Universidad Autónoma de Querétaro Facultad de Psicología

Prácticas Clínicas II Manifestaciones Subjetivas de la Posmodernidad

El psicoanálisis y los debates actuales

Este artículo de la autora Rosa Aksenchuk pone sobre la mesa la cuestión

respecto al desprestigio que ha sufrido el psicoanálisis en cuanto a su papel como

teoría, metodología y técnica para el tratamiento de los padecimientos y

malestares subjetivos, especialmente frente a los paradigmas científicos

empiristas y positivistas. Los enormes avances de la ciencia y la tecnología han

provocado, junto con el paradigma capitalista y utilitarista, que el ser humano deje

su estatuto de ser y se convierta en un objeto operable, una maquina capaz de

reprogramarse y optimizarse.

Si bien, la economía requiere de la mayor velocidad para el progreso y el

crecimiento de los poderes adquisitivos del Estado, es evidente que no así puede

manipularse a la velocidad necesaria el funcionamiento de las personas, aunque

esto es -y sin parecer ridículo para las más altas eminencias políticas y científicas-

, una meta y un objetivo obvio, evidente e indispensable de la humanidad.

Reducir la subjetividad, indica la autora, es uno de los objetivos (subyacentes) a

las políticas sanitarias estatales de Francia, país aquejado, entre otras cosas, por

el padecimiento de la depresión. Este tema es el punto de partida para el artículo

de Aksenchuk y se indica cómo la neurociencia y las terapias comportamentales

han tenido un auge arrollador en las últimas décadas aunque lo que preocupa a la

autora es el trasfondo de control y curación para los individuos para los fines del

mercado y el Estado.
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Prácticas Clínicas II Manifestaciones Subjetivas de la Posmodernidad

No hay interrogación detrás de los malestares subjetivos, ni indagación más allá

de los alivios superfluos y efímeros que traen consigo los fármacos o las terapias

cognitivas: las teorías no siempre sirven para aliviar a las personas, ni mucho

menos; la cuestión pulsional que puede hacer de una persona un mártir andante,

un (inconsciente) condenado que carga con una cruz es evadida por terapéuticas

que apuntan solo al acoplamiento de estos sujetos a los ideales y modelos

socialmente impuestos: la felicidad, el éxito, la salud, el bien-estar…

Además, llama la atención el “resurgimiento” de cierto “oscurantismo”: es obvio

que en nuestro contexto, la capital queretana del 2019, pueden encontrarse por

doquier anuncios, invitaciones, comerciales, publicidad y demás atestando los

medios de comunicación sobre temas como las terapias alternativas, por una

parte, el coaching y los programas de crecimiento y autoayuda, por otra, y, por

último, las ya tan tradicionalmente mexicanas, costumbres de acudir a los

remedios caseros, la religión y la “magia” (brujería y limpias, por ejemplo),

herederas de los rituales más antiguos y desvirtuados en la actualidad para fines

meramente comerciales y de lucro.