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Antijuricidad y Tipicidad
En conjunto nos dan el juicio de disvalor que caracteriza al ilícito penal y con él el delito. Esto no
significa asignar a la tipicidad naturaleza puramente objetiva, también posee elementos
subjetivos y normativos.
Antijuricidad Tipicidad
- Contiene una idea de contradicción - Contiene una idea de identificación
- Señala la contradicción entre el acto y el - identificación del hecho ilícito vivido con la
orden jurídico abstracción sintetizada en una figura legal.
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Binding expresa que el delincuente no viola la ley penal. Más bien podría decirse que, en cierto
modo, lo confirma.
Las causas de justificación pueden ser definidas como aquellas circunstancias que, conforme a la
ley, hacen desaparecer la antijuridicidad de un acto típico.
Nuestra doctrina no acepta causas de justificación “supralegales” (por encima de la ley) y
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sostiene que las únicas causas de justificación son las legales; o sea: las que taxativamente
enumera la ley.
Bibliografía:
Fontan Balestra, Carlos
Núñez, Ricardo
Lazcano, Carlos
Creus, Carlos
NATURALEZA Y EFECTOS
a) Para que se pueda hablar de un hecho justificado, la acción debe reunir todas las exigencias
objetivas contenidas en un tipo penal más las que prevé el fundamento de justificación. Por eso,
la acción típica es y, lo es siempre, una parte del hecho justificado.
La acción que reúne objetivamente todos los requisitos de una causa de justificación, está de
acuerdo con el Derecho. Y siendo lo antijurídico uno solo, la acción es lícita para todo el
ordenamiento legal. Por tanto, el acto no acarrea consecuencias penales de ninguna naturaleza,
ni puede haber daño resarcible. Tampoco son posibles, por definición, las formas accesorias de
manifestación del delito (tentativa y participación).
Nuestra doctrina no acepta causa de justificación “supralegales” (por encima de la ley), las
únicas causas de justificación admitidas son las legales (las que taxativamente enumera la ley).
El artículo 34 del Código Penal junto con las causas que excluyen la pena, la culpabilidad y la
imputabilidad, enumera las siguientes causas de justificación:
-Cumplimiento de un deber – Inc. 4
-Legítimo ejercicio de un derecho, autoridad o cargo – Inc. 4
-Estado de necesidad – Inc. 3
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Fundamento de la Justificación
La razón o fuente que el Derecho toma en cuenta para establecer estas causas de justificación
son:
- La Ley
- La Necesidad
La ley: Es fuente de causa de justificación, porque ella impone a los hombres obligaciones, y
también le concede derechos.
De modo que, si un hombre realiza una conducta típica, pero cumpliendo con un deber que le
impone la ley, o ejerciendo legítimamente una facultad que le confiere un derecho, una
autoridad o un cargo, sin duda que esa conducta no es ilícita, dado que, el cumplir con lo
prescripto por el Derecho, no puede constituir una acción antijurídica.
Cumplimiento de un deber
Concepto
Así denomina la doctrina la causa de justificación contenida en el artículo 34, inciso 4º, del
Código Penal argentino, conjuntamente con el legítimo ejercicio de un derecho, en estos
términos:
No son punibles: "el que obrare en cumplimiento de un deber o en el legítimo ejercicio de su
derecho, autoridad o cargo".
Se trata siempre de un conflicto entre dos obligaciones legales, en el cual, frente a la ley
prohibitiva general que representa el tipo delictivo, prevalece la ley autoritativa especial, de
igual o superior jerarquía constitucional que aquélla (C. N., 31). La prevalencia puede también
corresponder a una ley provincial (C. N., 121 y 122).
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Para que la acción tenga el valor justificante, las acciones que se ejercitan han de hallarse
atribuidas a la condición, cargo o autoridad por una norma de Derecho.
Casos en que la ley concede a los particulares, autoridad para colaborar con la justicia: Así
por ejemplo el Código de Procedimiento en lo criminal, en los Art. 3 y 368, da autoridad a los
particulares para detener a los delincuentes sorprendidos “in fraganti”, o a delincuentes que se
fuguen de donde están recluidos. Esta autoridad concedida por la ley al particular tiene el mismo
carácter que la autoridad de un agente de la policía, pues conforme a los Art. 239 y 240 C.P., si el
delincuente se resiste a la acción del particular cometerá delito de “resistencia a la autoridad”
Un derecho en el sentido del artículo 34, inciso 4º, o un derecho propio en el sentido del
artículo 1071 del Código Civil, es el derecho subjetivo reconocido por la ley a una persona para
cometer un hecho penalmente típico. Estos derechos subjetivos no deben confundirse con las
autorizaciones legales porque éstas, a diferencia de aquellos derechos, no implican facultades de
exigir algo a terceros.
Aquí también se trata de la ley en sentido amplio. Los usos y costumbres pueden conceder ese
derecho si una ley se refiere a ellos, pero no estando la situación reglada legalmente no lo
pueden hacer de manera autónoma (Código Civil, 17).
Por ejemplo: no comete delito alguno. Si el mecánico le niega la entrega del auto a quién se lo
dejó para el arreglo, porque éste no le quiere pagar el trabajo, está ejerciendo el derecho de
retención que consagra el art. 3939 del C. Civil, no obstante que su accionar resulta típico en
relación a la figura de la retención indebida (Art. 173 inc. 2° del C. Penal), que es una forma de
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defraudación.
Es preciso, además, que los actos de quien ejerce alguna rama del arte de curar, tengan por
objeto el mejoramiento de la salud del que consiente o de un tercero. Esa finalidad es esencial a
la licitud del hecho, con independencia de que el fin perseguido se logre o no. También
comprendemos en el fin de la justificante el mejoramiento de la salud de un tercero, aunque se
empeore la del que consiente, pues ello es lo que ocurre cuando se dona sangre, un ojo, un
riñón, etcétera.
No puede obligarse a alguien a participar en una pelea, por ejemplo, porque no estaríamos
entonces ante una justa deportiva, sino ante un hecho por el que se desvirtúa el fin reconocido
por el Estado. Estaríamos, pues, ante un hecho que desborda la justificante y tiene las mismas
consecuencias de cualquier otro acto antijurídico.
b. La limitación está dada por el cumplimiento de los reglamentos, porque con ellos se legitima
el ejercicio del derecho, cualquiera sea el resultado.
Es claro, entonces, que los resultados producidos dolosamente quedan fuera de la justificante y
están sujetos a los principios comunes de la responsabilidad, lo mismo que los hechos culposos,
que resultan del incumplimiento de los reglamentos o de cualquier otra forma de la culpa.
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a. La falta de tipo resulta muy clara en aquellos delitos en que la figura requiere expresamente
que el hecho sea cumplido sin el consentimiento del interesado, o contra su voluntad. Así,
verbigracia, en la violación de domicilio (art. 150).
b. La mutación de la situación jurídica de la cosa por obra del consentimiento, resta todo
significado delictuoso a la acción. Quien consiente en que alguien tome una cosa mueble para
quedarse con ella, "se la está regalando"; de suerte que el que la toma no se apodera de ella,
sino la recibe en donación.
2. Requisitos: Para que el consentimiento produzca efectos jurídicos, son necesarios tres
requisitos:
a) Que haya sido prestado libremente por quien tiene la capacidad de disposición del bien
jurídico protegido.
b) Que sea anterior o coincida en el tiempo con la acción.
c) Que quien consiente sea el único titular del bien jurídico protegido.
Bibliografía:
Fontan Balestra, Carlos
Núñez, Ricardo
Lazcano, Carlos
Creus, Carlos