Por favor, una copita en el estío solo de este valle. ¿Eso es imposible?

Muy bien:
entonces, entonces una jarra de negra… cerveza… con doble asa: —no me dirán que
la sirven en dedales— Oh Swift maldito. Y Palermo, con sus manteles a cuadros. Pensar
que… Pensar, bastaría una rápida carrera de sesenta kilómetros para plantarse frente
a la empleada misma de “Licor Hería”: ¡Empetacas.

Nada de perder el tiempo con sus tetas de loba: taca-taca, allá ella, la pobre suculenta.
Empetacas (temblor) ahí ¡ay! Asta Absenta.

A orillas del bar

Sin mentas
Sólo esta escansión
Puede alegrar
—Partitura de la K.—
Mi corazón
Experto en Bah y Bah y
Huir después de matar
Por un chiste
(Va…Ca…)
Menos pernod que el alpiste.
“Es la vida”, el ron
Roneo
Oh Romero
Es-Cupido
Para unos Bacacay
O el sinsentido
En la tierra:
El odio veo-veo
Ha
Ba
Ka
Kay
Más vale: habrá guerra.
Osvaldo Lamborghini
Tomado del Teatro Proletario de Cámara, pp. 47-48.
Cortesía de www.twitter.com/lamborghiniOL