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Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos

Isaías 26
3Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti
ha confiado.
4Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los
siglos.

Introducción
“Podemos estar en paz, pero no tener paz”

¿Qué es la paz personal?


¿Qué conceptos giran alrededor de la paz interior?
¿Qué significa tener paz interior?

Una pequeña historia…


Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una
pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron.
El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le
gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se
reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo
muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que
ésta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas.
Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y
truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se
revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el rey observó cuidadosamente, él miró tras la cascada un delicado arbusto
creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio
del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el
medio de su nido... la paz perfecta.
¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda. ¿Sabes por qué?
Porque, explicaba el rey: Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin
trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas
permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón.
Este es el verdadero significado de la paz.

Buscando en Internet encontré lo siguiente sobre la paz


“La paz es algo que no se puede comprar, medir, obtener… Es algo que nace desde dentro,
que te sorprende cuando menos te lo imaginas y que seguramente anhelas
frecuentemente.” Psic. Fabiola Cuevas.

¿La paz nace de nosotros, viene de nosotros, nosotros la generamos?

Como Obtener Paz Espiritual En 7 Pasos


Autor: Ricardo De la Rosa Nieto
La paz espiritual es lo más valioso que podemos cultivar. Nadie nos puede dar paz
espiritual, los únicos que realmente roban nuestra paz espiritual son nuestros
pensamientos, las dudas. Para obtener paz espiritual no necesitamos irnos a recluirnos a
alguna montaña, la paz espiritual se puede experimentar ahora mismo en el lugar en el
que te encuentres. Lo más importante es valorar la paz espiritual. Si realmente la
valoramos, haremos todo lo que sea posible por obtenerla.
1. Escoge cuidadosamente en que inviertes tu tiempo (busca cosas positivas para hacer)
2. Controlar nuestros pensamientos ( Ten pensamientos positivos)
3. Simplifica al máximo tu vida (Realiza las tareas más importantes y disfrutalas)
4. Dedica tiempo a cultivar la paz espiritual (con técnicas de meditación y relajación para
dejar a un lado todos tus pensamientos)
5. Se inmune a los halagos y a la crítica (Controla tu ego)
6. Se activamente desinteresado
7. Evita criticar a los demás

¿Con estos pasos lograremos la paz interior realmente?

Jesús dijo;
“La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo” Juan 14:27

El tiempo y la época que nos ha tocado vivir es una donde abunda la paz del mundo, pero
escasea la verdadera paz, la que ofrece Dios. Jesús nos dejó dicho que el mundo ofrece
paz, pero que la paz que él ofrece es mucho mejor. Vemos entonces que en el sistema en
que vivimos hay dos tipos paz trabajando, la del mundo y la de Dios.
Desarrollo
Jesús nos dejó algo que tiene más valor que el oro puro, nos dejó su paz. ¿Cuántas
personas están enfermas por el estrés, cuantas padecen por salud mental? Muchas almas
están agobiadas por la falta de esta paz, que Dios ofrece gratuitamente.
Pensemos por un instante en la paz de Jesús. Dice la Palabra que mientras los discípulos
estaban trabajando afanosamente por mantener la barca a flote, Jesús dormía (Lc.8:23-
25). Jesús, en medio de una tempestad podía dormir, aun cuando los que estaban a su
alrededor estaban desesperados. Esa es la paz de Jesús, la que nos ha dejado para que la
disfrutemos.

La paz del mundo está condicionada a las circunstancias, la paz de Dios es eterna.

En Lc.8:23-25 el Señor nos quiere mostrar sobre su paz. Cuando los discípulos vieron que
no podían hacer nada para salvar sus vidas de un naufragio seguro corrieron donde
Jesús. Debemos prestar mucha atención a las acciones de Jesús y a sus palabras. Lo
primero que hizo fue calmar la situación. Aun cuando lo despertaron en una forma
abrupta, él conservaba su paz. Lo segundo que hizo fue hacer una pregunta: 25Y les dijo:
¿Dónde está vuestra fe? Esta pregunta es clave para poder recibir y entender la paz de
Jesús. La paz de Jesús se recibe en fe, creyendo que Dios es superior a cualquier
situación. No podemos esperar tener la paz de Jesús tan solo por confesarlo. Es
necesario tener fe, y la fe viene por oir, por oir la Palabra de Cristo (Rom 10:17)

El apóstol Santiago nos dice en Santiago.1:22 “Pero sed cumplidores de la palabra, y no


solamente oidores, engañándonos a nosotros mismos”, y Santiago 2:20 nos dice que la fe
sin obras es muerta. Vemos entonces que para que la fe opere debe estar acompañada
por obras o acciones.

He oído a muchos ilustrar el evento donde Abraham iba a sacrificar a su hijo Isaac. En sus
relatos dicen que, aun cuando la Biblia no nos dice cuál fue la reacción de Abraham ante el
pedido de Dios, ellos piensan que su reacción fue de batalla y lucha porque nadie
sacrificaría a su hijo sin sentir angustia.
En lo personal, y después de haber estudiado este tópico del que estoy hablando pienso
que si la Biblia no nos dice nada con respecto a la reacción de Abraham es por qué no
hubo ninguna. Sé que son palabras fuertes, pero tengo mi base para pensar así. No
debemos olvidar que Abraham es conocido como el padre de la fe (Ro.4:11-12;16). El
paso que dio lo dio en fe creyendo que Dios era poderoso para levantar a su hijo de entre
los muertos (He.11:17-19). El verso 19 lee “pensando que Dios es poderoso para levantar
aun de entre los muertos” Este es el testimonio que la misma Biblia ofrece de Abraham,
dejándonos saber qué había en su mente en los momentos del pedido de Dios.
La paz de Jesús es sostenida por la fe en él y su palabra. De igual forma Abraham se
sostenía en fe en la palabra que Dios le había dado respecto de su hijo.

Esa es la clase de paz que Dios nos está ofreciendo. Una paz inquebrantable, capaz de
permitirnos dormir aun en medio de la peor tormenta, la que amenaza con llevarnos a
naufragar.

Debemos notar algo interesante en relación a la paz de Dios. Dijimos que por ser de Dios
es eterna. Esto es tan cierto como Dios mismo. Cuando Cristo ofrece su paz la ofrece sin
limitaciones. En él no existen limitaciones, pero en nosotros sí.

Filipenses 4:7 dice Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,


guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
.
Cuando los problemas se incrementan o las situaciones se van de nuestro control lo
primero que ocurre es que la paz se va. Al irse la paz nuestro corazón y pensamientos se
turban. No pensamos o razonamos apropiadamente.

Como seres humanos, nuestra primera reacción no siempre es de paz, sin embargo, al
acudir a nuestro Creador y derramar nuestra alma a Él, reclamando las promesas divinas,
confiando en su Palabra de la cual nos hemos llenado, nuestra actitud cambia, nuestra
alma se llena de paz.

Dios no quiere que nosotros suframos como los del mundo. Él tiene para nosotros vida y
la tiene en abundancia. Esa vida abundante incluye la paz que sobrepasa todo
entendimiento.

Juan 16:33
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis
tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Fil.4:4Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!


. Un corazón alegre hermosea el rostro, así lo dice Prov.15:13.
Escogemos regocijarnos o no. Cuando obedecemos aun sin entender o en
ocasiones sin querer (Mt.21:29-31) Dios se glorifica y empezamos a sentir el gozo
y regocijo
Fil.4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Todo lo que nos molesta, estorba, inquieta, perturba debe ser traído delante de
Dios en oración, ruego y acciones de gracias.

Conclusión
Toda esta paz nos es provista única y exclusivamente “en Cristo Jesús.” Jesús
es el que dijo, la paz os dejo, mi paz os doy. Él es el poseedor de ella y nos la da
a nosotros sus hermanos. Hay dos razones por las cuales no podrás
experimentar esta paz. La primera es porque no has recibido a Cristo como tu
Salvador. Si no lo has hecho, hoy es un día precioso para hacerlo. La segunda
es que si has recibido a Cristo como Salvador, no estás en unidad con Él.

Recuerda, Cristo pagó el precio en la cruz para que tú y yo vivamos en paz aun
cuando haya tempestades. Es un acto de tu voluntad, escojamos la mejor parte.

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