Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
1
Si en un principio el liberalismo es un movimiento unitario (antiabsolutista), que
agrupará los intereses de burgueses, campesinos, intelectuales y obreros, cuando estallen
las revoluciones de 1830 (en Francia llegará al poder) privilegiará sólo a la alta burguesía:
surge entonces el liberalismo democrático, defensor del sufragio universal masculino. En la
Restauración, el liberalismo es la oposición, y tomará un cariz violento: creación de
sociedades secretas, crítica a la monarquía, nobleza e Iglesia (en un momento en el que
comienza a irrumpir el materialismo como doctrina). Sus características serían:
2– Piden establecimiento de una Constitución que limite el poder real (reina pero no
gobierna). En ésta se pretende la soberanía nacional: la soberanía no reside en el rey, sino
en la nación.
3– Separación de poderes.
2
La oleada de 1820–1825 comenzará en España con el levantamiento de Riego y el
Trienio Constitucional (1820–23), extendiéndose por los países mediterráneos y por la
América española, la mayoría de cuyos estados se independizan de España (en 1824 sólo
Cuba y Puerto Rico están bajo soberanía española). Fruto de las mismas reivindicaciones,
Grecia conseguirá la independencia respecto al Imperio otomano, en 1829.
Entre 1868 y 1874 lo que se dio no fue propiamente una oleada revolucionaria, sino
un conjunto de trastornos políticos de diversa naturaleza (enfrentamientos bélicos), como la
revolución de septiembre en España, en 1868, iniciadora del Sexenio revolucionario, la
culminación del proceso de unificación política en Italia (1870) con la invasión de los
Estados Pontificios, y la guerra franco–prusiana de 1870–1871, que dio lugar a la creación
del Imperio alemán (1871) y a la caída en cambio del II Imperio francés, de Napoleón III.
2– Restauración y Revolución.
Pero no puede considerarse en todos los países como un período "retrógrado": Luis
XVIII tuvo que mantener la supresión del feudalismo y reparto de la tierra. Además, el
Reino Unido no es partícipe de la reacción: el parlamentarismo está muy arraigado en la
isla, y a Gran Bretaña únicamente le importa el mantener un equilibrio entre las distintas
potencias europeas: evitar nuevas pulsiones expansionistas francesas, y no tanto evitar la
propagación de ideas liberales. La lucha partidarios–detractores del Antiguo Régimen
originará un período intenso de revoluciones de la que Gran Bretaña saldrá fortalecida, por
la debilidad e inestabilidad de las potencias europeas, sumidas en un complejo ciclo de
revolución– contrarrevolución.
3
"equilibrio europeo": no permitir la formación de una gran potencia (algo que los ingleses
habían pretendido en el siglo XVIII): como el Imperio Napoleónico había alterado el
equilibrio internacional, era necesario volverlo a reconstruir: las potencias han de ayudarse
para mantener a sus "legítimos" gobernantes, abortar revoluciones. Pero la naturaleza
contrarrevolucionaria de la Alianza fue abandonada progresivamente: primero porque hubo
que transigir con hechos revolucionarios (el principal, al negar el apoyo solicitado por
Fernando VII frente a los independentistas americanos, atendiendo a los intereses
británicos) y, después, porque llegó no sólo a tolerarse sino a protegerse actuaciones
propiamente revolucionarias, como la independencia de Grecia respecto al Imperio turco
en 1830, o la neutralidad frente a la revolución que estalló en Francia en 1848. Por otro
lado, surgirán enfrentamientos entre los propios aliados, en particular por las ambiciones
expansionistas de los zares a costa del Imperio turco. Esta ambición suscitó en las demás
potencias el temor a que se rompiera el equilibrio en el Mediterráneo a favor de Rusia y
esto llevó a frenar el expansionismo ruso por la fuerza. La excusa final la dará la ocupación
de los principados danubianos –en poder de los turcos– por Nicolás I bajo la excusa de
imponerse sobre los cristianos ortodoxos. Franceses y británicos declararán la guerra al zar
(1854) y prusianos y austriacos se inhibirán: fue la Guerra de Crimea (1854–56), que sella
en la práctica el final de la Quíntuple Alianza.
En cambio, a partir de 1825 los románticos se comprometen más con las libertades
4
y el progreso: Víctor Hugo defiende la libertad, exalta y defiende a los grupos sociales
inferiores (en Los Miserables). Junto a Lamartine, participan en la período revolucionario a
partir de 1848 (se crea entonces el mito del libertador, como un nuevo modelo social).
5
franceses, que creen que fracasaría por las guerrillas. Anulación de la Constitución de
1812).
3– Francia será admitida en 1818. Luis XVIII regresa a Francia en 1814, dado que era el
heredero desde la muerte de su sobrino. Reinó hasta 1824. Revolucionarios, liberales como
Benjamin Constant (pretenden un sistema como el inglés), burócratas del Imperio
Napoleónico y ejército no ven con buenos ojos su vuelta. Los ultrarrealistas pretenden sin
más la vuelta al Antiguo Régimen (frase de Fernando VII: "que todo vuelva a su antiguo
ser"). Proclama una Carta Otorgada, en la que reconoce el Derecho divino, manifiesta que
los límites al poder absoluto los concede "graciosamente" el rey, quien los otorga al pueblo
francés, y mantiene la igualdad ante la ley, impuestos y servicio militar, libertad de
expresión y pensamiento, mantiene en Código Civil napoleónico, mantuvo la propiedad de
las tierras vendidas en la Revolución francesa. También se mantienen los títulos, grados y
nombramientos concedidos por los regímenes anteriores. Se mantendrá la sociedad de
clases.
1–Legitimidad de los reyes frente a la idea de soberanía nacional: los pequeños estados de
regímenes no hereditarios son impunemente invadidos: así sucede con los principados
eclesiásticos alemanes, Venecia, Génova, Polonia...
6
Las guerras de independencia de Grecia 1820-1830
1– ANTIABSOLUTISMO:
– En España Riego se subleva en Cabezas de San Juan, con una tropa destinada a
sofocar el levantamiento de las colonias americanas, iniciándose el Trienio Liberal.
Fernando VII se ve obligado a jurar la Constitución de 1812 ("Caminemos todos,
francamente, y yo el primero,
por la senda constitucional). El gobierno está controlado por los liberales exaltados
y provocó un ambiente de guerra civil (partidas absolutistas apoyadas por Fernando VII,
especialmente en el Maestrazgo). Llegan a España los Cien Mil Hijos de San Luís al
mando del duque de Angulema
– En Portugal se sigue el ejemplo español: el coronel Sepúlveda en 1820,
pronunciándose y estableciendo una Asamblea Provisional, con un Estatuto de 1822 similar
a la Constitución de Cádiz de 1812. Pero un hijo del rey obligará tras hacerse con el poder
a suspender la Constitución, lo que implica una vuelta al absolutismo.
– En Italia la revolución está protagonizada por los carbonarios, con la insurrección
de Nola. Se obliga a Fernando I de Nápoles a otorgar una Constitución semejante a la
española. Sicilia pide autonomía para la isla. En Piamonte existe una sublevación en 1821,
a partir de la cual Víctor Manuel I abdica y nombra rey a su hermano Carlos Félix. Pero
Austria obtiene permiso para imponer el orden en los distintos estados y suprime las
constituciones liberales.
– En Rusia en 1825 existen sociedades secretas que ven en el pronunciamiento
militar el único medio para superar el absolutismo de Alejandro I, alma de la Restauración.
A su muerte le sucede Nicolás I, claramente absolutista, pese a la sublevación que apoyaba
a Constantino (hermano del zar) menos intransigente. Los revolucionarios son aplastados.
7
2– NACIONALISMO.
1– Crisis agrícola, sobre todo en las patatas (producida por el añublo): hace disminuir el
poder adquisitivo, por lo que quiebran las finanzas (a pesar de ser más grave que en 1789,
la revolución se da cuando lo peor ha pasado)
2– Malestar por la indemnización de 1.000 millones de francos a las clases dominantes del
Antiguo Régimen, que provocó una revolución en París.
8
(17 gobiernos)
9
El detonante fue la movilización obligada al ejército polaco en apoyo del rey de
Países Bajos: muchos polacos se sublevan, ocupan Varsovia y expulsan al Virrey. Ni el
campesinado les secunda, ni las potencias liberales se interesan por la suerte de Polonia:
Gran Bretaña teme que una Polonia independiente pase a ser aliado francés, y Francia teme
enemistarse con Rusia si apoya a los revolucionarios: finalmente el general Paskievich
conquista Varsovia en 1831, deroga la Constitución e integra obligatoriamente las tierras
polacas en el Imperio Ruso, iniciando una feroz represión (la lengua rusa será la única
oficial, se persigue el catolicismo, se aniquila la independencia de Cracovia, se rusifica la
sociedad y Universidad.)
Por último, puede hablarse de las revoluciones alemanas y los focos menores del
área italiana y Suiza, en los que los movimientos más bien consisten en oleadas de protesta,
sin un carácter de enfrentamiento abierto. En el área alemana existe un descontento por la
derogación de las constituciones en 1815 (excepto en Sajonia). Las sociedades secretas
hicieron levantar en Septiembre de 1830 una revolución que impuso constituciones en
Hesse– Casel, Hannover y Sajonia. Otros estados alemanes no corrieron la misma suerte.
Son continuación de las de 1830, pero con diferencias geográficas (se suman
Francia, Italia, Alemania, pero no Bélgica o Polonia –reprimida por el ejército ruso–). Pero
las causas no son las mismas: si en 1830 se busca el liberalismo doctrinario (burgués) para
acabar con la posibilidad de vuelta al Antiguo Régimen, en 1848 el objetivo es el
liberalismo democrático (popular). Las diferencias ideológicas quedan expresadas en la
siguiente tabla:
1– Se trata de la revolución más importante del ciclo revolucionario liberal (1820–30 sería
10
un ensayo): las monarquías más firmes se tambalean.
2– Son minoritarias en la mayoría de los Estados: el protagonismo es de las clases
acomodadas, pero con protagonismo popular mayor.
3– Propagación simultánea en varios países que condiciona su curso.
4– Al liberalismo y nacionalismo se une como reivindicación el socialismo.
2– Fin del equilibrio internacional: el aislamiento de Francia dejará a Luís Felipe sin
posibilidad de ayuda para salvar su trono cuando estalle la revolución: ruptura con Gran
Bretaña por las diferencias respecto al matrimonio de Isabel II (Francisco de Asís de
Orleans es rechazado).
L
as revoluciones de 1848 en Europa: “La primavera de los pueblos”
11
La Asamblea nacional será invadida por tropas armadas. La presión del pueblo en
París obliga a proclamar la Segunda República, con un gobierno no fanático. Se pretende
celebrar elecciones generales con sufragio universal masculino (lo que supone un paso de
200.000 a 9 millones de votantes). Antes se crea un Ministerio del Progreso, que instaura
los Talleres Nacionales, rebaja a 10 horas la jornada en París y 11 en provincias, de regula
el derecho a la huelga.
Las elecciones se celebran el 23 de abril (83% participación), ganando
aplastantemente los moderados: en el campo, más conservador, han triunfado los "partidos
del orden": 800 de 900 escaños.
Los más exaltados, provocan motines que culminan con la insurrección de París de
junio. Gran importancia tiene la discusión sobre los Talleres Nacionales: para los obreros,
son símbolo de los triunfos revolucionarios; para la Asamblea era un escándalo financiero,
moral y político (semillero de revolucionarios). Al disolverlos, estalla el levantamiento. Las
provincias se suman al ejército y Guardia Nacional contra los insurrectos, con una gran
represión.
Ante la noticia de la revolución, los prelados más antiliberales presionan a Pío IX,
que promueve la instauración del absolutismo en otros estados. Mientras, los austriacos
vuelven a derrotar a Carlos Alberto y ocupan Toscana, Módena y Parma, restaurando a los
"legítimos" monarcas. Carlos Alberto abdica en su hijo Víctor Manuel II en marzo.
12
Las elecciones al Reichstag suponen un 25% de representantes campesinos, que
logran satisfacer sus pretensiones de acabar con la servidumbre, corveas y censos: ahora se
muestran adeptos al emperador, que así podrá atacar el problema nacionalista húngaro con
tranquilidad interior: se proclama el estado de sitio, y estalla el tercer levantamiento de
Viena. El emperador abdica en su sobrino Francisco José I, que inicia el ataque a los
húngaros. Francia y Gran Bretaña querían un imperio central fuerte para compensar al
ruso, por lo que apoyan a Austria: Hungría pierde su estatus anterior y se convierte en una
simple división administrativa.
El predominio del Reino Unido y Francia hasta 1870 es indiscutible, aunque su sistema de
gobierno fuera opuesto: si en Francia son precisas 4 revoluciones para llegar a la
consolidación de un régimen democrático con sufragio universal masculino (1789, 1830,
1848 y 1870), en el Reino Unido la democratización se alcanza por la vía de la reforma, y
no de la revolución.
El nombre de Reino Unido, que abarca a Gran Bretaña e Irlanda, es adoptado a propuesta
13
del ministro Pitt tras obligar a Irlanda a firmar el Acta de la Unión en 1801. Se trata de la
primera potencia mundial desde el punto de vista económico: tras la derrota de Napoleón I,
mantuvo un "espléndido aislamiento" respecto a los conflictos del continente, si
exceptuamos la participación en la guerra de Crimea. Mientras, aparece volcada en la
obtención de un extenso imperio comercial. La situación de Irlanda es opuesta a esta
prosperidad.
La Reform Act de 1832 había ampliado la base electoral inglesa a 800.000 electores,
en su mayor parte propietarios de casas o tierras. Además, 52 burgos podridos casi
deshabitados pierden sus escaños, y 32 ceden alguno de ellos: éstos serán asumidos por las
ciudades industriales (burguesía). Pero el proletariado y pequeña burguesía no tienen
cabida en el Parlamento (además de mostrar éste gran hostilidad hacia las Trade Unions).
En la década de los 60, ante la agitación social, ambos partidos desean ganar
prestigio mediante la reforma electoral de 1867: fue aprobada por Disraeli, y mucho más
liberal que la propuesta por Gladstone, alcanzando la cifra de 2,25 millones de votantes:
cabezas de familia residentes en las ciudades, licenciados, médicos, profesores y clérigos,
arrendatarios que cobran más de 5 libras. Además, se votan leyes sociales para los
trabajadores, se reconoce el derecho a la huelga, se accede al funcionariado mediante
oposición, se reforma el ejército (prohibición de azotes y de venta de graduaciones) y la
enseñanza (proyecto de educación primaria para todos los ciudadanos, y gratuidad desde
1891), así como voto secreto en las elecciones.
14
nuevo partido laborista, y de los irlandeses. Para contentar al obrerismo, se aprueba una ley
electoral en 1884 que prácticamente implanta el sufragio universal masculino (no votan los
vagabundos, los que viven en la casa paterna y el servicio doméstico), e implanta un
diputado por cada 50.000 electores.
– NACIONALISMO IRLANDÉS.
Desde el siglo XII Irlanda es tratada por Inglaterra como una colonia, por lo que las
revueltas anti-inglesas son continuas. Las diferencias se extreman al ser Irlanda católica y
abrazar en el siglo XVI Inglaterra la religión anglicana. Además, Irlanda no participa de la
industrialización y prosperidad de la metrópoli (excepto el caso de Belfast).
Por otro lado, los irlandeses estaban discriminados políticamente: desde 1801
dejaron de tener un parlamento propio y sus representantes se integran en el inglés, pero
"con condición de que fueran de religión protestante" (sólo profesada por el 15% de los
irlandeses).
15
instaurar tras un nuevo plebiscito en 1852 el II Imperio.
Los objetivos en el interior son dos: dominio de los poderes por Napoleón y control
de los desórdenes. La Constitución del 52 le concede poder ejecutivo y militar, y la
intervención en el nombramiento del Tribunal Supremo de Justicia y en el del Consejo de
Estado (órgano que propone las leyes que deben aprobar los miembros del Cuerpo
Legislativo, por sufragio universal masculino).
16
"cuestión romana", que origina la pérdida de confianza de los católicos franceses en su
emperador, que opta por una política más liberal para ganar apoyo entre los republicanos
(tras la amnistía de 1859). También en economía la década será librecambista (para que
aumenten las exportaciones). La burguesía tolera mal este giro a la izquierda (se permite la
participación de franceses en la organización de la Internacional, la huelga, se legalizan
organizaciones obreras...).
En los años 90 se produce una crisis política a raíz del asunto Dreyfus, oficial judío
acusado de traición. El país se divide entre dreyfusistas (Liga de los Derechos del Hombre,
Zola) y antidreyfusistas (Liga de la Patria Francesa, defensora del ejército, Action
Française dirigida por Maurras –precursor del fascismo–). El ambiente político se
radicaliza: ley de la separación de la Iglesia y Estado (1905), laicización de la enseñanza,
etc. Pese a los problemas, Francia conoce una prosperidad económica antes de 1914.
17
La situación de Europa en 1871
5– LOS GRANDES IMPERIOS DEL CENTRO Y ESTE DE EUROPA.
18
La creación de Austria-Hungría en 1867
19
de actitud: el Imperio Austro–húngaro quedaba como un estado dual basado en la
supremacía austriaca en el oeste y en la magiar en el este. En cuanto a la política exterior,
rápidamente se formaría una sólida alianza con el naciente Imperio Alemán. Por el
momento, ni checos, ni polacos, ni croatas ni eslovacos alteraron los principios
fundamentales sobre los que se colocó la monarquía en 1867.
A principios del siglo XX, el Imperio ruso abarcaba una enorme extensión
territorial: desde la Rusia europea hasta los confines asiáticos que bordean el Pacífico. Su
política se centrará precisamente en esta expansión territorial a lo largo del XIX,
especialmente hasta que la Guerra de Crimea (1853–56) frene su expansión hacia el sur.
Pero Rusia era un país atrasado: no abolió la servidumbre hasta 1861, y se basa casi
exclusivamente en la agricultura, excepto la metalurgia de los Urales, dejándose afectar
sólo por las formas más elementales del capitalismo.
20
La reacción antifrancesa genera un sentimiento de identidad entre los miembros de
cada una de las dos comunidades culturales. Es un movimiento encabezado por los
intelectuales: en Italia se denomina Risorgimento, y es defendido por grupos como los
carbonari.
En Italia, Mazzini y su "Joven Italia" pretenden crear una República unitaria y centralista
mediante la creación de revueltas en los estados italianos y la difusión de sus ideas en el
periódico La Joven Italia. El sacerdote Gioberti representa el nacionalismo moderado,
católico: pretende una Confederación de Estados Italianos bajo presidencia del Papa. Se
apoya en el partido neogüelfo, y tuvo bastante aceptación en los primeros momentos
(1846– 48) del mandato de Pío IX, considerado liberal. Tras 1848 su postura
antirrevolucionaria supone el fin del apoyo popular.
En Alemania hay que destacar la postura romántica hace que se creen grupos como
la Joven Alemania en la que colaboran estudiantes universitarios. Entre 1830–48 un sector
burgués, con sentido más realista de la unificación, propone la unidad comercial: impulsan
el Zollverein o unión aduanera en torno a Prusia. Otro sector ofrece al rey prusiano
Guillermo IV la presidencia de un parlamento alemán con sede en Francfurt, elegible por
sufragio universal. La negativa del rey a aceptar un poder que proviene de los
revolucionarios de 1848 aplaza la unificación. Se dibujan dos opciones: creación de una
Pequeña Alemania, en torno a Prusia y con exclusión de Austria, o la de una Gran
Alemania, lo que implica el enfrentamiento por el liderazgo entre Austria y Prusia.
21
con el nacionalismo. El norte de Italia se industrializará rápidamente.
Piamonte y Prusia saben que la unificación pasa por tener un ejército capaz de
enfrentarse con Austria y la Francia de Napoleón III: respectivamente, La Mármola y Von
Moltke crean ejércitos modernos. El prusiano basado en la prolongación del servicio
militar y la formación de una elite de oficiales junkers (nobles), y con modernización
técnica: fusil con percutor, cañón de retrocarga, medios de transporte y comunicación –
telégrafo de Bell–, etc.
Los reyes Víctor Manuel II y Guillermo I (Prusia), y los primeros ministros Cavour
y Bismarck (junker), son piezas claves de las unificaciones: ambos nobles, conservadores,
pero hombre de acción y realismo. Cavour, antes hombre de negocios, es respetuoso con el
parlamentarismo liberal. Bismarck ("el canciller de hierro") es autoritario y cuenta con
apoyo de la nobleza y oposición del Parlamento.
Las etapas de la unificación italiana son muy dispares. En el caso de Italia se lleva a
cabo durante el reinado de Víctor Manuel II de Saboya, considerado hombre liberal
(mantuvo el Estatuto aprobado en 1848 por su padre Carlos Alberto): muestra su deseo de
cortar los privilegios al clero. D'Azeglio es primer ministro de Piamonte, y en 1850 nombra
a Cavour ministro de agricultura y comercio: juntos emprenden reformas económicas,
legislativas (códigos nuevos) y la formación de un Estado laico (desamortización).
Cavour contaba con el apoyo de antiguos mazzinianos como Garibaldi, que actúan
sobre el pueblo llano: para éste, emancipación social y emancipación nacional llegan a
22
identificarse.
La segunda fase está marcada por el apoyo de Garibaldi a los planes de Cavour
(1860). Sicilia había sido un foco revolucionario frente al gobierno de Nápoles, y en 1860
los campesinos se sublevan. Mazzini aprovecha para relanzar el proyecto de la unión de
Italia: envía a Garibaldi y sus "camisas rojas" a la isla, donde instauran un gobierno
provisional. Cavour hace que Víctor Manuel escriba dos cartas a Garibaldi: en la pública,
le pide que se abstenga de invadir Nápoles, y en la privada le pide que acuda a "socorrer a
los napolitanos". Garibaldi sale de Sicilia e invade Nápoles, y facilita la incorporación de
los territorios al Piamonte.
La tercera fase viene determinada por la guerra de Prusia e Italia contra Austria
(1866). Faltaba la incorporación del Véneto. Esta se produce debido a la derrota austriaca
frente a los prusianos en la batalla de Sadowa: Austria acepta la cesión de Venecia a Italia,
aunque no así la de otros territorios "irredentos" como Trentino e Istria.
23
Respecto a las etapas de la unificación alemana, entre 1859 y 1864 los objetivos
prusianos son entorpecer los intentos austriacos de reformar la Dieta imperial alemana e
impedir la entrada de Austria en el Zollverein; impulsar la ampliación y mejora del ejército
con las propuestas del general von Moltke. El Parlamento se opone a aprobar estas
medidas, lo que motiva el acceso de Bismark a la cancillería en 1862.
24
Bismark firma una alianza militar con los estados alemanes del sur.
Por último, se procede a fundación del II Reich. Bismarck, con el nuevo prestigio
adquirido por Prusia, acelera las conversaciones con los estados del sur. Todos los estados
aceptan, creándose un estado federal unido bajo presidencia del rey de Prusia Guillermo I,
convertido en emperador del II Reich, siendo proclamado como tal en la Galería de los
Espejos del Palacio de Versalles.
7– BIBLIOGRAFÍA.
BERGERON, L. FURET, F. Y KOSELLECK, R.: La época de las revoluciones europeas
(1780–1848). Madrid, Siglo XXI, 1976.
DUROSELLE, J.B.: Europa, de 1815 hasta nuestros días. Vida política y relaciones
internacionales Barcelona, Labor, 1978.
GODECHOT, J.: Las revoluciones (1770–1799) Barcelona, Labor, 1981.
HEFFER, J. y SERMAN, W.: De las revoluciones al imperialismo (1815–1914). Madrid,
Akal, 1989.
HOBSWAN, E.J.: Las revoluciones burguesas. Madrid, Guadarrama, 1978.
KOHN, H.: Historia del nacionalismo. Madrid, 1984.
REMOND, R.: El siglo XIX (1815–1914). Barcelona, Vicens Vives, 1978, vol. II.
SIGMAN, J.: Las revoluciones románticas y democráticas en Europa. Madrid, SigloXXI,
1978.
NOTA. Este tema está tomado de forma resumida del que se encuentra en nuestro libro
de Historia contemporánea COU (Valencia, ECIR, 1997), del Grupo Edetania. G.R.A.
25