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Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Instituto de Ciencias Económico Administrativas


Licenciatura en administración
Asignatura: Taller de investigación
Alumno: Baños Hernández Alfonso Isai

Análisis de: El arte de amar

Erich Fromm nace en Frankfurt (Alemania) en 1900. Psicoanalista y


pensador alemán célebre por aplicar la teoría psicoanalítica a problemas
sociales y culturales. Descendiente de familia judía. Tan sólo tenía 14
años cuando estalló la I Guerra Mundial, quedando realmente
impresionado por la naturaleza de la conducta humana, siendo incapaz
de comprender un acto tan irracional. Durante su etapa escolar, Fromm
estudiaría con gran interés a Freud y Marx, encontrando en éste primero
una forma de comprender la personalidad humana y las influencias
sociopolíticas expuestas por Karl Marx. En 1925 comenzaría a ejercer
como psicoanalista, siendo posteriormente nombrado profesor de la
universidad de su ciudad natal. Durante los años 30 daría a conocer sus
primeros trabajos sobre psicología religiosa, trabando estrecho contacto
con pensadores de la Escuela de Frankfurt, tales como Marcuse, Adorno
o Benjamin. En 1949 se traslada a Cuernavaca (México), de cuya
universidad sería profesor. Por entonces fue desarrollando una teoría
política acorde con sus ideas anteriores, que llamó "socialismo
humanista comunitario", cuya finalidad apuntaría a devolver al ser
humano aquellas capacidades que no puede desplegar por causa de la
enajenación a que está sometido. La sociedad sana (1955) y El arte de
amar (1956) afianzarían su prestigio, sobre todo en ambientes
universitarios. En estos textos escribiría acerca de su teoría del "amor
maduro" como ingrediente para una realización individual que permitiera
escapar a la enajenación producida por la sociedad de consumo o la
omnipotencia del propio Estado. Se empeñaría en armonizar el
marxismo y el psicoanálisis, al mismo tiempo que abrazaría en su
pensamiento las aportaciones de Oriente, siendo fruto de esta reflexión
su obra Budismo zen y psicoanálisis.

RESUMEN TEMÁTICO

El arte de amar tiene como premisa saber si el amor en realidad es un


arte, y es que el autor así lo confirma, menciona que la mayoría de las
personas no sabe amar y que en realidad vemos a las personas como
objetos, en primera instancia solemos fijarnos en alguien por su físico y
no por su actitud, y es que la realidad es que nuestra sociedad se basa
en el intercambio de lo que podemos ofrecer, y es ahí cuando las
personas suelen enamorarse al pensar que han encontrado el mejor
sujeto disponible en el mercado dentro de los límites de sus propias
posibilidades de intercambio, puede que esa chica que te sonríe siempre
por los pasillos de la escuela, sea la más agradable y cariñosa que te
vas a encontrar en mucho tiempo, pero como no coincide a la perfección
con tu prototipo ideal de novia prefieres no hacerle mucho caso, es
probable que ese chico que insiste en invitarte a salir sea la persona
más divertida con la puedas estar, pero como no coincide con el
estereotipo ideal de pareja prefieres no hacerle caso.

También se hace una crítica sobre algunos de los pensamientos de


Sigmund Freud, ya que éste dice que el amor es la expresión del instinto
sexual. Hace una sobre valoración de lo sexual. Aunque el autor dice
que no critica a Freud por acentuar excesivamente la sexualidad, sino
por su fracaso por comprenderla con profundidad.

Después de explicar sus orígenes comienza a hablar sobre el amor entre


padres e hijos. El amor materno y el paterno son diferentes. El primero
es incondicional, el amor de la madre hacia su hijo es por su vínculo
carnal, no porque éste le satisfaga alguna condición específica. Es el
hogar de dónde venimos. Sin embargo el amor paterno es diferente,
significa la ley y el orden, la disciplina, los viajes y la aventura. Éste
debe ganarse y va acompañado del sentimiento de que puede perderse
con la desobediencia. A veces los niños tratan de buscar igualdad entre
el cariño de la madre y el del padre, y al observar que la forma de amar
de cada uno es diferente pueden sentirse decepcionados, heridos, e
incluso no queridos.

Más tarde se distingue entre otros tipos de amor. Comienza por el


fraternal, que es el sentido de responsabilidad, cuidado, respeto y
conocimiento con respecto a cualquier ser humano. Se basa en la
experiencia de que todos somos uno, y en que las diferencias de
inteligencia, talento... son despreciables en comparación con la
identidad de la existencia humana común a los hombres. Es el amor al
que se refiere en la Biblia cuando dice que hay que amar al prójimo.
Vuelve a hablar del amor materno, diciendo que éste es el responsable
del cuidado y conservación de la vida del niño y su crecimiento. El amor
maternal por el niño crece y no desea nada para sí. Continúa con el
amor erótico, que es una atracción completamente individual, única
entre dos personas específicas, y que es un acto de voluntad. Luego
está el “amor a sí mismo”. Dice que mientras ames a otra persona
menos que a ti mismo no lograrás realmente amarte. Como último tipo
de amor nos habla del que tenemos hacia Dios. Profundiza sobre todo
desde un punto de vista cristiano, aunque aclara que personalmente no
piensa en función de un concepto teísta, y que en su opinión el concepto
de Dios es solo un concepto históricamente condicionado en el que el
hombre ha expresado la experiencia de sus poderes, su anhelo de
verdad y de unidad en un determinado periodo histórico. También
compara la vivencia del amor hacia Dios desde otras religiones y
culturas orientales. Nos dice que la lógica paradójica llega así a la
conclusión de que el amor a Dios no es el conocimiento de Dios
mediante el pensamiento, ni el pensamiento del propio amor a Dios,
sino el acto de experimentar la unidad con Dios. Es decir, el amor a Dios
es fundamentalmente una experiencia mental. Fromm dice que no se
puede separar de del amor de los padres, ya que si una persona emerge
de una relación incestuosa con la madre, o de una dependencia infantil
del padre, no puede desarrollar un amor maduro a Dios.

A todos nos gusta enamorarnos, vemos películas románticas,


escuchamos canciones sobre amor, leemos historias románticas,
enamorarse es algo que nos produce placer y que buscamos casi a
donde quiera que vamos, algo que nos hace sentir bien, algo que nos
llena de satisfacción y convertirnos en una de las personas mas felices
del mundo, pero si enamorarnos es algo que nos produce tanta felicidad
y que podemos disfrutar tanto, ¿Por qué no lo hacemos más a menudo?,
¿Por qué decidimos pasar la mayor parte de nuestro tiempo solos,
buscando a la persona perfecta? La mayoría de nosotros pensamos en el
amor como esa euforia que sentimos cuando empezamos a salir con
alguien, esa especie de felicidad que experimentamos durante las
primeras semanas, pero lo que debemos saber es que en realidad esa
sensación está condenada a desaparecer pasado el tiempo tú y la otra
persona se llegaran a conocer muy bien, conocerán sus cualidades,
defectos, gustos, pasiones, ideas y decepciones, llegado ese tiempo se
conocerán tan bien que puede que nos aburramos el uno al otro y en
ese momento puede que lo único que los mantenga juntos sea la
costumbre y comodidad de estar con el otro. El amor no se trata de
encontrar el objeto adecuado, sino de aprender a querer al otro,
debemos de dejar de ver al amor como algo que nos sucede y empezar
a verlo como algo que podemos elegir por nosotros mismos.
Considero que este libro principalmente nos deja cuatro puntos clave y
estos son:

1.- No trates a las personas como objetos, vivir toda tu vida pensando
que de alguna manera mejor que los demás o eligiendo tus relaciones
personales de acuerdo a criterios externos es la mejor manera de no
disfrutar de nada, ni nadie nunca, pensar en las personas como objetos
personales que tienen un precio o una etiqueta que te dice si puedes
pasar o no tiempo con ellas es la mejor manera de pasar el resto de tu
vida solo.

2.- Céntrate en la relación que tienes con esa persona con la que estas
o te gustaría estar en vez de la persona en sí, tanto si una actriz o un
cantante se fijara en nosotros no nos serviría absolutamente de nada si
la relación resultara ser la peor de nuestras vidas, quédate con esa
persona que parece que cuando estas con ella el tiempo vuela.

3.- Gran parte del éxito de una pareja reside en el apego y la química, si
eliges a tu pareja de misma manera en la que eliges un coche, por su
aspecto físico o por su precio es posible que acabes con un objeto muy
bonito pero incapaz de llevarte a un lugar que valga la pena.

4.- Enamórate es gratis y te hará sentir como una de las personas más
afortunadas del mundo.

Nos dice también que el amor no es algo pasajero y mecánico, como a


veces nos induce a creer la sociedad de hoy. Muy al contrario, el amor
es un arte, el fruto de un aprendizaje. Por ello, si queremos aprender a
amar debemos actuar como lo haríamos si quisiéramos aprender
cualquier otro arte, ya sea la música, la pintura, la carpintería o el arte
de la medicina. O, por lo menos, no dedicar nuestra energía a lograr el
éxito y el dinero, el prestigio y el poder, sino a cultivar el verdadero arte
de amar. “El amor intenta entender, convencer, vivificar. Por este
motivo, el que ama se transforma constantemente. Capta más, observa
más, es más productivo, es más él mismo.” Comparto que el amor se
está desintegrando en la sociedad en la que vivimos. En ella todo es de
usar y tirar, nada dura para siempre. Eso se está transmitiendo a todos
los ámbitos de nuestra vida. Mucha gente tiene miedo a la soledad y por
ello se casa. Busca en el matrimonio un equilibrio en su vida que cree
sólo éste se lo puede proporcionar. Muchos sienten la necesidad de
tener pareja porque si no piensan que han fracasado en un aspecto de
su vida. El amor es un sentimiento que surge espontáneamente y no se
le puede obligar a que aparezca en el momento de la vida que tu elijas.
Por esa prisa, la gente se hace falsas esperanzas sobre lo que realmente
no es amor, sino una atracción física y al cabo de cierto tiempo descubre
que se había equivocado. Por otra parte está el tipo de amor que nos
quieren hacer creer algunas películas o series de televisión en el que
todo es perfecto, y si hay algún problema es que ahí no hay amor. Eso
no es cierto, ya que la convivencia es muy difícil, y no todo son alegrías.
Esas falsas informaciones pueden llegar a confundirnos hasta tal punto
que pensemos que no existe el amor ya que el que encontramos en
nuestra sociedad no se parece ni de lejos a la que nos plantean. El otro
tipo de desintegración del amor según Fromm es concebirlo como algo
únicamente sexual. Ese es un grave error muy habitual en la sociedad
actual, y también está incrementado por la influencia de las películas,
libros... que tratan al amor como algo superfluo reduciéndolo al ámbito
sexual, que es una de las muchas parcelas que éste abarca. El amor
hacia Dios también está desapareciendo. Cada vez más, la gente opta
por la opción de no creer y rechaza una divinidad superior al hombre. La
gente que sí lo hace suele ser porque es una costumbre en su sociedad
o en su entorno familiar. Pero realmente no aman a Dios, simplemente
es algo que les ha venido dado desde que nacieron. Vivimos en un
mundo en el que estamos muy ocupados y no solemos pararnos a
pensar sobre nuestra vida, y en consecuencia sobre nuestros
sentimientos hacia Dios. Respecto a la forma de amar entre padres e
hijos, yo pienso que el papel de la madre y del padre no debería de estar
tan diferenciados. La figura materna no debería ser prácticamente la
única fuente de amor, sino que ésta debería estar más compartida, al
igual que la figura autoritaria atribuida por costumbre al padre. Eso es
algo que antes ere así porque se vivía en una sociedad machista, pero
ahora que están cambiando las cosas, también debería hacerlo la
familia. Fromm reincide mucho en el amor de madre, lo que me lleva a
pensar que le da gran importancia, lo cual para mí es lógico, ya que es
difícil encontrar a alguien que ame tanto a su pareja y tan por encima
de todo y de todos como lo hace una madre con su hijo, por no decir
imposible. Aunque en otras facetas de su vida se muestre egoísta,
cuando está con su hijo todo cambia para convertirse en una persona
capaz de darlo todo por su niño. Para mí, esa es una gran diferencia
entre el amor maternal y el paternal. Yo creo que el niño suele sentir
que el amor de la madre es incondicional mientras que el del padre
puede llegar perderlo. Pero por supuesto siempre hay excepciones, y
cada familia es un mundo.

En conclusión de este libro se pueden extraer distintas visiones del


amor, y no sólo del que estamos acostumbrados a ver, que es el amor
de pareja. La idea principal que el autor quiere expresar en este libro es
que el amor es una respuesta a la pregunta sobre nuestra existencia. Si
todos nos amáramos los unos a los otros en teoría todos los problemas
desaparecerían ya que seríamos incapaces de hacerle daño a nadie. El
amor siempre es una buena solución.

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