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LA ESPADA DEL TAICHI

Los trece “secretos” de la espada de Tai Chi hacen referencia a las trece técnicas
básicas que, pudiendo combinarse de infinidad de modos diferentes, permiten canalizar la
energía, tanto propia como del contrario, y responder a la intención de quien la esgrime.

1. Jī: Golpear

2. Cì: Apuñalar, clavar. El peso de todo el cuerpo acompaña a la espada en su avance.

3. Gé: Dividir, cortar.


4. Xĭ: Limpiar, apartar

5. Chōu: Corte horizontal con el filo de la espada de adelante hacia atrás aprovechando la inercia
generada al abrir o cerrar los brazos.

6. Dài: Desviar, conducir activamente la espada del contrincante.

7. Tí: Elevar, movimiento ascendente que se puede aprovechar para pinchar al contrario.

8. Diăn: Pinchar, apuntar a un objetivo.

9. Péng: Expandir en todas las direcciones desplazando al contrario y/o su espada.

10. Pī: Partir (cortando desde arriba).

11. Jié: Interceptar

12. Jiăo: Agitar, puede usarse para esquivar la hoja de la espada del contrincante o para
confundirle o distraer su atención antes del ataque (movimiento en remolino).

13. Yā: Presionar, aplastar la espada del contrario con nuestra hoja para dejar paso a nuestro
ataque.

A la hora de practicar todas estas técnicas, resulta de gran utilidad utilizar métodos por parejas en
los que se alternan ataques y defensas en secuencias armoniosas que permitan adquirir la fluidez
que requiere el uso de este tipo de espada.

Por lo que se refiere a los ataques sobre el cuerpo del contrario, es preciso tener en cuenta que su
finalidad puede ser múltiple, de forma que su objetivo y la técnica a utilizar varía de unos casos a
otros. Así, si buscamos causar una herida que le provoque algún tipo de hemorragia grave,
trataríamos de producirle un corte en las zonas del cuerpo donde sus arterias están más expuestas
(en las articulaciones superiores, por ejemplo, nos dirigiríamos a las arterias cubital o radial),
mientras que los vasos más profundos (como, por ejemplo, la arteria femoral) requerirían de un
ataque mucho más certero con la punta de la espada. Otra posibilidad sería inmovilizar al
oponente cortando sus tendones y así lograr inutilizar alguna de sus articulaciones, para hacerlo
sería preciso provocarle un corte profundo, por ejemplo, en el dorso de la mano, o en la parte
superior del empeine del pie, en el tendón de Aquiles, etc. Por último, podrían plantearse ataques
dirigidos a órganos vitales para provocarle una muerte casi instantánea (por ejemplo, al corazón),
que requerirían de una estocada muy precisa y con un elevado nivel de penetración de la espada
en su cuerpo.
M.M.M.A.

NOCIONES DE PROTOCOLO Y ETIQUETA PARA EL USO DE LA ESPADA DE TAI CHI.

A la hora de empuñar y utilizar la espada, incluso si se trata de una inofensiva espada de


entrenamiento, debe hacerse siempre como si estuviera afilada y tuviera punta.

Estas dos características esenciales de la espada, así como su correcta conservación, determinan
no sólo el modo correcto de ejecución de los movimientos de quien la esgrime, sino también todo
el protocolo y etiqueta asociado a su uso.

Al entregar la espada a otra persona sin ningún ánimo de afrenta, el arma debe ofrecerse
suspendida horizontalmente en equilibrio sobre las palmas de las manos abiertas de quien la
ofrece.

De este modo, el que la recibe tendrá libre la empuñadura para poder tomarla y tanto sus manos
como las de quien se la entrega estarán a salvo de cualquier corte que pudiera producirse
accidentalmente.

Para sostener la espada sin intención de usarla contra ningún adversario ni de entregársela a otra
persona, ha de mantenerse en posición vertical con su punta hacia arriba. Su peso debe descansar
sobre la parte interior de los dedos que se sitúan en la parte externa de la guardia de modo que la
palma de la mano toca la empuñadura y el dedo pulgar y el índice, este último extendido a lo largo
de la empuñadura, consigan mantenerla en equilibrio. Así, la parte plana de su hoja estará justo
detrás de la parte interior del brazo, lo suficientemente alejada para que su filo no toque la piel de
quien la sostiene pero, al mismo tiempo, lo suficientemente próxima como para que ninguno de
sus filos ni su punta puedan dañar accidentalmente a quienes estén a su lado.

Cuando el objetivo es iniciar o proseguir un enfrentamiento, quien esgrime la espada debe


sujetarla por su empuñadura, con la punta siempre señalando a su contrincante. De este modo, se
mostrará listo para utilizarla contra su objetivo.

El filo de la espada nunca debe pasarse por encima de la cabeza de quien la esgrime, porque con
ello estaría destruyendo el imaginario hilo de energía que le une con el cielo. Tampoco debe
clavarse en el suelo.

A la hora de empuñar la espada debe hacerse con suavidad pero con firmeza y asegurándose de
que la muñeca esté siempre relajada, evitando cualquier rigidez que podría restar fluidez y, con
ello, efectividad a sus movimientos. Del mismo modo que sostendríamos una mariposa en
nuestras manos si deseáramos conservarla con todo el esplendor que su vida nos ofrece.

La intención de quien la esgrime, siempre centrada en su objetivo, debe guiar sus movimientos en
todo momento.
Los movimientos de la espada, y consecuentemente de quien la esgrime, han de ser fluidos, sin
gestos bruscos ni posiciones rígidas. En este sentido, la espada puede concebirse como un dragón
cuya cabeza sería la empuñadura de la espada (desde donde se inicia el movimiento) y cuyo
extremo final de la cola se situaría en la punta de la espada. Así, la energía, que comienza en la
empuñadura con un movimiento de la muñeca, debe ser conducida y amplificada a medida que
pasa por la espada hasta llegar a la parte de la misma en la que se desea realizar el contacto con el
contrincante en un movimiento fluido que la recorre por completo sin fugas de energía. De igual
modo, pero en sentido inverso, quien utiliza la espada para defenderse debe ser capaz de
reconducir la energía que se mueve por la espada del contrario.

La mano que no empuña la espada debe adoptar la postura de “dedos en punta”. Para ello, los
dedos índice y corazón se mantienen estirados y unidos mientras el anular y meñique se doblan
hacia la palma de la mano donde el pulgar los sujeta a la altura del nacimiento de las uñas. Los
movimientos de ambas manos deben ir coordinados, unas veces la mano con los dedos en punta
copia como en un espejo los movimientos de la mano que sostiene la espada (como si sostuviera
una espada imaginaria) y en otras ocasiones se acerca a la muñeca de la mano que empuña la
espada para reforzarla.

M.M.M.A.

El arte de la espada recta de doble filo que ahora nos ocupa, y que no puede ni debe
practicarse al margen de los principios esenciales en los que se fundamenta el Tai Chi
(continuidad en los movimientos, fusión entre la parte inferior y superior del cuerpo, distinción
entre el lleno y el vacío, etc.), sin duda alguna supone mucho más que practicar Tai Chi con
una espada entre las manos.
Por otro lado, un ataque ejecutado conforme a una técnica incorrecta, aunque se dirija al
punto exacto, será tan ineficaz como aquel que aplicando la técnica correcta se dirija al punto
equivocado.
Un arma tradicional apasionante que absorbe a quien la practica y dota a todos sus
movimientos de nuevas cualidades y calidades que sólo ella le puede ofrecer.
M.M.M.A.

Los trece “secretos” de la espada de Tai Chi hacen referencia a las trece técnicas básicas que,
pudiendo combinarse de infinidad de modos diferentes, permiten canalizar la energía, tanto
propia como del contrario, y responder a la intención de quien la esgrime.

1. Jī: Golpear
2. Cì: Apuñalar, clavar. El peso de todo el cuerpo acompaña a la espada en su avance.

3. Gé: Dividir, cortar.

4. Xĭ: Limpiar, apartar

5. Chōu: Corte horizontal con el filo de la espada de adelante hacia atrás aprovechando la inercia
generada al abrir o cerrar los brazos.

6. Dài: Desviar, conducir activamente la espada del contrincante.

7. Tí: Elevar, movimiento ascendente que se puede aprovechar para pinchar al contrario.

8. Diăn: Pinchar, apuntar a un objetivo.

9. Péng: Expandir en todas las direcciones desplazando al contrario y/o su espada.

10. Pī: Partir (cortando desde arriba).

11. Jié: Interceptar

12. Jiăo: Agitar, puede usarse para esquivar la hoja de la espada del contrincante o para
confundirle o distraer su atención antes del ataque (movimiento en remolino).

13. Yā: Presionar, aplastar la espada del contrario con nuestra hoja para dejar paso a nuestro
ataque.

A la hora de practicar todas estas técnicas, resulta de gran utilidad utilizar métodos por parejas en
los que se alternan ataques y defensas en secuencias armoniosas que permitan adquirir la fluidez
que requiere el uso de este tipo de espada.

Por lo que se refiere a los ataques sobre el cuerpo del contrario, es preciso tener en cuenta que su
finalidad puede ser múltiple, de forma que su objetivo y la técnica a utilizar varía de unos casos a
otros. Así, si buscamos causar una herida que le provoque algún tipo de hemorragia grave,
trataríamos de producirle un corte en las zonas del cuerpo donde sus arterias están más expuestas
(en las articulaciones superiores, por ejemplo, nos dirigiríamos a las arterias cubital o radial),
mientras que los vasos más profundos (como, por ejemplo, la arteria femoral) requerirían de un
ataque mucho más certero con la punta de la espada. Otra posibilidad sería inmovilizar al
oponente cortando sus tendones y así lograr inutilizar alguna de sus articulaciones, para hacerlo
sería preciso provocarle un corte profundo, por ejemplo, en el dorso de la mano, o en la parte
superior del empeine del pie, en el tendón de Aquiles, etc. Por último, podrían plantearse ataques
dirigidos a órganos vitales para provocarle una muerte casi instantánea (por ejemplo, al corazón),
que requerirían de una estocada muy precisa y con un elevado nivel de penetración de la espada
en su cuerpo.

M.M.M.A.

Las partes principales de la espada de Tai Chi.


En la espada de Tai Chi se pueden diferenciar dos partes principales, la empuñadura y la
hoja.
La EMPUÑADURA consta, a su vez, del pomo (que se utiliza para golpear), del mango (lugar
en el que se coloca la mano para asir la espada), la guarda (su finalidad principal es proteger
a quien la esgrime del corte de la espada del contrincante parando sus ataques) y,
frecuentemente, de unas borlas que cuelgan del pomo y que se usan para distraer la atención
del contrario o simplemente para entorpecer su visión acercándolas a sus ojos.
Por lo que se refiere a la HOJA, es plana, estando sus dos caras afiladas (filos externo e interno)
respetando un nervio central y finalizando en una punta, también afilada, cuya finalidad es pinchar al
contrario.
M.M.M.A.
Características singulares y exclusivas de Tai Chi Chuan:

1-No usar la fuerza torpe, prestar atención a la conciencia y no a la fuerza, no saltar ni bricar y
mantener siempre el equilibrio y armonía del cuerpo y la respiración.

(Bu Yong Zhou Li)

2-Utilizar la quietud en contra de la movilidad. En las prácticas conservar siempre el cuerpo y el


corazón en un estado relajado y apacible, y en la lucha con el adversario, mantener la posición de
neutralizar la movilidad mediante la quietud.

(Yi Jing Zhi Dong)

3- Superar lo rígido con lo flexible, o sea actuar de manera suave y resistente en lugar de usar
fuerza para vencer al adversario fuerte y rígido.

(Yi Rou Ke Gang)

4-Vencer al fuerte siendo débil. A pesar de la gran disparidad en cuanto a la edad y la constitución
física el débil puede vencer al fuerte.

(Yi Ruo Sheng Quiang)

Chen Huiliang
https://taichisanisidro.blogspot.com/…/caracteristicas-sing…

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