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El punto de vista compartido por los autores acerca de cuál es la función de la historia va
más allá de conocer un suceso particular. Esta nos permite conocer la esencia de lo que
somos, así como de ubicarnos en el espacio y el tiempo y nos brinda la posibilidad de
proyectarnos como una generación futura, que traerá cambios y sus acciones impactará el
lugar donde vivimos. Si esto no queda claro, la utilidad más vana de la historia puede
explicarse mediante una analogía, con un infante y la tetera donde su madre calienta el agua
para su alimento. En las primeras etapas de su vida aun cuando su madre no le permite
tocar el utensilio en altas temperaturas, después de que lo haga y sufra las consecuencias,
aprenderá de lo sucedido y sus futuras acciones serán evitar esa tetera a toda costa.
RESUMEN
I. Imborrables
III. Figuras
A finales de los sesenta Enrique vuelve a Colombia y continúa su labor con el diario El
Tiempo. El título del capítulo es sumamente acertado, pues precisamente en esta etapa de
su vida, tiene contacto con personalidades que vigorosamente marcaron el país, figuras
(que al hacer caso omiso de la nobleza de sus actos) cambiaron la historia nacional.
Con Jaime Arena Reyes, Santos tiene su primer contacto con el mundo guerrillero y aclara
lo que representaba ser uno de ellos en esa época, no un delincuente, más bien un valiente
sediento de justicia.
Jaime Bateman, ex militante de las Farc y fundador del Movimiento 19 de Abril, poseía
ideales revolucionarios y distintos a la de otros guerrilleros, no obstante, tiempo después el
movimiento toma un giro que lo hizo parecer más un grupo terrorista, que uno
revolucionario. Este accionar violento, es el detonante para que el gobierno inicie el primer
proceso de paz, del cual el autor de la obra es partícipe en 1983.
En este capítulo también hace crítica a los periodos presidenciales en Colombia y lo que
pensaba de los mandatarios, por ejemplo, textualmente afirma que Pastrana es -un opaco
político conservador- . Narra imprevistos y sospechas de las polémicas elecciones del
setenta en Colombia y destaca los gobiernos socialistas en Europa de Lech Walesa,
François Mitterrand, Andreas Papandreu y Felipe González.
IV. Los años del terror
Los ochenta para Colombia marcan una etapa llena de violencia, ahora sumándose a los
anteriores problemas los capos de la droga dejando miles de muertos, entre estos referentes
políticos pasando por servidores públicos hasta ciudadanos del común. Ofensivas que
repercuten por las leyes de extradición que los señores de la droga evitaban a toda costa.
Dejando como interrogante ¿Qué hubiese sucedido si los capos pagaban por sus actos aquí?
Quizá menos asesinatos y terror. Lo cierto es que hoy en día, este tipo de delincuentes
prefieren una condena en el exterior que morir en Colombia y así gozar de la fortuna
acaparada, después de algunos años en prisión.
Esta sección del libro narra cómo la prensa sufre en diversas ocasiones el narcoterrorismo,
como la muerte de Guillermo Cano, director de El Espectador. Las olas de violencia
vinieron acompañadas de secuestros como la de Pastrana hijo, de la cual Santos trabajó por
su liberación. También muestra la manera en que se persiguió a Escobar y los conflictos
que tuvieron con los consorcios económicos más grandes del país y Samper.
La rivalidad entre los ex presidentes Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos es evidente
para los colombianos, éste tópico del capítulo es donde más son nombrados y de donde
proviene su título, profetizando que con el tiempo la bondad de las intenciones de los
mandatarios saldrá a la luz, según The Economist, Santos reiría de último. Este capítulo
más que para expresar su opinión respecto al periodo presidencial de su hermano, Enrique
se toma la tarea de elogiar las consecuencias que el controversial proceso de paz del nobel,
trajo para Colombia. Las elecciones de 2018 son pruebas fehacientes de lo dicho, puesto
que se llevaron a cabo de manera pacífica y transparente (los autores divergimos del autor
en esto último) y en un país derechizado, la libertad con la que se votó por los postulados al
cargo, independientemente de su inclinación ideológica dio resultados interesantes y
positivos. Una alza en la popularidad de ideas progresistas que se traduce en una “mejor”
democracia.
Menciona las diferencias con el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y como sus tajantes
comentarios hacen que el pueblo pierda credibilidad en sus mandato. Sin embargo es
repetitivo en mencionar la carencia de capacidades comunicativas, lo que lo llevó a ser
distante de los ciudadanos que lo eligieron y gobernaba, perdiendo de esta manera
credibilidad y popularidad en las encuestas. En sus párrafos alude también al plebiscito
donde el No se impuso, creado para darle más piso popular a los diálogos según los
politólogos y las posibles causas por las cuales el Si no salió victorioso, como la débil
publicidad ante las agresivas campañas del No o las desafortunadas campañas de algunos
de sus ministros, como la concerniente a la sexualidad en un país de conservaduría
intrincada logrando la oposición de los altos cargos del catolicismo, con una población que
casi en su 80% son seguidores de esta religión. La supuesta impunidad para delitos atroces
que la prensa y redes sociales difundieron, donde sujetos de tal calaña no residirán un día
de sus vidas en un centro penitenciario, que si nos dedicamos a ojear el acuerdo final,
claramente no es así.
De esta manera culmina el gobierno de su hermano que tenía como ideal dejar una
Colombia unida, pero el tiro le salió por la culata con un país incuestionablemente
polarizado y el uribismo energizado.
COMPARACIÓN O RELACIÓN CON OTRAS OBRAS
Después de todo lo mencionado no podemos dejar de listar los siguientes trabajos literarios
que complementan y/o se relacionan muy bien con las temáticas planteadas en el presente
texto. Estas obras hacen alusión a los principales hechos sucedidos que Colombia en el
último siglo :
➢ PERSONAL
➢ ACADÉMICA
➢ PROFESIONAL