El tribunal de Cristo (Romanos 14.10-12) (2 Corintios 5.9-10) La doctrina conocida teológicamente como el juicio de la iglesia, es uno de los temas más importantes de la biblia en cuanto a los cristianos se refiere, ya que este tema guarda relación directa entre Cristo y el futuro de nosotros como iglesia y como creyentes en particular. Es importante destacar y aclarar como punto de partida de este tema, que no hay, ni existe un solo pasaje en la biblia que apoye la enseñanza de que nosotros como iglesia vamos a vivir por la eternidad en el cielo. Lo que si enseña la biblia es que nosotros vamos al cielo por un periodo específico de siete años, mientras aquí en la tierra se lleva a cabo el evento conocido como la gran tribulación. (Daniel 12. 1-2) (Mateo 24.15-21) (Apocalipsis 6.1-17). Con respecto a lo que estamos desarrollando, siempre se ha hablado, de este tema de manera muy superficial al decir que este juicio, o tribunal, que es la forma como el apóstol Pablo lo llama, es para ser galardonados por nuestro Señor Jesucristo y no para condenar y en realidad es así; ya que este tribunal hace alusión o es comparado con el pódium o tarima que se usaba en la Grecia antigua para premiar a los ganadores de las olimpiadas. Sin embargo este tema lleva implícito realidades mucho más profundas y delicadas que es necesario que la iglesia los conozca a cabalidad y que serán tocados bíblica y escrituralmente en este estudio, tales como: las cosas que hicimos pero que Dios no nos mandó a hacer, las cosas que no hicimos pero que Dios nos mandó a hacer, y lo útil o inútil que fuimos en el reino. Pasemos a definir etimológicamente el concepto de tribunal, y los pasajes que hemos tomado como base. La palabra tribunal que utiliza el apóstol Pablo para referirse a este juicio, es la palabra griega “BEMA” que indica un juicio que se realizara no con la finalidad de encontrar un culpable para condenarlo, sino para evaluar el desempeño que se tuvo en una misión, o llamado encomendado, con el fin de otorgar premios o galardones de acuerdo a la manera en que la misma fue llevada a cabo. Romanos 14.10-12 10. Pero tú, ¿Por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿Por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. 11. porque escrito esta: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblara toda rodilla, y toda lengua confesara a Dios. 12. de manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. En este pasaje bíblico el aposto Pablo nos da referencia de una de las varias características que tendrá este juicio, y es que cada uno de nosotros de manera individual y particular se presentara ante Jesús para darle cuenta de lo que él nos mandó a hacer, no de lo que nosotros hicimos por muy bueno y justo que nos haya parecido, ya que para el Señor no cuenta tanto el que hagamos muchas cosas en su obra, sino el que hagamos su perfecta voluntad, ya que el realizar su voluntad; esto es, lo que él nos mandó a hacer, es lo único que nos garantizara el ser premiados y coronados en el cielo y de esta manera no tener que presentarnos delante de el avergonzados. 2 corintios 5.9-10 9. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10. porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. Debemos tomar en consideración que en dicho tribunal no se tomara en cuenta el pecado que cometimos mientras estuvimos aquí en la tierra, sino que será considerado todo aquello que no hicimos por causa del pecado que cometimos; por eso en necesario analizar que la expresión bueno o malo no está relacionado con pecaminosidad, sino con inutilidad; ya que como se dijo al principio, este tribunal o juicio no es para condenar, porque por algo estamos en el cielo; sino para galardonar a aquellos que hayan sido merecedores de los mismos, porque como lo enseña el mismo apóstol, desde el momento en que cada uno de nosotros acepto el plan de salvación, dimos inicio a una carrera, la cual terminara el día en que Jesús aparezca para llevar a la iglesia al cielo, o cuando nuestra vida terrenal se acabe, por lo tanto esta carrera se debe correr de manera legítima, bajo los preceptos y normas establecidos por Dios para cada uno de nosotros. 1 Corintios 9.24-27. 24. ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26. Así que, yo de esta manera corro, no como a la aventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27. Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. Es importante dejar en claro que el termino eliminado al final del versículo 27, no está relacionado con perder la salvación como muchos lo han hecho ver; ya que en el texto original griego no es eliminado, sino desaprobado o lo que lo mismo, descalificado; ya que a lo que se está haciendo referencia es a una carrera. El apóstol Pablo, siendo el hombre que mayor revelación recibió en la historia de la iglesia, nos muestra un cuadro donde se especifica las características que tendrá el tribunal de Cristo, mostrando de manera clara que se juzgara en dicho tribunal; pasemos a analizar el pensamiento del apóstol. 1 Corintios 3.10-15. 10. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire como sobreedifica. 11. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13. la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarara, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego la probara. 14. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedifico, recibirá recompensa. 15. si la obra de alguno se quemare, el sufrirá perdida, si bien el mismo será salvo, aunque así como por fuego. Haciendo un análisis detallado del pasaje bíblico en cuestión, haciendo uso de las herramientas de interpretación bíblica y siguiendo la ilación del pensamiento, Pablo presenta de manera más detallada, el escenario y la manera en que se desarrollara el juicio de la iglesia, tomando en cuenta varios factores: 1. El apóstol se presenta como el escogido por parte de Dios para transmitir y de echar el fundamento del evangelio el cual es Jesucristo mismo, ya que la doctrina de nuestra fe le fue revelada de manera absoluta a Pablo. El oro, plata, piedras preciosas, paja, heno, hojarasca, representan el tipo de material con el que cada uno de nosotros se presentara ante Jesús en aquel día. Los minerales metálicos a los que hace Referencia el apóstol Pablo, son un tipo de material que no es extinguible y por lo tanto son resistibles al fuego. El haber hecho la voluntad de Dios en cuanto a la escogencia específica a la cual fuimos llamados, está representado en el pasaje por el oro, plata y piedras preciosas; de manera que si nos presentamos delante del Señor con nuestra obra cumplida y fuerte como este mineral, al pasar por el fuego que representa el juicio, la misma no se extinguirá; es decir, será aprobada por el señor y por consiguiente recibiremos recompensa. Por el contrario, si nos presentamos delante del Señor con paja, heno u hojarasca, indica que nuestra obra no estuvo fundamentada en la voluntad de Dios y que por lo tanto al pasar por el fuego se consumirá o extinguirá; lo que quiere decir que no fue aprobada por el Señor; esto tendrá como resultado que el creyente tendrá pérdida de galardones y pérdida de tiempo. Efesios 5.14-17 14. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrara Cristo. 15. mirad, pues, con diligencia como andéis, No como necios, sino como sabios, 16. aprovechando bien el tiempo porque los días son malos. 17. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor. En este pasaje bíblico, Pablo exhorta a la iglesia y cada uno de los miembros que la integran, a tomar una actitud de compromiso con respecto al andar en la voluntad perfecta de Dios. En el original griego, la palabra tiempo tiene dos significados, el uno es “KRONOS” que está relacionado con el tiempo de los hombres y se expresa en segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, decenios, milenios, etc. El otro significado es “KAYROS” que está relacionado de manera directa con el tiempo de DIOS en la vida del hombre, por lo tanto, hablar de KAYROS, es experimentar y entender el momento especifico en el que Dios a determinado intervenir para que un individuo cumpla una misión específica, dándole o presentándole al hombre las oportunidades necesarias para que el mismo pueda llevar a cabo esa misión o llamado. Entendiendo esto, podemos ver que el texto lo que quiere decir es: aprovechando bien las oportunidades que se nos presentan porque los días son malos. El último versículo nos lo aclara ya que forma parte del contexto del pensamiento del apóstol, llamándonos a saber, conocer y entender cuál es la voluntad de Dios para nuestra vida para que de esta manera enfocados en esa voluntad específica, empleemos todo nuestro tiempo y toda nuestra fuerza, y de esta manera no tener que avergonzarnos de nada en aquel día del Señor. Todo lo anteriormente expuesto, nos debe llevar a la reflexión sobre cómo estamos llevando la obra de Dios, y de qué manera estamos cumpliendo la misión encomendada por él. Aprovechar bien el tiempo, es comprender que nuestra vida es corta y que por esa visa le daremos cuenta al Señor. Aprovechar bien el tiempo, es vivir la santidad de Dios a plenitud, ya que aunque a veces pensemos que hay tiempo, la verdad es que no hay tiempo para perder tiempo, no hay tiempo para el pecado, para el chisme, para la contienda, para la rebeldía, para la calumnia, para la mentira, para la trampa, la sed de prestigio, la competencia, el ego, el orgullo. Aprovechar bien el tiempo, implica que nunca Dios podrá desarrollar en nosotros sus Kayros, es decir, su propósito; si nosotros no aprendemos a administrar nuestro Kronos, esto el tiempo de vida que él nos ha regalado. El ser humano siempre se ha dejado llevar por lo exterior, y es eso lo que nosotros juzgamos, pero la verdad es que en aquel día el Señor juzgara también el motivo y las intenciones que nos motivaron a hacer las cosas mientras estuvimos en esta tierra. Siempre se juzga el pecado que se ve, pero aquellas cosas que el hombre no puede ver el señor las revelara en aquel día, porque el, que conoce todas las cosas, también conoce los motivos incorrectos que hay en el corazón. Jeremías 17.9-10. 9. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá? 10. Yo Jehová, que escudriño la mente, y el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. 1 Corintios 4.5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarara también lo oculto de las tinieblas, y manifestara las intenciones de los corazones, y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. Pablo es el vivo ejemplo de alguien que entendió que por sobre todas las cosas estaba la voluntad de Dios en su vida, y lo pudo experimentar aunque el deseo de su corazón y sus intenciones fueran otras. Hechos 16. 6-10 6. Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia. 7. y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. 8. y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. 9. Y se le mostro a Pablo una visión de noche: Un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: pasa a Macedonia y ayúdanos. 10. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio. Aquí notamos claramente como en el ministerio de Pablo, Asia y Bitinia representan la obra de Dios porque allá se quería predicar el evangelio; pero Macedonia representa la voluntad de Dios. Nuestro Señor Jesucristo no fue la excepción en este particular, ya que él supo discernir entre la obra de Dios y su voluntad. San Juan 4. 34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y acabe su obra. En esta ocasión vemos que primero está la voluntad de Dios y luego su obra. Espero en el señor que a través del conocimiento y de la iluminación de las santas escrituras, podamos conocer su perfecta voluntad, y de esta manera poder encaminarnos y correr esta carrera con la plena seguridad y convicción de que al final, en aquel día seremos premiados y galardonados en el cielo por nuestro Señor Jesucristo, tal cual como lo expreso el apóstol Pablo. 2 Timoteo 4.6-8 6. Porque ya yo estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8. Por lo demás, me esta guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. BENDICIONES !!!