Es cada vez más común que propietarios o residentes de
edificios, conjuntos residenciales o centros comerciales, presenten derechos de petición ante la administración o el consejo de administración, solicitando estados de cuenta, copias de documentos, la ejecución de alguna obra o la asignación de algún bien común, por citar algunos ejemplos. Por lo anterior, nos parece pertinente recordar cuáles han sido las reglas establecidas por la Corte Constitucional, mediante sentencia T – 430 de 2017 y la reciente sentencia T – 217 de 2018, sobre la procedencia del derecho de petición ante propiedades horizontales y la obligación que tienen los consejos de administración y los administradores de responderlos, así como el tiempo y la forma en que deben hacerlo. Luego de una amplia explicación sobre la entrada en vigencia de la Ley 1755 de 2015 y los cambios que introdujo, la cual podrá leer con amplitud en el texto de la sentencia T – 430 de 2017, la Corte concluyó que “el derecho de petición puede ser interpuesto ante particulares que (i) presten servicios públicos o cuando, en razón de sus ocupaciones, realicen funciones públicas y sean asimilables a las autoridades; (ii) organizaciones privadas con o sin personería jurídica cuando a través de la petición se garanticen otros derechos fundamentales y (iii) cuando exista subordinación, indefensión o posición dominante, caso en el cual podrán ser interpuestas ante personas naturales o jurídicas.” En la misma sentencia la Corte estableció que los Consejos de Administración de las copropiedades están en la obligación de responder los derechos de petición que presentan los propietarios o sus representantes, para lo cual tuvo en cuenta las siguientes consideraciones: “El señor Diego Patiño Giraldo interpuso una petición solicitando copia de diferentes documentos ante el señor Marino Ríos Restrepo, en calidad de presidente del Consejo de Administración del Edificio Parque 125, el día dieciocho (18) de noviembre de dos mil dieciséis (2016), solicitud que hasta la fecha de interposición de la tutela no fue contestada”. Para verificar la vulneración del derecho fundamental de petición, la Sala Tercera de Revisión determinó que la petición fue suscrita por el señor Diego Patiño Giraldo, actuando en calidad de representante de una copropietaria y como miembro suplente del Consejo de Administración del citado Edificio, lo que a juicio de la Sala probó el interés que tenía al interponer la citada petición. Respecto de los supuestos establecidos en la Ley 1755 de 2015 y en la jurisprudencia constitucional sobre de la procedencia de la petición ante particulares, la Corte examinó la naturaleza jurídica de los Consejos de Administración, precisando que “si bien no se trata de una persona natural o una persona jurídica propiamente dicha, lo cierto es que se trata del uno de los más importante órganos de decisión dentro de la copropiedad y está integrado por personas naturales a quienes les corresponden ejecutar las determinaciones de la Asamblea”. En tal sentido, “pese a que el Consejo de Administración no es una persona jurídica, la propiedad horizontal de la cual forma parte sí se constituye como tal, de conformidad con el artículo 4 y siguientes de la Ley 675 de 2001”.
Para la Corte entonces “los miembros de la copropiedad
tienen la obligación de cumplir con las determinaciones del Consejo de Administración, como quiera que es el órgano elegido por la Asamblea General para cumplir los fines previstos en el reglamento. Por ese motivo, es razonable deducir que entre el Consejo de Administración y los miembros de la copropiedad existe una relación de subordinación, luego los primeros están en la obligación de recibir y tramitar las peticiones que los segundos interpongan con la finalidad de acceder a la información de la copropiedad que, en todo caso, es de interés común.” Le puede interesar: Silencio administrativo positivo frente a empresas de servicios públicos domiciliarios Por su parte, en cuanto al tiempo para responder, la obligación de notificar al peticionario y el contenido de la respuesta, la sentencia T – 217 de 2018, recordó las siguientes reglas: “las peticiones deben ser resueltas dentro del término legal establecido para ello y según la Ley 1755 de 2015 toda petición deberá resolverse en 15 días hábiles”, salvo que se trate de solicitud de documentos o información, en cuyo caso el término será de 10 días hábiles, o de una consulta, en cuyo caso el término se extenderá a 30 días hábiles siguientes a la fecha de la presentación de la petición. En cuanto a la forma de enterar al peticionario de la respuesta, la Corte indicó que “la notificación del peticionario implica la obligación de las autoridades y de los particulares de poner en conocimiento del interesado la resolución de fondo de su solicitud”. En conclusión, para la Corte en esta última sentencia, “hacer uso del derecho de petición permite que las personas puedan reclamar el cumplimiento de otras prerrogativas de carácter constitucional, como por ejemplo solicitar el cumplimiento de ciertas obligaciones o acceder a determinada información de las autoridades y de los particulares. En ese orden de ideas, el núcleo esencial de este derecho está compuesto por la posibilidad de presentar las solicitudes, obtener una respuesta clara y de fondo y, por último, la oportuna resolución de la petición y su respectiva notificación.”
Carlos Andrés Cifuentes Rojas
Abogado Universidad Santiago de Cali Especialista Derecho Disciplinario Universidad Externado de Colombia