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Aspectos particulares de la gimnasia

en la infancia
Dr. F. MARTINÓN LEÓN.
Especialista en P u e r i c u l t u r a y P e d i a t r í a
D i p l o m a d o en Medicina Deportiva.

Es generalizado el conocimiento, de que la afectarse toda la musculatura y toda ella ser


edad de los juegos, es la niñez y la edad de hipotónica e hipotrófica o bien grupos muscu-
los deportes, la adolescencia. lares aislados.
El hecho de que la educación física y el El desarrollo muscular adecuado se debe pri-
deporte, sean necesarios y asequibles a todas m o r d i a l m c n t e a factores heredoconstitucionales,
las edades, no implica un error en la frase, la pero es factible incjorar o perjudicar una cons-
niñez es la edad de los juegos, p o r q u e éstos titución m e d i a n t e variaciones de la alimenta-
con sus movimientos, constituyen en los niños ción, clima, etc., en resumen según los facto-
normales, estímulos necesarios y suficientes pa- res ambientales.
ra el desarrollo muscular, es decir que son sus- En el desarrollo muscular general juega u n
titutos eficaces de la gimnasia, en u n sentido p a p e l i m p o r t a n t e u n buen desarrollo mental y
restringido. P e r o si efectivamente esto es rigu- afectivo. Es erróneo darle demasiado valor a
rosamente real en los niños ágiles, no podemos la imitación, en el juego del niño, que es espon-
'lecir lo mismo de los niños tórpidos, a quie- táneo, se observan muñecas y otros juguetes en
nes les es imprescindible, desde la p r i m e r a in- los pueblos primitivos, e incluso en las caver-
íancia, un equilibrio dirigido, entre reposo y nas prehistóricas. El niño n o r m a l tiene en el
actividad, adecuado a su individualidad. juego, la actividad adecuada. P e r o al neurópa-
El desarrollo motor y estático del niño, se ta infantil no le ocurre así, tímido, no se atreve
ve afectado por las enfermedades orgánicas, a realizar los mismos movimientos que sus
terminadas éstas, se restablecen sus actividades compañeros, lo que hace (¡ue tenga su muscu-
corporales, pero ello se acelera m e d i a n t e la latura flácida y poco desarrollada, y ])or ello.
gimnasia adecuada. Lo que ofrece especial in- y en círculo vicioso aun reduce más su activi-
terés, en las enfermedades de larga duración, dad y así su musculatura.
y en las que se a c o m p a ñ a n de fiebre. No obstante vemos a los niños perezosos e
El p u e r i c u l t o r está muy acostumbrado a en- inaclivos, más veces como nacidos en u n am-
contrar el p o r qué de las consultas, que le rea- biente neuropático, que como verdaderos neu-
lizan, en las omisiones. Crecimiento y desarro- rópatas infantiles; niños con padres que hacen
llo d e p e n d e n en gran p a r t e de una actividad que transcurra demasiado lentamente el paso
n o r m a l p a r a cada e d a d ; si ésta no se lleva a
hacia la independencia. P o r ello, es necesario
cabo, el r i t m o de crecimiento del niño varía
divulgar que el deporte del niño, es el j u e g o ,
como varía con, sexo, raza, nacionalidad, cli-
p o r q u e muchas madres siguen creyendo, que
ma, nutrición, enfermedades, etc., etc. Así, una
es perjudicial recargar la m u s c u l a t u r a . El pro-
de las omisiones que se encuentran habitual-
mente, es la de no m a n t e n e r u n a adecuada blema surge frecuentemente, cuando el niño
educación de las actividades y actitudes del por diferentes circunstancias, se desarrolla entre
i n f a n t e ; los efectos se manifiestan de u n a ma- personas añosas, distanciadas hasta entonces de
nera especial en el sistema m u s c u l a r . P u e d e los niños.
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La historia es frecuente y se repite: lata, cómo los padres del niño, emigraron cuan-
Caso n° 1. Niño, J. A. M. Edad, 7 años. An- do éste tenía un año, quedando ella a su cui-
tecedentes familiares sin interés. Nacido de par- dado. El niño se queja, de que le duelen los
to eutócico. Buen estado al nacer. Buenos há- pies después de corretear, su tía se lo atribuye
bitos alimenticios. Su madre dice, está inape- a que, «no tiene parada^). Observamos durante
tente y delgado, señalando que ya no puede el examen que no le deja mover lo más míni-
hacer más por él, ya que no le deja madrugar mo. El examen del pie, clínico y radiográfico,
y le lleva una doncella a escuela para no car- no revela ningún hallazgo anómalo. Recomen-
garle con nada. Atribuye su estado a corretear damos a su tía le dé libertad para corretear
y a saltar con exceso. En la exploración desta- y le mandamos le haga caminar, un cuarto de
ca, musculatura normotónica y normotrófica, en hora por día sobre la punta de los pies. Vuel-
la mitad inferior del cuerpo y musculatura hi- ve un mes más tarde, le han desaparecido las
potónica y poco desarrollada en las extremida- molestias.
des superiores y en el tórax. Se corrige la des- Grupos musculares débiles de los pies se co-
proporción con gimnasia rítmica. rrigen s i m p l e m e n t e con ejercicios gimnásticos
El caso de este niño ya h a b í a sido señalado q u e m e j o r e n el tono m u s c u l a r . R e s u m i e n d o , es
p o r Czerny que decía que se e n c o n t r a b a n mu- necesario se ilustre a las gentes sobre la activi-
chos niños, como el que recogemos, practican- d a d y descanso del h o m b r e - n i ñ o , en su evolu-
do u n examen corporal de los infantes de u n a ción al h o m b r e - a d u l t o , en general son criterios
escuela. poco divulgados, incluso entre la clase médi-
E n c o n t r a m o s u n n ú m e r o considerable, de ca- ca. Es corriente ver cómo u n pie n o r m a l se tra-
sos similares al de la historia que recogemos ta de corregir o r t o p é d i c a m e n t e y cómo no se
a continuación: atiende en lo más m í n i m o , a la recuperación
Caso n.° 2. Niño, M. M. R. Edad, 4 años. An- física en el convaleciente.
tecedentes familiares y personales sin importan-
cia. Su tía (mujer soltera de 50 años), nos re- Orense, 9 de abril de 1965.

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