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(GCP/RLA/133/EC)
Elaborado por:
Consultores Forestales Asociados de Honduras, S. de R. L. de C. V.
FORESTA
Responsables:
Luis Fernando Valle
Arnulfo Cruz Guerrero
Gustavo Adolfo Centeno
Resumen
Introducción
3. Medidas de conservación
3.2 Requisitos legales para el manejo de áreas cercanas a las fuentes de agua
Referencias
Anexos
RESUMEN
El manejo forestal se inicia en Honduras a mediados de la década de los años 70, aunque ya
en 1969 fue creada la Escuela Nacional de Ciencias Forestales, ESNACIFOR, en
Siguatepeque y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras inicia la carrera de Ingeniería
Forestal en el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico, CURLA. El Bosque de la
ESNACIFOR contó con su primer plan de manejo forestal en 1974.
Con la creación de la COHDEFOR en 1974, se inició una nueva etapa de desarrollo forestal, al
asumir el Gobierno el control de todos los bosques tanto en terrenos públicos como privados, e
irrumpir en las actividades de producción y comercialización de la madera (exportaciones), Las
medidas tomadas por la COHDEFOR abrieron las posibilidades de iniciar, aunque en forma
demostrativa la elaboración e “implementación” de planes de manejo. Con este propósito, se
construyeron varios campamentos forestales en las siguientes regiones forestales del país:
Olancho, Nor-occidental, El Paraíso, Atlántida, Yoro y Gracias a Dios.
A partir de 1992, mediante la emisión de la Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector
Agrícola se inicia una nueva etapa, al establecerse la obligatoriedad de elaborar y desarrollar
planes de manejo forestal para efectuar aprovechamientos forestales ya sea en bosques
públicos o privados. El Reglamento Forestal del Título VI de dicha ley contiene las normas y
procedimientos para elaboración, ejecución, supervisión y evaluación de los planes de manejo
quinquenal y los respectivos planes operativos anuales.
Para aplicar las normas del Reglamento del Título VI de la Ley para la Modernización y el
Desarrollo del Sector Agrícola, la COHDEFOR, contando con el apoyo de varios proyectos de
desarrollo forestal ha preparado y publicado normas técnicas y reglamentarias desde 1993, las
cuales han sido revisadas en varias ocasiones. En Marzo de 1995 fueron elaboradas y
publicadas nuevas normas para coníferas, bosques mixtos y plantaciones (Modelos
PROCAFOR y “PDF/USAID”). Posteriormente se elaboraron normas para bosques de hoja
ancha y áreas protegidas.
Los planes de manejo que se han venido elaborando desde 1993, en el marco de la Ley para la
Modernización y el Desarrollo del Sector Agrícola y su Reglamento de los Aspectos Forestales,
tienen una duración de 5 años, pero se requiere elaborar planes operativos anuales para
ejecutar las actividades planificadas en el quinquenio.
En la actualidad La COHDEFOR reporta que se han aprobado 674 planes de manejo tanto en
terrenos públicos como privados, cubriendo una superficie de 1.508,739 hectáreas. La corta
anual permisible aprobada según planes de manejo es de 1.824,666 M3. La mayor parte de la
superficie bajo manejo corresponde a bosques de pino. Sólo 42 planes de manejo con 90,948
hectáreas corresponden a bosques latifoliados.
A pesar de que existe una ley de incentivos forestales desde 1993, ésta no tiene una aplicación
práctica debido a la falta de reglamento y de creación del Fondo de Incentivos. La Ley de
Incentivos vigente es demasiado ambiciosa, pues establece alrededor de 23 incentivos,
relacionados con asistencia técnica y financiamiento de viveros y plantaciones, pero la
administración forestal no cuenta con los recursos técnicos y económicos para ejecutar las
acciones contempladas, que formarían parte del Programa Nacional de Incentivos Forestales.
La validación de las normas técnicas es un proceso que requiere bastante tiempo, pero ya se
ha avanzado bastante y se ha ganado experiencia en este aspecto. El área sometida a manejo
aumenta cada año, así como el interés y la confianza de los propietarios y administradores de
bosques privados y municipales
Por otra parte os conflictos relacionados con la tenencia de la tierra, tienden a disminuir al
definirse con mayor precisión los titulares del dominio de la tierra. Este aspecto ha sido y
seguirá siendo importante al propiciar la co-inversión, al tiempo que se crean alianzas entre
propietarios e industriales.
A pesar que en la actualidad el manejo forestal que se aplica en Honduras es muy deficiente, la
tendencia es hacia una mayor cobertura de la superficie bajo planes de manejo y una mejor
aplicación de las normas técnicas y reglamentarias.
Con la promulgación de una nueva Ley Forestal se crearía una nueva institucionalidad
caracterizada por mayor estabilidad económica, menos influencias políticas sectarias en las
decisiones, mayor descentralización operativa y técnica y mayor libertad de acción y
responsabilidades para las municipalidades y los propietarios forestales.
La reforestación y protección de los bosques contra los incendios, seguirá siendo una prioridad
naciona; con la definición de la corta anual permisible de los bosques bajo manejo, existe mayor
confianza de la industria forestal. Las plantaciones con fines comerciales, seguramente se
incrementarán, aunque no como resultado de un programa de incentivos económicos, sino
como consecuencia de otros incentivos de tipo fiscal y por las ventajas comparativas y
competitivas que ofrece el sector forestal. Tomando en cuenta que el establecimiento de
plantaciones forestales de pino y de madera de color será una práctica muy común, como
resultado de la aplicación de incentivos, se hace necesario considerar para el futuro, todo el
aspecto del manejo forestal, tecnología para la transformación de madera procedente de
plantaciones, así como comercialización de productos diferentes a los provenientes de bosques
naturales.
INTRODUCCIÓN
Fue hasta en 1988 que se inició por primera vez la venta de madera en pie, con el apoyo del
Proyecto de Desarrollo Forestal USAID-COHDEFOR. Posteriormente, con la promulgación de la
Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector Agrícola en 1992, se inicia la vigencia de la
normativa de los planes de manejo forestal.
El presente estudio sobre El Estado del Manejo Forestal en Honduras examina el estado actual
y los avances en cuanto al manejo forestal, los requisitos legales para elaborar, ejecutar y
evaluar los planes de manejo forestal, mediadas para la protección y conservación, incentivos y
fomento de las actividades de protección y reforestación y tendencias en el manejo forestal.
La normativa forestal vigente ha dado como resultado que hasta el año de 1999 se habían
aprobado 674 planes de manejo1 con una superficie estimada de 1.508,739 hectáreas, los
cuales tienen una corta anual permisible aprobada de 1.824,666 M3. La mayor parte de la
superficie corresponde a bosques de pino y solo 42 planes de manejo con 90,948 hectáreas
corresponden a bosque latifoliado (CIEF - COHDEFOR.2000)
El año de 1969 marca un hito en la historia forestal de Honduras, pues es cuando el Gobierno,
reconociendo la importancia de los recursos forestales, funda la Escuela Nacional de Ciencias
Forestales, ESNACIFOR2, en Siguatepeque y el Centro Universitario Regional del Litoral
Atlántico, CURLA, en la Ceiba, e inicia la formación de profesionales forestales de nivel medio y
de ingenieros forestales.
Por otra parte, el primer intento serio de regular la actividad forestal se da el 18 de Enero de
1971, con la promulgación de la Ley Forestal vigente, Decreto N° 85. Posteriormente, con la
creación de la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal, COHDEFOR 3, mediante la
emisión del Decreto Ley N° 103, del 10 de Enero de 1974, se modifica sustancialmente la
política forestal, para dar paso a la intervención directa del estado en el control de todos los
1
El Anuario Estadístico Forestal presenta información de tallada de los planes de manejo y planes
operativos por Región Forestal y año.
2
La ESNACIFOR inició la formación de técnicos forestales en 1969 mediante los siguientes programas:
Carrera de Bachilleres Forestales (3 años de formación) y Guardas Forestales (1 año).
3
El Decreto Ley N° 103, del 10 de enero de 1994, le otorga a La COHDEFOR, el control de todos los
bosques, tanto en terrenos públicos como privados, la industrialización de la madera y las exportaciones
de madera, lo mismo que todos las funciones que de acuerdo con la Ley correspondían a la
Administración Forestal del Estado AFE, una figura obsoleta, que más tarde en 1994 se le agregó a la
COHDEFOR, por lo que en varios documentos también es conocida como la AFE-COHDEFOR.
bosques, operar y crear empresas forestales (aserraderos) 4, manejar patios de acopio y
exportar madera aserrada.
Durante 1975, se iniciaron los trabajos para la construcción de las unidades forestales
demostrativas de Las Lajas, en Comayagua, Jutiapa, en Olancho y Macuelizo – Pinalejo en
Santa Bárbara. La primera recibió la asistencia técnica de FAO y en las restantes fue una
iniciativa de la COHDEFOR. En Las Lajas y Macuelizo se elaboraron sendos planes de manejo
para el bosque de pino, los que serían usados como planes modelos.
Como parte del apoyo para introducir los planes de manejo y fortalecer la administración
forestal, orientada a establecer una fabrica de pulpa y papel, en la década de los años 70
fueron construidos otros campamentos como el de Carta en La Unión, Jutiapa, Gualaco y San
Esteban en Olancho y Bonito Oriental en Colón; Jocón y Agua Fría en Yoro y Dursuna en
Gracias a Dios.
Posteriormente se iniciaron inventarios forestales (a fines de la década de años los 70) para la
primera evaluación del recurso forestal latifoliado en el departamento de Colón, aunque el
manejo en los bosques latifoliados se inicia hasta a mediados de la década de los años 80, con
el apoyo de la Agencia de Cooperación Canadiense a través del Proyecto Desarrollo del
Bosque Latifoliado (PDBL).
Mediante la emisión del Decreto 31-92, Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector
Agrícola, el 5 de Marzo de 1992, se devuelve a los propietarios de áreas de vocación forestal el
derecho de manejar sus áreas forestales y de aprovechar libremente los productos forestales,
se establece la obligatoriedad de elaborar planes de manejo forestal para efectuar
aprovechamientos forestales y se responsabiliza a los propietarios de la protección y
reforestación en sus bosques. De esta forma, el estado renuncia al gozo del usufructo de los
productos forestales del bosque privado y ejidal pero también se libera de la obligación del
manejo de todo los boques y se concentra en el manejo de los recursos forestales de los
bosques nacionales o estatales.
4
La COHDEFOR administró y estableció las siguientes industrias forestales: CORFINO, FIAFSA,
CASISA, LOCOMAPA y RESIHON.
5
Desde 1974 y hasta a fines de 1988 la venta de madera consistía en asignar a la industria respectiva
un área y un volumen, mediante contrato de compra venta de madera. El contrato contemplaba algunas
medidas para proteger las riberas de los ríos y quebradas, pero la supervisión era muy deficiente.
protección de los bosques de pino (torres de detección de incendios y medidas de prevención y
combate de incendios forestales).
Después de 1992, al aprobar el Gobierno las normas para elaborar los planes de manejo
forestal, las prácticas silviculturales fueron incorporadas por mandato al manejo forestal. La
obligatoriedad de la evaluación de la regeneración en las áreas forestales intervenidas ha sido
de gran ayuda para lograr la sostenibilidad del recurso forestal.
A pesar de que las diferentes evaluaciones y auditorias técnicas revelan grandes deficiencias
en la elaboración y ejecución de los planes de manejo forestal, el país ha avanzado
significativamente en el proceso de elaboración y ejecución de planes de manejo forestal;
incluso se ha iniciado el proceso de formulación de criterios e indicadores para el manejo
forestal sostenible. Sin embargo, todavía se hace necesario fortalecer la supervisión de las
actividades prescritas en los planes de manejo (ver Cuadro N° 1).
Cuadro N° 1
Resumen de Planes de Manejo según Superficie y Volumen
Por Región Forestal (1993-1999)
N° Región Forestal Cantidad Superficie en Hectáreas Corta Anual
Total Bosque Bosque Permisible
Privado Público M3
1 Atlántida 46 93,803 3,755 90,048 81,440
2 Comayagua 99 98,684 42,286 56,398 117,362
3 Copán 19 12,417 9,796 2,621 10,868
4 El Paraíso 49 94,297 17,830 76,467 85,076
5 Francisco Morazán 124 166,182 63,681 102,501 321,695
6 La Mosquitia 2 19,990 0 19,990 16,044
7 Nor-occidental 37 21,021 12,787 8,234 28,766
8 Olancho Este 133 371,048 53,663 317,385 409,847
9 Olancho Oeste 85 391,610 68,366 323,244 529,580
10 Río Plátano 0 0 0 0 0
11 Yoro 45 236,667 94,827 141,840 219,160
12 Zona Sur 35 3,020 3,020 0 4,828
Total 674 1,508,73 370,011 1,138,728 1,824,666
9
A. Bosque Latifoliado 42 90,848 0 90,848 75,422
B. Bosque de Coníferas 632 1,417,89 370,011 1,047,880 1,749,244
1
Fuente: FORESTA con base en el Anuario Estadístico Forestal 1999.
Un aspecto que ha venido recibiendo mayor atención cada día es la participación de la población
local en actividades de conservación de micro cuencas hidrográficas, lo cual ha sido fortalecido
mediante el procedimiento de declaratoria de dichas áreas como “áreas de vocación forestal”.
Cuadro N° 2
Microcuencas Declaradas como Areas de Vocación Forestal Por Región 1988-1997
Región/Deptos Número Municipios Area ha Fecha Declaración
Atlántida y Colón 39 13 43,038 Varias
Comayagua, la Paz e 74,012 25/5/87 al 6/12/94
Intibucá 28
Copan, Lempira y 27,726
Ocotepeque 20
El Paraíso 15 20,351
Francisco Morazán 5 20,351
Nor-Occidental 36 16,664
Olancho 32 36,287
Yoro 10 13,941
Zona Sur 5 6,887
Total 190 246,171
Fuente: Anuario Estadístico
2. Preparación, aprobación, ejecución y supervisión de planes de manejo
A partir de 1992 con la promulgación de la Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector
Agrícola, Decreto N° 31–92, se inició el proceso de preparación de las normas técnicas y
reglamentarias para preparar y ejecutar los respectivos planes de manejo tanto en bosques
públicos como privados.
El artículo No. 73 de la Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector Agrícola establece
la obligatoriedad de la elaboración y ejecución de un Plan de Manejo Forestal como condición
para aprovechar los bosques comerciales. Por otra parte, los artículos N° 9, 34, 54, 55, 56 y 57
del Acuerdo Presidencial Número 1039-93 “Reglamento al Título VI Aspectos Forestales de la
Ley para la Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola, señalan los requisitos para la
elaboración y aprobación de los mismos.
Para aplicar este Reglamento, la COHDEFOR, con el apoyo de varios proyectos de desarrollo
forestal, ha preparado y publicado Normas Técnicas y Reglamentarias para la elaboración,
aprobación y ejecución de los planes de manejo, las cuales han sido revisadas en varias
ocasiones.
Las primeras de estas normas para la elaboración de planes de manejo forestal en bosques de
pino fueron elaboradas por la AFE/COHDEFOR, en 1993. Estas sirvieron para iniciar la
actividad de preparación de planes de manejo en el país. En Marzo de 1995, fueron
aprobadas y publicadas las Normas para la Elaboración de Planes de Manejo en Bosques de
Coníferas, Bosques Mixtos y Plantaciones (Modelo PROCAFOR). Posteriormente se elaboraron
normas para bosques de hoja ancha y áreas protegidas. Durante ese mismo año, el Proyecto
de Desarrollo Forestal PDF, USAID/COHDEFOR, preparó y presentó otra norma, la que
también fue aprobada por la Gerencia General de la COHDEFOR sin derogar las ya existentes.
Desde la aprobación de ambas normas, los técnicos encargados de elaborar planes de
manejo, pueden hacer uso de cualquiera de las dos aprobadas.
La norma PROCAFOR, resulta ser la más completa pues exige la recolección de mayor
cantidad de información de campo, pero permite, con mucha facilidad, realizar comprobaciones
de campo antes de la aprobación y durante la ejecución del plan de manejo, además de
permitirle al propietario tomar decisiones, pues tiene proyecciones de ingresos y gastos anuales
que la convierten en una excelente herramienta de planificación. Esta norma resultó ser la
menos usada debido a que exige mayor esfuerzo del preparador del plan de manejo y del
personal técnico de la COHDEFOR para su revisión en el campo y en la oficina. La Norma fue
aplicada con muy buenos resultados en la elaboración de los planes de manejo de bosques
ejidales de Lepaterique, Ojojona y Guaimaca, en Francisco Morazán, cuyas municipalidades
fueron apoyadas por el Proyecto MAFOR, dentro del programa PROCAFOR.
La norma preparada por el PDF requiere de menor esfuerzo en la toma de datos de campo; por
consiguiente, las comprobaciones de campo resultan más difíciles. Supuestamente el costo de
elaboración de un plan de manejo resultaría menor con esta, pero en la práctica resultó
siempre mayor. Actualmente, como es lógico suponer, es la norma más usada por los técnicos
forestales que elaboran planes de manejo.
Las normas ya descritas señalan el procedimiento que debe seguirse para la preparación y
aprobación de planes de manejo y planes operativos. El orden es el siguiente2:
6 El técnico forestal encargado realiza el reconocimiento del sitio, toma y procesa los datos de
campo (inventario) y elabora documento del plan de manejo, con toda la información y
formas que exigen las normas técnicas.
8 Técnicos forestales de la UGA analizan el plan, comprobando que esté completo y que la
información haya sido procesada correctamente.
9 Técnicos forestales de la UGA, en compañía del técnico que elaboró el plan de manejo
realizan una inspección de campo para verificar la información presentada.
6
El Departamento Legal de la COHDEFOR extiende Dictamen favorable sobre la tenencia después de
examinar los antecedentes (tracto sucesivo) del inmueble, para garantizar la legitimidad del título.
7
Los pasos 4 y 5 no siempre han sido aceptados por los particulares o exigidos por la COHDEFOR, ya
que se consideran innecesarios, aunque por lo general se realizan consultas previas en las oficinas
forestales antes de hacer un plan de manejo forestal.
10 La UGA emite dictamen, favorable o desfavorable y lo remite con el plan a la jefatura de la
Región Forestal correspondiente.
Cubiertos estos requisitos, la UGA elabora un dictamen y lo remite con el documento del plan
de manejo a la Región Forestal correspondiente. Si cumple todos los requerimientos
establecidos es remitido al Departamento de Normas y Control, en la oficina Central, de la
COHDEFOR, la que tramita su aprobación en la Gerencia General de la COHDEFOR. Si no
cumple todos los requisitos, la jefatura de la Región Forestal lo devuelve al propietario con una
notificación de los problemas de que adolece y cambios que deberá hacérsele.
Las normas especifican el tiempo que dura cada trámite, por lo que, en teoría, los técnicos
encargados de elaborar los planes están protegidos contra cualquier negligencia de parte de la
COHDEFOR. La aprobación de un plan de manejo, desde su presentación en la UGA no debe
exceder los 60 días si cumple con todos los requisitos, y en caso que, dentro de éste periodo,
no se tenga respuesta por parte de la COHDEFOR, se da por entendido que el plan ha sido
aprobado.
Los planes de manejo que se han venido elaborando desde 1993, en el marco de la Ley para la
Modernización y el Desarrollo del Sector Agrícola y el Reglamento del Título VI, tienen una
duración de 5 años. A partir de 1999, tomando en cuenta que la duración de un plan de manejo
debe relacionarse con la rotación económica del bosque, la COHDEFOR dispuso que la
vigencia de los planes de manejo sea igual que su rotación, a sea que para cada área forestal
debe elaborarse un solo plan de manejo, el cual deberá ser revisado cada cinco años para
hacer los ajustes necesarios, resultantes de los cambios en la estructura del bosque, silvicultura
e impacto en el medio ambiente.
Las Normas Técnicas Reglamentarias establecen que para la ejecución de un plan de manejo
quinquenal deberá elaborarse Planes Operativos Anuales (POA’s) de acuerdo con la
prescripción silvícola para cada año de vigencia del plan de manejo.
Para su aprobación por COHDEFOR, los POA’s siguen un procedimiento similar al de los
Planes de Manejo Forestal y sirven de base para la elaboración de un contrato entre la AFE y el
propietario, relacionado con el cumplimiento de las normas técnicas que garanticen la
perpetuidad de la cobertura forestal en el área. El volumen medido será la base para la
elaboración del contrato y para definir el monto a pagar a COHDEFOR en concepto de tasa de
servicios administrativos (gastos de supervisión) 8 y la cuantía de la garantía a presentar para
asegurar el cumplimiento de las Normas Técnicas. El ejecutor del plan de manejo, ya sea el
propietario o la industria que aprovechará el contrato debe contratar un técnico forestal que se
encargue de la administración de la venta y que sirva como enlace entre éste y la AFE. Por lo
general el administrador es un técnico de la industria encargada del aprovechamiento del
bosque.
Al final del período de vigencia del plan operativo, si se han respetado las cláusulas del
contrato, la COHDEFOR extiende un finiquito consistente en un dictamen técnico detallando el
cumplimiento de las prescripciones silvícolas. El finiquito sirve para que el propietario pueda
retirar la garantía presentada; en caso de incumplimiento de las prescripciones del plan
operativo, el monto de la garantía es retenido por la COHDEFOR y ejecutada a su favor y el
propietario pierde el derecho de continuar con los aprovechamientos previstos en los años
subsiguientes.
En teoría, la “implementación” de los planes de manejo y de los planes operativos anuales está
a cargo de los propietarios o titulares de la tierra, para lo cual en cada plan operativo se designa
un administrador. Por su parte, la COHDEFOR, como institución encargada de aplicar las
normas técnicas y reglamentarias tiene la responsabilidad de supervisar y evaluar las
actividades planificadas.
8
La tasa por concepto de servicios administrativos (que ha oscilado entre un 15 al 25% del precio de
venta de la madera en pie) que ha venido cobrando la COHDEFOR a los propietarios de bosques y
municipalidades, ha sido objeto de fuertes críticas y hasta una demanda por parte de los empresarios
madereros. Tanto las leyes como los reglamentos forestales no contemplan dicha tasa, tampoco existe
proporción entre la tasa y el supuesto servicio administrativo o supervisión.
socializados ni conocidos por los mismos interesados, y a que los propietarios de los bosques
no tienen experiencia ni conocimientos adecuados para realizar las actividades programadas.
En resumen, se puede decir que la normativa legal actual para lograr el manejo es apropiada.
Sin embargo, su aplicación en la práctica todavía es muy deficiente. Los bosques no son
manejados correctamente, especialmente los de tenencia nacional, que son responsabilidad
directa de COHDEFOR. El incorrecto manejo de los bosques está causando un deterioro en la
economía productiva del subsector forestal, pues los rendimientos están muy por debajo de la
capacidad productiva de los suelos. La elaboración de los planes de manejo es de interés
únicamente para cortar el bosque y obtener ingresos inmediatos. El manejo de los bosques
jóvenes es inapropiado, pues no se están haciendo las intervenciones silvícolas oportunas. Los
incendios forestales siguen siendo una amenaza para el establecimiento del nuevo bosque. Por
otra parte, el gorgojo de la corteza de pino (Dendroctonus frontalis) está causando grandes
pérdidas en los bosques jóvenes en los departamentos de El Paraíso, Olancho, Yoro,
Comayagua y Francisco Morazán.
Las diferentes sedes Regionales Forestales del país, han descargado en las Unidades de
Gestión administrativa (UGA’s) la responsabilidad directa de la supervisión de las actividades de
cada plan de manejo en ejecución. La UGA encarga a uno de sus técnicos el seguimiento de
las operaciones del plan de manejo, el cual, en coordinación con el técnico administrador
privado, regularmente realizan inspecciones in situ para verificar el cumplimiento de las normas
técnicas y de las cláusulas establecidas en el contrato de la venta. Estos dos técnicos deben
mantener comunicación constante para resolver de conformidad con las normas cualquier
situación imprevista que se presente. Al final de la ejecución de cada POA el técnico de la UGA
encargado es el responsable de emitir un dictamen sobre el cumplimiento de las normas
técnicas, el cual servirá de base para decidir si se libera o se incauta la garantía otorgada para
asegurar el cumplimiento de las normas técnicas.
2. Medidas de conservación
La base legal para la conservación de suelos y aguas se encuentra en el capítulo VIII del
Decreto No. 85, Ley Forestal vigente y su reglamento (Acuerdo N° 634 Reglamento General
Forestal).
El artículo No. 64 de esta ley establece cómo deben protegerse las fuentes y cursos de agua
permanentes y define como responsabilidad de las municipalidades proteger y conservar las
fuentes que abastecen de agua a las poblaciones. Los artículos 65 al 67, establecen la
participación que debe tener la COHDEFOR en este cometido.
Igualmente, el Decreto 87-87, Ley de Bosques Nublados, artículo 1, declara como parques
nacionales, reservas biológicas y refugios de vida silvestre a perpetuidad 37 áreas naturales
que incluyen todos los bosques nublados (desde la cota 1800 m.s.n.m.), productores de agua
ubicados en diferentes zonas del país.
El artículo 74 del Título VI de la Ley para la Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola,
señala que es obligación de la COHDEFOR la “promoción del uso múltiple de las áreas
forestales y el fomento de su aprovechamiento sostenible en forma eficiente, velando por su
conservación de manera armónica con las aguas y los suelos”. Las medidas de conservación
de los suelos y aguas, contenidas en los planes operativos incluyen desde construcción de
carreteras, vías de extracción, bacadillas, zonas de protección de los márgenes de las
corrientes de agua permanente, etc. Los contratos de compraventa, suscritos entre el
propietario del bosque bajo manejo y la COHDEFOR especifican las medidas que deben
ejecutarse durante y después de los aprovechamientos.
3.2 Requisitos legales para el manejo de áreas cercanas a las fuentes de agua
Muchas ciudades, aldeas y caseríos cuentan con micro cuencas declaradas para la protección
de sus fuentes de agua, sobre la base del Artículo N° 64 de la Ley Forestal (Decreto N° 85 y su
Reglamento). La protección de las cuencas y micro cuencas hidrográficas utilizadas para la
producción de agua de consumo humano es realizada por las municipalidades y las
comunidades a través de patronatos o juntas de aguas. Esta protección consiste en delimitar y
demarcar las micro cuencas, cercar las áreas inmediatas a los sitios de presa, manteniendo así
el ganado fuera de los predios objeto de la protección o declarar intocable un área entera. Sin
embargo, se hace necesario trabajar en el manejo de uso múltiple de tal manera que las
poblaciones puedan tener otros beneficios dentro de la función económica, social y ecológica
de dichas áreas.
En cuanto a las áreas frágiles, todavía no se tiene una obligación legal para que los propietarios
realicen obras o prácticas de conservación de suelos. Sería apropiado que la COHDEFOR y las
municipalidades iniciaran estas labores; en primer lugar como un ejemplo y en segundo lugar
como una contribución a la sociedad.
En la legislación hondureña, existe una clara diferenciación entre los bosques para
conservación de biodiversidad (áreas protegidas) y los bosques para aprovechamiento (áreas
de interés forestal). Existe un departamento en la COHDEFOR responsable para la
coordinación, seguimiento y administración de áreas protegidas y vida silvestre. Enormes
extensiones de bosques han sido sometidas a régimen especial de protección. Las áreas
forestales protegidas cubren aproximadamente un 23.8 % del territorio nacional,. El 63% de la
zona oriental esta protegida, se ha protegido también el 100% de los bosques nublados
(SILVIAGRO, 1996).
En los bosques sometidos a planes de manejo se especifican las superficies destinadas a
intervención y las áreas destinadas exclusivamente a protección y conservación. En las áreas
donde se realizan aprovechamientos de madera, las normas técnicas y reglamentarias
establecen las medidas que deben tomarse para la protección de la biodiversidad y para
conservar las fuentes de agua. En la actualidad, las principales medidas para conservar la
biodiversidad, aunque no están descritas con precisión en las normas técnicas, incluyen: Hacer
la prescripción silvicultural, definir el sistema de corta (árboles semilleros, corta selectiva, corta
en fajas o raleo), marcar con pintura los límites de la venta o área a intervenir, diseñar la
carretera de acceso, las vías de extracción y los patios para trozas (bacadillas), mantener un
cierto número de árboles huésped para anidamiento de aves, no talar árboles con nidos y dejar
franjas de árboles a orilla de las fuentes de agua permanentes.
Las normas vigentes para planes de manejo, sin embargo, no exigen la identificación de
especies en peligro o amenazadas, establecer tipos de hábitat, consultas con la población local,
épocas de reproducción de las especies silvestres y otros aspectos importantes para conservar
la biodiversidad.
Los ecosistemas del bosque de pino en Honduras, son afectados drásticamente cada año entre
los meses de Noviembre y Abril, por incendios forestales: ocasionalmente la plaga del gorgojo
de pino (Dendroctonus frontalis), afecta grandes extensiones de bosque de pino joven como en
la actualidad que se han detectado grandes extensiones de bosques afectados en los
departamentos de Yoro, Francisco Morazán, Olancho, El Paraíso y Comayagua. La plaga del
gorgojo afectó 1.7 millones de hectáreas, entre 1962 y 1964, según una evaluación realizada
por una misión de USAID, con un daño económico estimado en US$ 300.0 Millones
(SILVIAGRO, 1996).
Actualmente, las medidas de prevención y combate de incendios son realizadas por los
propietarios de bosques, las municipalidades y la COHDEFOR. Sin embargo, la crisis
económica que ha venido afectando a la COHDEFOR desde hace unos 10 años, ha resultado
en un debilitamiento de los programas de protección forestal. La respuesta de los propietarios
de bosques y las municipalidades en materia de prevención y combate de incendios a partir de
1992, se ha limitado a la contratación de personal para vigilancia y combate de incendios. El
fuego también es o debería considerarse una herramienta y factor importante en el manejo del
bosque de pino.
4.1 Requisitos legales para la protección del bosque contra incendios, plagas y
enfermedades.
Para la protección forestal es mandato por ley que los propietarios y las municipalidades
(ejidales y privados) realicen las actividades de protección respectivas en sus bosques.
La protección de aquellas áreas boscosas clasificados como de alto riesgo de incendios, son
prioridad para la COHDEFOR, para lo cual se organizan brigadas de combate de incendios. No
obstante lo anterior, los incendios forestales siguen siendo un problema para el futuro de los
bosques productivos.
Respecto a las enfermedades, los bosque de pino en Honduras no sufren daños significativos.
Una planta parásita que vale la pena mencionar es la especie conocida comúnmente como
muérdago, la que esta bastante diseminada en los bosques del país.
Se ha elaborado, a nivel de propuesta, una metodología para aplicar la normativa ambiental que
establece la Ley General del Ambiente y sus reglamentos, pero no se han realizado los cambios
respectivos en las normas técnicas para elaborar los planes de manejo. En tal sentido, en la
elaboración de los planes de manejo, el cuestionario ambiental que se ha venido utilizando es
de tipo general y no responde a la normativa de evaluación de impacto ambiental vigente.
No debe olvidarse que hasta hace unos 9 años los bosques privados y ejidales estaban bajo el
control de la COHDEFOR, una institución que desestimando la importancia del manejo forestal
subsidió el precio de la madera en rollo por muchos años, mientras recuperaba el valor de la
madera al comprarla a las industrias para exportarla con jugosas ganancias. La COHDEFOR, a
nuestro juicio no genera la confianza necesaria entre los propietarios de bosques, industriales e
inversionistas, ya que para el sector privado es la misma institución que legal o ilegalmente se
apropió de bosques privados y municipales, impuso tasas arbitrarias, negó los derechos de los
legítimos propietarios a usufructuar los productos forestales e impuso multas a propietarias por
aprovechar productos de su propiedad, sin fines comerciales.
La Ley de incentivos forestales vigente, establece más de 20 diferentes incentivos, al grado que
ha sido calificada como una Ley demasiado ambiciosa. Los incentivos van desde la
exoneración de hasta L.100,000.00 (equivalente a US$ 6,300.00 a la tasa de cambio vigente)
del impuesto sobre la renta, para invertirlos en actividades de reforestación, hasta pago de la
asistencia técnica para elaborar y ejecutar proyectos de reforestación, suministro de plantas y
otros insumos, tanto en terrenos nacionales como municipales y privados. En la realidad la Ley
no cuenta con una adecuada reglamentación, no existe el Fondo de Incentivos, ni existe
voluntad para aplicarla.
En la actualidad, a pesar que se han realizado esfuerzos para mejorar la legislación forestal
relacionada con los incentivos forestales y se está concertando un Anteproyecto de Ley
Forestal, no existen condiciones para fomentar la protección y conservación, debido a la
desconfianza entre los diferentes sectores. A pesar de que recientemente la Secretaría de
Agricultura y Ganadería presentó oficialmente al público el documento “Política Forestal de las
Áreas Protegidas y la Vida Silvestre”, es notoria la falta de confianza entre los diferentes
sectores, que no encuentran coherencia y consistencia entre lo que el Gobierno dice y hace.
Los propietarios de áreas forestales no tienen confianza para hacer inversiones de mediano y
largo plazo en el sector forestal y la poca inversión se realiza en industrias primarias donde
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La Ley de Incentivos a la Protección, Forestación y Reforestación, Decreto N° 104-93, no ha tenido
ninguna aplicación práctica, supuestamente por dos razones. 1. Falta de reglamentación y 2. No se creó
el Fondo Nacional de Incentivos, ni se organizó el Programa, tal como lo establece la Ley.
prevalece una operación extractiva y recolectora, justificada en los planes de manejo forestal y
planes operativos anuales que para mucho críticos se han convertido en planes de corta y
extracción.
En cuanto a los incentivos forestales en bosques latifoliados, la COHDEFOR con el apoyo del
Proyecto de Bosques Latifoliados y el Proyecto Apoyo a la Gestión Sostenible de los Recursos
Naturales, han tratado de diferenciar la política forestal, dando un tratamiento especial a los
grupos que integran las Áreas de Manejo Integrado (AMI´s), considerando que las mayores
extensiones de bosques latifoliados se encuentran en terrenos nacionales y que el bosque
latifoliado es un ecosistema muy variado y complejo.
Por otra parte existen varios incentivos implícitos en las normas vigentes, los que de alguna
forma contribuyen con los fines de la Ley de Incentivos. Por ejemplo: la aprobación de un plan
de manejo forestal, brinda garantías a sus propietarios, lo mismo ocurre con el otorgamiento de
certificados de plantación a los propietarios y la liberación de tasas impositivas para las
plantaciones establecidas por particulares y empresas.
Algunos proyectos de desarrollo forestal, tales como Manejo de Cuencas de la Sierra de Omoa
(FAO – PNUD – COHDEFOR), Plan Comayagua (BID), Reforestación para Protección
(COHAAT y COHASA), Programa de manejo de los Recursos Naturales de la Cuenca El Cajón
BID), MADELEÑA (CATIE – COHDEFOR), PDF COHDEFOR/USAID, PDBL,
(ACDI/COHDEFOR) y MARGOAS han venido brindando asistencia técnica y suministrando
plantas a los propietarios de áreas forestales.
Algunas sugerencias para incentivos incluyen desde simplificación de las normas técnicas y
reglamentarias, mayor libertad al sector privado para manejar sus bosques, eliminación de
garantías bancarias innecesarias, eliminación de controles para la comercialización de la leña y
sistema de información sobre oportunidades y mercados para comercialización de productos y
publicación de estadísticas forestales.
Por la forma en que se han venido desarrollando las normas técnicas y reglamentarias
relacionadas con los planes de manejo forestal, se puede concluir lo siguiente:
Es un proceso que requiere bastante tiempo para elaborar, aprobar y validar las
principales normas y guías técnicas
El área sometida a manejo aumenta cada año, así como el interés y la confianza de los
propietarios y administradores de bosques privados y municipales
Por otro lado, es necesario reconocer que la COHDEFOR (Administración Forestal de Estado)
ha hecho importantes esfuerzos y grandes inversiones en el subsector forestal. Sin embargo,
todavía no se alcanza el nivel de manejo forestal acorde con el esfuerzo realizado y las metas
establecidas en los planes de manejo de los bosques nacionales, donde las deficiencias
encontradas son mayores respecto de la aplicación de los planes de protección y reforestación.
En tal sentido, se espera que la nueva Ley Forestal cree una nueva institucionalidad
caracterizada por los siguiente: Mayor estabilidad económica, menos influencias políticas
sectarias en las decisiones, mayor descentralización operativa y técnica y mayor libertad de
acción y responsabilidades para las municipalidades y los propietarios forestales.
La reforestación y protección de los bosques contra los incendios, seguirá siendo una prioridad
para garantizar la operación de la industria forestal. Las plantaciones con fines comerciales
seguramente se incrementarán, aunque no como resultado de un programa de incentivos
económicos como establece la actual Ley de Incentivos, sino como consecuencia de otros
incentivos de tipo fiscal y por las ventajas comparativas y competitivas que ofrece el sector
forestal. Tomando en cuenta que las plantaciones forestales de pino y seguramente de madera
de color, serán muy comunes en el futuro próximo como resultado de la aplicación de
incentivos, se hace necesario considerar a mediano plazo, todo los aspectos del manejo
forestal, tecnología para la transformación de madera procedente de plantaciones, así como
comercialización de productos diferentes a los provenientes de bosques naturales.
Referencias
Otras referencias
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– 2002. Tegucigalpa, Honduras
Archaga, Victor Leonel; y Marineros, Leonel Edgardo. 1996. Honduras en el Contexto del
Corredor Biológico Mesoamericano. CCAD/AFE-COHDEFOR/PNUD/GEF. Tegucigalpa,
Honduras. 75 Pág.
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Forestal COHDEFOR – AID. Tegucigalpa, M. D. C.
Oyuela, Domingo Omar, 1997. Los Recursos Forestales y la Vida Silvestre en la Zona Sur de
Honduras. ESNACIFOR, Siguatepeque, Honduras.
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_________. 1996. Análisis del Sector Forestal. Graficentro Editores. Tegucigalpa, 1996.
_________. 1996. Plan de Acción Forestal de Largo Plazo Período 1996-2015, PLANFOR
Volúmenes I Política y Estrategia Forestal, II Evolución, Problemática y Proyección y III Perfiles
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Planificación Sectorial Agrícola UPSA. Honduras. 68 Pág.
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Húmedo de Centroamérica: Su Problemática y su Potencial para el Desarrollo Sostenible
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Asistencia Técnica Directa a Honduras sobre la Reforma Agraria y Desarrollo Agrícola
(tomos I y II). Unión Panamericana, OEA. Washington D. C.
Cuadro No. 1
Uso Actual del Suelo (Miles de Hectáreas) 1999
No. Descripción Superficie %
1 TIERRAS CON COBERTURA FORESTAL 5,989.6 53.2
1.1 Bosque Latifoliado 2917.8
1.1.1 Manglar 54.3
1.1.2 Hoja Ancha 2,863.5
1.2 BOSQUE DE PINO 2,512.7
1.2.1 Denso 695.2
1.2.2 Ralo 1,817.5
2 OTROS USOS 5,259.6 46.8
2.1 ZONAS AGRÍCOLAS GANADERAS Y OTROS 3,607.4
2.2 AREA DEFORESTADA 1,652.2
2.2.1 Latifoliado 1,311.3
2.2.2 Mangle 243.5
2.2.3 Pino 97.4
TOTAL 111,249.2 100.0
FUENTE: Anuario Estadístico Forestal (COHDEFOR).
Cuadro N° 2
Distribución de los Bosques por Región Forestal, según tipo de bosque (miles ha)
Región Forestal Pino Bosque Latifoliado Mixto Total Otros Total
Hoja Mangle Total Bosque usos área
ancha
Atlántida 50.5 510.6 4.5 515.1 55.3 620.9 777.8 1398.7
Comayagua 370.9 86.8 0.0 86.8 82.2 539.9 537.3 1077.2
Copán 188.7 88.5 0.0 88.5 81.9 359.1 550.9 910.0
El Paraíso 205.5 88.3 0.0 88.3 20.1 313.9 350.0 663.9
Fco. Morazán 409.3 43.8 0.0 43.8 51.5 504.6 340.5 845.1
La Mosquitia 329.3 373.2 2.6 375.8 2.0 707.7 341.2 1048.9
Nor-Occidental 144.9 98.9 0.0 98.9 56.2 300.0 594.7 894.7
Olancho Este 314.9 218.2 0.0 218.2 103.7 636.8 568.8 1205.6
Olancho Oeste 221.2 45.2 0.0 45.2 52.7 319.1 142.6 461.7
Río Plátano 74.1 1234.3 0.0 70.7 45.6 289.6 363.3 652.9
Yoro 173.3 70.7 0.0 70.7 45.6 289.6 363.3 652.9
Zona Sur 29.5 5.0 47.2 52.2 4.6 86.3 579.7 666.0
TOTAL 2512.7 2863.5 54.3 2917.8 559.1 5989.6 5259.6 11249.2
% Estrato y especie 100.0 98.1 1.9 100.0
% Tipo de bosque 42.0 48.7 9.3 100.0
% Cobertura y uso 22.3 25.9 5.0 46.8 100.0
Fuente: Anuario Estadístico Forestal (CIEF/COHDEFOR. 1999)
Cuadro 3