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Ingrid Pineda 16.040.

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Hoy en día contamos con muchas reflexiones de educadores y expertos en educación que
tienen la finalidad de analizar los principales problemas que adolece nuestro sistema educativo e
implementar nuevas técnicas de enseñanza-aprendizaje, nuevos modelos organizativos,
estructuras e ideas, tendentes a conseguir un cambio de paradigma y una “nueva educación”. Se
puede considerar con toda seguridad que no existe un paradigma que contenga todo el
conocimiento acumulado para explicar el proceso del aprendizaje.
Los paradigmas educativos más resaltantes son:
Principalmente el conductista esta es la primera teoría que viene a influenciar fuertemente
la forma como se entiende el aprendizaje humano, sus inicios se remontan a las primeras décadas
del siglo XX, su fundador fue J.B. Watson, de acuerdo con Watson; para que la psicología lograra
un estatus verdaderamente científico, tenía que olvidarse del estudio de la conciencia y los
procesos mentales (procesos inobservables) y, en consecuencia, nombrar a la conducta (los
procesos observables) su objeto de estudio. Su principal concepción era ver al alumno como un
sujeto cuyo desempeño y aprendizaje escolar pueden ser arreglados o re-arreglados desde el
exterior, el conductismo, es uno de los paradigmas que se ha mantenido durante más años y de
mayor tradición.
Así mismo está el cognitivo todas sus ideas fueron aportadas y enriquecidas por diferentes
investigadores y teóricos, que han influido en la conformación de este paradigma, tales como:
Piaget y la psicología genética, Ausubel y el aprendizaje significativo, la teoría de la Gestalt,
Bruner y el aprendizaje por descubrimiento y las aportaciones de Vygotsky, las ideas de estos
autores tienen en común el haberse enfocado en una o más de las dimensiones de lo cognitivo
(atención, percepción, memoria, inteligencia, lenguaje, pensamiento, etc.) aunque también
subraya que existen diferencias importantes entre ellos.
Se podría decir que dos de las cuestiones centrales que ha interesado resaltar a los
psicólogos educativos, son las que señalan que la educación debería orientarse al logro de
aprendizaje significativo con sentido y al desarrollo de habilidades estratégicas generales y
específicas de aprendizaje. Este paradigma considera al alumno un sujeto activo procesador de
información, que posee competencia cognitiva para aprender y solucionar problemas y al profesor
parte de la idea de que un alumno activo que aprende significativamente, que puede aprender a
aprender y a pensar.
De igual forma tenemos el paradigma histórico-social, también llamado paradigma
sociocultural o históricocultural, fue desarrollado por L.S. Vigotsky, Aun cuando el desarrolla
estas ideas hace varios años, es sólo hasta hace unas cuantas décadas cuando realmente se dan a
conocer. En este paradigma el individuo aunque importante no es la única variable en el
aprendizaje. Su historia personal, su clase social y consecuentemente sus oportunidades sociales,
su época histórica, las herramientas que tenga a su disposición, son variables que no solo apoyan
el aprendizaje sino que son parte integral de él, estas ideas lo diferencia de otros paradigmas.
Para Vigotsky la relación entre sujeto y objeto de conocimiento no es una relación bipolar
como en otros paradigmas, para él se convierte en un triángulo abierto en el que los tres vértices
se representan por sujeto, objeto de conocimiento y los artefactos o instrumentos socioculturales,
y se encuentra abierto a la influencia de su contexto cultural. Vigostky, ve en la imitación humana
una nueva « construcción a dos » entre la capacidad imitativa del niño y su uso inteligente e
instruido por el adulto en la ZDP, de esta manera el adulto proporciona al niño auténticas
funciones psicológicas superiores externas que le van permitiendo alcanzar conocimientos con
mayores niveles de complejidad.

Este paradigma concibe al alumno como un ser social, producto y protagonista de las
múltiples interacciones sociales en que se involucra a lo largo de su vida escolar y extraescolar.
Pero de manera concibe al maestro como un agente cultural que enseña en un contexto de prácticas
y medios socioculturalmente determinados la misma, y como un mediador esencial entre el saber
sociocultural y los procesos de apropiación de los alumnos.

Tomando en cuenta todos los paradigmas mencionados se podría decir que existen varios
modelos pedagógicos, principalmente está el tradicional los principios educativos de la escuela
tradicional son: Lo que el alumno decía, sentía y expresaba no era importante, lo que importaba
era que su personalidad se estructure en función con los intereses creados. En consecuencia; los
conocimientos, las normas y las reglas, se depositaban en el alumno independientemente de que
este los entendiera o aceptara. Otro de estos principios era que los contenidos curriculares
contempla las normas era necesario depositar en el “cerebro” de los estudiantes hechos, nombres,
fichas históricas, datos, el acatamiento de normas escolares y un arsenal de información; para que
lo memoricen mecánicamente.

La metodología tradicional se fundamenta en el verbalismo, la repetición y la severidad,


“la letra con sangre entra y ayuda a respetar a los mayores”, se decía y practicaba en la escuela
tradicional y su evaluación consiste en determinar cuánto de la información transmitida ha
retenido el alumno. Otro de los modelos pedagógicos es el Activista lo fundamental era considerar
al alumno un sujeto y no un objeto de la educación. Dewey en los Estados Unidos, Freinet en
Francia, Montessori en Italia, Decroly en Bélgica fueron entre otros los que desarrollarían la es-
cuela nueva fundamentado en el modelo activista, El fin de la escuela, consiste en educar a los
alumnos para la vida, para cumplir con esta finalidad, la educación no debe transmitir información,
sino más bien permitir que el alumno se relacione con la naturaleza y la realidad, de una manera
libre y autónoma.

Los contenidos de enseñanza deben ser la naturaleza y la vida misma. El Alumno Aprende
Haciendo, en contraposición con la escuela tradicional, la escuela activa manifiesta que se aprende
haciendo, por lo tanto, hay que permitir al niño(a): observar, trabajar, actuar, experimentar y dejar
que se exprese, en tanto que el maestro debe simplemente escuchar. Dentro de estos modelos
también se encuentra el conceptual el fin de esta escuela, es preparar seres humanos de cara al
futuro y no al ayer como intentó la escuela tradicional. Para ello es necesario la promoción del
pensamiento, las habilidades y los valores, ya no se trata de transmitir información como antes,
sino de desarrollar la capacidad en el mundo de realizar inferencias inductivas y deductivas de
gran calidad ante la gran cantidad y variedad de conocimientos que la ciencia moderna genera y
reproduce.

Y como último Modelo se encuentra el Marxista, el fin de esta educación consiste en


contribuir para la liberación del ser humano de la alienación a la que está sometido, por medio del
cambio social. La tarea del docente es formar en los alumnos la personalidad y la conciencia de
clase, proporcionando información mediante actividades encaminadas a cuestionar el sistema,
esto es, a hacer valer los derechos humanos, a respetar los recursos nacionales, a promocionar la
identidad cultural, a contrarrestar el consumismo, ya que la verdadera educación debe tener como
base la participación del individuo en el movimiento del desarrollo histórico.

Como conclusión se podría decir que los diferentes paradigmas y los diferentes modelos
pedagógicos buscan mejorar y dar pautas a una nueva generación de educadores y de educandos
para así buscar la manera de mejorar las pautas educativas en función del alumno de las nueva
década que estamos viviendo.

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