superintendencia de Banca y Seguros Nº 445-2000 del Perú referida a normas especiales sobre
vinculación y grupo económico, se entiende por este último “(…) al conjunto de personas jurídicas, nacionales o extranjeras, conformada al menos por dos personas jurídicas,
cuando alguna de ellas ejerce control sobre la o las demás, o cuando el control sobre las personas jurídicas corresponde a una o varias personas naturales que actúan como una
unidad de decisión (…)” (sic); criterio que se corrobora con lo establecido en el artículo 5 del Reglamento de Propiedad Indirecta, Vinculación y Grupos Económicos aprobado por
Resolución Conasev Nº 722-97-EF-94.10 actualmente recogido en el artículo 5 del Reglamento de Propiedad Indirecta, Vinculación y Grupos Económicos aprobado por Resolución
Conasev Nº 090-2005-EF/94.10 del 23 de diciembre de 2005, modificada por la Resolución Conasev N° 005-2006-EF/94.10 del 10 de febrero de 2006, publicada en el diario oficial
El Peruano el 11 de febrero de 2006. Por nuestra parte creemos que este podría ser el concepto más adecuado que puede extrapolarse e insertarse al escenario laboral en el
presente caso para determinar lo que se conoce comúnmente como “vinculacion económica en los grupos de empresas” y sus repercuciones en el marco jurídico de las relaciones
laborales y su posible impacto en las obligaciones y deberes que los grupos de empresas tienen para con los derechos que se generan para con sus respectivos trabajadores. Lo
cual en su debido momento debería ser tomado muy en cuenta en el Proyecto de la Ley General de Trabajo para cubrir los posibles escenarios que pudiesen darse o efectuarse
cuando surgan situaciones al interior del seno de los grupos de empresas al suscitarse los conflictos laborales derivados del tránsito laboral de los trabajadores entre sus diferentes
empresas con razones sociales diferentes e incluso con giros comerciales distintos.

6. Sin embargo hay que tener en cuenta que este concepto se restringe a lo que Daniel Echaiz Moreno citando a Alonso Morales Acosta y Oswaldo Hundskopf Exebio, en “Las
uniones de empresas coordinadas”. En: <www.Legisnews.Perú>, ha dado en señalar como “relaciones de subordinación”, pero es necesario señalar que en forma paralela existen

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las llamadas “relaciones de coordinación”, cuyas diferencias básicamente se restringen a la organización y funcionamiento estructural (jerarquía), subsistiendo en ambos casos
como vínculo “la consecución de un fin determinado” y que en la mayoría responde a un interés económico. Al final resulta siendo una suerte o una variente propia de los Grupos de
Empresas las cuales van creciendo de manera desmedida que desbordan en sí mismo su naturaleza primigenia.

7. Las relaciones de coordinación entre empresas se caracteriza por la existencia de una independencia jurídica entre estas (a contrario sensu no admite las figuras de escisión o
fusión donde en el primer caso existe fraccionamiento y en el segundo unión con desaparición de una de las personas jurídicas), a largo plazo, afectando a alguna o todas sus
actividades y se basa sobre la existencia de un acuerdo explícito como en el caso de consorcio regulado a partir del artículo 445 de la Ley General de Sociedades.

8. La falta de acuerdo nos circunscribe a la existencia del definido líneas arriba como “grupo económico”, el que debemos agregar se encuentra conformado por un grupo de
empresas vinculadas por razones económico-jurídicas como por ejemplo que pertenezcan a los mismos propietarios mayoritarios del capital, o si una persona jurídica es accionista
mayoritaria de otra persona jurídica; comportándose como personas jurídicas independientes; sin embargo, su caracteristica principal viene a ser que se encuentran sometidas a
una “dirección unitaria” como bien señala Toyama Miyagusuku en “Protección, privilegio, tiempo, forma y pago de los Beneficios Sociales” artículo publicado en la revista Derecho y
Sociedad. N° 17, página 67. A esa vinculación debemos añadir las razones laborales muchas veces por economía empresarial, sobre todo cuando se realiza un transvase de
trabajadores de una económica empresarial a otra.

9. En cuanto a los rasgos sintomáticos, un antecedente en cuanto este tema, lo encontramos en la jurisprudencia emitida por la Sala Cuarta del Tribunal Supremo de España que
ha identificado tres elementos que determinan la existencia de un grupo de empresas a efectos laborales1:

a. La Pluralidad de Empresas que conforman el grupo, admitiéndose la concurrencia tanto de personas físicas que ostenten tal cualidad cuanto (lo más frecuente) de personas
jurídicas.

b. La independencia jurídica de las empresas que integran el grupo, teniendo cada una de ellas personalidad jurídica propia y careciendo de la misma el grupo como tal.

c. La vinculación entre las empresas en un plano de igualdad o de subordinación. Lo que realmente caracteriza al grupo de empresas es la existencia de las relaciones económicas,
jurídicas y organizativas por razón de un vínculo empresarial común entre ellas.

d. El concepto jurídico expuesto resulta insuficiente para identificar el grupo en las relaciones jurídicos-laborales, siendo necesario una serie de elementos adicionales que
dependerán de los efectos jurídicos que estén en juego (así, por ejemplo, para exigir la responsabilidad solidaria ante el incumplimiento de las obligaciones laborales y de Seguridad
Social a todas las empresas que lo integran.

Esta parecería ser la fórmula perfecta, dado el presente caso, pero muchas veces no se puede identificar plenamente estos tres elementos, por lo que, en aras de la justicia, del
derecho y de la ley debe entrar en juego el nivel de presunciones a nivel de indicios acorde a Derecho.

10. De lo expuesto, se puede extraer algunos rasgos o indicios con la finalidad de identificar un grupo de empresas, o la existencia de vinculación económica, y por ende, establecer
la responsabilidad laboral de las empresas. Dicho en otro forma, es posible concebir un Test de Vinculación Empresarial, para lo cual debe evaluarse si en los hechos se
presentaron, en forma alternativa y no concurrente los indicios, los que se agrupan en criterios como los sujetos intervinientes, funcionalidad, objeto de la relación jurídico-laboral,
como se detalla de la forma siguiente:

a. Sujetos: Pluralidad de empresas ya sean jurídicas o personas naturales.

b. Funcionalidad: 1) Criterio de Organización y dirección única, 2) Apariencia Externa de unidad empresarial y de dirección, 3) Reestructuración empresarial2. 4) Confusión de
patrimonios y planillas, conmixtio bonorum (explotación y aprovechamiento conjunto de recursos humanos o materiales)3.

c. Ejercicio del control: Sujeción a un poder de dirección único. Criterios4:

1. Circulación de trabajadores en el grupo: 1) Movilidad Geográfica y Movilidad Funcional. 2) Prestación de trabajo común, simultáneo o sucesivo5. Incluso en este último caso
trabajo paralelo.

2. La dominación o control directo o indirecto de una empresa sobre las otras o control del poder económico-financiero del conglomerado empresarial.

3. La unidad económica, de caja o de patrimonios.

4. La utilización abusiva de la personalidad jurídica independiente de cada una de las empresas en perjuicio de terceros. Y más que terceros de sus más cercanos colaboradores
que vienen a ser sus respectivos trabajadores objetos de transmisión de una empresa a otra.

11. Por otro lado, en nuestro ámbito jurisprudencial encontramos la Conclusión Plenaria, correspondiente al Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral del año 2008, que: “Existe
solidaridad en las obligaciones laborales no solamente cuando se configuran los supuestos previstos en el artículo 1183 del Código Civil sino, además, en los casos en los que
exista vinculación económica, grupo de empresas o se evidencie la existencia de fraude con el objeto de burlar los derechos laborales de los trabajadores” (sic). Un acuerdo
Plenario que a todas luces trató de responder a un fenómeno económico de carácter empresarial que en los últimos años empezaba a afectar con crudeza los derechos de los
trabajadores por las obligaciones a las que se sustraían los empresarios al implementar el uso de esas figuras mercantiles y/o societarias al margen de la fiscalización propia de la
legislación laboral.

12. En relación a la Primacía de la Realidad, de lo que se trata de aclarar es que en el ámbito de las relaciones laborales, algunos empleadores, con el objeto de burlar los
derechos laborales, tratan de disfrazar una relación laboral y hacerla aparecer como si se tratara de una relación de carácter civil o comercial, por lo que en virtud del
principio antes indicado debe preferirse los hechos de la realidad y determinar la verdadera naturaleza de la relación jurídica. De igual manera, este principio resulta de aplicación
cuando con el objeto de burlar algunos acreedores o lograr algunos beneficios o las prestaciones de la Seguridad Social se trata de aparentar la existencia de una relación laboral;

13. La falta de acuerdo nos circunscribe a la existencia del definido líneas arriba como “grupo económico”, el que debemos agregar se encuentra conformado por un grupo de
empresas vinculadas por razones económico-jurídicas como por ejemplo que pertenezcan a los mismos propietarios mayoritarios del capital, o si una persona jurídica es accionista
mayoritaria de otra persona jurídica; comportándose como personas jurídicas independientes, sin embargo, su caracteristica principal viene a ser que se encuentran sometidas a
una “dirección unitaria” como bien señala Toyama Miyagusuku en “Protección, privilegio, tiempo, forma y pago de los Beneficios Sociales”, artículo publicado en la revista Derecho y
Sociedad. N° 17, página 67. Ahora la gran misión de la judicatura nacional como en el caso de la presente sentencia será la de desentrañar la legalidad o la ilegalidad de las
acciones ocultas y encubiertas que realizan las empresas para eludir lo que debería considerarse como elusión o fraude a las leyes laborales que regulan el mercado de trabajo de
nuestro país.

14. Que, este principio se ha plasmado en numerosos pronunciamientos jurisprudenciales no solo de la judicatura laboral sino incluso del Tribunal Fiscal y del Indecopi, siendo que
incluso el Pleno Jurisdiccional Laboral realizado en la ciudad de Tarapoto en el año 2000 ha acordado que “si el juez constata la existencia de una relación laboral a pesar de la
celebración de un contrato de servicios civil o mercantil, deberá preferir la aplicación de los principios de la primacía de la realidad y de irrenunciabilidad sobre el de buena fe
contractual que preconiza el Código Civil, para reconocer los derechos laborales que correspondan”.

15. Este reconocimiento a nivel doctrinal y jurisprudencial ya había sido recogido en el Artículo I del Título Preliminar de la Ley Procesal de Trabajo bajo la denominación del
principio de veracidad que no es sino el correlato del mismo, aunque como tal, esto es, como Principio de Primacía de la realidad ha sido contemplado en el artículo 5, inciso f) del
Decreto Legislativo Nº 910, Ley General de Inspección de Trabajo y de Defensa del Trabajador, publicado en el diario oficial El Peruano el 17/03/2001 (recogido en similares
términos en el artículo 2.2. de a Ley Nº 28806), y en el artículo 40 de la Ley General del Sistema Concursal (Ley Nº 27809 -E.P. 8.8.02);

16. Según lo expuesto es posible que en la práctica el empleador pretenda encubrir una relación laboral bajo la celebración de contratos civiles o mercantiles. Ante dichas
situaciones el Tribunal Constitucional, en reiterada jurisprudencia, ha hecho uso del principio de primacía de la realidad cuya aplicación tiene como consecuencia que “(...) en caso
de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que fluye de los documentos, debe darse preferencia a lo primero; es decir, a lo que sucede en el terreno de los
hechos” (STC Exp. N° 1944-2002-AA/TC, fundamento 3) (resaltado agregado es nuestro). Aquí es donde el principio adquiere su máxima expresión.

17. Este principio es de mucha utilidad para el caso bajo análisis, puesto que se debe estudiar el caso que nos ocupa, bajo el amparo de este principio, para establecer, conforme a
derecho, las obligaciones y competencias de las empresas codemandadas.

5. Determinación de la vinculación económica entre las empresas demandadas, esto es, entre Unión de Cervecería Backus y Johnston S.A.A., Distribuidora La Campiña
S.A. y Distribuidora San Ignacio S.A.

Del análisis minucioso de los elementos probatorios incorporados, este Colegiado ha precisado los medios probatorio insertos en el expediente, analizando los mismos desde una
óptica sustancial y no formal, como inspira el Principio de Primacía de la Realidad, ha llegado a la conclusión de que, en cuanto a la naturaleza de la relación entre Unión de

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Cervecería Backus y Johnston S.A.A. (en adelante Backus) y Distribuidora La Campiña S.A., se encuentran vinculadas económicamente o dentro de un mismo grupo
económico, ello en atención en aplicación del Test de Vinculación Empresarial, en razón de que existe una pluralidad de empresas jurídicas, que evidentemente se aprecia; existe
una unidad empresarial y de dirección, este último se colige en razón de que:

i) Backus actúa como empleadora del actor a través de La Campiña, conforme se aprecia de las boleta de pago referidas en el punto 33.i),

ii) El reconocimiento (felicitación) efectuado por parte de Backus al trabajador en el año 1997 y 2002, en los puntos 33.ii), 33.iii). 33.iv), periodo que La Campiña ha declarado que el
demandante laboraba a su favor, en el punto 33.xi),

iii) Las felicitaciones que alcanza Backus al trabajador, conforme se aprecia del punto 33.v), por el día de vendedor, lo que constituye acciones típicas del empleador.

iv) Se aprecia la compartición de dirección en ambas empresas, como se aprecia en el punto 33.vi), el Gerente General de Backus, el señor Carlos Felipe Bentin Remy, también es
miembro del directorio de La Campiña S.A., conforme se advierte del punto 33.vii) y del 33.viii).

1. Existe sujeción a un poder de dirección único, esto de parte de Backus a La Campiña, en cuanto existe una dominación de control directo económico y financiero, este último
se colige en razón de que:

1) La Campiña realizaba sus servicios de forma exclusiva a favor de Backus, y no podía realizar actividades de forma independiente con terceros, en cuanto se refiere a los
productos materia del contrato (puntos 33.x.a y 33.x.b).

2) La Campiña debía realizar los servicios encomendados dentro del área destinada autorizada por Backus (punto 33.x.c ).

3) Backus ostenta la facultad de control a La Campiña, en razón de que podría inspeccionar en cualquier momento la infraestructura del negocio, calidad de los productos materia
del contrato y la documentación manejada por La Campiña (puntos 33.x.d. y 33.x.e.).

4) Backus ostenta control sobre la forma de organización de la sociedad La Campiña, puesto que, al estipular que esta última debía actuar con el mismo accionariado y
administración del negocio (punto 33.x.f.).

2. De lo anterior finalmente se aprecia a lo largo del análisis del presente caso la interacción de las empresas citadas, con los mismos fines y bajo control de Backus, que si bien se
ha utilizado herramientas de naturaleza civil, los mismos encierran vinculaciones de tipo económico, administrativo y por ende financiero, lo que nos lleva a concluir que existe un
grupo económico; y por consiguiente vinculaciones de tipo o de índole laboral.

CONCLUSIONES

1. Del análisis minucioso de los elementos probatorios incorporados al expediente, analizando los mismos desde una óptica sustancial y no formal, como inspira el Principio de
Primacía de la Realidad, se llega a la conclusión de que, en cuanto a la naturaleza de la relación entre Unión de Cervecería Backus y Johnston S.A.A. (en adelante Backus) y
San Ignacio S.A., se encuentran vinculadas económicamente o dentro de un mismo grupo económico, ello en atención en aplicación del Test de Vinculación Empresarial, en razón
de que existe una pluralidad de empresas jurídicas, que es apreciada de manera evidente; existe una sujeción a un poder de dirección único, esto de parte de Backus a San
Ignacio S.A., en cuanto existe una dominación de control directo económico y financiero, este último se colige en razón de que:

1) San Ignacio realizaba sus servicios de forma exclusiva a favor de Backus, puesto que no podía ceder su posición a terceros sin la previa autorización de Backus (punto 33.xiv.e).

2) Backus ostenta la facultad de control a San Ignacio, en razón de que podría inspeccionar en cualquier momento las infraestructuras del negocio, calidad de los productos materia
del contrato y la documentación manejada por La Campiña (puntos 33.xiv.a., 33.xiv.b. y 33.xiv.c.).

3) Backus ostenta la facultad de control a San Ignacio, en razón de que, si bien es cierto se ha suscrito, por ambas empresas, un contrato de arrendamiento de bienes inmuebles de
propiedad de Backus, sin embargo, dicho pacto tiene como objeto, además del arrendamiento, el almacenamiento de los productos fabricados por Backus (punto 33.xv.a).

4) Backus ostenta la facultad de control a San Ignacio, en razón de que, esta última podía inspeccionar los bienes inmuebles materia de arrendamiento (punto 33.xv.b).

5) Por otro lado, la facultad de control descrita la ejercía en todos los bienes inmuebles materia de arrendamiento a nivel nacional (punto 33.xvi).

6) Que, el control de Backus se realizaba también sobre bienes muebles, vehículos entregados por esta última a San Ignacio con la finalidad de distribuir los productos de Backus
(punto 33.xvii. a), el que debía realizarlo por los representantes de San Ignacio y no terceros (punto 33.xvii.b); dicho acuerdo abarca más de 200 vehículos (punto 33.xvii.c.).

2. De lo anterior se aprecia la interacción de las empresas citadas, La Campiña y San Ignacio con los mismos fines y bajo control de Backus, que si bien se ha utilizado
herramientas de naturaleza civil, los que encierran vinculaciones de tipo económico, administrativo y por ende financiero, que nos llevan a concluir que existe un grupo económico y
también de carácter laboral.

3. Por otro lado, corresponde analizar el estatus jurídico de la empresa J. AGUILAR S.R.L. del estudio de autos, se advierte que:

1) Uno de los socios de la empresa J. AGUILAR ha sido el demandante conforme a la copia de la Partida Electrónica N° 11601417, desde el 25 de octubre de 2003, a fojas 371.
Que, la actuación económica de dicha empresa la realizó a favor de La Campiña, desde el 17 de octubre de 2003, empleadora del actor, durante el periodo 1 de enero de 1993
hasta el 15 de octubre de 2003, conforme lo advirtió el representante de esta última (punto xii), esto es, la prestación de servicios por el actor a favor de La Campiña lo realizó como
una persona natural y luego, bajo la forma jurídica, realizando las mismas labores, esto es, repartir y vender los productos de Backus.

2) La Campiña ejercía control sobre la empresa J. AGUILAR, puesto que, las actividades encomendadas a este debía realizarlo dentro del ámbito territorial fijado por la primera
(punto 33.xi.a).

3) La Campiña direccionaba la forma de realización de los servicios prestados por J. AGUILAR, puesto que impartía directivas para la venta (punto 33.xi.d), controlaba los horarios
de carga (punto 33.xi.e), asignaba labores accesorias (punto 33.xi.f), proporcionaba bienes necesarios para que esta última pudiera realizar los servicios encomendados (punto
33.xi.g).

4) La Campiña retribuía los servicios encomendados (punto 33.xi.i) (punto 33.xiii) y tenía la facultad de varias el monto de dicha retribución (punto 33.xi.j).

5) La Campiña ejercía facultades de fiscalización, puesto que podía inspeccionar en cualquier momento los productos materia de contrato y documentación relacionados (punto
33.xi.k).

6) J. AGUILAR debía realizar a título personal los servicios encomendados y no designa a un tercero para dicho fin (punto 33.xi.l).

4. De lo anterior, se aprecia continuidad de servicios prestados por el actor, ya sea como persona natural o como persona jurídica, los servicios son de la misma naturaleza, de
forma subordinada, y a cambio de una retribución, lo que nos lleva a colegir en aplicación del Principio de Primacía de la Realidad que el actor estuvo inmerso dentro de un contrato
de trabajo a tiempo indeterminado, puesto que se evidencia los rasgos inherentes del contrato de trabajo, señalados en el artículo 4 del Texto Único Ordenado del Decreto
Legislativo N° 728, que si bien estuvo bajo el mando de una persona jurídica, la misma encierra las características de un contrato de trabajo, y que la utilización de una forma
jurídica, se desvanece en el entendido de que se ha utilizado con la intención de evadir las responsabilidades de carácter laboral. En efecto, J. AGUILAR S.R.L. no consistía sino
una persona jurídica utilizada como ropaje para el desarrollo de actividades de carácter personal por parte del actor a favor de Backus.

5. A mayor abundamiento, la conclusión arribada se refuerza en aplicación del principio de despersonalización del empleador, según el cual el trabajador resulta completamente
ajeno a los cambios y mutaciones que se pueden producir en el ámbito empresarial, esto es, no solamente a los cambios vinculados a la denominación o razón social del
empleador, sino a las posibles operaciones de reorganización empresarial como son las fusiones, tanto por creación o como por absorción, las adquisiciones y la asunción de
responsabilidades por parte de una nueva persona jurídica o entidad. Consecuentemente, corresponde confirmar la venida en grado y desestimarse los agravios expuesto líneas
arriba.

6. Consecuentemente, se establece que la relación laboral entre el actor y las empresas vinculadas económicamente ha sido desde el 1 de enero de 1993 hasta 2 de setiembre
de 2004, en aplicación del Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral de 2008, por cuanto existe solidaridad en las obligaciones laborales peticionadas en razón de la vinculación
económica de las codemandadas, puesto que se evidencie la existencia de fraude con el objeto de burlar los derechos laborales de los trabajadores.

7. En cuanto a la indemnización por despido arbitrario, con base en el principio de igualdad el que según señala Enrique Véscovi, “domina el proceso y significa una garantía
fundamental para las partes”. (En: Teoría General del Proceso. Editorial Themis, Colombia, 1984, p. 63), siendo que el principio de bilateralidad y el principio de contradicción

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23/8/2018 Doctrina
constituyen sus pilares, y es que debe tenerse en cuenta que el proceso se desarrolla si bien es cierto bajo la dirección del juez, pero entre las dos partes, a las que hay que
garantizar idénticas oportunidades para ser oídas –audiatur altera pars– y tengan la oportunidad de exponer sus puntos de vista, con la actuación de los medios probatorios que los
sustentan, y de esa manera cumplir con las finalidades del proceso que no es otra que buscar la verdad e impartir justicia resolviendo la controversia.

8. Que, respecto al derecho de defensa que tiene toda persona por el solo hecho de serlo ha sido materia de pronunciamiento por parte del Tribunal Constitucional, el que incluso
sostiene se extiende no solo al ámbito del proceso judicial, sino también a sede administrativa, legislativa y corporativa privada, conforme es de verse de la sentencia recaída en el
Expediente N° 2050-2002-AA/TC, siguiendo lo que en su momento sostuvo la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “Cuando la Convención [Americana de Derechos
Humanos] se refiere al derecho de toda persona a ser oída por un juez o tribunal competente para la determinación de sus derechos, esta expresión se refiere a cualquier autoridad
pública, sea administrativa, legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones determine derechos y obligaciones de las personas”. (En: Constitución Política del Perú con la
jurisprudencia, artículo por artículo, del Tribunal Constitucional. Omar A.Sar, p. 359).

9. Por otro lado, el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente N° 2326-2004-AA/TC, de fecha primero de octubre de 2004, en su tercer fundamento señala
que: “como se ha precisado en la STC Exp. N° 976-2001-AA/TC, la protección preventiva contra el despido arbitrario se materializa en el procedimiento previo al despido
regulado en el artículo 31 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR, Ley de Productividad y Competitividad Laboral
(LPCL), el que, a su vez, se inspira en el artículo 7 del Convenio Nº 158 de la Organización Internacional del Trabajo, que prohíbe el despido sin causa justa y otorga un plazo para
que el trabajador pueda presentar sus descargos, salvo el caso de falta grave flagrante, configurándose la vulneración del debido proceso en el supuesto de omisión del
procedimiento de defensa previa del trabajador” (sic) (lo resaltado es nuestro).

10. Conforme se advierte de los términos descritos en la carta de fecha 17 de agosto de 2004, a fojas 3, (punto 33.xviii) remitida por el representante de San Ignacio S.A. al actor en
la que da por concluido el vínculo entre San Ignacio S.A. y J. AGUILAR, en los siguientes términos: “Por medio de la presente que les remitimos por conducto notarial, le
comunicamos que en atención a la situación del mercado, mi representada ha decidido resolver el contrato de comisión mercantil celebrado con empresa con fecha 1 de febrero de
2004” (sic). Siendo así, al demandante se le ha vulnerado su derecho de defensa y a lo dispuesto en los artículos 31 y 32 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728,
Ley de Productividad y Competitividad Laboral, aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR, en la que se hace referencia a que el empleador no podrá despedir por causa
relacionada con la conducta o con la capacidad del trabajador sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales para que pueda defenderse por
escrito de los cargos que se le formulare; y, que el despido deberá ser comunicado por escrito al trabajador mediante carta en la que se indique de modo preciso la causa del mismo
y la fecha del cese; lo que no se ha acreditado en autos. Por lo tanto, se ha configurado el despido arbitrario, puesto que se ha vulnerado el derecho de defensa del actor en el
proceso previo al despido, lo que constituye la vulneración al principio del debido proceso, por lo tanto se estima el agravio del demandante.

11. Por lo antes señalado, se concluye que la venida en grado se encuentra sujeta a derecho, por lo que corresponde revocar la venida en grado y reformándola declarar fundada
en parte la demanda interpuesta, declarando la existencia de vinculación económica entre las codemandadas Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston S.A.A,
Distribuidora La Campiña S.A. y San Ignacio S.A. en la Demanda interpuesta por José Reynaldo Aguilar Seclen.

___________________________

1 SEMPERE NAVARRO, A.V. y ARETA MARTÍNEZ, M. “El Derecho del Trabajo y los grupos de empresas: inventario”. En: Revista del Ministerio de Trabajo e Inmigración. 2004.
(En: <http://www.uah.es/eduardo lopez ahumada/Estos.pdf>) (fecha de búsqueda 22/11/12).

2 bis 4.

3 bis 4.

4 X Congreso Europeo de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Sevilla, España, 21 al 23 de setiembre de 2011. Asociación Española de Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social. Sociedad Internacional de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Helena Isás Molinero Investigadora Posdoctoral de la Université de Toulouse Francia.
<http://www.tsj.gov.ve/informacion/miscelaneas/congresoeuropeo/02%20Segunda%20ponencia/203%20YSAS.pdf> (fecha de búsqueda 21/11/2012).

5 bis 4.

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