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LAS SERVIDUMBRES

EN MATERIA DE AGUAS
REAL ACADEMIA DE LEGISLACIÓN Y JURISPRUDEN-
CIA

CUADERNOS
11

LAS SERVIDUMBRES
EN MATERIA DE AGUAS
por

Emilio Pérez Pérez


Académico de número de la Real Academia
de Legislación y Jurisprudencia de Murcia
6 EMILIO PÉREZ PÉREZ

MURCIA 2002
Copyright© 2002, by Emilio Pérez Pérez
ISBN: 84-95549-17-4
Depósito Legal: MU-1927-2002
Printed in Spain - Impreso en España
Producción Gráfica: Ediciones Myrtia S.L.
C/. Esc. Roque López, 5
Tlf. y Fax: 968 24 45 99
(30008-MURCIA)
ÍNDICE

ABREVIATURAS

I. LA LLAMADA "SERVIDUMBRE NATURALDE LAS AGUAS". 11


1. Antecedentes legislativos: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2. Regulación Legal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
A) Regulación actual en la legislación de aguas. ......... 12
B) Descenso de las aguas sin intervención humana. . ..... 13
C) Descenso de las aguas con intervención humana. ..... 13

II. SERVIDUMBRE DE USO PÚBLICO EN INTERÉS GENERAL


DE LA NAVEGACIÓN, LA FLOTACIÓN, LA PESCA Y EL SAL-
VAMENTO,Y SERVIDUMBRE DE CAMINO DE SIRGA. . . . . .
1. Antecedentes legislativos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2. Regulación legal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
A) Riberas y márgenes. ............................ 18
B) Limitaciones de las márgenes. .................... 19
C) Limitaciones de las zonas de policía. ............... 21
D) Camino de sirga. ............................... 22

III. SERVIDUMBRE DE ESTRIBO DE PRESA. . . . . . . . . . . . . . . 25


1. Antecedentes legislativos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2. Regulación legal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

IV. SERVIDUMBRE DE SACA DE AGUA Y ABREVADERO. . . 29


1. Antecedentes legislativos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2. Análisis del contenido de esta servidumbre. . . . . . . . . . . . . . 30
9 EMILIO PÉREZ PÉREZ

3. Regulación legal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

V. SERVIDUMBRE DE ACUEDUCTO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
1. Antecedentes legislativos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2. Regulación legal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
A) Consideraciones generales: ...................... 35
a)Noción. ..................................... 36
b) Carácter continuo y aparente. ................... 39
B) Expediente de establecimiento de la servidumbre, formas de
construcción y requisitos de constitución. ............... 41
a) Expediente de establecimiento de la servidumbre. ... 41
b) Formas de construcción. ....................... 42
c) Requisitos de constitución: ...................... 43
a’) Disponibilidad del agua. ..................... 43
b’) Tenencia de la finca que será predio dominante. .. 46
c’) Paso más conveniente y menos oneroso para el pro-
pietario o propietarios del o de los predios sirvientes. 47
d’) Que el predio sirviente no esté excluido de la consti-
tución de servidumbre de acueducto. ........... 49
e’) Indemnización. ............................. 51
C) Facultades y deberes de los dueños de los predios dominante
ysirviente: ........................................ 52
a) Facultad de construir, conservar y utilizar la conducción 52
b) Prohibición de todo acto que obstaculice el ejercicio de la
servidumbre . ................................... 53
c) Facultad de hacer obras sobre el acueducto que no perju-
diquen ni imposibiliten las reparaciones y limpiezas nece-
sarias del acueducto. ............................. 53
D) Extinción de la servidumbre . ......................... 55
E) Supuesto del artículo 70 del Real Decreto Legislativo 1/2001,
de 20 de Julio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la
Ley de Aguas: realización material de las cesiones de derechos
concesionales acordadas. ............................ 56

VI. SERVIDUMBRE DE PARADA O PARTIDOR . . . . . . . . . . . . . 59


1. Antecedentes legislativos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 10

2. Regulación legal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
3. Requisitos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

VII. ORDEN DE PRELACIÓN DE LAS NORMAS REGULADO-


RAS DE LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS. . . . 63

VIII.SUPUESTOS DE SERVIDUMBRES ESPECIALES REGULA-


DAS EN EL REGLAMENTO DEL DOMINIO PÚBLICO
HIDRÁULICO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
1. Servidumbre de acceso a zonas de dominiopúblico hidráulico. 65
2. Ocupaciones temporales de terrenos para depósitosde materia-
les motivados por la acción de las aguas. . . . . . . . . . . . . . . . . 66

JURISPRUDENCIA EN MATERIA DE SERVIDUMBRES


RELATIVAS AL AGUA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
11 EMILIO PÉREZ PÉREZ

ABREVIATURAS

Art. Artículo
C.c. Código Civil
Cf. Certiorem facere = ver
Cit. Citado
L.a. Ley de Aguas
Lug. lugar
Pág. Página
RDPH Reglamento del Dominio Público Hidráulico
S Sentencia
ss. siguientes
STS Sentencia del Tribunal Supremo
TR Texto Refundido
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 12

I. LA L L A M A D A "SERVIDUMBRE NAT U R A L
DE LAS AGUAS".

El artículo 552 del Código Civil establece que “los pre-


dios inferiores están sujetos a recibir las aguas que natural-
mente y sin obra del hombre descienden de los predios supe-
riores, así como la tierra o piedra que arrastran en su curso. Ni
el dueño del predio inferior puede hacer obras que impidan
esta servidumbre, ni el del superior obras que la agraven”.

1. Antecedentes legislativos:
Los principales antecedentes de la llamada "servidumbre
natural de las aguas" los encontramos en la Ley I del Digesto
("De aqua et aquae pluviae arcendae") y en las Leyes XIII y
XIV de la tercera Partida, título XXXII, que se refería a las
tres maneras en que podrían los hombres recibir daño de las
heredades de los otros; de ellas, la primera es natural: "ca
maguer corra el agua de la heredad que esta mas alta a la que
esta mas baxa, o descienda piedras, o tierra por movimiento
de las aguas, o en otra manera que non sea fecha maliciosa-
mente, por manos de omes, e fagan y daño, non es culpado
13 EMILIO PÉREZ PÉREZ

aquel cuya es la heredad que esta mas alta, nin es tenido de lo


pechar".
La Ley de Aguas de 3 de Agosto de 1866 regulaba con
todo detalle, en los artículos 111 a 116, entre otros casos, las
llamadas servidumbres naturales de las aguas, facultando
tanto al dueño del predio inferior o sirviente -art. 113- como
al del superior o dominante -art. 114- a hacer ribazos, male-
cones o paredes que permitieran aprovechar las aguas e impe-
dir que causasen desperfectos, y la Ley de 13 de Junio de
1879 repetía prácticamente estos preceptos en los artículos 69
a 74.

2. Regulación Legal.
A) Regulación actual en la legislación de aguas.
En el art. 47.1 del TR de la Ley de Aguas, de 20 de Julio
de 2001, se reproduce el art. 552 del C.c. (que se había toma-
do del primer párrafo del art. 69 de la L.a. de 1.879) y el art.
47.2 de dicho TR de L.a. se inspira en la segunda parte del art.
69 de la Ley de 1.879, modificándolo ligeramente. Se regula
así la llamada servidumbre natural de las aguas o el descenso
de las mismas "sin obra del hombre", si bien se añade un pre-
cepto que considera también el supuesto especial de interven-
ción de la "obra del hombre".
Considera la mayoría de la doctrina que estos preceptos
no contienen una verdadera servidumbre sino un límite del
dominio, una relación de vecindad entre predios ubicados
sucesivamente a lo largo del discurrir natural de unas aguas.
Quedará excluido todo supuesto de curso de aguas que no sea
natural, y, conforme a ello, el art. 47.2 del TR de la L.a. esta-
blece que si las aguas fueran producto de alumbramiento,
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 14

sobrantes de otros aprovechamientos, o se hubiese alterado de


modo artificial su calidad espontánea, el dueño del predio
inferior podrá oponerse a su recepción, con derecho a exigir
resarcimiento de daños y perjuicios, de no existir la corres-
pondiente servidumbre.
El art. 16 del RDPH reproduce el art. 45 de la L.a. de
1985.

B) Descenso de las aguas sin intervención humana.


El artículo 552 del C.c. regula únicamente este supuesto,
denominado "servidumbre natural de las aguas". El Código
no hace más que proteger el discurrir natural de las aguas que
descienden, naturalmente, de los predios superiores a los infe-
riores, imponiendo deberes jurídicos concretos a los propieta-
rios de unos y otros: no hacer los primeros obras que agraven
la situación y no realizar los segundos obras que impidan el
descenso natural de las aguas.
La STS de 14 de Marzo de 1997 recoge los tres presu-
puestos para que surja dicha servidumbre, a saber:
a)que las fincas afectadas deben estar situadas en línea
descendente las unas de las otras.
b)que a tenor de lo que dice la Sentencia de 12 de enero
de 1906, las fincas en cuestión han de ser de naturaleza rústi-
ca, nunca urbana.
c)que el discurrir de las aguas debe estar constituido por
un curso natural de las mismas, sin intervención, en mucho o
en poco, de la mano del hombre.

C) Descenso de las aguas con intervención humana.


El art. 47.2 del TR de la L.a., reproducido en el art. 16.2
15 EMILIO PÉREZ PÉREZ

del RDPH, establece -como hemos visto- que si las aguas


fueran producto de alumbramiento, sobrantes de otros apro-
vechamientos, o se hubiese alterado de modo artificial su cali-
dad espontánea, el dueño del predio inferior podrá oponerse a
su recepción, con derecho a exigir resarcimiento de daños y
perjuicios, de no existir la correspondiente servidumbre.
La redacción de este precepto implica que, en realidad, se
contempla en él un supuesto muy diferente al de vertiente
natural de las aguas, que es el único que considera el art. 552
del C.c. Cuando por obra del hombre (alumbramiento de
aguas subterráneas, aguas sobrantes de cualquier aprovecha-
miento, aguas procedentes de industrias u otras actividades
que alteren la cantidad o calidad de las aguas vertientes, etc.)
se modifique la situación natural y se produzcan daños y per-
juicios, quienes los sufran tendrán derecho a exigir la corres-
pondiente indemnización y si la evacuación de estas aguas
distintas a las que vierten naturalmente lo exigiera, podrá
imponerse la correspondiente servidumbre forzosa de acue-
ducto por el Organismo de cuenca correspondiente, conforme
a lo previsto en el art. 48.1 del TR de la L.a., debiendo el
beneficiario indemnizar los daños y perjuicios ocasionados al
predio o predios sirvientes como consecuencia de la constitu-
ción de esta servidumbre (art. 48.5 de la L.a.). La STS de 23
de Diciembre de 1988 se refiere a un supuesto de vertido
industrial y admite la acción negatoria de servidumbre plante-
ada, "declarando la libertad de los predios propiedad de los
actores, de cualquier servidumbre de aguas a favor de la
Industria propiedad de la entidad demandada, condenando a
esta última a estar y pasar por tal declaración, y a cesar en la
limitación que supone el desagüe denunciado"; todo ello sin
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 16

perjuicio de lo dispuesto en el art. 536 del C.c. y en el


Capítulo II, Título VII, Libro II del mismo si, en su caso, pro-
cediera.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 18

II. SERVIDUMBRE DE USO PÚBLICO EN


INTERÉS GENERAL DE LA N AVEGACIÓN,
L A F L O TACIÓN, LA PESCA Y E L SALVA -
M E N TO, Y SERVIDUMBRE DE CAMINO DE
SIRGA.

El artículo 553 del C.c. dispone que “las riberas de los


ríos, aun cuando sean de dominio privado, están sujetas en
toda su extensión y sus márgenes, en una zona de tres metros,
a la servidumbre de uso público en interés general de la nave-
gación, la flotación, la pesca y el salvamento.
Los predios contiguos a las riberas de los ríos navegables
o flotables están además sujetos a la servidumbre de camino
de sirga para el servicio exclusivo de la navegación y flota-
ción fluvial.
Si fuere necesario ocupar para ello terrenos de propiedad
particular, procederá la correspondiente indemnización.”

1. Antecedentes legislativos.
La Exposición de Motivos de la Ley de Aguas de 1866 se
refería a la dificultad de establecer una regla general sobre el
dominio de las riberas porque la Ley 6ª, título XXVIII,
19 EMILIO PÉREZ PÉREZ

Partida 3ª, siguiendo las tradiciones del Derecho Romano, las


declaró de "aquellos cuyas son las heredades contiguas", aun-
que sujetas a ciertas servidumbres públicas. Allí donde los
ribereños, en uso del derecho que les concede la Ley de
Partidas, hayan poseído como dueños las riberas, continuarí-
an disfrutándolas, sin perjuicio de que la Administración
pudiera expropiarlas por causa de utilidad pública. Pero
donde, renunciando a aquel derecho, las hubieran abandona-
do o jamás las hubieran poseído, siendo consideradas como
públicas, conservaba este carácter el dominio de las riberas
que, no obstante, estaba limitado por las servidumbres consi-
guientes al uso público de las mismas.
La servidumbre de camino de sirga y demás inherentes a
los predios ribereños aparecía regulada en los artículos 152 a
165 de la L.a. de 1866, mientras en la L.a. de 1879 el artícu-
lo 36 regulaba la servidumbre de uso público en interés gene-
ral de la navegación, la flotación, la pesca y el salvamento, y
los artículos 112 a 125 la servidumbre de camino de sirga y
demás inherentes a los predios ribereños.

2. Regulación legal.
A) Riberas y márgenes.
Puestos en relación los artículos 6 y 4 del TR de la L.a.,
se deduce que las riberas forman parte del álveo o cauce del
río correspondiente, mientras las márgenes son las franjas que
lindan con las riberas.
El art. 553 C.c. establece que quedan sujetas a la "servi-
dumbre de uso público" a que el precepto se refiere, las ribe-
ras de los ríos aun cuando sean de dominio privado, en toda
su extensión y sus márgenes. Conforme al art. 6º del TR de la
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 20

L.a., son las márgenes las que están sujetas, porque no reco-
noce la existencia de riberas de propiedad privada, a diferen-
cia de lo que ocurría con la L.a. de 1879, cuyo artículo 36 alu-
día a que fueran de tal naturaleza en virtud de antigua ley o
costumbre. Como las disposiciones transitorias de la L.a. de
1985 no contemplaron expresamente este supuesto, habrá que
entender que subsiste el dominio privado de estas riberas,
pero se tratará de un dominio cuya facultad de aprovecha-
miento estará sujeta a las mismas servidumbres y limitacio-
nes legales establecidas para las márgenes.
Por otra parte, el art. 96.2 del TR de la L.a. dispone que,
en todo caso, las márgenes de lagos, lagunas y embalses que-
darán sujetas a las zonas de servidumbre y policía fijadas para
las corrientes de agua.

B) Limitaciones de las márgenes.


También los supuestos considerados en el art. 553 del
C.c., al igual que los del art. 552, constituyen límites legales
o limitaciones del dominio (según los casos) y no servidum-
bres en sentido propio, aunque en algún caso podríamos tam-
bién considerar que estamos en presencia de una de las servi-
dumbres a que se refiere el art. 531 del C.c., establecida en
provecho de una o varias personas o de una comunidad a
quienes no pertenezca la finca gravada, o sea en presencia de
una modalidad de tipo de servidumbre personal, sin la exis-
tencia de predio dominante.
Las márgenes de los ríos (conforme al art. 6, pár.2º del TR
de la L.a., que modifica el art. 553 C.c.) están sujetas, en toda
su extensión longitudinal: A una zona de servidumbre de 5 m.
de anchura, para uso público; y a una zona de policía de 100
21 EMILIO PÉREZ PÉREZ

m. de anchura en la que se condicionará el uso del suelo y las


actividades que se desarrollen. La posibilidad de modifica-
ción de la anchura de estas zonas, la tramitación de los opor-
tunos expedientes administrativos y los efectos jurídicos
sobre las mismas, se regulan en los arts. 6 del TR de la L.a. y
6 a 9 del RDPH. Los arts. 7 del TR de la L.a. y 10 del RDPH
regulan también la posibilidad -en caso de urgencia- de reali-
zación de trabajos de protección de carácter provisional en las
márgenes de los cauces y en la zona de policía. Dichos pre-
ceptos establecen el régimen que se recoge a continuación.
La zona de servidumbre para uso público tendrá los fines
siguientes: a)Paso para servicio del personal de vigilancia del
cauce. b) Paso para el ejercicio de actividades de pesca flu-
vial. c)Paso para el salvamento de personas o bienes.
d)Varado y amarre de embarcaciones de forma ocasional y en
caso de necesidad. Los propietarios de estas zonas de servi-
dumbre podrán libremente sembrar y plantar especies no
arbóreas, siempre que no impidan el paso señalado; pero no
podrán edificar sobre ellas sin obtener la autorización perti-
nente, que se otorgará en casos muy justificados. Las autori-
zaciones para plantación de especies arbóreas requerirán
autorización del Organismo de cuenca.
Por razones topográficas, hidrográficas, o si lo exigieren
las características de la concesión de un aprovechamiento
hidráulico, podrá modificarse la zona de servidumbre. La
modificación se hará por causas justificadas de exigencia del
uso público, previa la tramitación de un expediente en el que
se oirá al propietario del terreno y, en su caso, al titular de la
concesión, determinándose la correspondiente indemnización
de acuerdo con la legislación de expropiación forzosa, si pro-
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 22

cediera. Conforme al art. 28,e) del TR de la Ley de Aguas,


corresponde a la Junta de Gobierno del correspondiente
Organismo de cuenca aprobar, previo informe del Consejo del
Agua de la cuenca, las modificaciones sobre la anchura de las
zonas de servidumbre y de policía previstas en el artículo 6 de
la Ley.

C) Limitaciones de las zonas de policía.


En la zona de policía de 100 metros de anchura medidos
horizontalmente a partir del cauce y con el fin de proteger el
dominio público hidráulico y el régimen de corrientes, quedan
sometidos a lo dispuesto en el RDPH las siguientes activida-
des y usos del suelo: a)Las alteraciones sustanciales del relie-
ve natural del terreno. b)Las extracciones de áridos. c) Las
construcciones de todo tipo, tengan carácter definitivo o pro-
visional. d)Cualquier otro uso o actividad que suponga un
obstáculo para la corriente en régimen de avenidas o que
pueda ser causa de degradación o deterioro del dominio públi-
co hidráulico. La modificación de los límites de la zona de
policía, cuando concurra alguna de las causas señaladas en el
artículo 6 de la Ley de Aguas, sólo podrá ser promovida por
la Administración del Estado, Autonómica o Local. La com-
petencia para acordar la modificación corresponderá al
Organismo de cuenca, debiendo instruir al efecto el oportuno
expediente en el que deberá practicarse el trámite de informa-
ción pública, y el de audiencia a los Ayuntamientos y
Comunidades Autónomas en cuyo territorio se encuentren los
terrenos gravados y a los propietarios afectados. La
Resolución deberá ser publicada, al menos, en el "Boletín
Oficial" de las provincias afectadas.
23 EMILIO PÉREZ PÉREZ

La ejecución de cualquier obra o trabajo en la zona de


policía de cauces precisará autorización administrativa previa
del Organismo de cuenca, sin perjuicio de los supuestos espe-
ciales regulados en el RDPH (que son los contemplados en los
arts. 50 a 82 de dicho Reglamento). Dicha autorización será
independiente de cualquier otra que haya de ser otorgada por
los distintos órganos de las Administraciones Públicas (art. 9
RDPH).
En caso de urgencia, los trabajos de protección y de
carácter provisional a que se refiere el art. 7 del TR de la L.a.,
cuando se realicen en la zona de policía, deberán ser puestos
en conocimiento del Organismo de cuenca en el plazo de un
mes, al objeto de que éste, a la vista de los mismos y de las
circunstancias que los motivaron, puedan resolver sobre su
legalización o demolición (art. 10 RDPH).

D) Camino de sirga.
Dispone el art. 553, párs. 2º y 3º del C.c., que los predios
contiguos a las riberas de los ríos navegables y flotables están
sujetos a la servidumbre de camino de sirga para el servicio
exclusivo de la navegación y flotación fluvial. Si fuere nece-
sario ocupar para ello terrenos de propiedad particular proce-
derá la correspondiente indemnización.
A pesar del arcaísmo de esta limitación o servidumbre
administrativa (que hacía posible el arrastre de balsas, mate-
riales o embarcaciones tirando de ellas desde las márgenes) y
de que la nueva legislación de aguas no se refiere expresa-
mente a ella, se considera vigente e, incluso, se estima que
puede ser un caso de aplicación de la misma el transporte flu-
vial de madera que se prevé, como un supuesto de posible
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 24

autorización administrativa, en el art. 67 del RDPH.


Como pone de relieve CAPILLA RONCERO(1), uno de
los problemas que suscita la nueva regulación es que, por su
definición en el C.c., el camino de sirga está al servicio de la
navegación y flotación fluviales, siendo entonces necesaria la
calificación de la corriente como navegable y flotable. Esta
calificación ha desaparecido con carácter general; pero, de
acuerdo con el art. 66 del RDPH, los Organismos de cuenca
pueden clasificar las corrientes de las zonas en que resulten
navegables. Se requiere, pues, para el establecimiento del
camino de sirga, la calificación de la corriente como apta para
la navegación y flotación y, además, autorización para llevar
a cabo esas actividades, a favor del interesado, el cual deberá
depositar fianza, para asegurar la indemnización de los daños
que cause, cuando se trate del supuesto a que nos referimos,
previsto en los arts. 67 y 68 del RDPH. En todo caso, como
en cualquier supuesto en que se impongan modificaciones o
limitaciones que ocasionen perjuicio a los propietarios, pro-
cederá la correspondiente indemnización que se determinará
de acuerdo con la legislación de expropiación forzosa(2).

(1) “Comentario del Código Civil”, del Ministerio de Justicia, Madrid 1991.
Tomo I, p. 1435.
(2) CAPILLA RONCERO, ob. y lug. citados, y GONZÁLEZ PÉREZ,
TOLEDO JAUDENES Y ARRIETA ÁLVAREZ, “Comentarios a la Ley de
Aguas”, Madrid, 1987, pág 124.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 26

III. SERVIDUMBRE DE ESTRIBO DE PRESA.

El artículo 554 del C.c. dispone que cuando para la deri-


vación o toma de aguas de un río o arroyo, o para el aprove-
chamiento de otras corrientes continuas o discontinuas, fuere
necesario establecer una presa, y el que haya de hacerlo no sea
dueño de las riberas o terrenos en que necesite apoyarla,
podrá establecer la servidumbre de estribo de presa, previa la
indemnización correspondiente.

1. Antecedentes legislativos.
La Ley de Aguas de 1866 reguló en los artículos 142 a
144 la servidumbre de estribo de presa, imponiendo el esta-
blecimiento forzoso de la misma cuando el que intentara
construirla no fuera dueño de las riberas o terrenos donde
necesitara apoyarla y el agua que debiera tomar se destinase a
un servicio público o de interés privado de los comprendidos
en el art. 118 (establecimiento o aumento de riegos, estableci-
miento de baños y fábricas, desecación de lagunas y terrenos
pantanosos, evasión o salida de aguas procedentes de alum-
bramientos artificiales y salidas de aguas de escorrentías y
drenajes). Previamente se debía abonar al dueño o dueños del
predio o predios sirvientes el valor del terreno que debiera
27 EMILIO PÉREZ PÉREZ

ocuparse y luego el de los daños y perjuicios que pudieran


resultar al resto de las fincas.
Los artículos 102 a 104 de la L.a. de 1879 (junto con el
77, al que se remite el primero de ellos, y que reproduce el
118 de la L.a. de 1866) repiten, prácticamente, esta regulación
de la Ley de 1866.

2. Regulación legal.
El art. 48.2 del TR de L.a. -al igual que el art. 41 del
RDPH- continúa refiriéndose a esta servidumbre de estribo de
presa, estableciendo que el Organismo de cuenca podrá impo-
nerla.
El estribo es el macizo de fábrica que sirve para sostener
la presa y ésta es el muro grueso de piedra u otros materiales
que se construye a través de un río, arroyo o canal, para alma-
cenar el agua a fin de derivarla o regular su curso fuera del
cauce.
Es obvio que para poder el Organismo de cuenca imponer
dicha servidumbre y construir el interesado el correspondien-
te estribo de presa, tendrá que ser beneficiario de la concesión
o autorización administrativa que le permita aprovechar el
agua o darle la utilización o destino previstas en la correspon-
diente concesión o autorización administrativa. Ha desapare-
cido la limitación derivada del artículo 77 de la Ley de Aguas
de 1879 que imponía fines determinados cuando se estable-
ciera esta servidumbre en interés privado, por lo que podrá
constituirse para cualquier finalidad de interés particular que
el Organismo de cuenca estime conveniente.
El abono de la indemnización que corresponda, conforme
a la legislación de expropiación forzosa, será previo al esta-
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 28

blecimiento de la servidumbre de estribo de presa, o sea a la


ocupación del terreno en que el estribo se establezca (art. 554
del C.c. y 25 del RDPH), mientras la indemnización de los
daños y perjuicios que pudieran experimentar las fincas afec-
tadas por la constitución de la servidumbre tendrá lugar cuan-
do tales daños se produzcan, después de constituida la servi-
dumbre(3).

(3) En tal sentido, pueden verse ROCA JUAN, Comentarios al Código Civil
y Compilaciones Forales (dirigidos por Albadalejo), T. VII, vol 2º, Madrid, 1990,
pág. 149, y CAPILLA RONCERO, en ob. cit., pág. 1436
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 30

IV. SERVIDUMBRE DE SACA DE A G U A


Y A B R E VADERO.

El artículo 555 del C.c. dispone que las servidumbres for-


zosas de saca de agua y de abrevadero solamente podrán
imponerse por causa de utilidad pública en favor de alguna
población o caserío, previa la correspondiente indemnización.
Y el artículo 556 del mismo C.c. añade que las servidumbres
de saca de agua y de abrevadero llevan consigo la obligación
en los predios sirvientes de dar paso a personas y ganados
hasta el punto donde hayan de utilizarse aquéllas, debiendo
ser extensiva a este servicio la indemnización.

1. Antecedentes legislativos.
La Ley VI, Título XXXI, de la tercera Partida regula
"como deue ome usar de la seruidumbre que ha en pozo, o en
fuente, o en estanque, para beuer y sus ganados", diciendo
que "fuente o pozo seyendo en heredamiento de alguno, o
estanque de agua que estouiesse cerca de heredad de otros, si
el dueño del agua les otorgare, que puedan y beuer ellos, e sus
labradores; e sus bestias; e sus ganados, por tal otorgamiento
como este, deueles dar entrada, e salida en el heredamiento
do es el agua, de manera que puedan llegar a ella: cada vez
31 EMILIO PÉREZ PÉREZ

que les fuere menester".


La Ley de Aguas de 1866 regulaba estas servidumbres en
los artículos 147 a 151, estableciendo el artículo 148 que no
se impondrían, en lo sucesivo, sobre los pozos ordinarios, las
cisternas o aljibes, ni los edificios o terrenos cercados de
pared; idéntico a este precepto fue el artículo 108 de la Ley de
Aguas de 1879, que regulaba la servidumbre de abrevadero y
de saca de agua en los artículos 107 a 111, con pequeñas
modificaciones de la Ley de 1866.

2. Análisis del contenido de esta servidumbre.


Aunque el C.c. habla en plural, los precedentes y los títu-
los de las secciones correspondientes de las Leyes de Aguas
de 1866 y 1879 se refieren a la servidumbre de abrevadero y
a la de saca de aguas en singular: "De la servidumbre de abre-
vadero y de saca de agua". En realidad esta servidumbre, que
se concreta en el derecho de poder tomar las aguas existentes
en fundo ajeno, sin acueducto, abarca la doble finalidad de
satisfacer las necesidades de abastecimiento de la población
de pequeños núcleos rurales, de "caseríos" o de viviendas
agrupadas o aisladas, situadas en el campo, y de abrevar el
ganado existente en los predios dominantes, dando acceso a
personas y animales hasta el lugar donde se pueda tomar el
agua para beber y para las necesidades domésticas de los pre-
dios dominantes o para abrevar el ganado de los dueños de
estos predios, para lo cual deberá determinarse la vía o senda
que hayan de conducir al abrevadero o punto destinado para
sacar el agua. Tres componentes, pues, de la situación de ser-
vidumbre, pero un solo derecho de servidumbre constituido
en favor de los dueños de predios aledaños a otros que gocen
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 32

del agua necesaria para satisfacer estas necesidades elementa-


les de beber las personas y los animales y de que sean atendi-
das las exigencias domésticas de las primeras. A pesar de que
el paso de la civilización rural a la civilización urbana está
permitiendo que los servicios municipales de abastecimiento
se extiendan cada vez más y vayan haciendo cada vez menos
necesaria la constitución de esta servidumbre, siempre habrá
lugares alejados de las ciudades o pueblos que requieran el
mantenimiento legal de la misma.

3. Regulación legal
El art. 42 del RDPH dispone que las servidumbres forzo-
sas de abrevadero y de saca de agua, solamente podrán impo-
nerse por causa de utilidad pública, en favor de vivienda o
núcleo de población, previa la correspondiente indemniza-
ción, de acuerdo con lo establecido en el artículo 555 del
Código Civil.
El art. 43 del RDPH, recogiendo lo que establecían los
artículos 148 de la Ley de 1866 y 108 de la Ley de 1879, dis-
pone que no se impondrán estas servidumbres sobre cisternas
o aljibes ni edificios o terrenos cercados con pared; desapare-
ce la referencia a los pozos ordinarios porque en la L.a. de
1985 ya no se regula esta clase de pozos diferenciándolos de
los artesianos, tal como hacían los artículos 18 y ss. de la L.a.
de 1879.
Las servidumbres de abrevadero y de saca de agua llevan
consigo la obligación de los predios sirvientes de dar paso a
personas y ganados hasta el punto donde hayan de utilizarse
aquéllas, debiendo ser extensiva a este servicio la indemniza-
ción, según lo preceptuado en el artículo 556 del Código
33 EMILIO PÉREZ PÉREZ

Civil, dice el art. 44 del RDPH.


El art. 45 del RDPH añade que son aplicables a la impo-
sición de esta clase de servidumbres las prescripciones esta-
blecidas para el otorgamiento de las de acueducto. Al conce-
derlas se fijará, según su objeto y las circunstancias de la loca-
lidad, la anchura de la vía o senda que hayan de conducir al
abrevadero o punto destinado para sacar agua.
Finalmente, el art. 46 del RDPH recoge también lo pre-
ceptuado en los artículos 151 de la L.a. de 1866 y 111 de la de
1879, al disponer que los dueños de los predios sirvientes
podrán variar la dirección de la vía o senda destinada al uso
de estas servidumbres, pero no su anchura ni entrada y siem-
pre que la variación no perjudique el uso de la servidumbre.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 34

V. SERVIDUMBRE DE A C U E D U C TO.

El C.c. regula la servidumbre de acueducto en los artícu-


los 557 a 561. En el primero de ellos establece que todo el que
quiera servirse del agua de que pueda disponer para una finca
suya, tiene derecho a hacerla pasar por los predios interme-
dios con obligación de indemnizar a sus dueños, como tam-
bién a los de los predios inferiores sobre los que se filtren o
caigan las aguas. El artículo 558 dispone que el que pretenda
usar del derecho concedido en el artículo anterior está obliga-
do:
1º. A justificar que puede disponer del agua y que ésta es
suficiente para el uso a que la destina.
2º. A demostrar que el paso que solicita es el más conve-
niente y menos oneroso para tercero.
3º. A indemnizar al dueño del predio sirviente en la forma
que se determine por las leyes y reglamentos.
Añade el artículo 559 que no puede imponerse la servi-
dumbre de acueducto para objeto de interés privado, sobre
edificios, ni sus patios o dependencias, ni sobre jardines o
huertas ya existentes.
El artículo 560 dice que la servidumbre de acueducto no
obsta para que el dueño del predio sirviente pueda cerrarlo y
35 EMILIO PÉREZ PÉREZ

cercarlo, así como edificar sobre el mismo acueducto de


manera que éste no experimente perjuicio, ni se imposibiliten
las reparaciones y limpias necesarias. Finalmente, el artículo
561 establece que, para los efectos legales, la servidumbre de
acueducto será considerada como continua y aparente, aun
cuando no sea constante el paso del agua, o su uso dependa de
las necesidades del predio dominante, o de un turno estable-
cido por días o por horas.

1. Antecedentes legislativos.
Señalaba D. Lorenzo Arrazola(4) que, "de las servidum-
bres que podían imponerse con motivo de las aguas, unas
eran rústicas y otras urbanas, como sucede con todas las
demás. Entre las rústicas, ocupa el primer lugar la de acue-
ducto...Los acueductos entre los romanos eran públicos o pri-
vados. El Estado se encargaba de la construcción de los públi-
cos, y para ellos imponía una servidumbre perpetua sobre los
predios que debían ser cruzados por los caños de conduc-
ción...Con relación a los acueductos privados, la servidumbre
que reconociera el Derecho Romano era la de conducir el
agua por un fundo ajeno. Podían conceder este derecho sólo
los que tenían dominio sobre el fundo...En el título de "servi-
tutis rusticorum proediorum" se dice terminantemente que
puede concederse a muchos la conducción de las aguas por un
mismo lugar si éste era bastante para conducirlas todas; pero
si no lo era, sólo se concedía en el caso de que la conducción
pudiera hacerse en distinto día y en diversas horas..."

(4) En Enciclopedia española de Derecho y Administración, Madrid, 1849.


LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 36

La Ley 4, Tt. 31, Partida 3 establecía que puede imponer-


se sobre una heredad la servidumbre de acueducto; los que tal
servidumbre tuvieren deben guardar y mantener el cauce, ace-
quia, canal, caño o lugar por donde corriera el agua, sin ensan-
charlo ni levantarlo, ni rebajarlo, ni perjudicar en nada al
dueño del predio sirviente. El cauce por donde vaya el agua a
algún molino, y la acequia hecha para regar huertos u otra
heredad, deben ser mantenidos y guardados con estacadas, sin
que nadie pueda meter en ellos piedras que embarguen la
heredad ajena. Si el agua que debe ser conducida es poca,
deben llevarla sus dueños por arcaduces de tierra o por caños
de plomo subterráneos, de modo que ellos se puedan aprove-
char del agua sin que los otros por cuyas heredades entrare
experimenten perjuicio alguno por obras de conducción
hechas en sus tierras.
En las Leyes de aguas de 1866 y 1879 se contiene una
regulación muy completa y prácticamente idéntica de la ser-
vidumbre de acueducto que, en buena parte, ha sido recogida
por el RDPH.

2. Regulación legal.
A)Consideraciones generales:
El art. 48.1 del TR de la L.a. prevé que los Organismos de
cuenca puedan imponer, con arreglo a lo dispuesto en el C.c.
y en el Reglamento de dicha Ley, la servidumbre forzosa de
acueducto, si el aprovechamiento del recurso o su evacuación
lo exigiera. En las normas anteriores a la Ley de Aguas de
1985 no se preveía la posibilidad de que se impusiera la ser-
vidumbre de acueducto para la evacuación del agua. La STS
de 29 de Enero de 1970 había excluido, por ello, de la consti-
37 EMILIO PÉREZ PÉREZ

tución de dicha servidumbre, la salida de aguas fecales o resi-


duales de unos chalets; sin embargo, conforme a los motivos
de interés público y de interés privado que permiten imponer
dicha servidumbre -y que veremos seguidamente- esta posi-
ción no puede mantenerse actualmente.
a)Noción.
El artículo 19.1 del RDPH, al decir que "por la servidum-
bre de acueducto se otorga al propietario de una finca que
quiera servirse del agua de que pueda disponer para la misma,
o evacuar las sobrantes, el derecho a hacerla pasar por los pre-
dios intermedios, con obligación de indemnizar a sus dueños
y a los de los predios inferiores sobre los que se filtren o cai-
gan las aguas", describe de forma bastante completa lo que es
la servidumbre de acueducto.
La expresión "propietario de una finca que quiera servir-
se del agua de que pueda disponer para la misma", de este art.
19.1. del RDPH, apenas difiere de la del art. 557 C.c. ("todo
el que quiera servirse del agua de que pueda disponer para una
finca suya"), por lo que no cabe deducir, de esta pequeña dis-
tinción en la referencia que en uno y otro precepto se hace al
titular del predio dominante o titular del derecho de servi-
dumbre de acueducto, ninguna diferencia fundamental en la
regulación de este derecho, antes y después de la L.a. de 1985
y del RDPH.
La servidumbre forzosa de acueducto podrá imponerse
tanto por motivos de interés público como de interés privado.
Se consideran motivos suficientes de interés privado los
siguientes:
a) Abastecimiento de viviendas y establecimiento o
ampliación de riegos, aprovechamientos energéticos, balnea-
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 38

rios o industrias, así como evacuación de las aguas sobrantes


o residuales.
b) Desecación de lagunas y terrenos pantanosos, siempre
que se cumplan las previsiones contenidas en el Capítulo V del
Título III de este Reglamento (o sea, en los artículos 275 a 283
del mismo; en concreto, cabrá la constitución de la servidum-
bre forzosa de acueducto en el supuesto del art. 283 del RDPH,
para la desecación de las zonas húmedas declaradas insalubres
o cuyo saneamiento se considere de interés público).
c) Evacuación de aguas procedentes de alumbramientos
artificiales, de escorrentías y drenajes (art. 19 RDPH).
El derecho que asiste al titular de la concesión para con-
ducir las aguas objeto de la misma a través de fundos ajenos
será independiente de la finalidad o clase de la concesión y se
regirá por lo dispuesto, para la servidumbre de acueducto, en
la Ley de Aguas, en este Reglamento, y subsidiariamente, en
el Código Civil (art. 18.2 RDPH). Este art. 18.2 del RDPH
concibe, por tanto, el derecho a constituir la servidumbre de
acueducto con un carácter muy amplio, de modo que puede
ser ejercitado por cualquier concesionario (cualquiera que sea
la finalidad o clase de la concesión, dice el precepto transcri-
to), siempre que resulte necesaria para el ejercicio del propio
derecho concesional. Además, aunque el derecho a establecer
la servidumbre de acueducto sea independiente del derecho de
aprovechamiento otorgado por concesión, aquel derecho deri-
va directa y necesariamente del correspondiente derecho de
aprovechamiento; si para posibilitar el ejercicio del aprove-
chamiento concesional es necesaria la constitución de la ser-
vidumbre de acueducto, no podrá negarse esta constitución.
Esta concepción tan amplia de la constitución de la servi-
39 EMILIO PÉREZ PÉREZ

dumbre de acueducto y el favorecimiento de su estableci-


miento (para cualquier finalidad concesional) puede explicar
que el art. 18.2 del RDPH aluda a que el repetido derecho de
constitución se regirá por lo dispuesto en la Ley de Aguas, su
Reglamento y, subsidiariamente, por el Código Civil. En prin-
cipio, resulta criticable esta expresa declaración de prelación
del Reglamento de la Ley de Aguas respecto del C.c.; así,
Sebastián MARTÍN RETORTILLO(5) considera que este art.
18.2 del RDPH es un precepto "contra legem"; sin embargo,
si esta subsidiariedad(6) se entiende en el mismo sentido en
que debe ser aplicada la disposición final 1ª de la Ley de
Aguas ("en todo lo que no esté expresamente regulado por
esta Ley, se estará a lo dispuesto por el Código civil"), es
decir, como Derecho supletorio de carácter general, el pre-
cepto que comentamos no parece merecer una crítica que lo
invalide; esta supletoriedad del Código Civil(7) está justifica-
da "porque en el Código se encuentra la herencia de toda la
dogmática jurídica y porque sigue conservando las bases y
principios de nuestro sistema patrimonial".
Se entenderá implícito en la servidumbre forzosa de acue-
ducto el derecho de paso por sus márgenes para el exclusivo
servicio del mismo (art. 32 RDPH). Como ponen de relieve
Miguel Angel del ARCO TORRES y Manuel PONS

(5)Cf. "Titularidad y aprovechamiento de las aguas", Madrid, 1995, pág. 172,


y "Derecho de Aguas", Madrid, 1997, pág. 207.
(6)Cf. ROCA JUAN, ob. cit., pág. 157, que se limita a subrayar dicho térmi-
no, mostrando así su disconformidad o extrañeza respecto del mismo y de la pre-
lación que parece encerrar.
(7)Cf. REVERTE NAVARRO, A., en "Legislación de Aguas", Tecnos,
Madrid, 1995, pág. 28.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 40

GONZÁLEZ(8) , partiendo de la STS de 12 de Enero de 1925


y del nº 1 del art. 21 de la Ley del Parlamento de Cataluña de
9 de Julio de 1990, este derecho de paso es accesorio de la ser-
vidumbre principal de acueducto; queda patente que la servi-
dumbre de paso por sus márgenes es aneja a la de acueducto,
y que se establece para el exclusivo servicio del mismo; esto
es, que no constituye una servidumbre de paso para terceros
sino en exclusivo provecho del acueducto, para su limpia,
monda, regularización de corriente, etc.
b)Carácter continuo y aparente.
CAPILLA RONCERO(9) afirma que el art. 561 del C.c.
suscita perplejidad, no comprendiéndose el motivo que indu-
ce al legislador a atribuir "ex lege" (quizá como ficción más
que como presunción) una determinada calificación a esta ser-
vidumbre de acueducto.
El C.c. español, dice LACRUZ BERDEJO(10), divide las
servidumbres en continuas, cuyo ejercicio no presupone el
hecho actual del hombre, y discontinuas, que no pueden ejer-
citarse sin un hecho contemporáneo del hombre. Por conti-
nuidad no debe entenderse un ejercicio ininterrumpido. Que
no es éste el pensamiento del legislador lo demuestra el artí-
culo 561 del C.c., que ordena considerar la servidumbre de
acueducto como continua y aparente "aun cuando no sea
constante el paso del agua". Queda claro así que en la servi-
dumbre continua el ejercicio puede manifestarse a intervalos.
A la vista del propio artículo 561 del C.c., añade

(8)Cf. "Régimen jurídico de las servidumbres", Granada, 1998, págs. 319 y s.


(9)Cf. ob.cit., pág. 1444.
(10)Cf."Estudios de Derecho civil", Barcelona, 1958, pág. 41.
41 EMILIO PÉREZ PÉREZ

LACRUZ BERDEJO(11) , cabe plantear la cuestión de si un


canal subterráneo en todo su recorrido a través de una finca
podrá ser considerado como signo aparente de servidumbre de
acueducto. Cita la STS de 14 de Abril de 1914 que impone de
modo expreso, para todos los efectos legales, el carácter de
aparente de la servidumbre de acueducto, ante la facilidad de
que puedan ocultarse o desaparecer los signos exteriores que
revelen su aprovechamiento, ya por alguna de las formas que
les es dado adoptar para su construcción, como son la acequia
cubierta o tubería soterrada, ya por el derecho condicionado
que el artículo 560 concede al dueño del predio sirviente para
edificar sobre el acueducto(12).
Esta posición del C.c. de calificar el acueducto como ser-
vidumbre continua y aparente "para los efectos legales", remi-
te -como dice CAPILLA RONCERO(13), a los artículos 537 y
539 del C.c., que tienen que ver con la posibilidad de adquirir
las servidumbres por prescripción veintenal. Al estar esa posi-
bilidad restringida a las servidumbres continuas y aparentes,

(11)Ob. cit., pág 46.


(12)La STS de 29 de Enero de 1966 dice que, como ya tuvo ocasión de declarar
la Jurisprudencia de esta Sala, especialmente en la S. de 14 de Abril de 1914, la
servidumbre de acueducto es aparente por su naturaleza, no porque le resulte
atribuido especialmente este carácter por el artículo 561 del C.c., el cual lo que
hace es sencillamente imponer dicho carácter para todos los efectos legales. La
STS de 20 de Octubre de 1993, en el supuesto de una servidumbre denominada
“de tubería para paso de agua subterránea”, que pretende distinguirse de la servi-
dumbre de acueducto, dice que se trata de una servidumbre no aparente “en tanto
que la tubería de conducción va enterrada”; parece admitir, como sostiene una de
las partes, que, aunque se estimase de acueducto, no sería aplicable el art. 561,
porque está pensado para estimar continua la servidumbre, no para conceptuar
como aparente una servidumbre que no lo es.
(13)Ob. cit., pág. 1444.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 42

es claro que el legislador ha querido que la de acueducto, sea


cual sea su frecuencia de utilización y se manifieste externa-
mente mediante signo visible o no, sea susceptible de adqui-
rirse por prescripción.

B)Expediente de establecimiento de la servidumbre, for-


mas de construcción y requisitos de constitución.
a)Expediente de establecimiento de la servidumbre.
Al establecimiento de la servidumbre de acueducto debe-
rá preceder expediente administrativo justificativo de la utili-
dad del gravamen que se pretende imponer (art. 35 RDPH).
El expediente se iniciará mediante escrito dirigido al
Presidente del Organismo de cuenca a que correspondan los
terrenos sobre los que se intenta imponer la servidumbre. A la
solicitud, que deberá reunir los requisitos previstos en el artí-
culo 69 de la Ley de Procedimiento Administrativo (ahora,
art. 70 de la Ley 30/1992, de 26 de Noviembre, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común), habrán de acompañar
planos suscritos por técnico competente que definan la topo-
grafía del terreno y las obras, debiendo figurar en los mismos
la situación del acueducto respecto a los predios que ha de
atravesar y la longitud y anchura que ocupará en cada uno de
ellos. Esta documentación será completada con una memoria
explicativa (art. 36 RDPH).
El Organismo de cuenca notificará a los propietarios afec-
tados, en el plazo de diez días, la solicitud de establecimiento
de servidumbre, concediéndoles otros quince para formular
las alegaciones que estimen oportunas (art. 37 RDPH).
Todos los gastos que ocasione la tramitación del expe-
43 EMILIO PÉREZ PÉREZ

diente de servidumbre forzosa de acueducto serán de cuenta


del peticionario, salvo los que se deriven, en el transcurso de
la tramitación del expediente, de la oposición del dueño del
predio sirviente al establecimiento del gravamen (art. 39
RDPH).
Los requisitos de la constitución forzosa de la servidum-
bre de acueducto, a que se refieren los preceptos transcritos,
no serán aplicables al supuesto de constitución voluntaria de
la misma, que se regirá, como es lógico, por lo que pacten los
interesados en ella.
Un caso especial, que puede implicar la constitución obli-
gatoria de la servidumbre de acueducto, es el contemplado en
el art. 21 del RDPH, conforme al cual "cuando un terreno de
regadío que recibe el agua por un solo punto se divida por
herencia, venta u otro título entre dos o más dueños, éstos
quedan obligados a dar paso al agua de modo que puedan
regarse todas las fincas resultantes de la división, sin poder
exigir por ello indemnización, de no existir pacto en contra-
rio". Este precepto es similar al artículo 85 de la Ley de aguas
de 1879 y su precedente -art. 122- de la Ley de aguas de 1866,
así como al 567 del Código civil (que establece la obligación
de dar paso a las fincas enclavadas entre otras de un vendedor,
permutante o copartícipe). El cumplimiento de dicha obliga-
ción será exigible, en su caso, ejerciendo la correspondiente
acción judicial, sin que proceda la tramitación de expediente
administrativo para la constitución de servidumbre de acue-
ducto.
b)Formas de construcción.
La servidumbre forzosa de acueducto se constituirá:
a) Con acequia cubierta cuando lo exija su profundidad,
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 44

su contigüidad a edificios o caminos o algún otro motivo aná-


logo, o cuando lo estimare necesario la autoridad competente.
b) Con acequia abierta, si así se solicitase y no estuviese
incluida en los supuestos del apartado anterior.
c) Con tubería o conducción impermeable cuando puedan
ser absorbidas otras aguas, cuando las aguas conducidas pue-
dan contaminar a otras o absorber sustancias nocivas, o cau-
sar daños a obras o edificios, y siempre que resulte necesario
según el expediente que al efecto se instruya (art. 23 RDPH).
Al establecerse la servidumbre forzosa de acueducto se
señalará la anchura de los terrenos del predio sirviente que
han de ser ocupados por la acequia o conducción y sus zonas
de servicio (art. 24 RDPH).

c)Requisitos de constitución:
Son los del artículo 558 del C.c., completado con los pre-
ceptos que transcribimos del RDPH.
a’)Disponibilidad del agua.
El que pretenda imponer la servidumbre de acueducto
tendrá que acreditar que puede disponer del agua que desea
utilizar y que ésta es suficiente para el uso a que la destina.
La disponibilidad y la suficiencia del agua se acreditarán
mediante la correspondiente concesión administrativa (STS
de 6 de Mayo de 1960) o, después de la vigencia de la Ley de
Aguas de 1985, mediante la inscripción en el Registro de
Aguas, o la inclusión en el Catálogo de Aprovechamientos de
Aguas Privadas, del derecho a usar de esta agua, por el ejer-
cicio de la opción y demás actuaciones previstas en las dispo-
siciones 2ª, 3ª y 4ª de dicha Ley y de su TR de 2001. A estos
supuestos de aprovechamientos de aguas privadas parece
45 EMILIO PÉREZ PÉREZ

referirse el apartado b) del art. 22 del RDPH cuando estable-


ce que el dueño del terreno sobre el que se trate de imponer la
servidumbre forzosa de acueducto podrá oponerse a su cons-
titución por no acreditar el que la solicite -además de la dis-
ponibilidad del agua- la propiedad del terreno en que intente
utilizarla, para objeto de interés privado, si la disponibilidad
se deriva de título distinto al concesional, al amparo de los
supuestos excepcionales previstos en la Ley de Aguas. Es en
este caso concreto, de disponibilidad de aguas calificadas
como privadas por la legislación anterior a la Ley de Aguas de
1985, el único en que se exige acreditar la propiedad del terre-
no en que se intente utilizarlas; si el título de disponibilidad
del agua es el concesional, no será necesario acreditar la pro-
piedad del terreno en que se intente la utilización de la misma,
lo cual significa que, en tal caso, de aprovechamiento deriva-
do de concesión, el predio dominante puede pertenecer al
concesionario como usufructuario, arrendatario o por cual-
quier otro título distinto al de propiedad de dicho predio.
CAPILLA RONCERO(14) incluye también, entre los
supuestos excepcionales de aprovechamiento de aguas priva-
das en que cabría la constitución de servidumbre de acueduc-
to pero se tendría que acreditar la propiedad del terreno en que
se pretende utilizarlas, el de las charcas situadas en predios de
propiedad privada a que se refiere el artículo 10 de la L.a. y
las facultades de aprovechamiento de las aguas pluviales que
discurran por una finca, las estancadas dentro de sus linderos,
y las de manantiales situados en su interior o las subterráneas
cuyo volumen total anual no sobrepase los 7000 metros cúbi-
cos, a las que se refiere el artículo 52 de la misma Ley (ahora
(14)Ob. cit., pág. 1441.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 46

54 del TR). Pero el agua de las charcas no podrá ser derivada


a otros predios mediante constitución de servidumbre de
acueducto, ya que el citado artículo 10 califica a las charcas
de parte integrante de los predios en que estén situadas (lo que
implica que sólo quepa disponer conjuntamente del predio y
de la charca) y exige que se destinen al servicio exclusivo de
los mismos predios, y el art. 52 de la L.a. (ahora 54 del TR)
también contempla y regula, únicamente, el aprovechamiento
o la utilización, de las aguas a que se refiere, en la finca por
que discurran las pluviales o hayan quedado las mismas estan-
cadas o en el predio en que estén situados los manantiales o
se alumbren las aguas subterráneas, con el límite en ambos
casos de 7000 metros cúbicos anuales. Solamente en el
supuesto excepcional del nuevo artículo 70 del TR la Ley de
aguas, al que después me referiré, cabrá disponer de las aguas
cuyo aprovechamiento regula el artículo 54 del mismo TR de
dicha Ley, en cuyo caso cabría la constitución de la servi-
dumbre de acueducto por el propietario de las nuevas tierras
regables en sustitución de las que gozan de uno de los apro-
vechamientos citados del art. 52 (hoy 54) de la L.a.; si el
dueño del predio dominante ha adquirido ese derecho de apro-
vechamiento conforme a los artículos 67 a 72 del TR de la L.a
de 2001, será un tercero que podrá recabar del Organismo de
cuenca la constitución de la servidumbre de acueducto para
beneficiarse del aprovechamiento adquirido; si el dueño del
predio dominante fuera el mismo propietario del predio al que
estuvieran adscritos los repetidos aprovechamientos del artí-
culo 54 y hubiera decidido dejar de regar éste para regar aquel
otro de su propiedad, podrá también solicitar la constitución
de la servidumbre de acueducto basándose -analógicamente-
47 EMILIO PÉREZ PÉREZ

en lo establecido en el art. 61.4 del TR de la Ley de Aguas,


conforme al cual la concesión (el aprovechamiento privado en
este caso) podrá prever la aplicación del agua a distintas
superficies alternativa o sucesivamente o prever un perímetro
máximo de superficie dentro del cual el concesionario podrá
regar unas superficies u otras; al tramitar el expediente admi-
nistrativo de constitución de la servidumbre, podrá interesar
del Organismo de cuenca la aplicación analógica de dicho art.
61.4 del TR la L.a., perfectamente justificada por cuanto la
finalidad y los intereses que se favorecen son idénticos en el
caso de las concesiones administrativas y en el de los aprove-
chamientos privados.

b’)Tenencia de la finca que será predio dominante.


Como acabamos de comentar, salvo en los supuestos con-
cretos de aprovechamientos de propiedad privada, en los que
se exige acreditar la propiedad de la finca a donde se desee
llevar el agua o de donde se evacua, la tenencia de la finca que
será predio dominante puede tener lugar por título distinto del
de propiedad (usufructuario, arrendatario, etc.). Este es el cri-
terio mantenido por ROCA JUAN(15) y compartido por CAPI-
LLA RONCERO(16).
El que el artículo 557 del C.c. se refiera, al dar una noción
de la servidumbre de acueducto, al que pueda disponer del
agua para una "finca suya", ha llevado, sin embargo, a otros
autores a mantener que la constitución de dicha servidumbre
sólo puede ser exigida por el propietario del predio dominan-
te. La expresión "propietario de una finca que quiera servirse
(15)Cf. ob. cit., págs. 159 y s.
(16)Cf. ob. cit., pág. 1441.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 48

del agua", del art. 19.1. del RDPH, es todavía más favorable
a esta postura, defendida por GONZÁLEZ PÉREZ y otros(17)
y ARCO TORRES y PONS GONZÁLEZ(18), quienes citan al
respecto la STS de 5 de Junio de 1970. Sin embargo, la ampli-
tud de criterio con que se regula en la nueva legislación de
aguas la constitución de la servidumbre de acueducto, nos
debe llevar a mantener que ésta pueda ser constituida por
quien sustente la disponibilidad del agua que puede y quiere
emplear o evacuar, siempre que disponga también de una
finca sometida a su control económico por título legítimo,
aunque sea de naturaleza distinta al de propiedad, sirviendo
para ello la constitución temporal de la servidumbre de acue-
ducto(19).
Por otra parte, es fundamental señalar que, en la constitu-
ción de la servidumbre de acueducto, el concepto de finca o
predio dominante ha de ser adoptado en sentido muy amplio,
dado que el acueducto puede constituirse para fines muy
diversos, tal como resulta de los arts. 18.2 y 19 del RDPH.
Así, entendiendo flexiblemente la expresión finca, será inclu-
so sinónimo de industrias, pudiendo establecerse acueducto
para usos industriales y evacuación de las aguas residuales de
tales usos(20).
c’)Paso más conveniente y menos oneroso para el pro-
pietario o propietarios del o de los predios sirvientes.
El párrafo final del art. 22 del RDPH, cuando establece
que los expedientes que se tramiten (para la constitución de la

(17)Ob. cit., pág. 262.


(18)Ob. cit., pág. 319.
(19)Cf. ROCA y CAPILLA, en obs. y lugs. ult. citados.
(20)Cf. CAPILLA RONCERO, ob. cit., págs 1438 y 1440.
49 EMILIO PÉREZ PÉREZ

servidumbre de acueducto) exigirán la audiencia de los inte-


resados, se refiere especialmente a los propietarios de los
posibles predios sirvientes, ya que "el dueño del terreno sobre
el que se trate de imponer la servidumbre forzosa de acue-
ducto podrá oponerse (además de por alguna de las dos cau-
sas analizadas anteriormente: no acreditar el que la solicite la
disponibilidad del agua y no acreditar, además, la propiedad
del terreno en que intente utilizarla, para objeto de interés pri-
vado, si la disponibilidad se deriva de título distinto al conce-
sional, al amparo de los supuestos excepcionales previstos en
la Ley de Aguas) "por poderse establecer sobre otros predios
con iguales ventajas para el que pretende imponerla y meno-
res inconvenientes para el que haya de sufrirla".
Desde la perspectiva del dueño del predio dominante, el
nº 2º del art. 558 del C.c. obliga a éste "a demostrar que el
paso que solicita es el más conveniente y menos oneroso para
tercero", y, además, el art. 17 del RDPH (reproduciendo el
precepto del art. 46.3 de la L.a. –ahora 48.3 del TR-) ordena
que en el expediente de constitución de servidumbre se reduz-
ca, en lo posible, el gravamen que la misma implique sobre el
predio sirviente. Como dice ROCA JUAN(21), parece que el
criterio a seguir estará en demostrar que, dentro de lo técnica-
mente útil en el orden normal de las cosas, el paso que se soli-
cita es el más conveniente (por ser el más reducido y menos
oneroso) para el gravado; y, en cuanto a lo que hemos visto
que dispone el art. 22,c) del RDPH, la clave no parece estar
en las ventajas del solicitante sino en los menores inconve-
nientes de los posibles gravados, concretados posiblemente en

(21)Cf. ob. cit., págs. 162 y s.


LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 50

las circunstancias físicas y topográficas, en la dedicación de


los terrenos a unas u otras actividades, hasta determinar cuál
de los posibles predios sirvientes, aunque las ventajas que
ofrecen todos ellos sean iguales para el que pretende consti-
tuir la servidumbre de acueducto, sufre menos inconvenientes
con el peso de la misma.
A igualdad de conveniencia para el predio dominante,
debe prevalecer la opción menos onerosa para los posibles
predios sirvientes (STS de 29 de Septiembre de 1944, 19 de
Mayo de 1953 y 19 de Noviembre de 1962). La apreciación
de estas circunstancias, señala CAPILLA(22), se mueve en un
orden eminentemente técnico. Afectan estos extremos tanto al
itinerario del acueducto como a las características técnicas de
la conducción, debiendo a tal efecto tenerse presente lo que
hemos visto dispone el art. 23 del RDPH en cuanto a las dife-
rentes formas de construcción de la propia conducción.

d’)Que el predio sirviente no esté excluido de la constitu-


ción de servidumbre de acueducto.
Conforme al párrafo primero del art. 20 del RDPH, no
puede imponerse la servidumbre forzosa de acueducto por
motivos de interés privado en los supuestos contemplados en
el artículo 559 del Código Civil, es decir sobre edificios, ni
sus patios o dependencias, ni sobre jardines o huertas ya exis-
tentes. Son éstos los llamados lugares exentos o excluidos de
la constitución de la servidumbre de acueducto por causa de
interés privado, lo que implica que no lo son cuando el obje-
to de constitución del acueducto es de interés público. La
jurisprudencia ha mantenido un criterio amplio del concepto
(22)Ob. cit., pág. 1441.
51 EMILIO PÉREZ PÉREZ

de edificios y sus patios o dependencias, estimando que pue-


den calificarse como tales las obras arquitectónicas o de alba-
ñilería que sirven para reuniones, espectáculos o cualesquiera
de las necesidades o conveniencias inherentes a las exigencias
sociales, entre las cuales hay que incluir el ejercicio de los
deportes (STS de 28 de Noviembre de 1955). También ha
mantenido la jurisprudencia (STS de 28 de Junio de 1901, 21
de Mayo de 1947, 27 de Marzo de 1958 y 30 de Enero de
1969) el criterio -que parte de una Orden de 20 de Marzo de
1881- de que lo que está exento de la servidumbre de acue-
ducto son los huertos y no las huertas; las únicas diferencias
destacables (según el Diccionario de la Real Academia
Española de 1992) entre huertos y huertas están en que los
primeros son terrenos de corta extensión, menor que la de las
huertas, y generalmente cercados de pared.
Tampoco podrá constituirse la servidumbre forzosa de
acueducto por dentro de otro acueducto preexistente, pero si
el dueño de éste lo consintiese y el dueño del predio sirviente
se negase, se instruirá el oportuno expediente para obligar a
éste a avenirse al nuevo gravamen, previa indemnizaciòn, si
se le ocupase mayor zona de terreno (art. 20 RDPH). En tal
caso, en el expediente administrativo que se instruya para
obligar al dueño del predio sirviente a tolerar la nueva servi-
dumbre, no bastará con acreditar el consentimiento del titular
del acueducto preexistente, sino que, en dicho expediente,
habrán de acreditarse, además, los otros presupuestos o requi-
sitos que el RDPH exige para la constitución forzosa de la ser-
vidumbre de acueducto(23).

(23) Cf. ROCA JUAN, ob. cit., pág. 170.


LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 52

e’)Indemnización.
El establecimiento de la servidumbre forzosa de acueduc-
to exigirá el previo abono de la indemnización que corres-
ponda de acuerdo con lo dispuesto en la legislación de expro-
piación forzosa (art. 25 RDPH). Reiterando lo dispuesto en
este art. 25, el art. 38 del mismo RDPH establece que "cons-
tituida la servidumbre de acueducto, el dueño del predio
dominante podrá ejercer su derecho una vez abonado el
importe de la correspondiente indemnización" y que "en caso
de falta de avenencia o disconformidad en cuanto al importe
de la indemnización, ésta será fijada de acuerdo con lo dis-
puesto en la legislación de expropiación forzosa".
Hay que diferenciar entre esta indemnización previa al
titular del predio sirviente, por la merma que sufre como con-
secuencia de la constitución de la servidumbre, y la indemni-
zación de los daños a que se refiere el art. 557 del C.c., es
decir los causados a los predios inferiores (incluido el sir-
viente), por filtraciones o caída de las aguas; esta segunda
indemnización no puede ser previa, pues será consecuencia
del funcionamiento del acueducto.
Por otra parte, ha desaparecido el criterio de los arts. 87 y
88 de la Ley de Aguas de 1879 respecto de la indemnización;
conforme a dicha Ley había que diferenciar entre las servi-
dumbres de acueducto perpetuas y temporales (según exce-
dieran o no de seis años), fijándose en las temporales en el
duplo del arriendo correspondiente a la duración del grava-
men y en las perpetuas en el valor del terreno ocupado; ahora,
en cambio, la cuantía de la indemnización se fijará siempre
conforme a lo establecido en la legislación de expropiación
forzosa.
53 EMILIO PÉREZ PÉREZ

C)Facultades y deberes de los dueños de los predios


dominante y sirviente:
Para exponer el contenido de la servidumbre de acueduc-
to, debemos analizar las facultades y deberes de los dueños de
los predios dominante y sirviente así como la prohibición de
todo acto que obstaculice el ejercicio del derecho de servi-
dumbre.

a)Facultad de construir, conservar y utilizar la conduc-


ción.
Serán de cuenta del que haya promovido y obtenido la
servidumbre de acueducto todas las obras necesarias para su
construcción, conservación y limpieza. A tal efecto se le auto-
rizará para ocupar temporalmente los terrenos indispensables
para el depósito de materiales, previa la indemnización, o en
el caso de no ser su extensión fácil de prever, o no confor-
marse con ella los interesados, previo el depósito de una fian-
za suficiente. Estos o la Administración podrán compelerle a
ejecutar las obras y mondas necesarias para impedir estanca-
mientos o filtraciones que originen deterioro de los bienes
colindantes (art. 26 RDPH).
Si el acueducto atravesase vías públicas o particulares, de
cualquier naturaleza que sean, quedará obligado el titular de
la servidumbre a constituir y conservar las alcantarillas y
puentes necesarios, y si hubiese de atravesar otros acueductos,
se procederá de modo que no retarde ni acelere el curso de las
aguas, ni disminuya su caudal, ni adultere su calidad (art. 27
RDPH).
El dueño de un acueducto podrá, en su caso, consolidar
sus márgenes con céspedes, estacadas, paredes o ribazos de
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 54

piedra suelta, pero no con plantaciones de ninguna clase, dice


el parágrafo primero del art. 28 del RDPH.
Y el párrafo 2º del art. 30 del mismo Reglamento dispone
que en las acequias pertenecientes a Comunidades de
Usuarios se observará, en cuanto al aprovechamiento de las
corrientes y de los cauces y márgenes, lo prescrito en la Ley
de Aguas, en este Reglamento y en sus propias Ordenanzas.

b)Prohibición de todo acto que obstaculice el ejercicio de


la servidumbre .
El parágrafo 2º del art. 28 del RDPH dispone que el
dueño del predio sirviente no podrá hacer plantaciones ni ope-
ración alguna de cultivo en las mismas márgenes, y las raíces
que penetren en ellas podrán ser cortadas por el dueño del
acueducto.
Y el párrafo 1º del art. 30 del RDPH establece que nadie
podrá derivar agua de un acueducto, ni aprovecharse de los
productos de ella ni de los de las márgenes, ni utilizar la fuer-
za de la corriente sin título administrativo suficiente.

c)Facultad de hacer obras sobre el acueducto que no per-


judiquen ni imposibiliten las reparaciones y limpiezas nece-
sarias del acueducto.
La servidumbre de acueducto no obsta para que el dueño
del predio sirviente pueda cerrarlo y cercarlo, así como edifi-
car sobre el acueducto mismo de manera que éste no experi-
mente perjuicio ni se imposibiliten las reparaciones y limpias
necesarias, de acuerdo con lo prevenido en el artículo 560 del
Código Civil. Asimismo, en idénticas condiciones podrán
construirse puentes sobre el acueducto para atravesarlo (art.
55 EMILIO PÉREZ PÉREZ

29 RDPH).
Esta facultad de cerrar, cercar y construir del dueño del
predio sirviente habrá de ser compatible también con el dere-
cho de paso por las márgenes del acueducto que hemos visto
atribuye al dominante, para el exclusivo servicio de la servi-
dumbre, el art. 32 del RDPH. A este respecto, señala ROCA
JUAN(24) que, en ocasiones, el Tribunal Supremo ha entendi-
do, en lo referente a la compatibilidad del derecho del sir-
viente a cerrar y cercar, con el derecho de paso del dominan-
te, que éste puede variarse si intereses públicos o de seguridad
de las personas aconsejan interrumpirlo o variarlo, modifica-
ción que justificó amparándose en el art. 545 del C.c. (S. de
22 de Abril de 1929).
También consideró el Tribunal Supremo, en S. de 20 de
Febrero de 1991, que cabía elevar un edificio sobre un acue-
ducto, dado que no se imposibilitaba o perjudicaba la limpie-
za o reparación del mismo, al no cubrir ningún registro al ser-
vicio del acueducto, pues están situados uno de ellos delante
de la nueva casa y otro detrás de la misma, distantes entre sí
unos 38 metros, bastando rodear unos pocos metros para ir de
un registro a otro, con la perfecta posibilidad de pasar de uno
a otro registro por el interior del acueducto o canal, pues los
registros son lo suficientemente amplios para que cualquier
persona, a través de ellos, se introduzca en el canal, que dis-
curre subterráneo.

(24)Ob. cit., pág. 167.


LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 56

D)Extinción de la servidumbre .
El art. 33 del RDPH dispone que la servidumbre de acue-
ducto podrá extinguirse:
a) Por consolidación, cuando se reúnan en una sola per-
sona la propiedad de los predios dominante y sirviente.
b) Por expiración del plazo fijado al otorgarla.
c) Por expropiación forzosa.
d) Por renuncia del titular del predio dominante.
e) Por pérdida del derecho a la disposición del agua.
Aparte -dice ROCA JUAN(25)- hay que considerar la
caducidad de la concesión, que se reconduce a la pérdida del
derecho a la disponibilidad del agua; conforme al art. 66 del
TR de la L.a., las concesiones de agua podrán declararse
caducadas por incumplimiento de cualquiera de las condicio-
nes esenciales o plazos en ella previstos, o por la interrupción
permanente de la explotación durante tres años consecutivos
siempre que aquélla sea imputable al titular; sin embargo, será
necesaria la declaración de caducidad de la concesión,
mediante el oportuno expediente administrativo, para que se
produzcan la pérdida de disposición del agua y la subsiguien-
te extinción de la servidumbre de acueducto.
El uso de la servidumbre de acueducto por cualquiera de
los cotitulares conserva el derecho para todos, impidiendo la
prescripción por falta de uso, según lo establecido en el artí-
culo 548 del Código Civil (art. 34 RDPH).
A los efectos de la extinción se refiere el art. 31 del RDPH
cuando establece que el dueño del predio dominante vendrá
obligado a reponer las cosas a su antiguo estado una vez

(25)Ob. cit., pág. 173.


57 EMILIO PÉREZ PÉREZ

extinguida la servidumbre.
E)Supuesto del artículo 70 del Real Decreto Legislativo
1/2001, de 20 de Julio, por el que se aprueba el Texto
Refundido de la Ley de Aguas: realización material de las
cesiones de derechos concesionales acordadas.
La reforma de la Ley de Aguas de 1999, al permitir la
cesión directa de derechos concesionales, plantea el problema
de si, en este supuesto de disponibilidad de recursos hídricos
por el cesionario o adquirente, tendrá el mismo derecho a
recabar del Organismo de cuenca la constitución de servi-
dumbre de acueducto, para poder aprovechar las aguas así
adquiridas, aunque este aprovechamiento sea meramente tem-
poral o, incluso coyuntural, permitido para paliar situaciones
de sequías extraordinarias, sobreexplotación grave de acuífe-
ros o similares estados de necesidad.
El apartado 8 del art. 61 bis de la Ley de Aguas, añadido
por la Ley 46/1999, de 13 de Diciembre (ahora art. 70 del
TR), dispone que cuando la realización material de las cesio-
nes acordadas requiera el empleo de instalaciones o infraes-
tructuras hidráulicas de las que fuesen titulares terceros, su
uso se establecerá por libre acuerdo entre las partes. En el
caso de que las instalaciones o infraestructuras hidráulicas
necesarias sean de titularidad del Organismo de cuenca, o
bien tenga éste encomendada su explotación, los contratantes
deberán solicitar, a la vez que dan traslado de la copia del con-
trato para su autorización, la determinación del régimen de
utilización de dichas instalaciones o infraestructuras, así
como la fijación de las exacciones económicas que corres-
pondan de acuerdo con la legislación vigente. Si para la reali-
zación material de las cesiones acordadas fuese necesario
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 58

construir nuevas instalaciones o infraestructuras hidráulicas,


los contratantes deberán presentar, a la vez que solicitan la
autorización, el documento técnico que defina adecuadamen-
te dichas obras e instalaciones.
La autorización del contrato de cesión no implicará por sí
misma la autorización para el uso o construcción de infraes-
tructuras a que se refiere este apartado. La resolución del
Organismo de cuenca sobre el uso o construcción de infraes-
tructuras a que se refiere al párrafo anterior será independien-
te de la decisión que adopte sobre la autorización o no del
contrato de cesión, y no se aplicarán a la misma los plazos a
que se refiere el artículo 68 apartado 2 (un mes a contar desde
la notificación efectuada al Organismo de cuenca, si éste no
formula oposición, cuando se trate de cesiones entre miem-
bros de la misma Comunidad de Usuarios, y dos meses en el
resto de los casos).
No parece que cuando el legislador de 1999 se refiere, en
el precepto transcrito, a instalaciones o infraestructuras
hidráulicas ya existentes de las que fuesen titulares terceros,
pertenezcan al propio Organismo de cuenca o tenga éste enco-
mendada su explotación, así como a las nuevas instalaciones
o infraestructuras hidráulicas a construir cuando fueren nece-
sarias para la realización material de las cesiones concesiona-
les acordadas, esté incluyendo entre dichas obras e instalacio-
nes las servidumbres de acueducto; pero tampoco hay razón
concluyente alguna que imponga que en esa terminología no
quepan los posibles acueductos constituidos mediante servi-
dumbre.
Por otra parte -y ésto es lo fundamental- está claro que
nuestra legislación de aguas admite la servidumbre de acue-
59 EMILIO PÉREZ PÉREZ

ducto temporal (argumento del art. 33,b) del RDPH), así


como que en toda la regulación de las servidumbres en mate-
ria de aguas se observa el criterio de favorecer la utilización
del agua siempre que, por título legítimo, se tenga el derecho
de disponibilidad de la misma. Por ello hay que concluir que
si, para la realización material de las cesiones concesionales
acordadas al amparo de los arts. 67 a 72 del TR de la L.a.,
resulta necesaria la constitución de servidumbre de acueduc-
to, tendrá que ser admitida dicha constitución.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 60

VI. SERVIDUMBRE DE PA R A D A O PA RTIDOR

El artículo 562 del C.c. dispone que el que para dar riego
a su heredad o mejorarla, necesite construir parada o partidor
en el cauce por donde haya de recibir el agua, podrá exigir que
los dueños de las márgenes permitan su construcción, previo
abono de daños y perjuicios, incluso los que se originen de la
nueva servidumbre a dichos dueños y a los demás regantes.

1.Antecedentes legislativos.
El art. 186 del proyecto de Ley de Aguas de
RODRÍGUEZ DE CEPEDA decía que "el que para dar o faci-
litar el riego a su campo necesite construir en la acequia o
regadera por donde deba recibirlo partidor o parada, podrá
exigir que el dueño o dueños de las márgenes de aquélla
sufran su construcción previo abono de daños o perjuicios"; y
el de la Comisión nombrada por Real Decreto de 27 de Abril
de 1859 reproducía el precepto transcrito con pequeñas modi-
ficaciones: mejorar en lugar de facilitar, predio en vez de
campo y permitan en sustitución de sufran.
Los artículos 145 de la Ley de Aguas de 1866 y 105 de la
de 1879 establecían que "el que para dar riego a su heredad o
mejorarla necesite construir parada o partidor en la acequia o
61 EMILIO PÉREZ PÉREZ

regadera por donde haya de recibirlo, sin vejamen ni mermas


a los demás regantes, podrá exigir que los dueños de las már-
genes permitan su construcción, previo abono de daños y per-
juicios, incluso los que se originen en la nueva servidumbre".
El art. 562 del C.c., que reproduce el art. 564 del Proyecto
de Código de 1882, aunque mantiene lo sustancial de los pre-
cedentes transcritos, mejora su redacción y precisa el conteni-
do y los efectos de la servidumbre de parada o partidor.
La legislación de aguas se limita a establecer, en el art.
48.2 del TR de la Ley de aguas y en el art. 41 del RDPH, que
los Organismos de cuenca podrán imponer la servidumbre de
parada o partidor con arreglo a las normas del C.c. y de dicho
Reglamento.

2. Regulación legal.
Esta servidumbre predial persigue posibilitar la construc-
ción de una presa para detener el curso del agua (parada) o las
obras necesarias para repartir el agua por distintos cauces o
acequias mediante compuertas (partidor), con la finalidad de
dar riego a la heredad que carecía de él o mejorarla(26) . La
Ley de Aguas de 1879, en su Exposición de Motivos, justifi-
caba esta servidumbre expresando que la subdivisión de los
predios en las tierras de huerta o regadío exige, con frecuen-
cia, la construcción de nuevos partidores y paradas, por donde
cada parte de aquéllos reciba el riego, con independencia de
la otra parte y con notable economía de agua; pero como la
margen opuesta de la acequia o regadera puede pertenecer a
otro, de ser así será necesario imponer esta servidumbre(27).
(26)Cf. CAPILLA, ob. cit., pág. 1445.
(27)Cf. ROCA JUAN, ob. cit., pág. 175.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 62

3.Requisitos
Serán presupuestos de constitución de esta servidumbre
los siguientes:
1º) Tener la disponibilidad del agua necesaria y suficien-
te para dar riego a una heredad o mejorarla.
La disponibilidad del agua ha de entenderse en el sentido
amplio que acabamos de mantener al analizar la servidumbre
de acueducto.
Aunque el término mejorarla concuerde con heredad y no
con riego, por la propia finalidad de la servidumbre de parada
o partidor hay que entender que dicha mejora se refiere al
regadío, por ejemplo mediante la utilización de nuevas técni-
cas de riego.
2º) Se requerirá también que las márgenes del cauce exis-
tente o alguna de ellas sean de propiedad ajena, de tal suerte
que se precise ocupar terreno ajeno para realizar la obra de
construcción de la parada o partidor y si, para apoyar la para-
da o presa se requiere ocupar terreno ajeno, habrá de consti-
tuirse la pertinente servidumbre de estribo de presa(28).
3º) Deberán abonarse los daños y perjuicios causados al
dueño del predio sirviente (o sea, de las márgenes en las que
la parada o partidor se construya) y a los "demás regantes". La
indemnización abarcará no sólo los daños y perjuicios que
puedan producirse, por acceso y ocupación de terrenos, mien-
tras se construye el partidor o parada, sino los originados por
la alteración de la disponibilidad de las aguas en el mismo
tiempo de realización de la obra, al dueño del predio sirvien-
te y a los demás regantes. No cabe admitir una merma per-

(28)Cf. CAPILLA, ob. y lug. cit.


63 EMILIO PÉREZ PÉREZ

manente de los derechos de riego de otros (ni, por consi-


guiente, una hipotética indemnización de daños posteriores a
la realización de la obra, por producción de esa merma), como
vimos que disponía, expresamente, el art. 105 de la Ley de
Aguas de 1879(29).
Los trámites de constitución de esta servidumbre de para-
da o partidor son los mismos que los de la de acueducto, tal
como establece el art. 45 del RDPH.

(29)Cf. ROCA y CAPILLA, obs. y lugs. cits.


LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 64

VII. ORDEN DE PRELACIÓN DE LAS NORMAS


REGULADORAS DE LAS SERVIDUMBRES EN
M ATERIA DE AGUAS.

El art. 563 del C.c. cierra la sección que regula las servi-
dumbres en materia de aguas disponiendo que el estableci-
miento, extensión, forma y condiciones de las mismas se regi-
rán por la Ley de Aguas en cuanto no se halle previsto en el
propio C.c. La norma era enteramente lógica, dado que la L.a.
de 1879 era anterior a la entrada en vigor del C.c. y, por tanto,
resultaba perfectamente normal que se aplicara con carácter
supletorio del propio C.c.
Sin embargo, al promulgarse la L.a. de 1985, estableció
en su disposición final primera que en todo lo que no estuvie-
ra expresamente regulado por la nueva Ley, se estaría a lo dis-
puesto por el Código Civil, no con la finalidad de dar priori-
dad a la Ley respecto del Código sino -como ya ha quedado
antes indicado- "porque en el Código se encuentra la herencia
65 EMILIO PÉREZ PÉREZ

de toda la dogmática jurídica y porque sigue conservando las


bases y principios de nuestro sistema patrimonial". Esto no
podía llevar a la consecuencia de que la L.a. había cambiado
el orden de prioridades fijado por el art. del C.c. que comen-
tamos, como lo demuestra el hecho de que la propia L.a. de
1985, en los números 1 y 2 del art. 46 (ahora 48 del TR), al
referirse a la imposición de cualquier servidumbre en materia
de aguas, establece que se hará con arreglo a lo dispuesto en
el Código Civil y en el Reglamento de la Ley, remitiéndose
directamente al Reglamento porque la Ley sólo se preocupó,
en materia de servidumbres, de reproducir lo que estimó más
significativo de la regulación que establece el Código Civil (el
art. 552 del C.c., en el art. 45.1 de la Ley, y el parágrafo 1º del
párrafo último del art. 408 del C.c., en el art. 47 de la L.a.).
En todo caso, como pone de relieve CAPILLA RONCE-
RO , "no hay contradicciones entre la regulación del C.c. y
(30)

las normas, legales o reglamentarias, específicas de las


aguas".

(30)Ob. cit., pág. 1446.


LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 66

VIII.SUPUESTOS DE SERVIDUMBRES ESPECIALES


REGULADAS EN EL R E G L A M E N TO DEL DOMINIO
PÚBLICO HIDRÁULICO.

Al final de la regulación de las servidumbres relativas a


las aguas en el RDPH, este Reglamento recoge dos supuestos
complementarios de las servidumbres comentadas anterior-
mente, que son los siguientes:

1.Servidumbre de acceso a zonas de dominio público


hidráulico
La servidumbre de paso para facilitar el acceso a las már-
genes de los cauces públicos podrá imponerse por los
Organismos de cuenca cuando de otro modo resultase impo-
sible o particularmente difícil tal acceso.
La finalidad concreta de la servidumbre se justificará por
quien pretenda establecerla en el expediente que el
Organismo de cuenca debe instruir. Las indemnizaciones que
procedan correrán a cargo del titular de la servidumbre (art.
47 RDPH).
67 EMILIO PÉREZ PÉREZ

2.Ocupaciones temporales de terrenos para depósitos de


materiales motivados por la acción de las aguas
Si para precaver que las avenidas arrebaten las maderas u
objetos conducidos a flote por los ríos, fuese necesario
extraerlos, podrán ser depositados temporalmente en la zona
de servidumbre de los predios ribereños (art. 48 RDPH).
Cuando los cauces públicos hayan de desbrozarse y lim-
piarse de arena y piedras depositadas por las aguas, o hayan
de retirarse otros objetos que al obstruir o torcer el curso de
las aguas amenacen con que éstas produzcan daños, podrán
depositarse temporalmente en las zonas de servidumbre de los
predios ribereños (art. 49 RDPH).
Estos últimos preceptos están inspirados en los artículos
121 y 124 de la Ley de aguas de 1879, y constituyen meras
limitaciones del dominio, no verdaderas servidumbres.
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 68

JURISPRUDENCIA EN MATERIA DE
SERVIDUMBRES RELATIVAS A L AGUA.

STS de 19 de Mayo de 1953 (Aranzadi 1416)


STS de 28 de Noviembre de 1955 (Ar. 3470)
STS de 27 de Marzo de 1958 (Ar. 1382)
STS de 6 de Mayo de 1960 (Ar. 1857)
STS de 19 de Noviembre de 1962 (Ar. 4467)
STS de 31 de Enero de 1966 (Ar. 231)
STS de 30 de Enero de 1969 (Ar. 90)
STS de 29 de Enero de 1970 (Ar. 328)
STS de 5 de Junio de 1970 (Ar. 3012)
STS de 29 de Marzo de 1985 (Ar. 1255)
STS de 23 de Diciembre de 1988 (Ar. 9812)
STS de 4 de Octubre de 1988 (Ar. 8463)
STS de 27 de Febrero de 1989 (Ar. 1405)
STS de 20 de Febrero de 1991 (Ar. 1515)
STS de 31 de Enero de 1992 (Ar. 487)
STS de 2 de Diciembre de 1992 (Ar. 9993)
STS de 20 de Octubre de 1993 (Ar. 7750)
STS de 1 de Marzo de 1994 (Ar. 1633)
STS de 14 de Marzo de 1997 (Ar. 1935)
STS de 24 de Abril de 1999 (Ar. 4622)
STS de 15 de Junio de 2001 (Ar. 5060)
LAS SERVIDUMBRES EN MATERIA DE AGUAS 70

BIBLIOGRAFÍA

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